Entrevista publicada en Revista Sophia

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Entrevista publicada en Revista Sophia
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Enero de 2011
De manera sagrada y en celebración
Identidad, cosmovisión y espiritualidad en los pueblos indígenas
Carlos Martínez Sarasola
Colección Desde América
El sentido profundo de las ceremonias
Por Fabiana Fondevila
Carlos Martínez Sarasola es antropólogo, y un investigador riguroso y apasionado de las
culturas originarias de la Argentina. En su nuevo libro, De manera sagrada y en celebración,
explora el sentido profundo de los ritos y las ceremonias de las culturas originarias, y todo lo
que tienen para enseñarnos.
Su obra más conocida Nuestros paisanos, los indios, fue un enorme aporte al rescate y la
revalorización de la historia de estas etnias, las más antiguas de la región. Ahora, con la
publicación de De manera sagrada y en celebración. Identidad, cosmovisión y espiritualidad
en los pueblos indígenas, el investigador hace foco en aquellas ceremonias y prácticas
sagradas que constituyeron y constituyen el corazón de estas culturas, el que hoy intentan
recuperar con toda la fuerza de sus orígenes.
Ceremonias como la del tributo a la Pachamama en las culturas andinas del norte, el
Nguillatún (o rogativa) de los mapuches en el Sur, la fiesta del Gran Areté entre los
chiriguanos y chané del Chaco salteño, las que reciben a la primavera y el verano entre los
mbyá-guaraníes, no son meras ocasiones para el festejo ni resabios del pasado, sino la
manera en que estos pueblos se reencuentran con su verdadero ser.
En su investigación, Martínez Sarasola da cuenta de los ritos y las ceremonias indígenas de
la región, y resume los principios o ideas centrales que comparten estas cosmovisiones en
cinco conceptos: totalidad, energía, comunión, sacralidad y sentido comunitario de la vida.
Además, sugiere que no le vendría mal a la sociedad occidental moderna tomar de ellas lo
que tienen de arquetípico, universal y profundo.
¿Seguimos teniendo aún poca conciencia los argentinos de que existen culturas
indígenas en nuestro país con una cosmovisión y una cultura propias?
Si bien se ha avanzado bastante en los últimos años, queda mucho por hacer. La toma de
conciencia de la sociedad argentina es todavía débil respecto a la existencia de los pueblos
indígenas y esa debilidad es mucho más marcada respecto la vigencia de una cultura y una
cosmovisión propia, original. La cuestión de la vigencia no es algo menor, porque alude a
que son culturas vivas, que no están en el pasado si bien provienen de un tiempo y un
espacio ancestral. La toma de conciencia es fundamental para poder producir cambios, por
eso es tan importante trabajar sobre ella. El sistema educativo, los medios de comunicación,
el Estado y los gobiernos, las ONGs y obviamente los especialistas y los propios pueblos
originarios tienen -tenemos- una clara responsabilidad al respecto.
En su libro habla de varias cualidades centrales de la cosmovisión de estas
culturas: totalidad, sacralidad, energía, comunión y sentido comunitario. ¿Cree que
podríamos aprender de ellas los argentinos y occidentales en general?
Yo creo que todas podrían ser incorporadas. No sé si en su totalidad, porque las
características de estos grandes principios se dan de una manera peculiar en los pueblos
indígenas. Sin embargo, cuando me refiero a las ideas centrales de totalidad, sacralidad,
energía, comunión y sentido comunitario de la vida que caracterizan a la cosmovisión
originaria, observamos que muchas de esas ideas están presentes en las grandes
tradiciones, por ejemplo en las orientales, y es más, también en Occidente, que hoy está
abrevando en estas fuentes. Hay cada vez más personas necesitadas de cambiar su forma de
vida, que está semiagotada y que necesita de un replanteo profundo. Hasta cierto momento
de su historia, en Occidente existían muchas tradiciones y personas que participaban de
ideas muy semejantes, que luego quedarían sepultadas u ocultas por la llegada de la
Modernidad y por una visión separada de la Naturaleza que alejó al hombre de su conexión
profunda con el Todo. La idea de las “convergencias” que sostenemos en la Fundación desde
América, la ONG que dirijo con Ana Llamazares, apunta precisamente al momento que
estamos atravesando, en el cual vislumbramos la creación de un puente entre la sabiduría de
los pueblos originarios y la nueva consciencia occidental.
Sin embargo, la reivindicación de estos aspectos espirituales está hoy algo teñida
por la mentalidad New Age. ¿Le parece válido que los occidentales modernos se
adueñen de alguna manera de símbolos y ritos ajenos? ¿Es un rescate o es una
apropiación?
Si bien la mentalidad New Age tiene mucho de superficialidad, digamos de un “facilismo”
exagerado para acceder de manera genuina a algunos de estos aspectos que menciono, y
una dificultad para contemplar las luces y las sombras, de todas maneras creo que en líneas
generales ha contribuido y contribuye a difundir entre la gente principios evolutivos que
resultan benéficos. Desde este punto de vista yo creo que podríamos decir que la gente
rescata símbolos y ritos “ajenos” antes que apropiarse de ellos. Además tengamos en cuenta
que esos símbolos, ritos y ceremonias están muy vigentes al interior del mundo indígena,
con lo que una vez más difícilmente podríamos hablar de una apropiación.
El gran mitólogo Joseph Campbell decía que el gran desafío de nuestra época era
descubrir los mitos que nos rigen, o hallar mitos nuevos, más ricos. ¿Será posible
que la cosmovisión indígena pueda inspirar el "nuevo mito" de los argentinos?
Ojalá. ¿Por qué no? No olvidemos que el mito es la palabra, y más aún la palabra verdadera.
Desde esta perspectiva y como modelo ejemplar, la cosmovisión indígena y buena parte de
sus principios podrían ser incorporados a una nueva forma de vida de los argentinos. No
estamos separados del mundo y buena parte del mundo está anhelando nuevas maneras de
vivir. Pero antes que nada, y como decía el gran filósofo y antropólogo Rodolfo Kusch, un
apasionado por América, los argentinos tendríamos que atravesar “el miedo de ser nosotros
mismos”, para enfrentarnos con lo que verdaderamente somos, asumiendo decididamente
nuestra identidad. Seguramente en ese momento crucial -que en parte ya estamos
transitando- los argentinos estaremos en condiciones de contactar con el profundo mensaje
que llega desde la cosmovisión originaria.
¿Es posible que los propios indígenas logren conciliar sus cosmovisiones antiguas
recuperadas con las vidas que llevan hoy?
Absolutamente. Para mí buena parte de la explicación de por qué los indígenas han logrado
subsistir en medio de las crueldades infinitas sufridas durante los procesos de la conquista, la
colonización y la formación de los estados nacionales, es precisamente por haber sostenido
sus identidades y cosmovisiones en medio de todos esos avatares. Eso los ha hecho fuertes
y los ha capacitado para ser personas de distintos mundos, como enseñan los chamanes. Ese
atributo de viajar entre diferentes mundos sin perder su eje, que tanto los indígenas de las
comunidades tienen al igual de aquellos que hoy viven en las ciudades, es la respuesta a tu
pregunta.
Y la idea de una realidad invisible y paralela que sostiene el chamanismo, ¿puede
coexistir con la sociedad tecnológica y altamente cientificista en la que nos
movemos? ¿La conciliación viene de la mano de la Física Cuántica?
De hecho coexiste, a pesar de las resistencias todavía ostensibles de la ciencia “oficial”, de
ciertos círculos académicos ortodoxos y por supuesto de aquellos sectores de la sociedad
inmersos en una visión materialista de la vida. Porque la idea de realidad con la que trabaja
el chamanismo y el conjunto del mundo indígena está mucho más cercana a lo que
percibimos e intuimos que el concepto de realidad que aún se sustenta en aquellos núcleos
de Occidente de los que hablábamos antes. La verificación de esto viene no sólo de nuestra
propia experiencia de inmersión profunda en el mundo indígena sino también del propio
Occidente, a través de los llamados nuevos paradigmas científicos. La Física Cuántica, sin
duda, pero también la Psicología Transpersonal, la Nueva Biología, La Antropología de la
Consciencia, la nueva Medicina que recupera los saberes ancestrales y un gran número de
disciplinas del nuevo pensamiento nos están diciendo que la realidad es algo mucho más
complejo que lo que nos han enseñado, una realidad múltiple con planos y dimensiones tal
como nos muestran los indígenas y los chamanes, en la coexistencia de un mundo invisible
con nuestra realidad ordinaria, noción que es mucho más próxima a los más recientes
conceptos de la Nueva Física tales como la Hipótesis Interdimensional, los Mundos Paralelos
o el Multiverso.
¿Cree usted que la sociedad actual está necesitando ritos y ceremonias
significativas?
Sin dudas. Hace unos años atrás en un Congreso intercultural de académicos y líderes
indígenas un paisano kolla dijo: “Tenemos que hablar menos y hacer más ceremonias”. Creo
que lo que a lo que aludía era la necesidad de volver a una práctica espiritual de reconexión
del hombre con la totalidad; del hombre como eje entre el Cielo y la Tierra, restaurando el
equilibrio primordial que permita una vida más plena, más genuina, más conectada con las
fuerzas cósmicas que dan sentido a la vida humana. Ese es el profundo sentido de las
ceremonias y en esa celebración hay un secreto. Hacia él vamos, no sólo los indígenas sino
todos los seres humanos. Y esto es lo que hoy nos quieren transmitir los pueblos originarios
cuando nos dicen que “….el tiempo del lobo solitario terminó. Todo lo que hagamos debemos
hacerlo de manera sagrada y en celebración. Somos los que hemos estado esperando esto”.
Para saber más: www.desdeamerica.org.ar y www.cmartinezsarasola.com
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