II) Como actividad programada del Centro de Capacitación, se han

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II) Como actividad programada del Centro de Capacitación, se han realizados ateneos,
cuyo tema elegido fue: Objeto de las asociaciones civiles. Alcances y límites de los
dictámenes que emiten los departamentos técnicos en cumplimiento del control de
legalidad. Su incidencia en la fiscalización posterior.
Preliminar: En la primera reunión celebrada el 25 de setiembre del corriente, se abordó
el tema:“Objeto Social en las Asociaciones Civiles” siendo su expositora , la Dra. María
Fernanda Raimundi.
De una apretada síntesis de su exposición, se señalan los aspectos destacados que
fueron sometidos a debate, a saber : En relación al objeto se dijo que toda vez que la
actividad que una persona jurídica desarrollará , no puede separarse de su
personalidad, es lógico que dicha actividad se realice en vista a una determinada
finalidad, que en definitiva, es el elemento que justifica la creación de la persona
jurídica.
Por lógica consecuencia esa finalidad deber ser lícita, posible y determinada,
discutiéndose además si debe tender al bien común para merecer la personalidad-(cfe.
se desprende del art. 33,2da. Parte inc.1 del Còdigo Civil); no obstante lo cual el
cuestionamiento se plantea al considerar si la utilidad social debe ser apreciada en
forma directa, en cuyo caso quedaría sumamente restringido , y en manos del Estado
el control de oportunidad, soslayándose esta dificultad con la posibilidad de recurrir al
concepto de utilidad social general, indirecta.
Al respecto, Pàez considera que es suficiente que el fin sea lícito para que pueda
considerárselo de utilidad general. En opinión coincidente, continúa expresando el
autor citado,.que tanto los Dres Borda como Llambías, hacen notar que corresponde a
la naturaleza de la persona jurídica que su finalidad tienda al bien común aunque sea
en forma indirecta.
No obstante, estos criterios han sido superados por la Corte Suprema de Justicia en la
sentencia dictada en el caso “Asociación Lucha por la Identidad Travesti Transexual
(fallado en el año 2006), en cuyo caso la Corte resolvió que sólo la ilicitud del objeto
justificaba el rechazo del reconocimiento estatal; bastando pues para concederle
autorización para funcionar que, la finalidad de la asociación sea lícita, no perjudicial o
dañina.
No obstante, la cuestión del bien común ha tenido variadas repercusiones y cambios
de criterio en los últimos años en la Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia .
Así, con el argumento de que la persona jurídica debe propender al bien común, se ha
negado reconocimiento como persona jurídica de una comunidad homosexual. En esa
sentencia se dijo que “el bien común debe ser entendido como el “conjunto de
condiciones de la vida social que hacen posible tanto a la comunidad como a cada uno
de sus miembros el logro más fácil de su propia perfección, y que esa noción
comprende la de bienestar general del Preámbulo y la prosperidad del país del art.
67inc.15 ( hoy 75 inc. 18) de la Constitución Nacional. (CSJN 22/10/1937 ).
Se afirmó que la sentencia de la Corte Suprema en el caso “Comunidad Homosexual
argentina” es muy criticable, todo vez que alguno de los votos emitidos por los
ministros, han sido catalogados de “discriminatorios” y hasta revelan una hostilidad
hacia las personas con orientación sexual diferente.
No obstante, la jurisprudencia de la Corte Suprema ha cambiado de orientación en
oportunidad de expedirse en el caso “Asociación Lucha por la Identidad Travesti
Transexual, cuya personería jurídica había sido denegada por la IGJ, y confirmada por
la Cámara Civil interviniente.
La Corte revocó esos pronunciamientos en una sentencia con criterio superador y no
discriminatorio, según se apreciara de sus fallos anteriores, señalando que la Cámara
Civil había usado criterios puramente subjetivos en oportunidades manifiestamente
discriminatorias, siendo muy enérgica por rechazarla con el argumento de que el
Estado argentino no está obligado a dar reconocimiento a una asociación cuyos fines
no considera útiles.
Resumiendo se centralizó el criterio de bien común (según la CSJN) como, el conjunto
de condiciones de la vida social que hacen posible, tanto a la comunidad como a sus
miembros, el logro más fácil de su propia perfección, comprensivo del bienestar
general invocado en el Preámbulo de la C.N y la prosperidad del país mencionada en
el art. 67 inc. 16.
Se advirtió, conforme a experiencias prácticas de los expedientes de personería
jurídica,
tramitados por ante esta dirección provincial que los mismos pueden tener una gama
muy amplia de objetivos, a saber: sociales, artísticos, morales, políticos, culturales,
recreativos, asistenciales, benéficos, educacionales, de fomento, de actividades
específicas como pueden ser la defensa de sectores empresariales, profesionales, etc.
Asimismo y vinculado al quehacer de estas entidades sin fines de lucro y en relación a
su objeto, se planteó el interrogante de si las mismas pueden realizar actividades
comerciales o lucrativas; a lo que se respondió para el primer supuesto que, para
sostener el funcionamiento de una entidad se necesitan recursos, que obligan a
utilizar medios de ingresos de índole mercantil o de producción.
Respecto de las actividades comerciales que puedan efectuar las asociaciones civiles,
a fin de cumplimentar con los objetivos propuestos, se advirtió que si los beneficios
obtenidos se destinan a acrecentar el patrimonio social y sostienen la obra de bien
público que el ente persigue, no se incurre en contradicción con el principio que veda
el lucro en estas entidades.
Finalmente se propuso que, a los fines del control de legalidad que se practica en la
redacción del objeto para este tipo de entidades, ante la falta de ley que regule tal
aspecto, debe enunciarse con claridad y concreción las actividades que se propone
realizar la asociación a fin de cumplir los objetivos plasmados en sus estatutos,
basado en el principio de la Especialidad, que impone una limitación intrínseca a la
capacidad de las personas jurídicas, no restringiéndola para determinadas especies de
actos, admitiéndose capacidad para todos aquéllos que tengan relación , directa o
indirecta, con el cumplimiento de los fines, evitándose de esta forma, caer en
concepciones opuestas a la capacidad amplia .
Luego de escuchar a la expositora, se abrió el debate entre los asistentes a esta
primera reunión, con la moderación de la Directora de Legitimaciones, reclamándose
la necesidad de fijar pautas concretas y uniformes en relación a la intervención de esta
Dirección, como organismo de control para la inscripción de las personas jurídicas,
habida cuenta del control de legalidad que le corresponde practicar.
Asimismo, y a fin de poder dar participación en la exposición y debate del tema, se
volvió a realizar una segunda reunión el día 2 de octubre, con las mismas finalidades y
características de participación entre el expositor y personal asistente al ateneo.
En ambas reuniones se plantearon los siguientes interrogantes:
1.- ¿cuál es el límite constitucional de asociarse con fines útiles?
2.- ¿qué bien jurídico se tutela?
3.- ¿Es necesario flexibilizar los criterios imperantes en la delimitación del objeto?
4.- ¿Cómo debe practicarse la fiscalización en relación al objeto?
Continuando con los objetivos señalados, y a fin de que los asistentes corroborasen
los criterios vigentes en el departamento legal, se agregó documentación, consistente
en dictámenes elaborados por el citado departamento, los cuales fueron debidamente
recepcionados y anexados al libro de actas de reuniones de los ateneos.
A raíz de los interrogantes enunciados, y a fin de unificar los criterios, tanto en la
esfera de las direcciones de legitimaciones como de fiscalizaciones en torno al control
de legalidad y de funcionamiento que debe imprimírsele a las asociaciones civiles en
el desarrollo y cumplimiento del objeto social, en el ejercicio del poder de policía que le
compete a esta dirección, se dio participación a los doctores Mauro Rodríguez y Juan
Chrestia.
Ambos expositores introdujeron el análisis del tema referido al cumplimiento del objeto
en el funcionamiento de la entidad, haciendo mención a los mecanismos de control
previstos por el Estado, respecto del funcionamiento de las asociaciones civiles y
fundaciones, haciendo una reseña histórica de las formas de control que abarcço
desde el derecho romano hasta la actualidad.
Luego, se explayaron en la normativa aplicable y su régimen legal en el derecho
argentino, remitiéndose a los principios emanados de nuestra Carta magna (art. 14, 16
de la CN), para luego referirse a las normas del Código Civil relacionadas con el tema
subexamine.
Asimismo, se refirieron a los alcances que establece el Decreto/Ley 8671 en cuanto al
control permanente que debe realizar la DPPJ , para las asociaciones civiles (art.3.3.2)
en su funcionamiento cuanto cuente o haya contado con cien o más socios con drecho
a voto o el objeto comprometa el interés público.
Dejaron de manifiesto que, en atención a la importancia que reviste la fiscalización, la
normativa en cuestión distingue los requerimientos del objeto respecto a las
asociaciones civiles de las fundaciones, requiriéndosele “precisión y determinación”
del objeto, sólo a éstas últimas.
Respecto de la forma que tiene de intervenir el Departamento Inspecciones en cuanto
conoce del funcionamiento del objeto por denuncias que se le practiquen a la
institución, y a través de la información que recogen respecto de las actividades que
realiza la institución habida cuenta de los convenios firmados con distintas
Municipalidades de esta provincia .
Para ilustrar lo expuesto, trataron algunos fallos que datan de varios años atrás, como
es el caso de la Pcia. De Salta c/Nuevo Club 20 de febrero, (4-7-1952), publicado en la
L.L.67-328, en el que la Provincia de Salta solicitó el retiro de la Personería Jurídica
por a) incumplimiento del objeto perseguido por la institución según su estatuto, b)
transgresiones de las cláusulas estatutarias, desviando el mismo por prácticas de
juegos de azar, lo que denota la ilicitud de lo prescripto estatutariamente, y b) la
persecución de una actividad diferente para la cual el poder administrador había
otorgado la personería jurídica.
Si bien refirieron también los criterios jurisprudenciales en los que la Corte Suprema
hubo de expedirse en los casos CHA (Comunidad Homosexual Argentina c/Resolución
IGJ) y el caso ALITT (Asociación Lucha por la identidad Travesti Transexual), los
cuales a mi criterio ilustran el rechazo de la personería jurídica por parte de la IGJ,
pero relacionado no con el funcionamiento de la asociación, sino en su legitimación en
relación al pedido de reconocimiento de personería jurídica para funcionar, y a los que
ya me he referido anteriormente en este informe, los expositores concluyeron
expresando que, en la actualidad no se ha evolucionado en demasía con relación al
doble control fijado por el Imperio Romano. No obstante destacaron, que la Corte
Suprema de Justicia de la Nación ha fijado un “nuevo horizonte” en cuanto al criterio
de admisibilidad en el reconocimiento de la personería jurídica, al receptar un criterio
“amplio”, con el único límite de que no se afecten garantías constitucionales.
En esa misma línea argumental, sostuvieron los Expositores que el posterior control de
funcionamiento de la institución debe seguir el criterio establecido por el doctrinario
Salvat que establece como pauta rectora que… “ la capacidad de las personas
jurídicas está limitada por lo que se ha convenido en llamar el “Principio de la
Especialidad”: es decir , el objeto de la institución. En virtud de este principio, ninguna
persona jurídica puede realizar actos extraños al objeto de la institución.
Este principio se funda en que el ejercicio de operaciones extrañas al objeto de la
institución, importaría cambiar el objeto de ella, lo cual no es posible hacer sino en las
condiciones y casos previstos en los estatutos.
Teniendo en consideración las intervenciones de los Expositores, seguidas del debate
que aportaron mayor claridad al tema en consideración, podemos concluír diciendo
que:
1.- En el control de legalidad que se practique en el departamento técnico legal se
tendrá en cuenta para la apreciación del objeto que el mismo sea lícito, posible y no
prohibido, con determinación concreta y enunciación clara de las acciones que se
proponen realizar, evitando la utilización de expresiones o conceptos difusos que
impidan su valoración.
2.- En relación al control de funcionamiento y habida cuenta del principio de la
Especialidad descripto, debe estarse a lo que se determine en el estatuto, no pudiendo
realizar otras actividades no explicitadas, dotando a la fiscalización del objeto de
sentido dinámico, en el entendimiento que el objeto es el fin de la creación de la
entidad y todo aquello que se aparte del fin estaría en contradicción con la autorización
emanada del Estado.
Si bien se ha juzgado que son las propias entidades quienes están en la mejor
situación para apreciar si un determinado acto conviene o no a la obtención de sus
finalidades, estar deben estar enunciadas de modo claro y concreto de manera tal, que
al momento de realizar la fiscalización, todo acto extraño al enunciado, debe
considárselo en desviación para el fin para el cual fue creado, adoptando las
previsiones que a tal fin enuncia el decreto/ley 8671 para situaciones como la
planteada.
r Citado por: Julio Cesar Rivera, Instituciones de Derecho Civil , Parte General , Tomo
II, Pag. 198, Lexis Nexis 2007.-
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