MITOS DE LA CIENCIA Y LA TÉCNOLOGÍA

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CAPÍTULO 1
MITOS DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA
1.1 IMAGEN POPULAR DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA.1
La ciencia y la tecnología forma parte consustancial del ser humano. Nuestra visión del
mundo, la autoimagen que tenemos como personas, es mediatizada por nuestras formas de
desarrollo científico-tecnológico. A su vez, este se ve concretado y delimitado por la cultura
específica de una sociedad.
Confiamos en la ciencia-tecnología como puede confiarse en Dios o en el Estado. Nos han
enseñado a hacerlo y no nos queda más remedio. Toda disciplina que pretenda estar en posesión de
algún conocimiento verdadero o tener algún tipo de autoridad debe pertenecer a algún campo
científico o tecnológico reconocido. La lógica de la sociedad moderna viene dictada por los
resultados eficientes de la ciencia y la tecnología. Al leer el periódico de cada día, en las noticias de
televisión o la radio, podemos encontrar nuevas batallas ganadas por la ciencia-tecnología sobre el
oscurantismo y la impotencia. Conquistas en la aventura espacial, enfermedades dominadas,
cosechas mejoradas, las aplicaciones de la biotecnología, las nuevas posibilidades ofrecidas por
internet, etc.
Pero también es una confianza que ha comenzado a resquebrajarse durante las últimas
décadas. Hiroshima supuso un punto de inflexión en el sentimiento social respecto a la ciencia y la
tecnología. Desde entonces muchos científicos han hecho oír sus voces de alerta. Hemos oído hablar
de la culpabilidad de la ciencia-tecnología por acción o por inacción. Por el deterioro de la
naturaleza y la pérdida de diversidad biológica, o por dejar morir de hambre o enfermedades
curables a millones de personas.
Mientras hay quienes piensan que la mayoría de los problemas sociales, económicos, políticos
y culturales actuales serán, más pronto o más temprano, resueltos por nuevos conocimientos
científicos o por el desarrollo de nuevas tecnologías, otros están convencidos de todo lo contrario:
tales problemas están, de un modo u otro, causados por la tecnología y, en consecuencia, la adopción
de nuevas tecnologías los agravará y hará aparecer otros nuevos. (Ver cuadro)
El sistema científico y tecnológico afecta también la toma de decisiones sobre aspectos
concernientes a nuestra sociedad. En nuestros días vivimos en una democracia, al menos los
habitantes del lado afortunado de la vida Aunque sea cierto que vivimos en democracia (en algunas
partes del mundo), también convivimos con el viejo ideal oligárquico y sus diversas
manifestaciones: la tecnocracia es la forma en la que hoy día se materializa dicho ideal.
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Ideas extraídas de: Ciencia, Tecnología y Sociedad. Marta I. González García. José A. López
Cerezo. José L. Luján López. Editorial Tecnos. 1996
Imagen Popular de la Ciencia y la Tecnología.
1
Democracia de derecho y tecnocracia de hecho. ¿O acaso podemos decidir sobre políticas de
desarrollo energético, o sobre la organización del sistema sanitario, o sobre la sustitución de
plaguicidas químicos por bacterias intervenidas genéticamente, o sobre la introducción sistemática
del ordenador en la escuela?
Mientras Alvin Toffler cree que el desarrollo de la informática hará posible la democracia directa por
primera vez en la historia de la humanidad, Theodore Roszak ve en el desarrollo e implantación general de
esta tecnología una amenaza para la privacidad y una potenciación del estado autoritario. Posiciones
parecidas se mantienen respecto a las biotecnologías que hacen uso de la tecnología del ADN
recombinante. Será posible acabar con el hambre en el mundo mediante la creación de animales y plantas
transgénicas, y las bacterias modificadas ayudarán a la solución del problema de los residuos industriales y
domésticos, afirman unos. Sin embargo, replican otros, el desarrollo de la tecnología del ADN recombinante
necesita unas inversiones de tal magnitud que acabará abriendo todavía más la brecha entre países ricos y
pobres, y los organismos intervenidos serán un nuevo factor que aumente los desequilibrios ecológicos del
planeta. Y así sucesivamente con cada una de las nuevas propuestas tecnológicas. La existencia de esta
bipolaridad contemporánea en lo concerniente a la introducción de tecnologías es constatable en las
páginas de las revistas de divulgación científica o sobre temas ecológicos, en los suplementos científicos de
la prensa diaria o en los programas de radio y televisión.
1.2 MITOS DE LA TECNOLOGÍA Y DE LA CIENCIA.
No se trata realmente de teorías bien articuladas acerca de la naturaleza de la tecnología, sino
más bien de imágenes populares arraigadas en el público en general, presentes con frecuencia en el
mensaje de divulgadores científicos y presupuestas implícitamente por un buen número de expertos.
Consideramos que estas imágenes, con su presuposición de la autonomía y neutralidad de la ciencia
y la tecnología, han favorecido una determinada imagen de la evolución de la tecnología que
mantiene el dilema, erróneo, de eficacia interna versus interferencia externa, dando lugar a una
determinada concepción de la evaluación de tecnologías que sustenta, a su vez, un modelo
tecnocrático de ordenamiento político (Ilerbaig y Luján López, 1990; López Cerezo, 1993). Contra
estas imágenes defenderemos, una concepción amplia de la tecnología como formas de organización
social. Consideramos que esta nueva imagen constituye una base adecuada para la defensa de una
concepción de la evaluación de tecnologías que permita la participación democrática de los
ciudadanos.
Mitos de la Tecnología y de la Ciencia.
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MITO
Tecnología = Ciencia Aplicada
Neutralidad de la C y T
IMPLICACIONES
CRÍTICA
- La tecnología (conocimiento práctico) se deriva directamente de la ciencia o conocimiento
teórico (desde el siglo XIX).
- Teorías: Explicación causal de la naturaleza. Objetivas, racionales y neutrales.
- Lo importante es analizar y potenciar el progreso científico. (Artesanos escasamente
considerados a nivel social).
- Las teorías son previas a cualquier aplicación.
- No se puede exigir responsabilidades a los científicos, como mucho a quienes aplican los resultados (tecnólogos) y estos también quedarían fuera de la esfera valorativa.
- También lo son los artefactos resultantes de su aplicación. Su uso es lo que debe ser valorado o
juzgado.
- Científicos e ingenieros, políticos y legisladores defienden la neutralidad de la ciencia y se
escudan en su autoridad para justificar determinadas acciones.
independiente de - Cualquier tecnología puede transferirse de un país a otro (Tercer Mundo).
Tecnología (eficiencia y eficacia)
cualquier sistema político o social
Conocimiento C y T como un proceso progresivo y - Teorías cada vez más amplias y precisas que van subsumiendo y sustituyendo a las del pasado.
acumulativo (lineal).
(Ej. Existe un proceso teleológico que partiendo de la energía animal, pasando por la energía
de vapor llega a la energía nuclear). Distorsión retrospectiva en el análisis de la génesis
histórica de las tecnologías.
- Un segundo sentido del desarrollo lineal: Conocimiento científico, aplicación a un problema
práctico, innovación tecnológica y uso.
Concepción artefactual o instrumentalista de la - Supone ver la tecnología como algo neutral.
tecnología.
Ciencia y Tecnologías autónomas.
- Poseen una lógica interna que impide cualquier participación o injerencia externa. (Relación
unidireccional respecto a la sociedad).
- Existe un proceso teleológico que partiendo de la energía animal, pasando por la energía de
vapor llega a la energía nuclear.
- Tecnología autónoma porque : a) el inventor pierde el control del invento. b) el inventor no puede
predecir todas las consecuencias del invento.
- Fomenta actitudes tecno-catastrofistas o tecno- optimistas.
Concepción deterministas de las relaciones entre - Tecnología como factor independiente (autónoma) que genera el cambio social.
sociedad y tecnología (derivada de la idea de - La base técnica es la condición fundamental que afecta a todos los modos de existencia social.
autonomía).
- Fomenta actitudes tecno-catastrofistas o tecno-optimistas.
- la investigación en evaluación de tecnologías o investigación científico-tecnológica es superflua.
La tecnología existente es la más eficiente. Eficacia y - Refuerza el argumento lineal de desarrollo tecnológico.
eficiencia.
- Impide una evaluación social de las tecnologías.
- Concepción asimétrica del estudio histórico de la tecnología. Fundamentalmente centrada en los
éxitos no en los fracasos. Basado en la suposición implícita de que el éxito de un artefacto
constituye una explicación suficiente de su ulterior desarrollo.
Ciencia y Tecnología debida a la aportación de
grandes genios individuales o como una obra social.
Concepción masculina de la ciencia y la tecnología.
Mitos de la Tecnología y de la Ciencia.
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1.3 APÉNDICE: EL DOBLE PAGO2
(...) Esta contienda en el mostrador de las cajas tiene también importantes implicaciones para
el consumidor —y para la economía en general—. Entre otras cosas, nos ayudará a reconsiderar
nuestras obsoletas suposiciones respecto a los papeles que productores y consumidores desempeñan.
Por ejemplo, en un mundo donde el dinero está informatizado y la información monetarizada,
el consumidor paga dos veces por cada compra que hace: la primera en metálico y la segunda con
una aportación de información que vale dinero.
Normalmente, el cliente hace este segundo pago sin recibir nada a cambio. Ésta es la valiosa
información por cuyo control se ~están peleando como fieras comerciantes, fabricantes, Bancos,
compañías emisoras de tarjetas de crédito y un batallón más de personas de diferentes estamentos.
En Florida y California, las cadenas de comercios detallistas han emprendido feroces batallas
jurídicas con los Bancos a cuenta de este asunto. La pregunta clave que sus respectivos abogados
esgrimen contra la otra parte es: «¿Quién es el dueño de los datos de los clientes?»
Las respuestas ajustadas a derecho no se han producido todavía. Pero una cosa es clara: nadie
ha consultado a los clientes.
En teoría, la recompensa a éstos por facilitar datos se materializa en unos precios menores
derivados de la mayor eficacia del sistema. Pero no hay nada que garantice que una parte de estas
economías vaya a serles transferida, y, en la medida en que el cliente sea la fuente de esta
información crucial, es como si estuviera haciendo un «préstamo de información» sin intereses al
comerciante, en espera de un futuro rembolso.
Desde el momento en que los datos procedentes del cliente son cada vez más necesarios para
el diseño y producción de bienes y servicios (así como para su distribución), el cliente está pasando
a ser, de hecho, un contribuidor al proceso de producción cuando no una parte real de él. El
consumidor, en cierto sentido, es un coproductor de sus propias compras.
¿Pero es el cliente «propietario» de esta información o sólo adquiere valor después de haber
sido recogida y procesada?
Por desgracia carecemos del vocabulario, por no decir nada de las leyes y conceptos
económicos, con que abordar estas insólitas preguntas que se nos plantean como consecuencia de la
guerra de la información. Pero son asuntos que entrañan la transferencia de miles de millones de
dólares —y un sutil cambio de poder de negociación, tanto económico como social.
¿Qué entrega gratis un cliente al comercio, al fabricante y a la compañía emisora de tarjetas de
crédito?
Tomemos el más simple de los casos: un ama de casa vuelve a su hogar al terminar su trabajo,
con el tiempo justo para preparar la cena, y, cuando empieza a hacerla, se da cuenta de que se le ha
terminado la margarina.
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Alvin Toffler. El Cambio Del Poder. Plaza & Janés. 1990. Págs. 130-133.
Mitos de la Tecnología y de la Ciencia.
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Sale corriendo a la tienda más cercana, coge una tarrina de 400 gramos de margarina sin sal
Fleischmann’s, hecha por «Nabisco», y se pone a la cola. Mientras espera a que le llegue su turno,
toma un ejemplar de TV Guide del expositor cercano a la caja y, cuando le toca a ella, entrega sus
compras a la cajera, que las pasa por encima del lector óptico.
En principio, esta señora ha comunicado lo siguiente al ordenador del comercio:
1) un tipo de producto que usa; 2) su marca; 3) su tamaño o importe; 4) el hecho de que
prefiere margarina sin sal en vez de margarina normal; 5) la hora de la compra; 6) qué otros
artículos, marcas, tamaños, etc., ha comprado al mismo tiempo; 7) la cuantía total de su compra; 8)
la clase de revista en que un anunciante puede contactarla; 9) información respecto a dónde hay
ahora espacio vacío de estantería; y muchas cosas más.
Si un cliente compra un buen surtido de diferentes productos, estará ofreciendo los mismos
datos respecto a cada uno de ellos, datos que, en teoría al menos, se podrán interrelacionar con
objeto de inferir un modelo de compra —una «firma y rúbrica» del consumo de cada consumidor o
grupo de consumidores.
Si el comprador paga con una tarjeta de crédito, por lógica, se revelan muchos más datos.
En tal caso, el cliente facilita, además; 1) su nombre; 2) dirección y código postal (importante
para segmentación de mercados); 3) información sobre su crédito; 4) una base para inferir los
ingresos de esa familia, y muchos más datos potenciales.
Al combinar todo esto, no se tardaría mucho en crear una imagen sorprendentemente detallada
de la forma de vida de esa persona, que incluiría sus hábitos de uso del coche, viajes, diversiones y
lecturas preferidas, la frecuencia de sus comidas fuera de casa, compras de bebidas alcohólicas,
preservativos u otros anticonceptivos, y una lista de las instituciones de beneficencia a las que hacía
donativos.
«Marui», uno de los líderes japoneses en el sector del comercio detallista que vende de todo, y
que emite su propia tarjeta de crédito, utiliza un sistema denominado M-TOPS que le permite
centrarse en las familias que acaban de cambiar de residencia. Consigue esto mediante la
identificación de las compras que suelen estar vinculadas a la instalación de una nueva vivienda.
Suponiendo que una familia que compra acondicionadores de aire o muebles de cocina puede que
esté en disposición de conlprar unas camas nuevas, «Marui» ha conseguido unas tasas asombrosas
de respuestas positivas a sus ofertas por correo directo.
Dejando a un lado, de momento, los inquietantes interrogantes que esto abre respecto a la
intimidad en una economía supersimbólica, una gran parte de esta información, una vez en manos de
una organización comercial —cadena de supermercados, Banco o fabricante—, también puede ser
vendida por un precio o trocar por un descuento o unos servicios. El mercado para este tipo de
información es ilimitado.
En la actualidad, en muchos países, «leyes de protección de datos informáticos» tratan de
regular los usos de la información generada por ordenador, pero los bancos de datos se están
llenando a rebosar, las posibilidades de integración crecen y el valor económico de la información
sube como la espuma.
No obstante, todo esto no es más que una tosca aproximación inicial del futuro. (...)
Mitos de la Tecnología y de la Ciencia.
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