ENRIQUE ANGELELLI, OBISPO Y MÁRTIR

Anuncio
ENRIQUE ANGELELLI, OBISPO Y MÁRTIR
Ficha para grupos cristianos, a 25 años de su martirio.
1976 - 4 de agosto - 2001
Esta ficha ha sido realizada para uso de los grupos juveniles de la Vicaría Flores, en un esfuerzo
por no olvidar a quienes nos precedieron en el camino de Jesús y sellaron su coherencia con su propia
sangre.
1. OBJETIVO:
Hacer memoria del martirio de Enrique Angelelli.
2. MOTIVACIÓN:
Algunas alternativas para despertar el interés sobre esta reunión pueden ser:
 Mirar alguno de los videos hechos sobre Angelelli:
 "Nos enseñó que éramos personas"; Luis Miguel Baronetto y equipo Tiempo Latinoamericano;
Editorial Guadalupe, Buenos Aires, 1986.
 "Con un oído en el Evangelio y otro en el pueblo"; Mario Bomheker, Ediciones Blackman,
Buenos Aires, 1991.
 O también el audiovisual "Monseñor Enrique Angelelli, Pastor Riojano"; Teresa Rasilla y Luis
Liberti; Verbo Audiovisuales, Buenos Aires, 1984.
 También puede motivarse la reunión escuchando una de estas canciones:
 "Como un tren"; León Gieco.
 "Viejo, solo y borracho"; León Gieco.
 "La historia esta"; León Gieco.
 ... o alguna otra.
3. DESCRIPCIÓN DE LA EXPERIENCIA:
La reunión puede continuar con una charla compartida a partir de los siguientes tópicos:
 ¿Te animás a contar una situación en la que hayas tenido que dar testimonio de Jesús? ¿Cómo
fue, qué sentiste?
 ¿Conocés a alguien cercano que está "dando la vida" por algo valioso?
 ¿Qué tienen que ver tu pasado, tu historia, tus recuerdos... con tu presente y con tu futuro?
¿Qué te parece?
4. APORTE PARA LA REFLEXIÓN:
 La memoria versus la amnesia:
Para cualquier grupo humano, "hacer memoria" (dicho así, como siendo un ejercicio) es muy
importante. Es el ejercicio permanente que nos hace presente el camino ya recorrido, o los momentos
de luz ya pasados y que son especialmente valiosos cuando los miramos desde la oscuridad presente.
Desde el grupito más chico hasta una Nación cualquiera, precisan su memoria para saber de dónde
vienen y esclarecer así a dónde van. La memoria es un ejercicio al servicio del futuro.
El antiguo Pueblo de Dios (Israel), también hacía mucho ese ejercicio. Y aunque estuviera en el
peor de sus exilios, nunca dejaba de recordar todo lo que el Señor Dios había hecho por ellos,
especialmente aquella pascua gloriosa: la liberación de la esclavitud de Egipto.
El Nuevo Pueblo de Dios (la Iglesia), no se cansa de hacer presente la Pascua de Jesús. Es más:
la Pascua es pasado, presente y futuro al mismo tiempo. Nuestra historia es una historia pascual, es una
historia de morir para nacer a algo mejor. Cada vez que compartimos el Pan de Vida en la mesa del altar,
estamos trayendo al "hoy", todo el misterio de Jesús: su vida, su muerte y su resurrección gloriosa.
Para cada uno de nosotros, recordar es muy importante, y olvidar es muy peligroso. Nuestra
sociedad es bastante olvidadiza. "No aprendemos más", se dice por ahí. Y también dicen: "Otra vez más
de lo mismo".
Pero olvidar, no solamente es peligroso. También hay que decir que olvidar no es neutral. Para
los poderosos, no hay nada mejor que un pueblo ignorante para someterlo con más facilidad. Y nada
mejor que un pueblo desmemoriado y olvidadizo, porque olvidará sus luchas, sus aciertos y sus errores.
Olvidará a sus héroes y volverá a cometer los mismos errores.
El olvido no es neutral. Que Enrique Angelelli haya sido casi olvidado en la Argentina (y también
en amplios sectores de nuestra Iglesia), no es neutral. Que varios de los que estamos sentados hoy en
esta ronda no lo conozcamos o no podamos decir nada acerca de él, tampoco es neutral ni es casual.
La tragedia de Monseñor Angelelli no fue tanto su muerte (ya que para los cristianos la muerte
es Pascua y Vida Nueva); la tragedia es el silencio olvidadizo acerca de su memoria y su testimonio.
Con esta propuesta, además, estamos haciendo nuestro aporte a uno de los grandes pedidos que
Juan Pablo II nos hiciera antes del Jubileo: confeccionar el Martirologio del siglo XX.
 El martirio:
"Mártir" quiere decir "testigo". Mártir es aquel que da testimonio. Es uno al que no le alcanzan
ya las palabras, ni tampoco los gestos coherentes. Entonces, llega hasta el amor extremo: dar la vida,
mostrando su sangre (Jn 13, 1; 15, 13).
Para los cristianos, "EL" Mártir (así, con mayúscula), es Jesús de Nazaret, testigo silencioso de
hasta dónde llega el amor, al derramar en la cruz hasta su última gota de sangre. Es el "Testigo fiel" (Ap
1, 5).
Después de Jesús, muchos cristianos han sido llamados misteriosamente al martirio, al
testimonio hasta el final. Cientos en las primeras persecuciones, miles y miles a lo largo de la historia. El
hilo de sangre que nace en el Calvario, llega hasta nosotros, sin perderse nunca: en cada época de la
historia hubo mártires. Y la sangre de los mártires es -como dice el antiguo dicho cristiano- semilla de
nuevos cristianos (cfr. Ap 7, 9-17; 12, 10-11).
Para los cristianos, además, hay que decir que los mártires no son un adorno más, o una
condecoración. Por algo nosotros bebemos la Sangre de Jesús. Nuestra vida espiritual tendrá sentido y
no tendrá la sed del desierto (del mundo) si bebemos en nuestra oración, si bebemos en la Palabra de
Dios, si bebemos en el servicio callado, si bebemos en los sacramentos... y si bebemos la sangre
memorable de nuestros mártires: bebida pascual, bebida de esperanza y de victoria.
No hay Iglesia de Jesús si no hay memoria de los mártires, porque ellos dieron su sangre para
regar y fecundar misteriosamente a la Iglesia. Cuando esa sangre derramada es más cercana, su eco es
más clamoroso. Por eso no tenemos derecho a olvidar a nuestros mártires argentinos. Todo lo contrario,
pongamos nuestro oído en la tierra, y escuchemos el clamor de su sangre derramada (cfr. Gn 4, 10).
Un gran teólogo contemporáneo, Jon Sobrino, nos hace mirar más allá todavía. Él explica que hoy
hay dos tipos de mártires: los "mártires jesuánicos", que mueren asesinados por defender a los débiles y
por anunciar el Reino y denunciar al Antirreino. Y las víctimas, que son quienes mueren aplastados por el
peso insoportable de este sistema desigual e injusto, aún sin saberlo; son víctimas del misterio maligno en
la historia, igual que el Maestro de Nazaret.
 Enrique Angelelli, ¿quién sos?:
Hay muy buenas cosas ya escritas, que sería torpe repetir aquí. Haremos entonces un breve
punteo de la vida y semblanza de Angelelli, proponiendo una mejor profundización a través de otros
escritos más extensos (ver al final).
 Nació en Córdoba el 17 de julio de 1923.
 En marzo de 1938 ingresó al seminario de Córdoba, buscando seguir a Jesús como sacerdote.
 Ordenado sacerdote en Roma (donde había ido a perfeccionar sus estudios) en octubre de 1949.
 Desde su sacerdocio joven, empezó sirviendo en Córdoba como asesor de la Juventud Obrera
Católica (JOC) y de la Juventud Universitaria Católica (JUC); además, animaba la capilla Cristo
Obrero de esa ciudad













En 1961 el Beato Juan XXIII lo elige obispo auxiliar de Córdoba, con sólo 38 años.
Participa -como todos los obispos del mundo- del Concilio Vaticano II (1962-1965). Angelelli
participó con entusiasmo y con esperanza. Su sencilla y coherente fidelidad al Evangelio y a la
renovación conciliar, cayeron como agua fresca para un pueblo sediento de la Buena Noticia de
Jesús.
En su acción pastoral empieza a hacer gestos proféticos, de cercanía a los más pobres y a la clase
obrera, acompañando así con coherencia su palabra claramente evangélica:
 Invitado a bendecir una comunidad religiosa en una cantera de cal prefiere compartir la mesa
de los obreros y no la cabecera con los patrones.
 Mediando en un conflicto laboral en una fábrica de pilas, cuando los patrones pensaban recibir
el apoyo del obispo, les dice él: "Miren, si estas injusticias continúan, algún día estaremos juntos
en el mismo paredón: ustedes los patrones y nosotros los curas. Ustedes, por no haber
practicado la justicia social. Nosotros, por no haber sabido defenderla."
El 11 de julio de 1968, el Papa Pablo VI lo nombra Obispo de La Rioja; asume el 24 de agosto con el
lema "Justicia y Paz" y diciendo: "Ayúdenme a que no me ate a intereses mezquinos o de grupos.
Oren para que sea el obispo y el amigo de todos, de los católicos y de los no católicos, de los que
creen y de los que no creen, de los de la ciudad y de los que viven en los lugares más apartados." Y
también: "No vengo a ser servido sino a servir. Servir a todos, sin distinción algima, clases sociales,
modos de pensar o de creer; como Jesús, quiero ser servidor de nuestros hermanos los pobres".
Fue así que se dedicó incansablemente de recorrer todos los rincones de la Diócesis, hasta los
ranchos más apartados. Desde entonces formuló su regla de oro: "Para servir, hay que tener un oído
atento al Evangelio y el otro en el pueblo".
Después de visitar, convocó a los católicos (laicos, sacerdotes y consagrados) a una "Primera
Semana Pastoral", para reflexionar juntos a partir de la pregunta "Iglesia riojana, ¿qué dices de ti
misma? ¿Cuál es tu misión aquí?" La propuesta final de esa semana quedó formulada así: "Caminemos
juntos, partiendo de la realidad, la cultura y la tradición de este pueblo. Siempre iluminados por la
Luz del Evangelio y del Magisterio de la Iglesia. Queremos ser una Iglesia servidora de los
hombres."
Atento al espíritu del Concilio, acercó la acción pastoral y las celebraciones a la gente. Así hizo con
mensajes radiales; con la famosa Misa de Nochebuena bajo el alero de un pobre rancho; con el
rescate de la tradicional fiesta del Tinkunaco; etc.
Su palabra se fue haciendo potente y molesta para la élite dominante (tan típico eso en las
provincias del NOA):
 "Existen unos que no tienen voz, que son marginados y explotados y existen otros que tienen
privilegios y explotan a los demás. ¿Eso lo quiere Dios? ¡No!"
 "Dios no quiere hombres resignados".
Denuncia la usura ejercida desde familias poderosas de la sociedad riojana, así como la prostitución
y el narcotráfico. A las marchas que se organizan, él suma la Comisión de Lucha contra la Usura,
creada en abril de 1971.
En septiembre de 1971, Angelelli lleva a la Comisión Permanente del episcopado, que preparaba su
aporte para el sínodo sobre "La Justicia social en el mundo", 25 trabajos surgidos desde distintos
grupos y sectores diocesanos.
En diciembre de 1971, el gobierno canceló la difusión radial de la Misa de Navidad. Angelelli rezó
así: "Señor, te pido por la gente del campo que esta noche no ha tenido misa, que no podemos
transmitir por la radio nuestra (...) Quizá le tengan miedo a la misa y la crean peligrosa, porque Tú
eres bastante peligroso. El Evangelio, esa Buena Nueva que eres Tú, no es tan fácil vivirlo, y cuando
se la quiere vivir en serio, la Buena Nueva es peligrosa."
A partir de 1971 promovió fuertemente la organización de escuelas rurales y de cooperativas de
trabajo. También pidió la inspección de las condiciones laborales en algunas fincas, lo que costó la
agresión física a un sacerdote y dos laicos comprometidos.
En agosto de 1972 fueron detenidos los P. Gill y Praolini. Angelelli comenzó la misa y al llegar al
ofertorio la interrumpió para encabezar la marcha ante el Superior Tribunal de Justicia de la











Provincia, reclamando su libertad. Recién los liberaron en septiembre, al demostrarse la falsedad de
los cargos.
Hubo numerosas agresiones de grupos conservadores y de parte de la prensa local. En junio de
1973, el obispo, sacerdotes y cristianos comprometidos fueron agredidos en Anillaco por un grupo
organizado por terratenientes de la zona.
El 29 de julio en Aminga (cerca de Anillaco) fue destrozada la comunidad de las hermanas de la
Asunción y una cooperativa. Angelelli los animó a no aflojar: "Hay que seguir andando, nomás"
Ante una fuerte campaña de difamación hacia el obispo, el Cardenal Villot le escribe que el Papa
Pablo VI "le ha pedido a Mons. Vicente Zaspe (arzobispo de Santa Fe) que sea portador en su
nombre de un gesto fraternal de apoyo y respaldo a su misión pastoral. (...) Además, Mons. Zaspe es
portador del testimonio de afecto y de apoyo del Sumo Pontífice para con usted, que mucho lo
aprecia por su dedicación pastoral, especialmente volcada a los pobres."
Zaspe recorrió la Diócesis y dialogó con mucha gente. Al final expresó: "La pastoral de la Iglesia
riojana es la pastoral de la Iglesia Universal (...). No he venido por mi propia iniciativa; me han
enviado. Y el que me envió tiene un nombre concreto: Pablo VI. Y las consignas son tan concretas
como su nombre: pedir la confianza para el obispo, porque el Papa se la tiene."
El 24 de marzo de 1976 las Fuerzas Armadas toman el poder.
Recrudecieron las calumnias, falsas denuncias y amenazas; también los apremios a agentes
pastorales. Varios amigos aconsejaron a Angelelli que se ocultara o se alejara por un tiempo, pero él
lo rechazaba de plano diciendo: "Es a mí a quien buscan; si me voy, me van a matar las ovejas."
El 4 de julio fueron masacrados en Buenos Aires 5 religiosos palotinos en la Parroquia San Patricio.
El 18 de julio, fueron alevosamente asesinados, luego de ser secuestrados y torturados por quienes
se identificaron como miembros de la Policía Federal, los sacerdotes P. Gabriel Longueville y Carlos
de Dios Murias, en la localidad de Chamical (La Rioja) donde realizaban su apostolado.
El 25 de julio hombres encapuchados fueron a buscar al párroco de Sañogasta, pero éste se había
ido por recomendación de Mons. Angelelli. Cuando el laico que los atendió (Wenceslao Pedernera) les
dijo que el párroco no estaba, lo acribillaron en presencia de su esposa a hijos.
"Si me matan es porque, para el Señor, mi obra ya está terminada" decía Angelelli por aquellos días,
mientras investigaba por su cuenta la muerte de esos colaboradores fieles.
El 4 de agosto, 17 días después del asesinato de aquellos sacerdotes, Angelelli fue asesinado
mediante un supuesto "accidente" automovilístico. El obispo acababa de dejar Chamical, donde
habla celebrado una misa y pronunciado una homilía en la que denunciaba aquellos asesinatos. El
Obispo manejaba una camioneta, y el padre Arturo Pinto que lo acompañaba recuerda que apenas
dejaron Chamical comenzó a seguirlos un automóvil; el obispo aceleró pero entonces apareció otro
coche y a la altura de Punta de los Llanos los encerraron hasta hacer volcar la camioneta.
El cuerpo del Obispo quedó tirado en el suelo durante seis horas, la camioneta desapareció y la
única lesión que presentaba el cadáver de Mons. Angelelli fue la nuca destrozada tal como si lo
hubiesen molido a golpes. La carpeta que llevaba el obispo jamás pudo ser encontrada, aunque sí fue
vista sobre el escritorio del Gral. Albano Harguindeguy, Ministro del Interior.
5. DISCERNIMIENTO DE LA EXPERIENCIA:


 Anunciar la Palabra de Dios:
 Jn 10, 14-18
 Jn 12, 24-28ª
 Jn 16, 1-4
Momento celebrativo para compartir (oración en eco, hacia dónde me/nos está invitando el Señor a
caminar, ...)
Podemos terminar cantando "Hay que seguir andando" y/o con algún gesto. Transcribimos abajo la
canción:
HAY QUE SEGUIR ANDANDO
Nos duele amigo hasta los huesos,
y se endurecen nuestras entrañas,
por la injusticia, la cobardía,
nos va invadiendo la hipocresía.
Hay tanta bronca acumulada,
tanta traición disimulada
que se nos cierran hasta las manos,
y el desencanto nos va aquietando.
Hay que seguir andando nomás,
hay que seguir andando...
Muchos no están, hermano mío,
y el corazón siente el vacío
y corren lágrimas por nuestros rostros,
ellos están junto a nosotros.
Por el dolor, la voz callada,
que nos golpeó, que nos aplasta,
resiste el hombre que está enjaulado,
resiste el pueblo acribillado.
Que no se cieguen nuestras miradas
que nuestra historia no está cerrada.
Son nuestro llanto, nuestra alegría,
semilla abierta de nueva vida.
Al hombre nuevo Dios va creando,
con nuestro barro lo va engendrando.
Jesús camina a nuestro lado,
no tengas miedo sumá tu mano.
Su Espíritu sigue impulsando
a este pueblo crucificado,
el pueblo libre será posible,
muchos testigos hoy nos lo dicen.
Angelelli, Oscar Romero,
Carlos Mugica, mil compañeros.
Su sangre canta en nuestras cuerdas,
este es el tiempo del hombre nuevo.
 PARA SEGUIR CONOCIENDO A ENRIQUE ANGELELLI, OBISPO Y MÁRTIR:







"Misas radiales de Mons. Angelelli"; Ediciones Tiempo Latinoamericano, Córdoba, 1996.
"Pastor y profeta" (selección de homilías y cartas pastorales entre 1968 y 1976); Claretiana,
Buenos Aires, 1986.
AMIRATTI, P. y LA CIVITA, P.; "El corazón de un mártir. El perfil de un obispo de la Iglesia";
Ediciones Tiempo Latinoamericano, Córdoba, 1996.
BARONETTO, Luis; "Vida y martirio de Monseñor Angelelli" (biografía); Ediciones Tiempo
Latinoamericano, Córdoba, 1996.
BULOS, Miguel; "Angelelli, los latidos de su corazón" (folleto); San Pablo, Buenos Aires, 1999.
KOVACIC, Fabián; "Así en la tierra" (biografía); Ediciones Lohlé-Lumen; Buenos Aires, 1996.
Hay también muy buenas notas publicadas en los diarios "El Diario", Paraná, 4 de agosto de 1996, y
"Página 12", Buenos Aires, 28 de julio y 4 de agosto de 1996.
Hno. Manolo Navarro, sm
Descargar