Un empresario, para decidir si realizar un negocio, debe evaluar... ingresos y costos. Si resulta rentable, es decir, si lo...

Siendo justos, más de alguna empresa debería quebrar
Martes, 17 de Julio de 2012 21:09
Un empresario, para decidir si realizar un negocio, debe evaluar su inversión y los flujos de sus
ingresos y costos. Si resulta rentable, es decir, si lo que suma es más que lo que resta, lo
realiza, sino, no. El problema, es que muchas empresas son rentables porque pagan sueldos
miserables.
Por Paula Poblete, Economista de la Universidad Católica.
En la discusión sobre el alza del salario mínimo, hay por lo menos una nota ausente. Dentro de
los tantos argumentos para no subirlo, el que más convence es aquel que señala que las micro,
pequeñas y medianas empresas (MiPyMes) son las que mayoritariamente pagan dichos
sueldos y que si estos suben "más allá de lo razonable", sus utilidades se verán muy afectadas
y por lo tanto, despedirán a varios de sus trabajadores o lisa y llanamente quebrarán. En un
país como Chile, donde se sobrevalora el emprendimiento, es políticamente incorrecto
cuestionar el modelo de negocios de las MiPyMes. Sin embargo, me parece necesario
hacerlo.
En palabras simples, un empresario, para decidir si realizar un negocio, debe evaluar su
inversión y los flujos de sus ingresos y costos. Si resulta rentable, es decir, si lo que suma es
más que lo que resta, lo realiza, sino, no. El problema, es que muchas empresas son rentables
porque pagan sueldos miserables. El empresario fija lo que quiere ganar, y sobre eso define
"cuántos pela'os alcanza a contratar por el mínimo". Muy pocas veces hay una verdadera
estimación de la carga de trabajo y de cuántos trabajadores con sus respectivas
productividades, deberían llevarla a cabo. Así se genera la explotación laboral.
Esto es análogo a querer instalar un resort, con varias piscinas, y calcular los costos
considerando que se alteró la aguja del medidor del agua; o pensar en abrir un cibercafé y
estimar los costos sin las licencias originales de los programas para cada computador ¿No
corresponde, cierto? Este micro o pequeño empresario, aquí y en la quebrada del ají, estaría
robando... la estimación de la rentabilidad de su negocio sería espuria, pues no consideraría
los verdaderos costos de operación o de inversión.
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Siendo justos, más de alguna empresa debería quebrar
Martes, 17 de Julio de 2012 21:09
¿Por qué entonces no escandalizarse cuando se calculan los costos de venta de una
tienda, considerando que se le pagará el mínimo al vendedor que estará nueve horas
diarias todos los días de la semana detrás del mostrador? ¿Eso acaso no es subestimar
los costos? ¿No es subestimar los costos cuando una gran compañía, de esas que
facturan millones de dólares, subcontrata su servicio de aseo, y pone a competir a
pequeñas empresas, que para ganar la licitación, pagan exiguos salarios a sus
trabajadores?
Los trabajadores peor calificados, nuestros compatriotas más necesitados -sin opción de estar
cesantes muchos períodos a la espera de un empleo que les guste, que les ofrezca mejores
condiciones, que les dé la posibilidad de realizarse-, se ven obligados, a aceptar lo que se les
ofrece. ¿Y con qué disposición van a ir a trabajar por 145 lucas líquidas (en eso quedan los
actuales $182.000 brutos)? ¿Con qué dedicación van a realizar las labores que les
encomiendan? ¿Cómo pretender que estos sueldos denigrantes consigan el mejor esfuerzo del
empleado? No es justo que alguien que trabaja, que tiene un empleo formal, siga siendo
pobre... Vaya mi admiración profunda para ellos. Yo no me levantaría todas las mañanas por
esa plata. En su situación, seguro habría buscado en la informalidad o en el delito alguna
alternativa más rentable... (siendo igual de comprensiva que el Ministro de Agricultura...).
Necesitamos salarios éticos. Seré la millonésima persona que cita a Monseñor Goic...
¿Hasta cuándo será necesario explicitar que de no ser así, el círculo es vicioso? No hay
forma de acceder a los beneficios de una sociedad desarrollada, si tenemos a casi un
20% de los trabajadores, obteniendo salarios que no cubren la línea de pobreza familiar
($292.000 si consideramos 4 líneas de pobreza individual de $73.000 c/u, como hace la
Fundación Sol en su cálculo más conservador). Si han de quebrar, que quiebren todas
aquellas empresas que subestiman sus costos a expensas de los bajos salarios
pagados a los que día a día las ayudan a generar sus utilidades. ¡¿Hasta cuándo vamos
a permitir que un quinto de nuestros conciudadanos siga aguantando el "peor es ná"?!
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