23 oraciones al Espíritu Santo - Concepcionistas Misioneras de La

Anuncio
1. VEN ESPÍRITU SANTO
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que
penetras las almas; fuente del mayor consuelo.
Ven dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el
duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y
reconforta en los duelos.
Entra en el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío
del hombre si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando
no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que
tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu
gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse,
y danos tu gozo eterno. Amén.
2. DANOS SEÑOR TU ESPIRITU
Oh Dios de bondad, que derramaste tu Espíritu en nuestros corazones, y
por inspiración suya, nos has convocado a una vida radicalmente
evangélica: haz que él esté siempre con nosotras y entre nosotras.
1
Cuando nos reunimos en oración, sea él quien nos haga sentirte como
Padre y experimentar la presencia de tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo,
entre nosotras.
Tu enviaste el Espíritu a la comunidad de los apóstoles, y éstos, bajo su
aliento, anunciaron con audacia y sin miedos el Evangelio; que él nos
impulse también a nosotras a proclamar con valor y sin temores el
mensaje cristiano a los hombres, para que lleguen todos al
conocimiento de la verdad y a la salvación. Amén.
3. ENVIA TU ESPIRITU
Envía tu Espíritu
sobre joven y viejo
sobre hombre y mujer
sobre alto y bajo sobre este y oeste.
Derrama tu fuego
en el corazón del hombre
en la boca del hombre
en los ojos del hombre
en las manos del hombre.
Envía tu Espíritu
sobre los que creen
sobre los que dudan
sobre los que aman
sobre los que están solos.
Derrama tu fuego
en las palabras de los hombres
en el silencio de los hombres
en el hablar de los hombres
en las canciones de los hombres.
Envía tu aliento
2
sobre los que construyen el futuro
sobre los que conservan los valores
sobre los que protegen la vida
sobre los que crean belleza.
Envía tu Espíritu
sobre las casas de los hombres
sobre las ciudades de los hombres
sobre el mundo de los hombres
sobre todos los hombres de buena voluntad.
Aquí y ahora sobre nosotros derrama tu Espíritu
y que esté con nosotras para siempre
4. EL DON DEL ESPIRITU
Te bendecimos Padre,
por el don del Espíritu que, por tu Hijo, haces al mundo.
Te bendecimos por Jesucristo,
lo mejor de nuestro mundo,
el hombre de Espíritu por excelencia:
evangelizando a los pobres,
ayudando y fortaleciendo a todos...
hasta que, resucitado, comunicó a su Iglesia y
a los que buscaban con sincero corazón,
ese mismo Espíritu...
Que el mismo Espíritu nos dé fuerzas para luchar
por la verdad, la justicia y el amor;
luz para comprender a todos, ayuda para servir,
generosidad para amar, paciencia para esperar.
Padre, que tu Espíritu de amor
3
nos traiga la unidad a nuestra Iglesia.
Haznos sensibles a la acción del Espíritu
en el mundo y en la historia de los hombres.
Ayúdanos a descubrirla en la ciencia,
en la cultura, en el trabajo, en la técnica,
en todo aquello en que el hombre y el Espíritu
preparan conjuntamente:
el alumbramiento de los nuevos cielos y la nueva tierra.
5. OH ESPIRITU SANTO...!
Oh Espíritu Santo, unción y sello del hombre interior: tú te haces fuente
de vida y santidad en nosotros y realizas maravillas en quienes se
confían a ti. Sé tú el Dios de nuestra interioridad ilumina nuestra mente
con tu claridad y prende en nuestro corazón el fuego de Pentecostés;
santifica nuestro cuerpo, alma y espíritu, para que brille tu poder
obrando maravillas en tu Iglesia.
Dulce huésped de nuestras almas, aviva en nosotros el deseo y la
necesidad de un diálogo personal contigo, que mantenga siempre vivo
el espíritu de nuestra vocación. No permitas que te extingamos o te
contrastemos con nuestras infidelidades, tibiezas o resistencias.
Danos tu don de sabiduría, que nos lleve a contemplar y saborear la
Palabra del Padre, para poder anunciar a los demás nuestra experiencia
de Cristo.
Danos tu don de entendimiento, para conocer los puntos débiles de
nuestra vida.
Danos tu don de piedad, que despierte en nosotros tus gemidos
inefables haciéndonos suspirar: Abba, Padre
Danos tu don de fortaleza, para velar y luchar, con entera fidelidad, allí
donde nos sentimos más vulnerables.
4
Danos el carisma de discernimiento de los espíritus, para seguir sólo y
siempre tus inspiraciones.
Destierra de nuestro corazón la tibieza y la desolación espiritual; la
disensión, la inclinación a las cosas terrenas y el sofocante sentimiento
de estar lejos de ti. Haz que no disociemos nunca nuestra actividad
apostólica y nuestro compromiso religioso.
Convierte cada instante de nuestra vida en una liturgia viva y una
alabanza de gloria al Padre, al Hijo y a ti. Oh Espíritu Santo, que eres
uno con ellos. Amén.
6. PRECES AL ESPIRITU SANTO
+Espíritu que gobiernas la Iglesia,
*Ven a renovar la faz de la tierra.
+Espíritu que llenas el universo,
*Derrama tus luces en nuestras inteligencias.
+Espíritu de adopción de los hijos de Dios,
*Abrásanos en el fuego de tu amor.
+Espíritu Santo,
*Graba tu ley en nuestros corazones.
+Espíritu Santo,
*Ábrenos el tesoro de tus gracias.
+Espíritu Santo,
*Enséñanos a orar como se debe.
+Espíritu Santo,
*Ilumínanos con tus inspiraciones celestiales.
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+Espíritu Santo,
*Condúcenos por el camino de la salvación.
+Espíritu Santo,
*Condúcenos por el camino del bien.
+Espíritu Santo,
*Haz que perseveremos en la justicia.
+Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles,
*Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
ORACION, OH Dios omnipotente y misericordioso, te rogamos nos
ayudes a vivir siempre abiertas al don del Espíritu Santo, para que en
todo momento cumplamos tu Voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
7. SALMO AL ESPÍRITU SANTO
Yo rogare al Padre,
y Él os dará otro Defensor,
para que esté con vosotros siempre (Jn 14,16).
Ven, Espíritu Santo,
amigo entrañable,
persona viva y siempre disponible.
Sin tu dulce ayuda
no podemos decir ni ¡Jesús es el Señor!,.
Ven, protector en todo momento,
salvación que se hace patente.
Sana nuestros corazones destrozados
por el desamor y el pecado.
Sana las heridas
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que nos deja la vida.
Enséñanos a vivir
desde la entrega generosa de la propia vida.
Aconséjanos en todos los proyectos,
pues no queremos hacer nada sin contar contigo.
Compañero del alma,
fortalece nuestros pasos vacilantes,
ilumina nuestra oscuridad,
consuela nuestras tristezas,
ya que tú eres el Señor y dador de vida.
Ven a nuestra cabaña
y comparte con nosotros
el deseo de tener los mismos sentimientos
del corazón del Redentor.
Ven ahora y por siempre
para, como llama mansa y humilde,
caldear nuestras frialdades. Amén.
8. ORACION AL ESPIRITU SANTO
Espíritu Santo, Tú que llenas de fuego el corazón de los que buscan a
Jesús. Tú que iluminas la mente de los pobres que escuchan la palabra,
buscando la voluntad del Padre. Tú que reúnes en tu amor a quienes se
esfuerzan por amar, siguiendo el ejemplo de Jesús.
Nosotros no sabemos cómo orar ni qué pedir, pero Tú conoces nuestros
deseos y suples nuestra pobreza. Reafirma en nuestros corazones la
certeza del amor del Padre, la seguridad de ser hijos suyos.
Confírmanos en tu luz y tu amor, infunde en nosotras tu aliento.
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Tú que sin cesar creas y haces germinar un mundo nuevo, renueva
nuestras mentes y nuestros corazones. Tú nos invitas a avanzar sin
descanso, impulsadas por tu aliento, haciendo brotar de tu amor la vida
y la belleza. Nuestras miradas se vuelen hacia el mañana, lo mismo que
la aurora triunfa de la noche con la luz naciente, danos la esperanza que
disipa los temores y hace nacer la alegría.
Que rebosen nuestros corazones de la Buena Nueva para que nuestros
labios la hagan resonar hasta los confines de la tierra.
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, enciende en ellos
el fuego de tu amor.
Tú eres la fuerza que vigoriza nuestro trabajo. Tú el aliento que vivifica
nuestra alma. Tú la luz que ilumina nuestra mente. Tú el motor de
nuestras buenas obras.
Danos docilidad para seguir tus mandatos y que gocemos de tu
protección en los trabajos que estamos realizando.
Lo pedimos por Cristo nuestro Salvador y nuestro Hermano. Amén.
9. VEN ESPIRITU SANTO
Ven, Espíritu Santo,
y enciende en nuestros corazones la llama de tu amor.
Tú, el gran Enviado del Padre y del Hijo,
eres el alma de la Iglesia, de su vida y misión.
Eres tú quien nos congregas y nos urges
a confesar que Cristo Jesús está vivo entre los hombres;
tú quien suscitas sin cesar en la Iglesia
nuevas expresiones e su vida y santidad;
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tú quien, por medio de nuestra Fundadora,
suscitaste a nuestra familia religiosa
para ser un signo más y un testimonio del Evangelio.
Te alabamos y bendecimos, oh Espíritu de amor,
y queremos glorificarse, dejándonos guiar siempre
a impulso tuyo y bajo tu inspiración.
En medio del vacío y las angustias
que sobrecogen y agitan a nuestro mundo de hoy,
queremos tener la experiencia inefable de tu aliento
y de ese singular poder con que, a. través de nosotros,
has querido revelar una vez más
la infinita riqueza del misterio de Cristo.
¡Cuántas veces olvidamos tu presencia escondida
pero siempre nueva, y renovadora
de las maravillas de Pentecostés
Queremos reavivar cada día la fe en tu presencia;
queremos afirmar el sentido trascendente de la vida
y anunciar con gozo y sin temor
que en esperanza estamos ya salvados.
Derrámate en nosotros y en nuestras actividades
para que, como los apóstoles y por ti transformadas
sepamos dar al mundo pruebas fehacientes de esperanza, cooperando a
la realización de una humanidad
más justa y más fraterna, a fin de que, en ti y por ti, oh Espíritu de amor
y comunión, todos sean uno, como en ti y por ti lo son el Padre y el
Hijo. Amén.
10. ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO POR LOS ALUMNOS
Ven Espíritu divino
sobre estos jóvenes que hoy se despiden.
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Manda tu luz sobre ellos
que ilumine su inteligencia,
manda tu Fuerza
que mueva su voluntad.
Padre amoroso de los pobres
protector de los débiles
generoso en tus dones,
reparte los regalos de tu Sabiduría ,
del Entendimiento y la Ciencia,
sobre cada una de sus mentes y corazones.
Derrama con abundancia en ellos tu amor, tu paz y tu alegría...
que son frutos de tu Vida
para que vivan en ellos y los transmitan a los demás.
Que sean portadores de lo que han recibido de Ti
por medio de su familia y educadores
y de todos los que los quieren
Ven: dulce huésped de los corazones descanso en el esfuerzo
tregua en el duro trabajo,
brisa en tiempos de bochorno :
derrama sobre cada uno de ellos
tus dones de Consejo y Fortaleza,
que les anime en las horas bajas,
les consuele en las penas y aliente en las dificultades
para que no decaigan en el empeño
de hacer un mundo más justo y más humano.
Ven como Luz que alumbre sus mentes, como Fuente que
empape sus corazones...
entra hasta el fondo de su ser
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y envuélveles con los dones de Piedad y Temor para que nunca se
aparten de Ti,
para que permanezcan en la búsqueda de la Verdad y del Amor,
para que luchen siempre contra la indiferencia y la pasividad,
contra el materialismo y la sensualidad,
mira el vacío de sus vidas cuando Tú les faltas por dentro
sabes que se adueña de ellos el mal, cuando no les llenas...
Reparte tus dones y tus frutos,
según la fe que encuentres en cada uno,
por tu Bondad y tu gracia,
concede a los esfuerzos del estudio y el trabajo
el éxito en los mismos;
busca al que te está buscando a través del mismo
y dales el gozo de descubrirte a través de la cultura.
Y Tú, María, alma de la primera Comunidad orante,
presencia constante en esta Casa
y en cada corazón concepcionista,
no les dejes jamás.
Que nunca olviden que han sido educadas en tu Familia
la Familia concepcionista,
al calor de este Colegio de...
Acompaña sus pasos,
cuídalos en la nueva travesía que inician,
alimenta como Madre su fe y su esperanza,
sostenlos en las luchas ,
levántales en las caídas
que experimenten siempre tus brazos maternales
y que estén donde estén levanten a Ti sus ojos
para encontrar la comprensión y acogida
que sólo las madres dan.
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Madre: para todos y siempre
DANOS TU BENDICIÓN...
11.- ESPIRITU SANTO
Espíritu Santo, Te pido que seas la guía para sus almas.
Donde haya dolor, dales Tu paz y Tu misericordia.
Donde haya dudas, renuévales la confianza.
Donde haya cansancio, Te pido que les des entendimiento, paciencia, y
fuerza aprendiendo a amarte.
Donde hay estancamiento espiritual, Te pido que les reveles tu cercanía,
para un nuevo comienzo en la fe.
Donde haya miedo, revélales Tu amor, y trasmíteles tu fuerza.
Donde hay pecado, bloqueando sus vidas, haz que este desaparezca.
"Bendice su familia, sus finanzas, concédeles mas visión de Ti, que
tengan el apoyo de amigos para darles fuerza y valentía".
Concédeles a cada uno discernimiento para poder distinguir las fuerzas
negativas que pudieran afectarlos, y revélales el poder que tienen en Ti
para superarlo.
Te ruego me concedas estas peticiones en el nombre de Jesús. Tu Hijo
Amado.
12 "ESPIRITU SANTO"
Espíritu Santo, acción de Dios Omnipotente
os adoro profundamente en la majestad y grandeza
del cosmos estelar y su matemática precisa,
del planeta Tierra que habitamos y
del cuerpo que los hombres encarnamos,
pues Tus obras son perfectas.
Espíritu Santo, Dios dador de Vida
que mantienes en existencia a toda cosa y
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criatura en cada presente,
perdona nuestra ignorancia
y enséñanos a saber amar, respetar y cuidar
Tu obra planetaria, en los animales,
en las plantas, en la tierra y
en nuestro propio cuerpo,
pues todo está hecho y mantenido
por Ti según Tu Amor.
Espíritu Santo Dios
Madre dulcísima Te doy gracias porque
guías todas las circunstancias
de nuestra vida - en la tierra
con Tu maternal Providencia.
Amplía nuestra consciencia para que
atentos, sin distracción,
a Tu soplo inspirador
las vivencias de cada instante nos sean provechosas.
En Ti pongo mi confianza,
pues nos guardas a la sombra de Tu Amor.
Purifícanos de nuestras imperfecciones
conscientes e inconscientes y
auméntanos en fortaleza, consejo, ciencia e inteligencia
y, según Tu maternal designio, crea en nosotros
una mente santa, un corazón puro y un cuerpo sano.
Acrecienta en nosotros el Amor y la Sabiduría de Cristo
para que obrando según la Voluntad del Padre
en quienes vives como un solo Dios verdadero
fructifiquemos en Jesucristo en
caridad, bondad y afabilidad,
paciencia, mansedumbre y entereza,
fidelidad, continencia y castidad
modestia, gozo y paz.
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y alcánzanos de El lo que nosotros
no sabemos pedir.
AMEN
13.- VEN, ESPÍRITU DIVINO
Espíritu Santo, luz de nuestros corazones,
ven y enséñanos la sabiduría
que nace de nuestra dignidad de hijos e hijas de Dios.
Danos poder para crear
un mundo donde quepamos todos.
Señor, ya que nacemos seres libres,
deja que permanezcamos libres
hasta que retornemos a Ti.
14.- VEN
Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fieles
y llena de la divina gracia los corazones,
que Tú mismo creaste.
Tú eres nuestro Consolador,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego, caridad
y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, el dedo de la mano de Dios;
Tú, el prometido del Padre;
Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.
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Enciende con tu luz nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece nuestra débil carne,
Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé Tú mismo nuestro guía,
y puestos bajo tu dirección,
evitaremos todo lo nocivo.
Por Ti conozcamos al Padre,
y también al Hijo;
y que en Ti, Espíritu de entrambos,
creamos en todo tiempo.,
Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos infinitos. Amén.
V. Envía tu Espíritu y serán creados.
R. Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos.
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del
Espíritu Santo; haznos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre el bien
y gozar de su consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
R. Amén.
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15.- ORACION POR LA EVANGELIZACION DE LOS
PUEBLOS
Divino Espíritu Santo, que diriges la misión
que Jesús dejó a su iglesia, abre las mentes
y los corazones de todos los bautizados a su
deber de participar activa y decididamente
en el anuncio del Evangelio, como hijos de
la iglesia misionera por naturaleza.
Capacítanos para realizar una evangelización
profunda, constante e integral, que lleve a la
convicción y al compromiso compartiendo unas
regiones con otras y colaborando desde nuestra
pobreza con las demás iglesias del mundo entero
Suscita en nuestras familias muchas vocaciones
de misioneros y misioneras y concédenos que toda
la acción pastoral esté impregnada del profundo
espíritu de misión universal.
Te lo pedimos confiadamente unidos a María
Madre de la iglesia y Estrella de la evangelización
bajo cuya protección maternal. Tú mismo has
querido colocarnos.
Santa María Madre de la iglesia.
Ruega por ella
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16. ORACION AL ESPIRITU SANTO
Espíritu Santo,
eres el alma de mi alma,
te adoro humildemente.
Ilumíname, fortifícame,
guíame, consuélame.
Y en cuanto corresponde
al plan eterno Padre Dios revélame tus deseos.
Dame a conocer lo que el Amor eterno desea en mí.
Dame a conocer lo que debo realizar.
Dame a conocer lo que debo sufrir.
Dame a conocer lo que con
silenciosa modestia y en oración,
debo aceptar,
cargar y soportar.
Sí, Espíritu Santo, dame a conocer
tu voluntad y la voluntad del Padre.
Pues toda mi vida no quiero ser otra
cosa que un continuado
perpetuo Sí a los
deseos y al querer del eterno Padre Dios.
17.- ORACIÓN DE JUAN PABLO II


Espíritu Santo, dulce huésped del alma, muéstranos el sentido
profundo del Gran Jubileo y prepara nuestro espíritu para
celebrarlo con fe, en la esperanza que no defrauda, en la caridad
que no espera recompensa.
Espíritu de verdad, que conoces las profundidades de Dios,
memoria y profecía de la Iglesia, dirige la humanidad para que
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reconozca en Jesús de Nazaret el Señor de la gloria, el Salvador
del mundo, la culminación de la historia.
VEN, ESPÍRITU DE AMOR Y DE PAZ.


Espíritu creador, misterioso artífice del Reino, guía la Iglesia
con la fuerza de tus santos dones para cruzar con valentía el
umbral del nuevo milenio y llevar a las generaciones venideras
la luz de la Palabra que salva.
Espíritu de santidad, aliento divino que mueve el universo, ven
y renueva la faz de la tierra. Suscita en los cristianos el deseo de
la plena unidad, para ser verdaderamente en el mundo signo e
instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad del
género humano.
VEN, ESPÍRITU DE AMOR Y DE PAZ.


Espíritu de comunión, alma y sostén de la Iglesia, haz que la
riqueza de los carismas y ministerios contribuya a la unidad del
Cuerpo de Cristo, y que los laicos, los consagrados y los
ministros ordenados colaboren juntos en la edificación del único
Reino de Dios.
Espíritu de consuelo, fuente inagotable de gozo y de paz, suscita
la solidaridad para con los necesitados, da a los enfermos el
aliento necesario, infunde confianza y esperanza en los que
sufren, acrecienta en todos el compromiso por un mundo mejor.
VEN, ESPÍRITU DE AMOR Y DE PAZ.
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18.- ANIMANOS
Espíritu Santo,
tú eres el aliento del Padre y del Hijo
en la eternidad dichosa;
tú nos has sido enviado por Jesús
para hacernos comprender lo que él nos ha dicho
y guiarnos hacia la verdad completa;
tú eres para nosotros aliento de vida,
aliento creador, aliento santificador;
tú eres quien renueva todas las cosas.
Humildemente te pedimos
que nos animes y habites en nosotros:
en cada uno y cada una de nosotros,
en cada uno de nuestros hogares,
en cada uno de nuestros equipos;
para que podamos vivir el sacramento del matrimonio
como un lugar de amor,
un camino de felicidad
y un medio de santidad. AMÉN.
19.- CAMINAR EN EL ESPÍRITU
Espíritu Santo, eres viento: llévame donde quieras;
eres brisa: déjame respirar lo nuevo;
eres fuerza: levántame del suelo;
eres vida: dame pasión por la vida;
eres alimento: nútreme de tu savia;
eres luz: ilumíname con tus rayos;
eres calor: calienta mi existencia;
eres libertad: hazme libre;
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eres fecundidad: cúbreme con tu sombra;
eres agua viva: dame de beber;
eres respuesta: dame fuerza para decir sí
al Padre, al Hijo y a ti, Espíritu Santo.
20.- VEN, CREADOR, ESPÍRITU AMOROSO
Ven, Creador, Espíritu amoroso,
ven y visita el alma que a ti clama
y con tu soberana gracia inflama
los pechos que criaste poderoso.
Tú, que abogado fiel eres llamado,
del Altísimo don, perenne fuente,
de vida eterna, caridad ferviente,
espiritual unción, fuego sagrado.
Tú te infundes al alma en siete dones,
fiel promesa del Padre soberano;
tú eres el dedo de su diestra mano;
tú nos dictas palabras y razones.
Ilustra con tu luz nuestros sentidos,
del corazón ahuyenta la tibieza,
haznos vencer la corporal flaqueza
con tu eterna virtud fortalecidos.
Por ti nuestro enemigo desterrado,
gocemos de paz santa duradera,
y siendo nuestro guía en la carrera,
todo daño evitemos y pecado.
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Por ti al eterno Padre conozcamos,
y al Hijo, soberano omnipotente,
y a ti, Espíritu, de ambos procedente
con viva fe y amor siempre creamos.
(Fray Diego González)
21.- ESPÍRITU DIVINO
Luz de Dios,
disipa la tiniebla de mis dudas y guíame.
Fuego de Dios,
derrite el hielo de mi indiferencia
y abrásame.
Torrente de Dios,
fecunda los desiertos de mi vida
y renuévame.
Fuerza de Dios,
rompe las cadenas de mis esclavitudes
y libérame.
Alegría de Dios,
aleja los fantasmas de mis miedos
y confórtame.
Aliento de Dios,
despliega las alas de mi espíritu
y lánzame.
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Vida de Dios,
destruye las sombras de mi muerte
y resucítame.
Ven, Espíritu Paráclito,
Espíritu creador y santificador,
Espíritu renovador y consolador,
Espíritu sanador y pacificador.
Ven y concede hoy a tu Iglesia,
reunida en el Cenáculo con María,
la experiencia de Pentecostés. (Ángel Sanz Arribas)
22.- ORACIÓN AL ESPÍRITU S. PARA PEDIR SUS DONES.
Preparándonos para la fiesta de Pentecostés, pidamos a Dios Espíritu
Santo que nos conceda sus siete dones.
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos
el fuego de tu amor. Envía Señor tu Espíritu y danos nueva vida. Y
renueva la faz de la tierra. Dígnate escuchar mis súplicas, y envíanos tus
dones, como los enviaste sobre los Apóstoles el día de Pentecostés.
Espíritu de Verdad, te ruego me llenes del don de Entendimiento, para
penetrar las verdades reveladas y así aumentar mi fe en Jesucristo,
único y verdadero Salvador.
Espíritu Sempiterno, te ruego me llenes del don de Ciencia, y así vivir
para los valores eternos.
Espíritu de Amor, te ruego me llenes del don de Sabiduría, para que
aumente mi caridad al prójimo y actúe siempre movido por ella.
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Espíritu Santificador, te ruego me llenes del don de Consejo, para obrar
de continuo con prudencia, eligiendo las palabras y acciones más
adecuadas para
la santificación mía y de los demás.
Espíritu de Bondad, te ruego me llenes del don de Piedad, para practicar
con todos la justicia; dando a cada uno lo suyo: a Dios gratitud y
obediencia, a los hombres generosidad y amabilidad.
Espíritu Omnipotente, te ruego me llenes del don de Fortaleza, para
perseverar con constancia y confianza en el camino de la perfección
cristiana; resistiendo con paciencia las adversidades.
Espíritu de Majestad, te ruego me llenes del don de Temor de Dios,
para no dejarme llevar de las tentaciones del mundo y por el contrario,
esté siempre dispuesto a servirte con amor sabiendo que soy hijo
predilecto de un Padre que me ama..
Divino Espíritu, por los méritos de Jesucristo y la intercesión de tu
Esposa, la Virgen María, te suplico que vengas a mi corazón y me
comuniques la plenitud de tus dones, para que, iluminado y confortado
por ellos, viva según tu voluntad, muera entregado a tu Amor y así
merezca cantar eternamente tus infinitas misericordias. Amén.
23.- CONSAGRACIÓN AL ESPIRITU SANTO
Se realiza el sábado a medianoche, durante la vigilia
y se puede renovar todos los años.
"Bondadosísimo Dador de Gracias, Espíritu Santo consuelo verdadero
de mi corazón, te adoro con profunda humildad como a mi Dios y
supremo Señor.
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Te adoro y bendigo como al único Auxiliador en toda indigencia y
como liberalísimo dispensador de todo bien, gracia y alegría celestial.
Dios Espíritu Santo, amor suave del Padre y del Hijo, para ser todo
tuyo/a te entrego desde ahora y para siempre, mi corazón, mis energías
y facultades, mis pensamientos,
aspiraciones, palabras y obras; mis penas y gozos, mi vida y mi muerte.
Te entrego también a todos aquellos que me son mas queridos, y cuanto
soy y cuanto tengo a fin de que solo TU dispongas ello y con TU
AMOR reines sobre mi en el tiempo y en la eternidad". Amen.
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