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La Misión real de la Universidad
La lectura sobre la Misión de la Universidad de José Ortega y Gasset deja un sabor de
realismo con respecto de lo que debe ser la Universidad. Si bien está escrito en 1930, en una
época en donde se habla de una crisis de la Universidad Europea y de Europa misma, es
fácil transpolar al presente los conceptos.
Parte de considerar el cumplimento de la misión como la premisa fundamental, lo que
significa que el éxito es que ella interprete bien a lo que se apunta para que redunde en el
beneficio esperado. Por eso debe tenerse en cuenta en todas las actividades en la que se
comprometa la Universidad. Esa misión debe interpretar lo que el país necesita; pero dice
que el aporte se enriquece en la medida en que el país sea grande y su pueblo no sea vil. El
argumento en el cual dice que “no por ser buena la educación el país será grande” es
controvertible pues es de esperarse que la vileza o bondad de un país es un problema
recursivo sobre la formación de su gente. Sin embargo la contundencia con que los presente
deja el interrogante para ser discutido.
Considero válido el esfuerzo de buscar el propio camino y no trasplantar sistemas prestados
de otros países ya que la cultura difiere de uno a otro esencialmente. Kant, cuando se le
preguntó sobre qué es la Ilustración dijo: “Ilustración significa el abandono por parte del
hombre de una minoría de edad cuyo responsable es él mismo. Esta minoría de edad
significa la incapacidad para servirse de su entendimiento sin verse guiado por algún otro.
..¡Ten valor para servirte de tu propio entendimiento![1]. Premisa que considero fundamental
pero que debe venir soportada por el conocimiento de la esencia de nuestros ciudadanos.
¿Cuál es la esencia de nuestro pueblo? Se debe buscar la respuesta y ser auténticos para
“no perder el respeto por nosotros mismos” . Por eso, dice que, las experiencias externas
deben ser vistas como información más no como modelo a copiar, premisa que debieran
pensar, digo yo, no solo la universidad sino nuestros gobernantes.
La exclusión del obrero del ámbito universitario que menciona Ortega y Gasset recuerda a
Marx cuando critica a la sociedad que determina, aterradoramente, que los salarios de lo
obreros deben ser bajos; lo suficiente para que sobrevivan ya que la industria los necesita.
Dice literalmente “el trabajo .... revierte al obrero la parte más pequeña e imprescindible del
producto; solo aquella que es necesaria para que él exista no como hombre, sino como
obrero, para que perpetúe no la humanidad, sino la clase esclava de los obreros”[3]. Cuando
define a la Universidad como aquel lugar en donde reciben enseñanza casi todos, plantea
uno de los problemas que Uniminuto trata de resolver en su “educación para todos”.
La secuencia en la cual plantea en qué consiste la enseñanza es creativa pues va
planteando escalas de importancia de dicho conocimiento pero bajo la realidad de lo que se
alcanza a enseñar en el tiempo de estudios en la Universidad. Pone en confrontación la
Universidad de la idea con la Universidad funcional y aclara que los países necesitan
profesionales en diversas carreras dándole la importancia a lo funcional en la medida de lo
alcanzable. Por eso, pone en duda que la investigación se logre desarrollar, sobre todo la
investigación científica.
Creo que este texto deberían leerlo los pares académicos cuando nos visitan y exigen
investigación científica a nuestros programas de tecnología. Sin embargo, espera que esa
investigación venga más de las Universidades que de las empresas. Meta que deberá ser
alcanzada, digo yo, en las maestrías y doctorados.
Hace una fuerte crítica al término 'cultura general' pues la denota cono cultura ornamental y
la confronta con la cultura de las ideas. Pongo el tema sobre la esperanza de enseñar
emprendimiento, pues tengo dudas de que ésto pueda enseñarse mientras los estudiantes
aprenden las matemáticas, la física el oficio mismo, además de formarse integralmente como
seres humanos. Será que ¿solo alcanzaremos a dar un barniz?, ¿Cultura ornamental?
La crítica que hace del personaje medio europeo es grande. Lo llama el nuevo bárbaro y me
hace acordar de Heidegger cuando habla de Uno (Man en alemán) que es el hombre
promedio y que lo define como aquel que “.. no es nadie determinado y que son todos, si
bien no como suma, describe la forma de ser de la cotidianidad” [2]. Ese uno, ese sujeto
indeterminado, colectivo y anónimo es ni más ni menos que la persona común y corriente,
dolorosamente casi todos nosotros.
Lo llama nuevo bárbaro y es aquel que sabe mucho de oficio pero nada de cultura. Por eso
antepone la importancia de la vida humana ante la ciencia.
No me identifico con aquello de que se debe asegurar la capacidad de mandar. Es el término
el que no me llega bien. Prefiero decir dirigir, liderar, para no darle el sentido de hacer cumplir
ordenes. Me opongo a los modelos conductistas del liderazgo. El año pasado tuve la
oportunidad de moderar una mesa de trabajo con la Universidad Carnegie Mellon (ttp://elogicasoftware.com/tutoriales/conferencias/video-carnegie-mellon-gil-taran-acis.html)y los
decanos de Ingeniería de sistemas de Bogotá y critiqué el nombre de una de sus
conferencias. Se trataba sobre la manera de manejar grupos de trabajo en Ingeniería de
software y hablaban de ¿Cómo hacer que hagan lo que quiera el jefe?. Conductismo total,
muy americano. Yo me pregunto sin no es mejor preguntarnos ¿Cómo identificar el proyecto
de vida de las personas con su proyecto laboral?
Al hombre culto lo identifica con “la persona que tenga idea del espacio y del tiempo en que
se vive”. No estoy tan seguro que los estudiantes en general cumplan con esta condición. La
Universidad debe darles el espacio para las discusiones y para identificar su cultura. Ese
hombre “entero” es lo que debe formar en la universidad. En Uniminuto lo denominamos
integral y creo que vamos por buen camino.
La cita que hace de Rousseau sobre no pensar que educar es solo trasladar el saber del
maestro al estudiante nos hace pensar en los cambios de rol que hoy tenemos por la
educación virtual en donde se da el constructivismo y el maestro ya no es el centro del
proceso educativo. El trabajo autónomo se vuelve fundamental y tal vez ahí debemos revisar
lo que estamos haciendo en este sentido para que éste no sea solo una palabra de la
definición de los créditos académicos y se convierta, de verdad, en un elemento dentro de la
formación.
La justificación de la existencia de la Universidad debido a la escasez de conocimiento halla
la forma de explicar el principio de la economía en la enseñanza en donde hay limitaciones
en el maestro y los estudiantes. Esas limitaciones deben definir lo enseñable, lo que es
posible alcanzar a aprender. Esto es un buen consejo para la creación de los currículos, sin
dejar vacíos, sin ocultar el conocimiento y sin rebasarse en lo que es posible enseñar. La
mención de aquello que se oculta me recuerda las leyes que quieren restringir el Internet en
los países, lo que no es aceptable. Son intentos de mantener un statu quo obsoleto.
Habla de cómo el avance de la tecnología dificulta su aprendizaje. Tomo como premisa una
de las frases de Heidegger en un discurso en que decía “Lo verdaderamente inquietante, con
todo, no es que el mundo se tecnifique enteramente. Mucho más inquietante es que el ser
humano no esté preparado para ésta transformación universal; que aún no logremos
enfrentar meditativamente lo que propiamente se avecina en esta época” [4]
La propuesta de centrar la educación en el estudiante, que parece ser una novedad en la
época de Ortega y Gasset, no lo es para la época, más aun con la presencia de tecnologías
virtuales en las que Uniminuto es fuerte.
No ve, sin embargo, la razón de que el hombre medio sea científico y es muy claro al
diferenciar el 'saber de algo' a 'investigar en algo'. Esto apunta a apoyar la idea de la
investigación aplicada que es la más soportada por Uniminuto. Añade un aspecto, de orden
psicológico o funcional, en el cual un investigador no es necesariamente un buen profesor y
viceversa y por eso hace el comentario contundente sobre la necesidad de separar esas
actividades. Los programas en general en Uniminuto están haciendo esto y creo que en la
medida en que se apliquen modelos funcionales formales en la gestión académica eso es un
hecho.
Es muy duro con los Alemanes. No me referiré a ellos sino a la frase “pedantería” en las
ciencias. El ego juega malas pasadas. En informática hemos estudiado a un sociólogo
llamado Weimberg que escribió un libro sobre la psicología del programador. Habla de la ego
programación. En general los especialistas, cuando trabajan temas que son un mito para los
demás, tienden a tener un ego alto, pedante y mal manejado.
Su término de ganga, al referirse a cierto tipo de ciencia, me recuerda un artículo que escribí
hace años llamado “Psicoanálisis de una ganga” en el que decía: una ganga es una oferta
comercial en la cual ambas partes creen haber “tumbado” a la otra.
El asunto de la integralidad del ser, lo une al conocimiento de la cultura en que se vive,
entendida ésta como “el sistema de ideas vivas que cada tiempo posee. Valores y
jerarquías”. La cultura no es ciencia, dice. Pienso que en la cultura prima el sentido común
que como dice Bernard Lonergan es de plazo inmediato, práctica, orientada a resultados y
que se contrapone a lo científico pero que, según él, el mundo está manejado con ese
sentido común. Hacer evidente la existencia del sentido común, al cual se le debe dar la
trascendencia y los niveles de responsabilidad es otro reto en la educación y la investigación.
Dice que de la ciencia no se vive. No solo el utilitarismo atrae a la gente; es cuestión de
motivaciones, de proyecto de vida, en lo que Uniminuto trabaja arduamente en una
asignatura orientadora para que cada uno logre su autenticidad.
Su esperanza de que haya buen conocimiento de las matemáticas y la física no se cumple
hoy. Es uno de los problemas de la época, pues los estudiantes, en general, vienen mal
preparados en ciencias básicas. Esto es un reto más para los profesores quienes deben ser
preparados en pedagogía, esfuerzo acometido en Uniminuto gracias a su Facultad de
Educación.
Critica duramente a los medios y en este caso a la prensa la que, según él, se dedica a
informar solo lo “instantáneo, lo resonante”. Heidegger dice “Porque hoy en día se toma
noticia de todo por el camino más rápido y económico y se olvida en el mismo instante con la
misma rapidez”.[4] La prensa, la noticia rápida, la publicidad tiende a distorsionar la realidad.
Finalmente siente que Europa es fuerte por que percibe “su propia limitación, facultad
maravillosa”. Esto lo podríamos identificar con la importancia de los planes de mejoras que
salen de la acreditación, como resultado de detectar nuestras limitaciones y falencias..
Bibliografía
[1]Kant I., ¿Qué es la Ilustración,, 1ed, Filosofía Alianza Editorial, 2004, pp83
[2]Heidegger M., Ser y Tiempo, El cotidiano “ser si mismo” y el “uno”, 2 ed, Fondo de cultura
económica, 2010, pp 143
[3]Marx K., Manuscrítos de economía y filosofía, Prfimer manuscrito, 4 ed, Filosofía alianza
Editorial, 2009, pp 57
[4]Heidegger en castellano, Serenidad. [En línea]. Disponible:
http://www.heideggeriana.com.ar/textos/serenidad.htm
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