Estudio del Documento: Exhortación Apostólica del Papa Francisco: “El Gozo del Evangelio” (Evangelii Gaudium) Zoila Minaya Ruiz Comunidad “Sembrando”- Lima Estructura y Contenido del Texto: Evangelii Gaudium (en español, La alegría del Evangelio) es la primera exhortación apostólica escrita por el Papa Francisco, publicado el 26 de noviembre de 2013 tras el cierre del Año de la Fe. Como la mayor parte de las exhortaciones apostólicas (que no son Encíclicas), ésta también se escribió tras una reunión del Sínodo de los Obispos: en este caso, se trató de la XIII Asamblea General Ordinaria sobre «La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana»Si bien abarca muchos temas, trata principalmente sobre la Evangelización. La exhortación, que en su versión de lengua castellana tiene más de 142 páginas, está dividida en cinco capítulos: La transformación misionera de la Iglesia En la crisis del compromiso comunitario El anuncio del Evangelio La dimensión social de la Evangelización Evangelizadores con espíritu El tema principal es: El anuncio misionero del evangelio y su relación con la alegría cristiana, aunque también se habla sobre la paz, la homilética, (definido como el arte y la ciencia de la predicación, es el anuncio de Cristo), la justicia social, la familia, el respeto por la creación (ecología), el ecumenismo, el diálogo interreligioso, y el rol de las mujeres en la Iglesia. Critica además el consumo de la sociedad capitalista, e insiste en que los principales destinatarios del mensaje cristiano son los pobres. Además acusa al sistema económico actual de ser injusto, basado en la «tiranía del mercado», la especulación financiera, la corrupción generalizada y la evasión fiscal. Capítulo I: La transformación misionera de la Iglesia En este capítulo, Francisco resalta la importancia de la parroquia «porque tiene una gran plasticidad, puede tomar formas muy diversas», y exhorta a los oratorios, movimientos, prelaturas, y otras comunidades de base a que se integren a la pastoral local de cada parroquia. Seguidamente resalta la importancia de los obispos de cada diócesis para reforzar el anuncio cristiano por vías siempre nuevas. En este contexto afirma estar dispuesto a reformar el Papado y buscando «sugerencias que se orienten a un ejercicio de mi ministerio que lo vuelva más fiel al sentido que Jesucristo quiso darle». Capítulo II: En la crisis del compromiso comunitario El capítulo se divide en dos partes: bajo el título “Algunos desafíos del mundo actual” se tratan los temas de economía, exclusión y cultura moderna, incluyendo los nuevos movimientos religiosos y el relativismo. En el título:” Tentaciones de los agentes pastorales” describe dos posibles errores entre los cristianos: primero «la fascinación del gnosticismo» que propone «una fe encerrada en el subjetivismo, donde sólo interesa una determinada experiencia o una serie de razonamientos y conocimientos»; segundo «el neo pelagianismo autorreferencial y prometeico» que tiene «un elitismo narcisista y autoritario, donde en lugar de evangelizar lo que se hace es analizar y clasificar a los demás» y «un cuidado ostentoso de la liturgia, de la doctrina y del prestigio de la Iglesia».Son aquellos que en el fondo sólo confían en sus propias fuerzas y se sienten superiores a otros por cumplir determinadas normas o ser inquebrantablemente fieles a cierto estilo católico propio del pasado. En los dos casos, señala el Papa, ni Jesucristo ni los demás interesan verdaderamente. De estas formas desvirtuadas de cristianismo no puede brotar un auténtico dinamismo evangelizador Capítulo III: El anuncio del Evangelio La Evangelización es Tarea de la Iglesia. La Iglesia es la totalidad de los bautizados, y todos ellos deben realizar el kerigma. Este pueblo que Dios se ha elegido y convocado es la Iglesia. Jesús, no dice a los apóstoles que formen un grupo exclusivo, un grupo de élites. Jesús dice:”Id y haced que todos los pueblos sean mis discípulos” (Mt 28,19) El Papa Francisco se detiene en la importancia de la homilía, que «debe ser breve y evitar parecerse a una charla, o una clase», además debe ser preparada con cuidado y anticipación: «un predicador que no se prepara no es "espiritual"; es deshonesto e irresponsable». La homilía puede ser realmente una intensa y feliz experiencia del Espíritu, un reconfortante encuentro con la Palabra, una fuente constante de renovación y de crecimiento. Capítulo IV: La dimensión social de la Evangelización El cuarto capítulo es muy rico en temas como: inclusión social de los excluidos («los sin techo, los toxico dependientes, los refugiados, los pueblos indígenas, los ancianos cada vez más solos y abandonados, etc.») El trabajo político de largo plazo, y el diálogo social: el diálogo fe-razón, el diálogo ecuménico, el diálogo inter-religioso, y el diálogo social amplio. En el párrafo 246, Francisco afirma que los católicos tienen mucho por aprender de los no católicos, especialmente de los anglicanos y, los ortodoxos; y que sería muy bueno llegar a una lista de compromiso de verdades aceptadas por todos. En el párrafo 247 afirma que, el judaísmo no es una religión ajena al catolicismo y que los judíos no tienen necesidad de convertirse, ya que su Alianza con Dios «jamás ha sido revocada». En el párrafo 254 afirma que los ritos no-cristianos de todas las religiones en general pueden tener un origen divino, son una «experiencia comunitaria de camino hacia Dios» y «pueden ser cauces que el mismo Espíritu suscite para liberar a los no cristianos del inmanentismo ateo». Los creyentes nos sentimos cerca también de quienes, no reconociéndose parte de alguna tradición religiosa, buscan sinceramente la verdad, la bondad, la justicia y la belleza; que para nosotros tienen su máxima expresión y su fuente en Dios. Capítulo V: Evangelizadores con Espíritu El cierre de la exhortación retoma el encuentro personal con Cristo y la imitación de la Virgen María como ícono y ejemplo de la actitud de anuncio misionero. Evangelizadores con Espíritu quiere decir: Evangelizadores que se abren sin temor a la acción del Espíritu Santo. Cuando se dice que algo tiene “Espíritu”, esto suele indicar unos móviles interiores que impulsan, motivan, alientan y dan sentido a la acción personal y comunitaria. Una evangelización con espíritu, es muy diferente a un conjunto de tareas vividas como una obligación pesada que simplemente se tolera, o se sobrelleva como algo que contradice las propias inclinaciones y deseos. Sé que ninguna motivación será suficiente si no arde en los corazones el fuego del Espíritu. En definitiva, una Evangelización con Espíritu, es una Evangelización con Espíritu Santo, ya que Él es el alma de la Iglesia Evangelizadora. En este texto, que si bien muchas de las afirmaciones son ejemplos excelentes de su pensamiento original, el texto también se nutre de diversas fuentes. La principal de ellas son las Proposiciones de los padres sinodales de la XIII asamblea del Sínodo de los Obispos que se citan 27 veces. Entre los Padres de la Iglesia, Francisco cita a Ireneo de Lyon, San Ambrosio y Agustín de Hipona. De los maestros medievales contribuyen los beatos Isaac de Stella y Tomás de Kempis, y Santo Tomás de Aquino. Entre los autores modernos citados se destacan John Henry Newman, Henri de Lubac, Romano Guardini y Georges Bernanos.