Entrevista completa concedida por Contra Mestre Janja a Danilo

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Entrevista completa concedida por Contra Mestre Janja a Danilo
Clímaco, para la revista Inventando Pólvora, en el mes de marzo
del 2003.
Tienes más de 20 años en la Capoeira Angola. Como es llegar de otra tradición a una universidad, que es un
espacio elitizado, blanco y masculino y escribir una tesis de maestría que cultiva valores que no son los que
se cultivan en este espacio y que en realidad son aparentemente opuesto a lo que allí se privilegia?
Como tu mismo dijiste, tengo ya más de 20 años de iniciación en la Capoeira Angola y en
mi trayectoria, aun en Bahia, cuando éramos apenas tres grupos de Capoeira Angola en
inicios de los años ochenta, cuando comenzábamos a articular la fuerza del discurso de
resistencia cultural de la Capoeira Angola, en aquél momento, una de las necesidades
fundamentales era exactamente articular alianzas con la universidad. Entonces soy de una
generación de capoeiristas que no le tuvo miedo a la universidad, que no se consideró un
elemento extraño y, por el contrario, nos impusimos una tarea de forzar la universidad a
abrir sus puertas y reconocer el legado de la cultura banto en Brasil. En aquella época en
Bahia, aun hoy en Brasil, se habla mucho de la cultura yoruba y existe un olvido planeado,
ideológico sobre el legado banto en Brasil.
Para eso era fundamental que rompiéramos con algunas ideas preestablecidas, entre ellas, el
lugar en dónde estaba posicionada la capoeira en la historia del conocimiento en el Brasil,
sea en el entendimiento de las manifestaciones folclóricas o sea en el entendimiento de las
manifestaciones deportivas. Existía un espacio nuevo, nosotros necesitábamos contrariar
esta lógica, para poder hacer llegar al mundo académico nuestras ansiedades. Eso fue
hecho, a través exactamente de este principio: ubicar a la capoeira dentro del legado de la
cultura banto en Brasil, de los pueblos bantos en Brasil. Y a partir de eso, nos dedicamos a
esta dupla militancia: una que era dar visibilidad al pensamiento y resistencia de Mestre
Pastinha. Y la otra cosa era denunciar la hegemonía yoruba, demostrando cuanto la
formación que esa matriz tuvo de ideológica. Incluso un contenido ideológico que se
aproximaba mucho a estructuras de blanqueamiento, porque uno de los principios de los
cuales se hizo valer la cultura yoruba como para su permanencia en los estudios sobre la
cultura en los años 50, de la llamada escuela e sociología paulista, es que esos estudios
creaban un Brasil característico de la cultura yorubá, como si tuviéramos todos nos
olvidados que los yorubá entraron en Brasil en el siglo XIX y que antes de ellos había
millones de seres humanos provenientes de las cuturas bantos, de los bantos hablantes. Aun
hoy, una de las formas que las organizaciones de Capoeira Angola tienen de hacer su ginga,
su enfrentamiento frente a la capoeira moderna es exactamente valorizando todo aquello
que la capoeira moderna, para ganar la oficialidad, abandonó y fueron abandonados los
africanismos, fueron abandonadas las africanidades de la capoeira y nosotros las trajimos
de vuelta. Y en muchos momentos nosotros no teníamos instrumentos necesarios para
poder llegar a todas las áreas de conocimento necesárias en aquél momento y
necesitábamos en determinadas situaciones una comprensión con un poco más de
profundidad sobre, por ejemplo, estructura y organización de los quilombos, nosotros
producíamos eventos, teníamos una pauta anual de seminarios y entonces traíamos
profesores universitarios, producíamos seminarios, debates, mesas redonda, encuestas,
plebiscitos, todo lo que estuviera a nuestro alcance, nosotros hacíamos y entonces
percibimos que nuestra tarea era realmente una tarea de cierta forma más difícil de lo que
imaginábamos, porque si por un lado buscábamos, entre comillas un “marketing
académico” para dar reconocimiento en el campo de la historia del conocimiento de Brasil,
nosotros necesitábamos de ese apoyo de la universidad, por otro lado la universidad, en el
caso la Universidade Federal da Bahia (UFBA), buscaba en nosotros inspiración para sus
trabajos. Contamos con la participación de varios docentes que estuvieron abiertos a
nuestra propuesta y para eso fue fundamental la participación de ellos en nuestro trabajo, a
mi me gustaría y puedo citar, con mucho cariño, hombres como Ubiratan Castro de Araújo,
hoy presidente de la Fundación Palmares, nuestro Bira, como es llamado cariñosamente en
la UFBA. João Reis, autor de los libros que hablan sobre la rebelión de los Malês y otros
historiadores, también muchos antropólogos y algunos sociólogos estuvieron participando
de nuestra forma de organizarnos como capoeiras. Y en el campo de la lingüística, también
tuvimos un apoyo muy importante de la profesora Yeda Pessoa de Castro, que es una
especialista en lengua banto, que al conocer y reconocer la importancia de nuestro trabajo
abrió un horario especial solo para nuestro grupo de capoeira, para que estudiáramos
quicongo. Así, toda nuestra trayectoria viene siendo acompañada por investigadores, tanto
en Brasil como en los EEUU, por ejemplo, el dr. Fu-kiau, director del Instinto Lemba,
primero africano a dirigir un estudio de investigación en los EEUU, el también profesor
Daniel (inaudible su apellido) de la Universidad de New York, investigadores que hacen
más de diez años acompañan nuestra trayectoria, que nos ofrecen parte de sus discursos,
que vienen a buscar en nosotros también aquello que necesitan para sus investigaciones,
hay una interacción, un intercambio muy intenso y una de las cosas, de las marcas de
modelo de organización de capoeiristas que organizamos en los años 80, pasa por la
educación intelectual. Entonces teníamos desde nuestros grupos infantiles, completamente
envueltos con esa cosa de estudiar la capoeira a través justamente de lo que llamábamos, las
cosas de la “gran roda”, nunca tuvimos miedo a esos debates, como el que puedes ver hoy:
cuotas par afro-descendientes, plebiscitos sobre el sistema presidencial... Promovíamos
debates todas las elecciones, tuvimos por lo menos una mesa de debates de varios partidos,
hablando para capoeiristas y todo eso en aquella época el Grupo de Capoeira Angola
Pelourinho (GCAP) asumió este papel de vanguardia y de alguna forma desmitificó en
nosotros capoeiristas ese distanciamiento con la universidad. En la mitad de los años 80
nosotros hicimos lo que Mestre Moraes llamaba “cruzada contra la ignorancia”,
entendíamos que uno de los caminos políticos para nuestra propuesta de capoeiras era
romper con algunos estereotipos y los estereotipos atados a la ignorancia, a la no
comprensión intelectual de las cosas del mundo que nosotros nuca concordamos, pero que
existían, principalmente por ese mundo que entiende a la capoeira como deporte, tuvimos
casi una necesidad vital de recuperar estos campos de entendimiento para la capoeira. Para
nosotros, siempre fue muy claro que eso nos distinguía de los “jugadores de capoeira”, que
eso distinguía nuestra formación de capoeiristas, entonces cuando entré a la Universidad de
São Paulo (USP) para hacer una maestría, trayendo un debate sobre un conocimiento de
matriz africana, evidentemente, yo, como vario negros, tuve también la dificultad, la tarea,
de primero informar, enseñar para esas personas sobre lo que estaba hablando, para a partir
de ahí ser evaluado por ellas en sus, digamos, heurísticas, en sus bases teóricas. Pero
encontré una USP con poco o ningún conocimiento sobre la Capoeira Angola o mismo
sobre la existencia de estilos dentro de la capoeira producidos por grupos que se
movimientan por lenguajes diacríticos, dentro de perfiles privilegiados y que prima un
grupo que sustenta la voz de su referente y es obvio que estoy, si uno coge a Beatriz Góes
(Dantas) o a Maria de Saula Queirós, que estudiaron el sentido de la pureza de algunas
africanidades en el Brasil, nosotros buscábamos exactamente con márgenes que definieron
que la cultura banto era impura, que lo que caracterizó a la cultura yoraba como superior,
hasta por estar más próxima de aquello que era considera una cultura occidental europea,
una de las pruebas de eso era la valorización que se hacía de esos pueblos sobre un
conocimiento de que algunos de ellos de la escrita y de la lectura, entonces tienes un plan
ideológico que necesitaba ser roto. Y al hacerlo, lo hicimos invistiendo en la formación del
capoeirista. Esa generación marcó, sin sobra de dudas, profundamente, la historia de la
Capoeira, no apenas de la Capoeira Angola, pero de la capoeira como un todo. Un marco
diferencial sobre le cual, adoptando o rechazando, nadie ya pasa al margen, que es de hecho
que los angoleiros vemos la capoeira diferentemente, actúan como capoeiristas
diferentemente, tienen un entendimiento diferenciado de la capoeira y no abren mano de la
matriz africana de esta. Es el rechazo nuestro sobre el discurso de la capoeira que nace en
el sistema esclavista, de toda una cultura que responde a las desgracias del sistema
esclavista, que trabaja con una relación de causa y efecto. Trajimos un enfoque anterior,
hasta para comprender el porque la capoeira ganó esa caracterización dentro de la historia
de Brasil. Entonces, sin dudas, fue una cosa nueva, del punto de vista de estudios sobre la
capoeira, tienes una literatura, tienes varios estudios producidos sobre la capoeira en todo el
mundo y que de alguna forma sustentan el equívoco- así como los estudios de las religiones
africanas en Brasil, o afro-brasileras, como quieras – también produjeron: que es el
equívoco de la generalización. Tienes muchos estudios sobre la capoeira como si fuera una
cosa homogénea, sobre el candomblé tienes pocos estudios en que hablan de tal línea, de tal
linaje. Porque hasta dentro de una misma nación tienes linajes y dentro de una misma
nación tienes división. Y estábamos hablando exactamente de esto: que dentro de la
capoeira, de la Capoeira Angola, podemos, de alguna manera, orientar nuestra mirada para
la diversidad de los pueblos africanos en Brasil, retomar esa concepción de entendimiento
sobre lo diverso. Entonces más o menos nuestra experiencia de vinculación de nuestro
trabajo con el mundo académico y hoy sigo con una investigación a nivel de doctorado,
también sobre Capoeira Angola, también en el área de la educación y ese mi trabajo, de
cierta forma, rompe con el silencio de casi treinta años, porque el único estudio producido
sobre Capoeira Angola es el del profesor Waldeloir Rego. Tenemos el trabajo de Mestre
Bola Sete que presenta un perfil de los antiguos manuales que era muy característico en los
años setenta e inicio de los ochenta: mestres, movimientos, golpes, pero que no es un
estudio en profundidad, no se caracteriza como un estudio de profundidad sobre la Capoeira
Angola, de ese intento que yo vengo dedicándome en el área de la educación.
Y como podríamos ver la generación de capoeiristas angoleiros anteriores a la suya, que no tuvo acceso a
educación. Por ejemplo, Mestre João Grande, cuando él habla del cuidado que se debe tener con el alumno
nuevo, o cuando habla de que el aprendizaje de la capoeira no debe ser segmentado, sino que el alumno debe
inserirse desde el inicio de forma completa el ritual de la capoeira. Esas personas que son tan sabias y sin
educación formal... hay entre ellas y la sociedad un hueco que por veces parece imposible que se traspase.
Crees que todavía nos podemos comunicar con ellos?
Creo que si, nosotros trajimos para el mundo de la capoeira una cosa nueva, cuando
empezamos aquello que algunas personas hoy llaman movimiento de las años ochenta, que
fue la valorización sobre la memoria y la experiencia de los mayores. No podemos
olvidarnos que la capoeira como deporte descarta, como cualquier deporte, aquellos fuera
de la edad productiva, de la edad atlética. Nosotros trajimos de vuelta al escenario de la
capoeiragem la memoria, la importancia de reflexionar sobre el pasado de la capoeira,
sobre el entendimiento, incluso sobre la propia capoeira regional, sobre el pasado que
constituye los varios linajes, etc. Entonces, si piensas la generación de un Mestre João
Grande, de un Mestre João Pequeno, de um Mestre Curió, esas personas no tuvieron acceso
a las formas oficiales de educación y nuestro país, como no tiene una tradición sobre la
importancia de estos memoriales vivos, digámoslo así, no valorizó al punto de él (Mestre
João Grande) permanecer en el país, él está hoy en los EEUU, y hoy vive una otra realidad,
incluso del punto de vista de la auto-estima, de la propia dignidad suya. La diferencia de mi
generación de capoeira es que nosotros podríamos, no teníamos acceso, podríamos tener
acceso, cuando comenzamos en el GCAP, Paulinha y yo éramos las dos únicas que
teníamos formación universitaria, que estábamos dentro de una universidad y el grupo, en
la medida en que íbamos sentando, conversando, nosotras, además de ser las únicas
universitarias, éramos las mujeres nuevas llegando a la capoeira y como el grupo percibió,
había un diferencial al cual la capoeira no estaba acostumbrada: la presencia de la mujer, de
la mujer hablando y actuando como capoeirista, en lo que dice respecto al especifico de la
capoeira: dominio corporal, filosófico, musical, etc., también produciendo un enfoque,
reflexiones políticas sobre la capoeira que de alguna forma situara a la capoeira en un
contexto de las varias transformaciones que la cultura africana pasó en el Brasil. Y cuando
nosotros iniciamos aquello que, como yo decía, en broma, Mestre Moraes llamaba “cruzada
contra la ignorancia”, había la comprensión, teníamos la comprensión que mucho de la
juventud, hablo específicamente del pueblo negro, porque esa era la parcela con la cual
trabajábamos en Bahia - diferentemente de los grupos nuevos de Capoeira Angola de hoy éramos un grupo formado por negros de los barrios de periferia, etc. Entonces muchas de
estas personas viven aquello que podríamos llamar de “desestímulo por desaliento”,
entonces, como ellas no tienes referencias, no creen en la posibilidad de intentarlo y
nosotros producimos la derribada de ese muro, de ese muro de los desalientos, nosotros
llevábamos la posibilidad de que eso pudiera ocurrir, éramos un referencial de que aquello
era posible, porque nuestro origen era el mismo que el de ellos. Es a partir de ahí que
comenzamos un trabajo produciendo nuevos pensares que de alguna forma, tuvo como
resultado el entendimiento de una generación, de un grupo que se fortaleció por lazos de
cooperación, sobretodo de amistad. Es por otro lado de un hacer colectivo, o sea, yo tengo
un compromiso con los míos, entonces existe aquello que llamamos de militancia, una
militancia vuelta hacia exactamente la promoción de esas personas que socialmente no
tenían oportunidades o que tenían más dificultades y nosotros salíamos buscando el hacer
con que nuestro conocimiento o por lo menos el hecho de estar posicionados en un espacio
para este grupo cerrado, como es la universidad, que haga algún sentido para nuestra
militancia y toda la realidad que yo mostré para ti en mi habla anterior refleja más o menos
eso: llegar a la universidad, conseguir traer a los profesores universitarios, a nuestros
maestros, a nuestros doctores, para venir al espacio del capoeirista, para ver a las personas,
para un proceso contrario de entendimiento y de cierta forma, se resume en aquello que
dije, nosotros perdimos el miedo a la universidad, el miedo de los intentos y de cierta
forma, ese es uno de los grande méritos que, creo, esa generación tiene, un mérito que
encuentra rechazos, evidente: hoy somos acusados por algunos capoeiristas de haber
entregado la Capoeira Angola a los intelectuales. En realidad, los capoeiristas angoleiros
que descienden de esa matriz, ellos se hicieron intelectuales dentro de la capoeira, creo que
el camino fue el contrario, ellos promovieron una reflexión a partir de otros soportes, que
son los soportes intelectuales en el ejercicio de la propia capoeira y dentro del espacio de la
propia capoeira y a partir de ahí, ello se sintieron, estuvieron mejor instrumentalizados para
enfrentar una estructura institucional que hasta entonces era una cosa extraña, distante,
inaccesible, pero si eso de cierta forma hoy rompe un poco, si algunas personas crean que
eso rompe con la, comillas, “pureza” de la Capoeria Angola, yo discordo, si cogemos la
historia de Brasil y vemos los lugares en dónde ella (la capoeira) llegó, ella llegó
exactamente por la capacidad de hacer una lectura del entorno o del contexto en el cual el
capoeirista estaba inserido. Si en un determinado momento ella se prestó a la guardia
nacional de la princesa Isabel, o si ella forzosamente estuvo en la guerra de Paraguay o si
ella constituyó las maltas que sustentaron como bases armadas a liberales y a conservadores
en la época de la movimentación republicana, es una prueba de dinamismo, del
entendimiento del capoeirista sobre su contexto. Nuestra lucha hoy es exactamente porque
conocemos, porque pensamos en estas trayectorias de la formación oficial, académica, es
por eso que nosotros no admitimos que algunas imposiciones sean puestas hoy para que la
capoeira sea practicada, que es el caso del Conselho Nacional de Educacão Física que viene
queriendo obligar a la formación de los profesores de educación física (como prerrequisito
para que puedan ser profesores de capoeira) como si eso bastara para ser mejor profesional,
para ser capaz de entender y de enfocar los varios aspectos que la Capoeira Angola exige y
ahí, cuanto más nosotros podemos llevar de inquietaciones para el mundo académico o para
el mundo capoeirístico o para la capoeiragem o para el mundo artístico sobre la capoeria, lo
estamos haciendo y creo que de cierta fueron las respuestas están aconteciendo en la
medida en que, por ejemplo, vemos los resultados hoy dentro y fuera del Brasil, resultados
buenos o malos, que vienen de varios procesos de reinterpretación que aparentemente
prima por una desorganización, pero ella tiene movimentaciones, olas, muy bien conocidas
para quién está inserido en el universo de la capoeiragem. Me pondría muy preocupada hoy
si el capoeirista no comprendiera que esos niveles de educación formal hacen parte también
de un estilo de juego o de un toque específico, fundamental para el capoeirista. Porque estás
inserido en un mundo, en un contexto, en que estas exigencias son hechas a todos. Al final
no nos organizamos ya en maltas. Infelizmente (risas).
Dijiste ahora de que tuviste que llegar a la universidad y presentar la Capoeria Angola a los profesores. Esa es
una característica de la Capoeira Angola que nos citaste hasta aquí. Sobre cuales otras características nos
podrías hablar?
No sé si una de las características de la Capoeira Angola es adaptar-se al medio, porque
cuando hablas en adaptarte al medio parece que el medio está fijo, y si quieres algo tienes
que moldarte. Creo que la fuerza de esas tradiciones es la de producir fisuras en sistemas
aparentemente inamovibles. Entonces solo el dinamismo. Por ejemplo, São Paulo: ciudad,
todas las personas comparten el imaginario sobre São Paulo que prima por el
individualismo y por el inmediatismo, entonces llegamos aquí y traemos e implantamos un
trabajo de Capoeira Angola en dónde esas nociones o ellas son rotas o por lo menos
cuestionadas, significa sin sombras de dudas, una fisura en un sistema aparentemente
hermético. Entonces eso en realidad para mi refleja la potencia de ese dinamismo, que es el
de hacer la lectura de su propio entorno, como en la Capoeira Angola vivimos en una
cultura... la Capoeria Angola tiene estos puntos que yo creo son sus grandes privilegios.
Que para el mundo de las ganancias materiales solo perdemos, pero para otros mundos, no.
El hecho de no ser posible la Capoeria Angola en una definición de estructura de academia
(atlética), por ejemplo, por ser un modelo (fin de la cinta)
Ella privilegia, ella acontece, ella se maximiza en la estructura del grupo, aquello que
Maffesoli llama de grupismo, o sea, más que el significado de yo estar junto, de hacer con,
es el sentido de estar junto. Entonces, es romper una definición para estarse y ser en una
ciudad como São Paulo, son esos los campos que yo creo nosotros continuamos actuando
dentro de un lenguaje de transformaciones muy importantes, sobre todo, para el campo de
la educación, para el campo del conocimiento y que creo q tarde o temprano la universidad
será sacudida lo suficiente a punto de tener que admitir que existe en el momento, de su
portón hacia fuera, pero que existe, que está ahí, hirviendo en sus portones, otros modelos
societales, de sociabilidad, otros modelos de comprensión de lo que es el propio acto de
educar, que es de cierta forma manifiesta en la oposición a los modelos euro-céntricos,
desgastados, inhumanos o deshumanizados, tarde o temprano, creo que la universidad se va
a tener que admitir o va a tener que darse con la "antropología de su portón" o con la
antropología de su muro, de sus gradas, nuevas antropologías, nuevas sociologías, nuevas
ciencias, nuevos posibilidades para abordar, dentro de varios campos científicos tendrán de
ser producidas porque es... creo que nosotros cansamos de tanta hipocresía, llega un
momento, antiguamente uno no tenía grandes referencias, hoy estamos insiriéndonos en un
contexto de mundialización, a través de un sistema de comunicaciones, traídos
principalmente por la internet en dónde uno sabe cual es el potencial de transformación que
tienen las tradiciones para la formación de identidades de un pueblo, de grupos dentro de
una misma nación, no? Lo cuanto es importante, educativo y eso emerge en nuevas
necesidades políticas.
La cuestión de la radicalidad, de la individualidad del ser humano. La Capoeira Angola trae un respecto por el
individuos en si, que puede llegar una personas delante de ti, en el juego él puede transformarte. El respeto
por la novedad que una persona puede significar es una cosa que yo creo percibir en la Capoeira Angola que
en cualquier momento puedes estar jugando con una persona que te enseñe otra manera de sentir el mundo.
Como lo percibes?
Primero no usaría el término "individualidad" ese término de cierta forma constituye un
término de deshumanización, pido licencia par usar "individuación" en el sentido
junguiando de que cada individuo prosiga sus marcas que son producidas, que están en los
arquetipos, en su ancestralidad, que lo hace singular. Cuando digo que nuestro trabajo es un
trabajo que combate las individualidades es exactamente porque él privilegia a la
individuación, privilegia ese sufrimiento que es el saber sobre si propio, sufrir con eso por
la aceptación o rechazo, pero es un proceso de auto-reconocimiento en el cual, como Jung
decía, solo comprendo aquello en el cual me veo. Existe un proverbio zulu que dice "soy
aquello que está en tus ojos" O sea, creo que la Capoeira Angola trae, en dónde ella
contraría cualquier noción de deporte (tengo una formación en esta área) hay reglas muy
claras que definen para el individuo aquello que hace aquella práctica aceptable y la
capoeira, lo que hace el capoeirista y un buen capoeirista es su proceso creativo y su
proceso creativo es único para cada momento, es creativo en el sentido más amplio de la
palabra, quizá de la forma como es dicho que Dios creó al mundo, como un compositor
construye una pieza o como un pintor pinta un cuadro y no pintará otro jamás igualito. Es
ese el proceso creativo que es el gran emprendimiento de la Capoeira Angola, por eso ella
pasa por la individuación, todo proceso creativo, a mi modo de ver, está relacionado a la
comprensión, en mi caso, por ejemplo, a la comprensión de mi misma aquí ahora y el
sentido de eso, no tanto del significado, pero del sentido de eso. No apenas en lo que dice
respecto a la movimentación corporal: cada persona que viene delante de mi, es una
persona diferente, como cada una de ellas me obliga a ser diferente, la relación es de
complicidad absoluta. Como dijiste refiriéndote al Mestre João Grande, de que tu tienes
que tener cuidado con el alumno nuevo, Mestre João Grande nos enseñaba así: "mira,
cuando bajes al “pé do berimbau" y aprietes la mano al otro, antes de cualquier cosa, te
digas: "él es mejor que yo", porque como nosotros estamos en ese universo de creación, en
algún momento, si piensas como una estructura de pregunta y respuesta, puedo pensar en
una pregunta que él no tiene respuesta y él puede hacer una pregunta que mi respuesta no
aparezcas en aquél momento. Cuando pasa eso con relación al niño es cuando aparece el
golpe, cuando él comienza a preguntar "por que eso, por que aquello", se lo vas diciendo,
cuando falta paciencia o argumentación, viene el golpe. Nuestro gran ejercicio es no dar el
golpe, es tener habilidad y creatividad y entrega suficiente para que la hostia no aparezca,
para que tengas argumentos, para discutir con el otro todo el tiempo sin que la hostia sea
necesaria, porque el golpe no refrenda al angoleiro, como la violencia no lo refrenda.
Tienes que abrir mano de eso, tienes que en el día a día de la práctica de la capoeira,
jugártela para que si hoy construyes eso, ese castillo, esa casa, mañana va a ser el trabajo de
desconstruirla. Te relacionas con el aprendizaje de una técnica, para desmoronar la técnica
en función de la creatividad, porque lo bello está en lo creativo, no está en la técnica.
Entonces la belleza en este caso es una de las referencias más grandes que se busca cuando
se entra en el juego, en una roda de capoeira, quieres la belleza con letras mayúsculas, la
belleza que en realidad no es nada más que tu encuentro con lo sagrado, es el Dios vibrando
allí dentro de ti, salir de la roda de capoeira, es salir y decir "asu!, que maravilla de caída
llevé" "Asu!, que maravilla, aquél tipo me dio un cabezazo que fue una perfección",
entonces en la medida en que tienes la posibilidad de estar inserido en un espacio, en una
organización en un grupo de capoeira que privilegia esos valores, entonces creo que tienes
la esencia de la Capoeira Angola, cuando esos valores entran en el esquema del
individualismo, en el “poco tiempo”, en el tiempo de eso y de aquello, entonces creo que
todo eso pasa a estar comprometido. Y en este sentido, la gran novedad, como ya decía
hace poco a mis alumnos es, si antes había una línea que dividía la Capoeira Angola de la
Regional, hoy dentro de la Angola existen sus propias líneas, como estoy segura que
dentro de la Regional también, - no sé muy bien porque no conozco bien a la Regional pero dentro de la propia Capoeira Angola, sabemos que viene una juventud con una Angola
más rápida, no? Con Angola de microondas, más fast-food. Por que están buscando en la
superficie las señales diacríticas para poder inserirse en un mundo que no está tan agotado
como el mundo de la Capoeira Regional. Algunos angoleiros se preocupan por eso, yo no
me preocupo porque nosotros siempre pasamos por tantas adversidades, que yo creo que si
las personas llegan a hacer, que lo hagan, pero la Capoeira Angola por si exige tanta
dedicación, tanto compromiso que si el trabajo de esas personas sale bien es porque a mitad
de camino ellas encontraron ese compromiso y esa dedicación.
Entonces es eso, creo que si eso acontece es porque esas modificaciones ocurrieron, porque
venimos de una realidad en dónde la capoeira, cuando empezamos, los practicantes de
Capoeira Angola tenían vergüenza de decir que eran angoleiros, las personas tenían
vergüenza de decir que eran de candomblé, hoy día eso es status, ahora, cualquier persona
puede entrar al candomblé o a la Capoeira Angola después nosotros sabemos quien se
queda o quién no. Seguro llega el momento en que el propio condomblé, la propia religión,
la propia capoeira, ellos depuran, entonces sabes distinguir, las personas aprenden a
distinguir las miradas, los envolvimientos, las meditaciones, entonces no tengo la más
mínima preocupación. Me acostumbro, por ejemplo, a veces estar dando clase y viene un
tipo y asiste a toda la clase. Apunta cosas, como mucha gente iba a Bahia en los años
ochenta y nos filmaba y llegaba aqui en Sao Paulo o en Rio o en Brasilia y cogía esos
movimientos y los trataban de enseñar a sus alumnos. “Jugador de Capoeira” existe
también en la Capoeira Angola, ahora, todos esos elementos que hacen de la Capoeira
Angola una práctica iniciática, filosófica, que rompe con variaos entendimientos de ese
mundo pasterizado, que te saca a otro esquema, para otros modelos interpretativos o
pedagógicos, que vienen de la espera, de la escucha, de la formación del grupo, de un
entendimiento de una línea, del pertenecimiento a un tronco, esas cosas, infelizmente,
“Mestre Toshiba” no puede ofrecer. Las personas incluso salen por ahí divulgando la
capoeira, pero ellas mismo con un “si no” porque comprenden que no son angoleiros que se
hicieron de la raíz, pero que se hicieron no más que del tronco, tarde o temprano, eso va a
hacer falta. Entonces, mi postura es esa, no tengo el más mínimo problema. Sí tendría un
problema, que pasaría por una frustración, si percibo que una de las personas que hace parte
del grupo que coordino, que ellos no comprendieran, si por acaso eso ocurriera, con un
alumno, con una persona de nuestro grupo, entonces si me quedaría decepcionadísima,
porque el dinamismo de ese modelo de iniciación, de ese modelo educativo de la Capoeira
Angola pone por tierra la distancia que me separa de ellos en este campo de conocimiento,
no soy aquél profesor que pone el dedo en la garganta y vomita la verdad. Soy una persona
que se entregó a mudanzas con ellos. Y todo lo que tengo a más es tiempo de vivencia, solo
eso. Y en este tiempo de vivencia, él es de cierta forma orientado por el tiempo de vivencia
de mis maestros que depuraron en su lenguaje, en su enseñanza, lo que sabían y lo que no
sabían, lo que era bueno y lo que no era bueno en el trabajo, para mi formación, que es lo
que yo trato de hacer. Por lo demás, estamos en el tiempo.
Se piensas ese período, vamos llamar entre aspas el “período de latencia” de la Capoeira
Angola, que es largo porque de los años 40 en adelante, tienes una migración muy grande
de grupos, de los grupos no, de la capoeira, de los maestros, de los capoeiristas angoleiros
que se dislocan para los grandes centros de Sur y Sudeste y a partir de ahí, como ya te dije,
si en los años 80 éramos tres grupos, significa que no era posible formar un gran número de
capoeiristas.
Si quieres decir algo más….
No sé, no hace falta ni decirlo, soy una persona enamorada de la Capoeira Angola, más que
enamorada, porque fuimos llevados a creer que en nuestro mundo la pasión es una cosa
fugaz, que una sustituye otra, yo creo que ellas conviven. Tengo una creencia en la
capacidad que la Capoeira Angola tiene de entendimiento de aquello que llamé proceso de
individuación que creo ser fundamental, porque ella entiende nuestros códigos culturales
que nacen de nuestro cuerpo, desbanalizado, desmarginalizado, de nuestra alma, de nuestro
entendimiento espiritual sobre el propio cuerpo, sin una lectura sentimentalista, sin una
lectura forzada venida de afuera, que está ahí, en el día a día, lo que es necesario es apenas
retomar un entendimiento del valor de la importancia de eso, creo incluso que hoy día es
muy común que encuentres nuevos discursos angoleiros envueltos de alguna forma y
usados por capoeiristas de la Regional, porque llega un determinado momento en que esas
personas, como ya dije, mucha gente entrena Regional porque no tuvo acceso a otra opción.
Sin querer hacer una comparación grotesca, hasta porque tengo mucho respecto por mucha
gente dentro de la Regional, por muchas líneas de entendimiento dentro de la Capoeria
Regional, como te digo. Si llegas a un niño y él tiene acceso a todas emisoras de radio y
solo escucha a un determinado tipo de música, que la gran industria que masifica, ella
difícilmente habrá oído comprensión de otro modelo y ahí creo que la Capoeira Angola,
ella probablemente tenga por mucho tiempo ese comportamiento de pequeños grupos, de
comunidades muy fuertes, pero numéricamente no tan importantes como las grandes redes
de academia que existen por ahí, justamente porque no es posible, es imposible para
nosotros valernos de ese sentimiento fugaz de que todo es desechable, de que todo tiene el
momento cierto para salir de mi casulo y volar. Cada persona es cada persona, el
entendimiento sobre eso yo creo que es una comprensión maravillosa de convivencia y creo
que la capoeira puede traer para varias áreas del conocimiento muchas novedades, bueno,
nada de nuevo, pero nada de nuevo está bajo el Sol de Brasil, a no ser aquello que
desmitifica las hegemonías diversas, creo que esa sería la única cosa nueva.
La única cosa que tengo un gran cuidado cuando hablo de capoeira es que a ejemplo de
algunos periodistas, que tienen a varios modelos que encaminan para sensacionalismos
diversos, entonces ponen en la cabeza que lo que le da puntos a la Capoeira Angola es ser
contrario a la Regional (o lo contrario) y así crean grupos estanques y aquí el intento es
justamente de hacer que eso no sea comprendido de otra forma, porque como te dije,
primamos por la diferencia, en el sentido en que existe un compromiso histórico y un
compromiso ideológico de enseñar la Capoeira Angola dentro de su inserción histórica en
Brasil y a partir de ahí, traer a la superficie elementos que dan sustentación a sus principio
de resistencia cultural. No me gusta mucho cuando trabajan con determinadas, en mi caso
algunos periodistas, que siempre vienen con “que te parece la violencia en la Capoeira
Regional” y digo: “mira, en la Capoeira Angola también hay” mira, que te parece… y dices
que en la Regional también hay gente que la hace sin uso de la violencia, no me gusta
mucho estar en esos lugares comunes, porque creo que ahí si se pierde, de la misma forma
que se va homogenizando, se puede ir no admitiendo que la diferencia es una cosa
enriquecedora, que creo ser fundamental comprender que dentro de la historia de Brasil
existe una tradición que en un determinado punto, dados varios momentos de persecución,
surge un modelo interpretativo sobre esa tradición que impone nuevas mudanzas, nuevos
caminos, pero que aquella tradición, originaria, ella se mantiene, numéricamente ella pierde
fuerza en un determinado momento y gana fuerza en otro, eso es maravilloso, que podamos
comprender no esas contradicciones, pero que podemos entender esas oposiciones que se
retroalimentan. Salir de esa estructura linear de entendimiento, del eso o aquello, porque se
pierde mucho en este camino, bastante, y no es eso.
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