Embarazo en la Adolescencia en la República Dominicana

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EL EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA EN LA REP.DOM
INTRODUCCIÓN Y MOTIVACIÓN
Las adolescentes deben ser bien instruidas en el conocimiento de su cuerpo, recibir apoyo moral y psicológico
de la familia y de la sociedad, para que no se presente el tan común caso de jóvenes embarazadas que no
saben que van a hacer con su vida y la de su futuro bebé.
En la razón porque hay jóvenes embarazadas en nuestro país inciden muchos factores. Entre los cuales se
encuentran la familia con un papel fundamental, la falta de adecuada educación y la tangente situación
económica y social.
Esta investigación se basa en ésta problemática, que proporcionan riesgos a la madre del feto: en el embarazo
de corta edad materna lo que plantea múltiples interrogantes al respecto y permite el abordaje al aspecto físico
y psicológico que puede ser a que punto se ve afectado en las situaciones vividas por una adolescente
embarazada.
OBJETIVOS
GENERALES:
ð Determinar los daños físicos y psicológicos que sufren las adolescentes embarazadas.
ð Enumerar las causas sociales de los embarazos.
ð Descubrir las consecuencias del embarazo en las adolescentes, relacionado con el medio en que se
desenvuelven.
ESPECIFICOS:
Después de investigar sobre los daños físicos y psicológicos de las adolescentes embarazadas, ésta
investigación busca:
ð Conocer las condiciones por la cual las adolescentes salen embarazadas. El nivel socio−económico y el
nivel de conocimiento sobre los daños físicos y psicológicos del embarazo en las adolescentes.
ð Identificar los daños físicos como son: Hemorragia, anemia, eclampsia, aborto espontáneo, parto largo y
trabajoso, probabilidad de cesárea, niños con bajo peso y poca probabilidad de supervivencia adolescentes
dominicanas.
ð Valorar los daños psicológicos que sufren las adolescentes duote el embarazo a corta edad.
ð Comprobar por medio del abordaje directo de las consecuencias causadas en los jóvenes adolescentes
dominicanos y sus hijos.
MARCO TEÓRICO
Concepto de salud y enfermedad en la adolescencia.
Las definiciones de salud oscilan entre dos extremos: la ausencia de enfermedad y el estado de completo
1
bienestar físico, mental y social. Evaluada la salud del adolescente como ausencia de enfermedad, éste perdió
es considerado como la edad más sana del ciclo vital.
Esto demuestra que ambos enfoque s resultan inadecuados en la evaluación de la salud en adolescente, lo que
a su vez nos lleva a que en la definición de salud en este grupo deben abandonarse parámetros estáticos y
reconocer que se trata de un equilibrio dinámico en le cual el individuo debe ser capaz de conservar y mejorar
su estado físico, mental y social.
Al igual que al concepto de salud, las enfermedades de los adolescentes deben ser evaluadas dinámicamente
en le ciclo vital, siendo posible esta forma de distinguir anomalías de estas, iniciados en los cambios del
esquema y del funcionamiento corporal (acné, obesidad, anorexia, trastornos menstruales, cambios postulares,
etc.). Deben incluirse, además, cambios en la vida sexual que traen importantes consecuencias individuales y
sociales al aumentar la incidencia de enfermedades de transmisión sexual, mortandad y mortandad asociada
ala reproducción y consecuencias psico−sociales, relacionadas con la adolescente, y otros problemas
asociados a la sexualidad que tiene que tiene tantas consecuencias durante la adolescencia como en la vida
adulta.
DEFINICIÓN DE EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA
El embarazo en la adolescencia se define como aquella gestación que ocurre durante los dos primeros años
ginecológicos de la mujer y / o cuando la adolescente mantiene la total dependencia social y económica de la
familia paternal.
También se le conoce como el síndrome del fracaso o la puerta de entrada al ciclo de la pobreza.
MATERNIDAD ADOLESCENTE EN LA REPÚBLICA DOMINICANA.
La incidencia de la maternidad adolescente varía sustancialmente cuando se analiza el problema en función
del lugar de residencia de las adolescentes. Las diferencias son en el Distrito Nacional y la región Suroeste,
por ejemplo en el Distrito Nacional sólo el 6.4% de las adolescentes estaban me, embarazadas, mientras que
un 24.4% en la región Suroeste 1991. Estas diferencias parecen estar relacionadas con los desequilibrios
regionales típicos de los estilos de desarrollo de los llamados países del tercer mundo. Las diferencias
regionales no están determinadas simplemente por las condiciones geográficas, más bien ésta se relaciona con
las influencias que ejercen los siguientes aspectos: nivel de instrucción de las jóvenes de menor grado de
desarrollo, falta de oportunidad y empleo, niveles de pobreza que tienden a estimular a las uniones o
matrimonios a temprana edad. Para el 1996 hubo un incremento notable en el Distrito Nacional de un 13.2%.
Las conductas de riesgos pro civiles al embarazo de las jóvenes están muy relacionadas con los bajos ingresos,
con su relación con el núcleo familiar y las pautas culturales del lugar en que se socializan, precisamente en
los lugares de mayor incidencia de la maternidad temprana existe una mayor incidencia de la pobreza, las
familias viven en condiciones más precarias y son mayores los niveles de fecundidad.
Según la Encuesta Nacional de Jóvenes en 1992 (ENJOVEN 92), el 31.4% del total de las adolescentes ya
habían formalizado alguna unión, el 26.2% había estado embarazada alguna vez, y de todas la que habían
tenido relacione sexuales el 78.5% había tenido algún embarazo.
La condición de madre alcanzaba el 15.7% de las adolescentes en 1980, el 13.9% en 1986 y 13.3% en 1991,
lo que indica que la maternidad entre las jóvenes disminuyó 11% en la década de los 80 y 4.3% en la 2da.
Etapa de la década de los 80.
En República Dominicana, según la ENDESA 91, el 13.3% de las mujeres de 15 a 19 años ya han sido madre,
y ENDESA 96 el 23%. Esto significa que de cada mil adolescente 133 ya habían sido madre en el 1991 y 230
2
para el 1996. Sin embargo, el estudio de la maternidad adolescente al igual que todas las variables
demográficas no debe circunscribirse a su manifestación a escala nacional.
ACTITUD Y EMBARAZO EN ADOLESCENTES.
El embarazo en la adolescente es una condición que se sobre impone a la etapa e la adolescente. Las fases en
la adolescencia colorean las actitudes de los adolescentes frente al embarazo. Hay diferencias profundas en las
vivencias de la gravidez durante la adolescencia temprana, media y tardía.
La actitud de las adolescentes frente a su embarazo se manifiesta en gran variedad de acuerdos con las
influencias culturales, temperamentales de clases sociales.
PERÍODOS DE LA ADOLESCENCIA Y ACTITUDES FRENTE AL EMBARAZO.
De acuerdo al período en que se produzca la gestión podemos encontrar diferentes tipos de actitud de las
adolescentes frente al embarazo.
En la adolescencia temprana:
• Mayor incidencia de trastornos emocionales.
• Foco de preocupación en su cuerpo.
En la adolescencia media:
• Establecimiento de la identidad y de la feminidad.
• Cambio en el estado de ánimo, mayor depresión, ansiedad, competición con la madre, aislamiento,
sensación de rechazo.
En la adolescencia tardía:
• Es la etapa de la consolidación de la personalidad.
Se logra con la integración de la función de madre joven muy ligado a factores culturales en algunas
adolescentes.
ACTITUD CON RESPECTO A LA EXPERIENCIA DEL EMBARAZO.
La adolescente temprana, ligada a su madre y sus propias necesidades, no es capaz de pensar en le embarazo
como un evento que culminará trasformándola en madre.
La adolescencia media, se siente posesiva con relación al feto, que a su vez a experimentado como un
instrumento poderoso de la afirmación de independencia de los padres. Su actitud es ambivalente: de culpa y
de orgullo.
En la adolescencia tardía se ve la adaptación al impacto de la realidad y se dedican a los placeres de la
nodación.
ACTITUD FRENTE A LA MATERNIDAD.
Etapa de la adolescencia temprana:
3
• Estrechamente ligada a su madre, incluso celos a los sentimientos que su hijo podía evocar en su
madre.
• No hay concepto de desarrollo en una vida individual.
• La maternidad provoca depresión y aislamiento.
• No hay lugar para el padre. El varón está ausente de sus planes.
Etapa adolescente media:
• Fantasía ambiental acerca de la maternidad
• Por momentos idealizan el futuro; en otros se desesperan con las responsabilidades que se les
avecinan.
• El varón es considerado importante como una esperanza en el futuro.
ETAPA DE ADOLESCENCIA TARDÍA:
• Sentimientos maternos protectores y sensación de anticipación del hijo.
• Búsqueda de afecto y compromiso de parte del varón y establecimiento como un futuro compañero.
FACTORES DE RIESGO
Biológicos:
• La menarquia precoz. Están expuestas al riesgo del embarazo más temprano.
• El período entre el inicio de la pubertad y la independencia económica ha aumentado en nuestras
sociedades, lo que permite una mayor posibilidad de relaciones PRE−matrimoniales.
Psico−sociales:
• Depresión familiar.
• Un mal funcionamiento familiar puede disponer a una relación sexual prematura.
• Baja autoestima.
• Inestabilidad.
• Embarzo en la adolescencia de una hermana.
• Madre con historia de embarazo a adolescente.
Culturales:
• La pobreza, subdesarrollo.
• El machismo.
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Psicológicos:
Durante la etapa temprana del desarrollo cognoscitivo de la adolescencia, los adolescentes no son capaces de
entender todas las consecuencias de la iniciación de la actividad sexual precoz, en la adolescencia media, el
sentimiento de vulnerabilidad las hace parecer que a ellas eso no les va a pasar, pues solamente les ocurre a
otras.
La fecundidad de los adolescentes sigue siendo alta en América Latina.
• El mejoramiento de las condiciones generales de salud y nutrición que se ha venido produciendo
contribuye a disminuir la edad de la menarquia y a que los niveles de fecundidad de los adolescentes
sean hoy más altos que hace 25 años. Aproximadamente 35 por ciento de las jóvenes latinoamericanas
tienen su primer hijo antes de los 20 años.3 Según se calcula, las mujeres que comienzan la
procreación cuando aún son adolescentes acaban teniendo dos a tres veces más hijos que las que
retrasan el primer nacimiento hasta que tienen cuando menos veintitantos años.4
• Veintiocho por ciento de las mujeres guatemaltecas tienen su primer hijo antes de los 18 años.5
Aproximadamente, una de cada cinco jóvenes menores de 18 años en México y Bolivia han tenido ya
un hijo.5 En Colombia, Guatemala y Paraguay, las mujeres actualmente tienen más probabilidades de
tener un hijo durante la adolescencia, por comparación con lo que ocurría con las adolescentes en los
años setenta.3
• Las tasas de natalidad son más elevadas para las adolescentes que viven en las zonas rurales. En un
estudio de nueve países de América Latina y El Caribe se observó que entre 40 y 60 por ciento de las
mujeres rurales habían tenido su primer hijo antes de los 20 años, por comparación con 25 a 36 por
ciento de las mujeres urbanas.6
Muchos embarazos de adolescentes no son planificados ni deseados.
• Según se informa, en Brasil 50 por ciento de los nacimientos de mujeres entre 15 y 19 años no son
planificados.3
• En un estudio efectuado en 1993 en Jamaica, se observó que casi 45 por ciento de las jóvenes de entre
15 y 24 años habían estado embarazarlas alguna vez. Setenta y siete por ciento de esos embarazos se
produjeron en el momento menos apropiado o no fueron deseados.7
La procreación muy precoz suele dañar la salud de la madre y la del hijo.
• La procreación precoz puede poner en peligro tanto la vida de la madre como la del hijo. Las madres
menores de 17 años de edad afrontan un mayor riesgo de mortalidad materna porque su organismo no
está lo bastante maduro para tener hijos.2,3,8 Puede ocurrir que estas jóvenes no reconozcan los
síntomas del embarazo o no deseen reconocer que están embarazarlas, lo cual demora la atención
prenatal y pone en peligro la salud del hijo y la de la madre.2
Las tasas de mortalidad materna son elevadas.
• En Paraguay, el riesgo que una adolescente embarazada tiene de morir es 52 veces más elevado que
en los Estados Unidos. Casi 20 por ciento de las defunciones de mujeres adolescentes en Paraguay
son imputables a complicaciones del embarazo o el parto. Las cifras correspondientes son de 13 por
ciento en Ecuador, 8,2 por ciento en República Dominicana y 7,2 por ciento en El Salvador.9
• Las mujeres pobres, especialmente las adolescentes, tienden a buscar que se les practiquen abortos
baratos, tardíos y en condiciones peligrosas. En Bolivia. Perú, Colombia y Venezuela − países donde
el aborto es ilegal o está severamente restringido − un estudio de jóvenes que habían buscado
someterse a un aborto descubrió que tenían un riesgo significativo de padecer complicaciones del
aborto.10,4
5
• En Chile y Argentina, donde el aborto está sometido a restricciones semejantes, más de la tercera
parte de las defunciones maternas entre las adolescentes son consecuencia directa del aborto
practicado en condiciones peligrosas.8
• Los partos de las adolescentes se complican con más frecuencia por parto obstruido u otros
problemas, lo cual puede desembocar en la muerte de la madre, del hijo o de ambos, u ocasionar
infertilidad. Los hijos de madres adolescentes tienen más probabilidades de nacer prematuramente o
con un peso inferior al normal y de padecer retraso del crecimiento fetal.1,8
El embarazo prematuro puede poner en peligro la vida y la salud del hijo.
• En Paraguay, las criaturas que nacen de mujeres de entre 15 y 19 años de edad tienen casi 80 por
ciento más probabilidades de morir durante el primer año de vida que las nacidas de mujeres de entre
20 y 29 años.1
• Los lactantes nacidos de madres más jóvenes tienen un aumento de las probabilidades de mortalidad
de 77 por ciento en República Dominicana, de 69 por ciento en El Salvador, de 36 por ciento en Perú
y de 29 por ciento en Colombia.1
• En Honduras, la tasa de mortalidad infantil es de 77,4 defunciones por 1.000 nacidos vivos para las
mujeres menores de 20 años de edad, por comparación con 48 defunciones por 1.000 nacidos vivos
para las de 20 a 34 años.11
• Retrasar el nacimiento del primer hijo de una mujer hasta que esta tiene por lo menos 18 años de edad
podría reducir hasta en 30 por ciento la mortalidad infantil de los primogénitos en México, Perú y
República Dominicana.12
Las tasas elevadas de fecundidad de las adolescentes están ligadas a logros educacionales escasos y a la
pobreza.
• Las jóvenes con bajos niveles de logros educacionales y económicos a menudo tienen una capacidad
limitada y poca motivación para regular su fecundidad, lo que da por resultado tasas más elevadas de
embarazo precoz. El círculo vicioso se refuerza puesto que las jóvenes que asisten a la escuela se ven
obligadas a suspender su educación cuando se embarazan, lo cual limita muchísimo sus oportunidades
económicas. Las jóvenes con niveles más altos de instrucción tienen más probabilidades de posponer
el matrimonio y la procreación.3 La educación se asocia positivamente con el uso de anticonceptivos
al aumentar el conocimiento, la aceptabilidad y la utilización de los servicios de planificación
familiar.13 Los hijos de padres adolescentes no solo se enfrentan con un riesgo elevado de
enfermedad o muerte: también encaran más probabilidades de ser abandonados, de acabar viviendo en
las calles y de verse atrapados en el ciclo de la pobreza.4,2
• Las adolescentes con cierta educación secundaria tienen aproximadamente un tercio de probabilidades
de tener un hijo, comparadas con las que reciben menos educación.2 En Colombia, 46 por ciento de
las jóvenes con menos de siete años de escolaridad tienen su primer hijo a los 20 años de edad, por
comparación con 19 por ciento de las mujeres con siete o más años de educación.3
• En Guatemala, las tasas de natalidad de las adolescentes son las más altas en las que no acudieron a la
escuela. Las adolescentes que posponen la procreación tienen cinco veces más probabilidades de
terminar su educación secundaria que aquellas que no posponen el nacimiento de su primer hijo hasta
tener por lo menos 20 años.6 El porcentaje de adolescentes que habían tenido un hijo o se habían
embarazado alcanzó el nivel más alto en las que nunca asistieron a la escuela (37 por ciento) y fue
más alto entre las indígenas que entre las ladinas (26 por ciento frente a 29 por ciento).14
• En América Latina, las madres adolescentes tienen siete veces más probabilidades de ser pobres que
las madres de mayor edad.4 Cuanto más pobre es el país, más elevado es el nivel de procreación
prematura.5
La educación de jóvenes por otros jóvenes
a fin de reducir el embarazo en la adolescencia
6
En la República Dominicana, el embarazo ha pasado a ser la principal causa de defunción de mujeres de entre
15 y 19 años de edad. En este grupo de edades, casi una de cada cuatro adolescentes, o bien está embarazada o
bien ya ha dado a luz. En las comunidades marginales que rodean a las ciudades importantes, donde se
concentra el 64% de la población, hay pocos servicios de salud para jóvenes.
Dos organizaciones no gubernamentales la Asociación Dominicana de Bienestar de la Familia
(PROFAMILIA) y el Instituto Dominicano de Desarrollo Integrado (IDDI) han estado trabajando desde 1997
para ampliar el acceso de los jóvenes a los servicios de salud reproductiva y de educación sexual en 36
vecindarios de Santo Domingo y en tres ciudades de menor magnitud.
El proyecto, que utiliza la educación y el asesoramiento de jóvenes por otros jóvenes, se propone reducir las
tasas de embarazo en la adolescencia y de contagio con las enfermedades de transmisión sexual y el SIDA,
creando más conciencia entre los jóvenes acerca de los riesgos de salud que entrañan las relaciones sexuales
sin protección. Se alienta a los adolescentes a que aplacen su primera relación sexual o sean fieles a su pareja.
Se ha impartido capacitación a unos 360 adolescentes para que se desempeñen como asesores voluntarios de
otros adolescentes sobre cuestiones de salud sexual y salud reproductiva. Cada uno asesora a entre 15 y 30
jóvenes y distribuye material educacional y, cuando los progenitores dan su consentimiento, también métodos
anticonceptivos (condones, espermicidas y píldoras, después de que un médico las haya recetado por primera
vez); remiten los casos especiales a los servicios de salud y efectúan un seguimiento de esos casos. Los
jóvenes asesores también realizan reuniones cívicas y ofrecen representaciones teatrales para sus
comunidades.
En dos años, en virtud del proyecto se ha asesorado a casi 9.000 jóvenes, el 30% de los cuales no asisten a la
escuela. El aumento de la demanda ha suscitado actividades educacionales abiertas en escuelas, iglesias y
lugares de reunión de la comunidad. Se han establecido firmes vínculos de apoyo entre los asesores y sus
clientes, como se puso de manifiesto tras el devastador huracán Georges. En virtud del proyecto, también se
ha capacitado a 90 médicos, enfermeras y psicólogos del Ministerio de Salud en atención integrada de la salud
de los adolescentes; y se ha preparado un manual sobre salud sexual y salud reproductiva, un videofilme y
otros materiales educacionales.
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