Informe Final PROVISUR-Planta Desaladora SMM

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Análisis y revisión técnica del Estudio de
Impacto Ambiental categoría III de PROVISUR
[Documento elaborado a solicitud de la Municipalidad Distrital de Santa María del Mar]
Alexis Dueñas Dávila
29/10/2015
El presente documento se elabora a petición de la Municipalidad Distrital de Santa María del Mar, con el
propósito de emitir una opinión respecto al Estudio de Impacto Ambiental, el cual tiene por el objeto de
garantizar, de manera previa, la adecuada identificación, valoración, evaluación y jerarquización de impactos
ambientales que emergen como consecuencia de la construcción, puesta en funcionamiento, y operación y
mantenimiento de la Planta Desaladora que el titular construirá en el Distrito de Santa María del Mar.
Tabla de contenido
Introducción ..................................................................................................................................................... 2
1.
Base normativa ........................................................................................................................................ 4
2.
Características del Estudio de Impacto Ambiental Presentado: Teoría y práctica de la EIA ....... 6
3.
Principales observaciones de orden técnico al EIA-d ...................................................................... 11
3.1.
Línea de base ambiental: Estaciones de monitoreo y representatividad de la data ............ 11
3.2.
Evaluación de impacto ambiental: Valoración cuantitativa de impactos ambientales ...... 12
3.3.
Evaluación ambiental específica de componentes de la Planta: Emisario y difusores ....... 13
3.4.
Estimación del valor de la externalidad no óptima: El problema del valor ambiental y
económico de impactos negativos .......................................................................................................... 14
Conclusiones .................................................................................................................................................. 16
Referencias bibliográficas ............................................................................................................................. 17
Alexis Dueñas Dávila
1
Introducción
El presente documento se elabora a petición de la Municipalidad Distrital de Santa María del Mar, y
a solicitud del señor Alcalde, con el propósito de emitir una opinión respecto al Estudio de Impacto
Ambiental, que tiene por el objeto de garantizar, de manera previa, la adecuada identificación,
valoración, evaluación y jerarquización de impactos ambientales que emergen como consecuencia de
la construcción, puesta en funcionamiento, y operación y mantenimiento de la Planta Desaladora que
el titular construirá en el Distrito de Santa María del Mar.
La evaluación de impacto ambiental (EIA) es un instrumento de gestión ambiental contenido tanto
en la Ley general del ambiente, Ley N° 28611, y desarrollado en la Ley del Sistema de Evaluación de
Impacto Ambiental-SEIA, Ley 27446. En ambas referencias normativas se aprecia que la EIA es un
instrumento de naturaleza predictiva, que tiene por objeto la alerta temprana respecto a los impactos
ambientales significativos que pudieran generarse como consecuencia de la ejecución y puesta en
marcha de proyectos en diversos sectores, en este caso, en el ámbito de competencia del sector
vivienda, construcción y saneamiento.
En ese contexto, la evaluación de impacto ambiental requiere superar dos etapas muy importantes.
De un lado, está la etapa de clasificación ambiental que tiene por objeto pronunciarse en función de
las características técnicas, de la complejidad del ambiente donde se ubica un proyecto, los probables
impactos ambientales a reportarse y consiguientemente, establecer la categoría a la que pertenece un
proyecto o intervención. En este caso, la autoridad ambiental sectorial ha clasificado el proyecto como
un Estudio de Impacto Ambiental de Categoría III, es decir, “Detallado”, que constituye el estudio
ambiental de mayor alcance o profundidad, con valoración bajo métodos cuantitativos de los
impactos emergentes del proyecto y que además implica desarrollar un análisis meticuloso de la
jerarquización ambiental de los impactos a fin de determinar aquellos impactos que resulten
negativos, y que requieran ser valorados económicamente, a fin de determinar la externalidad no
optima, es decir el daño ambiental, que podría ser materia de mitigación y/o compensación con las
medidas de corrección ambiental que se plasmen en el Plan de Manejo Ambiental.
En ese contexto, se ha convocado a un experto ambiental para que formule, en caso corresponda, las
observaciones o reparos técnicos que pudieran existir de la revisión comprensiva del Estudio de
Impacto Ambiental presentado por la empresa Concesionaria Desaladora del Sur (CODESUR)
respecto al Proyecto “Provisión de Servicios de Saneamiento para los Distritos del Sur de Lima
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2
(PROVISUR)”, que se en los distritos de Punta Hermosa, Punta Negra, San Bartolo y Santa María de
Mar, y tiene como ámbito de análisis la franja costera.
Este proyecto cuenta con el acuerdo de Consejo Directivo de PROINVERSIÓN1. Por último, de debe
indicarse que el Estudio de Impacto Ambiental, a nivel de Detalle (EIA-d), presentado por el titular
de la actividad está pendiente de pronunciamiento por la autoridad ambiental competente, conforme
a lo requerido por la legislación peruana vigente.
En ese contexto, y dada la complejidad que el tema reviste se ha organizado el presente documento
en tres apartados. El primero de ellos, refiere la base legal inventariada y aludida por el Estudio de
Impacto Ambiental presentado. Uno segundo, describe las características técnicas y normativas que
establece el marco legal nacional para los estudios de impacto ambiental de categoría III. En un tercer
apartado se presentan las observaciones técnicas formuladas al EIA-d, organizadas en tres apartados
de segundo nivel, referidos a: i) las debilidades de la evaluación de la línea de base ambiental, ii) las
consideraciones metodológicas de la valoración realizada de los impactos ambientales identificados,
iii) la evaluación especifica de componentes técnicos del proyecto que resultan altamente sensibles y
iv) el problema metodológico que se desprende de la valoración económica de los impactos
ambientales negativos. Por último se ofrecen las principales conclusiones a las que se arriban,
después de la revisión del EIA-d.
San Miguel, octubre de 2015.
1
. Adoptado en sesión del 4 de noviembre de 2013, donde se aprobó el Contrato de Concesión a ser suscrito entre
el Estado de la República del Perú, representado por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento y
la Concesionaria Desaladora del Sur S.A.- COSESUR, con intervención de SEDAPAL.
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3
1. Base normativa
La base legal invocada en el marco del Estudio de Impacto Ambiental Detallado, considera el
siguiente cuerpo legal:

Constitución Política del Perú del 30 de diciembre de 19931

Código Penal D.L. Nº635, del 8 de abril de 1991

Ley Marco para el Crecimiento de la Inversión Privada D.L. Nº 757, del 13 de noviembre de
19912

Reglamento de Organización y Funciones de la Agencia de Promoción de la Inversión
PROINVERSION (R.M. N°083-2013-EF/10 del 21 de marzo de 2013)

Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación Ley N° 28296 del 21 de julio del 2004

Ley que establece la Obligación de Elaborar y Presentar Planes de Contingencia, Ley N°
28551 del 19 de junio de 2005

Ley Marco del Sistema Nacional de Gestión Ambiental Ley Nº 28245 del 8 de junio de 2004,
modificada por la Ley Nº 29050 del 24 de junio de 2007

Reglamento de la Ley Nº 28296, Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación D.S.N°0112006-ED del 1° de junio de 2006 Modificatoria del artículo 30° del Decreto Legislativo Nº 1003
del 2 de mayo de 2008

Decreto Legislativo que Aprueba la Ley Marco de Asociaciones Público – Privadas para la
Generación de Empleo Productivo y dicta Normas para la Agilización de los Procesos de
Promoción de la Inversión Privada D.L. Nº 1012 del 13 de mayo de 2008

Reglamento del DL N°1012 D.S.N°127-2014-EF del 31 de mayo de 2014

Reglamento sobre Transparencia, Acceso a la Información Pública Ambiental y Participación
y Consulta Ciudadana en Asuntos Ambientales D.S. Nº 002-2009-MINAM, del 17 de enero
de 2009

Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo Ley N°29783 del 20 de agosto de 2011 y su
Reglamento de Seguridad y Salud en el Trabajo D.S. Nº 005-2012-TR, del 24 de abril de 2012

Ley Orgánica de Gobiernos Regionales3 Ley Nº 27867, del 18 de noviembre de 2002.

Ley Orgánica de Municipalidades Ley Nª 27972, del 27 de mayo de 20034

Ordenanza que aprueba el reajuste integral de la zonificación de los usos del suelo de los
distritos de Punta Hermosa, Punta Negra, San Bartolo, Santa María del Mar y Pucusana.
Resoluciones de Ordenamiento Territorial 1086-MML, del 22 de octubre de 2007
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4

Ordenanza que regula la ejecución de obras, instalación, mantenimiento y retiro de
infraestructura para la prestación de Servicio Público en áreas de Uso Público en el distrito
de Santa María del Mar. Ordenanza N° 183-2013-MSMM, del 8 de febrero de 2013

Ley Orgánica para el Aprovechamiento Sostenible de los Recursos Naturales Ley Nº 26821,
del 26 de junio de 1997

Ley sobre la Conservación y Aprovechamiento Sostenible de la Diversidad Biológica

Ley Nº 26839, del 16 de julio de 1997. Reglamento de la Ley N° 26839 Decreto Supremo
N°068.2001-PCM del 21 de junio de 2001 Estrategia Nacional de la Diversidad Biológica del
Perú - D.S. Nº102-2001-PCM, del 5 de septiembre de 2001

Estándares Nacionales de Calidad Ambiental (ECA) para Agua - D.S. Nº002-2008- MINAM,
del 31 de julio de 2008.

Ley de Recursos Hídricos - Ley Nº 29338, del 31 de marzo del 2009 y su Reglamento de la
Ley de Recursos Hídricos D.S. N°001-2010-AG del 24 de marzo de 2010

Disposiciones para la implementación de los Estándares Nacionales de Calidad Ambiental
(ECA) para Agua D.S. Nº 023-2009-MINAM, del 19 de diciembre de 2009

Clasificación de cuerpos de agua superficiales y marino costeros - R J. Nº202-2010-ANA, del
22 de marzo de 2010

Protocolo Nacional de Monitoreo de la Calidad de los Cuerpos de Agua Naturales de Agua
Superficial - R J Nº 182-2011-ANA, del 6 de abril de 2011

Aprueban clasificación del cuerpo de agua marino-costero ubicado frente a los distritos de
Punta Hermosa, Punta Negra, San Bartolo y Santa María del Mar – Lima - R.J. Nº139-2014ANA del 26 de abril de 2014

Aprueban el Reglamento de los Estándares Nacionales de Calidad Ambiental del Aire D.S
Nº 74-2001-PCM del 24 de junio de 2001

Aprueban Estándares de Calidad Ambiental para Aire - D.S. Nº003-2008-MINAM del 21 de
agosto de 2008

Reglamento de Estándares Nacionales de Calidad Ambiental para Ruido - D.S. Nº085-2003PCM del 30 de octubre de 2003

Norma Técnica Peruana – NTP – ISO 1996 – 1 – 2007 R N°0023-2007/INDECOPICRT del 5
de abril de 2007

Reglamento de Clasificación de Tierras por su Capacidad de Uso Mayor - D.S. Nº017-2009AG del 2 de setiembre de 2009

Aprueban Estándares de Calidad Ambiental (ECA) para Suelo - D.S. Nº002-2013-MINAM
del 25 de marzo de 2013

Ley de Áreas Naturales Protegidas - Ley N°26834, del 17 de junio de 1997
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5

Reglamento de la Ley de ANP - D.S. Nº038-2001-AG del 26/06/2001 Aprueban la
actualización de la lista de clasificación y categorización de las especies amenazadas de fauna
silvestre legalmente protegidas D.S. N°004-2014-MINAGRI, derogando el D.S. Nº 034-2004AG del 22 de setiembre de 2004

Aprueban Categorización de Especies Amenazadas de Flora Silvestre D.S. Nº 043-2006-AG,
del 13 de julio de 2006

Aprueban Modificación del artículo 116° del Reglamento de Áreas Naturales Protegidas Decreto Supremo Nº 003-2011-MINAM del 16 de febrero de 2011

Ley Forestal y Fauna Silvestre – Ley Nº 29763, del 22 de junio del 2011.

Ley General de Residuos Sólidos5 - Ley 27314, del 21 de julio de 2000.
2. Características del Estudio de Impacto Ambiental Presentado:
Teoría y práctica de la EIA
Diferentes autores (Conesa, V, 2010), (Canter, L, 1997), (Gómez Orea, D, 2007), (Espinoza, G, 2002)
están de acuerdo al señalar que el ambiente es un sistema complejo, con diversas
estructuraciones. Para Conesa el ambiente tiene dos componentes principales: físico y socioeconómico. Canter, por su parte, sigue la perspectiva ecológica y considera que el ambiente
puede ser definido por dos variables: inerte y biológico. De otro lado, autores como (Gómez Orea,
D, 2007), (Collazos, J, 2009) y (Dueñas, A; Ramírez, V y M, Defilippi, 2012) consideran que el
ambiente tiene una disposición tridimensional donde se distinguen los aspectos físico, biológico
y socio-económico. Un segundo acuerdo tiene que ver con el concepto de alteración ambiental o
impacto ambiental. Sobre el particular se cuenta con un modelo formalizado, que se aprecia en
la Fig. N° 1.
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En la Fig. 1 se observan tres curvas: La primera representa la evaluación del medio, en cuanto a
un valor ambiental particular o Índice de Calidad Ambiental (ICA) respecto al tiempo. Luego se
tiene un valor ambiental modificado como consecuencia de ejecutar una actividad de
transformación, que genera una brecha entre la situación previa y la situación sin alteración. Por
último, la tercera curva expresa una situación también modificada, pero esta vez, el índice de
calidad ambiental se incrementa. En ambos casos, se puede estimar estas brechas de manera
cualitativa o cuantitativa que representan al impacto, sea este positivo o negativo.
Un tercer consenso tiene relación con la constatación que no existe un único instrumento de
Evaluación de Impacto Ambiental que permita identificar, evaluar y valorizar impactos. Se
requiere de un sistema metodológico que combine diferentes herramientas, como lo proponen
(Conesa, V, 2010), (Canter, L, 1997), (Espinoza, G, 2002) y (Dueñas, A; Ramírez, V y M, Defilippi,
2012). Estos últimos proponen tratar el valor del impacto como una distancia que se genera como
consecuencia del cambio o la alteración ambiental. Siguiendo esta lógica, la distancia ambiental
o “divergencia” surge de la diferencia entre el valor cuantitativo del impacto y el Estándar de
Calidad (ECA), el Límite Máximo Permisible (LMP), o el valor de la Línea de Base (Lo).
Como resultado de un análisis matricial, que evalúa las herramientas metodológicas de
evaluación y los procesos de la evaluación de impacto ambiental. Según la cual, las marginales
estimadas confirman ciertamente, que ningún procedimiento logra obtener un índice lo
suficientemente alto, como lograr una clara ventajas respecto a los demás herramientas. De este
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7
modo, en la Fig. 2-A se observa que la mayoría de las 22 herramientas empleadas en la EIA,
permiten predecir impactos (0,25), le siguen la evaluación de impactos (0,20) y la descripción del
ambiente impacto. Ello se debe, sin duda, a la notable influencia teórica que tienen los principales
modelos, tanto cualitativos como cuantitativos, para valor impactos, los cuales parten del
supuesto que el impacto es una interrelación entre el aspecto ambiental Aj, es decir la actividad
antrópica y el factor ambiental Fi, léase en este último caso, el entorno ambiental. De ese modo,
el impacto, puede ser estimado si se conoce el medio y se tienen una certeza razonable sobre su
predicción. Una expresión matemática de esto es la función siguiente:
Del lado de las herramientas metodológicas que tienen mejor desempeño para el ciclo de
evaluación de impacto ambiental, también se observan desempeños diferenciados. Por ejemplo,
las matrices y los sistemas expertos tienen índices similares (0,08), le siguen en importancia la
evaluación de riesgo (0,07). Otras herramientas igualmente importantes son el uso de Sistemas
de Información Geográficos-SIG (0,06), Montajes de Fotografías (0,04) y el uso de Diagramas de
Redes (0,04), entre otros, el uso de Índices e Indicadores (0,07).
Sin embargo el método empleado, como más adelante se expone (ver apartado 3) no corresponde
a una solución numérica, como podría ser el caso del modelo Batelle-Columbus, que tiene como
propósito evaluar no a las actividades sino a los efectos de estas en las diferentes categorías
ambientales, respecto a sus componentes y parámetros, en dos escenarios: con y sin proyecto. A
partir de un conjunto de índices de calidad ambiental, el método propone estimar el cambio neto,
en unidades de impacto, con el uso subsecuente de señales de alerta.
Si se analiza el caso expuesto, se infiere que dicho aspecto ambiental genera impactos en diversos
factores ambientales, tales como: atmosfera, agua, suelo, flora y fauna, y socio-económico. Luego
se consignan los criterios con los cuales se evalúan, más precisamente, se valorizan los impactos.
Estos criterios son: el carácter o también naturaleza del impacto, probabilidad de ocurrencia,
magnitud en términos de extensión e intensidad, resiliencia, temporalidad e importancia. A
partir de estos vectores se estima el valor del impacto, con la siguiente expresión:
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Si se compara el método empleado en el EIA-d, se concluirá que difiere sustancialmente de
cualquier método numérico. Por ejemplo, en la lógica de valoración cuantitativa, el
procedimiento de evaluación de impactos propuesto por el método Batelle-Columbus es
sustancialmente diferente, y según (Conesa, V, 2010) y (Gómez Orea, D, 2007), se puede resumir
en los siguientes pasos:
i.
En primer lugar, determinar el entorno afectado por el proyecto, y con él los parámetros
ambientales que serán afectados por el proyecto.
ii.
En segundo lugar, se debe elaborar las funciones de calidad ambiental para cada
parámetro a considerar.
iii.
En tercer lugar, establecer el peso relativo, en unidades de importancia (UIP) de cada
parámetro seleccionado.
iv.
En cuarto lugar, valorar cada parámetro en la situación sin proyecto, de acuerdo a las
funciones de transformación elaboradas en el paso 2, obteniendo el EQs/p.
v.
En quinto lugar, y de manera análoga, se valora cada parámetro en la situación con
proyecto, de acuerdo a las funciones de transformación elaboradas en el paso 2,
obteniendo el EQc/p.
vi.
En sexto lugar, se requiere ponderar los valores obtenidos, expresados como un producto
de cada valor calculado en el Paso 4 respecto a su índice ponderal (UIP), bajo la siguiente
expresión:
Se prosigue de forma similar para hallar el EIUc/p, bajo la expresión siguiente:
Con ambos valores se procede a hallar la diferencia entre la situación sin y con proyecto,
bajo la fórmula siguiente:
Por último, se integran algebraicamente los resultados obtenidos, conforme a:
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Cabe señalar, que la expresión explicada en (2) más bien se asemeja al procedimiento de
evaluación propuesto por (Conesa, V, 2010) y (Gómez Orea, D, 2007), que considera una
valoración multi-criterio, tal como lo refiere (Espinoza, G, 2002). De este modo, el valor
de un impacto se puede estimar, y consiguientemente clasificar, bajo la expresión
siguiente:
Donde, N representa la naturaleza o el carácter del impacto, el mismo que tiene un signo
(+) si es un impacto positivo cuya influencia en el ambiente contribuye aumentar el
desempeño del parámetro o indicador ambiental, y (-) si lo disminuye. En ese orden de
ideas, la integral de aj está explicada por el conjunto de atributos, variables categóricas,
que permiten caracterizar al impacto. Estos atributos también han sido descrito como
criterios de clasificación, siguiendo las consideraciones teóricas de (Canter, L, 1997) y
(Morrison A y J Bailey, 2003).
Matemáticamente, la expresión (2) resulta ser arbitraria, en la medida que el factor de
mayor peso es la importancia, que terminaría incidiendo de manera sustancia en el valor
del impacto (Iv). Dado que no existe suficiente evidencia empírica para resolver este
problema, se sugiere modelador, de forma iso-proporcional, es decir, asumir que los
criterios tiene un efecto equivalente y proporcional similar, entre ellos, la importancia.
Esto supondría considerar una nueva expresión, muy próxima a la señala en (7), con el
siguiente detalle:
La nueva expresión, comentada en (8) tiene un efecto correctivo adicional, respecto a la
escala de estimación. Los valores obtenidos, constituyen la mitad de los valores antes
referidos y lo cual es congruente, porque supondría hacer un evaluación mucho más
ajustada a la realidad, eliminando los sesgos de sobre estimación, como bien lo anotan
(Canter, L, 1997), (Conesa, V, 2010) y (Kiely, G, 1999).
Como corolario de esta breve exposición teórica, se evidencia, que el tratamiento a los
resultados de la línea de base y de la valoración de impactos, se ha realizado bajo
Alexis Dueñas Dávila
10
consideraciones estrictamente cualitativas sin considerar la expresión cuantitativa que
la norma considera para los EIA de categoría III.
3. Principales observaciones de orden técnico al EIA-d
De la revisión del EIA-d presentado, se aprecian cuatros aspectos que deben ser debatidos y
analizados adecuadamente. Uno primero tiene relación con la representatividad de los datos de
la línea de base, que deben tener los criterios estadísticos de significancia, que permitan una
adecuada caracterización de la calidad ambiental del área de afectación, tanto en su dimensión
directa como indirecta, así como de los factores involucrados.
Un segundo aspectos está vinculado con la metodología de evaluación de impacto ambiental,
que por las consideraciones legales aplicables al caso debe ser cuantitativa y ello supone,
soluciones numéricas de diversa índole. Un tercer caso se refiere a la necesidad de profundizar
el análisis ambiental, en cuanto a los impactos derivados, de la instalación y puesta en operación
del emisario marino y de los difusores, que sin un estudio detallado del mismo, podría terminar
de afectar la calidad de las aguas de la bahía, y el cuerpo receptor. Y por último, se considera, la
inconveniente solución econométrica para estimar el daño ambiental derivado de los impactos
ambientales negativos que fuera identificado durante la valoración ambiental de éstos.
3.1. Línea de base ambiental: Estaciones de monitoreo y representatividad de
la data
En el capítulo IV del estudio de Impacto Ambiental, aparatado 4.2. se consigna la
determinación del Área de Influencia Directa (AID) así como el Área de Influencia Indirecta
(AII). En ambos casos, se ofrecen estimación respecto a la envergadura o tamaño de las
mismas, enunciados e algunos criteriosos referenciales y principios de orden teórico, que sin
constituyen un sustento técnico para su estimación, sin embargo, por su desarrollo general
y no específico, no permiten vislumbrar el procedimiento y nivel de detalle en la estimación
de tales áreas.
En el Capítulo IV, en los apartados 4.3. al 4.5 se remite información detallada respecto a los
componentes y factores que constituyen el ambiente, en ellos se ofrece información con
diferente nivel de detalle. En todo los casos, la información sistematizada sobre datos
recogidos, a partir de diferentes puntos de monitoreo. Sin embargo, no se detalla el sustento
técnico empleado para la determinación del número de estaciones o puntos de monitoreo
Alexis Dueñas Dávila
11
que brinda la data ambiental para el análisis de las condiciones de calidad ambiental. Y con
ese nivel, no es posible pronunciarse sobre el nivel de representatividad que tienen tales
datos.
De otro lado, el detalle de la información remitida en la descripción de la calidad de los
factores ambientales no concordaría necesariamente con el detalle ni el ámbito de las áreas
que estarían comprendidas en la AII y AID. En muchos casos se tienen descripciones de
orden genérico y no detallado al caso del ámbito del proyecto. Estos problemas se aprecian
en factores como suelo, ecosistemas, agua, entre otros. Un punto a evaluar el la categoría de
la calidad del agua del cuerpo receptor, el cual debe considerar el uso actual y potencial del
recurso.
3.2. Evaluación de impacto ambiental: Valoración cuantitativa de impactos
ambientales
Un siguiente problema se presenta respecto al método de evaluación de impacto ambiental
considerado en el capítulo correspondiente, en la cual se emplea un modelo jerárquico
basado en 12 dimensiones o criterios, con una expresión matemática, que considera
ponderaciones para los primeros criterios, y cuyos resultados se expresan en una matriz de
importancia, que permite la obtención de resultados absolutos y relativos, dado el uso de la
ponderación establecida para cada factor en el antes señalado mapa jerárquico. Sin embargo,
este procedimiento metodológico no estaría ajustado al marco legal vigente, por las
siguientes razones técnicas y legales:
La Ley 27446 y su Reglamento, así como el Reglamento de Protección Ambiental del sector
VIVIENDA señala que para todo proyecto o actividad que ha sido clasificada como Estudio
de Nivel III o Detallado, requiere de un método cuantitativo y no cualitativo.
El método descrito y usado en el acapite de evaluación de impactos ambientales es el que
corresponde al método propuesto por Conesa, y desarrollado en su “Guía Metrológica para
Evaluación de Impacto Ambiental” y recogida en el manual de texto “Evaluación de
Impacto Ambiental” de Domingo Gómez Orea. En todos ellos, y en otros títulos similares,
se advierte tres conclusiones sobre esta opción metodológica: 1) se trata de un ejemplo de
aplicación del análisis multi-criterio, 2) a pesar de su expresión numérica, sigue siendo un
método cualitativo, dado que su estimación está basada en escalas, las cuales requieren de
un tratamiento estadístico particular y propio de las variables categóricas y 3) se requiere el
Alexis Dueñas Dávila
12
concurso de un panel de expertos para relativizar el juicio valorativo de un experto en
particular.
Estos mismos autores reconocen que el método propuesto por Conesa, considera también
una versión cuantitativa, que se basa en el tratamiento del vector denominado como
“Magnitud”, el mismo que requiere el uso de “funciones de transformación”, que tienen la
capacidad de convertir los datos cuantitativo modelados o estimados para diversos
parámetros ambientales en índices de calidad ambiental, que tiene un recorrido de 0 a 1. El
método además considera un procedimiento detallado, el mismo que no se aprecia en el
caso a comentar.
Existen otras opciones metodológicas cuantitativas, como es el caso del método Columbus
Batelle, detallado en el apartado 2 de este documento, que también supone un complejo
proceso de estimación de valores de los parámetros ambientales, agrupados en
componentes y agregados en categorías ambientales. En este caso se requiere establecer
valoración para las condiciones con y sin proyecto, y solo con estas es posible estimar las
diferencias y por tanto medir el cambio en la calidad del medio. El procedimiento es
complejo porque requiere también de la transformación de los valores en unidades
adimensionales a fin de tratarlas adecuadamente. Por tanto, se observa que el método
propuesto no se ajusta al modelo cuantitativo exigido por la norma y tampoco al detalle
técnico, señalado en los puntos anteriores.
3.3. Evaluación ambiental específica de componentes de la Planta: Emisario y
difusores
Un aspecto que no ha sido evaluado de manera comprensiva y adecuada, ni con el suficiente
detalle es el impacto que resulta de la colocación, instalación y funcionamiento del emisario
submarino a construir en el área del balneario. El estudio de corrientes es insuficiente como
para modelar el impacto derivado de esta solución técnica, la cual si no es evaluada con el
rigor técnico del caso y podría constituir un impacto potencial en la calidad del agua del
cuerpo emisor.
Los criterios de evaluación de esta consideración se explican por tres razones de fondo:
a) Debe demostrarse, con una solución numérica o haciendo uso de un modelo de balance
de masa, que la dilución del residuo líquido no impactara en el cuerpo receptor, para
Alexis Dueñas Dávila
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ello deberá estimar los niveles de caudal y concentración que justifique la envergadura
del emisario, así como la ubicación de los difusores, de ser el caso.
b) De otro lado, es necesario evaluar la incidencia de las corrientes marinas predominantes,
a lo largo del año, en la dispersión de la pluma de contaminación que pudiera formarse
a partir del vertimiento en el cuerpo receptor.
c)
Por último, se requiere una evaluación biológica, respectos a los cambios que pudieran
ocasionarse en las características del agua del cuerpo receptor en cuanto al hábitat,
densidad, distribución y abundancia de las especies marinas de la bahía.
3.4. Estimación del valor de la externalidad no óptima: El problema del valor
ambiental y económico de impactos negativos
Un último tema es referido a la valorización económica de los impactos ambientales
negativos. Se ha propuesto como vehículo de valoración a la DAP (disposición a pagar), la
cual es hallada en función de la distribución del PBI del Perú. En el estudio se comenta que
similar procedimiento se empleó para el caso de Chile, sin embargo, econométricamente la
solución no es satisfactoria. En la literatura especializada, Pearce y Turner (1995), Field y
Azqueta (1999), Martínez Alier y Roca (2001), entre otros, señalan que existen opciones
metodológicas referidas a la necesaria estimación de las funciones de daño ambiental, para
cada uno de los impactos negativos identificados previamente, y a partir de ello, estimar la
función de costos marginales de remediación y luego establecer el nivel y valor de la
externalidad, que estaría dada por la superficie de estas curvas. Respecto a esto último se
disponen diferentes modelos econométricos que podrían apoyar la estimación, de mejor
manera, de la DAP que relejará el valor ambiental de la externalidad no óptima.
También se disponen de estudios suficientes modelos y validados para medir el valor de un
impacto ambiental, en términos económicos, a partir de ecuaciones de salarios hedónicos,
que bien podría aplicarse al componente de la PEA nacional que se vería afectado por la
emisiones, básicamente de aire y algunos efluentes en el agua que pudieran impactar en la
salud pública. También es posible emplear las opciones econométricas de la función de daño
ambiental, referido al modelo de costo de recuperación de la salud, siempre y cuando se
sustente la asociación entre el daño ambiental y los costos de reposición de la salud.
Alexis Dueñas Dávila
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Respecto a este punto, es evidente que el método de extrapolación y en particular las
conclusiones que se pueden extraer de la inferencia de los PBI nacionales de Chile, España
y Perú, podría generar complicaciones al provenir de contexto y estructuras económicas
diferentes, y siguiendo el razonamiento expuesto en Kondratiev (1928), el ciclo del PBI en al
menos dos casos, Perú y España y Perú y Chile corresponderían a ciclos diferentes en la
evolución del PBI, y el resultado econométrico obtenido respecto a la DAP no solo es relativo
sino cuestionable, por lo que se hace bien retirar dicha alusión. Aun así queda por ilustrar y
desarrollar el procedimiento de valoración, el mismo que no se aprecia en el EIA-d. No se
dispone de anexo alguno que ofrezca información sobre la valoración económica de los
impactos negativos, en este caso aire y ruido provocados por el Proyecto.
Respecto a la alusión de Field (2003), coincidimos plenamente con los tres métodos u
opciones metodológicas descritas, la pregunta que sigue sin respuesta, y es: cuál ha sido el
procedimiento metodológico empleado para estimar la DAP, en función del cambio en una
unidad marginal de calidad del aire o de ruido, respecto al incremento de una unidad
adicional de servicio de agua potable. Siguiendo el razonamiento de Field y Azqueta (2010),
se tendría un modelo de mercado, con la siguiente expresión:
S/
CMR
DM
D
A
B
C
Q*
Q
Figura N° 3: Modelo de mercado para el análisis de la externalidad optima de la
contaminación
Field y Azqueta (1999)
Siguiendo los supuesto del modelo expuesto en la Fig. 3, se podría considerar que la
disponibilidad a pagar de la externalidad no optima estaría dado por el área conformada a
la derecha de Q* esto es por el área C+D, sin embargo, debe descontarse el área C, por tanto
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la externalidad no optima sería D. Luego, caben dos preguntas: ¿Cuál es el valor de esta
externalidad no óptima? y ¿Cuál es el costo de su remediación? Además, se requiere
conocer, dado que no está expuesto en el EIA-d, el procedimiento y los instrumentos de
recolección de la data y el procesamiento de la misma, así como el proceso de estimación de
la DAP, usando cualquier modelo econométrico, que puede ser semejante o no al descrito
en la Fig. 3.
Desde esa perspectiva, es necesaria una aclaración consistente con el detalle de la estimación
de la externalidad no óptima producto de los cambios de la calidad en aire y ruido, así como
de los beneficios reportados por contar con una unidad marginal adicional de servicio de
agua potable. Sin soslayar el hecho que esos no son los impactos ambientales negativos
únicos, se ha dejado de lado impactos como: alternación del paisaje, el impacto del
vertimiento en el cuerpo receptos, por señalar los más importantes.
Conclusiones
Se pueden advertir las siguientes conclusiones:
Primera.- El estudio no ofrece los criterios básicos empleados y que explique la envergadura tanto
del Área de Influencia Directa como del Área de Influencia Indirecta, por lo que en ese sentido, no
resulta suficientemente explicitado ni constituye como sustento necesario para garantizar el nivel de
detalle que es exigible para este tipo de estudios.
Segunda.- Debe mejorarse la línea de base, principalmente en cuanto, al diseño muestral que sustente
el número de puntos evaluados, y la ubicación de los mismos. Así como del nivel de detalle ofrecido
para el caso de la información contenida en los factores, agua, hidrología, suelos entre otros.
Tercera.- El diseño metodológico empleado para evaluar y valorar los impactos no corresponde a las
exigencias legales y técnicas de una valoración cuantitativa. Por lo que en ese extremo el estudio debe
reformularse.
Cuarta.- Una situación similar, es la discutible validez de los valores estimados para la DAP en la
valoración económica de los impactos negativos hallados en el estudio. Aspecto que debe
reformularse.
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Por tanto, se concluye que tal como está el estudio de impacto ambiental, la Municipalidad de Santa
María del Mar no podría emitir opinión favorable, en tanto no se levanten satisfactoriamente cada
una de las consideraciones técnicas señaladas en el análisis expuesto en el apartado 3 del presente
documento.
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