EJEMPLO DE TEXTO CIENTÍFICO

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COLEGIO SAN JOSÉ
Departamento de Lengua Española y Literatura
EJEMPLO DE TEXTO CIENTÍFICO
EL ORIGEN DEL UNIVERSO Y LA FORMACIÓN DEL SISTEMA SOLAR
No podemos, en una obra como la presente, entrar en detalles sobre
las distintas hipótesis y teorías formuladas para explicar el origen del
Universo, ni mucho menos someter a discusión los pros y contras de cada una
de ellas.
Para nuestro propósito, basta considerar que por muchos científicos
actuales se admite que el Universo se halla en continua expansión. La noción
de un Universo en expansión (es decir que las galaxias que lo forman se van
alejando o separando cada vez más) presupone que en su origen el Universo
era una esfera condensada de altísimo potencial energético, en cuyo suelo
partículas elementales (neutrones, protones y electrones) formaban un gas
nuclear con una temperatura de varios miles de millones de grados. La rápida
expansión de esta bola gaseosa incandescente se acompañó de una serie de
procesos complejos que provocaron la agrupación de las partículas
elementales en átomos. A medida que proseguía la expansión, la temperatura
fue descendiendo y los átomos de los elementos de un elevado punto de
fusión, tales como hierro y silicio, cristalizaron en forma de polvo cósmico,
que quedó flotando en el seno de una masa gaseosa formada principalmente
por hidrógeno y helio.
Llegó un momento en que esta masa de expansión se fragmentó en
masas menores de gas y polvo cósmico que empezaron a girar sobre sí mismas
y formaron las galaxias. Con este giro se provocaron turbulencias en el
interior de las galaxias que abocaron en la fragmentación de su masa en miles
de millones de porciones que dieron las protoestrellas, las que girando a la
vez sobre sí mismas se concentraron y con ello se presentaron en su interior
una serie de reacciones termonucleares, origen de poderosas reacciones
luminosas y calóricas. De esta forma se originó el Sol de nuestro sistema
planetario solidificado.
Pero la velocidad de enfriamiento fue lo
suficientemente lenta para que los elementos más pesados (hierro y níquel,
por ejemplo) se concentraran en un núcleo central, quedando envueltos por
los más ligeros tales como el silicio y el aluminio, mientras que los más
ligeros aún formaron una envoltura gaseosa que era la atmósfera primitiva,
la cual tenía una composición muy diferente de la actual, ya que estaba
constituida principalmente por metano, amoníaco, hidrógeno y vapor de
agua, pero carecía de oxígeno, nitrógeno y anhídrido carbónico, que son los
principales componentes de la atmósfera actual de la Tierra.
Vicente Dualde Pérez. Biología. Ed. López Mezquida, Valencia, 1982
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