Salud : derecho y responsabilidad de todos sin excepción

Anuncio
Salud: derecho y responsabilidad de todos sin excepción
Dr. Nicasio Cuneo
TODOS los días se escucha que la población mundial aumenta y que los recursos son cada vez más
escasos.
Desde niños nos dijeron que estos problemas ocurrirían cuando llegue el 2000. Que el siglo venidero
superaría nuestra capacidad de asombro.
El tercer milenio es una realidad; y perplejos ó no, es la situación que vivimos hoy. Nos resulta difícil el
pensar que estos cambios influyan en nuestra salud.
Cuando años atrás se hablaba de los desnutridos de Biafra sólo lo veíamos como un hecho aislado, de un
punto recóndito del planeta. Hoy si nos enteramos de la crisis de Rusia, o de otro país lejano, enseguida
pensamos cuánto repercutirá en nuestra economía, en nuestra vida diaria. Ya no bastan los kilómetros para
acusar el impacto.
La globalización es un hecho. la informática uno de sus mejores instrumentos. Podemos no saber de
computación, o cómo manejar una computadora, pero sí tenemos noción que algo llamado Internet o www
existe; que todo lo sabe. Que el dato puede llegarnos en segundos ó menos aún.
Más que nunca percibimos que es importante tener buena información, que con ella accederemos a
mejores puestos, que sabremos más de lo que nos atrae y tantas otras consecuencias.
Pero lo que no sé si todos captamos, es que la información hace a nuestra salud.
Que la salud de un pueblo habla de su presente y su futuro.
Cuentan que un general de la antigüedad luego de vencer en la batalla, cegó a sus adversarios y los envió a
su tierra. Aparte de su crueldad, sabía que un país con muchos enfermos es un país débil.
¿Sabrán nuestros gobernantes que la salud y la educación hacen al futuro de los argentinos?.
¿Sabrán los argentinos que ellos también tienen que ver con la prosperidad de nuestro país si cuidan de
sus cuerpos y mentes?
En efecto la salud, es un derecho que toda nación debe brindar a sus habitantes, pero también es cierto que
esos hombres y mujeres sean de un pueblo ,del campo, de una ciudad o de una simple oficina, si no
protegen su salud a partir de los llamados hábitos sanos ("no fumar, comer sin exceso de grasas, tener
dietas con vegetales y frutas, realizar ejercicios etc.). Todo ello dará menos costos de salud, también al
Estado dará menos ausentismos laborales y por sobretodo menos riesgos de tener mala calidad de vida. en
lo personal y en lo colectivo.
Así de sencillo es el valor social de nuestra salud ya no vista como algo de cada uno sino también como
algo que en buena medida ayuda al prójimo, evita derivar recursos a costosos tratamientos.
Hay una responsabilidad personal, comunitaria y estatal. en el tema salud.
Es cierto que cada vez hay más población en el mundo, que aumentan los años de vida.
Vemos a diario hombres y mujeres muy mayores. También propensos a muchas dolencias.
Llegar a edad avanzada es una realidad que también se acompaña con riesgos de enfermedades llamadas
crónicas por contrapartida con las agudas que dominaron en el pasado (parasitosis, infecciosas, grandes
epidemias virales, pestes, etc).
El mundo moderno tiene una nueva problemática: las enfermedades crónicas.
Crónicas, significa que duran en el tiempo, que no aniquilan en breve lapso.
Cuales son?: hipertensión, cáncer, diabetes , Alzheimer; tan sólo para nombrar algunas.
Hemos aprendido a defendernos de las agudas, vacunándonos, cuidando de nuestra higiene y la de donde
vivimos.
¿Podremos protegernos de las crónicas?
¿Habrá suficientes recursos económicos en el mundo, para solventar el tratamientos de una masa
creciente de potenciales enfermos?
El clásico médico que todos conocimos, uno iba a decirle me duele aquí, siento esto. Y él con sus
conocimientos nos decía el problema es éste y se trata con tal medicamento.
Al finalizar el milenio, aprendimos que estas enfermedades crónicas, son prolongadas que tienen larga
evolución.
Siempre escuchamos: tiene cáncer, se va a morir rápido y entonces ¿porque decimos que es una
enfermedad de larga duración? Por algo muy sencillo que la humanidad se acostumbró a tratar los cánceres
cuando eran evidentes, daban gran repercusión en el cuerpo.
La ciencia lentamente avanza en sus conocimientos.
Ahora se sabe que estos cánceres pueden tener evoluciones de larga data hasta hacerse palpables y
expresarse en dolencias.
Es así como lo que se está estudiando cada vez más, no es tanto la evolución de las distintas
enfermedades sino más cómo se generan, qué es lo que predispone a ellas, así como la forma de
encontrarlas cuando nada se siente, cuando nada se toca, cuando nada duele.
Sencillamente esto es la prevención.
El lema de la nueva medicina es "Curar en salud". Cada vez menos el médico tiende a decir ¿qué mal le
aqueja?
Nada más erróneo que esa conducta tan frecuente de no ir al médico "si total no siento nada".
Vemos como coexisten las creencias, las subjetividades, en todo lo que hacemos y decimos. Que nuestra
mala información, afecta también al cuidado de nuestro cuerpo, de nuestra mente.
Somos seres sociales en tanto convivimos con otros, el vecino, el compañero de trabajo.
Todos influyen en el otro.
Nuestras conductas no son ajenas al otro al que no conocemos, o apenas tratamos.
Es cierto que la medicina no es infalible que un análisis puede no detectar una falla.
Que su confección puede tener errores. No intencionales como se pretende a veces en este mundo
mercantilizado y poblado de inescrupulosos que buscan resarcimientos diciendo ser víctimas de maléficos
profesionales.
No es esa la forma de mejorar nuestra salud. Es mediante el ejemplo del cuidado de la salud.
Existen formas masivas de cuidar de nosotros y de nuestro pueblo.
Sí ¡El screening es una realidad!
Es una palabra inglesa que significa tamizaje. Viene de tamiz ó colador.
Todos los días cuando hacemos un té pasamos el agua de la infusión por los pequeños agujeritos del
colador y éste, retiene así las hojitas de té. Podríamos decir que " las detecta".
De la misma forma puedo tomar una población y hacerle hacer un estudio sencillo que puede dar un
resultado aceptado como normal ó por el contrario anormal.
La gran mayoría de esa población se comportará como las pequeñas hojitas de nuestro ejemplo. No serán
detectados como diferentes.
Los que sí lo sean resaltaran como las hojitas del té de nuestro tamiz.
Estos deberán hacer estudios complementarios para confirmar ó no si padecen dicha enfermedad. ¿La
ventaja?
Estos individuos podrán tratar su enfermedad en un tiempo donde los resultados serán más satisfactorios y
los tratamientos menos complicados y menos costosos.
Pero esto no ocurre mágicamente. Es muy probable que muchos de los que lean estas líneas no saldrán
corriendo a buscar de hacerse una mamografía ó un Papanicolaou o cualquier estudio.
Hace falta que alguien nos motive en forma recurrente, para que nos hagamos tal ó cual análisis.
Ninguno de los que se hagan dicho estudio deberá sentirse enfermo, ese es el requisito indispensable.
El análisis debe no ser excesivamente costoso, si así ocurriera no habría economía sanitaria capaz de
solventarlo. Este análisis se debe hacer en forma periódica.
No basta con hacerlo una vez en la vida. Puede ser mejor que nada, pero no es suficiente.
Habrá que realizarlo con cierta frecuencia. No todos los días ó meses. En general estas pruebas deben
realizarse no antes del año.
Por eso no basta con decirle a una población hagan éste análisis por ejemplo ahora que acabamos de
pasar una época de elecciones presidenciales. Porque los políticos saben que reditúa votos el ocuparse de
la salud. Pero también saben que estos programas de prevención cuestan dinero y que sus resultados en el
estado sanitario de una población son a largo plazo. Tan largo si consideramos que sus mandatos serán
breves, y el éxito se verá en la gestión del que le continúe.
Tomemos como ejemplo el Papanicolaou, ese estudio que se aconseja a todas las mujeres que han tenido
relaciones sexuales ó que tienen más de 20 años.
Es una prueba que consiste en colocar un aparato llamado espéculo que lo que hace es permitir visualizar
el cuello de la matriz ó útero. Así tomando unas gotas de flujo se lleva a un vidrio que se tiñe con técnica de
Papanicolaou (llamado así en honor a quien descubrió este método en la década del 40), es enviado al
patólogo para que lo examine al microscopio.
¿Qué es lo que observa?: Células. Esas pequeñas estructuras de las que nuestro organismo tiene
millones. Que pueden ser normales, dudosas ó alteradas.
Si el informe es dudoso ó detecta células muy alteradas, deberán hacerse más estudios para confirmar ó
alejar dichas dudas.
Si ocurre que el análisis confirma un cáncer, por ejemplo, lo más probable, es que sea muy en su
comienzos es decir que la enfermedad no ha tenido gran repercusión y por lo tanto tendrá muchas chances
de curación.
Es algo así como un seguro que nos hacemos todos los años para evitar un mal mayor.
No es infalible, puede tener fallas, pero no hay dudas que es útil.
Puede ser mejorable pero no por ello deja de tener su valor.
En Estados Unidos de Norteamérica ó en Canadá se redujeron las muertes por cáncer de cuello uterino en
un 70% desde 1950 a la fecha. Tiempo en que se implanta el Pap sistemático, como política sanitaria
continua.
Es un método probado, sencillo, de bajo costo, indoloro, a lo sumo puede generar cierta molestia ó
incomodidad en la mujer, propia de lo ingrato de un examen ginecológico. Pero en contrapartida si aparece
enfermedad podrá llegar a salvar la vida de quien se lo hizo.
Para ello será importante hacerlo, luego llevarlo a una consulta y si hace falta hacer el tratamiento
correspondiente.
Un estado moderno debe dar a su pueblo la posibilidad de realizar medidas como ésta dentro del marco de
los llamados programas de prevención.
Debe motivarse una población, deben dársele los medios para que pueda acceder a estas modalidades.
No basta con decirles ahí tienen hospitales donde se hacen estos estudios.
No es casual que donde hay más pobreza, donde la educación no es algo fácil de acceder, es ahí donde
hay más muertes por cáncer de cuello uterino. Las denominadas provincias pobres de nuestro territorio.
Vemos una vez más cómo salud, educación, cultura son facetas de una misma realidad.
Responsabilidad de los gobernantes para sus pueblos.
Pueblos formados por hombres y mujeres con riesgo de enfermar, que deben ejercer su libertad pero
también, su obligación para con ellos, y para los demás, de cuidarse para no ser una carga social, a menos
que sea inevitable, y para esos casos, sí dar todo los recursos que correspondan.
Porque debe saberse que es mucho más caro tratar una enfermedad declarada que evitarla mediante
mamografías, Pap, colposcopías u otras pruebas usadas para screening.
La salud no debe ser un negocio de grandes empresas que consideren costoso cualquier erogación que ello
signifique.
De ahí en más, se deben evitar los gastos inútiles que sacarán posibilidades de vivir mejor en sociedad,
ayudémonos con la prevención, recordemos que estar bien informado es una buena forma de prevenir la
enfermedad.
Por esto les escribo estas líneas.
Dr. Nicasio Cuneo
Jefe del Servicio de Ginecología
Hospital de Oncología "María Curie"
Descargar