LOS DERECHOS HUMANOS DE LA MUJER: UNA DEFENSA CONSTANTE Dra. Miriam Bautista Torres Fiscal Titular Superior Adjunta Hace pocas semanas acabamos de celebrar el Día Internacional de la Mujer – 08 de marzo -, fecha memorable para todas las mujeres del mundo, establecida en el año 1975 por las Naciones Unidas, tiene su antecedente en un trágico accidente acaecido el 8 de marzo de 1908 en la ciudad de Nueva York, a raíz que un gran número de mujeres, que protestaban en una fábrica textil ante los abusos patronales y por mejores condiciones laborales, fueron despedidas. Por ello se encerraron y se declararon en huelga. Repentinamente se produjo un incendio provocado y 129 obreras murieron en su lugar de trabajo. Desde entonces mucho camino ha recorrido el movimiento de mujeres con viejas y nuevas luchas; problemas viejos y nuevos... encarados cada vez con mayor energía, legitimidad y convicción para afirmar el derecho a la ciudadanía plena y a la participación en igualdad de condiciones, en todos los ámbitos. La lucha es permanente; sin embargo a diario somos testigos de violación de derechos de la mujer –niñas y/o adolescentes , en su gran mayoría, así lo reportan las cifras estadísticas, de cada diez mujeres, ocho son víctimas de violencia familiar y /o sexual. Según datos de la Dirección Territorial Policial de Chiclayo, hasta el año 2002 se registran 167 denuncias por Violación Sexual , ocupando el género femenino el 97%, cifra que se eleva considerablemente en nuestros días, pese a contar con los instrumentos jurídicos y los canales necesarios para viabilizar las denuncias respectivas. Si nos remontamos al avance normativo en materia de igualdad, en las primeras constituciones se puso énfasis, en la caducidad o fin de los privilegios, que existían en una sociedad profundamente dividida por razones raciales y culturales y económicas. Las constituciones proscribían todo tipo de discriminación. Así aparece en la Constitución de 1,979, cuyo “Artículo 2 señalaba que toda persona tiene derecho”: A la igualdad ante la ley, sin discriminación alguna por razón de sexo, raza, religión, opinión o idioma. El varón y la mujer tienen iguales oportunidades y responsabilidades. La ley reconoce a la mujer derechos no menores que al varón. La Constitución de 1,993, añade las prohibiciones de la discriminación por razón de origen y por condición económica, y en una cláusula general prohíbe la discriminación de cualquier otra índole. La Constitución vigente, sin embargo, eliminó el párrafo de su antecedente de la Constitución de 1,979: “El varón y la mujer tienen iguales oportunidades y responsabilidades. La ley reconoce a la mujer derechos no menores que al varón”. Los diversos instrumentos legales internacionales de protección a la mujer reconocen estos derechos: el de igualdad de oportunidades y el reconocimiento a la mujer de derechos no menores, en consecuencia también la posibilidad de derechos mayores que al varón. Considero que la nueva Constitución debe incluir una norma similar a la citada norma de la Constitución de 1,979, a efectos de incorporar al derecho interno lo que los instrumentos internacionales ya reconocen en el plano de la igualdad civil del hombre y la mujer. Previsión constitucional desde la cual se desarrollarían normas específicas para la efectiva aplicación del principio. Hasta donde va el proceso de Reforma Constitucional, en esta materia se han observado avances, retrocesos e inconsistencias en materia de igualdad y del principio de no discriminación – se establece que además del derecho de igualdad ante la ley, tenemos el derecho a la igualdad de oportunidades y de trato -, lo que conlleva a la obligación de Estado y la sociedad de promover las condiciones y medidas de acción positivas para que de manera real y efectiva nadie sea discriminado.1 El MIMDES por su parte como ente rector de la defensa de los derechos de la Mujer, dentro de sus Programas que desarrolla cuenta con el “Programa Nacional de Lucha Contra la Violencia Familiar y Sexual”, así como los Planes de desarrollo “el Plan de Igualdad de Oportunidades entre hombres y mujeres del 2000 al 2005; empero el índice de abusos sexuales y violencia familiar debería descender, no es cierto?- nos preguntamos que está ocurriendo en la realidad?, si las cifras nos demuestran lo contrario?. Para responder tal interrogante debemos asumir que los derechos de las mujeres son derechos humanos, y como tal deben ser respetados. Por ello el Derecho a la Paz y a una vida libre de violencia, ha sidorecogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos; más tarde en el año 1993, el movimiento de mujeres logró que se reconociera la violencia contra la mujer como una violación de derechos humanos. Los esfuerzos se vienen plasmando, se carece más bien de una conciencia real y efectiva por parte de la población e instituciones involucradas en dicha tarea, que permita erradicar este grave flagelo de la sociedad, una persona sea mujer o varón víctima de violencia no va rendir igual, porque afecta principalmente su salud, e impide su desarrollo y el respeto a su dignidad. Es necesario erradicar todo tipo de discriminación y patrones culturales que invisibilizan tal problemática, de lo contrario no avanzaremos hacia un desarrollo integral. Cedano , Maria Isabel., En Documento, editado por APRODEH – CEDAL : “Informe sobre la Situación de los Derechos Económicos , Sociales y Culturales 2002-2003, en la sección sobre Balance de la Situación de los derechos humanos de las Mujeres, en el bienio 2001-2003, pag. 42 1