12ª sesión: 14 de mayo del 2013

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12ª sesión: 14 de mayo del 2013. Ockham
[Comentario al libro de las Sentencias]
A partir de múltiples singulares (*)
abstractivo
Tipos de
conocimiento
A partir de existencias
intuitivo: se conoce algo contingente y si existe o no (&)
(*) (1013) «Y si el universal es una verdadera cualidad existente subjetivamente
en el alma, como se puede sostener con probabilidad, habría que conceder que
tal universal puede ser visto intuitivamente»
(&) (1015) «es el conocimiento por el cual empieza el conocimiento
experimental»
- Ockham señala que la cuestión de “si hay algo común unívoco a Dios y a la creatura”
depende del problema de los universales. Por eso se centra en ello.

¿Es el universal una verdadera realidad fuera de alma?
Ockham expone la teoría de Santo Tomás:
Universal unívoco; p. ej.,
‘Humanidad’ = esencia
ser humano
Alma del sujeto
cognoscente
Realidad singular: D. Juan Carlos de Borbón.
Predicación esencial: “D. Juan carlos es hombre”
[Texto p. 1016 §3343]
1. El universal existe fuera del alma cognoscente
2. El universal existe en el singular, es intrínseco a él: el carácter de ‘hombre’, la
‘humanidad’ se da realmente en D. Juan Carlos de Borbón
3. El universal trasciende, sin embargo, la esencia del singular, no se agota en él, es
distinto al singular
1
4. El universal es una realidad también distinta de los demás universales, sean
géneros o especies.
5. El universal es el correlato de las predicaciones necesarias, es decir, de todas
aquellas propiedades necesarias de un singular. Si decimos: “D. Juan Carlos está
en Mallorca” o “D. Juan Carlos mide 1,85”, ninguna de esas propiedades es
necesaria. D. Juan Carlos sigue siendo D. Juan Carlos cuando no está en
Mallorca o si decrece por la edad. Sin embargo, no veo claramente esto, pues
todo predicado es un concepto, y todo concepto refiere a un universal unívoco,
aunque no sea esencial a un individuo. No obstante Ockham formula la teoría de
Santo Tomás como si se refiriera sólo a las esencias, lo cual, en parte es verdad,
porque lo que interesa es la esencia de cada hombre. Pero, en todo caso, el
problema de la esencia (cual sea, por ejemplo, la esencia de Sócrates) no es el
problema de los universales. El problema de los universales se refiere a todas las
propiedades que se dan unívocamente en un individuo y pueden darse en otros
Frente al realismo de los universales, Ockham sostiene que:
(1016) «ninguna cosa realmente distinta e intrínseca a las cosas singulares les es
universal o común»
Según Ockham, la posición clásica postularía la existencia real de los
universales por dos razones:
1ª) Sólo si existen los universales se comprende que se pueda predicar algo
esencialmente de un singular diferenciándolo de otros; por ejemplo: “Sócrates des
hombre”
2ª) Sólo si existen los universales es posible la ciencia, porque no hay ciencia de lo
singular, el intelecto sólo comprende lo universal
La primera la pretende refutarla del siguiente modo:
(1016-1017) «La primera razón no vale, porque, por el mismo hecho de que se pone
esa realidad como intrínseca a la cosa y distinta de la cosa singular, tiene que ser una
parte suya; pero la parte no se puede predicar esencialmente de la cosa, como
tampoco la materia ni la forma se predican esencialmente del compuesto [*]; por
tanto, si se predica esencialmente de la cosa, tendrá que suponer no por sí, sino por
la cosa singular [“suponer” postular existencia; cuando afirmo “Sócrates es
hombre”, ‘hombre supone existencia en el individuo Sócrates]. Ahora bien, tal
suposición se puede salvar haciendo que se predique algo que no es toda la cosa, ni
parte suya; luego, para saber tal predicación no hace falta sostener que tal predicado
es una realidad distinta y, sin embargo, intrínseca a la cosa»
Yo no sé si estoy entendiéndolo bien, pero la postulación de los universales arranca
de Platón, y el argumento no es exactamente “1” (la condición de posibilidad de que
se predique algo esencialmente de un singular diferenciándolo de otros). El
argumento platónico es el siguiente —y no sólo vale para las esencias—: cundo
afirmo que Sócrates es hombre o encarnado, etc… ser hombre o ser de carne y
hueso es una característica real que se da realmente en el individuo Sócrates; sin
embargo, no se reduce a Sócrates, porque hay otras realidades individuales que son
hombre y de carne y hueso. Por consiguiente, ser hombre, o ser de carne y hueso es
algo que no queda reducido a ningún individuo. Además, el predicado unívoco es
diferenciador, pero también ‘comunicador’, es decir, un elemento de comunión
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ontológica: todos los seres humanos ‘comulgamos’ en ser hombres… El problema
es, pues, que la predicación supone algo que, por un lado es parte ingrediente del
individuo, y por otro no se reduce a ser parte ingrediente de ningún individuo, sino
que trasciende a todo individuo: supone un reino trascendental, un mundo ideal.
Ockham reduce el problema a que se tenga que predicar simultáneamente de la parte
y del todo de la cosa, pero eso ya he dicho que es un problema exclusivo de la
esencia, no de los universales en general, es más bien que se tenga que predicar
simultáneamente, no de la parte y el todo, sino de la cosa singular y de todas las
cosas singulares que contiene como ingrediente la misma propiedad, es decir, que la
predicación suponga los ingredientes individuales y algo que los trasciende. Esta es
la cuestión. Ockham pretende responder sólo al problema de la esencia postulando
algo que no es toda la cosa ni parte suya. Esto es lo que hace Zubiri en su teoría de
la esencia: la esencia, siendo el mínimo clausurado de notas-de capaces de dar
suficiencia constitucional a la cosa, no es ni una parte fragmentaria de la cosa, pues
es lo esencial, ni tampoco la totalidad de la cosa, pues hay notas constitutivas que no
son constitucionales.
La segunda
- Ockham diferencia entre: el lenguaje del puro pensamiento, el lenguaje oral
(palabra) y el lenguaje escrito.
- A su vez diferencia:
(1018) «la palabra que es parte de la proposición pronunciada puede tener varias
suposiciones: 1)la material (la palabra está y supone por sí misma, p. ej.: “el hombre
es una palabra bisílaba”), 2) la personal (la palabra supone la realidad a la que se
refiere, p. ej.: “el hombre corre”, quien corre es el hombre mismo, no la palabra) y
3) la simple (la palabra supone el universal simple significado, p. ej.: “el hombre es
especie”)»
- También diferencia entre:
1. ciencias reales: constan de proposiciones en las que las palabras suponen
‘personalmente’, es decir, tratan de decir la verdad del mundo
2. ciencias racionales o lógicas: constan de proposiciones en las que las
palabras suponen ‘simplemente’: tratan de los conceptos mismos de la mente
3. ciencias gramaticales: constan de proposiciones que hablan de las palabras
mismas
Por todo ello, dice Ockham:
(1020) «No tiene que ver, pues, nada, para que se dé ciencia real, el que los términos de
la proposición sabida sean cosas existentes fuera del alma, o cosas que existen sólo en
ella, con tal que estén y supongan por las cosas mismas que existen fuera del alma, y
así, para salvar la realidad de la ciencia, no es necesario poner algunas realidades
universales distintas realmente de las cosas singulares»
Ockham hace una cierta trampa jugando con la ambigüedad de su texto. Lo que ha
mostrado con sus distinciones es que la ciencia real trata de las cosas reales
existentes en el mundo, es decir, de las cosas singulares. En este sentido parece no
requerir ni de la gramática ni de la lógica. Pero, ¿es realmente así? Aquí empieza
justamente el movimiento antimetafísico, pues la ciencia real, como vuelve a
mostrar magníficamente Husserl en un momento en que la reflexión ya se había
perdido, supone como su fundamento las ontologías materiales y la ontología
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formal, en definida la metafísica. Para hacer ciencia real no hay que tratar sobre el
problema de los universales, pero no es esta la cuestión. La cuestión es si las
diferencias reales en los singulares no suponen los universales, de manera que la
facticidad supone la universalidad, y así, los hechos, las esencias, y así, las ciencias
de hechos las ciencias de esencias. Y parece que sí, pues toda diferencia supone una
universalidad comunicable y repetible: un universal. Si no no habría diferencia,
habría pura individualidad sin diferencia…
Ockham, además, parece postular ya también la irrebasabilidad del lenguaje:
(1021) «no se da ninguna ciencia de las cosas sustanciales (de las cosas mismas),
sobre todo porque no se sabe nada sino la proposición; pero lo complexo no existe
fuera del alma, a no ser en la palabra o un signo similar [… y más abajo] la ciencia
real es de las cosas, de suerte que esas cosas son las proposiciones sabidas o las
partes de esas proposiciones sabidas [esto es giro hermenéutico o lingüístico;
logificación de la inteligencia]»
Sobre esta manera representacionalista de concebir la ciencia, en una especie de
atomismo lógico similar al de Russel o el Tractatus, Ockham dice:
(1021) «las cosas son aquello por lo cual suponen las partes de lo que es sabido [las
partes de lo que es sabido son las palabras], y en ese sentido la ciecnia es de las
cosas, pero no de cosas universales, pues no hace la suposición de éstas (…) la
ciencia es de cosas singulares… porque los términos suponen por los singulares
mismos [esta es la ciencia en primer modo; cuando tata de las significaciones es
ciencia en segundo modo]»
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