CONGRESO LA JUVENTUD Y SU RESPONSABILIDAD FRENTE A LA CIUDAD-REGIÓN Barranquilla, Julio 4 de 2.006 LOS JOVENES Y SU RESPONSABILIDAD FRENTE A SU ENTORNO SOCIAL Por: Francis Royett V. Psicólogo, M.A. Desarrollo Social Universidad del Norte e-mail:[email protected] N o me cabe dudas de que quienes asisten hoy 4 de julio, Día Nacional de la Juventud, a este escenario son en su mayoría jóvenes que de alguna manera, a pesar de su corta edad, han expresado actos de responsabilidad social en nuestra ciudad y que muy seguramente quieren aprender a construir y a construirse, una ciudad-región distinta a la que hoy tenemos, conservando de ella lo que mejor posee y emprendiendo acciones que le permita encontrar el norte y el rumbo que necesita. Este creo que es un anhelo de todos y la de cientos de colombianos quienes en el año 91 quisimos expresar en la Constitución, que hoy cumple 15 años, una manera distinta de ver y de conducir este país. Hablar hoy de Responsabilidad Social, significa hablar de filantropía, de comprender que la sociedad es una telaraña, en la cual lo que sucede en una de sus partes se comunica, para bien o para mal, al resto. Somos hilos de esa telaraña, pero también somos tejedores de la misma. Afectamos y somos afectados por todo el conjunto. Si los problemas sociales siguen expandiéndose por la red, ¿por qué no asumir nuestra responsabilidad social y actuar para que sean los esfuerzos positivos de los jóvenes y de sus organizaciones y las de la sociedad civil los que generen y faciliten bienestar a los sectores más afectados de la población? Como dice Prigogine, “Probablemente el único modo de definir la sociedad sea por medio de la existencia de procesos de realimentación no lineales, lo que significa que todo lo que hace un miembro de la sociedad repercute en el conjunto del sistema social”1. 1 PRIGOGINE, Ilya. ¿Tan solo una ilusión? Una exploración del caos al orden. Barcelona: Tusquets, 1.993. P. 180 1 Pero no queremos que el análisis de nuestra responsabilidad sea solamente estratégico, es decir no queremos garantizar simplemente nuestra supervivencia y competencia. Queremos un análisis de la responsabilidad fundado en el sentido de la justicia, definido por la capacidad de deliberar y decidir según intereses comunes y no sólo según intereses individuales o de grupo. Sabemos que si no hay responsabilidad social, a largo plazo nuestro poder decisorio degenerará en no rendimiento. Pero, ¿de qué somos responsables? o ¿de qué deben ser responsables los jóvenes? ¿Cómo convertir los problemas sociales en oportunidades para nuestros jóvenes y para el conjunto de la sociedad? Quiero someter a consideración una respuesta poco usual a estas preguntas: es la comprensión de la riqueza la que nos va permitiendo ser más responsables socialmente. En otros términos, hablar de responsabilidad social significa hablar de la riqueza. Siguiendo a Renato Caporali, definimos la riqueza como el conjunto de bienes, servicios, valores y ambientes que pueden usufructuar los hombres y las mujeres en privado y en sociedad para satisfacer sus necesidades2. Esta definición nos permite entender que la riqueza es mucho más que el conjunto de bienes y servicios que podemos comprar o poseer. La riqueza esta compuesta por todas las cosas que permiten satisfacer las necesidades de una vida digna y no todas esas cosas tienen valor de cambio. Son riqueza para una sociedad (para su vida digna) las decisiones acertadas de los gobernantes, la transparencia en los negocios, la convivencia pacífica, el respeto a la diversidad, la participación, etc. Y ninguno de estos bienes se puede comprar. Vista desde la orilla de un apasionante oficio como el que desempeño en el trabajo con jóvenes por más de 10 años y cuya agenda casi siempre se distorsiona con la avalancha de dramáticos hechos de violencia y desigualdad, la realidad colombiana y por supuesto la de Barranquilla, por desgracia termina adquiriendo ciertos matices que alimentan de manera injustificada la fama de pesimistas de la que se nos tilda a los colombianos. La 2 CAPORALI CORDEIRO, Renato. Da riqueza das naçoes d ciencia das riquezas. Belo Horizonte. Ediçoes Loyola. 1.994. P. 215 2 dinámica que imponen el poder de la información y esa particular realidad enfocada por los medios de comunicación sometidos a la tiranía de la espectacularidad y del reloj, parecería que no nos permitiera ver ese otro país que trabaja en silencio, con desinterés y entrega en beneficio de una gran cantidad de colombianos que viven en el desamparo y la miseria. Aquel país donde un conglomerado de jóvenes trabaja en causas nobles, a la sombra de ese otro país minoritario que ocupan quizás con demasiado protagonismo aquellos que medran alrededor de oscuros intereses. No se hace suficiente justicia con un sinnúmero de jóvenes y organizaciones e individuos que no renuncian a invertir en el optimismo y la esperanza, guiados por la convicción de que los colombianos somos más futuro que presente y pasado. Desde esta experiencia con jóvenes pude asomarme a ese país que está ahí pero que muchas veces no queremos ver en su verdadera dimensión y alcance. Encontré que detrás de los múltiples problemas que vivimos se escondía todo un mundo de jóvenes y personas comprometidas con causas sociales ligadas a una gran cantidad de problemas que aquejan a los colombianos de escasos recursos. Fue allí donde tuve la oportunidad de conocer muchas experiencias, como la de jóvenes que trabajan por la Paz, las de los que buscan combatir el problema de las drogas o la delincuencia, las de los que enfrentan los problemas del abuso sexual y de la sexualidad de nuestro tiempo, las de los que trabajan en temas periodísticos y de comunicación. Fue precisamente en esta última experiencia en la que encontré un magnífico ejemplo de lo que puede ser la responsabilidad de los jóvenes frente a su entorno social. La experiencia la observe en una interesante revista que recogía el pensamiento de muchos jóvenes del país. Su nombre CAMALEON, aludiendo tal vez a esos múltiples cambios que ocurren en la vida de ustedes los jóvenes. La publicación era apoyada por el proyecto Atlántida, y contaba con el respaldo de la Fundación Antonio Restrepo Barco y la Fundación FES. En ella encontré en uno de sus editoriales escrito por un joven de 17 años estos comentarios: “¿Qué es lo que estamos haciendo un grupo de jóvenes en 16 ciudades del país? Si, una revista; eso lo sabemos todos, pero ¿por qué? Esa seria la pregunta que habría que hacer a todo y a todos para encontrarle un sentido determinado a la vida, a pesar que no lo tiene ni lo tendrá nunca; sin embargo, Camaleón es, 3 como bien se habrá dicho y pregonado un proyecto educativo y un espacio de expresión y, por lo tanto, tiene una razón de ser. La nuestra no es otra cosa que darnos, a nosotros mismos, los jóvenes de Colombia, un espacio para expresarnos y decir lo que sentimos, lo que pensamos, lo que vivimos; estamos siendo parte del cambio de mentalidad del siglo XX-XXI, estamos siendo partícipes de un nuevo orden que nos invita a ser miembros activos de una sociedad que busca, desesperadamente vida en su interior para poder sostenerse; ahora a través de todos los estamentos estatales o privados los jóvenes estamos llamados a evitar que esa vida se extinga; en otras palabras estamos llamados a participar, a brindar soluciones micro, para problemas micro, a buscar salidas macro, para problemas macro; somos parte de un contexto para el que contamos y para el que nos cuentan; si estamos siendo parte del problema, ¿por qué no hacer parte, por nuestra iniciativa, de la solución? La participación es una invitación a ello, la participación es un compromiso por lo que nos hace falta; está consagrado por el Estado en Constitución y leyes, pero el Estado no puede sólo; es más, nosotros también somos Estado y Nación, hacemos parte de un país que está contando con nosotros para que seamos quienes construyamos, desde ya, los horizontes que mañana serán el sendero por el cual transitaremos. …La participación es condición esencial para que los jóvenes seamos actores de nuestro propio desarrollo, para aprender a convivir, a dialogar y a ser solidarios en la vida en comunidad y para que como grupo podamos proyectar una capacidad renovadora en la cultura y el desarrollo del país”3. Este pensamiento consignado en el editorial de esa revista juvenil lo dice casi todo y demuestra la acción y conciencia responsable de un grupo de jóvenes que construyeron su espacio en una revista y que hace que las cosas sucedan, asumen un empoderamiento de su vida y de sus acciones y estimulan a otros jóvenes a construir el país que queremos, la ciudad-región que necesitamos. Buscan a través del ejemplo, ser punto de referencia y motivar iniciativas positivas por sus ciudades y por Colombia. 3 ARAMBURO, Maximiliano. Comunicación y Participación. Revista CAMALEON. No. 8 Enero 1.997. P. 4 4 Desde mi visión personal diría que hay por lo menos tres (3) responsabilidades del joven frente a su entorno: 1. La responsabilidad por prepararse y formarse para entender y actuar concientemente sobre su entorno. En ello es fundamental el papel de la familia, pero también es importante el papel que juega el Estado. Se requiere educación para impulsar el desarrollo económico y garantizar una mejor distribución del ingreso. Los jóvenes deben ser conscientes de que hoy asumen una gran responsabilidad con un país que necesita cada vez más del compromiso de sus hombres y mujeres mejor preparados. Tenacidad, esfuerzo y dedicación es la senda del camino para cosechar los éxitos en los campos que cada joven escoja para su futuro. Debemos recordar que de los más de 2 millones 500 mil colombianos en edad de asistir a décimo y undécimo grado del bachillerato, sólo el 59,4% lo hacen realmente. Sin embargo, para ustedes no será suficiente con lograr el éxito académico o económico. Tienen un compromiso adicional con una nación que todavía registra muchas necesidades insatisfechas, que requiere acelerar su desarrollo económico y social y que está cada vez más inmersa en la economía global. Debo destacar aquí las palabras de Issac Yanovich, presidente de ECOPETROL, quien la semana pasada hablo ante un grupo de jóvenes del Colegio Hebreo Unión de esta ciudad, y afirmaba: “Ustedes tienen la responsabilidad de poner sus conocimientos al servicio de la patria. No deben olvidar que un país crece y se desarrolla a partir del liderazgo de sus mejores mentes, a partir de las ideas de hombres y mujeres como ustedes, con los conocimientos adecuados para hacerlas realidad y con una sólida formación ética y humanística”. A todos nos duele que el 8,6% de la población mayor de 15 años en Colombia sea analfabeta, de la misma forma que no podemos ser indiferentes ante la desnutrición, el desplazamiento o la pobreza. El reto es muy grande para una nación en la que todavía hay 3 y medio millones de habitantes mayores de 15 años que no saben ni siquiera leer y escribir. La mejor herramienta para superar estas brechas, impulsar el desarrollo económico y garantizar una mejor distribución del ingreso es la educación. Este es el gran reto para nuestro país en las próximas décadas, y en él tenemos que trabajar conjuntamente el Gobierno, el sector empresarial y la academia. 5 2. La responsabilidad a Participar como actor fundamental de desarrollo en la solución de problemas de la ciudad y particularmente aquellos que afectan a su propio sector poblacional. El Estado a través del Programa Colombia Jóven promueve espacios de participación, sin embargo muchas de estas experiencias a mi juicio, han tenido desarrollos cuestionables y limitados y se hace necesario replantear su enfoque y funcionamiento. El Programa Presidencial considera que el fomento y la consolidación de los espacios de participación juvenil es una estrategia básica en el marco de las políticas públicas de juventud. El desarrollo de esta estrategia considera tres líneas fundamentales de acción: La organización y el fortalecimiento de los consejos de juventud, como organismos colegiados de carácter social, autónomos en el ejercicio de sus competencias y funciones e integrantes del Sistema Nacional de Juventud que operan en los departamentos, distritos y municipios y en el nivel nacional, conforme a lo dispuesto en la Ley 375 de 1997 y de acuerdo con los criterios, reglas y orientaciones del Decreto 089 de 2000. Los consejos constituyen una expresión material de la idea de participación directa de los jóvenes colombianos en la definición de las políticas que van a protagonizar, y es una instancia válida de interlocución y consulta ante la administración y las entidades públicas del orden nacional y territorial y ante las organizaciones privadas, en los temas concernientes a la juventud. El establecimiento y consolidación de redes de participación juvenil, pues el fomento del asociacionismo juvenil permite acrecentar la dinámica social y cultural de la juventud, contribuir a desarrollar identidades juveniles y a mejorar los procesos de comunicación y relación entre los jóvenes y entre éstos y los demás grupos de la sociedad, amén de constituir espacios fundamentales para la formación solidaria, activa, crítica y comprometida de los jóvenes. La creación y fortalecimiento de casas de juventud, como espacios de encuentro y expresión de los jóvenes, en los que tengan posibilidades de generar actividades comunitarias, culturales, científicas, deportivas y recreativas, entre otras, que les 6 permita potenciar sus intereses, manifestar su creatividad, afianzar su identidad y aportar al desarrollo de su comunidad. Las casas de juventud constituyen espacios reales y efectivos para el crecimiento personal, grupal y social de los jóvenes y posibilidades ciertas para el desenvolvimiento de la vida juvenil. 3. La responsabilidad de entenderse a sí mismo y de construirse como un ser humano capaz de entender al otro, generando a partir de allí un desarrollo humano sostenible. Esta es quizá la más compleja de todas, porque es precisamente en la juventud en la que se producen las transiciones y cambios más significativos para la vida adulta, sin embargo la comprensión de sí mismo hace parte de esa transición. La conjugación de estos tres factores permiten al joven ser realmente protagónico de su desarrollo y del desarrollo de su localidad. Esto lo están haciendo en nuestras localidades, cientos de jóvenes, pero lo más importante está en que manejando estos elementos definan un norte para ello y sean concientes de la construcción de un proyecto de vida no solo individual sino también colectivo. Ahora bien ¿qué hace el Estado para contribuir a que el joven actúe responsablemente frente a su entorno? El Programa Presidencial Colombia Joven ha venido desarrollando iniciativas desde varias instancias orientadas a la articulación e incremento de la capacidad de acceso a bienes y servicios de la población joven desde los diferentes sectores del país, lo cual ha variado de acuerdo a las posibilidades de ejecución de proyectos especiales que han contribuido desde el año 2000 a fomentar y hacer visibles estos servicios. Desde el año 2004 se evidenció la necesidad de iniciar la construcción de procesos articulados, que en congruencia con el enfoque y los ejes estratégicos de la política de juventud, pudieran dar cuenta de las acciones del Estado encaminadas al cumplimiento de metas contenidas en el Plan de Desarrollo 2002 – 2006 “Hacia un Estado 7 Comunitario”, donde las instituciones pudieran contribuir desde una orientación poblacional al desarrollo de programas tanto de promoción como de prevención. Es importante conocer puntualmente estrategias que en el momento de plantearse se consideraron de alto impacto y beneficio social, teniendo como resultado el efecto contrario para el país y los objetivos propuestos del Gobierno de turno, tal como la Tarjeta Joven - DECRETO 3107 DE 1997 – la cual fue reglamentada por el artículo 50 de la Ley 375 de 1997, se determina la forma de operación del programa tarjeta joven. Si bien estas iniciativas son respuesta al aumento de la población joven en Colombia, significa que tendremos un periodo de 40 años donde la juventud será la población que ocupe el lugar privilegiado que por su peso demográfico ocupo la niñez. El Área de Proyección Social que el Programa Presidencial Colombia Joven, a partir de octubre 01 de 2005 desarrolla una visión estratégica de articulación institucional para el desarrollo social, por su importancia en la validez de la acción, donde los procesos y programas en prevención orientados a la población joven cobrarán gran relevancia sobretodo en las poblaciones jóvenes que actualmente necesitan herramientas para fortalecer su tejido social y construir comunidad. Cada una de las líneas de trabajo estratégico que contiene el área, busca desde acciones preventivas, articular y promover espacios que proyecten la juventud más que beneficiarios, como actores que contribuyen a dinamizar su desarrollo social. Objetivo Promover y desarrollar articulación interinstitucional a través de alianzas entre diferentes entidades y sectores para el apoyo a programas y acciones de promoción, prevención y ejecución de oferta de bienes y servicios a la población joven como proceso de implementación de la Política de Juventud en el eje estratégico No. 2. Líneas estratégicas del área El área de proyección social prioriza el Contribuir al posicionamiento de la población joven en la agenda nacional, con actividades de alto impacto. 8 Brigadas de Salud a la población Joven vulnerable. Eventos de 2019. Campañas Educativas en acciones de cultura ciudadana. Posicionamiento del día Nacional de la Juventud. Articulación y alianzas interinstitucionales en Prevención de Patologías Sociales. Voluntariado Juvenil a la Prevención de las Patologías Sociales: Coordinar el proyecto internacional de políticas de prevención de violencia juvenil. (OPS-GTZ). Articular procesos de Prevención en Embarazo Precoz. Coordinar Proyecto de Prevención en consumo de sustancias psicoactivas (CICAD). Articulación Interinstitucional para Prevención de Patologías Sociales: Comisión Nacional para la reducción de la demanda y el consumo de drogas psicoactivas. Mesa de proyectos de Naciones Unidas en Montes de Maria. Articular Procesos de Recreación y Deporte para Jóvenes. Apoyo Social al Proceso de Seguridad Democrática. Asistencia técnica a programas de población desplazada, desmovilizada y desvinculada. Apoyo institucional a las FFMM. Participación Ciudadana. Control Social Juvenil a los SITM de las 7 ciudades del País. Pereira, Calí, Medellín, Cartagena, Barranquilla, Bucaramanga y Bogotá D.C. 9