SOMOS-GOBIERNO - Presidencia de la República del Ecuador

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INTERVENCIÓN PRESIDENCIAL EN EL EVENTO
SOMOS GOBIERNOS PARROQUIALES
Montecristi, junio 25 de 2015
Gracias, queridos amigos… (Gritos de “Reelección” de los
asistentes). Reelección de Bolívar Armijos como presidente
de
CONAGOPARE.
Ustedes
pueden
tener
la
certeza,
queridos compañeros, que en lo personal lo que menos me
interesa es la reelección. Sí estaremos donde la historia nos
exija para que a este proceso, que ya es leyenda, nada ni
nadie lo pueda parar, peor la burguesía, peor la rebelión de
los pelucones que creen que la Patria empieza y termina en
sus barrios exclusivos, que ni se dan cuenta del cambio de
la Patria. Preguntan “¿dónde está el dinero?” que lo hemos
“despilfarrado” y ni se han enterado del aumento del
presupuesto, por ejemplo, de las juntas parroquiales,
porque no salen de sus barrios amurallados, porque sus
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mujeres no paren en hospitales públicos, porque sus hijos
no van a escuelas fiscales, no estudian en Universidades del
Estado y ni siquiera visitan Ciudad Alfaro o las maravillosas
playas de Manabí. Se van seguramente a Miami y no saben
de la transformación profunda que tiene el país. ¡Pero
ustedes sí! ¡Ustedes son el Ecuador profundo, verdadero, el
Ecuador de las grandes mayorías! ¡No saben cuánto ánimo
me dan! Claro que han sido días duros: ver la prepotencia,
la violencia, la agresividad, la mentira, los insultos, la
manipulación, la impúdica complicidad de la prensa para
atacar al gobierno de la Revolución Ciudadana… ¡Deben
estar atentas aquellas élites que quieren volvernos al
pasado! ¡No jueguen con la inmensa mayoría del pueblo
ecuatoriano,
inmensa
mayoría
callada
pero
presente,
calmada pero alerta, paciente pero jamás cobarde, que
saldrá a las calles a defender su Revolución, a defender lo
logrado! ¡El pasado, nunca más, compatriotas!
Muchas
gracias
parroquiales,
campesinos,
por
rurales,
esos
estar
el
aquí.
campo
indígenas,
Nuestras
ecuatoriano,
montubios,
cholos,
juntas
esos
esos
pescadores… Estas no son concentraciones que cuestan
millones de dólares y que huelen a Channel. Flor de un día.
Aquí están los herederos de Alfaro, las Montoneras que
harán trincheras en cada rincón de la Patria si la burguesía
se atreve a atentar contra el Gobierno de los pobres, el
Gobierno de nuestra Revolución Ciudadana. ¡Aquí está la
multitud que huele a sudor sagrado por el trabajo honrado,
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que huele a tierra labrada, que huele a agua de lluvia, que
huele a pescado, a mariscos frescos, fruto del trabajo
digno! ¡Aquí está la inmensa mayoría que no brilla, pero
alumbra,
que anónimamente sostiene
día a día con
esfuerzo, con cariño, con entrega, con patriotismo, esta,
nuestra Revolución Ciudadana, compatriotas!
Un inmenso abrazo a todos las hermanas y hermanos
presentes, a los miembros de la Mesa Directiva, a nuestros
queridos compañeros de CONAGOPARE, de las juntas
parroquiales rurales, a nuestros ministros de Estado, a
nuestras
autoridades,
gobernadores,
asambleístas,
prefectos, alcaldes, Dios les pague por estar aquí para
demostrarles a la prensa, al Ecuador, al mundo que por
más ruido que hagan los de luto, que tendrán que llevar
luto eterno, porque el pasado no volverá, ¡somos mayoría,
somos más, muchísimos más!
En esta tarde, con esta brisa, esta reunión no solo me
huele
a
pueblo
profundo,
a
pueblo
rural,
a
pueblo
trabajador, a pueblo desheredado. ¡Aquí estamos los que
trabajamos, no los que heredamos! ¡Aquí me huele a
Alfaro, esta tierra es alfarista! Hoy día celebramos 173 años
del natalicio del más grande ecuatoriano de todos los
tiempos, don Eloy Alfaro Delgado, aquel que luchó por un
país más justo, por un Estado laico, por la educación
pública, por incorporar a la mujer al sistema laboral, aquel
que realizó la gran infraestructura pública que unió a la
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Patria. Aprendan de la historia, sobre todo ustedes,
queridos jóvenes: a Alfaro le decían lo mismo que le dicen
hoy a la Revolución Ciudadana. Cuando construyó el
ferrocarril, que permitió unir Sierra y Costa, la mayor obra
de infraestructura de la historia de la Patria que nos
permitió conocernos, consolidarnos como Nación decían
que, como tuvo que financiarlo con bonos, que estaba
sobre endeudando al país. ¿Les suena conocido? Que se
estaba robando la plata, que era una obra faraónica. Le
llegaron a decir que ese ferrocarril era un elefante blanco.
¡Prohibido olvidar, compañeros!
Richard, el
Alcalde
de Montecristi
decía que
cuando
mataron al Viejo Luchador, Montecristi era la capital de
Manabí e impidieron que Montecristi se convirtiera en una
gran ciudad y es una deuda que tenemos. Respeto mucho
su criterio, Richard, pero no lo comparto. La grandeza de
una ciudad no se mide por su tamaño, se mide por los
grandes hombres que ha dado al mundo y Montecristi nos
dio al más grande ecuatoriano de todos los tiempos, y nos
sigue dando extraordinarios artesanos con esos muebles de
mimbre, con esos sombreros de paja toquilla, orgullo
nacional, Patrimonio de la Humanidad. En todo caso si
hubiéramos tenido una deuda, la cumplimos y con creces,
porque en la historia contemporánea Montecristi también
está en el centro, en un lugar privilegiado, con estas
instalaciones que se construyeron en apenas cuatro meses,
como es característico de la Revolución Ciudadana: hacer
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las cosas extraordinariamente bien y extraordinariamente
rápido. Aquí se puso fin a la larga y triste noche neoliberal
que nos destrozó como sociedad. ¿Cómo le pusimos fin?
¡Con la Asamblea Constituyente y con la maravillosa,
nueva, hermosa Constitución socialista del Siglo XXI,
Constitución de nuestra Revolución Ciudadana! Aquí se
siente a Alfaro en cada rincón, en cada brisa. Aquí está el
mausoleo del Viejo Luchador. Él en vida expresó su deseo
de ser enterrado en Guayaquil, que siempre fue bastión del
liberalismo, del radicalismo, porque en realidad Alfaro era
dirigente del Partido Radical más que del Partido Liberal.
Sus restos reposaban en un mausoleo en el Cementerio
General
de
Guayaquil,
olvidado,
botado,
bloqueado.
Inicialmente tenía una entrada especial, pero taparon esa
entrada al mausoleo por avaricia, para optimizar espacios,
sacar más réditos, haciendo tumbas por todos lados,
cuerpos de bóvedas y cayó en el olvido. Con el permiso de
los descendientes de Alfaro, tomamos parte de sus cenizas
y las transportamos aquí, a esta tierra santa, a este lugar
sagrado, Montecristi, la cuna del Viejo Luchador, y hoy
pueden contar con ese maravilloso Mausoleo.
Cada vez que entro al Mausoleo de Eloy Alfaro aquí en
Montecristi me estremezco. Cuando necesito un poco de
inspiración, sabiduría, iluminación si quieren, me quedo un
momento a solas en ese Mausoleo, y por supuesto se siente
la presencia del Viejo Luchador, se siente liberalismo, se
siente Revolución, se siente decisión, convicción. Como el
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Viejo Luchador incorporó a los indígenas a sus huestes, a
sus ejércitos, en forma despectiva la oligarquía en aquel
entonces lo llamaba el indio Alfaro. Como se pasó 30 años
luchando y perdiendo hasta que la victoria se dio aquel 5 de
junio de 1895 y se lo proclamó Jefe Supremo precisamente
en Guayaquil, se lo llamaba el General de las Mil Derrotas.
Y más allá de su victoria definitiva, esa es la mayor
herencia –ahora que se habla tanto de herencias-, el mayor
legado que nos pudo dejar el Viejo Luchador: la constancia,
el sacrificio sin límites, el luchar –sin importar el costo- por
sus ideales, y es con ese ejemplo que continuamos con
nuestra Revolución Ciudadana. ¡Que no le quepa a nadie la
menor
duda
de
que
es
una
Revolución
Alfarista,
compañeros!
La Patria vive días difíciles. Se los advertí hace más de un
año. Los grupos más retardatarios de derecha y de
izquierda –porque hay gente que se llama de izquierda pero
es más conservadora que la derecha, los que se oponen a
todo permanentemente, eso es conservadurismo-, los que
no querían cambiar absolutamente nada, nos quieren
volver al pasado, conspiran contra el gobierno legítimo de
la Revolución Ciudadana. ¡No quieren que lleguemos a las
elecciones de 2017 porque saben que serán derrotados
nuevamente, compañeros! Estos días hemos tenido una
arremetida feroz con apoyo nacional e internacional, si no
vean todos los artículos tratando de desestabilizar la
economía ecuatoriana. El pretexto fueron dos leyes buenas,
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justas para las grandes mayorías, para una sociedad más
equitativa presentadas por el Gobierno Nacional. Ese fue el
pretexto, ya tenían preparada la estrategia de golpe
blando, uno de cuyos componentes es la movilización
permanente. Si quieren revisen mis intervenciones, el
Informe a la Nación o enlaces sabatinos de hace más de un
año –antes siquiera de pensar en las leyes de Herencia y
Plusvalía- cuando ya les advertía de aquello. Ese fue el
pretexto, pero retiramos temporalmente el pretexto para la
violencia, para la agresividad de los de luto, y luto eterno,
porque el pasado no volverá, así que continúen con su luto
porque nosotros nos vamos a vestir con la tricolor, con los
colores de la vida, con los colores de la alegría, con los
colores de la esperanza.
Esas leyes fueron el pretexto para esas movilizaciones
permanentes, para su agresividad, para su violencia, y
aprovecharon que el Presidente no se encontraba en el
país. Fue un ataque concertado, lleno de manipulación, de
desinformación con sus medios de comunicación, con sus
redes sociales. Por eso tomé la decisión, para evitar
incidentes, violencia, para evitar agresiones, de retirar
temporalmente esos proyectos de ley e invitamos a un gran
y amplio debate nacional, que siempre lo hemos tenido.
Somos gente de dialogo, si no pregúntenle a las Juntas
Parroquiales y sobre la base de ese diálogo permanente
¡cuánto hemos avanzado! Hoy las Juntas Parroquiales, en la
nueva Constitución, constan como Gobiernos Autónomos
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Descentralizados. Hoy su presupuesto se ha multiplicado
por más de diez veces. Hoy son socios accionistas del
Banco del Estado. Tenemos una serie de proyectos con
ellos, gracias a ellos, por ellos. Acabamos de romper el
récord mundial de reforestación, eso es logro de nuestro
Ministerio de Ambiente y de nuestras Juntas Parroquiales.
¡Alcanzamos cosas que parecían sueños, compañeros!
¡Somos un gobierno de permanente diálogo! ¿Pero qué es
lo
que
molesta
a
la
oligarquía,
a
los
medios
de
comunicación mercantilistas? Que ya no son comensales de
Palacio:
el
Presidente
come
con
nuestras
Juntas
Parroquiales, con nuestros cholos, con nuestros montubios,
con nuestros pescadores, con nuestros indígenas, con los
tricicleros,
con
los
recicladores,
con
las
trabajadoras
sexuales, con todo nuestro pueblo, ya no solo con unos
cuantos, y eso no le perdonan al Gobierno popular, al
Gobierno del pueblo, al Gobierno de nuestra Revolución
Ciudadana.
Siempre hemos estado abiertos al dialogo, pero hemos
hecho un llamado al dialogo nacional con fines concretos,
con
metodología
establecida,
para
que
sea
institucionalizada la participación. Y este dialogo no es
sobre las nuevas leyes, no nos equivoquemos, es una
expresión de un problema más de fondo: la inequidad, la
insultante injusticia que existe todavía en nuestro país.
Hemos avanzado muchísimo, somos de los países que más
reducimos desigualdad en América Latina, pero todavía es
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poco porque esa América Latina es el continente más
desigual del planeta. ¡Fíjense qué paradoja: pronto nos
visitará el Papa Francisco, América Latina es el continente
más cristiano del mundo, pero el más desigual y los que
más se van a dar golpes en el pecho son los que nos hablan
de que ellos trabajan solo para sus hijos, que los hijos de
los demás no importan! ¡Creen que sólo el que puede dejar
algo
a sus hijos quiere
a la familia!
Ustedes,
que
probablemente se romperán el lomo toda la vida trabajando
y solo les podrán dar a sus hijos una herencia de ejemplo,
de dignidad, de esfuerzo, entonces no quieren a su familia
porque no van a dejar una herencia material. ¡Ya basta,
basta de tanta indignidad, basta de tanto insulto, basta de
tanta manipulación!
¡Nos decimos el continente más cristiano del planeta y
somos el más desigual! El símbolo más recurrente del
Evangelio es compartir el pan y hay gente que desperdicia
el pan y ni ese pan que desperdicia quiere compartirlo con
los
más
hambrientos
de
la
sociedad.
¡Ya
basta,
compatriotas! Esas leyes que hemos presentado existen en
muchas partes del mundo, y mucho más intensas, mucho
más fuertes, incluso más innecesarias, porque son pueblos
que tienen mayores niveles de equidad que los que tiene el
Ecuador, y a nadie se le ha ocurrido decir tonterías como
que por eso en Japón, en Corea del Sur, en Francia, en
Estados Unidos, no se quiere a la familia porque las
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herencias tienen que pagar impuestos. ¡Ya basta de tanto
insulto!
Dijimos que la Ley de Herencias iba a afectar a menos del
2% de la población. ¡Ellos mintieron, dijeron que iba a
afectar a los pobres, a la clase media! Yo he respondido
que si me demuestran que perjudica a los pobres, a esa
clase media, inmediata y definitivamente retiraré los
proyectos de ley. ¡No lo han hecho, no lo podrán hacer
porque mintieron! No los están defendiendo a ustedes, no
están defendiendo a los pobres, no están defendiendo a la
clase media ni a las grandes mayorías. ¡Están defendiendo,
como
siempre,
sus
bolsillos,
su
patrimonio,
su
concentración de poder, de generación en generación para
seguirnos dominando! ¿Cómo se puede llamar democracia
un país donde menos del 2% de las familias tiene más del
90% de las grandes empresas? ¿Cómo se puede llamar
democracia un país donde un banquero, en tiempos en que
el salario básico era menos de trescientos dólares, ganaba
70 mil dólares mensuales? ¡En dos meses ganaba lo que
ustedes en toda una vida de trabajo! ¿Meritocracia, más
inteligente, más trabajador que nosotros? No, compañeros,
pura aristocracia, pura argolla, pura exclusión y eso tiene
que terminar. ¡Todos tenemos derecho, todos trabajamos,
todos somos capaces, no solo unos cuantos! Ese banquero
que hoy juega de político y cae en niveles de ridiculez en su
obsesión por comprar la presidencia de la república, el año
pasado por rendimientos, sin trabajar, rendimientos de lo
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acumulado, obtuvo 15 millones de dólares, ¡15 millones de
dólares! ¿Saben lo que es eso? 41 mil dólares día de
ganancia, lo que ustedes ganan en diez años de trabajo él
lo ganaba en un solo día. ¡Cómo moral, éticamente, se
puede justificar una barbaridad así! Toda acumulación
excesiva de riqueza es injusta, es inmoral. Lo dice el papa
Francisco. No es que estemos contra los ricos, estamos a
favor de los pobres, estamos a favor de la justicia y esa
intolerable opulencia al lado de la extrema pobreza que aún
hay en nuestro país son balas cotidianas contra la dignidad
humana, son injusticias que claman al cielo, es un pecado
social de nuestro país y de la Patria Grande. ¿O es que
acaso ustedes no trabajan, o es que acaso ustedes no son
capaces, o es que acaso ustedes no quieren a sus hijos, a
sus familias?
¿Pero, cuándo ustedes van a ganar 70 mil dólares
mensuales?, ¿cuándo ustedes van a obtener 41 mil dólares
diarios, que es lo que obtienen ahora en 10 años de
trabajo? ¡Que no me vengan con cuentos, eso no es
meritocracia, eso no es democracia, eso es una sociedad
que produce y reproduce desigualdades desde la cuna!
Cuando unos nacen en la más indignante opulencia con
sobra de todo y otros nacen en la más indignante pobreza,
con carencia de todo, y eso es intolerable, y eso es lo que
busca cambiar nuestra Revolución, compañeros. Hemos
abierto el diálogo más amplio para todas las personas de
buena
voluntad.
¡Con
los
violentos,
con
los
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desestabilizadores nos veremos en las urnas en el 2017!
¡No yo, la Revolución Ciudadana!
Compañeros, también hago un llamado a un pacto ético. En
el país se miente demasiado. Hay demasiada politiquería,
demasiada
irresponsabilidad.
Les
propongo
–ojalá
lo
impulse CONAGOPARE, nuestros campesinos, las Juntas
Parroquiales rurales-, les propongo un pacto ético: político
que miente, político que se va a su casa. Y vamos a ver en
este gran dialogo nacional quién dijo la verdad y quién le
mintió al pueblo ecuatoriano.
Tan solo menos del 2% alguna vez en su vida pagará el
impuesto a la herencia, pero ese menos del 2% -con sus
medios de comunicación, con sus pasquines, con sus
radios, con sus canales, con sus redes sociales, con su
poder económico, con sus vehículos de lujo-, manipuló,
confundieron a las grandes mayorías. ¿Por qué creen que
luchan por el archivo definitivo de las leyes? Porque saben
que con el tiempo sabrá la verdad el pueblo ecuatoriano y
se evidenciarán sus mentiras. ¡Hagamos ese pacto ético:
político que miente,
político
que
se
va a su casa,
compañeros!
Al 98% de los ecuatorianos la Ley de Herencias ni le va ni
le viene porque nunca va a recibir una herencia o si la
recibe será tan pequeña que no pagará impuestos. Algunos
pierden la proporción de las cosas porque viven en medio
de la más grande opulencia. Que la fracción exenta es muy
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pequeña: solo cien salarios básicos: 35.400 dólares, porque
el salario básico está en 354 dólares. ¡Compañeros, cien
salarios básicos de un obrero son más de ocho años de
trabajo de ese obrero! Y cuidado nos engañen: 35.400
paga cero. 35.401 paga 2.5, pero sobre ese uno. ¡Así nos
engañaron! Lo que pagaría sería 25 centavos en una
herencia de ese monto. Y así sucesivamente. Si fuera de
35.402 dólares, los dos últimos dólares pagarían 2.5: es
decir 50 centavos. Eso es lo que se llama la tasa marginal y
nos hicieron creer que la tasa marginal era la tasa
completa, para todo. ¡Y así nos engañan! Tengan la certeza
de que no somos muy mushpas (tontos, quichuismo
coloquial). Sabemos de esto. Y tengan también sobre todo
la certeza de que estamos con ustedes, no con los
pelucones, compañeros. Esto afecta al 2% más rico de la
población. ¡No se me dejen engañar!
Ese fue uno de los pretextos. Y decían que era por fines
recaudatorios.
inteligencia!
necesitáramos
¡Cómo
¡Sería
juegan,
un
ingreso,
cómo
ignorante
como
insultan
en
quieren
nuestra
economía
hacer
creer,
si
y
aplicáramos un impuesto a las herencias! ¡Sería totalmente
ineficiente! El problema de la caída de los precios del
petróleo es un tema coyuntural. El problema de la
injusticia, de la desigualdad social es estructural, de largo
plazo y eso es lo que buscan solucionar leyes como la de la
redistribución de la riqueza.
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Y la otra ley, la de Plusvalía, ni siquiera es para los ricos, ni
para los pobres, ni para la clase media: es para los
especuladores. Es para aquellos que tuvieron la suerte de
que una importante inversión pública quintuplicó de la
noche a la mañana el precio de un terreno. Con esa ley
compañeros, nos hicieron creer que si ustedes tenían una
casita de 100.000 dólares, la vendían a 200.000 dólares y
sobre esa ganancia, se cobraba el 75% de impuesto. ¡Eso
es una brutalidad! ¡Pónganse bravos! ¡Nos creen idiotas!
¡Es mentira! Nuevamente, confíen en su Presidente, que no
es muy tonto y es economista. Sabemos lo que hacemos.
Esa ley está muy bien diseñada, tan solo para gravar las
ganancias
extraordinarias.
Si
tienen
un
terrenito
de
100.000 dólares y lo venden después de diez años,
digamos a 216.000 dólares, ¿saben cuánto pagarían de
impuesto si estuviera en vigencia la nueva Ley? Cero. ¿Por
qué? Porque se contabiliza la ganancia ordinaria: ¿Cuánto
le hubiera producido esa plata en el banco? Hubiera ganado
7,6% anual, en 10 años esos 100.000 dólares se volvieron
208.000 dólares. Y no solo eso: luego de ese ajuste hay 24
salarios
básicos
exentos,
otros
8.000
dólares
aproximadamente. Si venden a 216.000 dólares, lo que
compraron a 100.000 dólares, pagan cero, menos de lo que
pagarían actualmente. ¿Cuándo empiezan a pagar? Ya en la
ganancia adicional, no justificada.
Pero, si venden a 220.000 su terrenito, hay que restarle los
216.000 de ganancia ordinaria. Solo quedan cuatro mil y
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sobre eso se calcula el impuesto, no sobre los 220.000 o los
120.000 de diferencia entre valor original y valor final como
inmoralmente nos hicieron creer. 75% sobre 4.000 son
2.800
dólares,
por
un
bien
de
220.000
dólares,
aproximadamente el 1% de impuesto. Es menor que la
plusvalía actual. ¡No se me dejen comer al cuento!
¿Quiénes van a pagar ese impuesto? Aquel que sabía,
porque es pana del Alcalde, que la carretera iba a pasar por
ahí, le compró al campesino el terreno a 100.000 dólares,
construyeron la carretera y en seis meses vendió ese
terreno a 500.000 dólares. Ese especuló, estafó –con uso
de información privilegiada- al campesino, porque si sabía
que el precio del terreno iba a subir en los siguientes
meses, lo justo era pagarle el precio que era correcto al
dueño original y no especular. Ese sí va a tener que pagar
bastante impuesto. ¡Bien hechito, compañeros!
Nos dicen que esos impuestos son porque despilfarramos la
plata del petróleo, que estamos desesperados. ¡Ojalá no
recaudemos ni un centavo de impuesto a la plusvalía,
porque eso significaría que se acabó la especulación en el
país, y eso es lo que buscamos, compañeros, que acabe la
especulación para beneficio de toda nuestra sociedad!
Pero les insisto, compas queridos, ese era el pretexto. La
realidad es que hay una conspiración en marcha. Hemos
abierto el diálogo más amplio, pero para el problema de
fondo, una muestra palpable, una expresión de ese
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problema son las leyes presentadas, pero el problema de
fondo es la intolerable inequidad, la injusticia que hay en el
país, donde algunos nacen teniéndolo todo y otros nacen
sin nada.
¡Y algunos nos dicen que trabajan para sus hijos! ¿Quién de
ustedes no trabaja para sus hijos? Pero, por el amor de
Dios, si tienen demasiado, que se acuerden también de los
hijos de los demás, que se acuerden de los trabajadores
que muchas veces explotaron con tercerización, con falta
de afiliación al IESS, que se acuerden del agricultor a quien
compraban sus productos a precio de miseria, a ese
pescador que se rompió el lomo toda su vida y que no pudo
heredarle a su hijo algo que no fuera el ejemplo de trabajo,
de sacrificio, de honestidad. ¿Quién no trabaja por sus
hijos? ¡Pero ya basta de ejemplos tan tontos, de pretextos
tan irrelevantes! Cuando tienen demasiado, por supuesto
que hay que distribuir para tener una sociedad más justa y
esto lo hacen todos los países del mundo. Pero aquí,
nuestra burguesía, como gato panza arriba, con uñas, con
dientes se defiende para no redistribuir en absoluto la
riqueza, por su avaricia, por su codicia y por eso todavía
vivimos en el continente más desigual del planeta.
Les decía que este sólo es el pretexto. La realidad es que
ya nos tenían preparado el golpe blando hace muchos
meses, quizás años. Se los dije: lo mismo está pasando en
Venezuela, en Brasil, en Argentina, en Bolivia. Deslegitimar
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al
gobierno
comunicación,
con
sus
pasquines,
movilización
sus
medios
permanente,
de
generar
incidentes, hasta lograr la ruptura institucional.
¡A estar muy atentos, compañeros! ¡Que no jueguen con
nuestra paciencia! ¡Que no confundan prudencia con
cobardía! ¡Si llegan a poner en riesgo nuestra Revolución,
millones de ecuatorianos estarán en cada rincón de la
Patria defendiendo este proceso que ya es leyenda, este
proceso lleno de alfarismo, nuestra Revolución Ciudadana!
¡Querido General de hombres libres, nos enorgullece tener
tus mismos enemigos! Revisen lo que decía la prensa en
ese entonces, la burguesía al Viejo luchador, ellos fueron
los que indujeron a la hoguera bárbara, la bárbara hoguera,
el más cruel asesinato político de la historia del país. Si a
nosotros nos ocurriera aquello, nos inmortalizarían como
Alfaro, con la diferencia que nosotros no lo mereceríamos.
Jamás hemos buscado ser héroes o mártires, pero sí
estamos dispuestos a entregar nuestra vida por esta
Revolución, por esta Patria mejor, por esta Patria justa, por
esta Patria de todas y de todos. ¡No somos nosotros, las
grandes mayorías, los que tenemos que temer algo! ¡Son
los que están de luto y con nuestra decisión, tendrán que
guardar luto eterno porque el pasado no volverá!
¡Esta revolución no la detiene nada ni nadie! ¡Con la espada
vencedora
del
General
Alfaro,
del
Viejo
Luchador,
venceremos nuevamente! ¡Nada podrán contra millones de
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almas, millones de voluntades, contra nuestra Revolución
Ciudadana!
¡Que viva Montecristi!
¡Que viva Manabí!
¡Que viva Alfaro!
¡Que viva la Patria Nueva!
¡Que viva la Patria Grande!
¡Que viva nuestra Revolución Ciudadana!
¡Y hasta la victoria siempre, compatriotas!
Rafael Correa Delgado
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA
DEL ECUADOR