Elaboración papel

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EL CAMINO HACIA LA RECUPERACION
El camino del papel comienza cuando los camiones de recolección entregan las revistas y catálogos a las
instalaciones de procesamiento de materiales. Además de la eliminación de la tinta, el papel debe atravesar
una serie de pasos para eliminar otros contaminantes (cualquier cosa, desde cera y grapas, hasta unidades de
control remoto de TV perdidas). En la planta de procesamiento, las revistas viajan en un montacarga hasta una
estera rodante, que las lleva a través de un áres elevada de clasificación. Allí, a ambos lados de la línea, los
trabajadores extraen los contaminantes obvios, como bolsas de plástico.
La estera mueve las revistas hasta un embalador, un compactador grande cuyo pisón o dos pisones crean un
bulto apretado antes de amarrarlo con alambre. De forma alterna, algunas plantas canalizan esas revistas
dentro de fuertes cajas llamadas balas (o fardos).
Las balas viajan por camión o autoriel a la sección del destintado. El transporte de revistas viejas ha tomado
de sorpresa a las plantas acostumbradas a trabajar con diarios viejos.
Debido a que el papel recubierto de las revistas es resbaloso, tiende a deslizarse y soltarse de los alambres de
embalaje. En una planta nueva de quitar la tinta, los obreros abren las puertas de los autorieles y encuentran
que las revistas están volando por todo el lugar. Los fardos se han desintegrado en el viaje. Con la experiencia,
los procesadores evitan el desprendimiento, rasgando o desmenuzando las revistas para formar bordes
irregulares.
Pulpa por fricción
Al llegar las revistas a la planta de eliminar la tinta, pasan a través de una cortadora de alambres, en donde las
hojas se deslizan por debajo del alambre de embalaje, lo cortan y liberan las revistas dentro de una estera
rodante. Antes de que las revistas se muevan hacia arriba de la estera y hacia el proceso de reducirlas a pulpa,
los trabajadores buscan cualquier contaminante visible que haya quedado, que haya pasado anteriormente
otros puntos de revisión.
La máquina de pulpa actúa como una mezcladora gigante de una cocina, al revolver el papel con agua, hasta
que se forma una fina pulpa similar a la avena. Allí también pueden ser mezclados productos químicos
cáusticos, haciendo que las fibras se expandan, la tinta estalle y se libere, lista para ser eliminada después.
Aunque las aspas como las de una mezcladora en la base de la máquina mezclan la pulpa con eficiencia,
tienen sus incovenientes. La acción mecánica puede romper los contaminantes y partículas de tinta en piezas
más pequeñas, haciéndolas más difíciles de entresacar. Y la acción cortante tiende a desgarrar las fibras de
papel, que se asemejan a hebras con pelos adheridos. Los pelos ayudan a que la fibra se cierre entre sí para
formar el papel. Y las fibras más largas le brindan fortaleza al papel, evitando que se desgarre a medida que se
seca o corre por la prensa de impresión. Para que la fibra se preserve intacta, algunas plantas están empleando
máquinas de pulpa que baten el papel con tamboras rotatorias.
Muchas plantas emplean esteras dobles para llevar el material reciclable hasta la máquina de pulpa, por lo
tanto ampliando las opciones disponibles para manejar y mezclar el papel recobrado. Por ejemplo,
conjuntamente con las revistas, los diarios viejos pueden ser enviados a la máquina de pulpa en proporciones
controladas. O las esteras pueden ir a máquinas de pulpa diferentes que funcionan en paralelo.
El papel blanco
De la máquina de pulpa, el líquido (la pulpa es aproximadamente un 95% de agua) pasa a través de una serie
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de pasos de purificación. El orden y el número de estos pasos depende de lo limpia que se debe volver la
pulpa para el producto final. Por ejemplo, el interior de una caja de cereal, no necesita ser blanco. En
contraste, el papel de prensa requiere una pulpa limpia. La mayor parte de los molinos consideran la secuencia
de esos procesos de limpieza como un secreto privado.
La eliminación de la tinta, desde luego, fue el paso con el que tropezaron quienes reciclan papel brilloso (hasta
la reciente introducción del proceso de destintar por flotación). Explicando de manera simple, el proceso hace
que la tinta salga y flote sobre burbujas. Dentro del tanque de flotación para destintar, unas boquillas inyectan
aire dentro de la pulpa, soltando burbujas que se elevan hasta la parte superior. a medida que ascienden, las
burbujas recogen tinta de las fibras, formando una espuma gris en la superficie.
El proceso de flotación es muy similar al de las burbujas que son formadas cuando se lava la loza, la ropa o se
toma un baño de burbujas, dice Sandra Foley − gerente del molino Lock Haven de la International Paper, en
Pennsylvania. Como el jabón, la arcilla que recubre el papel brilloso fortalece las burbujas, de manera que
salen a la superficie sin explotar y sin dejar caer partículas de tinta de nuevo sobre las fibras. En algunos
tanques, las burbujas cargadas de tinta flotan separadas de la pulpa. En otras, brazos de vacío a escala
industrial barren la espuma. Los molinos pueden repetir el proceso de flotación varias veces, aclarando la
pulpa a medida que la tinta es removida. La propia espuma a veces es reprocesada, para salvar tanta fibra
como sea posible.
Problema pegajoso
Aunque la flotación se encarga de la tinta y de la arcilla, diferentes procesos eliminan otros contaminantes,
como los adhesivos, los insertos que no son de papel y las grapas de alambre. El material plástico, los
adhesivos y los productos derretidos son típicos de las revistas y catálogos. Conocidos colectivamente como
los pegados, son difíciles de capturar y eliminar (y pueden hacer estragos en las máquinas, en especial en
prensas de impresión). Para purgar la pulpa de esos otros contaminantes, las plantas usan limpiadores
centrífugos para separar la fibra de materiales que son más ligeros o más pesados. La limpieza hacia delante
rechaza cosas como grapas, polvo y arena, que aumentan el peso de la fibra. La limpieza inversa hace que
giren hacia fuera las substancias más ligeras, como el plástico y la cera. Una limpieza de flujo a través
combina ambos procesos.
Adicionalmente, el molino pasa la pulpa a presión a través de tamices: superficies perforadas con agujeros o
ranuras. El tamaño y la forma de esas perforaciones y el espaciamiento entre ellas son elegidos en base al
largo de la fibra y la cantidad de agua en la pulpa. Las plantas hacen todo lo posible por evitar el enmarañar
los tamices con fibra y bloquear el flujo.
Los agujeros redondos tienden a capturar los materiales planos y escamosos, y los desperdicios delgados,
como alambres y pelos. Las ranuras, por otra parte, son más efectivas para eliminar los desperdicios
abultados, como los fragmentos de plásticos y la s bolas de tinta dispersas.
El papel final
Después que la pulpa de las revistas ha sido limpiada escrupulosamente, es llevada por tubería hasta el paso
final: la máquina de papel. Si esta máquina estuviera en otra planta, entonces la pulpa es secada en esterillas
ásperas que son apiladas y atadas para el embarque. Una vez que la pulpa llega a la localización remota, se le
añade agua para llevarla a la consistencia correcta.
Llevada en un tamiz de malla, entonces la pulpa corre a través de la máquina de papel a velocidades de hasta
80,5 km/h (50 mph). A través de una serie de etapas de drenaje, la pulpa es convertida en papel, emergiendo al
extremo de la máquina para ser enrollado en enormes rollos. Posteriormente, es cortado a su tamaño.
Actualmente, los molinos de E.U.A. usan la flotación para eliminar la tinta de las revistas y catálogos viejos
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para hacer nuevos productos de papel: papel de prensa, papel de copia y toallas de papel. Entre ellas están la
Manistique Paper, de Michigan (en el Oeste Medio), y Jefferson Smurfit, de Oregon (en la costa Oeste). Más
nuevos en la escena, están los molinos Bowater de Tennessee, y Champion International de Texas, que están
recuperando las revistas sureñas. Las compañías canadienses, con planta para eliminar la tinta que están
esparcidas a todo lo largo de la frontera, usan revistas recopiladas mayormente en los E.U.A.
A medida que esos y otros molinos compiten por revistas viejas, las comunidades se benefician porque los
problemas de disponer de la basura disminuyen. En más de 15 estados se han aprobado legislaciones que
requieren que los impresores de diarios usen fibra reciclada. La cantidad del contenido reciclado en el papel
de prensa se espera que alcance un promedio del 40% para finales de esta década. Gracias a la eliminación de
la tinta por flotación, las noticias de mañana estarán en las revistas de ayer.
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