Soberanía de los Recursos Naturales

Anuncio
Soberanía de los Recursos Naturales. El Caso del Cobre.
Juan Meneses:
Soy el Presidente del Sindicato Sewell y Minas N° 8 de El Teniente, de trabajadores de
producción al interior de la mina subterránea más grande del mundo. Con una producción de
380 mil toneladas de cobre fino, El Teniente es la segunda más importante a nivel nacional.
El cobre es uno de los cuatro productos que concentran más del 50% de las exportaciones
del país. Además del cobre, nuestra región exporta cerca de 60 millones de cajas de fruta
fresca. Sin embargo, tenemos un contingente muy numeroso de trabajadores temporeros,
que sólo tienen trabajo durante unos pocos meses al año, con sueldos miserables que no
pasan de los 200 dólares. Lo mismo pasa en el mineral, donde siete mil obreros de la minería
trabajan en empresas contratistas, también por sueldos miserables. Es decir, en una región
con riquezas tan enormes, se da la paradoja de que miles de trabajadores viven en la
extrema pobreza.
En el año 1991 la minería tenía 98 mil trabajadores, los que se redujeron a 73 mil en el año
2000, es decir, se perdieron 25.000 puestos de trabajo, sin considerar los últimos tres años.
Lo absurdo es que la producción de cobre se ha triplicado en el mismo lapso. Más absurdo
todavía es que son las empresas transnacionales privadas las que encabezan esta
producción, las cuales se instalaron en nuestro país durante la dictadura y comenzaron la
explotación de los yacimientos durante los gobiernos de la Concertación. A partir de 1996,
superaron claramente la producción de las minas del Estado.
Más absurdo aún es el aporte al Fisco de la explotación minera. La sobreoferta de cobre a
nivel mundial obedece al aumento de la producción chilena, que se ha triplicado en la última
década, lo que explica que el precio del cobre sea el más bajo desde 1936. De hecho, al año
1991 la tonelada de cobre valía 2 mil 388 dólares bajando a mil 577 dólares, es decir, un
73%. El resultado final es que el Fisco recibe menos plata y no cumple con las necesidades
básicas de nuestra sociedad como la salud, la educación, la vivienda, gasto social.
Si en el año 1991, el aporte de CODELCO y ENAMI era del 10.4% de todos los ingresos
fiscales, en el año 2001 sólo entregó un 2.4%.
En el año 1989 la producción de cobre de CODELCO era de mil 582 millones de toneladas y
aportaba al Fisco mil 961 millones de dólares. En ese mismo año, la empresa privada
producía 205 millones de toneladas. En el año 1999 se produjeron siete mil 370 millones de
toneladas. CODELCO aportó mil 578 millones, cuatro millones menos que en el año anterior,
mientras que la minería privada aportó dos mil 791 millones de toneladas.
¿Qué posibilidades hay de que este gobierno resuelva los grandes problemas sociales?
Por dar sólo un ejemplo, las cifras oficiales indican un 20% de cesantía en Santiago y más
del 9% a nivel nacional.
Francamente esto es inaceptable, y sin embargo, en octubre de este año, subió el IVA, o sea,
las pérdidas las tienen que asumir los más pobres.
De otro lado, la ley orgánica constitucional de concesiones mineras y el código de minería,
leyes que se dictaron en la dictadura, permitieron en la práctica la entrega indefinida del
mineral, del patrimonio público a empresas trasnacionales.
Existen dos formas para que las empresas mineras paguen por el uso de recursos naturales
que extraen del país. Una es el impuesto general a las utilidades tributarias y la segunda
forma es el royalty. La primera forma aparece como muy ineficaz debido a las dificultades de
fiscalización de las empresas, en términos de la revisión de balances contables. En el caso
de Chile, el sistema como un todo tiende a permitir legalmente que estas empresas tributen
.
1
mínimamente o que no lo hagan. En relación al royalty, éste existe en casi todos los países
mineros del mundo con tasas diferentes y de aplicación variada. Lo que nosotros
pretendemos en Chile es que las empresas mineras extranjeras paguen un royalty por lo
menos de un 10%, porque CODELCO paga eso en beneficio de las FFAA para comprar
armas.
Chile es un país subdesarrollado, pequeño, pero muy rico en minerales. Debemos recuperar
para el país la capacidad de desarrollar una política minera real sobre la base de los
intereses nacionales. No podemos permitir que el gobierno de Lagos, tal como en la
dictadura, siga renunciando a tener el control de nuestras riquezas.
Necesitamos un cambio radical en cuanto a la política minera: Necesitamos que el conjunto
de la sociedad tome conciencia de la importancia de que nuestros recursos naturales se
pongan a disposición del Estado y así resolver problemas sociales que tanto nos afectan.
Los trabajadores somos muy afectados por la precarización del trabajo, la tercerización, el
subempleo. Los subcontratos han duplicado a los trabajadores contratados. Imagínense que
hoy tenemos trabajadores que ganan 120 mil pesos y están 14 horas fuera de su casa, en
condiciones muy precarias, tanto en seguridad social como en el monto de sus sueldos, lo
que está generando una serie de movilizaciones. En EE.UU., con tantas empresas
contratistas, ya habría cerrado el 40% de las empresas normales.
Nosotros pensamos que este es un problema de país. Como dijo el compañero Salvador
Allende “el cobre es el sueldo de Chile”.
Hoy muchos jóvenes no tienen posibilidad de entrar a la universidad, tenemos problemas de
acceso a la salud, a la vivienda, pero nos damos el lujo de tener más del 60 % del cobre en
manos extranjeras, cobre que no se funde, que no se refina y no se elabora, y que se lo
están llevando en forma de concentrado, como paraíso tributario.
Por esto, creemos que es fundamental la renacionalización del cobre, partiendo por aplicar
el impuesto que corresponda a las transnacionales, y hacerlas fundir en Chile.
Lamentablemente, muy pocos dirigentes sindicales del cobre todavía estamos en esta
posición patriótica. La mayoría de la dirigencia sindical está detrás de las administraciones
de turno, las que están hablando de proyecto común, cuando no puede haber un proyecto
común entre patrón y empleado. Este proyecto común, en vez de traer beneficio al país, está
trayendo inversiones vía Plan de Expansión, que evidentemente es necesario, pero también
tiene que haber inversión del Estado. Pero resulta que hay una gran cuota de corrupción. En
estos planes figuran una serie de palos blancos de los mismos ejecutivos. El semanario El
Siglo publicó años dos hojas completas sobre el señor Noemí, y todas las empresas
relacionadas con CODELCO que él tenía. Esto no ha terminado. Villarzú el otro día asumía
que él tenía empresas al interior de CODELCO.
Al Proyecto Común no le ha ido bien, incluso con la tecnología que han comprado. Hay
máquinas carísimas que están desarmadas porque no tienen repuestos. El daño al país es
enorme. Lamentablemente no tenemos prensa, no tenemos los espacios diarios para hacer
estas denuncias. Además, ellos nos amenazan con querellas, con enviarnos a los Tribunales.
Pero estamos disponibles para recorrer el país y explicar estas cosas y cooperar con los
profesionales que se atrevan a hacer estas denuncias.
Orlando Caputo:
Voy a plantear un complemento a la exposición de Juan Meneses, que como dirigente
sindical vincula los intereses de los trabajadores con los recursos naturales.
El punto central es que Allende y la Unidad Popular se jugaron por nacionalizar las riquezas
básicas del país, particularmente el cobre.
.
2
A la hora del balance, hay coincidencia en que las medidas más importantes del programa de
la UP fueron la nacionalización del cobre, la reforma agraria y la formación del área social.
Debido al control de la mente humana, la gran mayoría en Chile piensa que el cobre es
chileno, y no es de extrañar que hace un tiempo en la Casa Central de la Universidad de
Chile un gran letrero decía Gracias Cobre Nuestro, para celebrar un año más de la
nacionalización. La verdad es que el cobre fue nacionalizado durante el período de Allende,
como culminación de un proceso iniciado por un movimiento popular muy potente, lo cual
significó que el Estado controló casi el 100% de la producción, como pasó también en los
años 80 con CODELCO. Pero ahora, nuevamente las empresas extranjeras detentan la
mayoría de la producción de cobre.
Quiero destacar la importancia de los productos naturales. Uno piensa permanentemente
que en el capitalismo lo más importante es la relación capital/trabajo, como de hecho lo es.
Pero la economía es mucho más que eso, pues incluye el trabajo y los recursos naturales.
En la actualidad hay un dominio del capital sobre el trabajo humano a nivel universal y un
intento del capital por apropiarse de los recursos naturales, y eso es o ha sido así desde
siempre. En algunos momentos toman fuerza los movimientos sociales que reivindican el
patrimonio para explotar los recursos naturales. Este problema no es levantado con la fuerza
suficiente por las diferentes organizaciones incluyendo las de izquierda, elemento que debe
ser rescatado. He revisado una obra de Eduardo Novoa Monreal, un asesor de Allende para
la nacionalización del cobre. Creo que su libro La batalla por el Cobre, debe ser reeditado.
De sus muchos documentos quisiera destacar uno, de las Naciones Unidas del año 1992:
“Teniendo presente lo dispuesto en su resolución (…) esperando que se respete el derecho
inalienable de todo Estado a disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales
considerando que cualquiera medida debe basarse en el reconocimiento del derecho
inalienable de todo Estado a disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales en
relación a sus intereses nacionales respeto a la independencia económica de los Estados”.
Año 1961, ONU: “El libre ejercicio en provecho de los pueblos sobre sus recursos naturales
debe fomentarse mediante el mutuo respeto de los Estados basados en su igualdad
soberana.”
Agrega: “La violación de los pueblos soberanos sobre sus riquezas y recursos naturales es
contraria al espíritu y a los principios de la cooperación internacional y la preservación de la
paz
.
El mensaje del presidente Allende al enviar el proyecto de nacionalización del cobre dice:
“(…) por eso, el programa de gobierno que ofreció la UP planteaba como medida
indispensable y de urgencia, para garantizar nuestra independencia económica y nuestra
plena soberanía, la recuperación de nuestras riquezas básicas a través de la nacionalización
del cobre, hierro y salitre”.
En ese documento se decía que el proceso de transformaciones de nuestra economía se
inicia con una política destinada a construir un área Estatal, dominante, formada por las
empresas que se expropien. Como primera medida se nacionalizarán aquellas riquezas
básicas. Allende en este documento también decía:
“La falta de información del país respecto al verdadero significado económico y social que ha
tenido para nuestra patria la explotación de nuestras riquezas básicas por empresas
extranjeras alcanza niveles increíbles, todo el mundo está desinformado”, y más adelante,
señalaba: “la inversión norteamericana en el cobre significó un aporte de capital muy
.
3
pequeño, sólo 3,5 millones de dólares. Todo el resto ha salido de la misma operación de las
empresas en Chile. Estas empresas norteamericanas que controlaban las principales
empresas chilenas de cobre, se han llevado lo que equivale a un país completo”.
Allende veía en eso la raíz de nuestro subdesarrollo, por eso tenemos un débil crecimiento
industrial y bajos salarios, por eso tenemos miseria y atraso, y por eso el cobre tiene que ser
rescatado. Luego, Allende entrega una serie de elementos para sostener que la
nacionalización de las riquezas básicas debe ser materia de la Constitución Política del
Estado:
“Al presentar al Congreso esta reforma constitucional, estamos afirmando que no estamos
dispuestos a tolerar más esta situación y que de ahora en adelante, en nuestra propia carta
fundamental quedará establecida nuestra decisión de que la riqueza chilena sea de los
chilenos y para los chilenos, que basados en ella construirán una nueva vida y una nueva
sociedad”. Y agrega:
“La importancia que para la existencia libre y soberana del país tiene esta nacionalización,
exige que ella sea solemnizada con la adopción de una decisión al más alto nivel jurídico
concebible, aquel nivel que es el propio soberano, el pueblo actuando como poder
constituyente quien expresa su voluntad. Así queremos enfatizar, poner de relieve en los
planos nacionales e internacionales, que tenemos clara conciencia de lo que nacionalización
significa –y subrayo yo aquí- y si el nacimiento de Chile a la independencia política –agrego
yo 1810, independencia política- esta marcado en una carta fundamental -dice Allendecreemos indispensable que el nacimiento de Chile a la independencia sea también
registrado en la constitución.”
¿Qué es lo que ha pasado?. Esta idea central ha sido cambiada por una simple Ley, a la
que se le ha dado un rango de Ley constitucional, hecha en la dictadura a espaldas del
pueblo, y no por abogados especialistas, sino que por dos economistas neoliberales, Büchi y
Piñera. Es increíble como esta idea central del rango constitucional es transformado por un
simple contubernio, después concretado por los gobiernos de la Concertación.
Allende tiene una serie de cosas importantes en este documento. Habla sobre los intereses
contrapuestos, sobre la inversión extranjera y Chile, y todo eso sirve para discutir la situación
actual. Dice Allende:
“A Chile le convienen precios altos para sus materias primas, a los monopolios le convienen
precios bajos para abaratar los costos de sus fábricas elaboradoras”. ¿Qué nos ha dicho
Juan Meneses?. Que la propia sobreproducción de cobre elaborada por empresas
extranjeras ha provocado una baja en el precio del cobre, que en los últimos cinco o seis
años son sólo comparables con los precios de la crisis de los años treinta. Prosigue Allende:
“A Chile le conviene una mayor elaboración para el país, para integrar a la economía
nacional, para, lograr mayor integración, más procesos industriales, más salarios, más
tributación, más compra en el país”.
Eso es lo que pensaba Allende: a los monopolios no les interesa industrializar en Chile.
¿Qué ha pasado? Que con el aumento de la producción, incrementada en 200%, la
producción de ahora es tres veces de la del inicio de los años 90.
En la época de Allende la producción de cobre era de 600 mil toneladas y ahora estamos en
cerca de cinco millones. Con ese crecimiento, que está en manos extranjeras, la mayor parte
de esa producción es sólo concentrado de cobre, y en ese sentido se ha dado una involución,
porque todos los gobiernos, incluyendo a los de derecha, antes promovían la noción de que
el cobre se refine en Chile, exportarlo por lo menos como 100% cobre puro, e incluso,
manufacturar parte del cobre en Chile. Pero, como dice Allende, a las empresas extranjeras
.
4
no les conviene agregar valor en Chile, les conviene llevarse el cobre de la forma más bruta
posible para fundirlo afuera.
También Juan Meneses ha dicho cuánto pierde el país por no fundir y refinar el cobre aquí.
Después dice Allende: “A nosotros nos interesa cuidar nuestra reserva y sacar el máximo
provecho de ella a medida que lo necesitemos”.
A las empresas extranjeras les interesa llevarse afuera la mayor cantidad de cobre posible, al
precio más bajo y en el menor tiempo posible, y eso ha sucedido ahora y entonces.
Hay vasta información disponible, incluyendo varios libros sobre el cobre. Vengo en
representación del Comando Nacional por la Defensa de la Industria del Cobre y, Allende
también en este documento planteaba que “es necesario estudiar, plantear, profundizar,
movilizar, crear”. Él dice que sólo fue posible la nacionalización del cobre cuando el pueblo
chileno en su gran mayoría tomó conciencia de ello y se hicieron esas grandes
movilizaciones.
Cuando los trabajadores chilenos superen la relación directa de luchar por sus intereses, sus
sueldos y salarios y mejores condiciones de trabajo, cuando tengan conciencia de que el
país es de todos los chilenos y, en particular de los trabajadores, que son los que crean la
riqueza, y de que los recursos naturales son de todo el pueblo, recién en ese momento se
van a dar las condiciones, como dice Allende, desde el tiempo y de la historia, para poder
recuperar de nuevo el cobre para Chile. Por eso yo creo que una de las tareas
fundamentales es crear organización en todos los lugares y en las organizaciones incorporar
este tema como un tema central. El cobre es chileno y debe ser explotado en beneficio del
pueblo chileno.
Julián Alcayaga:
El 11 de julio celebramos los 32 años de la nacionalización del cobre. En estos 32 años, las
empresas que antecedieron a CODELCO, y ésta misma, creada como una sola empresa el
año 1976, le han entregado al Estado alrededor de 30.000 millones de dólares. Eso es más
que todo el impuesto a la renta de primera categoría que han pagado todas las empresas
privadas que han existido y que aún existen en Chile, incluyendo AFP, Isapres, bancos,
compañías de seguros, empresas mineras, etc. Ese es el aporte que ha hecho la
nacionalización del cobre al país. Entonces, además de hablar del gran rol histórico, político y
social de Allende, también debemos tomar en cuenta que el principal hecho económico de
nuestra historia, el mejor negocio de Chile en toda su existencia, es la nacionalización del
cobre.
Paradójicamente, el gobierno militar duró tanto tiempo gracias a la nacionalización del cobre.
El investigador y profesor de la Universidad de Chile, Patricio Meller, hizo una investigación y
calculó que la Junta Militar tuvo 18 mil millones de dólares más de los que hubiera tenido si
no se hubiera nacionalizado el cobre. Es un tremendo acierto económico y lo debemos tomar
en cuenta cuando nos hablan del gran aporte de la empresa privada.
Quiero hacer una comparación de lo que pasó en el tiempo de la dictadura.
Durante los años 80, todas las empresas existentes en Chile, privadas y estatales, pagaron
alrededor de dos mil 600 millones de dólares en impuesto a la renta de primera categoría.
CODELCO durante los años 80 aportó al Estado nueve mil millones de dólares, es decir, tres
veces más que todas las empresas que existían en Chile. Si la economía chilena ha
funcionado, incluso durante la dictadura, es porque había empresas del Estado y sobre todo
porque había una empresa del Estado como CODELCO.
Cuando el compañero Allende envió el mensaje presidencial para nacionalizar la gran
minería del cobre, decía que Chile en ese tiempo tenía las mayores reservas del mundo, de
.
5
93 millones de toneladas. En la actualidad CODELCO tiene 140 millones de toneladas de
reservas. Con sus recursos alcanza a los 200 millones de toneladas. ¿Qué significa esto?
El precio del cobre hoy está a 81 centavos de dólar la libra y una tonelada tiene dos mil 204
libras. O sea, los 200 millones de toneladas de reservas de CODELCO equivalen a 440 mil
millones de dólares, Y como los costos de CODELCO son de 60 centavos, las utilidades que
pueden aportar esas reservas de CODELCO ascienden a más de 200 mil millones de dólares.
Y cuando hablan de privatizar CODELCO nos dicen que lo podemos vender en 10 mil
millones de dólares. Miren el negocito que quieren hacer estos ladrones y sinvergüenzas.
Nos dicen, si vendemos CODELCO en 10.000 millones de dólares y los ponemos en un
banco extranjero que nos de 6%, estaremos obteniendo 600 0 700 millones de dólares sin
mover un dedo, más que lo que esta aportando actualmente. Es más provechoso tener 600
millones de dólares hoy en vez de 350 millones, que es lo que dio el año pasado. Pero se
olvidan de que si el cobre sube a un dólar, CODELCO le puede aportar al país mil 400
millones de dólares, y si vale 1,5 dólar, le puede aportar al país tres mil millones de dólares.
¿Por qué lo quieren privatizar? Porque si el cobre está en las manos de las trasnacionales,
de esas cuatro o cinco que dominan el cobre a nivel mundial, evidentemente el cobre ya no
costará 70 ó 80 centavos la libra, sino subirá a uno o dos dólares. Lo que debiera ser nuestro
se lo van a llevar ellos. Hoy CODELCO ya no es el sueldo de Chile. El año 2000 aportó
alrededor de 400 millones de dólares al país. Antes de la nacionalización el cobre aportaba
más de 400 millones de dólares actuales, cuando se producían 500.000 toneladas de cobre.
Hoy producimos casi cinco millones y el cobre aporta menos de lo que hace 30 años.
CODELCO vale 400 mil millones de dólares en sus reservas, con utilidades netas de 200 mil
millones de dólares, y lo quieren vender en 10 mil millones de dólares. Debemos decir ¡No!.
CODELCO es el mejor negocio que ha hecho Chile en toda su historia, y eso no puede
volver atrás. Además, las empresas trasnacionales en Chile tienen alrededor de 150 millones
de toneladas más de cobre. Entonces, ustedes pueden sacar la cuenta la cantidad de dinero
que tenemos en nuestra tierra.
Chile ocupa apenas el 0,5% del territorio del planeta, pero tiene entre el 40 y el 50% de las
reservas mundiales de cobre. Esa riqueza increíble no existe en ningún país del mundo, por
grande que sea. Después del petróleo, el cobre es la materia prima con el mayor valor
estratégico que existe en el mundo en la actualidad, y aún podríamos decir que tendrá en el
futuro una mayor importancia que el petróleo, porque es indispensable para la electricidad.
Sin cobre no se puede distribuir electricidad. Es cierto que el aluminio reemplaza al cobre en
el transporte de electricidad de alta tensión ínter ciudades. Pero aquí, al interior de este
edificio, en las calles, en los aparatos eléctricos, en los automóviles, el cobre no puede ser
reemplazado por ningún otro material para la distribución de electricidad.
El artículo 3° transitorio de la constitución de 1980 dejó establecido que la gran minería del
cobre y las empresas consideradas como tal, que fueron nacionalizadas por la disposición
décimo séptima, la que introdujo la Ley de la nacionalización en el año 1971, sigue
rigiéndose por la constitución de 1925, es decir, la Ley de la nacionalización del cobre que
hizo el compañero Allende está vigente hoy. Nosotros podemos nacionalizar cualquier
empresa de la gran minería, porque está en la constitución.
Lo que necesitamos es un presidente que sea lo suficientemente inteligente y valiente como
para hacerlo. Nada más que eso, aunque no lo hemos tenido desde que murió el compañero
Allende. Es cierto que en 1981 se cambió la Ley Minera para torcerle la nariz a la
Constitución. El año 1980, cuando ya era conocida públicamente la Constitución y se estaba
pidiendo votar en el plebiscito, viajó a Chile el presidente de la multinacional EXXON, en ese
tiempo la mayor multinacional del mundo.
.
6
Vino a exigirle a Pinochet que cambiara la Constitución en lo referente a la propiedad minera,
a la concesión minera, porque Allende introdujo a la constitución una frase que dice “El
Estado tiene el dominio absoluto inalienable, indestructible de todas las minas”. Esa es una
ley muy antigua, que viene del tiempo de la colonia española del siglo XIV, que siempre
estuvo en la Ley de minería, pero que aquí obtuvo rango constitucional. La Ley 18.097, que
estableció la concesión plena, dice en uno de sus artículos que si se expropia una
pertenencia minera, el Estado tiene que pagar hasta la última libra de cobre que hay en la
pertenencia, mientras que en la Constitución, en la disposición décimo séptima de la Ley de
nacionalización de 1971, se establece que no habrá ningún tipo de indemnización por las
concesiones mineras, porque si el Estado es el dueño de las concesiones mineras y le
entrega solamente en concesión para explotarlas, mal puede pagar por recuperar lo que le
pertenece. Entonces, en la Constitución está establecido que no se paga por la
nacionalización, sino sólo por las construcciones, por las plantas.
La Junta Militar no cambió absolutamente nada, yendo en eso mucho más lejos porque
reintrodujo en la constitución una resolución que dice que “el concesionario minero para
poder conservar su concesión está obligado a satisfacer el interés público”, es decir, que
para poder seguir trabajando, debe pagar prácticamente un royalty. Esto está en la
Constitución y por eso viajó el presidente de EXXON a Chile, para que Pinochet lo cambiara.
Pero Pinochet no lo podía hacer, porque la Constitución ya era pública. Entonces, ¿qué hizo
Pinochet?. Nombró a dos economistas para cambiar la Ley Minera y evitar que reflejara lo
establecido en la Constitución. Pero eso no quiere decir que sean leyes válidas porque son
leyes inconstitucionales, que los propios Tribunales de Justicia chilenos pueden declarar
como tales. Es una Ley Minera que la Concertación iba a cambiar cuando llegara al poder, o
al menos eso decía su primer programa, pero el “lobby” del cobre, que comenzó con el viaje
del presidente de EXXON, a Chile, cambió el fusil de hombro y en vez de tratar de ganarse a
la gente que estaba en la dictadura militar, empezó a ganarse a la gente que estaba en
oposición al gobierno militar, porque ellos creían que si llegaba la oposición al poder podían
hacer desaparecer esas leyes y todo quedar en nada.
La firma del Tratado de libre Comercio con Estados Unidos complicará aún más las cosas,
pues, una vez que se esté operando, no vamos a poder nacionalizar el cobre, ni tampoco
vamos a poder imponer un royalty. Aquí tengo el artículo 10 y 9 del TLC que dice
“Expropiaciones e indemnización”, y de acuerdo a eso ni siquiera se puede establecer
tributos diferentes porque puede ser considerado como expropiatorio. El TLC con EE.UU. es
una traición a la patria que no conoce el pueblo chileno. En rigor, no lo conocieron ni los
parlamentarios. Ellos sólo levantaron la mano, porque la orden era votar a favor.
.
7
Descargar