El Venado de las Pampas

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El venado de las pampas (Ozotoceros bezoarticus)Â se distribuÃ−a originariamente en los pastizales abiertos
(pampas) del este de Sudamérica, abarcando el centro y sudoeste de Brasil, el sudoeste de Bolivia,
Paraguay, Uruguay y el norte y centro de Argentina hasta el rÃ−o Negro o el rÃ−o Chubut por el sur (Jackson
y Langguth, 1993).
   De las tres subespecies reconocidas: O. Bezoarticus bezoarticus, O. b. Leucogaster y O. b. Celer
(Cabrera, 1943). La subespecie celer ha sido considerada como la más rara y la más elegante de los ciervos
sudamericanos (Holloway, 1975). En su distribución original esta subespecie abarcaba toda la región
pampeana de la Argentina, pero,   en la actualidad, se encuentra restringida en la bahÃ−a de
Samborombón (provincia de Bs. As) y en la zona de pastizales con isletas de chañar en el centro-sur de la
provincia de San Luis. Esta subespecie es endémica de esta región biogeográfica y es el único de
nuestros cérvidos asociados directamente a los ambientes del pastizal.
   El ecosistema pampeano ocupaba originariamente una superficie de 500.000 Km. en el área
centro-oriental de Argentina. A partir de la segunda mitad del siglo XIX comienza un proceso de
transformación y fragmentación creciente de este ambiente debido al avance de la frontera agrÃ−cola y la
intensificación de la actividad ganadera. En los últimos años, la mayor rentabilidad de la agricultura sobre
la ganaderÃ−a ha incrementado aún más la transformación y el reemplazo del pastizal pampeano, que
junto a la selva misionera han pasado a constituir los dos ecosistemas mas amenazados de la Argentina
(Dinerstein et al. 1995).
   La Provincia de San Luis no ha quedado a salvo de este proceso y de los 2.000.000 de habitantes
originales del pastizal pampeano (Anderson et al. 1970), tal caso fue en 1988, donde la mitad presentaba una
moderación degradada y el resto habÃ−a sido transformada por la agricultura o mostraba una fuerte
degradación por sobrepastoreo. En la actualidad quedan solamente pequeños relictos de pastizal en buen
estado de conservación, concentrados en su mayor parte en la zona central de la provincia (Anderson 1988).
   La retracción geográfica del pastizal ha sido acompañada por una disminución de las
poblaciones de venado de las pampas, las cuales subsistentes actualmente en pequeños grupos aislados. Esta
disminución de las poblaciones no solo se debió a la transformación de su hábitat natural, sino
también a la caza que históricamente fue sometida esta especie y, posiblemente, a la competencia porÂ
forraje con el ganado domestico (Jackson y Giullieti, 1988) y a la transmisión de enfermedades infecciosas
como la aftosa (Jungius, 1976).
   En la provincia de San Luis el venado tiene un profundo sentido emblemático, ya que está presente
en el escudo provincial y se piensa dio nombre a la antigua designación de la capital, San Luis de La Punta
de los Venados...
   Si bien toda la especie se considera actualmente en peligro de extinción, la subespecie pampeana es
sin duda la mas seriamente amenazada. Ya en 1943, Cabrera, hace referencia a la situación crÃ−0tica del
venado de las pampas y a la urgente necesidad de desarrollar planes de conservación (Cabrera, 1943). En
1978, a través del decreto Nº 3860, se prohÃ−be en la Provincia de San Luis la caza y/o captura del
Venado de las Pampas, la modificación de su hábitat, el acosamiento, persecución, tenencia, tránsito y/o
comercialización de sus despojos y/o elementos elaborados con estos. En 1987, se sancionó la ley 4778/87
que declara al venado de las pampas como interés público provincial. En 1993, el Gobierno de la
Provincia y la Administración de Parques Nacionales generan un documento de avance donde se menciona
la existencia de un proyecto de creación de un área protegida para los pastizales pampeanos y el venado de
las pampas. Se menciona, además, la urgente necesidad de realizar una evaluación de la situación actual
del Venado de las Pampas en la provincia, con el objeto de determinar la localización ideal del área a
proteger (Munafo et al 1993).    En 1994 se realiza en INTA.- San Luis el primer taller
interinstitucional para la conservación del Venado de las Pampas y el pastizal pampeano de esta provincia.
En 1996, la Administración de Parques Nacionales firma el convenio del préstamo Nº TF22918 - AR,
para la conservación de la biodiversidad, con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento. Este
proyecto comprende la creación de nuevas áreas protegidas donde el pastizal pampeano y el venado de las
pampas figuran con la máxima prioridad.
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Un consumidor primario con pocos competidores naturales: El venado pampeano se alimenta
preferentemente con brotes y renuevos de plantas herbáceas como el trébol blanco, el pasto miel, el
trébol amarillo, la cola de zorro, la pata de perdiz y la grama alargada. En la zona de Tuyú tiene
preferencia por el apio cimarrón, aunque no desdeña el pasto salado, el pasto miel el trébol y
ocasionalmente las hojas y frutos del tala. En San Luis, se le agregan hojas tiernas de roseta y olivillo.
  Los que se encuentran en cautiverio en los zoológicos aceptan la misma dieta que otros cérvidos:
manzanas, paras, bananas naranjas, zanahorias crudas, lechuga, repollo, maÃ−z quebrado, avena arrollada,
heno y rama de árboles de hojas caducas.
   En la pradera no eran muchos los competidores naturales del venado, pero la introducción del
ganado doméstico (caballar, vacuno y ovino) modificó esta situación. Además, el venado tiende a evitar
los sitios en que existe el ganado doméstico.
   Por otro lado, no depende de la presencia de agua para subsistir, parece que la toma de los propios
alimentos o de los fuertes rocÃ−os. En Tuyú subsisten sin problemas pese a la ausencia de agua dulce y en
San Luis la toman de los bebederos instalados para el ganado vacuno a pesar de la existencia de aguadas
naturales.
El hombre y otros depredadores: El puma y el yaguareté han sido los principales reguladores de la
población de ciervos de las pampas. El zorro gris solo resulta peligroso para sus crÃ−as.
   QuerandÃ−es, puelches y mocovÃ−es, entre otros grupos aborÃ−genes, cazaron a las hembras en
menor medida que a los machos, ya que su carne tiene un fuerte sabor, para alimento y también para
utilizar su piel, sin poner asÃ− en peligro la supervivencia de la especie. Además de competidores, el
colonizador introdujo otros depredadores: el chancho y el perro que, salvajes, atacan a los cervatillos.
    Pero el colonizador mismo se transformó en depredador directo del venado, ya sea para utilizarlo
como alimento, para extraer las “piedras bezoares” (cálculos digestivos de supuestas propiedades curativas),
ya sea para comerciar su cuero o por deporte.
De señor del pastizal a refugiado en reservas: Antes de que la colonización y la explotación
desmedida prácticamente extinguieran al venado, sus manadas pastaban por el centro y suroeste del Brasil,
el sureste de Bolivia, Paraguay, Uruguay y la Argentina septentrional y central hasta el rÃ−o Negro. La
subespecie Ozotoceros bezoarticus bezoarticus es tÃ−picamente brasileña, mientras que O.b.leucogaster
penetra ya en el Chaco y se ha registrado también en Corrientes, Entre RÃ−os y sur de Misiones, aunque
parece haberse extinguido en la Argentina. Ob. celer, por su parte, la subespecie pampeana, cubrÃ−a desde el
litoral atlántico hasta el sureste de Mendoza y desde el centro-sur de San Luis, Córdoba y Santa Fe hasta el
rÃ−o Negro: prácticamente toda el área pampeana y, marginalmente zonas de Mendoza, Neuquén y
RÃ−o Negro.
   De esta extensÃ−sima área de dispersión, el ciervo de las pampas se halla hoy arrinconado en dos
relictos principales: uno en la bahÃ−a Samborombóm y otro en el centro de la provincia de San Luis,
además de un tercero en vÃ−as de desaparición en punta Médanos y un núcleo poblacional artificial en
el partido de Chascomús. Dentro de la amplÃ−sima zona original el venado habitaba ambientes llanos,
abiertos, con pastos y sin vegetación arbórea o con escasa isletas de árboles. Hoy, salvo en el caso del
núcleo existente en la clausura de La Corona, adonde los animales fueron trasladados desde los campos
adyacentes a la bahÃ−a de Samborombón, las demás poblaciones relictuales ocupan tierras marginales para
la agricultura: zonas bajas y pantanosas en Samborombón y terrenos arenosos en San Luis.
Reconocimiento y comunicación: Los venados pueden transmitir señales sonoras y visuales para
comunicar la presencia de un peligro a los integrantes de la manada. Un notable aspecto de su
comportamiento es el “Sistema de alarma” que se establece entre venados y ñandúes. Los primeros poseen
un agudo olfato mientras que los otros pueden ver las diferencias considerables; asÃ− el resultante de su
acción conjunta es la mutua advertencia sobre la presencia del peligro.
 El macho despide un fuerte olor acentuado en la época de celo; este es producido por una glándula
interdigital ubicada entre las dos pezuñas de sus patas traseras y parece desempeñar una función social al
contribuir a mantener la cohesión de la manada atrayendo a las hembras.
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  Las glándulas nasales servirÃ−an para el reconocimiento individual al tocarse los venados con el
hocico. Las glándulas preorbitales servirÃ−an para el demarcado del territorio y las tarsales tendrÃ−an
importancia en la excitación sexual y en momentos de irritación y alarma.
La época de brama: Según observaciones, habrÃ−a una época de brama que va de febrero a mayo;Â
donde la mayorÃ−a de los nacimientos se producen entre octubre y noviembre (Las hembras preñadas, se
separan de su grupo para dar a luz a un cervato luego de un periodo de gestación de aproximadamente 7
meses. La crÃ−a permanece escondida en el pasto bajo la atenta vigilancia de su madre por algunas semanas,
luego de lo cual vuelven al grupo). Mientras las hembras gestan, dan a luz y crÃ−an a los cervatillos, los
machos viven el perÃ−odo de prebrama, en donde ocurren cambios fisiológicos importantes como la
caÃ−da de las cornamentas prontamente reemplazadas por otras, recubiertas al principio por un tegumento.
Este se cae en febrero dejando a la vista las cornamentas limpias y lisas, e indica el inicio del perÃ−odo de
brama. Los machos entonces inician la lucha entre sÃ−, hasta que surja un vencedor ( En la época de
brama(cuyo pico seria de febrero a mayo) los machos “luchan “ entre sÃ−, marcan sus territorios y procuran
aparearse con las hembras. Las luchas se realizan apoyando las astas y empujando al adversario hasta
obligarlo a retroceder. El contrincante que es forzado a retroceder varias veces, es el perdedor, abandonando
la “lucha” y alejándose del lugar). Los machos y las hembras no forman parejas estables. A veces también
hay lucha entre las hembras y de éstas con los machos. Luego del perÃ−odo de brama, las hembras se
retraen a su territorio hasta que en octubre nacen los cervatillos, de pelaje entre amarillo rojizo y marrón
grisáceo, con hileras de manchas blancas. Los machos retornan a su vida grupal y las hembras se dedican a
las crÃ−as (Pasada la época de apareamiento el macho “voltea” las cuernas, sigue un breve periodo de
reposo luego del cual estas crecen nuevamente, completándose su desarrollo poco antes del periodo de
brama).
Cuidados maternales
   La gama es una madre atenta durante las primeras semanas de vida del cervatillo, la crÃ−a permanece
escondida en el pastizal y la madre vigila, sólo se acerca para alimentarla y no descubrir su presencia ante la
existencia del peligro. Las manchas del ciervo desaparecen a los tres meses y a los siete el pelo largo
juvenil, que es reemplazado por el corto del adulto. En diciembre aproximadamente, las crÃ−as abandonan
sus refugios y comienzan a pastorear. Las primeras cuernas de los jóvenes tienen una sola punta y luego va
aumentado el número. Es frecuente observar juegos de retozo entre madre e hijo. La protección de la crÃ−a
presenta un curioso comportamiento por parte de la madre. Ante la presencia de un predador esta se aleja
lentamente del lugar donde se halla oculto su hijo, tratando de atraer hacia si al peligro. Esto podrÃ−a
parecer una actitud altruista poco eficaz ya que el cervatillo por sus propios medios no lograrÃ−a sobrevivir;
pero la agilidad y velocidad de la gama de la gama adulta le permite ponerse rápidamente del alcance de su
perseguidor y a la vez lo aleja de la crÃ−a. Superada la amenaza, la madre vuelve a criar a su prole.
Ficha Técnica
Nombre
Vulgar
Venado de las pampas, ciervo de las
pampas, venado campero, venado
pampeano, venado (macho)Â y gama
(hembra), etc.
CientÃ−fico
Ozotoceros bezoarticus
Â
Clase
Ubicación
Taxonómica
Mammalia
Subclase
Infraclase
Orden
Theria
Eutheria
Ariodactyla
3
Ruminantia
Cervoidea
Cervidae
Odocoileinae
Odoccoileini
Ozotoceros
Ozotoceros bezoarticus
Ozotoceros bezoarticus celer
Ozotoceros bezoarticus
Subespecie
leucogaster
Ozotoceros bezoarticus
bezoarticus
Según el orden y suborden biológico: Artiodáctilo significa en griego par de dedos: tienen dos dedos
especialmente desarrollados, el tercero y el cuarto. Son ungulados, es decir que poseen pezuñas. Son
hervÃ−boros y masticadores. Muchos de ellos son rumiantes.
El suborden de los rumiantes
   Tienen su estómago dividido en tres o cuatro compartimientos: la panza (rumen), el bonete o
redecilla (reticulum), el libro (omasum) y el cuájar (obmasum) equivalente al estómago de otros
mamÃ−feros. En muchas especies existen cuernos, simples o complejos, al menos en los machos.
    El suborden incluye, entre otras especies, a las jirafas, los bóvidos (vacas cabras, ovejas), los
camélidos (camellos, guanacos, etc.) y los cérvidos.
Suborden
Superfamilia
Familia
Subfamilia
Tribu
Género
Especie
Según la familia y la subfamilia: La superfamilia de los cervoideos consta de una sola familia, la de los
cérvidos. En la mayorÃ−a de los casos, los machos presentan en el cráneo cuernos simples o
complejos, aunque predominan las cornamentas ramificadas. El canino superior aparece muy desarrollado en
ambos sexos y tiene forma de sable. La familia comprende unas 25 especies vivientes, agrupadas en 15
géneros distribuidos en Asia, Europa y América.
La subfamilia de los odocoileinos
   Los odocoiledinos se distinguen de los restantes cérvidos principalmente por conservar los huesos
metacarpianos segundo y quinto solo en su extremo distal.
   Se dividen en cinco o seis tribus, de las que solo la de los Pudini (pudués) y la de los Odocoileini
(corzuelas, huemules, ciervo de las pampas, ciervo de los pantanos, etc.) son exclusivamente americanas.
DISTRIBUCION NATURAL: El Venado de las Pampas es la subespecie de distribución más austral.
Ocupaba, antes de la aparición del hombre europeo en América, toda la región pampeana: desde el sur de
Córdoba y Santa Fe hasta RÃ−o Negro; desde San Luis y Este de Mendoza hasta la costa atlántica y
rÃ−o de la Plata. Zoogeográficamente esta región abarca el distrito pampásico y parte del subandino y
patagónico.
   El relieve de la mayor parte de la zona es llano suavemente ondulado, a excepción de las sierras
peripampásicas. La fisonomÃ−a dominante es de estepas y seudoestepas graminosas y pajonales (Pampa);
estepas arbustivas xerófilas, samófilas y halófilas (Monte); estepas graminosas y arbustivas y bosques
xerófilos caducifolios (Espinal). El clima general es templado, húmedo sub-húmedo y semiárido con
precipitaciones entre 400 y 1.000 mm por año.
DISTRIBUCIà N ACTUAL: Hacia fines del siglo pasado el venado comenzó a sufrir una reducción
numérica muy intensa. Su distribución geográfica anterior era mucho mayor, cuando gran parte de la
pampa argentina estaba dominada fundamentalmente por indÃ−genas quienes cazaban a estos cérvidos
para cubrir sus necesidades sin perturbar (o formando parte) el equilibrio natural. Era tan común que se los
hallaba por millares, tanto, que para citar un ejemplo, Justo P. Sáenz en 1898 comentaba: "podÃ−an verse
Venados a ambos lados de la vÃ−a del ferrocarril PacÃ−fico, en su travesÃ−a al sur de Córdoba, y en los
partidos fronterizos con la pampa central saltaban las gamas como lo hace hoy la tucura entre la alfalfa".
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Gama es otro de los nombres comunes de estos animales.
   El hombre blanco desarrolló la caza de venados desde comienzos de la colonización. Esta llegó a
adquirir cierta importancia, asÃ− por ejemplo, durante el periodo de 1860-1870 fueron exportados alrededor
de dos millones de cueros de esta especie.
   Luego de las exportaciones contra los indios, al quedar toda la pampa disponible para el desarrollo
agroganadero del paÃ−s, esta se vio poblada por colonos, lo cual trajo graves consecuencias para la fauna
local. Entre las cuales se citan:
   - Reducción de las áreas disponibles en su distribución natural para alimentación, refugio y
crÃ−a.
   - Cambios en la fisonomÃ−a de la pampa por pastoreo, roturación de la tierra y cultivo. Introducción de especies exóticas, domesticas para explotación (ganado vacuno, lanar, porcino, etc.) y
especies silvestres para la caza deportiva (ciervos euroasiáticos - colorado, dama, axis -, jabalÃ−es, etc.). La
consecuencia de esta importación es la introducción de enfermedades desconocidas para los venados y la
falta de adaptación y medios de resistencia a ellas. Además se origino una competencia por el medio antes
inexistente. Agrava esta situación la existencia de perros y cerdos cimarrones (fauna domestica que ha
regresado al estado salvaje) que desprendan las crÃ−as del venado.
   Es frecuente oÃ−r decir que a los perros en el campo no se los alimenta "se alimentan solos de lo
que encuentran por ahÃ−", muchos Venados, aun adultos, hallaron su fin de sete modo.
   - Intensificación de la caza deportiva y seudodeportiva (depredación descontrolada). Se llego, por
ejemplo, a proponer una formula para la medición de los "trofeos" de Venado; propuesta hecha en 1974
cuando se calculaba que la población total de estos era menor que la actual.
   - Intensificación de la caza comercial que se realizaba para explotar su cuero y extraer de su
estomago las "piedras bezoares" de supuestas propiedades medicinales.
   Todas estas causas contribuyeron a la reducción numérica del Venado de las Pampas; las mismas,
lamentablemente aun persisten.
   AsÃ− a partir de su distribución original alrededor de 1930 solo quedaban venados en la provincia
de San Luis, posiblemente parte de La Pampa, sierras de los sistemas de Ventana y Tandil y costa de la
provincia de Bs. As.
   El Venado fue reduciéndose geográficamente y numéricamente cada vez mas, permaneciendo
en aquellos lugares que por sus caracterÃ−sticas (baja densidad de población humana, baja utilidad
agropecuaria, ausencia de ganado, etc.) o por ser estas áreas marginales, podrÃ−a sobrevivir sin
interferencias y libremente. Actualmente las poblaciones se hallan reducidas a unos pocos animales que,
según las ultimas estimaciones son de: 150-200 en la zona de la bahÃ−a de Samborombón, 150 al sur de
mercedes, San Luis, y 20 en la estancia "La Corona", partido de Chascomús.
   En el año 1975 fue descubierta una pequeña población de unos 15 a 20 Venados en los
alrededores de Punta Médanos. Debido a la falta de protección adecuada y la construcción de la Ruta
Interbalnearia que atraviesa el área que ellos habitaban, dicha población ha sido virtualmente extinguida.
   Si se tiene en cuenta que desde mediados del siglo XIX a la actualidad la población se redujo de
varios centenares de miles a no más de 400, es fácil entrever el inminente peligro de extinción en que se
hallan estos animales. Es por esta razón que la Dirección de Recursos Naturales y EcologÃ−a ha encarado
la creación de una Reserva Natural e Integral en una fracción de la costa de la bahÃ−a de Samborombón y
realizar los estudios pertinentes a su conservación, asÃ− como la búsqueda de un método eficaz para
lograr el aumento numérico de las poblaciones existentes, a fin de que estas criaturas que fueron tan
comunes en nuestras pampas vuelvan a poblar los campos.
Distribución Geográfica en la Provincia de San Luis: La región en que se encuentra el venado de las
pampas o gama en la provincia de San Luis corresponde fitogeográficamente a la formación de "área
medanosa con pastizales e isletas de chañar". Esta región poseÃ−a una extensión de 2 millones de
Ha. siendo el suelo arenoso y el relieve levemente ondulado con médanos fijos y vivos que ocupan
grandes extensiones. Existen lagunas ubicadas en cubiertas de deflación eólica que forman parte del paisaje
tÃ−pico de la zona.
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El régimen de precipitación es de 450 Mm anuales con una ocurrencia del 80 % de los mismos en el
periodo comprendido de entre los meses de octubre y abril. Existe una gran amplitud térmica diaria y
estacional, y durante el invierno mÃ−nimas de -15º C. dominan netamente los pastizales naturales en
diferentes niveles de degradación, siendo Sogrhastan pellitum (pasto de vaca) la especie que predomina en la
situación clÃ−max (sorgastral).
   El punto de mayor concentración de la población de venado es la estancia "La TravesÃ−a" situada
en el centro de la provincia y distante aproximadamente 150 Km en rumbo SO de la ciudad de Villa
Mercedes. El mencionado establecimiento fue el área de estudio de los trabajos efectuados sobre el venado
en la EEA San Luis del INTA.
Aparición en America: Hacia fines de la era terciaria hicieron su aparición, en el continente
sudamericano, los primeros cérvidos. A partir de estos se originaron las distintas especies de ciervos
autóctonos que actualmente lo habitan. Esta diferenciación se realiza paulatinamente, con el transcurso de
los milenios cambios leves en el clima, el régimen de las aguas, la flora y el terreno, se suceden
continuamente. Los primitivos ciervos se diferencian cada vez mas uno de los otros, adaptándose a esos
cambios en las diversas regiones que habitan, siguiendo el lento proceso que se conoce como evolución de
esta manera surgen las varias especies y subespecies que hoy conocemos.
   Dentro del territorio Argentino existen unas ocho especies de cérvidos, las cuales se hallan, todas,
actualmente en retroceso numérico cuando no en notorio " peligro de extinción”. Una de estas especies fue
llamada " Gwazú-ti", por los GuaranÃ−es; "Yoam-Shezcé" por los Pehuelches y "venado de las pampas"
por los europeos.
Ficha antropológica: Posiblemente desde hace unos 12.000 años la fauna actual reemplazó a otras
especies extinguidas. Hacia el 4.000 A. C. en las Sierras Centrales los hombres se dedicaban con intensidad a
la caza de venados, como lo demuestran abundantes restos óseos encontrados en Ongamira (Córdoba).
   Luego aparecen las primeras sociedades agrÃ−colas y ganaderas, cambia la economÃ−a, pero hasta la
llegada de los españoles se seguÃ−an cazando estos animales.
Los colonizadores
   Al llegar los colonizadores, estos apreciaron mucho la carne, la piel y el cuero de la cabeza de los
venados. Como trajeron caballos la caza se facilitó.
   Los criollos se hicieron tempranamente afectos a la caza de venado, utilizando el cuero para hacer
aperos de montar y la piel la canjeaban en las pulperÃ−as.
HerbÃ−voro conspicuo de los pastizales chacopampeanos e integrante significativo de la dieta de diversas
comunidades indÃ−genas, de la cual, grande fue el uso medicinal y mágico de los ciervos: los guaranÃ−es
han usado el tuétano para fortalecer las piernas de los niños; los pillajes chaquenses usaron la grasa para
curar ampollas de los pies y además para obtener milagrosamente más velocidad; los criollos correntinos
han usado el cuero para tratar la sarna y otras afecciones cutáneas. Para la epilepsia, la medicina popular ha
recomendado sangre y raspadura de cuerno de venado. También estaban los populares bezoares,
cálculos hallados en las vÃ−sceras de los ciervos y otros animales. Se les asignaba gran poder para extraer
veneno de picaduras de vÃ−boras o arañas.
 El venado no pasó desapercibido para los conquistadores españoles y su presencia quedó ya registrada
en la obra de Ulrico Schmidel, cronista de la expedición de Mendoza. De su abundancia hasta la segunda
mitad del Siglo XIX dan fe múltiples testimonios, entre ellos el de Justo P.Sáenz, quien lo considera,
después del ñandú, el animal más representativo de la fauna pampeana.
En nuestros dÃ−as la población de estos cérvidos no supera, según estimaciones, los 600 ejemplares y
a esta dramática desaparición ha contribuido tanto el avance colonizador que destruyó su hábitat natural
como la caza indiscriminada y racional.
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