1 LA AVENTURA DE LA REFLEXION Y LA REFLEXIÓN DE LA AVENTURA: Tips para el Facilitador Por: SANDRA BENAIM DE KATZ, M. Sc. Psicología Educativa Directora www.proyectoarmonia.com y Proyecto Armonía® ¿Por qué Reflexión y por qué Aventura? ¿Qué relación tiene un término con el otro? ¿Por qué la Reflexión puede ser una Aventura y por qué la Aventura requiere de la Reflexión? Esto no es un simple juego de palabras. Comencemos aclarando que Aventura está conceptualiza aquí de modo muy amplio y si se quiere, simbólico. Aventura es una oportunidad que los individuos y grupos se permiten para jugar, actuar o trabajar en un nuevo contexto, verse a si mismos y sus compañeros con sus fortalezas y debilidades, y reflexionar sobre lo vivido de modo de poderlo llevar como metáfora o símbolo hacia el cambio en su vida real, hacia un aprendizaje mas sólido, o hacia el cambio interno (Henton 1996, en Benaim , 2001). En su “forma”, los Programas de Aventura pueden ser experiencias de muy diversa índole: una excursión, un programa socioemocional en varias sesiones terapéuticas, un seminario vivencial, un programa de entrenamiento corporativo, o un paseo dirigido. Pueden llevarse a cabo en un lugar abierto o cerrado, en contacto con la naturaleza o con lo urbano. Para que sea una Aventura, lo importante es la novedad, emoción, significación, intensidad y la satisfacción que genera la experiencia del grupo. Pero la Aventura no está sólo en las actividades que realiza el grupo, su novedad y la emoción que ellas generan. Reflexionar sobre lo vivido es un Arte y una Aventura. La Reflexión – que utilizaremos como sinónimo de procesamiento y revisión en éste texto-- es fundamental para que la persona y el grupo logren cambios en sus vidas. El aprendizaje basado en experiencias realmente se consolida y transfiere cuando se planifican reflexiones y procesamientos que permiten avanzar a los individuos y al grupo hacia la simbolización y el insight. Dicho de otro modo, para que la experiencia sea percibida como una Aventura donde se puede aprender de uno mismo y los demás, resulta fundamental procesar esa experiencia, reflexionar sobre ella y conectarla con la vida propia y del grupo. Por ello, es importante de Reflexión de la Aventura como requisito fundamental para el cambio de personas y grupos. Ahora bien, éste proceso de reflexión de los aprendizajes y experiencias se ha convertido en un arte, una aventura y un reto para nosotros, los facilitadores de Educación Experiencial quienes hemos estamos estudiando en detalle el tema en los últimos 10-15 años. La Reflexión es una Aventura en si misma, compleja, maravillosa, novedosa, difícil de tipificar, a veces impredecible, significativa, y muy satisfactoria. A continuación he resumido y a la vez intentado responder las preguntas que frecuentemente me han hecho mis alumnos y colegas Facilitadores, educadores y psicólogos sobre cómo llevar a cabo la Reflexión de la Aventura de la mejor manera. He decidido escribirlo a modo de “tips” para el facilitador, y la información ha sido reunida de de nuestra experiencia en Proyecto Armonía® desde 1995 y de la opinión de autores considerados expertos en procesamiento de aventura. Espero que les aclare y haga mas sencillo entender la Aventura de Facilitar y tomen la Reflexión como una Aventura posible para el Facilitador: 1. CREAR UN CLIMA DE CONFIANZA Y RESPETO MUTUO EN LAS REFLEXIONES Y PROCESAMIENTOS ES CLAVE. Si comenzamos bien las reflexiones, lo que sigue va a ser aún mejor. Ayude al grupo a crear desde el principio normas para lograr el respeto mutuo , manejo de comentarios, diferencias y confrontaciones. Cuando hay honestidad y respeto desde el principio, surge la confianza, y cuando hay confianza, las confrontaciones y la resolución pacífica de los conflictos resultan enriquecedores en si mismos y una aventura de aprendizaje. 2. SE VALE “PASAR”: el Reto por Escogencia, concepto central que manejamos en Proyecto Armonía, permite que cada participante elija el nivel en el que en ese momento puede participar en las reflexiones y realizar su mejor esfuerzo. Esto implica que, así como en las actividades no 2006, www.proyectoarmonia.com/ divulgativo y docente// respetar autoría y créditos 2 podemos obligar a nadie a hacer lo que no desea, en los procesamientos ésta regla también funciona. Permita que quien no quiera o no pueda hacer algún aporte o reflexión, pueda decir “PASO” sin ninguna penalización. Cuando el participante tiene el “poder de pasar”, la confianza en el facilitador y en el grupo aumenta y cada quien comienza a aportar en función de sus posibilidades. Es interesante observar como muchos de los individuos o grupos pueden no estar listos para manejar un tema la primera vez que se propone y “pasan”; pero si éste es importante, seguramente volverá a surgir con fuerza y relevancia mas adelante. 3. SECUENCIAR LAS REFLEXIONES. Vaya de lo simple a lo mas complejo. Comience con frases cortas y formas sencillas de reflexión que los participantes hagan de sus aprendizajes (Ejemplo: comience con el “dedómetro”, “expresar lo que sienten en una frase o una palabra” o reflexiones dibujadas / caricaturas) para luego ir trabajando formas mas profundas o complejas de reflexión. Esto permite tanto al facilitador como al grupo irse adaptando a la reflexión de los aprendizajes y a los estilos mutuos de aprendizaje. 4. DIVERSIDAD Y CREATIVIDAD: mezcle tipos y clases de reflexiones y procesamientos. No repita formatos ni los estereotipe. Las actividades de reflexión se conceptualizan hoy en día como “iniciativas” o actividades de aventura en si mismas, de allí la importancia de variar los tipos y actividades de reflexión. Permítase ser creativo y variar o mezclar reflexiones. 5. SE PUEDE PROCESAR EN CUALQUIER MOMENTO DE LA AVENTURA. El formato tradicional de “actividadsentarse en círculoprocesar/reflexionar” puede y debe modificarse según las circunstancias. Si en el medio de una actividad y antes de concluirla aparece un “momento de oro”, éste no debe desaprovecharse ya que el feedback y reflexión en ese momento pueden ser claves para el aprendizaje. 6. EL VALOR DEL SILENCIO: a veces es muy necesario cierto nivel de silencio del grupo como tiempo de reflexión. Muchos facilitadores se angustian con el silencio del grupo a la hora de procesar, cuando --por el contrario --puede ser muy productivo como tiempo de reflexión y avance hacia nuevos insights. 7. BALANCE DEL TIEMPO: Sea paciente consigo mismo y con el progreso del grupo, permita suficiente tiempo a los participantes para procesar. En otras palabras, no “brinque” de un tema a otro con demasiada celeridad porque ésto solo lleva a superficialidad. Por otra parte, no se extienda excesivamente en un solo tema hasta que el punto quede “exhausto” y los participantes también. Este balance solo se logra con práctica y reflexión de su parte como facilitador. 8. EL FACILITADOR COMO PERSONA. Usted no puede llevar a los miembros del grupo más allá de donde usted mismo ha llegado. Esto implica que mientras más en contacto esté el facilitador con sus propios sentimientos, patrones de comunicación y métodos de resolver conflictos, más fácil será promover el aprendizaje y transferencia en los demás. Tenga también en cuenta el PODER DEL FACILITADOR: el grupo muchas veces refleja la dinámica, percepción o problemas de su facilitador. Es decir, si usted valora o centraliza su percepción en determinados temas, el grupo aprenderá a centrarse y trabajar en los mismos por proyección y modelaje del facilitador. 9. ESCUCHAR y TEJER: La aventura de facilitar las reflexiones y procesos es como el trabajo de una tejedora, se conectan los temas y las personas unos con otros, y continuamente se acercan a las personas del grupo entre si. En este sentido, ayude a buscar temas comunes en el grupo para hacer los enlaces o conexiones entre las personas. Observe los detalles, escuche con atención, y luego teja y conecte los hilos de las conversaciones, ideas, pensamientos y sentimientos entre las personas y entre sesiones. Esto es un arte, pero un bellísimo arte que se va aprendiendo y mejorando. La primera vez que una tejedora teje, seguramente sólo puede hacer una bufanda. Luego va aprendiendo a tejer un sweater y piezas más sofisticadas. De eso se trata. 10. ACTITUD: Ayude a los individuos a cambiar sentimientos y verbalizaciones negativas por experiencias positivas y frases que permitan el aprendizaje. Errar es una oportunidad para aprender y cambiar, y si usted implementa ésta máxima y la practica consistentemente en las reflexiones y 2006, www.proyectoarmonia.com/ divulgativo y docente// respetar autoría y créditos 3 actividades de aventura, verá como todo el grupo va modificando también su actitud en esa misma dirección. 11. ATREVERSE A EXPERIMENTAR. Asuma cierto nivel de reto. Permita que las cosas no salgan siempre bien, ya que en el tema de procesamiento hay muchísimo todavía por aprender y mejorar. Algunas de las mejores estrategias de procesamiento fueron descubriéndose por mero accidente, o gracias a la actitud de experimentación de los facilitadores. 12. EL FACILITADOR Y LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES: usted no puede esperar relacionarse de igual modo con las experiencias y procesos de todos los individuos con los cuales trabaja. Sea honesto. No pretenda tener respuesta a todas las preguntas. Muchas veces los miembros del grupo sirven como recursos valiosos para otros participantes , y generalmente las personas encuentran sus propias respuestas, especialmente cuando son estimulados a escuchar su sabiduría interior. El facilitador del grupo puede ofrecer opciones, pero son los individuos quienes toman sus propias decisiones y llegar a su propio insight. 13. EL FACILITADOR NO TIENE QUE SABERLO TODO: Usted no tiene que escuchar cada comentario de cada participante para que ocurra el aprendizaje. A la hora de procesar, hay algunas situaciones o momentos donde conviene que los participantes se reúnan en mini-grupos y reflexionen entre ellos, hagan procesamientos individuales, o bien lleven algún cuaderno de pensamientos personales o en parejas. Lo que importa es que sus participantes optimicen sus aprendizajes, no que usted lo sepa absolutamente todo. 14. DETALLES: aquí van tips adicionales muy útiles a la hora de reflexionar con su grupo. Use preguntas abiertas. Es la única forma que conocemos de abrir discusiones, abrir procesos, generar nuevas opciones y favorecer el cambio. En contraste, las preguntas cerradas solo agotan temas y bloquean la apertura de los individuos. Mientras más habla el facilitador, más silencio hay en el grupo. Si usted puede crear un ambiente seguro y centrado en la tarea, las personas lo llenarán con sus pensamientos y sentimientos. No conviene establecer normas uno-a-uno con cada miembro del grupo (es decir , NO negocie el comportamiento con cada quien) ya que puede estatificar y extinguir la interacción grupal. Las normas son para el grupo, e idealmente el grupo participa en su elaboración, mantenimiento y cambio. Evite entrar o sobre-focalizar en problemas que no tienen solución. No tiene sentido. 15. FACILITE EL CIERRE DE PROCESOS: permita suficiente tiempo para cerrar los procesos que se iniciaron y para la terminación de las actividades de cada grupo. 16. MANTENGA UN CUADERNO DEL FACILITADOR donde narre y pueda releer sus experiencias, aprendizajes, errores y sugerencias. Procese usted mismo su propio trabajo. Si puede, escriba su experiencia al finalizar cada sesión. Esto resume su propia Aventura de Reflexión. SANDRA BENAIM DE KATZ, Proyecto Armonía www.proyectoarmonia.com/ e-mail: [email protected] REFERENCIAS: Benaim de Katz, Sandra (2001) Material de Apoyo al Taller de Liderazgo en Aprendizaje Experiencial y de Aventura. Nivel I Manual no publicado creado para Proyecto Armonía, Caracas Cain, J. Cummings, M. y Stanchfield, J (2005). A Teachable Moment: A Facilitator's Guide To Activities For Processing, Debriefing, Reviewing And Reflecting, Iowa: Kendall Hunt Luckner, John y Nadler, Roldan (1997) Processing the Experience. Strategies to Enhance and Generalize Learning. 2da Edición,. Dubuque, Iowa: Kendall/Hunt 2006, www.proyectoarmonia.com/ divulgativo y docente// respetar autoría y créditos