DICTAMEN Nº: 208/2011 TÍTULO: Consulta 171/2011, relativa a la reclamación de responsabilidad patrimonial por los daños sufridos por doña CPT como consecuencia de una caída en la vía pública. ANTECEDENTES 1. Mediante Resolución del día 17 de mayo de 2011, del Alcalde del Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián, con fecha de registro de entrada en esta Comisión del día 8 de junio, se somete a su consulta la reclamación de responsabilidad patrimonial formulada por doña CPT, por los daños sufridos por la misma como consecuencia de una caída en la vía pública. 2. La reclamante solicita una indemnización global de veintiún mil setecientos noventa euros y setenta céntimos (21.790,70 €), de los que: (i) tres mil euros (3.000 €), corresponden a 5 días de ingreso hospitalario, (ii) ocho mil ochocientos cincuenta y tres euros y noventa céntimos (8.853,90 €) corresponden a 165 días invalidantes, (iii)seis mil quinientos ochenta y cinco euros con sesenta céntimos (6.585,60 €) a 245 días no invalidantes y (iv) seis mil veintiún euros y veinte céntimos (6.021,20 €) a 10 puntos de secuelas. 3. El expediente remitido consta, además de diversas comunicaciones y justificantes de las mismas, de la siguiente documentación: (i) reclamación de responsabilidad patrimonial, acompañada de documentación complementaria, presentada ante el Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián con fecha de registro de entrada del día 27 de enero de 2010, (ii) solicitud de información complementaria a la reclamante, (iii) remisión de información complementaria por parte de la reclamante, la cual incorpora informes y documentación médica sobre intervenciones practicadas y tratamiento de rehabilitación aplicado, (iv) Informes del Servicio de Mantenimiento y Servicios Urbanos y del Servicio de Proyectos y Obras, (v) escrito de la interesada remitiendo nueva información documental sobre intervenciones médicas pendientes, (vi) trámite de audiencia concedido a la contratista y alegaciones de la empresa, (vii) declaración de un testigo, (viii) nuevos escritos de la interesada, anunciando alta médica y realizando la valoración económica de la indemnización, (ix) puesta de manifiesto del expediente a la contratista y alegaciones de la misma, (x) trámite de audiencia reiterado y alegaciones por parte de la reclamante, (xi) documentación relacionada con la contratación de la empresa que estaba llevando a efecto la obra, y (xii) propuesta de resolución parcialmente estimatoria, declarando la responsabilidad concurrente de la empresa contratista y de la reclamante. CONSIDERACIONES I 4. INTERVENCIÓN DE LA COMISIÓN De acuerdo con el art. 3.1.k) de la Ley 9/2004, de 24 de noviembre, de la Comisión Jurídica Asesora de Euskadi, actualizado por el Decreto 73/2011, de 12 de abril, de modificación del límite mínimo de cuantía en los asuntos sobre responsabilidad patrimonial que deban ser dictaminados por la Comisión Jurídica Asesora de Euskadi, es preceptiva la consulta a este órgano consultivo en los casos de reclamaciones de responsabilidad patrimonial de la Administración cuando la cantidad reclamada sea igual o superior a dieciocho mil euros (18.000 €). II RELATO DE LOS HECHOS 5. El día 26 de enero de 2010, sobre las 8:00 horas, mientras caminaba por la acera del paseo … del vial de … a …, a la altura de las obras de urbanización de …, del término municipal de Donostia-San Sebastián, doña CPT, de 68 años de edad, sufrió una caída al atravesar las tablas de protección de una de las dos zanjas abiertas transversalmente en una de las aceras del paseo, que formaban parte de unas obras de urbanización que se estaban llevando a cabo en un terreno contiguo, y que no presentaban una protección adecuada y carecían de señalización para el paso de los peatones. 6. Doña CPT fue atendida el mismo día de la caída en el Servicio de Urgencias del Hospital …, siendo diagnosticada de fractura de rótula izquierda con desplazamiento, siendo intervenida para aplicarle un cerclaje de obenque, posteriormente retirado, habiéndose sometido a rehabilitación y recibido alta médica de traumatología en fecha 11 de marzo de 2011. 7. Las obras de urbanización se correspondían con la concesión urbanística del Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián para la ejecución parcial del Plan Especial de Reforma Interior del ámbito “…”, y eran ejecutadas por la empresa …. Dictamen 208/2011 Página 2 de 14 III APLICACIÓN DEL RÉGIMEN DE RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL A) Análisis del procedimiento: 8. Para el examen del expediente instruido ha de estarse a lo que establecen el Título X de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (en adelante, LRJPAC) y el Real Decreto 429/1993, de 26 de marzo, que aprueba el Reglamento de los Procedimientos en materia de responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas (en adelante, el Reglamento). 9. Antes que nada hay que decir que la reclamación fue presentada por la propia víctima y dentro del plazo previsto en el artículo 142.5 de la LRJPAC. Los hechos se produjeron el 26 de enero de 2010 y la reclamación se registró en el Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián, el 27 de enero de 2010, aunque no fuera hasta el 21 de marzo de 2011 cuando llegó a completarla con la valoración de la reclamación solicitada. 10. El análisis del expediente a la luz del contenido de los artículos 6, 7, 9, 10 y 11 del Reglamento permite realizar una observación del iter procedimental seguido. Así, en lo que se refiere a la instrucción, esta Comisión viene reiterando que la labor instructora ha de ser la adecuada a las específicas circunstancias que presente cada caso y en éste no se puede afirmar que no lo haya sido. 11. Se ha cumplimentado lo dispuesto en el artículo 10 del Reglamento citado, habiéndose recabado el informe del servicio, a cuyo funcionamiento cabría atribuir el daño, en este caso, los servicios de Mantenimiento y los Servicios Urbanos y de Proyectos y Obras. 12. Se ha practicado la prueba testifical de una persona que la reclamante había solicitado. 13. Se ha dado traslado del escrito de reclamación a la contratista … que intervino en las obras de unos terrenos colindantes y, en concreto, con la acera donde tuvo lugar el accidente. 14. Asimismo se ha concedido a la reclamante el preceptivo trámite de audiencia, conforme al artículo 11 del citado Reglamento, habiendo formulado las alegaciones que ha estimado pertinentes. 15. Igualmente, se ha otorgado trámite de audiencia a la unión de mercantiles interesadas, que también formularon escritos de alegaciones. Dictamen 208/2011 Página 3 de 14 B) Análisis del fondo: 16. El régimen de la responsabilidad patrimonial de las administraciones públicas contemplado en el artículo 106.2 de la Constitución (CE) encuentra hoy su regulación legal en el artículo 139 y siguientes de la LRJPAC, que resulta también de aplicación a las entidades locales, en virtud de lo previsto en el artículo 54 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases de Régimen Local (LBRL), y cuyo reconocimiento por las administraciones públicas conlleva, según constante doctrina jurisprudencial, los siguientes requisitos: un daño o perjuicio evaluable económicamente e individualizado en relación a una persona o grupo de personas; que ese daño sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal —es indiferente la calificación— de los servicios públicos; y que se haya producido sin intervención de fuerza mayor o elementos extraños que puedan alterar el nexo causal y sin que quien lo reclama tenga el deber jurídico de soportarlo. 17. En cuanto a la noción de servicio público a los fines del artículo 106 CE, la jurisprudencia viene considerando como tal toda actuación, gestión, actividad o tareas propias de la función administrativa que se ejerce, incluso por omisión o pasividad, con resultado lesivo. 18. Examinado el expediente, se observa en primer lugar que por la propuesta de resolución se señala que el espacio en donde se produjo la caída estaba afectado por unas obras de urbanización que se correspondían con la concesión urbanística del Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián para la ejecución parcial del Plan Especial de Reforma Interior del ámbito “…”, y eran ejecutadas por la empresa …. 19. La Comisión repara en cuanto a ese punto que, con arreglo a doctrina jurisprudencial, la obra urbanizadora resulta ser uno de los títulos típicos de posible atribución de responsabilidad patrimonial (JUR 2003\69847), debiendo añadirse que las circunstancias de apertura libre como vía pública del paseo al que afectaban colateralmente dichas obras urbanizadoras, obligan a entender que sobre dicho espacio resultaban plenamente operativas las competencias municipales sobre seguridad de los lugares públicos [artículo 25.2 a) LRBRL], puesto que de facto, al menos la acera parecía encontrarse abierta (JUR 2006\298277), “no viniendo a resultar relevante que las obras de urbanización estuvieran o no recepcionadas. A este respecto, debe de precisarse que el dato relevante para resolver la imputación del daño no descansa tanto en si las obras de urbanización han sido ya recepcionadas por la Administración, sino en identificar la actividad causante de la lesión antijurídica puesto que, quien haya desplegado la misma o debiendo de haber adoptado determinadas medidas, nos las haya adoptado, será quien, de darse el resto de los requisitos Dictamen 208/2011 Página 4 de 14 enunciados más arriba, deba de responder del daño causado. Es decir, lo que debemos de decidir es la Administración con competencias sobre la vía en la que sucedió el daño que sean relevantes desde el punto de vista de la causalidad.” (Sentencia de 27-6-2005, del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, JUR 2005\217211). 20. En este sentido, se pueden encontrar en la doctrina jurisprudencial menor pronunciamientos respecto de la primacía de las normas de rango legal de la LRBRL sobre las previsiones estatutarias de las entidades urbanizadoras derivadas de la legislación urbanística, en torno a eventuales confrontaciones de disposiciones sobre los deberes y consiguientes responsabilidades con ocasión de accidentes acontecidos ante obras urbanizadoras (JUR 2007\5896, 2007\6126). 21. Por otra parte, con arreglo al informe de los Servicios municipales y a la documentación incorporada al expediente (Pliego de Cláusulas Técnicas, Económicas y Administrativas, folio 67 y ss), se pone de manifiesto que el Ayuntamiento promovió la ejecución urbanizadora por medio de una concesión administrativa, encargándose el Servicio municipal de Proyectos y Obras del seguimiento de dichas obras y asumiendo el ente municipal su parte de responsabilidad correspondiente en la ejecución de las obras. 22. Para concluir este subapartado, conviene transcribir el siguiente pasaje jurisprudencial, ya que resuelve una contienda sobre este punto con ciertos elementos presentes en el caso: “Podría decir el Ayuntamiento que los daños y perjuicios reclamados no le son imputables por no ser propietario de los terrenos donde sucedieron los hechos o no estar ejecutando las obras de urbanización sobre ellos, pero ello constituye la cuestión de fondo que debe resolverse en el proceso. Procede desde ahora señalar al respecto que dichos terrenos eran colindantes con una vía pública y estaban sin vallar correspondiendo al Ayuntamiento la competencia tanto para exigir dicho vallado, como para adoptar las medidas necesarias y adecuadas para que la vía pública (calle Palazón) y aceras de la misma, que se encontraba abierta al público, se encontraran en las debidas condiciones de seguridad (art. 25 de la Ley de Bases de Régimen Local 7/85 ), así como para controlar y vigilar que las obras de urbanización referidas (sobre terrenos cedidos de forma obligatoria por sus propietarios para realizar un parque público), respecto de las que debió conceder la licencia de obras una vez examinado el proyecto correspondiente, se adoptaran con sujeción al mismo y con las debidas medidas de seguridad, con irrelevancia de que las obras ejecutadas por dichos propietarios por el sistema de compensación, hubieran sido recepcionadas o no por la Corporación. En definitiva constituye dicha cuestión de fondo determinar teniendo en cuenta las circunstancias concurrentes, si existe título de imputación frente al Ayuntamiento o en otras palabras si existe un servicio público cuyo funcionamiento normal o anormal fue el origen de los daños y perjuicios reclamados.” (JUR 2006\298321) Dictamen 208/2011 Página 5 de 14 23. Ligada a la cuestión preliminar analizada, la propuesta hace hincapié también en la presencia de un contratista a fin de hacer condicionar la imputación de la responsabilidad patrimonial reclamada de la Administración municipal —empresa contratista encargada de la obra urbanizadora en la que se descarga una parte de la responsabilidad—. 24. Con arreglo a dicha cuestión resulta conveniente recordar el criterio de esta Comisión en relación con un supuesto análogo. De esta manera, el DCJA 180/2010 señala que: “El Ayuntamiento, por su parte, estima que no ha sido probada la relación de causalidad entre los daños alegados y lo desarrollado por la actuación municipal, alegando, a modo de cierre, que los daños originados a terceros como consecuencia de las operaciones que precise la ejecución de un contrato deben ser resarcidos por el propio contratista, eludiendo así cualquier atisbo de responsabilidad municipal, salvo que el daño traiga causa inmediata y directa en una orden de la Administración, o en un vicio del proyecto aportado por ésta. Ahora bien, en torno a esta cuestión, esta Comisión ha venido admitiendo, a partir de su DCJA 99/2005 y con apoyo en lo dispuesto en el artículo 97 del Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas (actualmente artículo 198 de la Ley 30/2007, de Contratos del Sector Público), la posible imputación de responsabilidad a la empresa contratista en aquellos casos en los que la actuación pública se desarrolla a través de un contratista interpuesto. Para ello, debe quedar acreditada en el expediente la ausencia de toda relación o conexión entre la lesión y la propia actividad de la Administración, una vez escindidas y determinadas sus respectivas responsabilidades, la que le corresponde como titular del servicio y la que asume la empresa contratista de la obra, atendidos los términos del contrato y las operaciones que requiera su ejecución, e identificada la causa eficiente y exclusiva del daño. Además, la imputación de la responsabilidad a la contratista debe realizarse siempre que el régimen que para los particulares deriva del instituto de la responsabilidad patrimonial mantenga su plena virtualidad, de tal suerte que la imputación a la contratista no suponga una merma de las garantías que dicho régimen consagra para los particulares, y debe respetar igualmente los derechos que asisten a la empresa contratista en el procedimiento, dándole audiencia y manteniéndola informada en todo caso durante la instrucción. Dictamen 208/2011 Página 6 de 14 Para todo ello, ante una reclamación fundamentada en el funcionamiento de un servicio público, la Administración debe resolver tanto sobre la procedencia de la indemnización, como sobre su cuantía, antes de fijar la imputación de la misma sobre un patrimonio u otro. Es decir, cuando, como en este caso, quien reclama opta legítimamente por dirigirse directamente a la Administración contratante al amparo de los artículos 106.2 CE y 139 LRJPAC, de acuerdo con la tesis de esta Comisión, la Administración debe pronunciarse sobre la eventual existencia de responsabilidad y, sólo en el caso de estimar su existencia, puede, a su vez, imputar la responsabilidad al contratista. Conforme a este esquema, esta Comisión debe también pronunciarse sobre la posible existencia de responsabilidad derivada del funcionamiento del servicio público concernido, antes de señalar el patrimonio al que corresponde imputar, en su caso, el pago de la misma”. 25. En el mismo sentido se pronuncia la Comisión en su DCJA 148/2007, al señalar que “planteada una reclamación de responsabilidad patrimonial por un particular, es la Administración la que debe dilucidar en el procedimiento de responsabilidad si ésta ha de derivarse al contratista, pues ella es la que dispone de medios para hacerlo (el particular no tiene a su alcance la información necesaria para ello). Dicha obligación no se cumple con señalar que la responsabilidad no es del municipio: la posible imputación a la empresa contratista ha de ser analizada y quedar establecida positiva o negativamente en la resolución que ponga fin al expediente”. 26. Asentada la necesidad de que la Administración analice la posible responsabilidad, tanto propia como de la empresa contratista, a través de la cual lleva a efecto el servicio público —cuestión que cabe indicar que la entidad municipal ha satisfecho suficientemente en el caso—, deberá examinarse a continuación la consistencia de la causa de responsabilidad denunciada, así como la actuación de cada uno de los agentes que han podido intervenir o influir en la producción del daño. 27. Conforme indica la reclamante, el fundamento de la reclamación consiste en imputar la caída al estado de la acera existente en un paseo: “…me caí al tropezar y resbalar en unos tablones de madera que cubrían unas zanjas existentes en dichas acera. Las zanjas abiertas en la acera y cubiertas por tablones de madera sin sujeción,…eran trasversales a lo ancho de la acera y ocupan toda su anchura, por lo que obligatoriamente había que pasar por encima de ellas.” 28. Cabe afirmar que el expediente no plantea dudas sobre el espacio concreto en el que figuraba extendido el paso entablado de las zanjas en donde se produjo el accidente, al situarse en plena vía peatonal constituida por la acera de un vial Dictamen 208/2011 Página 7 de 14 urbano, aunque dicha acera se situase de forma contigua o adyacente al solar en el que se realizaban las obras urbanizadoras, viniendo circundadas por un enrejado fijo de separación. 29. Atendido, por tanto, el ámbito público al que se remite el análisis del supuesto sometido a dictamen, para centrar adecuadamente nuestro examen hay que señalar que, conforme al artículo 3.1 del Reglamento de Bienes de las Entidades Locales (Real Decreto 1372/1986, de 13 de junio), “son bienes de uso público local los caminos, las plazas, calles, paseos, parques, aguas de fuentes u estanques, puentes y demás obras públicas de aprovechamiento o utilización generales cuya conservación y policía sean de la competencia de la entidad local”; y, asimismo, que los municipios ostentan competencias en materia de pavimentación y mantenimiento de las vías públicas urbanas, tanto calzadas como aceras [arts. 25 2. d) y 26 1. a) LBRL], a fin de garantizar unas objetivas condiciones de seguridad para el tránsito de vehículos y personas. 30. En ese ámbito de la actividad municipal respecto de las aceras y calzadas, cuya finalidad es precisamente facilitar el tránsito de personas y vehículos, esta Comisión viene distinguiendo de consuno con la jurisprudencia, las caídas ocasionadas por traspiés con elementos consustanciales a las vías urbanas (como semáforos, señales de tráfico, bordillos y demás mobiliario urbano), en las que, con carácter general, no se aprecia la concurrencia del requisito del nexo causal con el funcionamiento del servicio público, de aquellas otras caídas provocadas por otra clase de elementos (tales como baldosas o losetas en estado deficiente de conservación, agujeros y socavones producidos por esa misma deficiencia, o por la realización de obras públicas no señalizadas adecuadamente), las cuales pueden, siempre atendiendo a las circunstancias del caso, comportar el reconocimiento de una actuación omisiva de la Administración, determinante de responsabilidad. 31. Fijada así la doctrina de la Comisión, la cuestión nuclear como sucede en estos supuestos se ciñe, en realidad, a determinar si, atendidas las concretas circunstancias concurrentes, el daño alegado ha sido o no consecuencia del funcionamiento del servicio público, en la relación de causa a efecto que resulta presupuesto imprescindible para el reconocimiento de la responsabilidad patrimonial de la Administración. 32. Cuando el título de imputación –como aquí sucede– es el actuar omisivo de la Administración, de acuerdo con la más asentada doctrina especializada, la relación de causalidad reclama la acreditación de una prestación del servicio con deficiencias relevantes, en el sentido de susceptibles de provocar la lesión por la Dictamen 208/2011 Página 8 de 14 que se reclama. Más en concreto, cuando se reclama por un comportamiento público omisivo, en general sólo el funcionamiento anormal del servicio resulta título suficiente de imputación. 33. Debe también señalarse que es a la parte actora a quien corresponde, en principio, la carga de la prueba sobre las cuestiones de hecho determinantes de la existencia de la antijuridicidad, del alcance y valoración económica de la lesión, así como del substrato fáctico de la relación de causalidad que permita la imputación de la responsabilidad a la Administración. Corresponde, por su parte, a la Administración competente la carga de la prueba referente a la cuestión de la fuerza mayor, cuando se alegue como causa de exoneración, y sobre la incidencia, como causa eficiente, de la propia víctima, salvo en el supuesto de hecho notorio; en el caso de ser controvertido, le corresponde, también, a la Administración la acreditación de las circunstancias de hecho que definan el estándar de rendimiento ofrecido por el servicio público para evitar las situaciones de riesgo de lesión patrimonial y de las medidas adoptadas para asegurar la seguridad de los usuarios, así como para reparar los efectos dañosos, en el caso de que se actúen tales situaciones de riesgo. 34. Centrándonos en los términos en que se plantea la controversia en el caso analizado, la Comisión puede considerar, en primer lugar, que ha quedado acreditada la realidad y certeza de unas lesiones padecidas por doña CPT, al atravesar las tablas de protección de una de las dos zanjas que figuraban abiertas transversalmente en una acera del paseo. 35. Como hace igualmente la propuesta formulada, cabe afirmar que los términos del informe del Servicio municipal de Proyectos y Obras, —que detecta la incorrecta protección empleada para cubrir la zanja así como la falta de señalización de las obras—, resultan determinantes a esos efectos, puesto que el carácter del informe de los propios servicios municipales, y máxime de uno técnicamente tan específico como el indicado referido a unas obras, permiten hacer prueba suficiente de la inadecuación de los medios de protección y de advertencia que se emplearon en las obras —obras mal tapadas y sin señalizaciones (JUR 2007\4691), y socavón en una calle abierta y sin señalizar (RJCA 2005\1139) —. 36. A lo anterior es de añadir el testimonio prestado por una viandante —aun relativizable por causa de reconocer su relación de amistad con la víctima—, que confirma el estado peligroso de las maderas, resbaladizas al estar mojadas en las primeras horas del día (8:00 horas de un 26 de enero), afirmando la falta de protección y de señalización. Dictamen 208/2011 Página 9 de 14 37. La reclamante aportó también al expediente una nota de prensa (del 11 de febrero del 2010), que denunciaba las condiciones de paso de peatones en el punto citado, recogiendo la caída de una persona tres semanas atrás, y el peligro que representaban las tablas por efecto de las lluvias y de su pudrimiento posterior. 38. El testimonio fotográfico muestra así mismo un estado, en efecto, irregular: tablas de madera de distinta longitud, desalineadas, situadas longitudinalmente y no transversalmente al paso, con superposiciones entre ellas, alcanzando en algunos puntos desniveles de altura excesiva. 39. Por lo señalado, la deficiencia del paso abierto a los peatones parece fuera de toda duda. 40. Entra en este punto la propuesta de resolución a considerar que con arreglo a la legislación de contratos, la regla general de la responsabilidad patrimonial por daños producidos a terceros por la ejecución de obras mediando un contratista es que corran por cuenta de éste, a salvo de los dos únicos supuestos de responsabilidad directa de la administración: cuando sean consecuencia bien de un vicio del proyecto o haber actuado siguiendo órdenes directas de la Administración, trayendo a colación las obligaciones sobre seguridad que había asumido la empresa con arreglo al Pliego de Cláusulas Técnicas, Económicas y Administrativas de la concesión. 41. Considera la Comisión que, sin duda, la autonomía organizativa de que gozaba el contratista a la hora de abordar las obras le haría acarrear las consecuencias de la forma de abordar el proceso de ejecución de las mismas (JUR 2004\47309); y, sin duda, se antoja que las contraalegaciones efectuadas por la empresa en el expediente no alcanzan a exonerarle de total responsabilidad al haber venido a afectar, en última instancia, por virtud de las obras, en la seguridad del tránsito peatonal por la vía pública. 42. Pero estima así mismo la Comisión que la consideración de vía pública plena ─nunca suspendida durante la ejecución de la obra— de que gozaba en todo momento el lugar donde se materializó el accidente, obliga a concentrar de forma preferente en la naturaleza demanial del espacio de la caída y en la titularidad municipal sobre el mismo, la imputabilidad directa de la responsabilidad patrimonial que se viene a reconocer en este caso. 43. La Administración municipal deba responder de forma directa en virtud de otros títulos ajenos al que disciplinan la ejecución de los contratos, como es en este caso la competencia municipal atrás vista sobre pavimentación de vías públicas, Dictamen 208/2011 Página 10 de 14 que le obliga a desplegar una vigilancia técnica respecto a las actividades realizadas por la mercantil que pudieran suponer la creación de un riesgo para los peatones, permitiendo que a la postre ese riesgo hubiera sido tolerado o no evitado con negligencia de la Administración (TSJPV, sentencia de 2 de marzo de 2001, JUR 2001\176721). 44. A estos efectos y como ha señalado la Comisión en supuestos análogos (DCJA 62/2010) la Administración Local tiene la inexcusable obligación de mantener las vías públicas abiertas a la circulación peatonal, en condiciones tales que la seguridad de quienes la utilicen normalmente esté garantizada, al menos en cuanto a los aspectos materiales de mantenimiento de esas vías para su fin específico, sin que sea permisible que presenten dificultades u obstáculos a la normal circulación peatonal, sin al menos estar adecuadamente señalizados o con la adopción de las medidas pertinentes para la prevención de posibles eventos dañosos. 45. Como se ha concluido más atrás, el mal estado de la acera es fácilmente apreciable en las fotografías, y así lo reconocen los propios servicios municipales. Sin embargo, la propuesta, —haciendo caso omiso de dicha apreciación técnica—, remite la causa del accidente y con ello la responsabilidad, fuera de la órbita municipal, al círculo exclusivo de la empresa actuante. 46. Considera la Comisión, al respecto, que las irregularidades materiales que pueda haber causado en una vía pública el promotor o ejecutor de una obras determinadas, no exoneran a la Administración municipal de sus funciones de policía general de las vías públicas urbanas, ni pueden quedar enervadas o, en todo caso, resultan compatibles con las funciones específicas de policía urbanística, con intervención en la actividad de los particulares (o, como es el caso, de los concesionarios o contratistas públicos), que le puedan corresponder sobre un ejecutor de obras y eventual causante de irregularidades en la vía pública; funciones éstas que, efectivamente, se habían materializado en este caso mediante el otorgamiento explícito o implícito de una autorización para la realización de las dos zanjas con destino a las obras de urbanización que se abordaban en terrenos colindantes a la calle en donde se produjo el accidente. 47. A efectos de analizar más en concreto la omisión municipal que se percibe, resulta claro que el estado de deterioro del relleno de la zanja y de las medidas adoptadas en su entorno se prolongó considerablemente en el tiempo: la nota de prensa incorporada al expediente, de 11 de febrero del 2010, que denunciaba las condiciones de paso de peatones en el punto citado, recogía la caída de una persona tres semanas atrás, hablando de unas obras comenzadas al menos Dictamen 208/2011 Página 11 de 14 cuatro meses antes. La única detección municipal de la irregularidad de que da cuenta el expediente se produce con ocasión de la emisión del informe negativo del servicio municipal sobre el estado del paso, el cual se emite el 28 de octubre de 2010, es decir, nueve meses después del accidente. 48. Es significativo también a este respecto el contenido del informe del Servicio de Mantenimiento y Servicios Urbanos, de fecha 3 de junio de 2010, también emitido dentro del expediente de responsabilidad, que da cuenta de la afección del paseo … por las obras urbanizadoras y responsabiliza al Servicio de Proyectos y Obras del seguimiento de las obras, sin efectuar ninguna consideración respecto al quehacer del propio servicio en torno al espacio viario afectado. 49. Se puede concluir, así, ante el riesgo que presentaba objetivamente el estado de la acera, que la entidad municipal incurrió en una dejación de sus funciones, ya de policía general de las vías públicas urbanas, ya de las específicas de policía urbanística; funciones que le hubieran permitido adoptar entre otras medidas imaginables, al menos las de advertencia y señalización del punto de riesgo; y desde luego, las de dictar comunicaciones, avisos, u órdenes de ejecución a la empresa actuante autorizada o para, bajo advertencia, adoptarlas por sí mismo a su cargo, en fase de ejecución subsidiaria. 50. La consecuencia que se sigue de ello es que procede reconocer la responsabilidad patrimonial directa de la Administración municipal por el daño que se reclama. 51. Todo ello sin perjuicio, claro está, de que por las razones señaladas antes, el Ayuntamiento pueda hacer repetir después de la contratista el tanto de responsabilidad que a ésta le pudiera corresponder por incumplimiento de las obligaciones contractuales en materia de adopción y señalización de las medidas de seguridad correspondientes a la obra. 52. La propuesta imputa, por otra parte, un cierto grado de corresponsabilidad en el daño a la propia víctima, señalando que la hora del accidente, las circunstancias meteorológicas del día y percibilidad de las obras, obligaban a extremar la precaución en el paso, como lo hicieron numerosas personas, entre ellas, la testigo. 53. La Comisión no comparte dicho criterio, teniendo en cuenta la falta de señalizaciones, inadecuación de las medidas de protección adoptadas y demás circunstancias que rodeaban el punto en donde se produjo el accidente. Dictamen 208/2011 Página 12 de 14 54. Aceptando que la ostensibilidad de unas obras, aun sin señalizar, puede servir en ocasiones para eximir de la responsabilidad patrimonial a la Administración, haciendo recaer en la víctima conocedora del lugar las consecuencias de un actuar imprudente (JUR 2004\253269), ello se hace depender de la apreciación de un falta real de irregularidades evidentes, pero sin llegar al extremo de servir para, partiendo de una total falta de señalizaciones en la ejecución de unas obras, permitir además enervar o compensar una deficiente o insuficiente adopción de medidas de protección, como es el caso. 55. Teniendo en cuenta a este respecto los diversos factores que son susceptibles de analizarse en supuestos de similar naturaleza (JUR 2008\103129): — características de las obras (señalizaciones, preceptibilidad o evidencia), de los obstáculos (evidencia, peligrosidad), de la víctima (condiciones físicas y psicológicas), circunstancias concomitantes (hora, estación, climatología)—, aprecia la Comisión que con arreglo a las circunstancias que se dieron (persona de cierta edad, en horas tempranas de un mes invernal, con climatología lluviosa, obligada a atravesar ante la falta de alternativas por el tableado irregular dispuesto a la altura de dos zanjas abiertas sin vallado de protección lateral en una acera en pendiente) no es posible hacer recaer en la víctima ninguna cuota de responsabilidad ni debe resultar obligada a soportar ninguna parte del daño sufrido. 56. Reconocida la existencia de responsabilidad patrimonial en el caso, que debe soportar la entidad municipal, procede pasar a la determinación del quantum indemnizatorio que se debe realizar a la luz de lo establecido en el artículo 141.2 LRJPAC: “la indemnización se calculará con arreglo a los criterios de valoración establecidos en la legislación de expropiación forzosa, legislación fiscal y demás normas aplicables, ponderándose, en su caso, las valoraciones predominantes en el mercado”. 57. Comparte en este punto la Comisión los términos de la propuesta de resolución formulada en el sentido de no apreciarse la valoración de las posibles secuelas, al no venir avaladas por un informe pericial. 58. En aplicación de las reglas de cálculo que la Comisión viene aplicando (Texto Refundido de la Ley de responsabilidad Civil y Seguro en la circulación de vehículos a motor), resulta procedente tomar como referencia el baremo de valoración de daños personales que utiliza la reclamante y admite la propuesta, por ser de la fecha de producción del daño (artículo 141.3 LRJPAC), que se corresponde con la Resolución de 31 de enero de 2010, de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. Dictamen 208/2011 Página 13 de 14 59. Por lo tanto, la cantidad que correspondería indemnizar es de quince mil setecientos sesenta y nueve euros con cincuenta céntimos (15.769,50 €), de los que tres mil euros (3.000 €), corresponden a 5 días de ingreso hospitalario, ocho mil ochocientos cincuenta y tres euros y noventa céntimos (8.853,90 €) corresponden a 165 días invalidantes, y seis mil quinientos ochenta y cinco euros con sesenta céntimos (6.585,60 €) a 245 días no invalidantes. 60. La cantidad tendrá que ser actualizada hasta el momento en que se dicte la resolución que ponga fin a este procedimiento con arreglo al IPC correspondiente. CONCLUSIÓN Existe responsabilidad patrimonial del Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián en relación con la reclamación formulada por doña CPT, por importe de 15.769,50 euros y su correspondiente actualización. Dictamen 208/2011 Página 14 de 14