JURISPRUDENCIA Impuesto a las ganacias. Deducciones. Gastos realizados en el extranjero. Prueba. Documentos internos. Empresas vinculadas. J. Walter Thompson Argentina S.A. (T.F. 11340-I) c/D.G.I., C.N.C.A., Sala I, 24/8/06. El señor juez de Cámara Dr. Bernardo Licht dijo: I. La actora apela a f. 178 –sustentando su recurso mediante el memorial de agravios de fs. 203/214, replicado a fs. 223/229– la sentencia dictada por el Tribunal Fiscal de la Nación de fs. 171/173 que confirmó la resolución dictada el 26/12/89 por la Dirección General Impositiva por la que se determinó de oficio su obligación fiscal frente al impuesto a las ganancias, ajustando los quebrantos correspondientes a los períodos fiscales 1981 y 1982, modificándola en relación a su “quantum” respecto de aquellas partidas que no son gastos sino créditos. 2. La cuestión que se discute en autos consiste en la posibilidad de considerar como gastos deducibles en el impuesto a las ganancias de una filial que funciona en el país las erogaciones realizadas por su casa matriz en el exterior que serían presuntamente necesarias para el desarrollo de, las actividades gravadas de la primera. La particularidad del caso “sub examine” gira en torno a que la actora pretende otorgarle validez fiscal (mediante su deducción como gasto) al instrumento que la casa matriz le dirige con el nombre de “advice“ (aviso) a fin de documentar internamente el reembolso de aquellas sumas a su matriz. 3. Según surge del informe técnico al que remite la resolución apelada los gastos impugnados se originarían en la provisión de información y asistencia técnica en materia publicitaria y de relaciones públicas brindada por la empresa matriz J. Walter Thompson Company. Ellos consisten “en la recepción de material del exterior para una campaña publicitaria en el país (facturable al país local), gastos de traslado de ejecutivos de Buenos Aires a otras localidades y viceversa, comisiones pagadas a la casa matriz por la asistencia que ésta le brinda a J. Walter Thompson Argentina S.A. de acuerdo al convenio inscripto en el INTI, envío de material al exterior pedido por compañías afiliadas al grupo y por lo tanto facturables a dichas empresas y viceversa”. Se señala que “la instrumentación de los costos incurridos facturables entre compañías vinculadas se realiza mediante notas de débito o notas de crédito que reciben el nombre de ‘Advice’ (aviso), siendo dicho documento el equivalente a una factura (nunca incluyendo en ellos facturación de utilidades) y viniendo acompañado por razones de control interno de copia de los comprobantes que le dieron origen, como también indican las personas de la organización involucradas en la transacción” (cfr. f. 172 vta.). 4. Al evaluar la deducibilidad de los gastos en cuestión el Tribunal Fiscal compulsó el art. 119 el decreto reglamentario de la. Ley de Impuesto a las Ganancias entonces vigente que dispone que “... los gastos realizados en el extranjero se presumen ocasionados por ganancias de fuente extranjera, pero la Dirección podrá admitir su deducción si se comprueba debidamente que están destinados a obtener, mantener y conservar ganancias de fuente argentina...” interpretando que la norma citada “limita el cómputo de los gastos efectuados en el extranjero a los casos en que se compruebe la relación de causalidad con ganancias gravadas de fuente argentina, por lo que se requiere que las erogaciones deban ser efectivamente realizadas y constituyan gastos necesarios para obtener las rentas y mantener o conservar la fuente productora de las mismas” para terminar concluyendo que “si de la probanza colectada surge que se cumplimentan dichos extremos, la deducción resultaría admisible” (cfr. f. 172, consid. IV). 5. Ello así, el Tribunal Fiscal consideró que las manifestaciones contenidas en el informe técnico reseñado más arriba (Consid. 2) no se encuentran acompañadas de probanzas suficientes que avalen su veracidad, y en consecuencia, decidió que tales gastos no resultan susceptibles de deducción en la medida que “del elemento probatorio obrante en autos no se observa que haya sido demostrada la existencia de una relación de causalidad en otras palabras, si los gastos en cuestión han beneficiado a las operaciones gravadas en la República Argentina” (cfr. f. 172 vta. “in fine”/173). 6. Los agravios de la apelante se encuentran dirigidos esencialmente a controvertir la apreciación de la prueba efectuada por el Tribunal Fiscal, lo que en principio, no habilitaría la jurisdicción de este Tribunal a tenor del criterio con que la Cámara concibe los límites del recurso de revisión y apelación limitada previsto por el art. 86, primer párrafo, inc. b) de la Ley 11.683 (t.o. en 1998 y sus modificaciones), salvo que en la apreciación efectuada por aquél se demuestre un error grave que la descalifique (cfr. arg. art. 86, segundo párrafo, pto. 2 de la ley citada; y Fallos: 300:985; 305:2261; esta Sala “Lacosa Federico Alejandro” del 1/10/92 y “Scioli SA” del 14/12/93; Sala II “Panamericana de Plástico” del 9/3/89; Sala III “Inalco SACI” del 27/03/01 Sala IV “Carbometal SAIC” del 21/10/86, entre otros), circunstancia que no se verifica en el caso de autos. 7. En este sentido, cuadra señalar que el Tribunal fiscal al confirmar la determinación de oficio –salvo en aquellos aspectos que modificó en relación al “quantum” del ajuste practicado– convalidó implícitamente las apreciaciones del Fisco nacional en torno de que “la inspeccionada dedujo en sus declaraciones juradas importes en concepto de gastos que son improcedentes y se impugnan por no ser necesarios para obtener, mantener y conservar rentas gravadas. Es por lo tanto en este contexto, donde adquiere sentido, como medio de prueba de los gastos impugnados, la documentación respaldatoria de los mismos. Es decir no se cuestiona sólo una documentación, sino que la determinación de oficio va mucho más allá, no admitiendo esta Dirección la deducción de gastos realizados, en el exterior de ganancias de fuente argentina, donde la documentación existente no permite ‘comprobar debidamente’ (tal como lo establece el arriba transcripto art. 119 del decreto reglamentario de la Ley de Impuesto a las Ganancias) que dichos gastos están destinados a obtener, mantener y conservar ganancias de fuente argentina” (Fº2 2520/D agregado a fs. 1227/1228 de las actuaciones administrativas y que forma parte integrante de la determinación de oficio practicada), adquiriendo especial relevancia lo sostenido en cuanto a “que la existencia de un documento denominado ‘ADVICE’, entre compañías internacionales interrelacionadas, no es suficiente para demostrar debidamente valga la reiteración, que los gastos a que se refiere el mismo se hayan efectuado para obtener, mantener o conservar ganancias de fuente argentina, habida cuenta además, que las fotocopias de documentación respaldatoria de los conceptos a que hacen referencia los ‘Advices', no están a nombre de J. Walter Thompson Argentina S.A. Esta observación se encuentra aún fortalecida por la circunstancia de que la documentación original respaldatoria de los conceptos a que hacen referencia los ‘advices’ no se encuentran en poder del contribuyente” (Fº 2 2520/D agregado a f. 1228 de las act. adm. ant. cit.). 8. Ello establecido, los agravios de la apelante no constituyen la crítica concreta y razonada de las partes del fallo que considera equivocadas sino que reflejan un mera discrepancia con el criterio aplicado por el Tribunal Fiscal al evaluar la configuración de la relación de causalidad entre los gastos realizados por la empresa matriz en el exterior y las operaciones! realizadas por su filial en el país, reiterando en ésta instancia los mismos argumentos ensayados en oportunidad de apelar la determinación de oficio ante el Tribunal Fiscal en relación a la descripción del “modus operandi” de la empresa a nivel internacional y la pretendida asimilación de los denominados “advice” a las facturas de curso legal y obligatorio en el país (cfr. f. 71 vta. /73, f. 74 vta./78 del escrito de apelación ante el Tribunal Fiscal de la Nación y fs. 206/213 del memorial de agravios presentado en la Cámara), lo que bastaría para declarar la deserción del recurso en los términos del art. 266 del Código Procesal. 9. Ello no es óbice para formular una última reflexión sobre el punto. En el marco de lo sostenido por el Alto Tribunal en cuanto a que “la ley fiscal no persigue como única finalidad la recaudación fiscal; sino que se; inscribe en un marco jurídico general, de amplio y reconocido contenido social, en el que la sujeción de los particulares a los reglamentos fiscales constituye el núcleo sobre el que gira todo el sistema económico y de circulación de bienes” (Fallos: 314:1385, Considerando 9), cuadra singular importancia el hecho no negado por la apelante de que los comprobantes originales fueron emitidos a nombre de la empresa matriz y no de la filial argentina, por lo que sólo aquella se hallaba habilitada para hacer un uso fiscal de los mismos (en el sentido de su deducibilidad en el correspondiente balance impositivo). 10. En consecuencia, escasa relevancia jurídica tienen “las reglas de política comercial y administrativa que establece la metodología para la correspondiente apropiación de los ingresos y gastos de cada una de las agrupaciones jurídicas que compone el grupo” (cfr. f. 206 vta. –párrafo 2–) que invoca la apelante para pretender justificar la deducibilidad en el balance de la filial argentina de ciertas erogaciones realizadas por la matriz en el exterior. En efecto así como “los convenios sobre la carga de los impuestos no eximen a los contribuyentes, agentes de retención y demás responsables, de las obligaciones que les impongan las normas impositivas” (cfr art. 37 del Dto. 1.397/79 reglamentario de la Ley de Procedimiento Tributario) el mismo criterio resulta de aplicación “mutatis mutandi” respecto de aquellos terceros que decidan asumir el pago de gastos que se invocan como necesarios para obtener las rentas y mantener o conservar la fuente productora de las mismas, por lo que su aprovechamiento fiscal (deducible en el balance impositivo) sólo es susceptible de ser realizado por quien aparezca formalmente como responsable impositivo en las respectivas facturas; sin que, por otra parte, los–citados “advice” puedan ser considerados seriamente facturas de curso común y obligatorio en el país, derivándose de ello su carente valor probatorio Que, por los fundamentos antes expuestos VOTO por desestimar los agravios de la apelante y, en consecuencia, confirmar la resolución apelada. Costas a la vencida por no existir mérito para la dispensa (art. 68, párrafo 1, del Código Procesal). Los señores jueces de Cámara Dres. Néstor H. Buján y Pedro José Jorge Coviello adhieren al voto precedente. En virtud del resultado que informa el Acuerdo que antecede, EL TRIBUNAL RESUELVE: Confirmar la resolución apelada. Costas a la vencida. Regístrese, notifíquese y devuélvase. Dres.: Néstor H. Buján; Pedro José Jorge Coviello; Bernardo Licht. Dra. Silvia Lowi Klein, secretaria.