FILOSOFIA DE HUME La filosofía de Hume tiene como objetivo luchar contra la falsa metafísica , estudiar el entendimiento humano y demostrar que el hombre no cuenta con las capacidades para hacer frente a los temas tratados en la filosofía anterior . Para ello divide en principio los objetos de conocimiento y los clasifica en dos tipos. Por un lado están las Relaciones de Ideas que son las verdades formales, las tautologías que son verdades que se conocen por intuición o por demostración .Son verdades con independencia de la experiencia y se basan en la lógica , en el principio de identidad y de no contradicción , son las verdades matemáticas y lógicas. El otro tipo son las Cuestiones de hecho que es el mundo de los hechos, cosas y naturaleza. Para afirmar que son verdad hay que acudir a la experiencia y aunque nuestra evidencia de su verdad sea muy grande nunca es una certeza absoluta porque lo contrario de una cuestión de hecho es posible y no contradictorio . Hume se centra en el conocimiento de las cuestiones de hecho y considera que todo el conocimiento de la mente deriva de la experiencia, la experiencia son percepciones que aluden a los contenidos inmediatamente presentes a la mente, por tanto no son definidas por referencia a un objeto exterior, pues no podemos partir de la existencia del mismo ( Principio de Inmanencia). Hume clasifica en dos tipos las percepciones; en Impresiones e Ideas. L a diferencia entre ambas es la fuerza y viveza con la que se muestran en nuestra mente. Las impresiones son las que aparecen con más fuerza y con la viveza con que hacen su primera aparición en el ánimo y son las sensaciones , pasiones y emociones. Hume distingue entre impresiones de la sensación (relacionadas con los sentidos) e impresiones de la reflexión ( pasiones y emociones) .Las ideas son copias o imágenes de las impresiones que somos capaces de tener y conservar en la memoria gracias a la imaginación y la memoria; y debido a ello hay dos tipos de ideas , las de la memoria que reproducen la impresión respetando el orden y posición de las ideas y las de la imaginación que se forman a partir de impresiones . A pesar de que la imaginación puede alterar y combinar las impresiones suele asociarlas según algunos principios: el principio de causalidad, el de contigüidad y el de semejanza . Tras clasificar los objetos de conocimiento, Hume comienza aborda el tema del origen del conocimiento. En principio parece lógico pensar que el origen son las impresiones ya que las ideas derivan de éstas pero esto no es riguroso ya que tenemos muchas ideas de las que no hemos tenido impresión antes. Debido a esto Hume distingue entre percepciones simples y complejas. Hay ideas complejas a las que no corresponde ninguna impresión compleja. No obstante, de lo que está seguro Hume es de que toda idea compleja puede descomponerse en ideas simples y que a toda idea simple le ha de corresponder una impresión simple y si no es así esa idea no tendrá significado. En esto se basa el criterio de significación . A toda idea simple le corresponde una impresión simple de la cual deriva , si no es así la idea no tiene sifnificado y es una palabra vacía de contenido. Este criterio es utilizado por Hume para analizar los términos filosóficos tales como el de sustancia o la relación de causalidad, para averiguar si se refieren a impresiones o son palabras vacías. Al aplicarlo al término de sustancia deduce que realmente no hay idea de sustancia puesto que al preguntarse de que impresión deriva se da cuenta de que no deriva ni de impresiones de los sentidos ni de impresiones de reflexión .Unicamente es un conjunto de ideas simples unidas por la imaginación. Con respecto a la relación de causalidad , Hume se pregunta cómo es posible que muchas veces creamos saber ciertas cosas que aún no han sucedido y que nos parece que tienen que suceder de un modo y no de otro. Para explicarlo Hume se basa en la relación de causa y efecto ya que según él es en lo que se fundan todos los razonamientos de las cuestiones de hecho. Hume se pregunta por la impresión de la que deriva esta relación de causalidad y llega a la conclusión de que ha de derivar de alguna relación entre los objetos que se caracteriza por la contigüidad espacio-temporal de la causa y efecto, la prioridad temporal de la causa sobre el efecto y de la conexión necesaria que hay entre ambos. La conexión necesaria es la característica fundamental , consideramos que si se da un fenómeno dado, ocurrirá un determinado efecto. Esta conexión necesaria no es un conocimiento evidente ya que si fuera así en el conocimiento de la causa encontraríamos ya el del efecto y esto no es así ya que analizando la causa no encontramos el efecto. Si analizando una cosa encontramos que produce un determinado efecto es porque antes hemos incluido esa efecto en su idea y esto lo hacemos por medio de la experiencia. No obstante, la experiencia no nos muestra una conexión necesaria ya que no tiene sentido puesto que no deriva de una impresión sino que nos muestra una conjunción constante, observamos que tales objetos aparecen juntos. La experiencia no me proporciona la impresión de la conexión necesaria sino la de Conjunción Constante por lo que la idea de causalidad es una sucesión de impresiones sucesivas. Llegados a este punto sólo cabe una de estas dos posibilidades: La idea de conexión necesaria o no existe o tiene un origen subjetivo ya que la pone el sujeto. Y, según Hume, es esto lo que ocurre, es el sujeto la base de tal relación y no el objeto:Tenemos la tendencia a creer que después de una causa se va a dar un determinado efecto al observar esos fenomenos juntos varias veces .Esa tendencia se origina por hábito y es la impresión en la que se basa la idea de conexión necesaria. Según esto el valor de la relación causal no es el de una certeza absoluta, su validez es psicológica y no racional y sólo se puede aplicar entre percepciones y no entre una percepción y un objeto independiente de la experiencia. Por último Hume aplicando el criterio de significación de las ideas y la crítica al principio causal va a criticar los principales concepto metafisicos: Mundo, Dios, Yo. Comienza preguntándose si la realidad exterior existe con independencia de nosotros. De las únicas existencias de las que estamos seguros son de las percepciones, pero no podemos asegurar que esas impresiones correspondan con objetos en sí mismos. No se puede asegurar mediante la relación de causalidad puesto que esta es válida entre percepciones, no entre una percepción y un objeto independiente de nuestra percepción. No podemos establecer como causa de nuestras percepciones objetos independientes es imposible pasar de nuestras impresiones a la existencia de objetos . No obstante la imaginación hace nacer en nosotros la creencia de que existe un mundo exterior basándose en dos cualidades de las percepciones , la coherencia y la constancia. Pero Hume nos avisa de que no hemos de confundir la semejanza y coherencica de las percepciones con la identidad de un objeto independiente de nuestras percepciones. El mundo queda así, reducido a nuestras percepciones (fenomenismo). Hume continúa su critica y se pregunta por la existencia de Dios Hume busca la justificación de esta existencia buscando la impresión de la que deriva la idea de Dios y tras no encontrar ninguna intenta utilizar el principio de causalidad para ir de las cosas como efectos suyos a Dios como causa, tal como hiciera S. Agustín o Santo Tomás, pero esto no es posible ya que esta relación se establece entre percepciones y de Dios no tenemos percepción. Para terminar crítica la existencia del yo. La existencia del yo sería legitima si tuviéramos una impresión permanente que identificáramos con nuestro yo. Esto no es así porque lo que tenemos son sucesiones de impresiones por lo que no queda justificada la existencia de un yo sustancial. La conciencia de cada sujeto es el resultado de la acción de la imaginación y la memoria que hacen que confundamos la sucesión de impresiones con la identidad de un yo.