MALA PRAXIS - RELACIÓN DE CAUSALIDAD - MUERTE DEL TRABAJADOR RESPONSABILIDAD MÉDICA Partes: José Cartellone Const. Civiles en j° 145.999/31.672 Valdivia Iris Velia R. c/ José Cartellone Const. Civiles S.A. s/ d. y p. s/ inc. Tribunal: Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Mendoza Sala: Primera FECHA: 18/5/2010 Cita: MJJ55428 Jurisprudencia Relacionada Podestá Nélida Elina c/ Programas Médicos S.A. y otros (Anterior) -------------------------------------------------------------------------------Mala praxis del médico encargado de velar por el personal que estaba trabajando en un lugar inhóspito de gran altitud, quien frente a una crisis hipertensiva y angina de pecho del trabajador fallecido, no ordenó su internación y recomendó reposo relativo. -------------------------------------------------------------------------------Sumario 1.-Cabe confirmar la sentencia que acogió la demanda, pues la interpretación sistemática de la pericia médica, en conjunción con el resto de la prueba, permiten derivar razonablemente la existencia del nexo causal entre el fallecimiento del actor en ocasión del trabajo y la falta de asistencia adecuada de la demandada en el evento, ocasionada por un obrar negligente del médico encargado de velar por la salud del personal, cuyo tratamiento incompleto e imperito -al no derivar al paciente a una internación ni realizar estudios urgentes y complementarios para determinar las causas del ataque hipertensivo y anginoso (simplemente medicó e indicó reposo relativo)- coadyuvó al resultado. 2.-En el caso no se evaluó el escenario en el que sucedieron los hechos, esto es, un campamento de obra, con una enfermería elemental, sita en un lugar inhóspito de gran altitud, aislado tanto por la distancia como por la dificultad de acceso a un centro urbano con infraestructura hospitalaria; tampoco se tuvo en cuenta las características del paciente, fumador y de complexión robusta, padecía estrés laboral y alejamiento familiar. 3.-La omisión de sopesar los aspectos objetivos y subjetivos constituyeron un factor de riesgo preponderante para el desenlace del fatal resultado, en tanto la dolencia del paciente debió ser "tratada" y no sometida a una conducta expectante que a la postre resultó mortífera. 4.-La inadecuada asistencia médica al occiso quedó reconocida por la posición en rebeldía de la demandada, resultando también relevante que la propia accionada desistiera de la prueba testimonial del médico que en el evento atendió al esposo de la actora, declaración calificada no incorporada a la causa. Tampoco la demandada adjuntó historial clínico alguno obrante, en su caso, en un legajo de la empresa y/ o estudios médicos practicados a su personal a los fines del traslado a parajes inhóspitos, aspectos de significativa trascendencia procesal que debilitan gravemente los reproches que a la pericia médica se intenta ahora introducir en este estadio. Fallo En Mendoza a los dieciocho días del mes de mayo de dos mil diez, reunida la Sala Primera de la Excma. Suprema Corte de Justicia, en acuerdo ordinario, tomó en consideración para dictar sentencia definitiva la causa N° 96.637, caratulada: "JOSE CARTELLONE CONST. CIVILES EN J° 145.999/31.672 VALDIVIA IRIS VELIA R. C/ JOSE CARTELLONE CONST. CIVILES S.A. P/ D. Y P. S/ INC." De conformidad con lo ordenado a fs. 79 quedó establecido el siguiente orden de estudio en la causa para el tratamiento de las cuestiones por parte de los Señores Ministros del Tribunal: primero: DR. JORGE H. NANCLARES; segunda: DRA. AIDA KEMELMAJER DE CARLUCCI; tercero: DR. FERNANDO ROMANO. ANTECEDENTES: A fs. 14/24 vta. el Dr. MARIANO GIMENEZ RILLI en representación de la demandada JOSE CARTELLONE CONSTUCCIONES CIVILES SA, interpone recurso extraordinario de inconstitucionalidad contra la sentencia de fs. 512/517 y aclaratoria de fs. 527 dictada por la Tercera Cámara de Apelaciones en lo Civil en los autos principales Nº 145.999, "VALDIVIA VELIA RUTH C/ JOSE CARTELLOINE CONSTRUC CIV. SA P/ D. Y P". A fs. 35 se admite formalmente el recurso, se ordena correr traslado y a fs. 41/64 vta. la actora recurrida contesta y solicita su rechazo con costas. A fs. 69/70 obra el dictamen del Sr. Procurador quien aconseja el rechazo del recurso. A fs. 73 se hace conocer a las partes la nueva integración del tribunal y a fs.78 se llama al acuerdo para dictar sentencia y a fs. 79 se deja constancia del orden de estudio. De conformidad con lo establecido en el art. 160 de la Constitución de la Provincia, esta Sala se plantea las siguientes cuestiones a resolver: PRIMERA CUESTION: ¿Es procedente el recurso de inconstitucionalidad interpuesto?. SEGUNDA CUESTION: En su caso, ¿qué solución corresponde?. TERCERA CUESTION: Costas. A LA PRIMERA CUESTION EL DR. JORGE H. NANCLARES, DIJO: 1. La Sra. IRIS VELIA RUTH VALDIVIA representada por el Dr. DANIEL ROGELIO CHAHER inicia demanda por daños y perjuicios contra JOSE CARTELLONE CONSTRUCCIONES CIVILES SA por la suma de $ 237.757 o lo que en más o en menos resulte de la prueba a rendirse, con más los intereses legales por los daños producidos por la muerte de su esposo el Sr. LUIS ARMANDO FERNANDEZ. Relata que su esposo comenzó a trabajar para la demandada como capataz en enero de 1984; que en diciembre de 1999 es trasladado desde Puerto Madryn a la obra de Chimay , Perú, hasta octubre del 2000 en que es trasladado a la obra que se realizaba en Perú, Cusco, Provincia de Urubamba, Distrito de Machu Pichu. Destaca que percibía $ 3.295 mensuales y se le adeudaban vacaciones. Que el 17/12/00 sufre una descompostura con dolores de cabeza y falta de aire, es atendido en la enfermería del campamento donde se alojaba el personal, le diagnostican "angina de pecho y crisis hipertensiva" con reposo relativo el que no se le otorgó; no se le realizaron estudios cardiológicos ni fue derivado a un centro asistencial; la situación de negligencia y culpa de la empleadora llevó a que el 21/12/00 el Sr. Fernández falleciera. Atribuye responsabilidad a la empresa por no tener un consultorio adecuado, no contar con medicamentos, ni prever la circunstancia de lugar y altura, se trabajaba a 2.500 km, el lugar más cercano era Aguas Calientes, a 15 km del campamento al que se llegaba en 3 horas a pie o en zorra y, el hospital más próximo estaba en Cusco a 6 horas en tren. Aclara que la Sra. Valdivia efectuó el reclamo a la empresa por extinción de la relación laboral por muerte, la que no incluye daño moral ni lucro cesante, los que se reclaman en esta acción por negligencia de la empleadora. Determina el daño moral en $ 45.000 y el lucro cesante en $ 192.757 teniendo en cuenta que al Sr. Fernández le quedaban 15 años de vida útil. Ofrece prueba de absolución, pericial e informativa. 2. A fs. 28/33 comparece JOSE CARTELLONE CONSTRUCCIONES CIVILES SA representada por el Dr. MARIANO GIMENEZ RILLI, negó la existencia de nexo causal, impugnó la liquidación, ofreció prueba (instrumental, informativa, confesional y testimonial) y solicitó el rechazo de la demanda con costas. 3. Se rindió la siguiente prueba : * Fs. 86/87 Informe Sociedad Argentina de Cardiología. * Fs. 127 informe Instituto Cardiovascular de Buenos Aires. * Fs. 101 se tienen por absueltas en rebeldía las posiciones de la demandada. * Fs. 124 Acta de defunción del Sr. Fernández extendida en la provincia de Mendoza. * Fs. 149 Certificado de defunción - Instituto Nacional de Estadística - Ministerio de Salud- Republica Perú. * Fs. 135 testimonial del Sr. Mario Alberto Gantuz. * Fs. 209/210 del Sr. Rubén Alejandro Campoo. * Fs. 223 Oscar Roberto Tutor. * Fs. 377/8 Silvio Ravanelli. * Fs. 139/144 pericia Psicológica , Licenciado Rodrigo H. García. * Fs. 148 Informe médico del Dr. Guillermo Garay G. dirigido al Jefe de Obra Ing. Silvio Ravanelli. * Fs. 151/155 Pericia médica Dr. Antonio Paolasso. * Fs. 160/163 el demandado impugnó la pericia psicológica y la médica; la pericial psicológica fue contestada por el perito a fs. 172/176. La impugnación de la prueba pericial médica no fue urgida por el interesado. * Fs. 211/221 Pericia contable, Cont. María Graciela Ruiz. 4. A fs. 436/439 el Conjuez del Segundo Juzgado Civil rechazó la demanda, básicamente consideró no probada la relación de causalidad. Razonó que de los informes de la Sociedad Argentina de Cardiología y del Instituto Cardiovascular surge que no se ha comprobado que la altura sea causa de padecimientos coronarios, en cambio sí coinciden que esos padecimientos puedan originarse en el cigarrillo, sobrepeso, estrés y angustia. Debe demostrarse cuál de esos factores fueron los causantes del deceso y si existe omisión de la demandada que vincule el hecho; que la autopsia hubiese dado certeza pero no ha sido ofrecida. Que para que proceda la acción es necesario demostrar la existencia de un verdadero incumplimiento del deber de seguridad , una omisión culposa y que tal omisión haya sido la causa del daño; circunstancia no probada. A la actora sólo favorece la absolución en rebeldía; las otras pruebas manifiestan la existencia de un médico, un enfermero en el campamento y la medicación necesaria para la emergencia. No se trata de un caso de responsabilidad objetiva. 5. Apeló la actora a fs. 450. 6. A fs. 512/517 y aclaratoria de fs. 527 la Cámara revocó la sentencia e hizo lugar al reclamo por la suma de $ 80.000 con más los intereses de la Ley 4.087 desde el día del hecho hasta la fecha de la sentencia de primera instancia y a partir de esa fecha y hasta el efectivo pago a la tasa activa del BNA. El sentenciante argumentó del siguiente modo: - Ambas partes están de acuerdo que se trata de un supuesto de responsabilidad extracontractual. No se discute la legitimación ni la patología que motivó el deceso; el carácter de obrero de Fernández ni que falleció mientras trabajaba en la obra de Machu Picchu en Perú. - La discusión se centra entre el daño y el hecho antijurídico que se le imputa a la demandada por incumplimiento del deber de asistencia y prevención. La accionada no niega el deber de asistencia, por el contrario, afirma que lo cumplía con la instalación en la obra de un departamento médico a cargo del Dr. Américo Garay García y dos enfermeros. - Que el Sr. Fernández concurrió a ese lugar el 17/12/00 por una descompostura, es atendido por el Dr. Garay que diagnostica angina de pecho y crisis hipertensiva - ver informe del médico Guillermo Garay dirigido al Ing. Silvio Ravanelli Jefe de Obra - surge tratamiento e indicaciones posteriores. Empero fallece el 21/12/00 por paro cardiorespiratorio. - De la pericia médica de fs. 151/155 emerge que: "el ataque es medicado correctamente, pero el tratamiento adolece de una falta grave: no deriva al paciente a una internación ni realiza estudios urgentes para determinar las causas del ataque hipertensivo y anginoso. Lo más grave es que indica reposo relativo." Agrega. " Esto configura o un tratamiento imperito o un abandono de paciente, teniendo en cuenta que la angina de pecho es una hipoxia miocárdica que a pesar de administrar oxígeno hay que tener en cuenta que éste no funcionaba adecuadamente en las alturas porque no alcanza a la saturación ideal en sangre (menos aún si no se administra en condiciones hiperbáricas). En las conclusiones se lee: "el Sr. Luis Armando Fernández fallece en un acto de servicio, previo un ataque de crisis hipertensiva y angina de pecho compatible con las condiciones laborales (altura, distrés) que es bien medicamentado pero que no es completado su tratamiento ordenando una rápida internación y estudios urgentes y traslado a un centro médico de menor altura. No se puede expedir pericialmente sobre las condiciones asistenciales, en cuanto a la calidad del centro asistencial en que fue atendido en el centro laboral, debido a que no está probado en autos su existencia ni sus características, salvo las descriptas en la demanda como local de enfermería. De ser así, una enfermería no era el lugar adecuado para el ataque agudo del paciente. La falta de atención médica debida y la situación de reposo relativo condice como que el paciente podía "trabajar a medias" y justifican las apreciaciones de no haber sido asistido en forma completa y perita, pues de otro modo se podría haber antelado o evitado su muerte. Dejarlo en el campamento fue un factor preponderante para el desenlace cierto de una muerte." - El informe es determinante y si bien fue observado por la demandada, no instó su traslado al perito (art. 48 CPC); la demandada discrepa en relación a los motivos del fallecimiento pero reconoce la existencia de los síntomas, lo que deja incólume la necesidad de una internación o al menos de estudios urgentes. - También admite la demandada - lo recalca en la observación de la pericia- que Fernández era obeso, fumador, con antecedentes de hipertensión, distrés y procesos afectivos de soledad, que son factores de riesgo coronario, con mayor razón debió disponer la realización de estudios complementarios, y si en el lugar no se contaban con los medios adecuados debió trasladar al occiso, máxime si la empresa contaba con un helicóptero. - Se puso en riesgo la vida y pudo haberse evitado. - Queda demostrado el nexo causal entre el fallecimiento del Sr. Fernández y la falta de asistencia adecuada por la demandada . - Si bien es cierto que el fallecimiento pudo obedecer a algunos factores de riesgo que menciona la demandada, debe tenerse en cuenta que no surge como eximente, ni siquiera parcial, que otro hecho haya contribuido a la causación del daño. - Todo ello sin perjuicio de la merituación que se haga de los factores de riesgo mencionados, en la determinación de los montos indemnizatorios. - El daño moral lo fija en la suma de $ 30.000 en función de la pericia de fs. 139/144 y, por lucro cesante $ 50.000 por haberse acreditado que el occiso era obeso, fumador e hipertenso por lo que su expectativa de vida difícilmente llegara a la edad de obtener la jubilación ordinaria, pero si se hubiese prestado la asistencia adecuada podría haberse evitado y demorado el momento de su muerte. - Declara la inconstitucionalidad de la Ley 7.198 , impone las costas de ambas instancias a cargo de la demandada y regula honorarios. - A fs. 527 el tribunal resuelve la aclaratoria deducida por la demandada. Rechaza el pedido de plus petición puesto que los rubros daño moral y lucro cesante dependen del arbitrio judicial, no corresponde imposición de costas ni regulación de honorarios. Admite la existencia de un error de omisión en cuanto a las costas y regulación de honorarios por lo que se rechaza el recurso de apelación. Impone las costas de alzada por lo que se rechaza el recurso a cargo de la actora y regula honorarios tomando como base la diferencia entre lo demandado y lo condenado (incorpora los resolutivos 8º) y 9º). II. RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Contra esta resolución la entidad demandada articula recurso extraordinario de inconstitucionalidad, alega: - Vicios graves en el razonamiento de la sentencia que carece de lógica, se aparta de las constancias del proceso y omite considerar hechos y pruebas decisivas. - Se tiene por acreditada la relación de causalidad únicamente sobre la base de un informe pericial oportunamente impugnado, el que carece de rigor científico, da por ciertos hechos expresamente negados por su parte y, omite valorar el resto de la prueba. - Que no se tuvo en cuenta : * El certificado de defunción no indica la causa de la defunción, sólo refiere paro cardiorrespiratorio. * El informe de la sociedad argentina de cardiología informa que no se encuentra demostrado que a altitud de 1.700- 2500 metros constituya un factor de riesgo coronario, que el tabaquismo y obesidad potencian el riesgo de enfermedad coronaria. * El Instituto Cardiovascular afirma que el riesgo de enfermedad coronaria aumenta en personas fumadoras y obesas. * En la absolución de posiciones la actora reconoció que su esposo cumplía funciones de supervisión. * La pericia médica de fs. 151/155 refiere no poder expedirse sobre la calidad del centro asistencial; que no está probada la existencia de miocardio; que para un diagnóstico correcto debe hacerse una autopsia y estudio anatomopatológico; que a las 18.10 horas el paciente estaba vivo, no refiriendo molestias y entre las 19.15 y 19.30 horas se constata la ausencia de signos vitales; el perito refiere no tener problemas en ampliar o modificar el criterio una vez que cuente con el resto de la documentación. * El testimonio de Ravanelli acredita la existencia de un centro de atención médica con un médico y enfermero las 24 hs. y un helicóptero para evacuación de urgencia. - Que la pericia no es objetiva y carece de rigor científico; el mismo perito reconoce que le faltaron elementos para su informe y determina que la muerte se debió a cuestiones vinculadas al trabajo y que la empresa realizó abandono de persona cuando surge a fs. 148 que se lo atendió 8 veces en 4 días y la última de ellas a 1 hora del deceso. - Que es falso que Fernández falleciera en acto de servicio, porque "...al momento de su deceso ya había terminado su jornada laboral.." (textual fs. 20 vta., 4° párrafo). - No se discute la angina de pecho ni la crisis hipertensiva sino que la misma tenga relación con la altura y el estrés laboral. El perito nunca tuvo contacto con Fernández por lo que no sabemos cómo determinó el distrés. - El propio perito reconoce que para un diagnóstico correcto debe hacerse una autopsia. - Es errado que el tratamiento fuera incompleto ya que surge del informe de fs. 148 que el paciente fue controlado 2 veces al día todos los días incluso una hora antes de morir, se tomaron las medidas correctas, denota una conducta expectante; se contaba con un consultorio y se disponía de un helicóptero (declaración de Ravanelli). - La altura no es condicionante para la patología enunciada y el perito tiene en cuenta una altura más elevada que donde fueron prestadas las tareas. No puede atribuirse a su parte un actuar culposo ni que haya sido desencadenante del deceso. - Sin razonamiento fundado el sentenciante afirma que el nexo causal del fallecimiento fue la falta de asistencia prestada por la demandada; la muerte se debió a factores endógenos. - Falta razonabilidad al imponer las costas por su orden en primera instancia. Nos encontramos ante una pretensión irracional, el actor solicitó el pago de $ 237.757 y sólo prosperó su pretensión por $ 80.000 (33,65% del monto reclamado); de la constatación surge la irracionalidad, motivo por el que solicita se impongan a la actora las costas por lo que no prosperó; cada parte debe cargar con las costas en la medida de sus derrotas. III. SOLUCION DEL CASO: a- Tiene dicho este Tribunal que, "la tacha de arbitrariedad requiere que se invoque y demuestre la existencia de vicios graves en el pronunciamiento judicial recurrido, consistentes en razonamientos groseramente ilógicos o contradictorios, apartamiento palmario de las circunstancias del proceso, omisión de consideración de hechos o pruebas decisivas o carencia absoluta de fundamentación (L.S. 188-446, 188-311, 102-206, 209348, etc.) (L.S. 223-176)". "La arbitrariedad también existe en los casos de análisis erróneo (cuando el error es inexcusable) ilógico o inequitativo del material fáctico. La omisión o merituación torcida de prueba decisiva, relevante, esencial y conducente para la adecuada solución del litigio, hace que el fallo no sea una derivación razonada de lo alegado y probado en la causa, agraviando el art. 18 de la Constitución Nacional" (L.S. 238-392). "No puede confundirse arbitrio y arbitrariedad. El arbitrio es razonable, fundado y permite el contralor del superior. La arbitrariedad es el reino de lo absurdo, ilógico, caprichoso y es lo que la doctrina de la Corte ha pretendido evitar, al admitir esta causa genérica de defectos en la forma de las sentencias que dictan los jueces" (LS 240-8). El recurso de inconstitucionalidad tiene carácter excepcional, por ello, las causales se interpretan restrictivamente, evitando que la Corte se convierta en una tercera instancia ordinaria, contraviniendo todo el sistema recursivo (L.S. 223-176). Ahora bien, debe distinguirse los supuestos de discrepancia valorativa de aquellas causales de inconstitucionalidad definidas como omisión de prueba decisiva o valoración arbitraria de la misma, y en este sentido se ha resuelto que "la simple discrepancia valorativa no alcanza para sustentar un recurso extraordinario de inconstitucionalidad. El juez es soberano para decidir y definir cuáles elementos de juicio apoyan la decisión, no está obligado a considerar todos los rendidos, sino sólo los elementales para fundar apropiadamente la decisión, según el principio de la sana crítica racional y el juego de las libres convicciones. Sólo le está vedado apoyarse en las íntimas convicciones. Existe omisión de prueba decisiva, cuando se ha ignorado, olvidado o preterido un medio de prueba y que ese olvido o no consideración tenga tal entidad, que de haberlo evaluado, la decisión hubiese sido sustancialmente diferente en la solución del conflicto. Por el contrario, no existiendo tal decisividad, la decisión judicial opera en el marco de la selección de medios probatorios que le está permitido tomar en cuenta u omitir, siempre de acuerdo con un sistema de libres convicciones. Valoración arbitraria significa evaluar la prueba con ilogicidad, en contra de la experiencia o del sentido común. Arbitrariedad es absurdidad, contraria a la razón, desprovisto de elementos objetivos y apoyado sólo en la voluntad de los jueces" (L.S. 302445). En conclusión, la tacha de arbitrariedad es improcedente si se funda en una mera discrepancia del recurrente con la apreciación de los hechos y la interpretación de la prueba efectuada por los jueces de grado, toda vez que la procedencia de la impugnación requiere la enunciación concreta de las pruebas omitidas y su pertinencia para alterar la decisión de la causa (LS 226-440). b- Conforme los criterios arriba expuestos estoy persuadido que en el caso no existe la arbitrariedad alegada. La Cámara hizo lugar al reclamo por daño moral y lucro cesante peticionado por la Sra. Valdivia por la muerte de su esposo Luis Armando Fernández - técnico me-cánico de la empresa demandada- acaecida mientras trabajaba en la obra Machu Picchu- Perú- por falta de asistencia adecuada en oportunidad de padecer una crisis hipertensiva y angina de pecho, aspecto del que derivó la existencia del vínculo causal entre el fallecimiento y el tratamiento imperito, con sustento principalmente, en la prueba pericial médica, en concordancia con la informativa y testimonial que detalladamente coteja. El recurrente discrepa con la merituación probatoria efectuada por el sentenciante; centra su crítica principalmente en el análisis de la pericia médica, con cuyas conclusiones disiente y, en su afán de revertir el resultado traspola párrafos cuyo sentido intenta modificar. En efecto, el sentenciante atribuyó responsabilidad a la empresa por la muerte del esposo de la actora por el tratamiento imperito (conforme la conclusión de la pericia médica rendida en la causa) prodigado por el médico encargado de velar por la salud del personal instalado en el campamento de la obra ubicado en Machu Picchu, al que sólo se llegaba en zorrita, a pie o en helicóptero (sobre la ubicación de la obra y acceso, ver declaración del Jefe de Obra ing. Ravanelli, fs. 377/378). Ahora bien, de las constancias objetivas de la causa surge la deficiencia formal de las objeciones que la recurrente opone a las conclusiones de la pericia médica suscripta por el Dr. Antonio Paolasso. En efecto, la propia recurrente en la instancia de grado, no corrió traslado al perito de las impugnaciones por ella efectuadas al dictamen (fs. 163); la inadecuada asistencia médica al occiso quedó reconocida por la posición en rebeldía de la demandada (fs. 100); resulta también relevante que la propia demandada desistiera de la prueba testimonial del médico que en el evento atendió al esposo de la actora Dr. Guillermo Angel Garay García (ver fs. 381), declaración calificada no incorporada a la causa. Tampoco la demandada adjuntó historial clínico alguno obrante, en su caso, en un legajo de la empresa y/ o estudios médicos practicados a su personal a los fines del traslado a parajes inhóspitos. Tales aspectos, de significativa trascendencia procesal, debilitan gravemente los reproches que a la pericia médica se intenta ahora introducir en este estadio. Asimismo es criterio de la Sala que en los juicios en que se discute la mala praxis médica debe priorizarse la prueba pericial en función de la especificidad del conocimiento científico del médico. "No existe arbitrariedad en fundar una decisión sobre responsabilidad médica en la historia clínica, mucho menos en la pericial médica, prueba privilegiada para este tipo de procesos (ver LS 295-330, 8/6/00, "Felice Jorge y Ot. en j.. Garrido de Donaire, Silvia c/ Jorge Felici y ot. p/ D. y P. s/Inc." y Nº 70.841, "Vallejos Apolinaria en j.. Vallejos c/ Julio Sanchez Baca p/ D. y P. s/ Inc" LS 302-264; 16/8/01, Preopinanre Dra. Kemelmajer, Romano, Moyano). "No es arbitraria la sentencia que liberó de reponsabilidad al médico fundada exclusivamente en la prueba pericial médica que afirmó que no existió culpa médica. En el caso el informe versó sobre aspectos científicos y técnicos debidamente fundados y, no se invocaron razones que restasen valor objetivo a sus conclusiones" (Nº 72.471, "Rosales, Cristian Omar en j... Rosales Cristian c/ Luis López Barzola y Hosp. Lagomaggiore p/ Ord. s/ Inc." LS 312-75; 19/9/02. Preop. Dra. Kemelmajer de Carlucci; Dres. Romano y Moyano). "Cuando el peritaje aparece fundado en principios técnicos y no existe otra prueba que lo desvirtúe, la sana crítica aconseja aceptar el dictamen, pues el perito actúa como auxiliar de la justicia y contribuye con su saber, ciencia y conciencia a esclarecer aquellos puntos que requieren conocimientos especiales" (Cám. Nac. Civ. Sala D, 20/6/1990, JA 1990-IV-129; sala F, 24/8/1982, ED 102-329; Nº 77.825, "Cereda en j... Cereda c/ Pcia. Mza", LS 348-119, 16 /3/05 Dres. Kemelmajer- Romano - Perez Hualde). c. A su vez, la pericia de fs. 151/155 elaborada por el Dr. Paolasso resulta adecuadamente fundada en aspectos técnicos y científicos , sustentada en la documentación que adjunta (fotocopia del certificado de defunción del Instituto Nacional de Estadística del Ministerio de Salud del Perú - que indica como causa de muerte un paro cardio-rrespiratorio-; el informe médico suscripto por el Dr. Guillermo Garay - que asistió al Sr. Fernández de 54 años - elevado al Jefe de Obra Ing. Ravanelli) y los informes obrantes en la causa. Informa el perito que el paciente fallece el 21/12/00, se diagnostica crisis hipertensiva y angina de pecho; que no existen pruebas de preexistencia de la dolencia ni historia clínica con licencia por enfermedades cardiovasculares; surge del informe médico que el paciente "...tuvo un episodio de crisis hipertensiva grave (170/120 mm Hg) y un dolor torácico compatible con ataque anginoso (hipoxia del miocardio), cefalea y disnea, malestar general y ansiedad. El ataque es medicado correctamente pero el tratamiento adolece de una falta grave: no deriva al paciente a una internación ni realiza estudios urgentes para determinar las causas del ataque hipertensivo y anginoso. Lo más grave es que indica reposo relativo. Esto configura un tratamiento imperito o un abandono de paciente...". Existe coincidencia "que las alturas superiores a 2000 mts. por sí mismas son patológicas para obesos e hipertensos...", "... es bien claro que padecía trastornos por alturas y posible distrés laboral...". "...Hay un hecho inminente y es que el paciente fallecido lo hace en ocasión de su trabajo. Surgió un ataque grave y se medicó correctamente pero se trató parcialmente pues no se le realizó ningún estudio de emergencia, no se bajó de las alturas y no se internó como está indicado en caso de crisis hipertensiva y ataque anginoso...". "...Por los antecedente aportados el paciente muere estando en servicio laboral activo con reposo relativo (lo cual indica que seguía trabajando, en un ambiente laboral de riesgo (gran altitud) y con un ataque agudo grave previo no tratado ni considerado debidamente por negligencia o impericia médica de la empresa...". "...la culpa de la empresa por un aparente abandono de persona al no haberle prodigado el cuidado médico pertinente. En el capítulo de las conclusiones expresa el perito: "el señor Luis Armando Fernández fallece en un acto de servicio previo un ataque de crisis hipertensiva y angina de pecho compatible con las condiciones laborales (altura, distrés) que es bien medicamentado pero que no es completado su tratamiento ordenando una rápida internación, estudios urgentes y traslado a un centro médico de menor altura". "La falta de atención médica debida y la situación de reposo relativo condice como que el paciente podía "trabajar a medias" y justifican las apreciaciones de no haber sido asistido en forma correcta y perita pues de otro modo se podría haber antelado o evitado su muerte. Dejarlo en el campamento fue un factor preponderante para el desenlace cierto de una muerte..." "Si está probada la ansiedad medicada con alprazolan y expresamente consignada en el examen médico de la empresa." Es también una prueba relevante el informe de la Sociedad Argentina de Cardiología de fs. 86/87, que explica que los factores de riesgo psicosociales para la enfermedad coronaria están dados por rasgos de personalidad de un individuo, experiencias vitales traumáticas y condiciones sostenidas de estrés, que junto a situaciones de aislamiento social o ausencia de soportes afectivos adecuados, llevan a cambios fisiológicos que favorecen la aparición de un evento coronario. Concluye el informe que los riesgos de eventos coronarios se incrementan en una persona obesa y fumadora que se encuentre en soledad, en un estado de estrés laboral y depresión síquica. En coincidencia a fs. 127 el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires SA informa que el riesgo de enfermedad coronaria e infarto aumenta en personas fumadoras y obesas. Asimismo valoró que el episodio padecido por el esposo de la actora ocurrió en fecha cercana a las fiestas de fin de año (entre el 17 y el 21 de diciembre); que la demandada expresamente a fs. 30 en ocasión de contestar la demanda reconoció que su empleado no se había tomado vacaciones; que la vida en un campamento, en otro país, en un paraje alejado de un centro urbano y, distanciado de la familia (el informe de fs. 33 obrante en el beneficio de litigar sin gastos, denota la existencia de una buena relación familiar; la esposa es docente, con más de 30 años de matrimonio y tres hijos profesionales) son factores que indudablemente debieron potenciar el riesgo de padecer una enfermedad coronaria. Tales aspectos, que razonablemente debieron ser evaluados por el profesional médico pues constituyen el perfil del paciente en trato, fueron omitidos por el galeno; tampoco fueron considerados por el personal jerárquico de la empresa que mantuvo la permanencia del Sr. Fernández dentro del campamento con un "reposo relativo" cuya verdadera significación y alcance no fluye de las constancias de la causa. Completa el cuadro de situación la declaración del Jefe de Obra, Ing. Ravanelli, a fs. 377/378, relata que en obra existía una enfermería , que tenía lo mínimo (para medir la presión, camillas, etc.), un médico las 24 hs. y un ayudante de enfermería; que en el lugar trabajaban entre 70 o 100 personas no lo recuerda; que a la obra se entraba y salía a pie, en una zorrita de la empresa - capacidad 8 personas- o en helicóptero; que el centro más cercano era Cusco a más de 100 km de difícil acceso; el helicóptero no era de la empresa (ver fs. 377 vta.); que el Sr. Fernández era mecánico (se ocupaba de la asistencia mecánica a la tuneladora ) su complexión era normal a corpulenta y fumaba. La interpretación sistemática de la pericia médica, en conjunción con el resto de la prueba ( informes de institutos cardiovasculares , instrumental y testimonial) permiten derivar razonablemente la existencia del nexo causal entre el fallecimiento del Sr. Fernández en ocasión del trabajo y la falta de asistencia adecuada de la demandada en el evento, ocasionada por un obrar negligente del médico encargado de velar por la salud del personal, cuyo tratamiento incompleto e imperito al no derivar al paciente a una internación ni realizar estudios urgentes y complementarios para determinar las cau-sas del ataque hipertensivo y anginoso (simplemente medicó e indicó reposo relativo) coadyuvó al resultado. No se evaluó el escenario en el que sucedieron los hechos, un campamento de obra, con una enfermería elemental, sita en un lugar inhóspito, de gran altitud , aislado tanto por la distancia como por la dificultad de acceso a un centro urbano con infraestructura hospitalaria. Tampoco se tuvo en cuenta las características del paciente, fumador y de complexión robusta, padecía estrés laboral y alejamiento familiar. La omisión de sopesar los aspectos objetivos y subjetivos constituyeron un factor de riesgo preponderante para el desenlace del fatal resultado. La dolencia del paciente debió ser "tratada" y no sometida a una conducta expectante que a la postre resultó mortífera. Las razones analizadas me convencen de la ausencia de arbitrariedad de la sentencia que condenó a la demandada a reparar el daño causado por su obrar culposo. A mayor abundamiento esta Sala ha sostenido: " El error de diagnóstico por sí mismo no configura culpa, en cambió sí la tipifica la omisión de ordenar la realización de los exámenes que la dolencia impone" (Nº 91.795, "Palluchini Mararita en j...", 3/7/09, Dres. Kemelmajer -Llorente). d. Resta analizar el agravio referido a las costas . El apelante atribuye irazonabilidad a la imposición de costas "en el orden causado de primera instancia" . El agravio debe desestimarse pues es erróneo en su formulación. En efecto, expresamente la Cámara - que revocó la sentencia de primera instancia- impuso las costas de primera y segunda instancia a cargo de la demanda (ver resolutivo 3°) de la sentencia impugnada fs. 516 vta. ) y, mediante la aclaratoria de fs. 527 incorporó el resolutivo "8°)" por el que impuso las costas de alzada por lo que se rechaza el recurso a cargo de la recurrente (la actora). Idéntica suerte corre el agravio referido a la plus petición. En efecto, sabido es que no corresponde imponer costas por la parte que no prospera la demanda cuando se trate de rubros que dependen de la discrecionalidad judicial, salvo que el rubro se rechace o exista plus petición inexcusable (LS 189--177, "Chogris") . El recurrente pretende se impongan costas a la actora por plus petición, en función del criterio matemático que expone, monto demandado y monto condenado. No asiste razón en su reclamo pues la plus petición debe ser "inexcusable", constituye una suerte de sanción para el litigante de mala fe, aspectos que en la causa no se visualizan dadas las características del reclamo de la viuda por la muerte de su esposo mientras prestaba servicio en una obra alejada de todo centro urbano en Perú; la difícil cuantificación de los rubros en trato "daño moral" y "lucro cesante" y, ello, con independencia de ponderar del monto efectivamente acordado por el tribunal de alzada atento su falta de cuestionamiento por las partes (la demandada recurrente en esta sede no los impugnó y la actora consintió la sentencia de Cámara). En conclusión, podrá o no compartirse el resultado al que se arriba pero en modo alguno puede sostenerse que el pronunciamiento sea arbitrario ya que conforme lo sostiene reiteradamente este Tribunal, para que una sentencia sea arbitraria debe incurrir en una omisión decisiva de valoración de la prueba o en su valoración arbitraria (LS 295-482). En el caso no verificándose tal supuesto, la sentencia deberá mantenerse como acto jurisdiccional válido atento la excepcionalidad del recurso en examen. Finalmente, no debe olvidarse que el recurso de Inconstitucionalidad es un remedio extraordinario, a fin de que el Superior Tribunal de la Provincia verifique y controle que no se han afectado derechos y garantías constitucionales, en especial las de la defensa en juicio y el debido proceso legal. Para que se afecte el derecho de defensa, debe ocurrir cualquiera de los tres supuestos previstos en el art. 150 del CPC y su nota, es decir no haber sido oído, no haber producido la prueba o haberse desestimado recursos procedentes (LS 302445). Por los fundamentos expuestos, si mi voto resulta compartido por mis colegas de Sala, corresponde el rechazo del recurso deducido. Así voto. Sobre la misma cuestión el Dr. ROMANO, adhiere al voto que antecede. A LA SEGUNDA CUESTION EL DR. JORGE H. NANCLARES, DIJO: Corresponde omitir pronunciamiento sobre este punto, puesto que ha sido planteada para el eventual caso de resolverse afirmativamente la cuestión anterior. Así voto. Sobre la misma cuestión el Dr. ROMANO, adhiere al voto que antecede. A LA TERCERA CUESTION EL DR. JORGE H. NANCLARES, DIJO: Atento el resultado al que se arriba en el tratamiento de las cuestiones anteriores, corresponde imponer las costas a la parte recurrente que resulta vencida (arts. 35 y 36 del C.P.C.). Así voto. Sobre la misma cuestión el Dr. ROMANO, adhiere al voto que antecede. Con lo que terminó el acto, procediéndose a dictar la sentencia que a continuación se inserta: S E N T E N C I A: Mendoza, 18 de mayo de 2.010. Y VISTOS: Por el mérito que resulta del acuerdo precedente, la Sala Primera de la Excma. Suprema Corte de Justicia, fallando en definitiva, RESUELVE: 1. Rechazar el recurso de inconstitucionalidad articulado a fs. 14/24 vta. por la parte demandada. 2- Imponer las costas a cargo de la recurrente vencida. 3. Regular los honorarios del siguiente modo: Dres. Daniel Rogelio CHAHER, en la suma de pesos ... ($ ...); María Alejandra STICCA, en la suma de pesos ... ($ ...); Alfredo A. BISERO PARATZ, en la suma de pesos ... ($ ...); Mariano GIMENEZ RILLI, en la suma de pesos ...($ ...) (Arts. 15 y 31 Ley Aranceles). 4. Dar a la suma de pesos DOSCIENTOS SESENTA Y SIETE ($ 267), de la que da cuenta la boleta de depósito obrante a fs. 1, el destino previsto por el art. 47 inc. IV del C.P.C. Notifíquese. Ofíciese. Dr. Jorge Horacio NANCLARES Dr. Fernando ROMANO