A C U E R D O

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A C U E R D O
En la ciudad de La Plata, a 3 de abril de 2014,
habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en
el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden
de
votación:
Pettigiani,
Corte
de
sentencia
Martín
doctores
se
reúnen
Justicia
Horacio
Pretensión
los
en
definitiva
Genoud,
señores
acuerdo
en
contra
de
la
Lázzari,
jueces
ordinario
causa
A.
Recurso
la
Suprema
para
pronunciar
71.239,
"Koretzky,
Municipalidad
indemnizatoria.
de
Kogan,
de
San
Isidro.
extraordinario
de
inaplicabilidad de ley".
A N T E C E D E N T E S
La
Cámara
de
Apelación
en
lo
Contencioso
Administrativo con asiento en San Martín rechazó el recurso
de apelación interpuesto por la parte actora, confirmando
la sentencia de primera instancia que había desestimado la
demanda (ver sentencia a fs. 341/357).
Disconforme con ese pronunciamiento el accionante
interpuso recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley
(fs.
371/380)
el
que
fue
concedido
por
la
Cámara
interviniente por resolución de fs. 382/383.
Dictada
la
providencia
de
autos
(fs.
387)
y
encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia,
la Suprema Corte resolvió plantear y votar la siguiente
C U E S T I Ó N
¿Es
fundado
el
recurso
extraordinario
de
inaplicabilidad de ley interpuesto?
V O T A C I Ó N
A
la
cuestión
planteada
el
señor
Juez
doctor
Genoud dijo:
I.
La
Cámara
de
Apelación
en
lo
Contencioso
Administrativo con asiento en San Martín rechazó el recurso
de apelación articulado por la parte actora, confirmando la
sentencia de primera instancia que desestimó la demanda
interpuesta por el señor Koretzky. Impuso las costas de la
alzada en el orden causado (art. 51 del C.C.A., ley 12.008
-texto según ley 13.101-).
1. Sitúa el caso en debate en la responsabilidad
del estado por omisión. Ello, toda vez que el accionante
pretende el resarcimiento de diversos daños que, según éste
explica,
se
habrían
originado
en
una
caída
en
la
vía
pública en la localidad de San Isidro, al introducir su pie
derecho
en
un
desnivel
sobre
la
senda
peatonal
correspondiente a la calle Belgrano, en su interdicción con
Acassuso, el día 12-V-2006.
Expresa que si bien es cierto que el deficiente o
indebido ejercicio del poder de policía en lo que respecta
al estado de conservación de la vía pública puede llegar a
comprometer
condición
de
la
responsabilidad
que
se
acredite,
estatal,
como
en
ello
es
general
así
en
a
todo
supuesto generador de un perjuicio resarcible, una relación
de
causalidad
adecuada
entre
el
incumplimiento
de
la
obligación y el daño producido.
Circunscribe las críticas de la parte actora a la
apreciación de la prueba de autos en el decisorio apelado,
a
partir
de
la
cual,
el
a
quo
concluyó
que
no
quedó
demostrado que el estado de la senda peatonal haya sido la
causa de los daños reclamados por el accionante.
De allí, concluye que resulta primario determinar
si se encuentra acreditado el evento dañoso y la relación
de causalidad entre el daño y la responsabilidad endilgada
a
la
Municipalidad.
Considera
que
la
prueba
agregada
y
producida en la causa, no resulta suficiente a tales fines.
Destaca que, ante la insuficiencia o ausencia de
evidencias,
es
necesario
recurrir
a
los
principios
que
ordenan la carga de la prueba y fallar responsabilizando a
la
parte
que,
debiendo
justificar
sus
afirmaciones,
no
llegó a formar la convicción judicial acerca de los hechos
controvertidos.
Concluye que incumbe al accionante probar (conf.
art. 375 del C.P.C.C.), en lo que al daño respecta, la
existencia de éste y su monto y el nexo causal entre la
violación de la obligación o el acto ilícito y el daño
experimentado. Resalta que no se presume, en principio,
ninguno de esos extremos.
2.
Puntualiza
que
si
bien
surge
prima
facie
acreditado que el señor Koretzky fue atendido en la guardia
del Sanatorio San Lucas el 1-V-2006 (fs. 135), que tuvo
fractura de tobillo (fs. 132/134, que le fue colocada una
valva de yeso en el miembro inferior (fs. 133) y que fue
atendido e intervenido quirúrgicamente a los pocos días (el
16
y
17-V-2006)
en
el
Sanatorio
de
la
Trinidad
(fs.
137/141), la parte actora no ha logrado formar convicción
-con las pruebas rendidas en autos- que los daños indicados
hayan tenido conexión causal con el invocado desnivel en la
senda peatonal. En tal sentido, considera que:
a)
No
ha
quedado
debidamente
acreditada
la
existencia del desnivel sobre la senda peatonal que indica
el
actor
al
día
12-V-2006
(conf.
fs.
89
vta.);
independientemente de resultar aquélla transitable o no,
como considerara el a quo y fuera objeto de crítica por el
apelante.
Explica que las fotografías acompañadas por el
actor (fs. 79/81) no se encuentran certificadas, por lo que
no sirven para acreditar el estado de ese sector de la
calzada
en
la
intersección
de
las
calles
Belgrano
y
Acassuso al momento de la invocada caída. Tampoco se puede
inferir
de
los
documentos
de
fs.
79/81
que
se
haya
fotografiado la intersección de las citadas calles, en la
medida que no se observa cartel indicador alguno de las
mismas. Por ello, no se puede atribuir a dichas constancias
per se valor probatorio, más allá de las discordancias de
éstas
con
el
relato
de
la
demanda
y
la
testimonial
producida en autos.
Agrega
que
los
informes
suministrados
por
la
demandada (a fs. 100 y 143) no sirven a tales efectos
puesto que el primero de ellos no refiere a la existencia
de baches en dicha intersección y el segundo indica la
realización de tareas de mantenimiento pero no vinculadas
con el desnivel (fs. 143).
Refiere que la respuesta al oficio librado al
Sanatorio San Lucas (fs. 134) alude a una caída en la vía
pública
en
Acassuso
y
Belgrano,
pero
no
a
las
circunstancias de la misma o que -concretamente- la motivó,
a lo que se suma que dicha constancia con membrete del
Departamento de Urgencias del sanatorio no se encuentra
firmada, por lo que carece de idoneidad probatoria para
acreditar no sólo el desnivel, sino la mecánica del hecho.
Respecto al testimonio del señor Mazza considera
que "si bien no es óbice en forma absoluta la calidad de
testigo único para la ponderación de sus dichos, porque el
sistema de la sana crítica excluye la aplicación de la
máxima latina testis unus, testis nullus, ésta conserva
cierta lógica de verdad, dado que es exigible en tales
supuestos, obviamente por parte del juzgador, el deber de
apreciar
el
testimonio
aportado
en
la
causa, con
mayor
severidad y valorando todos los elementos en su conjunto".
Añade que, sumado al carácter de testigo único,
se observa la amistad que mantiene el señor Mazza con el
actor. Refirió a pautas jurisprudenciales resaltando, entre
otras consideraciones, que "es dable inferir, según las
reglas de la experiencia, que el testigo tendrá una natural
proclividad a beneficiar a su amigo, máxime si sus dichos
pueden tener eficacia dirimente, como en el sub lite".
Indica que la declaración del mencionado testigo
(fs. 194/196), independientemente de la singularidad a la
que
refiere
el
características
a
del
quo,
no
invocado
es
precisa
desnivel.
en
Las
cuanto
a
las
descripciones
efectuadas por éste no se condicen con aquello que se puede
apreciar de las fotos (fs. 79/81) arriba aludidas por las
que el accionante pretende ilustrar al intérprete acerca de
las características del pretendido desperfecto en la vía
pública. Ello, en tanto más que un pozo, pareciera resultar
la interrupción de una franja de cemento -lindera al cordón
y situada fuera de la senda peatonal- que nivela en escasos
centímetros la altura de la calzada en su proximidad con el
cordón, sin formar circunferencia o delimitación precisa y
con muy escasa profundidad, provocando más bien, un muy
leve hundimiento de la calzada en su superficie adyacente
al cordón.
Señala que el testigo no brindó precisión acerca
de
dónde
se
situaba
el
citado
desnivel,
puesto
que
al
inicio de su declaración coincidió con la versión del actor
en que el accidente fue en la intersección de las calles
Belgrano y Acassuso y luego aseveró textualmente que "iban
sólo
caminando
...,
hicieron
la
primer
cuadra
y
en
Acassusso y Rivadavia cuando quisieron cruzar para el San
Lucas
el
actor
se
cayó,
se
fue
para
abajo..."
(fs.
194/vta.).
b)
cierta
la
pretendidos
En
otro
aspecto,
existencia
por
la
del
parte
señala
que
desnivel
en
actora,
aún
dando
los
tampoco
por
términos
ha
quedado
acreditada la mecánica del hecho.
En primer lugar, destaca las discrepancias entre
el relato de la demanda y el del testigo presencial.
Explica que la descripción del evento dañoso del
actor da cuenta que: "cuando llegamos a la esquina con el
fin de cruzar la calle Acassusso y por la senda peatonal,
descendió a la calle con el pie derecho sin advertir que la
senda
peatonal
tenía
un
desnivel,
al
introducir
mi
pie
derecho en ese desnivel quedé atrapado allí, haciéndome
perder el equilibrio y provocando mi caída sobre la calle".
Agrega que, sin perjuicio de que no parece del
todo verosímil que el pie del actor haya quedado "atrapado"
en el desnivel, por no apreciarse la presencia de un "pozo"
en las fotos como antes señalara, el testigo Mazza sobre
este evento afirmó que: "cuando quisieron cruzar para el
San
Lucas
el
actor
se
cayó
se
fue
para
abajo,
se
trastabilló y se cayó".
Pondera que el testimonio no fue corroborado por
ninguna otra prueba; siendo exacto lo dicho por el a quo en
relación a la falta de pericia técnica -no ofrecida por el
actor- que se expidiera sobre la mecánica del hecho.
Resalta que la pericial médica ofrecida por la
misma parte, no brindó precisiones acerca de la concreta
causalidad de las lesiones y traumatismos del actor con el
hecho que motiva la presente acción.
c) En ese contexto, juzga que la apreciación de
la
prueba
que
efectuó
el
magistrado
de
grado,
no
se
presenta arbitraria ni absurda, siendo ajustada a derecho
(arts. 384 y 456 del C.P.C.C.).
Concluye que en la presente causa, no sólo no se
encuentra probada la existencia del "desnivel" o "pozo"
invocado en la demanda, sino que, tampoco se ha acreditado
el nexo causal entre el pretendido estado de la calzada y
las
lesiones
consecuencia
que
de
un
el
actor
accidente.
dice
haber
Ello,
a
padecido
fin
de
como
imputar
responsabilidad a la comuna por la deficiente prestación
del servicio de control del estado de la viabilidad pública
(art. 901, 1112 del C.C. y 384 del C.P.C.C.).
II. Contra el pronunciamiento de la Cámara se
alza la parte actora mediante recurso extraordinario de
inaplicabilidad de ley.
Denuncia la violación del art. 384 del Código
Procesal
Civil
y
Comercial,
argumentando
error
grave
y
manifiesto en la apreciación de la prueba aportada a estos
actuados.
1. En primer término, se agravia de la conclusión
de la Cámara respecto a que la prueba agregada y producida
en la causa no resulta suficiente para acreditar el evento
dañoso y la relación de causalidad entre el daño y la
responsabilidad endilgada a la Municipalidad de San Isidro.
Resalta que la alzada ratificó lo resuelto por el
juez de primera instancia y consideró que "si bien surge
prima facie acreditado que el actor fue atendido en la
guardia del Sanatorio San Lucas el 12-V-2006 (fs. 135), que
tuvo fractura de tobillo (fs. 132/134), que le fue colocada
una valva de yeso en el miembro inferior (fs. 133) y que
fue atendido e intervenido quirúrgicamente, a los pocos
días (el 16 y 17-V-2006) en el Sanatorio de la Trinidad
(fs.
137/141)
...
dicha
parte
no
ha
logrado
formar
convicción -con las pruebas rendidas en autos- en torno al
nexo causal; esto es, que los daños indicados hayan tenido
conexión
causal
peatonal".
con
el
invocado
desnivel
de
la
senda
Considera que tal aseveración conforma un grave y
manifiesto error en la apreciación de las pruebas aportadas
y contrario al sistema de la sana crítica previsto en el
ordenamiento procesal.
Alude
a
la
declaración
del
testigo
Mazza
y
concluye que resulta injusto que aplicando la lógica y el
sentido
autos
común
pueda
resulte
aceptarse
insuficiente
que
para
la
prueba
formar
la
rendida
en
convicción
judicial acerca de los hechos controvertidos.
2. En segundo lugar, cuestiona la afirmación de
la
alzada
acreditada
respecto
la
a
que
existencia
no
del
ha
quedado
desnivel
debidamente
sobre
la
senda
peatonal indicada por el actor.
Aduce
que
esa
aseveración
se
encuentra
desvirtuada por la declaración testimonial del señor Mazza,
la que -asegura- no fue contradictoria y es coincidente con
los
hechos
narrados
en
el
escrito
de
demanda,
con
las
fotografías de fs. 79 a 81 y con el oficio contestado por
el Sanatorio San Lucas obrante a fs. 131 a 135. Afirma que
estas probanzas no fueron analizadas, en su conjunto, con
las reglas de la sana crítica.
Arguye
que
la
Municipalidad
al
contestar
la
demanda reconoció una imperfección en la calle y que, al
responder el oficio que le fuera remitido, asegura haber
realizado -en el primer trimestre del año 2007- tareas de
nivelación
de
adoquines,
justamente
en
la
zona
del
accidente.
Concluye que, al tiempo del siniestro denunciado,
existían en la calle imperfecciones que pudieron ocasionar
los daños referidos en la demanda. De modo contrario, no
hubieran sido necesarias reparaciones de ningún tipo.
3.
Como
tercer
agravio
esgrime
el
rechazo
en
ambas instancias de las declaraciones testimoniales de los
señores Horacio Bianchi y Ariel Wagner.
Explica que la denegatoria en primera instancia
se
fundó
en
concurrieron
la
a
circunstancia
declarar
sin
de
el
que
ambos
respectivo
testigos
documento
nacional de identidad.
Se
prueba
haberse
agravia
tampoco
porque
tuvo
solicitado
la
en
en
segunda
correspondiente
tiempo
y
forma
instancia
acogida
y
esta
pese
conforme
a
las
previsiones de la ley ritual (arts. 255 inc. 2°, 377 y 383
del C.P.C.C.).
Expresa
exhibición
de
que
el
documento
Código
alguno
procesal
para
no
declarar
exige
y
que
la
la
jurisprudencia tiene dicho que debe estarse por un criterio
amplio en el sentido de no rechazar el ofrecimiento de la
deposición de los testigos sin causa justificada, ya que es
en el momento de dictarse sentencia cuando se apreciará la
eficacia de sus dichos.
4. Por último, concluye que el fallo en crisis no
ha tenido en cuenta la doctrina sentada por la Corte de
Justicia de la Nación en Fallos 322:1540; 315:1614, entre
otros. Agrega que resulta ejemplar la sentencia dictada por
este
Tribunal
el
15-VIII-1995
"Municipalidad
de
Necochea"
en
la
(ver
causa
punto
V
C.
55.043,
del
escrito
recursivo, a fs. 377 vta./379 vta.).
III. Adelanto que el recurso no puede prosperar.
1. Preliminarmente advierto que en el presente se
discute el modo en que el a quo valoró la prueba rendida,
tal
como
ha
quedado
de
manifiesto
en
los
antecedentes
reseñados, lo que nos sitúa en el campo de la apreciación
de los hechos y del material probatorio.
Sentado
ello,
en
lo
que
respecta
a
la
determinación de la existencia de la relación causal entre
el hecho y el daño, como también su ruptura, esta Corte ha
resuelto que constituyen -como quiera que se trata de un
análisis
ajenas
a
de
la
circunstanciasinstancia
típicas
cuestiones
extraordinaria,
en
de
tanto
hecho
no
se
demuestre su evaluación en forma absurda (conf. causas Ac.
96.025, sent. del 19-IX-2007; C. 97.127, sent. del 18-II2009 y C. 95.666, sent. del 2-IX-2009), lo que debe ser
eficazmente denunciado y demostrado por quien lo invoca
(doct. causas A. 101.626, sent. del 11-II-2009; C. 101.243,
sent. del 7-X-2009 y C. 110.476, sent. del 24-IV-2013),
carga que no aparece cumplida por el impugnante.
Para
necesario
tener
demostrar
por
la
configurado
concreta
el
absurdo,
desinterpretación
es
de
la
prueba, de modo que las razones de los juzgadores aparezcan
como un dislate, no siendo suficiente para abrir la vía
extraordinaria
discrepante
la
con
exteriorización
el
del
de
un
sentenciante
y
punto
de
acorde
vista
con
el
personal enfoque del material probatorio efectuado por el
recurrente (arts. 279 y 384, C.P.C.C.; causas C. 92.282,
sent. del 7-II-2007; C. 95.273, sent. del 15-X-2008; C.
98.890, sent. del 11-II-2009; A. 71.095, sent. del 9-V2012).
Asimismo, ha señalado que la mera discrepancia,
como la evidencia en su recurso la parte actora, dista de
configurar el supuesto excepcional que invalida lo resuelto
y
abre
paso
a
la
revisión
de
las
cuestiones
en
esta
instancia. Pues, como antes señalé, no basta con disentir,
sino que es menester poner de relieve el error palmario y
fundamental que autoriza la apertura de esta sede para el
examen
de
tales
cuestiones
fáctico-probatorias
(conf.
causas C. 96.884, sent. del 16-IV-2008; C. 102.367, sent.
del 18-II-2009 y C. 95.666 citada).
Es necesario demostrar que lo concluido por el a
quo es el producto de un error grave y ostensible que ha
derivado
en
afirmaciones
incongruentes
o
contradictorias
con las constancias de la causa o con tergiversación de las
reglas
de
jurídicas
la
sana
crítica
sustantivas
o
y
violación
procesales
de
las
vigentes
normas
(causa
C.
96.946, sent. del 4-XI-2009).
Los argumentos vertidos en el recurso deducido
lejos se hallan de demostrar el razonamiento erróneo que,
en grado de absurdo, permita reeditar los temas apuntados
(arts. 279 y 384 del C.P.C.C.).
2.
replanteo
En
de
lo
que
prueba
pronunciamiento
que
interlocutoria
de
respecta
al
testimonial,
lo
fs.
rechaza
334/336-,
agravio
relativo
al
sabido
es
que
el
caso,
la
-en
no
el
reviste
carácter
definitivo en los términos del art. 278 del Código Procesal
Civil
y
Comercial
desde
que
se
trata
de
una
cuestión
procesal anterior a la sentencia (conf. causas Ac. 51.202,
resol. del 14-VII-1992; Ac. 88.849, sent. del 9-XI-2005 y
C. 108.763, resol. del 14-X-2009).
Para más, al ser inadmisible la producción de
prueba en la instancia extraordinaria (arg. art. 284 del
C.P.C.C.),
la
solicitud
de
replanteo
que
de
ésta
se
articula resulta inviable (conf. causa L. 114.634, res. del
21-IX-2011).
3.
conclusión
recordar
En
en
que
relación
al
el
punto
V
la
invocación
argumento
del
de
escrito
formulado
como
recursivo
debo
precedentes
de
otros
tribunales no resulta eficaz para fundamentar el recurso de
inaplicabilidad de ley porque no constituyen la "doctrina
legal" a la que alude el art. 279 del Código Procesal Civil
y Comercial (conf. causas C. 101.236, sent. del 29-IV-2009
y C. 113.208, sent. del 27-VI-2012), aunque se trate de los
fallos de la Corte Suprema de la Nación.
A ello agrego -en particular, con referencia a la
causa C. 55.043, sent. del 15-VIII-1995 citada a fs. 379
vta.- que el quejoso se ha limitado a invocar el fallo en
sustento de su pretensión recursiva sin argumentar siquiera
cuál es la relación entre el caso juzgado en el precedente
referido y el sub examine.
IV.
Por
las
razones
expuestas
corresponde
rechazar el recurso extraordinario de inaplicabilidad de
ley interpuesto (art. 279 del C.P.C.C.).
Voto por la negativa. Las costas se imponen al
recurrente vencido (arts. 60 inc. 1°, ley 12.008, texto
según ley 13.101, 68 y 289 in fine del C.P.C.C.).
Los señores jueces doctores de Lázzari, Kogan y
Pettigiani,
por
los
mismos
fundamentos
del
señor
Juez
doctor Genoud, votaron también por la negativa.
Con
lo
que
terminó
el
acuerdo,
dictándose
la
siguiente
S E N T E N C I A
Por los fundamentos expuestos en el acuerdo que
antecede,
se
rechaza
el
recurso
extraordinario
de
inaplicabilidad de ley interpuesto (art. 279 del C.P.C.C.).
Las
costas
se
imponen
al
recurrente
vencido
(arts. 60 inc. 1°, ley 12.008, texto según ley 13.101, 68 y
289 in fine del C.P.C.C.).
Regístrese, notifíquese y devuélvase.
LUIS ESTEBAN GENOUD
HILDA KOGAN
EDUARDO JULIO PETTIGIANI
EDUARDO NESTOR DE LAZZARI
JUAN JOSE MARTIARENA
Secretario
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