PADRENUESTRO DEL COMPROMISO Presidente: Padre nuestro que estás en los cielos y que te has comprometido estar con nosotros. Todos: Santificado sea tu nombre. Presidente: Padre nuestro que te has comprometido a salvar a todos los hombres. Todos: Santificado sea tu nombre. Presidente: Padre nuestro que te has comprometido a cuidar de los pájaros del cielo y de los lirios del campo. Padre nuestro que te has comprometido a entregarnos a Jesús, Hijo tuyo y hermano nuestro. Padre nuestro que te has comprometido a cuidar de todos tus hijos. Todos: Venga a nosotros tu Reino. Presidente: Venga a nosotros tu Reino, a través de la acción de los cristianos comprometidos en vivir las bienaventuranzas, a través de la acción de los cristianos comprometidos a ser sembradores de la paz y de la ilusión, a través de la acción de los cristianos comprometidos a ser limpios de corazón y sin engaño, a través de la acción de los cristianos comprometidos y que han arriesgado su vida por anunciar tu justicia. Todos: Venga a nosotros tu Reino. Presidente: Padre, nos comprometemos a hacer tu voluntad. Todos: Padre, nos comprometemos a hacer tu voluntad cuando en nuestra vida nos sintamos inclinados optar por el mal, cuando tengamos que optar por el Evangelio aunque nos cueste, cuando sintamos que no nos comprendemos unos a otros, cuando vivamos el dolor o la tragedia. Presidente: Danos hoy nuestro pan de cada día. Todos: Padre, nos comprometemos a compartir: el pan que tú nos das. Padre, nos comprometemos a transmitir. Padre, nos comprometemos a sembrar. Padre, nos comprometemos a difundir. Presidente: Padre, perdónanos nuestras ofensas. Todos: Como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Padre, perdónanos nuestras mentiras, Padre, perdónanos nuestros egoísmos, Padre, perdona nuestras faltas de atención a ti, Padre, perdona nuestras faltas de confianza en ti, Padre, danos otra oportunidad, de aprender a amar. Presidente: Y no nos dejes caer en la tentación. Padre, si tú nos das la valentía de tu Espíritu... Todos: Podremos comprometernos a no caer en la tentación de la cobardía e indiferencia. Presidente: Padre, si tú nos das la fuerza de tu Espíritu, la vitalidad de tu Espíritu. Todos: Podremos comprometernos a no caer en la tentación de la falta de compromiso, en la tentación de pensar que todo está hecho. Amén. EL PADRENUESTRO DE LA FRATERNIDAD Padre, que miras a todos tus hijos por igual. Nuestro, de todos. de los más de los cinco mil millones que poblamos la tierra. Que estás en el cielo y en la tierra y en cada ser humano. Santificado sea tu nombre en los corazones de todos. Venga a nosotros tu Reino de amor, fraternidad, verdad, justicia y libertad. Hágase tu voluntad siempre, en todos y en todo. Danos hoy nuestro pan de cada día, que está amasado con esfuerzos de solidaridad y justicia. Perdónanos nuestras ofensas como Tú sabes hacer: enseguida, por completo, siempre. No nos dejes caer en la tentación de olvidarnos de nuestros hermanos necesitados, sin fe, sin amor. Líbranos del mal, de los egoísmos, de las guerras, de las injusticias. Porque somos mucho, Padre, Los que queremos vivir en fraternidad. Amén. PADRE DE TODOS NOSOTROS Padre de todos nosotros a quien vamos descubriendo cada día un poco más. Déjanos llamarte por tu nombre y también por tu apellido: Tú eres “Dios Padrebueno”. Queremos luchar por un mundo distinto para construir tu Reino. Queremos buscar y ver en el corazón de los hombres lo que esperas de nosotros. Queremos saciar nuestra hambre de ilusiones y partir y repartir nuestro pan con alegría. Queremos perdonarnos de verdad para que también Tú nos perdones. Queremos vencer la tentación del poder, la indiferencia y la rutina. Queremos luchar contra la injusticia: la que nos oprime a nuestro lado y la que anida en nuestro corazón. Ayúdanos Tú, Señor. Amén. EL PADRENUESTRO DE TODOS LOS HOMBRES Padre de todos los hombres, justos y pecadores; a todos nos amas y para todos haces salir el sol. Que estás en todas las criaturas, y de modo más visible en el hermano más necesitado. Santificado sea tu nombre; que todos te alaben, que te hagamos presente en nuestra vida y en la de los demás. Que de verdad sea tu voluntad y no la nuestra, la que se haga en todas las cosas y en todas las partes. Señor, que el pan de cada día nos llegue a todos; pan de amor, de cultura, de justicia y de tantas y tantas cosas que Tú sabes que necesitamos. Enséñanos a perdonar, para hacernos acreedores de tu perdón. Más líbranos del egoísmo, del cansancio, de la tristeza y llévanos a ti. Amén. PADRENUESTRO, DE LOS NIÑOS Y MAYORES Padre nuestro del cielo, ¿dónde estás, que no te vemos?. Aquí, entre nosotros estás y das vida a nuestros sueños. Nosotros te llamamos por tu nombre: eres Amigo y eres Padre. Tú nos acompañas y nos guías en la tierra, nuestro cielo, y también más allá dónde está tu Reino. Danos hambre y danos pan, manos para jugar, manos para abrazar y un corazón que perdone como Tú sabes perdonar. Ayúdanos a crecer y líbranos de la pereza. Amén. EL PADRENUESTRO DE LA MISERICORDIA Padre de todos los hombres, Dios cercano y misericordioso, la paternidad total, el don entregado sin marcha atrás. Te cantamos, te alabamos, porque eres grande y porque hiciste todas las cosas con sabiduría y amor. Padre, que haces salir el sol para buenos y malos. Tú das color a las flores. Tú entrenas a cantar al pájaro. Tú has dibujado la sonrisa del niño. Ayúdanos a crear fraternidad, a vivir en este mundo sembrando gratuitamente tu mismo estilo de amar. Padre, haznos vivir de tu misma vida, en tu misma familia, cantando siempre tus misericordias. Tú, Padre, rico en misericordia, misericordia entrañable. Gracias por ser Padre siempre Padre con nosotros. Amén. EL PADRENUESTRO DE LA LIBERACIÓN Padre nuestro: Amigo para el amigo. Así es nuestro Dios. Que estás en el cielo, en la grandeza y en la compasión de su presencia. Santificado sea tu nombre. Bendito sea aquel que nos bendice: Yahvé, Tú eres nuestro amigo. Por siempre te alabaremos. Venga a nosotros tu Reino. Anhelamos la realización de tu promesa: una sociedad de amor y de justicia. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Hágase visible entre nosotros tu libertadora cercanía de vida. Danos hoy nuestro pan de cada día. Con la esperanza de que todas las personas tengan qué comer. Perdónanos nuestras ofensas, Como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Tú que eres nuestro perdón y la fuente de reconciliación. No nos dejes caer en la tentación. Haznos a todos nosotros unos cristianos íntegros. Y líbranos del mal. Líbranos del poder y de la violencia, incluyendo a los de nuestro corazón. Porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria. Porque Tú mismo eres nuestra fuerza y nuestro libertador, en quien confiamos. Amén. EL PADRENUESTRO DEL HAMBRE Padre nuestro, el hambre aflige a millones de personas: Danos hoy nuestro pan de cada día. Necesitamos de tu sabiduría. Danos siempre el pan de tu Palabra. Tenemos hambre de amor y de paz. Danos el pan vivo que baja del cielo. Enséñanos la verdad y la justicia, la solidaridad y la fraternidad. Convierte nuestro corazón. Queremos vivir siempre en comunión, como hermanos e hijos de un mismo Padre. Amén. COMO CRISTO ORABA Señor, enséñanos a orar, como Tú rezabas el Padrenuestro. Enséñanos a orar: ¡Santificado sea tu nombre!. Enséñanos a orar, preparando la venida de tu Reino de amor y de Paz. Enséñanos a orar, haciendo su voluntad, hoy y siempre. Enséñanos a orar, acogiendo y partiendo el pan de cada día. Enséñanos a orar, resistiendo a cualquier tipo de tentación. Enséñanos a orar y líbranos de todo mal, de olvidarnos de decir Padre nuestro. PADRE, FELICES SON... Felices los que se sienten hijos tuyos y te ruegan: Padre nuestro que estás en el cielo. Felices los que te conocen y santifican tu nombre. Felices los que construyen tu Reino y esperan tu venida. Felices los que buscan tu voluntad y se esfuerzan por hacerla realidad. Felices los que merecen cada día el pan que Tú les das. Felices los que acogen Tú perdón y perdonan a sus hermanos. Felices los que resisten a la tentación y luchan contra el mal. Felices los que hacen de su vida oración y te rezan: Amén, amén. Así sea. PARÁFRASIS DEL PADRENUESTRO PADRE NUESTRO que en tí creemos, confiamos, pensamos y adoramos. QUE ESTÁS EN EL CIELO y en el último rincón de nuestra vida, ayudando y enseñando a los demás, admirando lo que hacemos día tras día, apoyándonos en todo momento. SANTIFICADO SEA TU NOMBRE por todo hombre, sea rico o pobre, para que sepamos valorar y cumplir tu palabra. VENGA A NOSOTROS TU REINO que está aquí, entre nosotros, un reino soñado lleno de felicidad y amor, que debemos ir haciendo realidad día a día. HÁGASE TU VOLUNTAD, COMO EN EL CIELO, TAMBIÉN EN LA TIERRA para que la tierra sea paz y bien, para que el amor esté siempre presente en nosotros. EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA DÁNOSLE HOY, a todos por igual, ricos y pobres, sin diferencias. Y PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS, perdónanos porque somos egoístas, porque nos dejamos llevar por las malas influencias y por alejarnos de tí aunque interiormente no queramos; por toda tu bondad, que te carazteriza, perdónanos. ASÍ COMO NOSOTROS PERDONAMOS A NUESTROS DEUDORES, aunque sea a regañadientes, haz Señor que lo hagamos de corazón y que así lleguemos a ser como tú quieres. Y NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN del egoismo, de los celos, la soberbia, la gula, la locura, el pasotismo y la incultura. MÁS LÍBRANOS DEL MAL que hemos pasado, que hemos sufrido, contra el cuál hemos luchado, que recibiremos y haremos en un futuro próximo, hasta llegar a la Gloria. AMÉN. Aquél que nos hace cómplices, hermanos, amigos, en el día a día, en el cansancio, en la alegría, en la tristeza y en la esperanza. Amén para que siempre sea tu Palabra nuestra última palabra.