En un lugar donde el aroma de las flores inundaba la tierra, en

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Recuperando
nuestro bosque
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En un lugar donde el aroma de las flores inundaba la tierra, en
aquel precioso bosque, vivían hadas y duendes.
Cada mañana el hada Leire, se deslizaba por una de las hojas para
poder dar un paseo con sus amigos los duendes.
Aquella noche, mientras las luciérnagas iluminaban el bosque, el
resto se divertían. Perdieron la noción del tiempo y el sol anunció el
nuevo día. Se sintieron tan cansados que casi sin darse cuenta, cayeron
rendidos al suelo. Pasaron muchas horas hasta que volvieron a despertar.
Leire fue la primera en abrir los ojos. Llamó a sus compañeros para
que alguien le explicara lo que estaba sucediendo.
Era primavera y de repente, de un día para otro , las flores habían
perdido su olor,
de los árboles solo quedaban las cenizas , las plantas
estaban amarillas y el suelo estaba lleno de objetos malolientes que ellos
desconocían.
El llanto despertó a la lechuza. Todos acudieron a ella, en busca de
alguna solución. La lechuza necesitó varios minutos para reaccionar ante
tal atrocidad. Después de recuperar el aliento dijo: - Amigos míos, siento
deciros que mi sabiduría no puede ayudaros hoy. Soy incapaz de
imaginar quien ha podido hacer algo así. Debéis buscar al mago de la
cueva Isis y él os ayudará.
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Hadas, duendes y algunos de los animales no se lo pensaron y
fueron en su búsqueda. Al llegar, le contaron su desgracia al poderoso
mago: - ¡Ayúdenos por favor¡ ya no podemos vivir en el bosque, nuestros
pies sangran al pisar todo aquello, nuestra nariz se tapa por la falta de
oxígeno , nos cuesta tanto respirar…
El mago se acercó a ellos y les susurró: - Calma amigos , todo esto,
es obra de los humanos, son seres que hace tiempo vivieron aquí,
cuidaron nuestro bosque y bebieron de nuestro río. Hoy no recuerdan
nada, así que vosotros les refrescareis la memoria, para recuperar
vuestro bosque. Antolín, el más pequeño de los duendes, gritó: ¡Díganos
cómo, estamos dispuestos a todo!.El mago se levantó,y contestó: debéis conseguir que recuperen el RESPETO-.
En aquel momento,. El mago, vió sus caras de sorpresa y les
explicó: el RESPETO, es aceptar a las personas como son, a los duendes
y a las hadas también, en ese momento el mago les guiñó un ojo y sonrió,
el RESPETO por la naturaleza es saber cómo tratarla.
Leire, tuvo una idea que pronto llevarían a cabo. Sabían que todo
aquello ocurrió por la noche, así que, lo primero que debían hacer sería
dormir por el día, para mantenerse despiertos por la noche. Así lo
hicieron.
Escondidos entre las pocas hojas que quedaban, vieron a aquellos
humanos. Eran tan diferentes a ellos… bebían, pero no del río, sino de un
de latas, que después lanzaban a nuestro río. Ellos gritaban cada vez
más, se metían en unos coches y hacían mucho ruido y humo, algo que
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les hizo toser durante mucho rato. Comían cosas y después las tiraban
al suelo sin utilizar esos contenedores amarillos para sus plásticos y
azules para sus papeles. Tantas cosas horribles estaban presenciando
los pequeños seres del bosque que su corazón se estremeció.
Pasaron horas y aquellos muchachos cayeron desplomados. Fue
entonces, cuando las hadas y sus amigos lograron meterse en los sueños
de aquellos seres que habían perdido el RESPETO y les había convertido
en verdaderos monstruos.
Dentro de sus sueños, las hadas y los demás dibujaron escenas
terroríficas, donde todo aquello que tiraban al río se volvía contra ellos,
convirtiéndose en grandes contenedores amarillos hambrientos
que
reclamaban su comida. El fuego se hacía tan fuerte, que hasta dormidos,
pudieron sentir el abrasante calor.
Después de unas horas, todos regresaron a sus hojas desde donde
vieron el despertar de aquellos seres.
Estaban sudando, les dolía la cabeza y en sus rostros quedaban
restos de terror. Los duendes estaban nerviosos, pues no estaban
seguros de que su plan funcionara. De repente, Los chicos se levantaron
y comenzaron a recoger la basura y a meterla en los contenedores
amarillos y azules, apagaron ese fuego y por último uno de ellos dijo: ¿Habéis soñado lo mismo que yo? ¿ verdad? Se miraron y asintieron.
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Desde entonces el RESPETO por la naturaleza, volvió a formar parte de
unos pobres desgraciados, que por algún motivo, habían olvidado.
A la mañana siguiente, un espléndido arco iris les estaba
esperando. Se deslizaron por el arco iris hasta el río, donde vieron
reflejados los colores de su querido bosque.
Desde entonces, los humanos recuperaron el RESPETO, aunque
algunas veces vuelvan a olvidarlo. El RESPETO fue recuperado por las
hadas que a través de un hechizo devolvieron la magia al bosque.
Y COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO Y CON ÉL, EL
RESPETO HEMOS RECUPERADO.
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