El Lehendakari reivindicó los Derechos Humanos como valores

Anuncio
EUSKO JAURLARITZA
GOBIERNO VASCO
Komunikaziorako Idazkaritza Nagusia
Secretaría General de Comunicación
El Lehendakari reivindicó los Derechos Humanos como valores
esenciales de la convivencia
Khalbatonebo da batonebo, kalbatono rusudan da dzvirpaso stumrebo.
Señoras y Señores, estimada Rectora y apreciados invitados.
Mogesalmebith baski jaljis sajelit¡
Les saludo en nombre del Pueblo Vasco.
Bednieri var, rom dges vimkopebi sakartvelos dedakalakshi, tbilisis
universitetshi, ratha gamovjato chemi madliereba da pativistsema mteli
khartveli erisadmi.
Estoy contento de estar en la capital georgiana y en la Universidad de Tbilisi y
poder expresar mi gratitud y aprecio hacia ustedes y hacia todo el Pueblo
Georgiano.
Ajla gadaval kastiliur enaze da tamari gadatargmnis, rogotz kargi nkartvrli da
baski, ramdenadeatz dzer ver vlaparakob kartulad.
Y permítanme ahora que pronuncie también unas palabras en la lengua de los
vascos, en euskera. El Pueblo Vasco es una de los pueblos más antiguos de
Europa que habla la lengua más antigua de Europa.
Hitz batzuk euskaraz, gure hizkuntzan, bihotz bihotzez eskertzeko Tbilisiko
Unibertsitatea, bere Errektorea eta bere agintariak. Bai eta esateko
errekonozimendu hau ez dela niretzat, -baizik eta Lehendakariaren bitartez-,
Euskal Herriarentzat, euskaldun guztiontzat. Zuek ere zuen nortasuna
daukazue; hizkuntza zahar bat daukazue eta beharrezkoa da halako altxorra
kulturalak mantentzea eta garatzea, zuen kasuan eta gura kasuan.
Señora Rectora, profesores, alumnos, autoridades. Es un honor, un enorme
placer para un vasco el que, además de recibirle con amabilidad, le den un
reconocimiento.
Es un honor recibir un reconocimiento de una institución académica. Es un
honor, porque no hay libertad sin formación, no hay soberanía sin formación;
no es posible avanzar, generar bienestar, si no es sobre la base de ciudadanos
críticos, de hombres y mujeres formados y por lo tanto, el que un Lehendakari
vasco tenga una distinción a miles de kilómetros de su propia casa,
compartiendo su casa aquí con ustedes, es un honor tremendo. Pero tampoco
hay Libertad sin respeto a los Derechos Humanos y sin el respeto a los
diferentes Pueblos de la Tierra como el vuestro o el nuestro.
Los Derechos Humanos que nacieron inicialmente como barreras frente a
posibles abusos del poder estatal contra las personas, han evolucionado en
Navarra, 2 – Tef. 945 01 79 72 – Fax 945 01 78 32 – 01007 Vitoria-Gasteiz
nuestro entorno cultural hacia otras funciones que amplían su potencialidad.
Sirven de instrumento para articular los fundamentos de cualquier sistema de
convivencia. El respeto a la dignidad humana y los derechos humanos,
constituyen el fundamento último de un orden de convivencia que aspire a ser
reconocido como libre, democrático, justo y solidario. Los derechos humanos,
hoy en día, representan por lo tanto los valores esenciales de la convivencia.
Por ello, la defensa y promoción de los derechos humanos, tanto en su
vertiente individual como colectiva, no corresponden en exclusiva a los poderes
públicos sino que es primordialmente tarea de la propia ciudadanía, de la
sociedad entera, de todos y cada uno de nosotros.
Y es que los deberes de respeto y de cumplimiento de los derechos de los
demás son los que diferencia a la visión individualista y aislada de los derechos
inherentes a la persona, de la concepción social y solidaria de los derechos
humanos como sistema, como valor cultural propio de las sociedades abiertas
y plurales donde la interdependencia entre todos los derechos y todos sus
miembros, -como integrantes de una misma realidad-, es una seña de
identidad.
Ahora bien, una sociedad abierta y global que pretende armonizar y respetar
los diversos proyectos de convivencia en paz y con justicia, precisa del diálogo
y entendimiento entre pueblos, culturas, religiones y cosmovisiones. Requiere
de un suelo ético común que no ahogue ni destruya la riqueza de la diversidad
cultural.
Y ésa debe ser precisamente la aportación de la cultura de los derechos
humanos como denominador común que contribuya a una ética universal y a
unas bases comunes de convivencia. La construcción de una arquitectura
social justa, pasa necesariamente por el debate respetuoso de los diversos
proyectos sociales. No cabrá por tanto construir un sistema de convivencia
justo, sin diálogo entre pueblos y entre tradiciones culturales e ideológicas.
Y este pequeño pueblo vasco, que es una nación, también es respetuoso de
los demás pueblos y culturas. Somos un pueblo que quiere convivir con el resto
de las culturas y aportar, modestamente, su contribución para que este planeta
sea un poco más justo y un poco mejor. Queremos la Paz en Euskadi y
queremos la Paz en el mundo. Y quiero decirles que vamos a conseguir la Paz
para el Pueblo Vasco y que conseguir la Paz en Euskadi quiere ser una
aportación del Pueblo Vasco a la Paz en el mundo.
Y lo haremos de la única manera posible; mediante el diálogo. El pueblo vasco
es un pueblo civilizado, pacífico, esencialmente trabajador que tiene su
identidad y su dignidad.
Existíamos hace miles de años, cuando en el mundo no existían los estados y
las naciones que hoy conocemos y no sabemos, ninguno de nosotros sabe qué
estructuras políticas habrá en el futuro en el mundo.
No sé si los actuales estados-nación, los estados o las naciones serán las
fórmulas jurídicas que existan dentro de dos mil años, pero les quiero asegurar
una cosa: el pueblo vasco existía hace dos mil años y el pueblo vasco seguirá
existiendo dentro de dos mil años, existan las formulaciones jurídicas que
existan, porque los pueblos, las personas, cuando tienen conciencia de sí
mismos no desaparecen y ¡ojo con la identidad!, que nadie so pretexto de la
globalización nos pida que hagamos dejación de nuestra identidad, porque las
personas, las familias, los pueblos que hacen dejación de su identidad, que no
tienen memoria, dejan de ser personas, dejan de ser pueblos y se convierten
en fantasmas.
Y no es el objetivo del pueblo vasco convertirse en un fantasma, queremos
seguir manteniendo viva nuestra identidad, nuestra lengua, queremos asumir la
cultura universal y eso sí, humildemente aportar lo que somos a esa cultura
universal.
Es perfectamente posible, integrarte en realidades más amplias, participar de
realidades estratégicas en el mundo y hacerlo profundizando en nuestra
identidad como pueblo.
Esta es la esencia que yo quiero transmitirles hoy en este acto realmente
emotivo para mí como Lehendakari, pero también para el conjunto de la
sociedad vasca, la auténticamente homenajeada en el día de hoy.
Para la sociedad vasca, para los vascos, trabajar y lograr la Paz y encontrar un
modelo de relación amable entre Euskadi y España, entre Euskadi y Europa,
entre Euskadi y el mundo viene a configurarse en el más grande objetivo
político para el siglo XXI.
Sociedad equilibrada
También será fundamental que sigamos impulsando una sociedad equilibrada,
que dotemos de cara y ojos al progreso, que pensemos que detrás de cada
una de las iniciativas de las administraciones públicas hay personas. Las
iniciativas dejan de tener sentido si no se tiene en cuenta que hay personas
que con cada iniciativa, con cada decisión sufren contigo o se alegran contigo.
El día en que los responsables políticos dejemos de pensar en que detrás de
cada una de las decisiones que tomamos hay personas que se ríen y que lloran
con nosotros dejará de tener sentido la cosa pública. Y este es precisamente el
eje central que ilustra la reflexión, que trataré de reflejarles en la lectura de esta
clase.
La sociedad vasca, Euskadi, dispone en la actualidad de un modelo de
configuración política, social y económica que, además de afrontar las
sucesivas crisis económicas, nos ha permitido alcanzar niveles de bienestar
relevantes. Tan sólo unas cifras: la renta disponible es en estos momentos del
121% de la media europea; tenemos un sistema sanitario universalizado y un
sistema educativo gratuito con el 100% de tasa de escolarización.
Estamos creando un modelo de construcción sociopolítica en el que se sabe y
se comparte que, para que las identidades existan y los ciudadanos dispongan
de cotas de bienestar elevado, se deben generar recursos, siendo conscientes
de los reducidos límites naturales, demográficos, económicos, esto es, desde la
autopercepción de que somos un país pequeño.
Desde esta perspectiva dicha generación de recursos debe ser respetuosa con
el medioambiente y, para ello, deben plantearse estrategias de desarrollo
sostenible. Además, sólo desde el trabajo en común y sinérgico en su conjunto
se podrá materializar un buen resultado. Si hay complejidad sociopolítica,
necesidad de respeto al medioambiente e importancia del esfuerzo sinérgico, el
autogobierno, como expresión directa de la capacidad de auto-configuración
permanente, se convierte en condición necesaria, aunque no suficiente, para
liderar y sostener con los agentes sociales la articulación práctica de un
sistema de lo público catalizador y coordinador de todos los factores
mencionados.
La generación de recursos es, a su vez, la condición necesaria para su
distribución de una manera solidaria. Hay que mirar al mercado a los ojos, de tú
a tú, pero ¡ojo!, que un mercado sin valores no es un mercado, es un rastro. La
solidaridad ambiciona, además de establecer mecanismos de cohesión social
en el país, llegar a contribuir a las necesidades internacionales en esta materia.
Hay que mirar por la ventana, saber cómo viven las personas que están a tu
lado, con las que compartes en definitiva el objetivo máximo que es vivir con
dignidad el máximo nivel de personas en estos momentos en el mundo.
Estas necesidades son cada vez más acuciantes, provocadas por una
globalización que, en la actualidad, establece una diferencia entre los países
del entorno OCDE y los países más pobres de 100 a 1, cuando en 1850 era de
cuatro a uno; 4.500 millones de personas de los 6.000 millones que vivimos en
el mundo, viven con menos de dos dólares al día. Identidad, bienestar social y
solidaridad pasan, por lo tanto, por un autogobierno que se convierte así, en la
variable nuclear de la sociedad vasca.
Vivimos en una aldea global. Y tenemos que globalizar pero no la guerra, la
pobreza, el desequilibrio, y la desaparición de pueblos y lenguas. Tenemos que
globalizar la paz, los derechos humanos, el bienestar, la formación, el respeto a
la identidad de los pueblos, el diálogo para resolver conflictos...
Crisis del Estado de Bienestar
Junto a las limitaciones políticas descritas y a la evolución ascendente de las
mismas, el cambio en el panorama internacional y la transformación inducida
por la Sociedad del Conocimiento, es preciso considerar también la crisis del
denominado modelo del Estado de bienestar. Fundamentalmente por los fallos
del Estado, los efectos no deseados de la intervención social, el problema
complejo del empleo-desempleo y el envejecimiento de la población o su
equivalente en aumento desorbitado de la demanda, entre otras variables.
En nuestro caso estas limitaciones hacen necesaria, a fin de mantener el
binomio autogobierno-desarrollo de la sociedad vasca en su grado óptimo y en
constante evolución, una fuerte transformación de nuestro sistema económico.
En el contexto descrito se hace especialmente cierto que el futuro no puede
plantearse como una mera proyección del presente o del pasado cercano. Por
ello, se precisa un cambio cualitativo en el modelo de desarrollo a través de
una profundización en el autogobierno, que permita un nuevo impulso de las
políticas públicas y ejerza de catalizador del sector privado para hacer posible
el impulso de nuestro crecimiento sobre nuevas bases.
La sociedad vasca hoy, no puede plantearse el futuro en términos de adopción
de tecnologías foráneas y ventajas en costes, tiene que encarar decididamente
el reto de la innovación, la calidad y la creación de conocimiento. Necesitamos
una segunda gran transformación económica, basada sobre la sociedad de la
información y el conocimiento. Queremos conseguir que Euskadi sea un
referente en el espacio europeo de la investigación y la tecnología, y extender
el principio de la calidad total como forma de gestión de las organizaciones, de
las empresas o las personas que quieran mejorar y hacer las cosas bien.
Para ello, es de gran relevancia establecer un nuevo modelo económico, un
modelo coherente con el contenido de las recomendaciones que el profesor
Michael Porter nos trasladaba durante el año 2002.
Porter venía a coincidir en la apreciación de la positiva evolución de la
economía vasca en el pasado, en las amenazas potenciales del entorno que
acabamos de describir, y en la necesidad de una nueva agenda de desarrollo
estratégico para el País Vasco.
El planteamiento del modelo de competitividad de Porter, basado en los
clusters, constituye una buena guía para la discusión de las orientaciones del
nuevo modelo económico. En realidad, sus aportaciones vienen a confluir con
las nuevas teorías de Storper que ponen el énfasis en los activos relacionales y
en la concepción de los espacios regionales como los verdaderos factores que
sustentan hoy la competitividad en el mundo.
Para llegar a construir el nuevo modelo económico podemos decir que se
precisa definir:

un objetivo: la competitividad;

un método: la reflexividad

una estrategia: la economía del aprendizaje y el conocimiento
La competitividad como capacidad de mantener o incrementar cuotas de
mercado en una o varias actividades, al tiempo que se mejora el nivel de vida
de los que participan en ella. Se trata, por lo tanto, de defender el empleo y
ganar productividad. Competitividad para generar más y mejor empleo, más y
mejores salarios.
La reflexividad definida como una actividad deliberada y estratégica, dirigida a
conformar el entorno, a partir de una actitud crítica sobre el mismo, es decir,
idear un futuro y hacerlo posible. Y la economía del aprendizaje y del
conocimiento que, estando basada en la generación y producción del
conocimiento, sirva para hacer distinto, para hacer mejor y para hacer más
económico.
El objetivo, el método y la estrategia para construir el nuevo modelo
económico, no están concebidos en exclusiva para el mundo de la empresa y
los clusters, sino también para las administraciones, las organizaciones sin
fines de lucro, la política y la sociedad en general.
Precisamente, una de las claves del nuevo modelo económico reside en pasar
de la economía productiva a la economía del conocimiento.
Economía del conocimiento
Si queremos afrontar la "segunda transformación económica de Euskadi",
debemos ser capaces de identificar los determinantes del desarrollo, de la
economía del aprendizaje y el conocimiento, y para ello es esencial entender
sus características y sus implicaciones. Las consecuencias de esta
caracterización son muy profundas, no sólo para las actitudes de las personas,
sino también para el sistema educativo, para las empresas y para las
organizaciones en general.
Desde el análisis del marco institucional, es preciso identificar las principales
"barreras" que dificultan la rápida transición de Euskadi o de cualquier país a la
economía del conocimiento. Yo mencionaría cinco campos:

La articulación territorial y su impacto en el desarrollo económico

La investigación, el desarrollo y la innovación

La formación en sus diferentes niveles y modalidades

La regulación económica (sectorial, laboral, financiera y fiscal)

La protección social.
Hoy existe una tendencia predominante hacia la concentración de muchas
actividades claves, tales como las vinculadas a las tecnologías de la
información y la comunicación y a la de servicios avanzados a empresas, la
publicidad, la consultoría, la contabilidad y los servicios financieros. Este
conglomerado de actividades es el que caracteriza a las llamadas ciudades y
regiones globales.
Euskadi, tiene vocación de ciudad global y esa ciudad global debe ser el
escenario de la segunda transformación. Aunque el tamaño represente una
dificultad evidente, no es como estamos viendo todos los días, insuperable,
como lo prueba el hecho de que Singapur, con cuatro millones de habitantes,
figure entre las diez ciudades mundiales de primer nivel.
Lo pequeño no solamente es hermoso, sino poderoso, si está conectado en
red, la red de redes. Small it's beautifull and powerfull. Ese es el nuevo
esquema en el que nos estamos moviendo desde la sociedad vasca.
Hoy la soberanía y la ausencia de dependencias de los demás para configurar
un proyecto desde el punto de vista económico, cultural y político propio reside
en la capacidad que tengamos de formar ciudadanos críticos y eso a su vez
reside en la capacidad que tengamos de invertir con intensidad en
investigación, desarrollo e innovación.
Aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a ser... es el gran objetivo del
sistema de formación en cualquier País.
La formación es la principal característica de una sociedad vasca que se puede
definir como una "sociedad educada". La fuerza de trabajo se ha transformado
en las tres últimas décadas de una manera espectacular y si hace unos años al
comienzo del autogobierno prácticamente el 20 % de nuestra población en
edad de trabajar alcanzaba la titulación media o superior hoy, el 62 % de
nuestra población en edad de trabajar tiene estudios medios o superiores.
Esta es una gran ventaja comparativa, competitiva y social, porque tenemos
preparados hombres y mujeres con capacidad crítica para evaluar los avances,
las medidas para evaluar el desarrollo de la familia, de la empresa, del país,
pero siendo esta una característica fundamental de nuestro sistema formativo
no es menos cierto que debemos atender a esa parte de la botella medio vacía.
Y es el 40% de esas personas que fundamentalmente no tienen un nivel de
capacitación adecuada. No podemos permitir que nazca una nueva forma de
marginación en el siglo XXI. Y es que el que no sepa es el que no tiene.
Tenemos que atender especialmente a ese colectivo del 40% de las personas
con escasa formación. Y eso hace que básicamente queramos hacerlo sobre
dos grandes pivotes: reduciendo el nivel de fracaso escolar, que en estos
momentos en Euskadi ronda el 12,5 %, está muy por debajo del fracaso
escolar de la media europea es del 18,5% y es mucho más por debajo de la
media del Estado español, que es del 28.5%, pero no obstante el objetivo que
tenemos marcado para el 2010 es estar por debajo de los dos dígitos y
colocarnos en términos de fracaso escolar entre los países punteros de la UE.
Y en segundo lugar, atender a un nuevo concepto que es el de la formación a
lo largo de la vida. Es un concepto que nos permite asumir que el conocimiento
que la formación es un flujo y que por tanto una persona que haya acabado sus
estudios en lo que hemos entendido la edad escolar, a la edad de 20 o 25
años, puede ser un pésimo profesional dos años más tarde, si no ha adecuado
su nivel de conocimientos y a su vez, el poder administrar los conocimientos a
aquellas personas, hombres y mujeres, que no obtuvieron las capacidades de
lo que entendemos que es la edad escolar, pero pueden ser magníficos
profesionales si acceden a través de los correspondientes circuitos formativos
con posterioridad y eso significa una nueva dimensión de la formación no
universitaria tanto reglada como no reglada y también de la enseñanza
universitaria y las rutas de inserción y de contacto entre el mundo de la ciencia
y el mundo de la tecnología.
Esta es por lo tanto, la fotografía de lo que hoy, con sus luces y sus sombras es
la sociedad vasca. La clave a partir de estos momentos es si quedarnos
parados y asumir el proceso de transformación de manera pasiva o por el
contrario, tomar iniciativa pro activa, arriesgar ante un nuevo mundo que exige
nuevas decisiones.
Yo suelo reiterar que las personas, las sociedades, los pueblos que tienen
miedo al fracaso al final fracasan. La historia del mundo está llena de fracasos
en general por parte de empresas, de personas, de sociedades, de pueblos
que no tomaron las decisiones que debieron a su debido tiempo.
Recapitulando Euskadi necesita, para poder mantener y desarrollar su modelo
de sociedad de bienestar, solidario y competitivo en un marco de convivencia
tolerante, realizar una transformación económica que la sitúe en la Sociedad
del Conocimiento.
Euskadi está articulada como una sociedad con vocación competitiva,
cohesionada socialmente, solidaria y direccionada a una convivencia en paz y
tolerante. Para ello el autogobierno ha sido y es condición necesaria y por lo
tanto, factor esencial del mantenimiento y desarrollo de dicho modelo de
articulación social y de país que exige además una transformación radical hacia
la sociedad del conocimiento y en dicha transformación de nuevo el
autogobierno vuelve a tener un papel altamente relevante.
El éxito de los pueblos, de las sociedades, de los responsables políticos, de las
personas, está directamente ligado con la capacidad de hacer, con la
capacidad de crear, con la capacidad de dar un paso al frente, con la
capacidad de levantarse cada mañana pensando en qué es lo que ha de hacer
para desarrollar un mundo más feliz, con más bienestar para sus ciudadanos y
ciudadanas. Y los fracasos también están cada vez más ligados a las
sociedades y a las personas que sin capacidad crítica, sin memoria, sin
defensa de su identidad se dedican a asumir única y exclusivamente de
manera pasiva aquellos procesos de transformación, que apuntados desde
otros lares se configuran en términos de auténticas dependencias, primero
culturales y después políticas y económicas.
Y afortunadamente yo soy Lehendakari de una sociedad -la vasca-que no está
dispuesta a asumir los procesos de transformación a los que estamos
necesariamente abocados de manera pasiva. El pueblo vasco ha sido un
pueblo civilizado y seguirá siendo un pueblo civilizado.
El pueblo vasco ha sido un pueblo vital y seguirá siendo un pueblo vital; el
pueblo vasco ha sido un pueblo que ha sabido tomar decisiones políticas y
económicas y seguirá tomando decisiones políticas y económicas, basándonos
siempre en la democracia. Seremos lo que queramos ser nosotros mismos.
Como Lehendakari, no se me pasa por la imaginación pensar en una Euskadi
que no sea lo que queramos ser los vascos y vascas.
Y termino con las primeras palabras que he pronunciado en euskara: he dicho
que no es a Juan José Ibarretxe a quien se reconoce hoy con este doctor
Honoris Causa por la Universidad Estatal de Tblisi. Este reconocimiento es
para el Pueblo Vasco, este reconocimiento que yo recojo humildemente como
un representante del Pueblo Vasco, es para todo el pueblo vasco.
Muchísimas gracias a todos.
Eskerrik asko denori.
Gmadlobt da gemshvidobebit sikvarulit da male shejvedris survilit.
Descargar