teoria sobre el alma, el limbo y la reencarnacion

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S
egún la Biblia y la institución eclesiástica, todo ser humano posee un alma
y que al morir el cuerpo físico, si uno se portó mal, va al infierno donde es
torturado por toda la eternidad y si hizo las cosas bien, va al paraíso con
dios a alabarle y aumentar su ego por toda la eternidad.
Que el alma es eterna y por lo tanto inmortal, para mí significa que vive
milenios, o sea que una persona que vivió aproximadamente en la época de
Jesús, su alma aun esta viva ¿Dónde? Con dios o con el diablo, dirán los
religiosos, pero ¿con qué objeto vive un alma en estado físico solamente medio
siglo? más o menos y el paso de su presencia y eterna alma pasó desapercibida.
Los animales también tienen vida al igual que la naturaleza y no por eso
poseen un alma, así que al tener inteligencia y un alma debe ser por un motivo
mucho más importante que una vida, y eso es aprender.
Para lograr conocimiento y sabiduría una vida no alcanza, por lo que hay que
reencarnar en otros cuerpos físicos, en otra época, lugar y tiempo, andar de vida
en vida buscando la perfección hasta llegar a nivel de alma evolucionada.
Pero, entre una vida y otra ¿Dónde va el alma?
A lo que se conoce como purgatorio, limbo o hades, a repasar su vida
inmediata pasada, analizar lo que aprendió, lo que le falta aprender, lo bueno y
malo que hizo, las deudas de odio o rencor que dejó.
Éste lugar se encuentra dentro del propio planeta tierra, pero es en otra
dimensión.
Los científicos reconocen que hay al menos siete – 7– planos, dimensiones
o niveles diferentes, paralelas a esta tercera dimensión que es la materia, donde
el alma recuerda sus vidas físicas pasadas y lo que aprendió en cada una, donde
otras almas más evolucionadas nos enseñan nuestros aciertos y errores,
guiándonos en el camino a la perfección.
Uno elige reencarnar en una época, cuerpo y familia, sabiendo la mayoría de
su destino futuro, por ejemplo, vivir físicamente discapacitado o sólo un par de
años, morir y volver al plano espiritual o pasar muchos años entre rejas de
cárceles.
Casi todo está escrito en el libro del destino aun antes de nacer, igual
aceptamos porque es la manera de expirar alguna culpa o pagar alguna deuda
contraída en alguna vida anterior con otra alma.
El espíritu tiene una razón de ser y es aprender a llegar a ser como dioses,
así le dijo la serpiente a Eva, así dijo Dios cuando se dio cuenta de que ya sabían
diferenciar el bien del mal, porque mediante el conocimiento nos acercamos a la
perfección de Dios, hay mucho que aprender, tanto que no alcanzan ni tres o
cuatro vidas, sino que al menos cincuenta, nacer y renacer constantemente,
algunas más otras menos, pero una vez evolucionados y perfectos, regresar de
nuevo para ayudar a otros, a enseñar lo aprendido solidariamente.
Hay diferentes planos y distintos tiempos, cada uno en un nivel de
conciencia superior, el plano al que vayamos al morir físicamente, dependerá de
lo que hayamos aprendido y progresado.
¿Qué lecciones debemos aprender a fin de evolucionar?
Por ejemplo, que debemos compartir nuestros conocimientos sin egoísmos ni
envidias, etapa ya superada, todos tenemos muchas más capacidades de las que
usamos, algunos las descubren antes que otros, los vicios deben haber sido
dominados, si uno fallece, esos vicios los llevara consigo a otra vida, sólo uno
mismo puede liberarse de las malas costumbres que acumulamos cuando
estamos en un cuerpo, cuando somos los bastantes fuertes de voluntad como
para dominar los problemas, sólo entonces dejaremos de padecerlos en las
vidas siguientes.
Debemos aprender a no acercarnos solamente a las personas que sentimos
sus vibraciones y sintonía de acuerdo con la nuestra, sino que también es
preciso acercarse a aquellos cuyas vibraciones no concuerden ni armonicen con
la de uno, esa es la importancia de ayudar a otros, tenemos lecciones que
aprender y con solidaridad, cada lección debe ser aprendida de uno en uno y
mientras aprendemos sabremos en qué podemos ayudar o enseñar a otros y qué
le falta o nos falta para ser mejores.
La resurrección de los muertos se refiere al alma no al cuerpo físico.
Nacer y renacer hasta alcanzar la evolución, la sabiduría y mientras enseñar al
prójimo lo que se aprendió sin intereses, solamente por solidaridad.
¿Cuál crees tú que es el objetivo de la vida?
Nacer, crecer, estudiar, tener sexo, casarse, hacer hijos, llegar a viejos en paz,
amor y felicidad rodeado de sus seres amados y morir tranquilos. No, nada que
ver, y por favor, piensen bien en la pregunta y analizan una respuesta más o
menos coherente.
El conocido deya vu acaso no es o sería un pequeño recuerdo de una vida
anterior, que antes de nacer nos borran la memoria del alma para no
confundirnos.
¿Quién no ha tenido un deya vu?
Existen cinco estados mentales, el conciente, subconsciente, inconciente
individual, inconciente colectivo y el supraconciente.
Con el paso de los años y reiteradas vidas, aprendemos lecciones para ser
mejores con espiritualidad, solidaridad y altruismo, cumpliendo el “Amaras A Tu
Prójimo Como a Ti Mismo”
en vida tras vida con paciencia y comprensión
vamos evolucionando, todo llegara a su debido tiempo, jamás morimos, jamás
nacimos, solo pasamos por diferentes etapas, no hay final, solamente diferentes
dimensiones, distintos estados, y en cada vida, con otras lecciones que
aprender y las que no se aprendieron, va a tener que volver a intentarlo en otra
vida, como cuando un alumno repite de año por culpa de tres o cuatro materias,
tiene que volver a grado que dejó y hacer todo de nuevo hasta pasar de año y
recibirse un día.
En el limbo, después de haber analizado su vida, va a otra dimensión para
recargar energía, porque todo es energía y sabiduría, por suerte los espíritus
más evolucionados nos ayudan, enseñándonos y guiándonos.
La vida es finita, como dicen los filósofos, pero el alma no tiene finitud, así
como nacemos y morimos, volvemos a nacer, solo el cuerpo físico se pudre, el
alma sigue y sigue, en los evangélicos apócrifos lo reconocen y las
reencarnaciones, por eso no están en la Biblia. Cuando se llega a la perfección
del alma, se pasa a vivir en estado espiritual, los famosos Ángeles De La Guarda
existen, y son las almas de nuestros seres amados que aun no han reencarnado,
todos somos espíritu, algunos están en estado físico, otros en periodo de
renovación y otros son guardianes,
Teniendo un cuerpo físico se siente el dolor, el frío, el hambre, la tristeza, y
por lo tanto se interactúa con otras personas en iguales condiciones, mejores o
peores, pero así se experimentan relaciones sociales y cosas que no pueden las
almas sin cuerpo, porque en estado espiritual se siente sólo una sensación de
bienestar y felicidad
Tiempo después de nacer nos deshacemos del cuerpo de un bebé para adoptar
la de un niño, descartamos ese cuerpo de niño para entrar en la de un
adolescente, tiramos a la basura ese cuerpo y nos ponemos el de un adulto y al
de ese adulto cambiamos por el de un anciano. Después se descarta ese cuerpo
físico para ir a un plano espiritual ¿Qué importa que nuestro cuerpo arda en el
fuego si no lo necesitamos? Cuando llegamos a la dimensión espiritual
continuamos creciendo, pasamos por otras etapas, de energía, de análisis, de
renovación, de aprendizaje, de decisión, todo es aprendizaje en vía al desarrollo
evolutivo, cuando queremos regresar podemos decidir, a dónde, porqué, y en
qué familia, pues, en diferentes vidas nos rodeamos de almas que ya conocimos
en otras vidas, allí elegimos parientes, amigos y enemigos, tenemos que cobrar
y pagar deudas de otras vidas hasta tener las cuentas en claro, sí o sí, tenemos
que regresar a esta vida material y física que es el vehiculo que utilizamos para
la evolución.
Estamos más allá de la vida y la muerte, somos inmortales, más allá del
espacio y el tiempo, porque somos los dioses y ellos son nosotros.
Luis Alberto Benítez
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