Comisión de Spiritualidad – Adviento 2005

EL ADVIENTO: Un tiempo de esperanza.
El Adviento tiene un rico significado: espera, añoranza, preparación, venida. Más
ampliamente el Adviento encierra un tesoro: Nuestro Señor Jesús. Todos los que creen y
profesan la fe cristiana aprecian altamente esta feliz época litúrgica. El final del Adviento
es la Navidad, que nos lleva al misterio de Belén, el misterio del Emmanuel.
Para los cristianos el Adviento es un período de auto-examen en preparación a la celebración del
misterio de Belén; y al mismo tiempo nos ayuda a prepararnos para la segunda venida de Cristo.
Este es un viaje de fe. Lo vivimos cada día de nuestras vidas en la medida que encontramos a Cristo
entre nosotras.
Nuestra reflexión y oración de Adviento se basa en los temas de los cuatro Domingos del año de
Adviento B. Los temas transcurren por las semanas de la siguiente manera:
• Primera semana: Estar vigilantes a la espera del Señor.
• Segunda semana: El aviso de Juan el Bautista, “Preparad el camino para el Señor”.
• Tercera semana: Jesús es la Buena Nueva para los pobres, nuestra alegría en el Señor.
• Cuarta semana: Bendita sea la Virgen María como nuestro modelo.
Damos algunas sugerencias de reflexión de los temas de Adviento, dentro de nuestra
Misión Especial de Misericordia y Compasión como mujeres llamadas a compartir el
misterio de la Encarnación, ofreciendo Dios al mundo.
Metodología:
1. Leer los Evangelios/Lecturas del Adviento.
2. Leer el corto comentario que hemos dado después del Evangelio.
3. La reflexión es un ejemplo de las realidades en nuestro mundo de hoy. Uds. pueden
hacer reflexiones que se adapten a su situación particular. (País, provincia, región)
4. Reflexión compartida: Se puede basar en las preguntas que presentamos o en otras
preguntas que se adecúen al grupo.
Foto: Icono de Juan Bautista
El Adviento es un tiempo para dejarse fascinar de nuevo por la Gracia y el Amor de Dios, abramos
nuestros corazones, nuestras mentes y nuestro ser a esta época tan enriquecedora de nuestra fe.
PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO:“ESTAD ALERTA”
EVANGELIO según SAN MATEO 13:33-37
Los mandatos del evangelio son claros: Estad en guardia! Permaneced
despiertos! Estad alerta a la llegada inesperada de nuestro Dios. El
Adviento es una época de atención. No tenemos que esperar cuatro
semanas para encontrar a nuestro Dios. El Señor se abre paso en
nuestras vidas hoy mismo mediante la Palabra, y en los sucesos
históricos, en las necesidades de nuestros hermanos y hermanas. Si
permanecemos despiertas, si estamos en guardia, seremos capaces de
descubrir a Cristo entre nosotras. (Constitución de Nuestra Señora de
Caridad N° 3)
Foto: Nuestra Señora de Guadalupe -México - se apareció vistiendo
como lo hacía una indígena en embarazo. Es la Patrona de América
Latina
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Hay diferentes situaciones y realidades en nuestro mundo que hacen que la vida parezca carente de
sentido y que estamos casi solos y sin esperanza.
Situaciones como el incremento de las guerras, la discriminación racial, el abuso de
los niños, la prostitución, la corrupción, el terrorismo, las limpiezas étnicas y tribales,
entre otras, son formas del mal que encontramos en nuestra sociedad hoy. Todo ésto
nos deja desconcertadas y la única esperanza que nos queda es saber que “Dios está
con nosotros”.
Esta era la misma situación de los Israelitas antes de Cristo. Estaban esperando al Mesías que les
liberara de la dominación romana, para poder vivir como el pueblo elegido por Dios.
Hoy, no estamos esperando que el Mesías venga a liberarnos; estamos en comunión con el Mesías,
confiadas con el mensaje del Evangelio. Como Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad [y del
Buen Pastor] tenemos una misión con las mujeres, las chicas y los niños heridos y socialmente
rechazados de nuestro tiempo. Estamos llamadas a prepararles para que encuentren a Dios en sus
vidas.
1. Que “cadenas” de pecado vemos a nuestro alrededor, que aún hieren a la humanidad?
2. Como persona/comunidad, cómo hemos participado en hacer visible el Reino de Dios para aquellos
que están a nuestro alrededor?
3. Qué cambio/novedad de vida hemos llevado a las vidas de aquellos que están con nosotros?
"Estar despierto es ser encontrado vigilante y orando cuando regrese el Señor, rezar para la
reconversión de nuestro mundo hoy”
Para las reflexiones de los otros domingos de Adviento ver aquí
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SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO
“PREPARAD EL CAMINO DEL SEÑOR”
EVANGELIO: MARCOS 1:1-8
Juan Bautista fue una persona de fe. Cuando le llegó la Palabra de Dios supo escuchar y responder.
Fue al desierto para enfrentarse a sus propios pecados y para llamar a las gentes de su tiempo al
arrepentimiento. El desierto se convirtió en el lugar geográfico de la gracia, y desde este lugar señaló
la llegada de alguien más grande que Él. Su vida entera fue un compromiso, buscando en el ayuno y
en una vida sencilla preparar la llegada del Huésped Divino. Su fe era profunda, más profunda que la
muerte.
Nuestra sociedad de hoy se puede comparar con la de Israel en la época de
Isaías y de Juan Bautista. Compartimos el pecado del mundo, nuestros pecados
personales, nuestros pecados comunes que son el resultado de aquello que
vemos pasar en el mundo. Vidas humanas que se pierden en las guerras;
hambre debida a la destrucción del medio ambiente causada por el hombre.
Pobreza y misera por todos lados. Nuestro pecado ha contaminado el resto de la
creación.
Pensar en la valentía de gente como Juan Bautista, Oscar Romero, los Márties
de Uganda estaban preparados para morir por su fe. Este es el tipo de fe que
nos ayuda a enfrentarnos a los males presentes en nuestra comunidad, en
nuestra sociedad y en nuestro mundo. Nuestra fe nos guiará para colaborar en
sociedad con los demás para buscar soluciones a los males del mundo.
1. ¿Qué valores cree ud. que nuestra sociedad ha perdido y que ha llevado a
algunos de los males de nuestra sociedad de hoy?
2. Nuestro Voto Apostólico dice, “Me comprometo a consagrarme enteramente al
servicio de aquellos que Dios me pide amar y a mostrarles la misericordia de
Dios”. ¿Qué es lo que este Voto exige de mí hoy?
Preparar el camino del Señor es abrazar a Dios en aquellos que sufren, darles
esperanza, amor y un sentido en la vida
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TERCER DOMINGO DE ADVIENTO
NUESTRA ALEGRIA EN CRISTO
EVANGELIO: JUAN 1: 6-8, 19-28
Al principio de su vida pública. Jesús lee las palabras de consuelo del Profeta en la sinagoga de su
pueblo de Nazaret. Al leerle comenta,”Este texto se está cumpliendo...” Asegura a quienes le
escuchan que el nuevo mundo tan esperado empieza con Él, un mundo donde no habrá exclavitud,
hambre, enfermedad y sobre todo egoísmo, odio y pecado. Jesús trajo alegría y cambio a las vidas de
aquéllos que le conocieron y le reconocieron como el Mesías. (Zacarías, Lucas 19:1-10, el hombre
ciego, Lucas 19: 35-43, curación del paralítico Mt 9:1-8 etc).
¿De dónde proviene nuestra alegría? De la oración (2Thes 5:17) del deseo de
servir a nuestros hermanos y hermanas como hizo Jesús (vv 18-22). Una
comunidad basada en estos dos pilares se convierte en sagrada y se la
reconoce por la alegría que de ella brota.
Juan descubrió la alegría de reconocer la voz del que habría de venir (Jh 3:29),
María encontró la alegría de reconocer la grandeza de Dios en su vida (Lucas 1:
46-47). Si queremos encontrar la alegría debemos reconocerla voz del
Prometido que viene a salvarnos hoy. Viene hacia nosotros en muchas formas,
¿cómo podemos distinguir su voz de todas la voces que oímos hoy?
1. Cristo está entre nosotros dándonos su alegría como lo hizo entonces, ¿qué es lo
que nos impide reconocerle hoy?
2. ¿Cómo puedo yo traer alegría a aquellos a quienes va destinada nuestra misión y
aquellos con quienes trabajamos?.
3. Comparta algún momento de su vida en el que haya experimentado una alegría
profunda.
*Una persona alegre es aquella que escucha a Cristo con la mente y el corazón
abiertos, porque él o ella reconocen Su voz*
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CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO
BENDITA SEA LA VIRGEN MARIA COMO MODELO NUESTRO
EVANGELIO: LUCAS 1:26-38
La bendita Virgen María es vista como la Nueva Arca de la Alianza, un lugar santo donde habita
Dios. Es a través de Ella que el misterio oculto durante tanto tiempo se revela ahora. La misión de
María fue la de proclamar el maravilloso trabajo que el Amor de Dios había hecho en ella. María es
un signo para los pobres, Dios se fijó en su pobreza y en su soledad para hacerla grande. Mirando a
María los pobres de Dios podrán encontrar alegría, esperanza y realización porque el
“todopoderoso” hará “Grandes Cosas” para ellos. Dios viene a nosotras en la pobreza, sencillez y
humildad de nuestras vidas.
El complemento: San Juan Eudes se convirtió en el Arca de la presencia de
Dios para las mujeres y jóvenes heridas; se convirtió en la presencia de la
misericordia, compasión y perdón de Dios, imitando a Cristo en su
ministerio y en su vida de oración.
La Lección 26 nos describe la vocación apostólica de Nuestra Señora de la
Caridad. De algún modo tenemos la misma vocación que la Madre de Dios:
que Su Hijo pueda vivir en nosotras; devolver la vida a las almas en las que
ya no está presente; concebir y ofrecer Dios el mundo, de la misma manera
que lo hizo María.
1. De qué manera he sido yo presencia de Dios en mi comunidad/misión?
2. Cada día es Navidad para nosotras como Hermanas de Nuestra Señora de la
Caridad .[del Buen Pastor o Laico Asociado] porque encontramos multitud
de miserias en nuestra sociedad y estamos llamadas a traer la esperanza, la
reconciliación y el perdón: el Reino de Dios ¿Qué es lo que nos ha sostenido
en este prodigioso ministerio?
3. Comparta la alegría que ud. haya experimentado como Hermana de Nuestra
Señora de la Caridad.[del Buen Pastor o Laico Asociado]
*Toca nuestros corazones, Señor, para que nosotras también conozcamos y
mostremos parte de esa misericordia que llena tu corazón*
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