Resetear

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Resetear
[Considera el mayor o menor acierto de los diversos enunciados y elige el más ajustado
a la idea principal que quiere transmitir el autor]
El tema es que cuando las cosas no van bien hay que iniciarlas de nuevo.
El tema es la necesidad de empezar de nuevo cuando estamos en horas bajas.
El tema es el funcionamiento del ser humano similar al de los ordenadores.
El tema es el excesivo dominio que ejercen las nuevas tecnologías sobre las
personas.
El tema es que hay que hacer borrón y cuenta nueva cada mañana.
El tema es la necesidad de recuperar las ilusiones perdidas.
El tema es combatir el pesimismo automáticamente para no sucumbir a la
depresión.
El tema es lo difícil que es manejar la informática.
El tema es la obligación, por nuestro propio bien, de resetear nuestras vidas.
El tema es que hay que encarar la vida con una sonrisa tan energética como la
que emana de un ordenador.
El tema es la cantidad de problemas que nos agobian cada día y la imposibilidad
de solucionarlos a no ser que empieces tu vida de cero y resucites aquel joven que fuiste
años atrás.
El tema es el reseteo útil.
Un posible resumen del contenido esencial del texto es el siguiente: [lineal]
Cuando el ordenador no nos responde, lo reiniciamos sin problema. Igual
deberíamos hacer con nuestras vidas si no marchan bien: volver atrás y recuperar
aquellos ideales de juventud, retomar una relación amorosa llena de desenfreno y
pasión, luchar por las energías renovables… El pesimismo, en fin, se combate
empezando un nuevo día lleno de ilusión y rebeldía.
O: [más libre]
Las ilusiones que creíamos perdidas pueden rescatarse cuando nuestro camino
en la vida presenta baches. Al principio, las utopías políticas, ecológicas o simplemente
románticas eran las que nos hacían funcionar y ahora, si nos “reseteamos”, es decir, si
reiniciamos como un ordenador la marcha de nuestras vidas, combatiremos el
pesimismo que nos invade por una nueva luz.
La estructura general que podemos observar en el texto es bipartita. Desde la
línea 1 a 9 una introducción expositiva nos explica el funcionamiento de los
ordenadores cuando se averían y la forma de arreglarlos, que no consiste -como en otros
electrodomésticos- en golpearlos, sino en resetearlos, según indican los técnicos
(argumento de autoridad). El autor explica en qué consiste este proceso (líneas 7-9).
La segunda parte del texto, netamente argumentativa, comienza en la línea 9 con
la analogía que establece Manuel Vicent entre resetear una computadora y resetearse
una persona. La salud de las personas depende de ello (argumento de generalización
indiscutible) y se exponen tres ejemplos de actitudes negativas (ser conservador, carecer
de impulsos y tener una visión pesimista) que, si nos lo proponemos, podemos
transformar en actitudes positivas (ser progresista, tener impulsos vitales y una visión
optimista). Esta polarización de ideas dentro de cada ejemplo sirve al autor para mostrar
gráficamente lo que quiere decir. Cabe considerar como conclusión, aunque
prácticamente es reiteración de la tesis explícita en la línea 10, la idea de que dormirresetear es necesario para afrontar un nuevo día-etapa de la vida. Comprobamos de
nuevo la analogía entre personas y ordenadores en la forma de “arreglar” los desajustes
de ambos.
Para completar la descripción de la estructura podemos ensayar un esquema de
ideas principales y secundarias:
1. Los ordenadores se arreglan reseteándolos.
1.1. Consiste en apagar y encenderlos de nuevo.
2. Nuestras vidas también se arreglan reseteándolas.
2.1. Retomamos inquietudes políticas.
2.2. Nos enamoramos de nuevo.
2.3. Practicamos sexo.
2.4. Nos vuelve a importar la ecología.
2.5. Recuperamos el optimismo.
3. Con el día renacen las ilusiones.
3.1. El sueño es un buen aliado.
1.2.) El texto objeto de comentario cumple perfectamente las tres propiedades
básicas que todo discurso bien construido debe poseer: coherencia, cohesión y
adecuación. Además, se trata de un texto de autoayuda que puede servir a cualquier
lector o lectora en tiempos de crisis no sólo económica sino también personal, pues
ambas están interrelacionadas. En un periódico cargado de malas noticias de toda índole
se agradece, por tanto, la presencia de un texto como este.
En mi opinión, las expectativas de vida que uno se hace de joven no se cumplen
en el 99% de los casos. No por ello está mal hacérselas –todo lo contrario- pero
debemos ser conscientes de que la realidad casi nunca es maravillosa y siempre nos
coloca en un escalafón inferior del esperado. Tampoco eso es malo puesto que
aspiraremos a mejorar en un futuro, forjándonos ilusiones o esperanzas que no tienen
por qué ser las mismas del pasado (esas serían demasiado utópicas) sino las más
realizables del porvenir.
II.2.) La función de lenguaje principal en el texto es la apelativa o conativa,
puesto que todo él está encaminado a buscar la complicidad de los lectores y su
aceptación de que resetearse es la mejor solución para sus vidas. De hecho abundan las
invocaciones directas al lector a través de la segunda persona del singular de las formas
verbales: “te has vuelto, sentías, recuperes, te crees, seas, dedicándote, te harás,
pensarás, te duelen, sabes, vete”, etc., pero sobre todo la insistencia en la cláusula “si te
reseteas” dirigida constantemente a los receptores. De manera indirecta, el mandato o
sugerencia dirigidos a todos los lectores: “cada cual debería aplicar…” también
contribuye a la función apelativa.
Otra de las funciones importantes en el texto es la expresiva o emotiva. En esta
ocasión es la primera persona del singular la forma como se manifiesta: “No conozco a
nadie…”. También, de manera más atenuada o solapada, a través del impersonal “uno”,
con la que el lector se puede sentir más identificado: “Cuando uno era una hormiga…”,
“Uno se resetea todas las noches…”.
Menos importante que las anteriores es la función representativa o referencial.
Recordemos que sirve para transmitir objetivamente contenidos relativos a la realidad.
Por ejemplo, cuando el emisor cita indirectamente palabras de los técnicos: “según
aconsejan los técnicos, la única solución consiste en resetear” o bien realiza
afirmaciones categóricas: “Volver siempre al principio es una fórmula budista de
absoluta actualidad”.
En relación con la función expresiva ya comentada, podríamos añadir la función
poética o estética pues gracias al uso de figuras retóricas aumenta la expresividad del
emisor. Numerosas metáforas (“hormiga, bosque informático, cables, azabache, ruina,
amortizado para el sexo”), algunas de ellas lexicalizadas, pero fundamentalmente la de
“reseteas” en el sentido de renovarse y extraída del ámbito de la informática. Otros
recursos retóricos son la personificación (“rebeldía del ordenador”), la hipérbole
(“acción casi mística”), el símil (“como Nobokov”, “como si fuera la pantalla…”), etc.
Ya para terminar haremos una breve alusión a la función metalingüística. Es
muy secundaria puesto que el texto no aborda ninguna cuestión gramatical o filológica,
pero en las líneas 7-9 se produce una aclaración del significado de un tecnicismo
(resetear) perteneciente al campo de la informática. Además, la explicación está
introducida por un conector de reformulación: “esto es, en apagar e incluso en
desenchufar…”.
II.3.) La cohesión gramatical es la propiedad textual por la que las diferentes
unidades lingüísticas del discurso, tanto morfológicas como sintácticas, se relacionan
entre sí. Esta red permite la unidad del texto, independientemente de su mayor o menor
extensión, y la trabazón de sus partes, ya sean párrafos, oraciones, sintagmas, etc.
Veámoslo con algunos ejemplos.
La foricidad consiste en sustituir un elemento por otro aunque el referente es el
mismo. Esta sustitución puede hacerse de una unidad textual o de una realidad
extratextual. En el primer caso, hablamos por ejemplo de anáforas y en el segundo de
deícticos. Respecto a anáforas encontramos en el texto las siguientes: “darles” (a las
máquinas citadas anteriormente); “En este caso” (el caso acabado de explicar);
“encenderlo” (el cerebro mencionado)… Como podemos comprobar, se trata de
pronombres y determinantes cuyo significado debemos restituir teniendo en cuenta los
referentes a los que aluden.
En cuanto a la deixis tanto el emisor como los receptores son señalados a través
de sus respectivos deícticos personales: “conozco” y “de ti”, “te has vuelto”, “te
reseteas”, “sentías”, etc. En el caso del receptor, vemos que es tratado por el emisor con
confianza y cercanía pues lo tutea (deixis social). A veces, para generalizar a todo el
mundo, aparece la impersonalidad: “cada cual”, “uno” (varias veces repetido).
La deixis temporal gira en torno al presente: “hoy”, “actualidad” y sus
correspondientes verbos en presente. Las referencias al pasado son para destacar el
resultado de tales acciones. “has vuelto, ha desactivado, ha convertido” (pretéritos
perfectos). Los presentes de subjuntivo y futuros sirven de expresión de un deseo
(“vuelva a emerger”, “recuperes”, “seas”, “pensarás”, “te harás”).
Otro de los mecanismos que contribuye a la cohesión gramatical son los
paralelismos sintácticos: “Cuando […] si te reseteas puede que […]”, cuatro veces
reiterado. También la aparición de algunos conectores como “esto es”, de reformulación
o “Pues bien”, de adición valorativa, es un recurso de cohesión interna textual.
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