Documento 267106

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“Yo tenía ocho años y un día mis padrinos le pidieron a mis padres, que eran muy pobres
permiso para llevarme a la ciudad, con la promesa de brindarme techo, comida, estudio, y
trabajo. Yo recuerdo que lloré mucho porque no quería
ir, pero no tenía otra alternativa. Desde que llegué mi
madrina comenzó a enseñarme los oficios de la casa, me
golpeaba porque me demoraba mucho tiempo en
aprender. Me mandaban a dormir en un cuarto separado
del resto de la casa. En las noches, mi padrino iba hasta
mi cuarto, con el hijo más grande que tenía 15 años, para
enseñarle cómo tener sexo conmigo, yo gritaba mucho,
mi madrina escuchaba mis gritos pero nunca vino en mi auxilio…”
Los gritos, el dolor, la soledad de esta pequeña niña, que desde su más temprana
edad conoció el horror de la trata de personas, es un grito silencioso y silenciado,
que abraza el mundo, en una espiral de violencia y degradación, que clama al
cielo.
La esclavitud no ha terminado, se ha refinado, se ha sofisticado hoy a través de
las nuevas tecnologías de la comunicación, de las redes sociales, del libre
mercado, de la globalización, de la mercantilización del ser humano. Cada día a lo
ancho y largo del mundo, miles de personas están atrapadas, convertidas en
objetos de compra-venta, por una devastadora práctica, que en palabras del Papa
Francisco es la “Esclavitud del siglo XXI la trata de personas”.
Los niños-niñas, adolescentes y jóvenes, hombres y mujeres son víctimas de
diversas formas de sometimiento y explotación desde el reclutamiento ilegal de
menores de edad para los grupos armados o para la venta y consumo de
sustancias psicoactivas, la mendicidad ajena, hasta la extracción ilegal de
órganos, pasando por las diversas formas de explotación del trabajo ajeno, en
el servicio doméstico, la minería ilegal, los campos agrícolas, las fábricas y talleres
clandestinos y en las mil formas de explotación sexual comercial.
Sin embargo a la hora de establecer estadísticas reales se tropieza con múltiples
limitaciones por cuanto el fenómeno de la Trata es una práctica que permanece
invisibilizada, desconocida, tolerada culturalmente, con muy pocos casos
judicializados y escasas denuncias, por cuanto las víctimas son amenazadas,
siente miedo o vergüenza, no saben a quién acudir o no creen en las autoridades
competentes.
RESPUESTA DE LA VIDA CONSAGRADA:
Frente a esta vergonzosa práctica, como
afirma el Papa Francisco: “en una
sociedad que se dice civilizada”, la vida
consagrada del mundo ha sido convocada
desde el año 2008, gracias a la sensibilidad
y vocación profética de la Hermana
Eugenia Bonneti, religiosa Consolata, a
optimizar sus recursos humanos y
logísticos, la fuerza de sus carismas
fundacionales, en contra de este fenómeno
que “es una llaga en el cuerpo de la humanidad, una herida en el carne de
Cristo, un crimen contra la humanidad”, como sigue diciendo el Papa.
Se trata del Movimiento Internacional “Talitha Kum”, presente en los cinco
continentes, en 75 países y en 22 Redes nacionales y/o continentales que con la
Espiritualidad del Buen Samaritano, quieren ser las manos, el corazón, la voz
de Cristo Jesús, en favor de las víctimas, convirtiéndose así, en una muralla
humana, que sensibiliza, investiga, previene, denuncia y se articula con otras
instancias eclesiales y organizaciones de la sociedad civil para hacer frente a este
delito del crimen nacional e internacional organizado.
Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, han hecho una opción a nivel
nacional e internacional, de sumarse a esta lucha, realizando jornadas
pedagógicas con religiosas, Agentes de Pastoral, docentes, estudiantes, Padres
de familia y organizaciones de base, con la clara conciencia de que sólo juntos y
articulados, animados por la mística que brota del Evangelio de la Vida, podemos
enfrentar este fenómeno que viola masivamente los derechos humanos
fundamentales.
Desde la red “Defensores de vidas” de las Hijas de la Caridad de la Provincia
“La Milagrosa” hacemos un llamado a toda los estamentos eclesiales y civiles a
sumarse a esta urgencia en favor de la vida y la dignidad. El lema de nuestra
campaña es:
LA TRATA DE PERSONAS EXISTE. IGNORARLA ES FAVORECERLA.
El 18 de diciembre de 2013, en la décima séptima sesión plenaria de la Asamblea
General de la ONU, se reitera la enérgica condena de todos los Estados miembros
contra la Trata de personas, especialmente de mujeres y niños-niñas como uno de
los grandes desafíos que enfrenta la comunidad internacional, a pesar de los
esfuerzos realizados desde el año 2000, a partir del protocolo de Palermo.
En el Mensaje el Secretario General de la ONU reconoce la trata de seres
humanos, como “una industria mundial despiadada que niega a las víctimas
sus derechos y su dignidad y genera miles de millones de dólares para las
redes de la delincuencia organizada. La mayoría de las víctimas son mujeres y
niños vulnerables, engañados para hacerles emprender una vida de sufrimiento y
explotación en condiciones similares a la esclavitud.
Dadas estas consideraciones declara, que a partir de 2014, se celebrará, el 30 de
julio, como DIA MUNDIAL CONTRA LA TRATA DE PERSONAS, como un
vehemente llamamiento a la acción para poner fin a este delito, dar esperanza a
las víctimas, que a menudo viven entre nosotros sin ser reconocidas y poner fin a
los traficantes cortando sus canales de financiación e incautando sus activos.
¿QUE PODEMOS HACER NOSOTROS COMO IGLESIA?
1.- Visibilizar por todos los medios que estén a nuestra alcance esta práctica en
nuestros entornos familiares, sociales, comunitarios.
2.- El Voz a Voz la estrategia más efectiva: Pase la voz, no se calle, La trata de
personas existe y puede estar muy cerca de nosotros.
3.- Generando estrategias con nuestros vecinos, creando redes de voluntarios,
que estén alerta a cualquier movimiento sospechoso.
4.- Enseñar a los niños-niñas adolescentes a auto-protegerse, a denunciar la
presencia de personas extraños, las propuestas engañosas que puedan recibir.
5.- A programar a nivel Parroquial, actividades litúrgicas, vigilias de oración,
talleres para estudiar el tema y su incidencia en la comunidad.
6.- Organizar en los centros educativos y universidades cineforos, debates,
marchas, obras de teatro, carteles, volantes, actividades lúdicas y deportivas para
decirle NO A LA TRATA DE PERSONAS.
7.- Enviar a través de sus contactos, en las redes sociales CONTRAMENSAJES
que contrarresten las propuestas que
los tratantes hacen circular en el
ciberespacio.
8.- Unirse a las actividades que a nivel nacional propongan las organizaciones
sociales de lucha contra la Trata como la Fundación Esperanza, la Red Tamar, la
red Kawsay- defensores de vidas, la Conferencia Episcopal de Colombia, el
Secretariado de Pastoral social.
9.- Diseñar programas radiales o televisivos que muestren el fenómeno, sus
alcances, las modalidades, sus modos operandi y la normatividad vigente en
Colombia y en el mundo.
10.- Acceder a videos, documentales, historias de vida, que circulan por internet y
divulgarlos masivamente.
11.- Realizar con los niños (as) de los grupos parroquiales jornadas festivas
sobre el valor de la vida, el derecho a soñar, a ser feliz, y aprender a tomar
decisiones.
12.- Diseñar el Muro de la libertad en un espacio público donde las personas se
expresen libremente a favor de la vida y en contra de la Trata de personas.
13.- Unirse a la red de voluntarios defensores de vidas:
Súmese a la red de voluntarios Defensores
de Vidas Contáctenos:
Facebook: /a la trata digo no
Twitter: @a la trata digo no
Sor Genoveva Nieto Guerrero HC
Fijo: 244-29-64 Móvil: 3214751206
[email protected]
El Movimiento Internacional de la Vida Consagrada, Talitha Kum comprometido
en la lucha contra la Trata de personas, la Red “defensores de vidas” de las
Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y la Red Tamar de la Conferencia
de Religiosos de Colombia, estuvieron presente en este magno encuentro, en la
Animación del taller contra la Trata de personas.
En sintonía con la dinámica del Congreso, 35 participantes religiosos y religiosas
procedentes de Italia, España, Estados Unidos, Brasil, México, Uruguay,
Argentina, Honduras, Venezuela, Ecuador, Perú y Colombia, estuvieron reunidos
en las tres jornadas de las tardes, para reflexionar juntos en torno a los clamores,
las convicciones y los compromisos que la trata de personas, le plantea a la Vida
Consagrada de
América Latina y el Caribe, estas son algunas de sus
conclusiones:
CLAMORES:
1.- La Trata de personas es un fenómeno global que tiene rostros culturales
propios, que es necesario identificar y encontrar a través de un trabajo
intercongregacional, internacional e interdisciplinar estrategias concretas para
visibilizarlo, comprenderlo y erradicarlo.
2.- La Vida es sagrada, su defensa y su promoción es un imperativo ético
impostergable que nos incumbe a todos como personas y como discípulosmisioneros de Jesús.
3.- La dimensión profética de la Vida Consagrada es una exigencia
fundamental del seguimiento de Cristo, que nos urge a salir a las periferias
existenciales, donde la vida clama porque está amenazada y profanada.
CONVICCIONES:
1.- Toda persona es hijo/Hija de Dios, mi hermano/hermana. Tiene derecho a una
vida plena: justa, libre, digna y feliz.
2.- “La Trata de personas, es una herida abierta en el cuerpo de Cristo” La
indiferencia, el miedo y el silencio de la Vida Consagrada frente a esta dolorosa
realidad, es un pecado de omisión, que nos desafía actuar con audacia profética
y misionera.
3.- La fuerza germinal de lo pequeño hace posible la defensa de la vida, genera
esperanza, empodera, nos permite sentir el dolor del otro/a, permite escuchar sin
juzgar, acompañar y prevenir todo lo que atenta contra la vida en todos los
ámbitos.
COMPROMISOS:
1.-Formarnos integralmente para incidir proféticamente y asumir a nivel
personal, comunitario y congregacional la erradicación de la Trata de personas.
2.- Visibilizar el fenómeno de la Trata de personas, identificando sus causas,
consecuencias, modalidades, indicadores en los distintos contextos culturales
donde nos movemos, para crear conciencia, sensibilizar, prevenir y denunciar este
delito.
3.- Articularnos con las redes de la Vida Consagrada del mundo, de América
Latina y el Caribe a través de las Conferencias Nacionales de Religiosos, de las
Conferencias Episcopales, de las instancias eclesiales y civiles para incidir
políticamente y atender a las víctimas.
Fraternalmente, Sor Genoveva Nieto G Hija de la Caridad.
Red Kawsay” Defensores de vidas.
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