2010-11-12-FORO-DE-PARTIDOS-POLÍTICOS-EN

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INTERVENCIÓN EN EL ENCUENTRO DE
PARTIDOS POLÍTICOS DE IZQUIERDA, EN
CIESPAL
Quito, 12 de noviembre de 2010
Queridas amigas y amigos, compañeros de
Alianza País y sobre todo compañeros de
todas partes del mundo que nos visitan en
este día:
Un abrazo a Jorge Cabral y por medio de él al
Movimiento Al Socialismo del Paraguay donde
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se está librando una lucha muy fuerte contra
las fuerzas retardatarias de siempre.
Al doctor Francisco Rivero Álvarez del Partido
Socialista Unificado de Venezuela, ni un paso
atrás, compañero, pese a toda la campaña de
desinformación que se dio a nivel de
Venezuela y a nivel mundial; eso significa que
vamos por el camino correcto… “Sancho, si los
perros ladran es que estamos avanzando”.
Doctora Clara López, Polo Democrático
Alternativo de Colombia, un inmenso abrazo a
ese querido pueblo colombiano y sobre todo al
Polo Democrático.
… Loaiza, Movimiento Al Socialismo, de
Bolivia, una esperanza para toda la región y el
planeta entero, un proceso extremadamente
hermoso
liderado
por
ese
queridísimo
compañero indígena: Evo Morales.
Walter Pomar, Partido de los Trabajadores, del
Brasil, bienvenido y felicitaciones por esa
hermosísima victoria de la compañera Wilma,
que también tiene mucho que ver en ella el
compañero Lula da Silva, mis felicitaciones al
Partido de los Trabajadores.
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Leonel Búcaro, Frente Farabundo Martí de
Liberación Nacional, del El Salvador, un
inmenso abrazo a El Salvador y a su
Presidente Mauricio Fúnez.
Carlos
Fonseca,
Frente
Sandinista
de
Liberación Nacional, querido Carlos, tu padre
es una leyenda en América Latina, es un
honor para nosotros tenerte a ti.
Hugo Barsky, del Encuentro por la Democracia
y la Equidar, EDE, de Argentina, adelante
Argentina, y hoy
más que nunca con la
partida de Néstor, ni un paso atrás y a
respaldar a la Presidenta Cristina Fernández.
Rafael … del Partido Comunista de Cuba, justo
ayer que llamé a Hugo Chávez, estaba en
Cuba almorzando con Fidel y tuve la
oportunidad de conversar con el Comandante,
así que un inmenso abrazo a esa Cuba
socialista, digna, firme, que resiste un bloqueo
criminal de más de cuatro décadas y que nos
hablan después de derechos humanos,
¿verdad?
También tenemos el honor de contar con la
presencia de ese entrañable amigo del Che
Guevara, con el cual dio la vuelta a
3
Sudamérica en “La Poderosa”, bueno, la
poderosa se dañó al iniciar la vuelta, pero
llegaron como pudieron a dar toda la vuelta a
Sudamérica, es Alberto Granados… ¿Dónde
está Alberto?… ¡Hola Alberto, bienvenido a tu
casa!
Un abrazo a los compañeros de la Mesa
Directiva.
Les decía, como nos sucede a todos, verdad, a
aquellos que leen las noticias, fuera del país,
dentro del país: aquí hay un gobierno
populista, monstruoso, sanguinario, con un
dictador que lo único que tiene es ansias de
poder, que se desvela todas las noches
haciendo leyes perversas para aplastar a la
gente, porque hasta ahora hay una ley que
sea buena, de las que hemos enviado… Eso es
lo que dice la oposición y los medios de
comunicación, pero esta es una campaña
contra todos los coordinadores de estos
procesos…
También se ha desatado una campaña para
tratar de desacreditar a Ernesto Che Guevara,
le comentaba a Alberto que me tocó ver un
libro de un seudo analista francés, en el que el
Che Guevara era poco menos que un asesino
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compulsivo, no… Gracias a Dios aquí tenemos
testimonios de gente que vivió con el Che y
conoce la profundidad humana, la inmensidad
humana de uno de los más grandes
latinoamericanos de todos los tiempos, de un
hombre que estuvo dispuesto al máximo
sacrificio por su querida América, ese
compañero de siempre, inspiración de
siempre, Ernesto Che Guevara [APLAUSOS]…
Y un abrazo, les decía, a los compañeros de la
Mesa Directiva:
Oskar Lafontaine, Director de La Izquierda de
Alemania, no me atrevo a pronunciar en
alemán… pero es “La Izquierda” la traducción.
Al querido Fernando “Corcho” Cordero,
Presidente de la Asamblea Nacional del
Ecuador.
A Doris Solís nuestra Ministra Coordinadora de
la Política [APLAUSOS]…
Y a Ricardo Patiño, Canciller de la República
[APLAUSOS]… y Secretario de Alianza País.
¡Perdónenme la demora! Era a las 9h00 este
Encuentro… me dicen que faltaba alguna
gente en el auditorio pero ustedes saben que
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nuestra política es empezar a las 9h00 en
punto, para no sancionar a los que cumplen,
verdad, los que cumplen son los que están
puntuales y ellos son los que tienen que
esperar a los que no cumplieron… y se premia
a los que no cumplieron. Recuerden que
nuestras revoluciones también deben ser
revoluciones de la puntualidad. La “crítica a
las costumbres” de la cual hablaba Antonio
Gramsci
ese
gran
marxista
italiano
[APLAUSOS]…, es una mala costumbre estar
atrasados, tenemos que cambiar eso. Y me
obligaron a entrar atrasado a mí, nos llevaron
a una oficina, nos hicieron conversar con
amigos tan queridos como Oskar, como
Alberto, y me di cuenta que teníamos 15
minutos de retraso pero me tenían quemando
el tiempo para permitir que la gente llegue,
pero no hay que hacer eso, tenemos que ser
extremadamente puntuales.
Queridas amigas y amigos, me han pedido
hacer un saludo a este Encuentro. En realidad
esas son las limitaciones, los sacrificios que
uno tiene que asumir como Presidente, me
hubiese
encantado
participar
de
este
Encuentro, me habría encantado haber traído
una propuesta mucho más elaborada, mucho
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más
académica
a
este
Encuentro.
Lastimosamente los apremios de la Agenda,
las preocupaciones presidenciales, lo han
impedido; pero, no podía desaprovechar la
oportunidad para darles un saludo afectuoso a
todas y a todos. Bienvenidos esas hermanas y
hermanos del extranjero, siéntanse como en
su casa. Bienvenidos esos integrantes de
Alianza País que participan en este Foro. Éste
es el camino: prepararnos, reflexionar juntos,
crear
pensamiento
común,
para
no
equivocarnos tanto, para prepararnos cada día
mejor a cumplir con esas exigencias que nos
presenta el pueblo ecuatoriano.
Hoy se vive un reto distinto en nuestra
América: la izquierda no está en minoría, no
está en oposición, está en el poder, en
muchos países, desde el gigante Brasil,
pasando por Venezuela, Bolivia, Ecuador,
Nicaragua, El Salvador, Paraguay, Uruguay,
Argentina… Y tenemos que saber responder a
esos
nuevos
retos,
a
esas
nuevas
circunstancias… Y ¿por qué enfatizo esto?,
porque muchas veces parecería ser que la
izquierda se ha acostumbrado a la oposición, y
no entendemos que en el poder, desde el
ejecutivo, tenemos que gobernar y tenemos
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que generar manos para gobernar, y muchas
veces nuestros propios compañeros de
izquierda parecieran ser nuestros principales
opositores, siguen manteniendo esa dinámica
de cuando, insisto, éramos minoría, teníamos
gobiernos
neoliberales,
gobiernos
entreguistas, etcétera.
Este es un punto importante de reflexión: el
pragmatismo que debe acompañar a la nueva
izquierda. Como decía Pepe Mujica, ese
querido amigo Presidente de Uruguay y que
nos visitará el próximo martes, nos honrará
con su presencia aquí en Ecuador: “esa
izquierda del todo o nada es la mejor aliada
del estatus quo”, porque si queremos el todo
o nada va a quedar el nada, tengan la
seguridad…
Ganar las elecciones en América Latina, como
casi en todas partes del mundo, dicho sea de
paso en Estados Unidos también, no es ganar
el poder, es ganar partecita del poder. Los
poderes fácticos siguen ahí vivitos y coleando:
los poderes económicos, los poderes sociales,
el poder informativo ese temible adversario
que tienen los gobiernos progresistas de
América Latina: empresas de comunicación
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que han tomado el puesto, la posta, de los
partidos de derecha en decadencia y hacen
política
descaradamente
y
tratan
de
desestabilizar y conspirar día a día. Ese poder
informativo está ahí, vivito y coleando.
Poderes
religiosos
incluso.
Injerencias
internacionales… Hay que luchar contra todo
aquello. Pero esa política del todo o nada, esa
izquierda del todo o nada, puede ser la mejor
aliada de esos poderes fácticos que están
esperando que cometamos una equivocación
grave para tratar de desestabilizarnos.
Insisto, cómo me hubiera gustado poder
participar en este Foro, poder tener una
ponencia mucho más estructurada, mucho
más académica, pero permítanme hacer unas
reflexiones: Hay un resurgir de la izquierda en
nuestra región, que a la vez representa el
resurgir de nuestros pueblos, el despertar de
nuestros pueblos, sobre todo después de la
larga y triste noche neoliberal. Probablemente
ese fue un fruto positivo no deseado, del
neoliberalismo: se llegó a tales extremos de
inequidad, de explotación, de saqueo, de
entreguismo, de colonialismo, que los pueblos
dijeron -¡basta!- y permitieron el surgir de
gobiernos progresistas a lo largo y ancho de la
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región. Pero debemos ser una nueva
izquierda, una izquierda que no repita los
errores de la izquierda tradicional, que hay
que
reconocerlos,
tenemos
que
ser
autocríticos. Alguna vez se satanizó la palabra
“revisionista”, tenemos que revisarnos día a
día, inventarnos día a día, reinventarnos día a
día, eso es lo que busca el socialismo del siglo
XXI, el SOCIALISMO DEL BUEN VIVIR que
practicamos en Ecuador, en Bolivia, en
Venezuela. No se trata de tener la misma
medicina para toda clase de enfermos, no se
trata de tener las respuestas antes de saber
las preguntas. Es un proceso en constante
construcción, con mucha atención, con los
pies bien puestos sobre la tierra, tratando de
dar respuestas concretas a los problemas de
nuestros pueblos…
Por supuesto, y aquí viene la razón de
denominarnos de izquierda, en función de
esos principios inclaudicables, irrenunciables
de la izquierda. Y cuáles son esos principios,
como le manifestaba a la prensa antes de
entrar a esta reunión. Por ejemplo, un
principio irrenunciable, clarísimo, que ni haría
falta caracterizar: Supremacía del ser
humano sobre el capital. Y estas son
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palabras mayores en el siglo XXI, después que
durante décadas el neoliberalismo convirtió al
ser humano en una mercancía más, en un
instrumento funcional al capital. En este país,
el gobierno que sube 10 dólares al salario
mínimo es “populista”, “demagogo”, “expande
el gasto público”, pero nadie se escandalizaba,
en una economía dolarizada, que los bancos
cobraran un interés del 22, 23, 25 por ciento.
Es decir, remuneración al capital, sin límites, y
siempre justificado por las condiciones del
mercado, la incertidumbre, el riesgo país. Era
no poner límites a la remuneración del capital
y poner límites al ser humano en función de
las necesidades de acumular ese capital. Esa
es una característica fundamental de la
izquierda: supremacía del ser humano
sobre el capital.
Otra
característica
fundamental:
la
necesidad de acción colectiva. Se nos
bombardeó durante décadas, que el egoísmo,
el individualismo racional era el motor de la
sociedad. Y eso es ¡tan falso! En principio creo
que cualquier intento de simplificar procesos
tan complejos, como el desarrollo de la
sociedad, en leyes simplistas, está condenado
al fracaso. Por ejemplo leyes que no tomen en
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cuenta el entorno cultural, los avances
tecnológicos que pueden lograr más cambios
en los modos de producción, en las relaciones
de producción que cualquier ideología,
cualquier sistema, etcétera.
Simplismos como el individualismo racional, el
individualismo como motor de la sociedad, se
nos impuso, era una ideología que se nos
impuso como ciencia, y se desestimó todo lo
que era acción colectiva. Bueno, la izquierda
debe rescatar esa necesidad de acción
colectiva, siempre respetando las libertades
individuales,
pero
sabiendo
que
hay
problemas colectivos a los que solo podemos
dar respuestas colectivas:
Un agricultor puede atender su chacrita, pero
no puede solo hacer el camino para sacar sus
productos, ahí se requiere acción colectiva. Y
la forma en que una sociedad realiza acción
colectiva es a través del Estado, la
representación institucionalizada de dicha
sociedad. En otras palabras, la izquierda
debe reivindicar el rol del Estado para el
desarrollo, para la justicia, para la
equidad social –rol del Estado, tan
vilipendiado en las últimas décadas-, sin llegar
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a los extremos tal vez en los que caímos
anteriormente: el estatismo.
Sabemos que el sector privado tiene un rol
importante, sabemos que los mercados son un
fenómeno económico innegable, pero una
cosa es entender que existen mercados y
hacer que esos mercados funcionen, en base,
con orientación, a los objetivos sociales; y,
otra cosa es someter vidas, personas,
sociedades a esa entelequia llamada mercado.
Para controlar esos mercados, para que el
mercado sea siervo y no amo, se requiere
acción colectiva y se requieren Estados
fuertes, reguladores, que traduzcan el bien
común y que permitan acción colectiva,
respuestas colectivas a problemas colectivos.
Otra
característica
irrenunciable
de
la
izquierda, la izquierda moderna: el rol del
Estado, el rol de la acción colectiva. Y eso
también se traduce hasta en los más
pequeños detalles, donde debemos cambiar
las lógicas, hasta de los impuestos. Cuando
uno está en el gobierno se da cuenta lo difícil
que
es
adaptar
las
cosas,
por
las
incomprensiones, hasta de quienes nos
llamamos de izquierda, que muchas veces
reproducimos las categorías con las que nos
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ha bombardeado la derecha tanto tiempo. Si
se quiere poner un impuesto adecuado, que
los ricos paguen, los pobres son los primeros
aliados para evitar ese impuesto; y los
supuestos dirigentes de izquierda se oponen a
los impuestos porque es una cuestión
delicada. Hasta en esas cosas tenemos que
ver lo que es acción colectiva. Un impuesto es
una contribución de cada uno de nosotros
para lograr esos fines comunes…
Yo siempre pongo como ejemplo, aquí en
Ecuador, que: si desde hace cinco años cada
ecuatoriano hubiera dado un centavo, eso
significaba 3 dólares 75 centavos por
ecuatoriano, cada año, lo cual no iba a
empobrecer a nadie, ya ahorita tendríamos
doscientas escuelas del milenio, escuelas
súper modernas que estamos haciendo a lo
largo y ancho del país, y estuviera
transformada la educación del país. Entonces,
tenemos que entender todas estas cosas
como acción colectiva, acción conjunta para
resolver problemas colectivos.
Otro punto fundamental, inclaudicable de la
izquierda, que es nuestra razón de ser, si no,
no
podemos
llamarnos
izquierda,
es
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privilegiar esa generación de valores de
uso antes que valores de cambio. Lo que
se hizo en los últimos años es generar
mercancías, no generar valor. Y, muchas
veces, en función de la generación de esas
mercancías
se
consumieron
valores
fundamentales para el bienestar de la
sociedad humana. En otras palabras, se
generaron cosas que tienen precio, no
necesariamente las cosas de mayor valor.
¿Cuál es el precio del medio ambiente? ¿Cuál
es el precio de la seguridad social? De eso no
se preocupa el mercado, de eso no se
preocupa
el
capitalista,
sí
tiene
que
preocuparse
la
izquierda:
enfatizar
la
generación de valores de uso.
Y eso nos lleva a problemas muy modernos,
muy contemporáneos; por ejemplo esto del
cambio climático, enfrentar la depredación
ambiental, porque son valores de uso que no
tienen precios explícitos y en consecuencia no
le interesan al mercado, no le interesan al
capitalista, se tienen que tratar con acción
colectiva, y tienen que darle prioridad a
visiones progresistas, visiones de izquierda,
visiones que buscan el Buen Vivir de la
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humanidad y no solamente el enriquecimiento
de unos cuantos.
Otro punto fundamental de la izquierda, para
llamarnos izquierda: énfasis en la justicia
social. Estas son palabras mayores en
América Latina, el continente más desigual del
mundo. América Latina no es el continente
más pobre del mundo, más pobre es África,
más pobres son ciertas regiones de Asia. Se
supone que es la clase media mundial; de
hecho, gran parte, incluso Ecuador está
clasificado como país de desarrollo humano
medio-alto. Cuál es el problema: la
desigualdad.
Estamos
hablando
de
promedios, y ese es uno de los grandes
problemas de los economistas. Dicen que el
economista es un profesional que si ve a un
pobre hombre con la cabeza metida en un
horno ardiendo, y los pies metidos en un
balde de agua fría, es capaz de decir que, en
promedio, está bien. Entonces, sí, en
promedio somos la clase media mundial
[APLAUSOS]…, pero aquí hay gente viviendo
mejor que en Alemania o en Suiza y gente
viviendo peor que en África. Entonces, hablar
de justicia social en nuestro continente, en
Ecuador que, de acuerdo al informe de las
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Naciones Unidas, de desarrollo humano, 2010,
es de los cuatro países más desiguales de
América Latina (Haití es el más desigual,
Guatemala y Brasil, empatan con Ecuador)…
hablar de justicia social, es un desafío
inmenso. Y es irrenunciable para una
izquierda verdadera.
Entonces, esas son características de los
principios fundamentales de la izquierda. Pero
todos
estos
principios
inclaudicables,
irrenunciables, tenemos que aplicarlos con
mucho
sentido
común,
con
mucho
pragmatismo,
con
procesos
de
errorcorrección, tocando temas que antes no se
consideraban a la altura de la izquierda, como
el de la eficiencia… Tenemos que ser
eficientes; pero, esta es una de las palabras
que no le gusta mucho a la izquierda, de la
que se apoderó la derecha. Tenemos que
apoderarnos de esta palabra. Tal vez la
mejor forma de lograr justicia social es
logrando una alta eficiencia, y con lo que
tenemos produciendo, muchísimo más por
supuesto. La distribución siempre va a ser
fundamental. Con los niveles de producto
interno que tenemos en Ecuador en estos
momentos y una mejor distribución del
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ingreso, eliminaríamos la pobreza absoluta,
con lo que tenemos hoy; pero, tenemos que
hablar de eficiencia, tenemos que ser
pragmáticos, tenemos que cambiar algunas
visiones equivocadas que tuvo la izquierda en
los últimos años, que creyó que el enemigo
era el Estado, y se pareció mucho más al
anarquismo -que desapareció ya en la guerra
civil española- que a la izquierda. Y ustedes
ven lo que pasó en nuestro país, verdad. Si
estamos con el ser humano, si estamos con el
trabajo humano, si creemos que el trabajo
humano no es un factor más de producción
sino el fin mismo de la producción, por
supuesto que vamos siempre a apoyar
inclaudicablemente la organización laboral, los
sindicatos, etcétera. Pero tenemos que ser
muy realistas; en nombre del sindicalismo
¿qué se hizo? Con la derecha, con la
propiedad privada nunca se metieron, solo se
metieron con el Estado, y qué extremos, qué
abusos a los que llegaron con el sindicalismo
público.
Y confundimos los roles: resulta que el
sindicalismo no era una forma de
disputarle rentas al capital sino de
sacarle rentas al Estado, y el Estado somos
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todos nosotros. Le estaban sacando rentas al
pueblo ecuatoriano, a nuestros pueblos.
Tenemos que cambiar estas visiones y estas
equivocaciones, y tenemos que ser muy
pragmáticos
sin
renunciar
a
nuestros
principios tradicionales. Pero teniendo, como
decía un amigo mío: “Viendo claro, sintiendo
hondo y obrando recio”.
Tenemos un inmenso desafío, la izquierda en
muchas partes de nuestra América está en el
poder, y no podemos fallarles a nuestros
pueblos, no podemos fallarle al reto histórico
que enfrentamos. Y para eso debemos ser
muy autocríticos, para eso debemos estar
muy atentos, para eso debemos experimentar
cada día, para eso debemos derrumbar
dogmas, fundamentalismos, evitar tal vez el
mayor error que cometió la izquierda
tradicional
fue:
no
satisfacer
las
necesidades de los pueblos sino las
necesidades de sus propias fijaciones
ideológicas. Nunca más caer en ese error, y
creo que este Foro es un buen paso, un gran
paso adelante para ese proceso de reflexión
continua, de autocrítica; para cumplir, insisto,
con esa inmensa tarea que el destino y
nuestros pueblos nos han dado.
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Mucha suerte y cuenten siempre con el
respaldo
de
la
Revolución
Ciudadana.
¡Bienvenidos compañeros de todas partes del
mundo! [APLAUSOS]…
Rafael Correa Delgado
PRESIDENTE
CONSTITUCIONAL
REPÚBLICA DEL ECUADOR
DE
LA
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