El rincón del los justos; Jorge Velasco Mackenzie

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Trabajo de Literatura
Curso: Primero de Bachillerato B
Análisis estilístico de la obra literaria: El rincón de los justos
Autor: Jorge Velasco Mackenzie
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• Información externa:
Jorge Eduardo Velasco Mackenzie nació en Guayaquil el 16 de Enero de 1949. Es segundo hijo de tres
hermanos. Su padre es un pequeño industrial de botones de tagua y su madre, hija de hacendados dauleños.
Narrador, catedrático universitario y ensayista, ingresó como oyente en la Escuela Municipal de Bellas Artes,
de Guayaquil donde expuso en algunas muestras colectivas en el año de 1970. En 1973 comenzó a publicar
comentarios de arte y literatura en el diario EL Universo de Guayaquil. En 1974 publicó su primer cuento
titulado Aeropuerto. Coordinó los Talleres Literarios del Banco Central en Guayaquil. En 1975 obtuvo el
primer premio en el concurso universitario de cuento convocado por la Universidad Técnica de Machala. En
1983 obtuvo el primer premio en el concurso nacional del relato; primer premio en el concurso nacional de
teatro, y primer premio Novela Edita, SEDE. En 1987 obtiene el primer premio en el concurso nacional "El
cuento de las mil palabras", convocado por la revista Vistazo, al cumplir 30 años de vida institucional. En
1990 publicó: El ladrón de levita.
• Información interna:
Resumen general de la obra: El rincón de los justos
El libro del Rincón de los Justos es un relato de la vida de varios personajes que recogen sentimientos de
amor, de odio y de venganza. Es la historia de un bizco llamado Fuvio que acostumbraba a visitar todas las
noches a una mujer que aprovechando la ausencia de su marido para bailar de una manera sensual en el centro
de la habitación con el fin de que el mirador la viera a medida de que se sacaba la ropa. Un día el marido de
Leopoldina volvió y él se dio cuenta que su mujer en cierto modo ya lo había dejado de querer pues ella se
rehusaba a tener relación alguna con Cachón, el marido.
En un bar llamado el rincón de los Justos trabajaba Narcisa Martillo quién era la novia de Sebastián. Las
Damas de la Caridad esperaban llevarse algún día a Narcisa para hacerla virgen. El Diablo Ocioso, vendedor
que cigarrillos quién acostumbraba siempre a ir al rincón de los justos estaba perdidamente enamorado de la
Morán Martillo. Él demostraba que no le importaba el qué dirán y se mostraba dispuesto a entregarse por
completo a su amor. Su único impedimento era Sebastián. El Diablo, como lo llamaban todos, era sordo pero
tan grande era su amor que eso tampoco era un impedimento que lo separara de Narcisa. Un día el decidió
declararle su amor, y sin dejarse descubrir su identidad escribió en la pared de la parte posterior del bar un
mensaje para Narcisa firmando como Raymundo. Y así fue como lo hizo un par de veces.
En el portón 212 vivía un viejo mal genio llamado Mañalarga. Era odiado por mucha gente, especialmente por
Sebastián quien muchas veces tuvo planes para iniciar su asesinato.
Fuvio un tiempo había dejado de ir a visitar a Leopoldina y se había dedicado a trabajar con Cristof, experto
en la cuerda floja. Fuvio estaba aprendiendo poco a poco. Cristof hacía los espectáculos en el patio del barrio.
Sebastián un día trato de hacer que pierda él su concentramiento con sus gritos e insultos tratando así de que
cayera y muriera pero no lo logró.
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El joven Avilés quien también guardaba un gran rencor en contra del viejo Mañalarga entró una noche en su
habitación mientras todos dormían y prendió fuego. Tan pronto comenzó a incendiarse toda la cabaña Avilés
salió y toda la gente trató de apagar el fuego con baldes de agua. Pero luego Avilés quedó muy asombrado de
ver fuera de la casa, junto a la puerta observando el incendio a Mañalarga quien no había muerto. Toda la
gente, incluyendo a Mañalarga recordó el odio que Sebastián le tenía y así fue como lo creyeron a él el
responsable de este incendio.
Un día que Sebastián estaba jugando fútbol, Marcial el hijo de Mañalarga fue y le clavó un cuchillo en su
costando tratando de vengarse en nombre de su padre. Sebastián quedó terriblemente herido, perdió mucha
sangre por lo que fue necesario que alguien le donara. Fuvio y Cristof a pesar de que reconocían que Sebastián
los odiaba, aceptaron donar su sangre para su salvación pero él no lo aceptó ya que esperó recibir solamente la
sangre de su amada Narcisa Martillo.
Fueron varias las veces en que Chacón obligó a Leopoldina a acostarse con él. En la última ocasión en que
Fuvio fue a verla por el ojo del mirador, Leopoldina se colocó en el centro del cuarto de manera que Fuvio
pudiera observarla en su totalidad. Esta vez, ella se desvistió completamente bailando al son de la música.
Esto causó gran impresión en Chacón y el inició su persecución a tras de ella, abrazándola y besándola,
tratando de recostarla en la cama para que ambos tuvieran relaciones. Chacón lo logró, se recostó encima de
Leopoldina sujetándola de manera como si la estuviera crucificando. Fuvio observó todo eso y de manera
inesperada entró en la habitación gritando: no! Chacón se paro inmediatamente y lo vio.
Pasó todo esto y Fuvio siguió de ayudante de Cristof. Una mañana en la que estaba practicando sobre el
pavimento ocurrió un gran accidente ocasionado por cuatro jóvenes aventureros. Estos jóvenes se la pasaban
la vida dando vueltas por la ciudad en su automóvil y fumando marihuana. Uno de ellos era paco, el novio de
la más joven de la Damas de la Caridad, a la misma a la qué dejó embarazada y nunca jamás se volvió a
asomar.
Ese día los cuatro que ya estaban completamente drogado, habían recorrido ya toda la ciudad de guayaquil,
pasearon por el malecón y luego decidieron ir a comer en Matavilela. En ese momento ocurrió el trágico
accidente en el que atropellaron a Fuvio y le quitaron la vida.
Finalmente llegó el día en que los habitantes de Matavilela se iban de ahí por órdenes municipales de que
desalojaran. Todos se iban a vivir en el Guasmo, un barrio suburbano en el sur de la ciudad. El camión de
carga llegó, todo recogieron sus cosas y partieron. El Diablo Sordo finalmente se llevo a Narcisa, Marcial
permaneció en la cárcel por intentar matar a Sebastián y los únicos que quedaron en Matavilela fueron
Mañalarga y doña Encarnación Sepúlveda la dueña del Rincón de los Justos.
Capítulo III
El niño Avilés penetro en el cuarto de el viejo Mañalarga con la intención de incendiar su casa. Todos estaban
dormidos, y Avilés tal como había visto abrir el picaporte a Mañalarga lo hizo el. Marcial no se encontraba
allí pues desde que hubo la pelea con Sebastián, él ya no se asomaba más. Llegó el momento en que Avilés
prendió fuego en la habitación, el retrocedió y salió a la calle. En el patio, toda la gente estaba asombrada y
tratando de apagar las llamas recogiendo agua de la pileta en baldes y arrojándola hacia la puerta abierta de
Mañalarga. Sebastián, en medio de las pesadillas que estaba teniendo se despertó y enseguida miró el incendio
. En ese momento se comenzó a sentir mal pensando de que alguien le había ganado su idea de incendiar el
cuarto de Mañalarga. Mucha gente, se encontraba alegre de lo sucedido en algunos como Erasmo y Cristof
pensaron que Sebastián era el responsable de todo esto, por el hecho de que el Sebas odiaba al mal genio de
las botellas. Poco después Avilés se sorprendió al ver que Mañalarga estaba de pie observando el fuego en
medio de su habitación. Sebastián admitiendo de que todos en reunidos en el patio lo creían a el culpable se
sentía tan inocente como culpable.
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Estaban el Rulo, Chafo Rodríguez, Carlos Thomas y Paco en un viaje por el malecón fumando marihuana. En
un momento la marihuana hace efecto en los hombres y se chocan contra un camión que se cruza en su
camino. El chofer de dicho camión murió. Los cuatro hombres pronto se enteraron de esta muerte, Carlos
tomo el volante y se fueron rápidamente. Cuando estaban el carretera observaron el diario La Razón de
Guayaquil que en grandes titulares se anunciaba la muerte de Julio Jaramillo.
Mientras tanto, Fuvio Reyes se encontraba en la puerta de Leopoldina, ella lo observó detenidamente sin decir
una palabra. Lo invitó a pasar y a sentarse, y así fue. Se sentó en la misma silla donde la Leopa acostumbraba
a bailar mientras en las noches el Fuvio se acercaba a mirarla. Fuvio nunca le dijo nada a Leopoldina, el
solamente la observaba. Ella le dijo que Chacón no iba a tardar en volver pero él con gestos le mostró que no
le importaba. Leopoldina le dijo que se vaya y él se fue.
El Diablo Ocioso, por otra parte estaba recordando lo días en que estuvo en la cárcel, cuando iba a jugar un
partido de indoor, luego comía unos alimentos desagradables los que les obligaban a comer. Aturdido de los
recuerdos, el Diablo buscó la parte posterior del salón de los Justos agarró la tiza de su bolsillo, pensó en la
frase que escribiría para Martillo Morán. Trazó la frase que decía Hoy Vine a ver, tratando de hacer la última
R lo suficientemente grande con la esperanza de que se leyera como la primera letra de su nombre. Tan pronto
acabó de escribir la frase se fue para evitar que alguien le viera.
Un día estaban jugando fútbol en el barrio Sebastián y Narcisa lo estaba observando, ella ase mostraba muy
preocupada por lo del incendio puesto que Marcial había amenazado matar a Sebastián. En un momento dado,
Sebastián corría con la pelota hacia el arco, alguien le grito que tenga cuidado pero el no sabía de que sucedía
y no pudo prevenir el momento en que se acercó Marcial con un cuchillo y le clavó en el costado.
La menor de las damas de la caridad, atormentada por todos los pecados que ha cometido decide sacrificarse
haciéndose tatuar un JHS (Sagrado Corazón de Jesús) en su seno. Estaba la mujer descansando en aquel salón
y en medio de su delirio comenzó a rezar un Padrenuestro blasfemo confundiendo a Dios con su amante paco.
Se da cuenta al terminar la oración de lo que ha dicho, deja que terminen de realizarle su tatuaje, paga al Maya
y se retira.
Llegó el momento en que volvió Chacón de la casa de empeños. Leopoldina no dejaba de pensar en el
momento en que Fuvio entrara a la habitación y Chacón se encuentre en la cama debajo de las sábanas.
Leopoldina se encontraba obligada por Chacón para que se acostara con él. Ella huía a todo lado de la
habitación donde el no pudiera alcanzarla. Trataba de convencerlo para que no se acostaran en ese momento
sino después pero ella no lo logró. Después de tantas veces que el Chacón se le acercó y ella se negó,
finalmente fue hacia la cama, la leopoldina se desnudó y se acostó junto a su pareja.
Capítulo IV
Doña Inés Saraste estaba charlando con el diablo Ocioso, sin importar que él no la pueda oír. Entra tantas
cosas doña Inés decía que Marcial no era hijo de Mañalarga, sino que el viejo lo había adoptado. También
habló sobre el barrio de Matavilela, al cual lo conocía muy bien. Ella decía que mucha gente había ido allá
porque oyeron que habían cuartos para gente decente, pero esto era mentira ya que habían muchos robos, ojos
que espiaban tras la puerta como los de Fuvio. Además contó cómo el Diablo Ocioso quedó sordo cuando una
bomba mató a dos de sus compañeros. Decía que ella había visto cuando el Diablo escribió los mensajes a
Narcisa Martillo la noche anterior del incendio.
Mientras tanto, iban viajando en el auto los cuatro marihuaneros buscando aventuras. Paco recordó a Blanca
Aurora, una de las damas de la Caridad. En ese momento Paco sintió cargo de conciencia a lo que recordaba
al niño que ella llevaba en su vientre. Después de haber recorrido un largo camino Paco tomó la decisión de ir
a comer en Matavilela.
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Fuvio y Cristof aceptaron que donarían su sangre a Sebastián. Pero él no quería aceptarla, ni la sangre donada
por el Diablo, ni por Fuvio ni peor aún por Cristof ya que decía que no la necesitaba y que solo aceptaría la
sangre de Narcisa Martillo. Entre tanto, Sebastián pidió a el joven Avilés que le lea el cuento del Erasmo,
cuento escrito en honor a Julio Jaramillo, dónde el Erasmo narra la vida de este cantante.
De nuevo leopoldina se encontraba bailando para el Fuvio que estaba observándola detrás de la puerta.
Chacón observando como Leopoldina poco a poco se desnudaba, pero sin saber que era un espectáculo
dedicado a otra persona se levantó de donde se encontraba y quiso obligarla a que se acostaron. Otra vez, la
Leopa inició su huída por toda la habitación, impidiendo que el Chacón la tocara pero del mismo modo
tratando de volver al centro del cuarto donde sabía que el Fuvio la podía mirar completamente. Al fin Chacón
logró acostarse encima de Leopoldina sujetándola de manera como si la estuviera crucificando. Fuvio observó
todo eso y de manera inesperada entró en la habitación gritando: no!. Chacón se paro inmediatamente y lo vio.
Blanca Aurora había recibido consejos de una amiga, para que acuda al médico y aborte ya que pensaba que
así ella se salvaría de la infelicidad y salvaría al niño, o muñeco como su amiga lo llamaba, de vivir sin padre
y sin nombre. Después de haber oído todos estos consejos, así fue como sucedió y la más joven de las Damas
de la Caridad así lo hizo: acudió al médico quien en forma de exorcismo le sacó el niño del vientre.
Con respecto a Fuvio, él siguió trabajando con Cristof y un día se encontraba practican sobre el pavimento
para luego caminar sobre la cuerda floja. En ese momento ocurrió la desgracia en la que los cuatro
aventureros que pasaban los días fumando la marihuana, atropellaron al bizco. Estos trataron de huir y
empezaron a inventar excusas pero aún así fueron atrapados paco, Carlos que ni trató de huir y Rulo y Chafo
que fueron arrastrados de los pelos. La gente veía el cadáver de Fuvio, muchos lo maldecían, otros pocos en
cambio, lloraban su muerte.
En fin, el Diablo Sordo se llevó a martillo Morán y todos los otros habitantes de Matavilela prepararon sus
cosas, esperaron al camión de la carga y se fueron al Guasmo, dejando atrás a su viejo barrio. Solamente doña
Encarnación Sepúlveda se quedó en el Rincón de los Justos. Solo ella, con su imagen de la Virgen Martillo a
demás del viejo Mañalarga que se encontraba dando vueltas por el patio de Matavilela.
• Personajes:
Protagonista: en la novela no hay un personaje protagonista. Matavilela, el barrio es el protagonista ya que
está descrito como si se tratara de un héroe épico al que hay que respetar y temer. Del mismo modo, es la
personificación de esa cultura marginal de la zona roja que las grandes ciudades poseen como parte
constitutiva de ellas.
Personajes principales: Fuvio Reyes, Leopoldina, Chacón, el Diablo Sordo (Raymundo), Narcisa Martillo,
Sebastián, Mañalarga, las Damas de la Caridad, doña Inés Saraste y Cristof.
Personajes secundarios: doña Encarnación Sepúlveda, Marcial, Avilés, Erasmo Testu, Paco, Tello, Rulo,
Chafo Rodríguez, Carlos Thomas, La Narcisa Virgen, don Ribadeneira, Patafuerte, Niño Niño, Manos de
Seda, Pibe de Oro, Blanca Rosa.
• Vocabulario:
Absorto: asombrado, estupefacto.
Boquerones: agujeros grandes.
Cachineros: vendedores de objetos robados.
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Catre: cama rústica.
Desahucio: despido, desalojo.
Escarpines: zapatos sin suela.
Fuelle: instrumento para recoger aire y lanzarlo con dirección determinada.
Musitar: murmurar.
Pucho: colilla, residuo de cigarrillo, pitillo.
Testa: cabeza.
Viringo: virolo.
Tufo: mal aliento.
• Etapa de determinación:
• El tema poético central:
El tema central de esta novela es la vida de un barrio llamado Matavilela donde sus habitantes son objeto de
un desalojo ordenado por las autoridades municipales y se trasladan a un barrio suburbano más lejano llamado
el Guasmo.
• Mecanismo interno:
• El rencor que Sebastián tenía hacia Mañalarga.
• La costumbre que tenía Fuvio Reyes de ir a visitar a su amada Leopoldina por la madrugada.
• Los intentos que hizo Sebastián para matar a Mañalarga.
• El amor que sentía el Diablo Sordo hacia Morán Martillo.
• La muerte de Fuvio reyes a causa de los jóvenes drogados por marihuana.
• Elementos indestructibles:
♦ Símbolo: el barrio de Matavilela que es descrito como un gran héroe épico al cual
hay que respetar.
♦ Hombre: los personajes que con sus diferentes características han hecho posible el
desarrollo de la obra.
♦ Tiempo: elemento esencial que marca los días que pasan para cada uno de los
personajes.
♦ Espacio: los barrios suburbanos donde se desarrollan las vidas de loso marginados
de la sociedad.
♦ Época: la época de los 70's cuando los grupos sociales eran bien definidos.
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♦ Color: el negro para la oscuridad de la noche y el rojo por la pasión del amor y el
dolor de la muerte.
• Rasgos:
Rasgo fonético:
Género: género lírico, el siglo xx en el año de 1978
Nivel de lenguaje: popular
Estilo literario: original, propio, obscuro.
Escuela literaria: pertenece a la escuela del realismo.
Rasgo retórico:
El autor en la novela juega con las palabra y utiliza el recurso de la prosopopeya tratando de personificar la
cultura marginal ecuatoriana. Utiliza imprecaciones al resaltar el deseo de Sebastián que venga la muerte de
Mañalarga. Al igual utiliza paisajes, describiendo el barrio y los rincones de la ciudad, existe hipotiposis y
cronografía al describir la época de los hechos. El autor caracteriza cada uno de sus personajes en una forma
poética, utiliza etopeyas, prosopografías y retratos.
Rasgo semántico: en la novela es utilizado el símil y las sinestesias como la sinestesia visual, olfativa, táctil,
cromática y auditiva.
• Etapa de justificación:
La novela consiste básicamente en una motivación a darnos cuenta de todas las cosas que suceden en el
mundo, a adentrarnos más en cada una de las vidas de estos personajes que constituyen en el mundo real la
esfera de lo marginal. Con los desafíos diarios que presentan cada uno, los peligros en los que se encuentran,
la pobreza, las luchas, y sus historias de amor que son relatadas con un lenguaje popular propio del lugar. Para
todo esto, el autor se ha valido de un mecanismo interno donde se resalta la vida real de lo que se vive en
algunos sectores de Guayaquil, dando así a su obra un estilo muy realista.
• Etapa de apreciación literaria:
En la obra literaria analizada podemos encontrar tanto valores literarios como valores humanos y valores
religiosos.
Los valores literarios se encuentran en la gran agilidad descriptiva que tiene el autor. La manera en que
expresa de una manera casi poética todos los hechos y acontecimientos que marcan la vida de los barrios
marginados de la ciudad. Además el autor ha podido adentrarse al mundo real describiendo de una manera
cruel y muy natural la vida común y cotidiana de las personas, lo cual nos lleva a reflexionar sobre nuestro
mundo y lo que sucede a su alrededor.
Los valores humanos son pocos en la obra. Sin embargo, el personaje del Diablo Ocioso expresa un gran valor
humano, el valor del amor. Lo califica exactamente como lo que es el amor: un sentimiento hermoso e
importante que no toma en cuenta las apariencias, la vida social ni económica de la otra persona.
En la novela algunos personajes resaltan sus valores religiosos, su fe hacia la Virgen y su esperanza de que
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todos sus problemas y los del barrio se solucionarán con la ayuda única de la virgen de la cuál estos
personajes han sido devotos.
• Esquema opinativo:
Mensaje:
El mensaje que el autor nos deja en esta novela es que no importa la condición económica en la que estemos,
siempre podemos llevar una buena vida llena de felicidad. Que por la pobreza nosotros no debemos caer en
los vicios que no están solamente abundando en los barrios de Guayaquil, sino en todo Ecuador y en el mundo
entero. El autor ha podido adentrarse al mundo real describiendo de una manera cruel y muy natural la vida
común y cotidiana de las personas, lo cual nos lleva a reflexionar sobre nuestro mundo y lo que sucede a su
alrededor.
Opinión:
Para mi opinión este libro recoge todos los desvalores humanos y religiosos que cada vez se extienden más el
ambiente. A mí esta novela me parece que carece de muchos aspectos positivos y personalmente no me
agradó su contenido. El argumento, en general es bueno pero es fundamental que el libro sea leído por
personas con un criterio completamente formado como para tener la capacidad de entender y captar lo que el
autor quiere expresar.
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