Tabasco - MARIA VICTORIA JIMENEZ ROSS

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La ética en la impartición de justicia en el Poder Judicial del Estado de
Tabasco.
“El bien es ciertamente deseable cuando interesa
a un solo individuo, pero es más importante
cuando interesa a un pueblo y a un estado, a ello
va el tratado de ética, que es de alguna manera, un
tratado de política”
Aristóteles
La presente ponencia se desarrolla mediante el análisis y la
sistematización de cinco preguntas realizadas a magistrados, jueces,
consejeros, proyectistas, secretarios, que tienen que ver con el quehacer que
desempeñan dentro del ámbito de la impartición de justicia en el Poder Judicial
del Estado de Tabasco, el método consistió en enviar cinco preguntas abiertas
a través de la Internet, por correo electrónico, llamadas telefónicas y entrevistas
directas no estructuradas, participaron un total de cuarenta y nueve personas.
Y los resultados se presentan a continuación, cabe mencionar que es un
trabajo de corte cualitativo que recoge la percepción personal de los
encuestados, y que en un afán de conocer aspectos generales de la ética y
cómo desarrollan su trabajo respecto de la impartición de justicia en sus
respectivos cargos.
En el mundo actual, el caos parece que se ha apoderado de nuestra
cotidianidad, nos ha menguado y constreñido a espacios cerrados, en un
mundo global parece una paradoja lo que estamos viviendo, es incomprensible
para muchos que vivamos en la zozobra por ataques terroristas, bloques
económicos al bordo del colapso, eventos naturales que devastan poblaciones
en distintos puntos del planeta, la alerta sobre el calentamiento global,
desastres nucleares, las noticias sobre la lucha por parte del gobierno contra el
narcotráfico, todo ello ha dejado a la ciudadanía en medio de saldos negativos
para muchos hogares.
Cualquier persona atenta al acontecer diario puede constatar la
frecuencia con que se invoca la ética en escritos, revistas, intervenciones y
demás actividades de la vida intelectual. Las actuaciones de los políticos, las
realizaciones del mundo económico, del trabajo, las mismas confrontaciones
deportivas y tantas actividades de la vida social son calificadas de éticas o no
éticas tan pronto como son objeto de comentario o análisis. De este modo
aflora una constante preocupación ética, o más exactamente una demanda de
sujeción a normas éticas. Rafael Gómez Pérez refiere que: “toda persona es
sensible a la falta de moralidad cuando ella es la víctima”, Thomson por su
parte dice: “todo el mundo habla de la falta de ética de los demás”.
Muchas cosas debemos analizar para ver el estado en que hemos caído,
y otras tantas debemos de advertir y considerar para saber que lo realizado por
cada uno de nosotros vale la pena, porque somos personas que tenemos
familias y trabajos dignos, y creemos en México, y en la humanidad en su
conjunto.
En esta sociedad que nos ha tocado vivir, emerge algo que se llama
ética y que suele confundirse con la moral, sabemos que la ética como
disciplina social, tiene como objetivo la conducta humana en cuanto es
merecedora de un juicio de la aprobación o desaprobación comunitaria. Nos
impone la normatividad de costumbres, pensamiento y actos que realizamos
todos los humanos.
Al empezar la idea sobre escribir esta ponencia, surgieron muchas
interrogantes en el sentido de mis clases en la universidad, en la especialidad y
en mis estudios de posgrado, al mismo tiempo lo expresado líneas arriba es
algo que pone en entredicho con muchas cosas dentro del plano académico, y
me surge la interrogante sobre ¿qué nos esta pasando como sociedad puesto
que día a día vemos desvalorizadas muchas cosas, tendré la percepción
equivocada respecto a la ética?, y se me ocurrió hablar con amigos,
colaboradores y personal en general sobre la ética en nuestra vida diaria.
La preocupación ética quizás implique un lado negativo en cuanto
vacilación y duda acerca de los valores vigentes; pero en cambio presenta un
lado positivo, en cuanto significa el rechazo a la indiferencia ante la situación, y
la convicción de que mediante la reflexión podemos salir del caos actual. La
ética es la inspiradora de fondo de la conducta profesional. Es la ética la que
inspira los criterios de actuación cuando el profesional se encuentra en
situaciones conflictivas o confusas, cuando la línea de conducta a seguir
aparece dudosa, la ética ofrece los criterios.
Definiendo a la ética bajo el aspecto de sistema se distinguen tres
fundamentos o finalidades con que se desarrolla cada uno de ellos: el
fundamento puede ser de carácter teleológico (noción de fin), o deontológico
(noción de deber) o axiológico (noción de valor por oposición a la noción de
bien).
Una parte importante de las respuestas se dio en sentido de que hay
que volver a los clásicos y hacer un recorrido que nos permita contestar a las
interrogantes sobre que está pasando en nuestra sociedad. El mundo de los
griegos de los siglos VI y V antes de nuestra era, se realizó una explosión
intelectual que no hemos vuelto a experimentar, refiere Nolasco Bueno, en el
breve espacio de dos siglos, los griegos con Tales de Mileto, Demócrito,
Heráclito, Anaxágoras, Pitágoras y Empédocles a la cabeza y seguidos en el
clásico por Sócrates, Platón y Aristóteles y los sofistas produjeron en los
dominios del arte, la literatura, la ciencia y la filosofía un asombroso caudal de
obras maestra que han establecido los patrones generales por los cuales se
han guiado todas las corrientes de pensamiento que han concurrido a modelar
la cultura occidental hasta nuestros tiempos.
Concuerdan algunos entrevistados que cuando hablamos de ética
pública, que entre otras cosas significa trabajar con diligencia y honestidad
como resultado de la razón, la conciencia, la madurez de juicio, la
responsabilidad y el sentido del deber. Es decir que por ética debemos
entender según su etimología en la costumbre (ethos), como la ciencia del bien
y del mal, que consiste en los fundamentos primeros y causas últimas de la
moral, la cual examina problemas como: la libertad, los valores humanos y la
esencia de la moralidad (teoría de lo bueno). Entonces las normas jurídicas se
convierten en morales, formando un código de ética, y que las características
idóneas se alcanzan a través de cultivar las virtudes judiciales, las cuales se
encuentran expresadas en el texto el Código de Ética del Servidor Público del
Poder judicial del estado de Tabasco, de febrero 2011, el cual ha sido
ampliamente difundido
y socializado no solamente entre el personal que
integran este Poder Judicial sino que en palabras del Dr. Rodolfo Luis Vigo
dice: en el Estado de Tabasco he sido testigo reiterado del alto nivel de interés
que suscita la ética judicial habiéndolo corroborado en diversas oportunidades
y de muchas maneras; por ejemplo, en la masiva convocatoria que despiertan
los cursos o conferencias sobre dicha temática, en la generosa participación de
los asistentes que se genera a la hora de las preguntas, en haber propuesto el
Poder Judicial de México ante la Comisión Iberoamericana de Ética Judicial a
una jueza tabasqueña para el premio al mérito judicial iberoamericano en la
edición 2009.
En este contexto y cito: lo que representa este código va más allá de la
legislación positiva pues cuando el servidor público judicial se conduce con
rectitud, dignidad, honestidad e integridad, engendra una mayor credibilidad de
la sociedad en el poder judicial, fomentando con esto una cultura de confianza
en el trabajo en la impartición de justicia. En consecuencia, este Código de
Ética del Servidor Público del Poder Judicial del Estado de Tabasco, es un
estatuto que se propone como una guía fundamental para comprometer
internamente a todo funcionario judicial a desarrollar sus actividades con la
máxima transparencia, con el mayor compromiso en la calidad de éste y con el
clima laboral de excelencia en beneficio de los tabasqueños.
Con respecto a la decisión
y los actos de los individuos sobre su
actuación al impartir justicia refieren que: Si se toma en cuenta que las
decisiones y actos de un individuo tienen consecuencias para los demás y que
a mayor jerarquía de poder y mando, mayor influencia, entonces debemos
reconocer que la moral individual, interacciona, influye y condiciona la moral
pública. En sentido más amplio, moral pública es aquella cuyas normas se
proponen y ordenan para el cumplimiento de todos los miembros de la
sociedad, sin desconocer que por encima de esta existen principios morales
que por su universalidad son reconocidos para todos los ciudadanos y
autoridades, no obstante que no se hayan incorporado a la normatividad
positiva, a la dignidad, la tolerancia, la solidaridad.
Por otro lado Barberis dice que en el plano académico los estudios
jurídicos están viviendo un auténtico giro ético, es decir, los juristas parecen
ocuparse cada vez menos de reglas y cada vez más de principios y valores: en
resumen, de ética, entendida como el conjunto de todos los valores prácticos
(morales, políticos, jurídicos. . .), es decir las decisiones y los actos de los
individuos que sin duda en ellos recae el peso de la práctica ética y de la
impartición de la justicia.
Nos recuerdan algunos en sus respuestas sobre aspectos académicos
quizá un poco olvidado, refieren que: La ética es la parte de la antropología
filosófica que nos indica el cómo y el por qué de la conducta humana con
objeto de que el hombre pueda alcanzar su fin. De manera que la ética puede
definirse brevemente así: es la ciencia de la rectitud de los actos humanos. El
objeto material de esta ciencia es el acto racional y libre. Algunos ejemplos son:
el amar, el adquirir un objeto, el defender lo que es nuestro. El objeto formal es
determinar la rectitud del acto humano. Algunos ejemplos son: Amar
lícitamente, adquirir algo pero de una manera justa, defender lo nuestro sin
ofender a nadie.
La ética o filosofía moral es, como cualquiera de los renglones
fundamentales de la filosofía, una disciplina, un sistema armónico de verdades
y de conclusiones ciertas, fundadas en principios de validez universal, la ética
es la ciencia de la rectitud de los actos humanos, es decir, es la ciencia de las
leyes ideales de la conducta.
Es la ciencia de las leyes ideales para la naturaleza humana. Supone
pues, como fundamento obligado, el conocimiento suficiente de lo que es en
realidad la naturaleza humana.
Es ciencia en las accione humanas, en virtud de lo cual es una ciencia práctica.
Que debe justificar por que se han de realizar ciertas acciones. Por tanto, debe
justificar el hecho de que el orden moral no es sino sujeción de la persona
humana a una disposición superior.
Por lo que concierne al conocimiento de la naturaleza humana, dice
atinadamente Régis Jolivet: “las leyes de la conducta serán completamente
diferentes según que el hombre sea considerado como un simple animal o
como un ser dotado de una alma espiritual”.
Así pues, el estudio de la ética está supeditado a la concepción que se
tenga de la naturaleza humana. Esta concepción de la naturaleza humana no
debe olvidar que en el hombre se dan en perfecta conjunción una vida de
organismo viviente y sensible y una vida de espíritu inteligente y libre, y que,
por ello mismo, esa naturaleza está aureolada de dignidad.
Así, la actividad humana deberá estar en función del fin, y éste en
función de la doble naturaleza del hombre.
La existencia de un superior, Si la actividad moral no es más que un
“estar sujeto al mandato de un superior”, es obvio que nada tendría vigencia,
que ninguna disposición, por insignificante que fuera, tendría sentido o razón
de ser si no se admite previamente la existencia indeclinable e indefectible de
un ser superior, llámesele como se quiera, pero necesariamente único en virtud
de su misma superioridad.
Esto es, simple y sencillamente, determinar el fundamento último de la
obligación moral, “que hace del deber no un simple consejo, sino un orden
absoluto”. “sólo por ese camino –continúa Régis Jolivet- se impondrá el deber
de una manera categórica y sin condiciones. . . Si no existe esta suprema
justificación de la obligación moral, el deber podrá aparecer como un consejo
de prudencia y de sabiduría, como la fórmula del honor o de la dignidad
personal, pero no como un orden propiamente dicho, que se imponga sin
réplica ni escapatoria a la conciencia.
Al preguntársele a los encuestados sobre cómo consideran que debería
ser la impartición de la justicia por parte de los jueces, la presente gráfica nos
muestra algunas consideraciones en torno a ello, y que se decidió considerar
porque , muchos contestaron que la impartición de justicia corresponde a los
jueces por ello el gráfico de abajo, un 63 % dicen que debe ser apegado a las
leyes, un 26 % refieren que deben hacerlo con ética profesional, un 9 %
consideran que deben ser objetivos e imparciales y un 2 % refieren que debe
ser por clase social.
Gráfica 1 y 2
Refieren los encuestados que hay que considerar que es importante no
confundir los códigos de ética con la ética, ya que el código no es más que un
reflejo de todos los principios éticos que se deben a los grandes filósofos, y que
no nos podemos quedar solamente con la regla de que el juez debe ser
honorable, debe ser independiente e imparcial
Además refirieron que respecto a juzgar con justicia, un 90 % que la
justicia y la honestidad son valores que deben tener los jueces al llevar a cabo
su tarea apegado a ésta, otras características que ven en los jueces se refieren
a que deben ser conocedores de leyes y objetivos con un 9 %, refieren que la
ética es más exigente que el derecho porque éste es fundamentalmente un
castigo, pero sí éticamente te convenzo que el cambio será de mayor valor y
trascendencia
Como sabemos la ética es importante en la vida de las personas y en el
ejercicio profesional, hay una ética del médico, del sacerdote, y hay una ética
del abogado y otra del político pero es una sola, claro que esta se va
especificando de acuerdo con los deberes profesionales y personales, pero
existe una especificación a partir de los mismos principios, la disciplina es la
misma, es la moral en la vida individual y el contexto social.
Algunos elementos que deben regir la ética es en primer lugar la
independencia, la cual se fortalece con una correcta formación humana y
académica, pues la ignorancia nos podría llevar por opiniones interesadas o
buscar ayuda de otros que no tengan las intenciones de justicia.
Otro elemento importante es la imparcialidad la cual se refleja en el trato
a las partes durante los procesos, el servicio al usuario y en la forma de
ponderación de los elementos probatorios en la sentencia.
La cortesía es un elemento que nos lleva a la forma de exteriorizar el
respeto y consideración a los colegas, a otros miembros de la oficina judicial, a
los abogados, a los testigos, a los justiciables y, en general, a todos cuantos se
relacionan con la administración de justicia.
La responsabilidad implica que el juez debe cumplir oportunamente con
sus obligaciones. “Una justicia tardía equivale a una justicia denegada.”
La prudencia consiste en que los comportamientos, actitudes y
decisiones sean el resultado de un juicio justificado racionalmente, luego de
haber meditado y valorado argumentos y contra argumentos disponibles, en el
marco del Derecho aplicable. “El juez no puede sobresaltarse, no debe
apresurarse, ni intimidarse pero tampoco puede aletargarse”.
El desempeño del juez se mide principalmente por resultados
estadísticos, sin embargo, no debemos olvidar que la actuación del juez queda
reflejada en los usuarios, quienes tienen derechos fundamentales que el juez
debe tutelar, entre ellos, el debido proceso de ley. De lo cual quiero significar
que el juez no debe descuidar al usuario en la prestación de su servicio judicial
y por tanto debe actuar de forma independiente, con imparcialidad, con
honestidad, con prudencia, con equidad, con cortesía. En fin, debe aplicar
todos los principios éticos.
Finalmente el Dr. Manuel Pérez Varela refiere que: Un código de ética
no puede ser como un reglamento de un club deportivo, sino debe implicar una
obligatoriedad estricta, esta obligación del código podría conllevar sanciones
que debería urgirse por un Consejo Superior de la Judicatura. Un código de
ética por sí solo no garantiza que se erradiquen la corrupción. Existen muchas
leyes en contra de la corrupción en nuestro país, pero si no se aplican, reina la
impunidad.
Conclusiones
1. Aunque parezca que en el mundo actual el caos se ha apoderado de parte
de nuestra cotidianidad, no debemos alentar dichos pensamientos y acciones,
lo importante en ello es estar conciente de que contamos con la ética, la cual
rige nuestra conducta personal, social y profesional.
2. Es de esperarse que la atención que actualmente se le brinda a la ética en
espacios académicos como lo afirma Barberis, logre impactar en la vida de
quienes se vienen formando, y debemos dejar al margen la idea de que toda
persona sea sensible a la falta de moralidad cuando ella es la víctima, y
además dejar a un lado que hablemos de la falta de ética de los demás.
3. En esta sociedad que nos ha tocado vivir, emerge algo que se llama ética y
que suele confundirse con la moral, sabemos que la ética como disciplina
social, tiene como objetivo la conducta humana en cuanto es merecedora de un
juicio de la aprobación o desaprobación comunitaria. Nos impone la
normatividad de costumbres, pensamiento y actos que realizamos todos los
humanos
4. Los códigos de ética no pueden ser elementos de buenas intenciones debe
implicar una obligatoriedad estricta, esta obligación del código podría conllevar
sanciones que debería urgirse por un Consejo Superior de la Judicatura. Un
código de ética por sí solo no garantiza que se erradiquen la corrupción.
Existen muchas leyes en contra de la corrupción en nuestro país, pero si no se
aplican, reina la impunidad.
Referencias
Alvarado, Martín E. Ética. Editorial trillas, México, 1997.
Barberis, Mauro. Ética para juristas. Editorial Trotta, Madrid, 2008.
Camps, Victoria. Historia de la ética 3. La ética contemporánea. Editorial
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Jaime Galván, José de Jesús, comp. Ética y procuración de justicia. Instituto
de Formación Profesional de la Procuraduría General de Justicia del Estado de
Guanajuato, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Guanajuato.
Guanajuato, 2003.
Nolasco Bueno, Carlos Raúl. La ética en la impartición de la justicia. Poder
Judicial de Nayarit, 1997.
Poder Judicial del Estado de Tabasco. Código de Ética del Servidor Público del
Poder Judicial del estado de Tabasco. Villahermosa, Tabasco, 2011.
Revista Nexo Jurídico. Locus Reguit Actum. Poder Judicial del Estado de
Tabasco; Consejo de la Judicatura. Octubre –diciembre 2009.
Vázquez Guerrero, Francisco Daniel. Ética, deontología y abogados:
cuestiones generales y situaciones concretas. Ediciones internacionales
universitarias, Barcelona, España, 1997.
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