Capítulo I

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Capítulo I
De Las Distintas Clases De Principados Y De La Forma En Que Se Adquieren
Las dominaciones que han existido sobre los hombres son repúblicas o principados, siendo éste último
hereditario. Los dominios adquiridos por herencia están acostumbrados a vivir bajo un príncipe o a ser libres.
Capítulo II
De Los Principados Hereditarios
Se puede mantener un estado; si el príncipe es de mediana inteligencia, puede mantener el estado, pero
alguien puede robárselo por la fuerza, y este esperara que el usurpador cometa un error, para regresar a su
lugar. En la continuidad de la dinastías borran los recuerdos.
Capítulo III
De Los Principados Mixtos
Los hombres cambian con gusto de señor, creyendo mejorar, pero él que sube al poder tiene problemas, para
mantener su relación con quienes lo subieron, y con los que no estaban de acuerdo con su acenso. Bien es
cierto que los territorios rebelados se pierden con más dificultad cuando se conquistan por segunda vez,
porque el señor, que aprovechandose de la rebelión, vacila menos en asegurar su poder castigando a los
delincuentes. Cuando los estados agregados comparten la cultura del conquistador, es más fácil concervarlos,
solo hay que borrar las líneas del príncipe y mantener el tipo de gobierno, pero si no es así, la persona que los
adquiere necesita irse a vivir ahí, pues los representantes del príncipe no pueden saquear la provincia, y los
súbditos están más satisfechos porque pueden recurrir a él fácilmente y lo pueden apreciar más. Los
extranjeros, pensarán más la idea de atacar. Otra forma eficiente es mandando colonias, estableciéndolas en
los lugares claves del estado, arrebatando las tierras a los colonos y dejándolos en la ruina por lo que pobre no
atentan contra el gobierno, además de resultar económicas, también se manda en algunos casos al ejercito,
resultando esta forma muy cara, y poco eficiente pues los colonos suelen ponerse a disgusto. Las ocupaciones
militares son, desde cualquier punto de vista tan inútiles como son útiles las colonias. Por lo que
Él que no sea buen gobernante perderá lo conquistado y aún cuando lo conserve le será muy difícil. Los
Romanos hicieron lo que todo príncipe debe hacer no solo preocuparse por el presente sino por el futuro. Para
evitar una guerra nunca se debe dejar que un desorden siga su curso, porque no se evita, sino se la posterga en
prejuicio propio. El que ayuda a otro hacerse poderoso causa su propia ruina.
Capítulo IV
Por Que El Reino De Darío, Ocupado Por Alejandro No Se Sublevó Contra Los Sucesores De Este Después
De Su Muerte
La pregunta es porque los estados adquiridos por Alejandro Mágno, no se separaron a su muerte, por lo que
veremos que los principados han sido de dos formas; que un príncipe elija entre sus siervos sus ayudantes o
nobles por su linaje, pero estos nobles tienen estados y súbditos propios que los reconocen por señores y les
tienen afecto.
Capítulo V
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De Que Modo Hay Que Gobernar Las Ciudades O Principados Que, Antes De Ser Ocupados, Se Regían Por
Sus Propias Leyes
Hay tres modos de conservar un estado que, antes de ser adquiridos, estaban acostumbrados a regirse por sus
propias leyes y a vivir en libertad: después radicarse en él; por último, dejarlo regir por sus leyes. Nada mejor
para conservar− si se la quiere conservar− una ciudad acostumbrada a vivir libre que hacerla gobernar por sus
mismos ciudadanos.
El único medio de conservar una ciudad acostumbrada a vivir libre es destruirla. Pero cuando estas ciudades
están acostumbradas a un príncipe y no se ponen de acuerdo, un príncipe invasor fácilmente la conquistaría.
El acuerdo de una antigua libertad no les concede, no puede concederles un solo momento de reposo.
Capítulo VI
De Los Principados Nuevos Que Se Adquieren Con Las Propias Y El Talento Personal.
Los principados de nueva creación, donde hay un príncipe nuevo, son más o menos difíciles de conservar
según que sea más o menos hábil el príncipe que los adquiere. Cuando los conservan sin problemas las
dificultades nacen con las nuevas leyes y costumbres que se ven obligados a implantar para fundar el estado y
proveer a su seguridad. Porque no hay nada más difícil que implantar nuevas creencias en un estado ya
establecido. Moisés, Ciro, Teseo y Rómulo no habrían podido hacer respetar sus estatutos durante mucho
tiempo si hubiesen estado desarmados. Hay que reconocer que estos revolucionarios tropiezan con serias
dificultades, que todos los peligros surgen en su camino y que sólo con gran valor pueden superarlo.
Capítulo VII
De Los Principados Nuevos Que Se Adquieren Con Armas y Fortuna De Otros
Los que solo por la suerte se convierten en príncipes poco esfuerzo necesitan para llegar a serlo, pero no se
mantienen sino con muchisimo. Estos príncipes no se sostienen sino por la voluntad y la fortuna −cosa ambas
mudables e inseguras− de quienes los elevaron; y no saben ni pueden conservar aquella dignidad. Los estados
que nacen de la nada, no tienen fuerza para defenderse del tiempo adverso; salvo que el príncipe sepa
prepararse para concervarlo.
Capítulo VIII
De Los Que Llegaron Al Principado Mediante Crímenes
Se asciende al principado por un camino de perversidades y delitos; y después, el caso en que se llega a ser
príncipe por el favor de los conciudadanos. El siciliano Agótocles, hombre sólo de condición oscura, sino baja
y abyecta, se convirtió en rey de Siracusa. En una reunión ordeno matar a todos los senadores y ciudadanos
más ricos de Siracusa. Oliverotto de Fermo que de igual manera engaño a su tío y mando matarlo a él y a
todos los poderosos. Los ciudadanos no tuvieron entonces más remedio que someterse y constituir un
gobierno del cual Oliverotto se hizo nombrar jefe. Conservar un estado depende del bueno o mal uso que se
hace de la crueldad.
Capítulo IX
Del Principado Civil
Es cuando un ciudadano no entra al poder por crímenes, sino gracias al favor de sus compatriotas,. Un estado
así se llama principado civil. En todas la ciudades se encuentran dos fuerzas contrarias, una de las cuales lucha
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por mandar y oprimir a la otra, que no quiere ser mandado ni oprimido. Cuando el pueblo se da cuenta que no
puede hacer frente a los grandes, cede su autoridad a uno y lo hace príncipe para que lo defienda. Lo peor que
un príncipe puede esperar del pueblo que no le ame es el ser abandonado por él. El que se convierta en
príncipe por favor del pueblo, debe esforzarse en conservar su afecto, pues lo único que piden es no ser
oprimidos, pero el que se convierta por apoyo de los nobles y contra el pueblo, hará bien si se empeña en
conquistarlo. El principado civil peligra sise quiere transformar en absoluto, por que estos príncipes gobiernan
por sí mismos o por magistrados.
Capítulo X
Como Deben Medirse Las Fuerzas De Todos Los Principados
Si un príncipe posee un estado tal que pueda, en caso necesario, sostenerse por sí mismo, o si tiene, en tal
caso, que recurrir a la ayuda de otros. Un príncipe que gobierne una plaza fuerte y a quien el pueblo no odie,
no puede ser atacado; pero si lo fuese, el atacante se vería obligado a retirarse sin gloria. En la naturaleza de
los hombres el quedar reconocidos lo mismo lo mismo por os beneficios que hacen que por los que reciben.
Capítulo XI
De Los Principados Eclesiásticos
Principados eclesiásticos, sus dificultades existen desde antes de poseerlos, se adquieren con valor o con
suerte y se mantienen sin nada de esto dado a que se apoyan en importantes instituciones religiosas. Estos son
lo únicos que tienen estado y no lo defiende; súbditos, y no los gobiernan. Las disensiones y disputas entre los
nobles son originadas por la ambición de los prelados.
Capítulo XII
De Las Distintas Clases de Milicias Y De Los Soldados Mercenarios
Los cimientos indispensables a todos los estados, nuevos, antiguos o mixtos, son las buenas leyes y las buenas
tropas. Las tropas con las que un príncipe defienda a sus estados pueden ser propias, mercenarias, auxiliares o
mixtas. Las mercenarias o auxiliares son inútiles y peligrosas, pues durante la paz despojan a sus príncipes
tanto como los enemigos durante la guerra.
Capítulo XIII
De Los Soldados Auxiliares, Mixtos Y Propios
Las tropas auxiliares piden a un príncipe poderoso para que nos socorra y defienda. Estas tropas pueden ser
útiles y buenas para sus amos, pero para quien las llama son casi siempre funestas; pues si pierden, queda
derrotado, y si gana, se convierte en su prisionero. Todos los príncipes prudentes han desechado estas tropas y
se ha refugiado en las propias. Los ejércitos de Francia son pues, mixtos, dado que se componen de tropas
mercenarias y propias; y, en su conjunto, son mucho mejores, sin milicia propia no hay principado seguro, las
milicias propias fueron compuestas por súbditos, ciudadanos o por servidores del príncipe.
Capítulo XIV
De Los Deberes De Un Príncipe Para Con La Milicia
En lo único que debe pensar un príncipe es en el arte de la guerra, pues es lo único que compete a quien
manda. Por lo que si un príncipe no entienda los asuntos de la milicia, no puede ser estimado por sus soldados
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ni puede confiar en ellos. En los tiempos de paz debe ejercitarse más que en los de guerra; lo cual puede hacer
de dos modos: con la acción y con el estudio. El Príncipe que carezca de las cualidades del capitán, perderán
pues es lo que intimida a los enemigos y enaltece a los soldados.
Capítulo XV
De Aquellas Cosas Por Las Cuales Los Hombres Y Especialmente Los Príncipes, Son Alabados O
Censurados
El que quiera ser bueno absolutamente con los que no lo son no podrá menos de perecer tarde o temprano; por
eso el príncipe que quiera conservar su poder con seguridad ha de aprender a no ser siempre bueno, sino a ser
lo que las circunstancias y el interés de su conservación exijan. Gran dicha sería hallar un príncipe que fuera
liberal, franco y con muchas otras virtudes; pero con nuestra naturaleza no es capaz de tanta perfección, es
necesario, al menos, que el príncipe tenga bastante prudencia para preservarse de los vicios y defectos que
pudieran perderle.
Capítulo XVI
De La Prodigalidad y De La Avaricia
Si un hombre quiere ser pródigo, no debe tener lujos, pero este consumirá todo su fortuna y ara lo posible
para, conseguir dinero, hasta poner absurdos impuestos y todo lo posible para adquirir dinero, por lo que con
su prodigalidad ha perjudicado a muchos y beneficiado a pocos. Y si intenta cambiarlo, será tachado de
tacaño. Por lo tanto, es más prudente contentarse con el tilde de tacaño que implica una vergüenza sin odio,
que, por ganar fama de pródigo, que implica una vergüenza con odio.
Capítulo XVII
De La Crueldad Y La Clemencia; Y Si Es Mejor Ser Amado Que Temido Que Amado
Maquiavelo se inclina a que sea temido, pues generalmente los hombrees se hallan más prontos a contemplar
al que temen que al que se hace querer; sin embargo, no se debe hacer temer de manera que merezca el
aborrecimiento, no le será difícil encontrar un buen medio de mantenerse en él. Para no ser aborrecido le
bastará con respetar la propiedades de sus súbditos y el honor de sus mujeres así como evitar ser odiado.
Capítulo XVIII
De Que Modo Los Príncipes Deben Cumplir Sus Promesas
Hay dos maneras de combatir, una con la ley (hombres) y la otra con la fuerza (bestia), pero abecés la primera
no sirve y es necesario recurrir a la fuerza, por lo que el príncipe debe saber comportarse como bestia y como
hombre. De las propiedades de los animales debe tomar el príncipe las que distinguen de los demás al león y a
la zorra (fuerza y astucia) y valerse de ambas. El príncipe prudente que no quiera perderse no puede ni debe
estar al cumplimiento de sus promesas y tratados más que cuando no le pare perjuicio y en tanto que subsisten
las circunstancias del tiempo en que se comprometió. Este consejo sería reprensible si todos los hombres
fueran buenos; pero como son malos y están siempre dispuestos a quebrantar su palabra, no debe solo el
príncipe ser exacto y celoso en el cumplimiento de la suya. El encontrará siempre con facilidad el modo de
disculparse de la falta de actitud. No se necesita, para profesar el arte de reinar, poseer todas las anteriores
virtudes; basta con aparentarlas, pues puede ser peligroso hacer uso de ellas pero es bueno presumirlas.
Capítulo XIX
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De Que Modo debe Evitarse Ser Despreciado Y Odiado
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