OMPI S

Anuncio
S
WIPO/GRTKF/IC/5/3
OMPI
ORIGINAL: Inglés
FECHA: 2 de mayo de 2003
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL
GINEBRA
COMITÉ INTERGUBERNAMENTAL
SOBRE PROPIEDAD INTELECTUAL Y RECURSOS
GENÉTICOS, CONOCIMIENTOS TRADICIONALES Y FOLCLORE
Quinta sesión
Ginebra, 7 a 15 de julio de 2003
ANÁLISIS CONSOLIDADO DE LA PROTECCIÓN JURÍDICA DE LAS EXPRESIONES
CULTURALES TRADICIONALES
Documento preparado por la Secretaría
WIPO/GRTKF/IC/5/3
página 2
I.
RESEÑA
1.
En este documento se presenta un análisis consolidado de la protección jurídica de las
expresiones culturales tradicionales (ECT) (sinónimo de “expresiones del folclore”), que
comprende una versión actualizada y ampliada del documento “Análisis preliminar y
sistemático de experiencias nacionales en materia de protección jurídica de las expresiones
del folclore” (WIPO/GRTKF/IC/4/3), preparado por la Secretaría. Asimismo se examina el
marco de políticas de protección de las ECT y se analizan las formas disponibles de
protección por propiedad intelectual (P.I.) de las ECT mediante sistemas convencionales o
generales de P.I. (incluyendo tanto el derecho de autor como una serie de formas de P.I.),
mediante sistemas adaptados y ampliados de P.I. (como son las adaptaciones del derecho de
autor que permiten mejorar el reconocimiento de las ECT) y mediante nuevos sistemas o
leyes sui generis especialmente creados para otorgar protección por P.I. a las ECT.
2.
Este documento de presentación ofrece un panorama general del análisis consolidado y
esboza sus aspectos principales. El texto completo del análisis figura en el Anexo de este
documento. El análisis debe leerse acudiendo como referencia al “Resumen comparativo de
la legislación sui generis sobre protección de las expresiones culturales tradicionales”
(traducción oficiosa) (WIPO/GRTKF/IC/5/INF/3), que constituye una fuente de información
complementaria donde se exponen y contrastan los principales elementos de diversos
instrumentos clave relativos a la protección sui generis de las ECT. El análisis puede
contribuir a proseguir con el trabajo y los debates sobre política relacionados con la
protección jurídica de las ECT documentando y contrastando la experiencia práctica con una
amplia variedad de mecanismos jurídicos utilizados para proteger las ECT; asimismo puede
servir como un recurso empírico estructurado en los debates internacionales sobre posibles
recomendaciones o directrices futuras que ayuden a los encargados de la adopción de políticas
a desarrollar los sistemas de P.I. de protección de los ECT.
3.
Se ha propuesto mantener este análisis abierto a futuras aportaciones de información
nueva y actualizada sobre las formas actuales de protección por P.I. de las ECT por parte de
los miembros del Comité, ya sea mediante sistemas de P.I. existentes, sistemas de P.I.
adaptados, o nuevos sistemas sui generis. Este documento finaliza con una propuesta de
marco para considerar las opciones de política relativas a la protección de las ECT.
II.
INTRODUCCIÓN
4.
Durante su cuarta sesión celebrada en diciembre de 2002, el Comité Intergubernamental
de la OMPI sobre Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos, Conocimientos Tradicionales y
Folclore (denominado en adelante “el Comité”) examinó un “Análisis preliminar y
sistemático de experiencias nacionales en materia de protección jurídica de las expresiones
del folclore” (WIPO/GRTKF/IC/4/3). Solicitó a la Secretaría de la OMPI que preparara un
“análisis consolidado” como versión actualizada de esa labor analítica previa.
5.
Para elaborar este análisis actualizado, la Secretaría tomó en consideración los
comentarios sobre el documento WIPO/GRTKF/IC/IC/4/3 formulados durante la cuarta
sesión del Comité, el material de las ponencias sobre la protección jurídica de las ECT
presentadas durante esa misma sesión, y otros comentarios y observaciones sobre el
documento WIPO/GRTKF/IC/4/3 que, desde la cuarta sesión hasta el 1 de mayo de 2003, la
Secretaría había recibido de Canadá, Estados Unidos de América, Filipinas, la Organización
WIPO/GRTKF/IC/5/3
página 3
Africana de la Propiedad Intelectual (OAPI) y la Comunidad Europea y sus Estados
miembros.
6.
Las principales innovaciones con respecto al material anteriormente examinado por el
Comité son las siguientes: i) una sección ampliada sobre políticas y opciones de política
pertinentes; ii) una sección sobre las ECT en tanto que activos económicos y culturales;
iii) una sección revisada sobre las colecciones, bases de datos y registros del patrimonio
cultural; y iv) la integración de información previamente incluida en el “Informe final sobre
las experiencias nacionales en materia de protección jurídica de las expresiones del folclore”
(WIPO/GRTKF/IC/3/10). Además, se han añadido datos adicionales sobre experiencias
nacionales, ejemplos y análisis jurídicos en diversas partes del documento, como
consecuencia de la información, los comentarios y las observaciones recibidos de los
miembros del Comité.
7.
Con el tiempo y a medida que se vaya complementando y desarrollando este análisis,
podría llegar a constituir la base de un manual práctico sobre la protección jurídica de las
ECT, tal como lo aprobó el Comité en su tercera sesión (véase WIPO/GRKTKF/IC/3/10,
párrafo 155 y WIPO/GRTKF/IC/5/3, párrafo 294).
III.
RESUMEN DE LOS PRINCIPALES ASPECTOS DEL ANÁLISIS CONSOLIDADO
El contexto de políticas
8.
El análisis consolidado que figura en el Anexo sitúa la protección jurídica de las ECT en
el contexto de las políticas culturales y de propiedad intelectual aplicables a cuestiones tales
como: i) la preservación y salvaguardia del patrimonio cultural tangible e intangible; ii) el
fomento de la diversidad cultural; iii) el respeto por los derechos culturales; y iv) el fomento
de la creatividad y la innovación – incluidas las nacidas de la tradición – como ingredientes
del desarrollo económico sostenible. El objetivo del análisis de políticas es captar el modo en
que la P.I., y en especial la protección por P.I. de las ECT, interactúa con estas cuestiones.
La tradición como fuente de creatividad
9.
Aunque no son pocos los que consideran que la tradición se reduce a la imitación y a la
reproducción, la innovación y la creación también forman parte del marco tradicional.
Gracias a los artistas y practicantes tradicionales que no dejan de plasmar nuevas perspectivas
y experiencias en su obra, la tradición es una importante fuente de creatividad e innovación.
En consecuencia, a menudo el patrimonio cultural y las culturas tradicionales constituyen una
fuente de creatividad para las comunidades indígenas y locales y demás comunidades
culturales. El patrimonio cultural es también una fuente de inspiración y creatividad para las
industrias culturales.
La propiedad intelectual y el concepto de “protección”
10. La mayoría de las formas de P.I., como el derecho de autor, los derechos conexos, las
patentes y los diseños industriales, confieren derechos de propiedad privada a las creaciones e
innovaciones con el fin de que se pueda controlar su explotación comercial y se proporcionen
incentivos para una mayor creación y difusión de los productos de la creatividad humana. La
protección por P.I. debe distinguirse de los conceptos de “preservación” y “salvaguardia”.
Por ejemplo, los objetivos de la protección por derecho de autor son principalmente fomentar
WIPO/GRTKF/IC/5/3
página 4
la creatividad, estimular la divulgación al público y permitir que el titular controle la
explotación comercial de la obra. Por el contrario, la preservación y la salvaguardia en el
contexto del patrimonio cultural se refieren generalmente a la identificación, catalogación,
transmisión, revitalización y promoción del patrimonio cultural tangible o intangible, que
permiten asegurar su mantenimiento y viabilidad.
11. Es preciso aclarar exactamente lo que se entiende por “protección”, ya que, al parecer,
en algunos casos, las necesidades y expectativas de los depositarios de las ECT recibirían,
mediante la adopción de medidas de preservación y salvaguardia, una atención más apropiada
que mediante la protección por propiedad intelectual. En todo programa de registro y
catalogación de expresiones culturales tradicionales deben determinarse claramente los
objetivos de preservación y protección y sopesarse debidamente esos objetivos. En el caso de
que surjan inquietudes acerca de la protección contra el uso comercial indebido de las ECT, la
legislación sobre competencia desleal también puede dar una respuesta práctica a las
necesidades y expectativas de las comunidades tradicionales.
El patrimonio cultural y la protección de la propiedad intelectual
12. En el análisis del Anexo se establece una distinción entre: i) el patrimonio cultural y la
cultura tradicional ya existentes y subyacentes, a lo cual se puede aludir como cultura o
folclore tradicional en sentido estricto; y ii) las producciones literarias y artísticas
contemporáneas creadas por las generaciones actuales de la sociedad y basadas en el
patrimonio cultural y la cultura tradicional ya existentes, o derivadas de ellos.
13. Aunque la cultura tradicional ya existente y las expresiones particulares de la misma no
estén generalmente protegidas por la legislación convencional de derecho de autor o de
diseños industriales, toda producción literaria y artística contemporánea derivada de la
cultural tradicional o inspirada en ella, y que incorpore nuevos elementos o expresiones,
constituye una “nueva” obra de la que existe generalmente un creador (o creadores) vivo e
identificable. Tal producción contemporánea puede suponer una nueva interpretación,
arreglo, adaptación o compilación del patrimonio cultural y expresiones ya existentes en el
dominio público, como también su “nueva presentación” en formato digital o en color,
etcétera. Las expresiones y representaciones contemporáneas de las culturas tradicionales que
se inspiran en la tradición suelen estar protegidas por la legislación vigente de derecho de
autor y de diseños industriales, ya que son suficientemente “originales” o “nuevas”.
14. El análisis consolidado examina en detalle la aplicabilidad de los sistemas existentes de
protección de la ECT por P.I., haciendo referencia, siempre que sea posible, a casos y
experiencias prácticas reales.
El “dominio público”
15. En el análisis del Anexo se indica que a fin de crear un marco de políticas apropiado
para la protección de las ECT por P.I., es fundamental que exista un conocimiento más claro
del papel, el perfil y las limitaciones del “dominio público”. Los depositarios y custodios de
las ECT se preguntan si la pertenencia del patrimonio cultural al dominio público brinda las
mejores oportunidades para la creación y el desarrollo. Sin embargo, otros argumentan que el
hecho de que el patrimonio cultural pertenezca al dominio público es importante, ya que
permite la regeneración y revitalización del patrimonio cultural. La pertenencia del
patrimonio cultural al dominio público también está relacionada con su papel como fuente de
creatividad e innovación. Ni los miembros de una comunidad cultural ni las industrias
WIPO/GRTKF/IC/5/3
página 5
culturales podrían crear e innovar inspirándose en el patrimonio cultural si éste estuviera
sometido a derechos exclusivos de propiedad privada.
Necesidades y expectativas de las comunidades indígenas y locales
16. En el análisis se identifican sucintamente las necesidades y expectativas de las
comunidades indígenas y locales, compuestas de estrategias de protección por P.I. “positiva”
o “defensiva”, o de combinaciones de ambas. (La naturaleza de la protección por P.I. y la
distinción entre las estrategias de protección positiva y defensiva también se tratan en el
documento WIPO/GRTKF/IC/5/12, párrafos 20, 28, y 41 a 44). En el Anexo se aborda la
cuestión de en qué medida la protección por P.I. es pertinente para atender esas necesidades,
entre las que se destacan algunas que probablemente tengan más que ver con la preservación y
la salvaguardia que con la protección por P.I. Asimismo, se señala que la legislación sobre
competencia desleal y otras leyes de protección al consumidor pueden ser especialmente
pertinentes y valiosas.
Cuestiones de política fundamentales y conclusiones
17. Una cuestión fundamental de política consiste en determinar si limitando la protección
por P.I. a las expresiones culturales contemporáneas inspiradas en la tradición se alcanzan
verdaderamente los objetivos culturales de política y de propiedad intelectual definidos. ¿Es
esa la mejor solución para promover la creatividad y el desarrollo económico? ¿Es esa la
mejor manera de preservar la diversidad y la cultura? ¿Se responde así a las inquietudes de
los custodios de las culturas tradicionales?
18. Estas preguntas giran en torno a la cuestión de si cabe aplicar la protección por P.I. a las
ECT que actualmente son de dominio público, es decir, a aquellas expresiones culturales
tradicionales que no se prestan a la protección mediante derecho de autor u otras formas de
P.I. En el debate internacional y especialmente como consecuencia de la labor del Comité, se
han propuesto dos planteamientos generales. Si bien existe una tendencia a considerarlos
opuestos, no tienen por qué excluirse mutuamente, y es posible encontrar una solución global
que incluya elementos de ambos.
Ninguna protección por P.I. para las ECT de dominio público: aplicación de las normas de
P.I. existentes y adaptadas, y de medidas especiales de propiedad intelectual
19. Algunos miembros del Comité consideran que si se tiene en cuenta todo el potencial
que ofrecen, los derechos de propiedad intelectual convencionales son una solución adecuada
para la protección de las ECT. Se pueden citar numerosos ejemplos de comunidades
tradicionales que han protegido con éxito canciones, obras gráficas y otras obras literarias y
artísticas mediante el derecho de autor y los derechos de los artistas intérpretes o ejecutantes.
Si se analizan los intereses de unos y otros beneficiarios del sistema de P.I., se llega a la
conclusión de que los miembros de las comunidades culturales así como los de otras
comunidades son libres de crear e innovar valiéndose de sus tradiciones culturales, y de
adquirir y beneficiarse de todo derecho de propiedad intelectual que se derive de las
creaciones e innovaciones. Eso contribuye al desarrollo económico de la comunidad y a
alcanzar ciertos objetivos del patrimonio cultural y de las políticas de intercambio cultural.
La protección por propiedad intelectual brinda incentivos para idear y divulgar nuevas
creaciones intelectuales. Entre los partidarios de este enfoque, algunos consideran que puede
resultar necesario adaptar los derechos existentes y/o tomar medidas especiales dentro del
sistema de propiedad intelectual con el fin de atender necesidades específicas – como la
WIPO/GRTKF/IC/5/3
página 6
protección por derecho de autor de las obras que no han sido fijadas en forma material (por
ejemplo, las obras que sólo se han transmitido en forma oral) y medidas de subsanación
contra la infracción del derecho de autor, que también va en detrimento de la cultura.
Derechos de propiedad aplicados a las ECT de dominio público – sistemas sui generis
20. En cambio, muchos miembros del Comité, comunidades y partes interesadas consideran
necesario establecer medios de protección jurídica de las ECT que han pasado a ser del
dominio público. Se trata de dos tipos de ECT: las ECT que en un momento dado estaban
protegidas por el derecho de autor pero cuyo plazo de protección ha caducado hace tiempo, lo
cual plantea la cuestión de la protección retrospectiva; y las ECT que, por sus características,
no se prestan a la protección por derecho de autor (por ejemplo, debido a la falta de
originalidad suficiente, o de paternidad bien definida). Desde el punto de vista jurídico, ese
material es del dominio público, aunque a menudo las comunidades interesadas ponen en
duda esta condición, especialmente cuando el material ha sido grabado o plasmado por escrito
sin el consentimiento fundamentado previo.
21. El meollo de esta cuestión consiste en decidir si cabe aplicar a ese material nuevas
formas de protección por propiedad intelectual: ¿deben las ECT de dominio público ser
objeto de una protección positiva? ¿Debe cristalizarse esa protección en una serie de
derechos que impidan o autoricen el uso por terceros, o debe limitarse esa protección al
derecho a una remuneración equitativa, como por ejemplo, una regalía sobre el uso por
terceros? ¿Debe establecerse un sistema de “derechos morales” relativos a la atribución y a la
integridad en el uso de las ECT? Si bien existen sistemas sui generis que confieren tales
derechos (véase el documento WIPO/GRTKF/IC/5/INF/3), esos enfoques plantean desafíos y
cuestiones de política, que se identifican y tratan en el análisis exhaustivo contenido en el
Anexo.
22. Si los Estados se inclinan por establecer la protección positiva de las ECT y si se toma
como ejemplo la Ley Tipo del Pacífico Sur de 2000, se podría deducir un sistema de
protección positiva que:
a)
permitiría y facilitaría el acceso y el uso de las ECT para fomentar la creatividad y
la innovación, ya sea por los miembros de la comunidad cultural en cuestión o por otras
comunidades culturales;
b)
promovería el respeto de todo objeto de propiedad intelectual resultante de dicha
creatividad e innovación;
c)
velaría por que en todo uso que se haga de las ECT, especialmente los usos con
fines comerciales, el usuario se comprometa a dejar constancia de la fuente, a distribuir
equitativamente los beneficios que se deriven de dicho uso y a no servirse bajo ningún
concepto de las ECT en forma peyorativa, injuriosa, difamatoria o engañosa; y,
d)
sin perjuicio de lo anterior, protegería las expresiones sagradas y secretas contra
cualquier tipo de uso o explotación comercial.
23. En el Anexo se plantea asimismo otro enfoque que podría complementar lo anterior, a
partir de los siguientes principios y elementos fundamentales:
a)
las culturas tradicionales y las ECT ya existentes constituyen, entre otras cosas,
una base para fomentar la creatividad y la innovación. El derecho de autor y la legislación
sobre los diseños industriales suelen ser instrumentos adecuados para proteger las expresiones
culturales contemporáneas inspiradas en la tradición. Los creadores pueden valerse de la P.I.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
página 7
para comercializar sus obras en beneficio económico propio, para impedir que terceros
obtengan esos mismos beneficios, o para evitar que se adquieran derechos de P.I. sobre la
misma materia en cuestión. Las marcas (incluidas las marcas de certificación y las marcas
colectivas), las indicaciones geográficas, la competencia desleal y la protección de
información no divulgada (en el caso de las ECT secretas) constituyen otros medios
particularmente útiles para proteger la propiedad intelectual;
b)
esto indica que quizás no sea apropiado aplicar de un modo general los derechos
de propiedad a todas las formas de ECT que actualmente son del dominio público, ya sea
como política de propiedad intelectual o como política cultural. Los derechos exclusivos de
propiedad aplicados a las ECT de dominio público pueden mermar la capacidad de crear e
innovar de las comunidades indígenas y tradicionales, y de otras comunidades que se inspiran
en la tradición;
c)
sin embargo, un dominio público sin reglamentación alguna no permitiría
responder a todas las necesidades de las comunidades indígenas y locales. Particularmente:
i) en primer lugar y en ciertas condiciones, los Estados y las comunidades
indígenas y tradicionales deberían poder impedir determinados usos de las ECT que tienen
lugar fuera del contexto de la comunidad cultural, por ejemplo: i) los usos que
equivocadamente insinúan una conexión con la comunidad cultural; ii) los usos
despreciativos, injuriosos, difamatorios, ofensivos y engañosos; y/o iii) los usos de ECT
sagradas o secretas;
ii) la legislación en el ámbito de la competencia desleal y de la protección al
consumidor parece responder a algunas de las inquietudes de las comunidades indígenas y
locales. La naturaleza de la protección en materia de competencia desleal se explica en el
Anexo. Esa legislación constituye una parte flexible de la legislación de P.I. y puede
adaptarse a situaciones nuevas;
iii) en los casos en que no es posible aplicar la legislación sobre competencia
desleal, podrían establecerse registros nacionales e incluso un registro internacional para que
las comunidades registren aquellas ECT cuyos usos no deberían estar permitidos. La ventaja
del registro es que permite proteger cada ECT por separado y proteger aquellas expresiones
que las comunidades consideren dignas de protección y a cuyo registro den prioridad. Con un
registro anticipado se gana en precisión y en certidumbre, a diferencia de los sistemas de
protección más generales;
iv) en segundo lugar, los conflictos y tensiones entre el derecho de autor y otros
derechos de propiedad intelectual sobre expresiones culturales contemporáneas inspiradas en
la tradición y las responsabilidades de los usos y costumbres de los pueblos indígenas exigen
un examen más detenido, cuyos resultados pueden inspirar ideas que deriven en medidas para
solucionar dichos conflictos y tensiones.
24. Sin embargo, estos no son los únicos modelos posibles y en las ponencias que se
presentaron en la cuarta sesión del Comité se apreció la diversidad de enfoques posibles. En
el análisis queda patente cómo muchos Estados consideran necesario crear nuevas
disposiciones, directrices o recomendaciones que sirvan de modelo para ayudar a los Estados
y a las organizaciones regionales a establecer sistemas eficaces y a armonizar los nuevos
sistemas nacionales en esa esfera.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
página 8
25. En el análisis se propone que, para proteger las ECT, podría contemplarse por último un
conjunto de soluciones que combinen derechos de propiedad intelectual con las opciones
sui generis anteriormente mencionadas.
26. Asimismo se indica que, en la medida de lo posible, para proteger las ECT, deberían
aplicarse las normas ya conocidas y existentes, aun cuando tengan que adaptarse y
modificarse para atender necesidades específicas. De esa manera se aprovecharían la
jurisprudencia y los sistemas jurídicos vigentes, lo que facilitaría la aceptación política de las
soluciones, su integración en los sistemas nacionales e internacionales y, en definitiva, su
observancia, ya que los funcionarios encargados del cumplimiento de la ley podrían aplicar
esos principios y experiencias.
27. También se abordan en el análisis cuestiones relativas a la naturaleza de las ECT; las
Disposiciones Tipo OMPI/UNESCO sobre la Protección del Folclore de 1982; las ECT como
activos económicos y culturales; la producción regional e internacional; las colecciones,
bases de datos y registros del patrimonio cultural; y la adquisición, gestión y observancia de
los derechos.
28. La lectura de este documento debería complementarse con la del documento
WIPO/GRTKF/IC/5/INF/3, que incluye un resumen en forma de cuadro comparativo de las
leyes sui generis ya existentes en materia de protección de las ECT. Está previsto que ese
cuadro llegue a formar parte del futuro manual práctico sobre la protección jurídica de las
ECT. Se insta a los Estados y a las organizaciones regionales interesados a actualizar y
precisar aún más la información contenida en el cuadro, al cual podrán añadirse la
información y las anotaciones oportunas a fin de mejorar su utilidad práctica.
IV.
CONCLUSIONES
29. En ocasiones, los debates sobre la protección de las ECT se han centrado en la cuestión
de si debería preverse una protección sui generis para las ECT o si bastaría con aplicar los
sistemas de P.I convencionales o establecidos. Sin embargo, es difícil establecer una
distinción estricta entre ambas posiciones. Algunas leyes generalmente inspiradas en el
sistema de derecho de autor ya confieren varias formas de protección a las expresiones de la
cultura tradicional (por ejemplo, modificando las disposiciones relativas al requisito de
fijación y a la protección de obras anónimas). Recientemente y en el ámbito del sistema del
derecho de autor y los derechos conexos, la protección internacional se ha ampliado a ciertas
ECT, hasta entonces consideradas de dominio público: en virtud del Tratado de la OMPI
sobre Interpretación o Ejecución y Fonogramas, de 1996, los artistas intérpretes o ejecutantes
de ECT (o expresiones del folclore) reciben protección por la naturaleza sonora de sus
interpretaciones o ejecuciones. Por ejemplo, un artista intérprete o ejecutante de una canción
o un canto tradicional tiene derecho a establecer condiciones en relación con la grabación
(“fijación”) de la interpretación o ejecución, y con la manera en que la grabación se distribuirá
y comercializará, aun cuando la canción o el canto no se presten a la protección por derecho
de autor (es decir, cuando se trata más de una “expresión del folclore” que de una “obra
literaria o artística”). El sistema convencional de P.I. permite considerar varios elementos sui
generis similares de protección de las ECT. Ello plantea la necesidad de aclarar la distinción
entre un sistema de P.I. ampliado, adaptado, o tan sólo más eficazmente aplicado, por una
parte, y una forma distinta de derecho sui generis, por otra. Como pone de manifiesto el
análisis de este documento, el debate sobre los sistemas sui generis plantea cuestiones de
política fundamentales. Es probable que sea necesario desplegar más esfuerzos para aclarar
WIPO/GRTKF/IC/5/3
página 9
estas cuestiones de política y quizá sentar así las bases del consenso internacional en materia
de recomendaciones o directrices para la protección de las ECT.
30. En este documento se recurre a la amplia experiencia en materia de protección de las
ECT presentada al Comité con objeto de registrar y aclarar la diversidad de cuestiones y
objetivos de política que pueda ser necesario sopesar cuando se consideren opciones para la
protección de las ECT. Las cuestiones siguientes pueden ayudar a los encargados de la
adopción de políticas que abordan el tema de la protección de las ECT a comprender mejor
las opciones de política:
a)
ante todo, saber si se necesita realmente una forma de protección por P.I. y, de ser
así, si ha de ser en el marco del sistema actual o de sistemas de P.I. adaptados, ampliados o sui
generis;
b)
si la protección ha de ser fundamentalmente positiva o defensiva, o si se ha de
adoptar una estrategia de combinación de ambas;
c)
saber qué opciones están disponibles en virtud de los sistemas convencionales de
P.I., en particular, la competencia desleal, y cuáles son las opciones para proteger las ECT
mediante elementos adaptados, ampliados o sui generis de la P.I. ya existente;
d)
saber qué opciones están disponibles en los regímenes de contrato o en sistemas
distintos de la P.I. que permitan alcanzar los objetivos deseados, tales como el patrimonio
cultural, la protección del consumidor y las leyes del comercio;
e)
con respecto a las ECT que no gocen de protección, saber si los objetivos de la
política de P.I. y las políticas culturales y de otra índole (relacionadas, por ejemplo, con la
diversidad cultural, la creatividad y la preservación del patrimonio cultural) despiertan un
interés por explorar sistemas sui generis nuevos y específicos para su protección por P.I;
f)
saber qué mecanismos existen en otros sistemas locales, nacionales o regionales,
incluidos los sistemas indígenas y consuetudinarios, y qué enseñanzas prácticas o
conceptuales pueden extraerse de los mismos;
g)
saber qué marco político y qué opciones de política son pertinentes a la hora de
elaborar sistemas para la protección sui generis específica de las ECT, en caso de ser éste el
camino elegido;
h)
saber cómo se relacionan esos sistemas sui generis con los sistemas
convencionales de P.I., particularmente cuando la materia abordada es la misma; y
i)
saber cómo interactúan los sistemas nacionales mediante marcos jurídicos
bilaterales, regionales o internacionales.
31. Con el fin de progresar en las deliberaciones, potenciar la utilidad de los documentos de
política preparados para el Comité y aumentar la capacidad de los encargados de la adopción
de políticas y los representantes de las comunidades, se ha propuesto que la Secretaría prepare
un menú anotado de opciones para la protección de las ECT, junto con un análisis de los
posibles beneficios e inconvenientes de cada opción, que sometería al Comité para su
consideración. El menú de opciones trataría las cuestiones expuestas en el párrafo 30 y, en lo
referente a la protección sui generis de las ECT, abordaría los factores específicos
enumerados en el párrafo 58 del documento WIPO/GRTKF/IC/5/12. De este modo se haría
uso de la gran cantidad de material puesto a disposición del Comité en relación con las ECT y
se proporcionaría a los encargados de la adopción de políticas y a los representantes de las
comunidades ese material de forma sintetizada y práctica, en el contexto del continuo
desarrollo de políticas. Asimismo, se crearía una plataforma esencial para la cooperación
internacional y los debates sobre cuestiones de política. Dicho menú anotado de opciones
también podría ser una parte o un complemento del manual práctico sobre la protección
WIPO/GRTKF/IC/5/3
página 10
jurídica de las ECT, aprobado por el Comité en su tercera sesión (véanse los documentos
WIPO/GRTKF/IC/3/10, párrafo 155 y WIPO/GRTKF/IC/5/3, párrafo 294).
32. La elaboración de un menú anotado de opciones de política expondría claramente qué
elecciones se han de hacer al considerar una protección nueva o renovada por P.I. para las
ECT. En este documento no se proponen nuevas tareas para consideración por parte del
Comité. No obstante, el Comité decidió en su cuarta sesión “abordar nuevamente en su quinta
sesión la cuestión del asesoramiento en materia legislativa en forma de disposiciones tipo y de
elementos de un posible sistema sui generis internacional para la protección del folclore. De
esta forma se podría disponer de tiempo suficiente para estudiar la versión actualizada del
documento WIPO/GRTKF/IC/4/3”. (WIPO/GRTKF/IC/4/15, párrafo 92). Por consiguiente,
convendría que el Comité examinara estas cuestiones más detenidamente partiendo del
presente documento. Si el Comité eligiera seguir este camino, el menú anotado de opciones
de política sentaría una base exhaustiva y práctica para la elaboración de recomendaciones o
directrices en el ámbito internacional. En ocasiones anteriores, los Estados y otras
organizaciones exigieron la elaboración de disposiciones tipo, directrices o recomendaciones
no vinculantes para ayudar a los Estados y a las organizaciones regionales a establecer
sistemas eficaces. La OAPI también ha apoyado la protección regional e internacional de las
ECT, apoyo que ha quedado plasmado en sus comentarios sobre el documento
WIPO/GRTKF/IC/4/3. Se ha propuesto que la Secretaría lleve a cabo ciertas actividades en
relación con las colecciones, bases de datos y registros del patrimonio cultural, abordadas en
el documento WIPO/GRTKF/IC/4/3 y respaldadas por varios miembros del Comité (véanse,
por ejemplo, los comentarios de la Comunidad Europea y sus Estados miembros, así como de
la OAPI sobre el documento WIPO/GRTKF/IC/4/3 y la declaración de Suiza efectuada
durante la cuarta sesión del Comité (WIPO/GRTKF/IC/4/15)).
33. Asimismo, se propone que el análisis de la protección por P.I. de las ECT contenido en
el Anexo del presente documento permanezca abierto para que los miembros del Comité
puedan aportar información completa, actualizada y precisa sobre las formas actuales de
protección por P.I. de las ECT, bien mediante sistemas ya existentes de P.I., sistemas
adaptados de P.I., o nuevos sistemas sui generis. Ello podría consistir en ejemplos oportunos
del uso de sistemas de P.I. para proteger las ECT y copias de proyectos de leyes o textos
legislativos promulgados para la protección de las ECT.
34. Se invita al Comité a: i) tomar nota del
presente documento y de su Anexo y formular
comentarios al respecto, así como a exhortar a
sus miembros a continuar aportando
información nueva o actualizada a la
Secretaría; y ii) sobre la base de este
documento, dar orientaciones para proseguir la
labor relativa a la protección por P.I. de las
ECT, con la posibilidad de elaborar un menú
anotado de opciones de política que constituya
un apoyo práctico para la protección de las
ECT y sirva de fundamento para la elaboración
de recomendaciones o directrices.
[Sigue el Anexo]
WIPO/GRTKF/IC/5/3
ANEXO
ANÁLISIS CONSOLIDADO DE LA PROTECCIÓN JURÍDICA DE LAS EXPRESIONES
CULTURALES TRADICIONALES
I.
CONTEXTO NORMATIVO Y OPCIONES DE POLÍTICA..........................................3
Introducción ......................................................................................................................3
La tradición como fuente de creatividad ..........................................................................4
Tradición, modernidad y mercado....................................................................................6
La propiedad intelectual y el significado de la “protección” ..........................................7
El patrimonio cultural y la protección por derechos de propiedad intelectual................8
El dominio público ............................................................................................................9
Necesidades y expectativas de los custodios de las ECT................................................12
Cuestiones fundamentales de política y observaciones finales.......................................14
II.
¿QUÉ SON LAS “EXPRESIONES CULTURALES TRADICIONALES”? ................20
Introducción ....................................................................................................................20
Expresiones culturales tangibles e intangibles ...............................................................21
Utilización del término “tradicional” ............................................................................21
Relación entre “expresiones culturales tradicionales” y “conocimientos
tradicionales” ...............................................................................................................23
Descripción operativa de las expresiones culturales tradicionales ...............................26
III.
BREVE HISTORIA DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL Y DE LA
PROTECCIÓN DE LAS EXPRESIONES CULTURALES TRADICIONALES .........26
Protección internacional para las “obras no publicadas” en el Convenio de
Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas (1967).........................27
Aprobación de la Ley Tipo de Túnez sobre el Derecho de Autor para los Países
en Desarrollo (1976).....................................................................................................27
Las Disposiciones Tipo (1982)........................................................................................28
Intentos por elaborar un tratado internacional (1982 a 1985) ......................................28
Aprobación del Tratado de la OMPI sobre Interpretación o Ejecución y
Fonogramas (WPPT) (1996).........................................................................................29
Misiones exploratorias de la OMPI (1998-1999)...........................................................30
Consultas regionales OMPI-UNESCO sobre la protección de las expresiones del
folclore (1999)...............................................................................................................31
Comité Intergubernamental de la OMPI sobre Propiedad Intelectual y Recursos
Genéticos, Conocimientos Tradicionales y Folclore ....................................................31
LAS EXPRESIONES CULTURALES TRADICIONALES EN TANTO QUE
ACTIVOS ECONÓMICOS Y CULTURALES .............................................................32
IV.
V.
EJEMPLOS DE APROPIACIÓN Y APROPIACIÓN INDEBIDA...............................34
VI.
ANÁLISIS JURÍDICO DE LA PROTECCIÓN DE LA PROTECCIÓN DE LAS
EXPRESIONES CULTURALES TRADICIONALES MEDIANTE DERECHOS DE
PROPIEDAD INTELECTUAL CONVENCIONALES Y MEDIDAS Y
SISTEMAS SUI GENERIS .............................................................................................39
Introducción ....................................................................................................................39
Derecho de autor.............................................................................................................39
Los derechos de los artistas intérpretes o ejecutantes....................................................53
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página ii
Las marcas, incluidas las marcas colectivas y de certificación .....................................54
Indicaciones geográficas ................................................................................................60
Diseños industriales ........................................................................................................61
Patentes ...........................................................................................................................65
Competencia desleal (incluyendo “passing off”) ...........................................................66
Información no divulgada (legislación sobre secreto comercial) ..................................67
VII. LAS DISPOSICIONES TIPO PARA LEYES NACIONALES, DE 1982.....................68
VIII. PROTECCIÓN REGIONAL E INTERNACIONAL .....................................................70
IX.
COLECCIONES DE PATRIMONIO CULTURAL, BASES DE DATOS Y
REGISTROS ...................................................................................................................72
Introducción ....................................................................................................................72
Museos e instituciones dedicados al patrimonio cultural...............................................73
Convenios y programas internacionales pertinentes......................................................76
El acceso a las ECT y su puesta a disposición por las personas que trabajan en el
terreno, los museos y los archivos ................................................................................80
Catalogar, registrar e inventariar las ECT ....................................................................87
La creación de registros, listas e inventarios de ECT como estrategia de propiedad
intelectual......................................................................................................................91
X.
ADQUISICIÓN, GESTIÓN Y OBSERVANCIA DE LOS DERECHOS .....................91
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 3
I.
CONTEXTO NORMATIVO Y OPCIONES DE POLÍTICA
Introducción
1.
En este documento se presenta un análisis consolidado de la protección jurídica de las
expresiones culturales tradicionales (ECT) (sinónimo de “expresiones del folclore”), que
comprende una versión actualizada y ampliada del documento “Análisis preliminar y
sistemático de experiencias nacionales en materia de protección jurídica de las expresiones
del folclore” (WIPO/GRTKF/IC/4/3), preparado por la Secretaría. Asimismo se examina el
marco de políticas de protección de las ECT y se analizan las formas disponibles de
protección por propiedad intelectual (P.I.) de las ECT mediante sistemas convencionales o
generales de P.I. (incluyendo tanto el derecho de autor como una serie de formas de P.I.),
mediante sistemas adaptados y ampliados de P.I. (como son las adaptaciones del derecho de
autor que permiten mejorar el reconocimiento de las ECT) y mediante nuevos sistemas o
leyes sui generis especialmente creados para otorgar protección por P.I. a las ECT.
2.
Los términos “ECT” y “expresiones del folclore” se utilizan indistintamente en los
debates de política internacional relativos a esta esfera de la propiedad intelectual. En el
presente documento se utiliza como término neutral el de “expresiones culturales
tradicionales” o ECT, puesto que algunas comunidades han formulado reservas acerca de las
connotaciones negativas del término “folclore”. La protección de las ECT/expresiones del
folclore está vinculada a menudo a los conocimientos tradicionales, pero este último término
(cuando se utiliza en sentido limitado para hacer referencia a los conocimientos de tipo
técnico como los conocimientos ecológicos o medicinales tradicionales: véase la sección
“¿Qué son las “expresiones culturales tradicionales”?”) es distinto desde el punto de vista
conceptual. En el presente documento no se trata directamente de la protección de los
conocimientos tradicionales en el sentido estricto del término descrito.
Contexto normativo
3.
El contexto normativo de la protección de las ECT está conformado por principios y
políticas en constante evolución sobre varios asuntos interrelacionados como: i) la
conservación y la salvaguardia del patrimonio cultural tangible e intangible; ii) el fomento de
la diversidad cultural; iii) el respeto de los derechos culturales; y iv) el fomento de la
creatividad y la innovación -incluidas las creaciones nacidas de la tradición- como
ingredientes del desarrollo económico sostenible.
4.
La cultura y el patrimonio cultural son elementos fundamentales de la identidad
individual, comunitaria y nacional, los intercambios culturales internacionales e
internacionales y la diversidad creativa mundial. Las características singulares y diversas de
las numerosas comunidades culturales del mundo se ven amenazadas por la uniformidad que
traen consigo las nuevas tecnologías y la mundialización de la cultura y el comercio. Estas
tecnologías producen medios totalmente nuevos de crear, repetir, intercambiar y utilizar los
productos culturales. Los problemas que plantean el multiculturalismo y la diversidad
cultural, especialmente en las sociedades en que conviven las comunidades autóctonas y las
inmigrantes, exigen la adopción de políticas culturales que mantengan el equilibrio entre la
protección y la conservación de las expresiones culturales, tradicionales o de otro tipo, y el
libre intercambio de experiencias culturales. Otra cuestión problemática es lograr el
equilibrio entre la conservación del patrimonio cultural y la singularidad cultural, por una
parte, y el fomento de la cultura “viva” como fuente de creatividad y desarrollo.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 4
5.
En consecuencia, la conservación y salvaguardia del patrimonio cultural y la promoción
de la diversidad cultural constituyen los objetivos fundamentales de varios convenios y
programas internacionales, así como de distintas políticas, prácticas y procedimientos
regionales y nacionales1. En varios instrumentos relativos a los derechos humanos se presta
atención al respeto y a la protección de los derechos culturales2.
6.
¿Qué relación tiene con estas cuestiones la propiedad intelectual, especialmente la
protección de las ECT mediante derechos de P.I.? La relación existente entre la P.I. y las
políticas culturales relativas al patrimonio, la diversidad y la creatividad es compleja y ha de
resultar equilibrada y coordinada. A fin de apreciar mejor esta relación es necesario articular
claramente la naturaleza y los objetivos de la protección mediante derechos de P.I., así como
las diversas necesidades y expectativas de los depositarios y custodios de las ECT en lo
concerniente a su conservación y protección jurídica. También resulta pertinente la naturaleza
del patrimonio cultural como algo vivo y como fuente de creatividad. Asimismo, es
importante la función que desempeñan el comercio y el mercado, y la noción de “dominio
público”. Una cuestión fundamental es abordar la protección de las ECT de manera que se
equilibren los intereses de los usuarios, los derechos de terceros y el interés público. En los
párrafos siguientes se examinarán atentamente estas cuestiones.
7.
Entre las cuestiones fundamentales de este debate figuran las siguientes: en caso de que
las expresiones y representaciones del patrimonio cultural reciban alguna forma de protección
mediante los derechos de P.I., ¿conlleva esto un cambio en los objetivos de ese tipo de
protección? ¿Qué relación tiene la P.I., especialmente el derecho de autor y los derechos
conexos, con las políticas culturales que sirven de mediadoras entre la conservación del
patrimonio cultural, la promoción del multiculturalismo y el fomento del libre flujo de
expresiones culturales? ¿Qué formas de protección de las ECT mediante los derechos de P.I.
resultan más útiles para la creatividad y el desarrollo? ¿En qué punto debería separarse el uso
inadecuado de las ECT y el uso de dichas expresiones como fuente de inspiración legítima?
¿De qué manera deberán velar las políticas y modelos de P.I. por que las ECT que reciben
protección mediante esos sistemas sean las que merecen protegerse conforme a los intereses
de las comunidades culturales?
La tradición como fuente de creatividad
8.
Aunque a menudo se piensa que la tradición está compuesta únicamente por
imitaciones y reproducciones, también tiene que ver con la innovación y la creación en el
marco tradicional. Así pues, la tradición no es inmutable. El patrimonio cultural se halla en
1
2
Entre los ejemplos que figuran a escala internacional está la Convención para la Protección del
Patrimonio Mundial Cultural y Natural de 1972 de la Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Programa de la UNESCO sobre la
Proclamación de las Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad,
de 1998, el anteproyecto de Convención Internacional para la Salvaguardia del Patrimonio
Cultural y Material que se está debatiendo en la UNESCO, la Declaración Universal de la
UNESCO sobre la Diversidad Cultural, de 2001, y el interés suscitado por establecer un
instrumento internacional sobre la diversidad cultural dentro de la Red Internacional de Políticas
Culturales (RIPC) y la UNESCO.
Por ejemplo, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1948, y el Pacto Internacional
sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 1966.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 5
proceso permanente de producción; es decir, es un proceso acumulativo e innovador. Por
naturaleza, la cultura es orgánica y para sobrevivir precisa crecer y desarrollarse, por lo que
cabe decir que la tradición pone los cimientos del futuro3. Como ha dicho recientemente el
diseñador industrial japonés Sori Yanagi, tiene más mérito incorporar el elemento de un arte
popular tradicional en un diseño moderno que imitar el propio oficio popular: “La tradición
sólo crea valor si progresa. Debe avanzar a la par de la sociedad”4. Así pues, dado que los
artistas tradicionales plasman continuamente en su obra nuevas perspectivas y experiencias, la
tradición es una importante fuente de creatividad e innovación.
9.
En el ámbito de la música tradicional también se produce una constante reutilización del
material disponible. Se ha afirmado incluso que “la música folk es por definición y, por lo
que sabemos, en la realidad, totalmente producto del plagio”5. Es posible que esta afirmación
sea una exageración, pero las variaciones que se producen en las culturas tradicionales
conllevan “cambios y opciones deliberados e intencionales introducidos por el artista
individual cuyo genio creativo no se contenta con la simple repetición imitativa en el proceso
de hacer suya una versión de la historia (o canción) con arreglo a su propio estilo. En lugar de
oponerse mutuamente, la creatividad y la tradición, el individuo y la comunidad, revitalizan
conjuntamente el elemento mismo que sus fuerzas integradas contribuyen a modelar y lo
mantienen vivo”6.
10. Por consiguiente, las manifestaciones de la cultura y el patrimonio tradicional son a
menudo fuente de creatividad para las comunidades indígenas, locales y de otras culturas. La
recreación y repetición pura de las tradiciones no es necesariamente el mejor modo de
conservar la identidad y mejorar la situación económica de las sociedades indígenas, locales y
otras comunidades culturales. En reconocimiento de esto, actualmente se valoran más los
vínculos existentes entre el patrimonio cultural y el desarrollo cultural y económico.
Instituciones financieras internacionales y regionales, como el Banco Mundial, han
comenzado a patrocinar proyectos de desarrollo cultural que consideran a la cultura como
fuente económica que contribuye a aliviar la pobreza, crear empleo y obtener ingresos por
divisas.
11. La artesanía, una forma de expresión cultural tangible, ejemplifica las ventajas que
supone combinar la tradición y la creatividad. Se considera que los productos artesanos son a
la vez tradicionales y contemporáneos, en concordancia con la idea de que las expresiones
culturales tradicionales son testimonio de una cultura viva y evolucionan a pesar de inspirarse
en formas y conocimientos tradicionales. Esto muestra la capacidad que tienen numerosas
comunidades tradicionales de combinar la tradición con las influencias e intercambios
culturales característicos de la modernidad con el fin de mantener su identidad y mejorar su
3
4
5
6
Véase Bergey, Barry, “A Multi-faceted Approach to the Support and Conservation of Folk and
Traditional Culture”, documento presentado en el Simposio Internacional sobre la Protección y
Legislación de la Cultura Popular/Tradicional, celebrado en Beijing del 18 al 20 de diciembre
de 2001.
Japan Times, 30 de junio de 2002.
Seeger, P., The Incompleat Folksinger, 1992, citado en McCann, Anthony, “Traditional Music
and Copyright – the Issues”, 1999, p. 5.
Bronner, S.J., Creativity and Tradition in Folklore: New Directions, 1992, citado en McCann,
op. cit., p. 6.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 6
entorno social y económico7. Un ejemplo excelente a este respecto es el programa
gubernamental de lucha contra la pobreza denominado “Invertir en la cultura” para el pueblo
Khomani San de Sudáfrica. Este programa revitaliza la actividad artesanal de la comunidad y
le permite generar sus propios ingresos por primera vez en su historia8.
12. Las formas o manifestaciones del patrimonio cultural son igualmente fuente de
investigación y creatividad para las industrias culturales, y sirven de motor del crecimiento
económico, generando importantes ingresos y creando empleo, impulsadas por la creciente
demanda de productos y servicios culturales en un mercado en expansión. Actualmente,
muchas empresas pequeñas, medianas y grandes crean riqueza utilizando las formas y
materiales de las culturas tradicionales como por ejemplo las cooperativas locales que
fabrican y comercializan productos artesanales, los fabricantes textiles que emplean diseños
tradicionales, los productores de grabaciones de música tradicional, los fabricantes de
productos farmacéuticos que utilizan los conocimientos indígenas de las plantas medicinales,
los promotores turísticos y las grandes empresas del mundo del espectáculo que utilizan
distintas formas de representaciones tradicionales en sus películas, parques temáticos y
juguetes infantiles9.
Tradición, modernidad y mercado
13. No obstante, no siempre se considera satisfactoria la relación existente entre la
tradición, la modernidad y el mercado. Lo que unas personas consideran creatividad corre el
riesgo de menoscabar las culturas tradicionales, según otras. Además, la imitación o
comercialización de formas culturales y obras artísticas singulares desde el punto de vista
cultural por parte del sector comercial puede resultar contraproducente para el bienestar de la
comunidad en que estas se originan. Es posible que la creación o utilización de ECT fuera del
contexto de la comunidad tradicional tenga repercusiones negativas en dicha comunidad de
manera invisible pero destructiva. Muchos productos culturales profundamente enraizados en
el patrimonio cultural de países en desarrollo han atravesado las fronteras y alcanzado
importantes nichos de mercado en los países industrializados. No obstante, la
comercialización de estos transvases culturales no ha beneficiado a menudo a los países de
origen. De hecho, se ha afirmado que una grave consecuencia de este proceso es el
empobrecimiento gradual del patrimonio cultural de los países10.
14. También se plantean cuestiones relativas a la P.I. Comunidades que son portadoras y
custodios del patrimonio cultural afirman que, mientras que ellas mismas no pueden proteger
el patrimonio y las tradiciones culturales mediante los derechos de P.I., personas ajenas al
entorno comunitario pueden obtener la protección mediante esos derechos de creaciones e
innovaciones derivadas de ese patrimonio e inspiradas en él. Por lo tanto, las comunidades se
7
8
9
10
Blake, Janet “Developing a New Standard-setting Instrument for the Safeguarding of Intangible
Cultural Heritage (UNESCO), 2002, página 4.
Veánse las “Las expresiones culturales tradicionales en tanto que activos económicos y
culturales”.
Safeguarding Traditional Cultures: A Global Assessment” (UNESCO y la Institución
Smithsoniana), citado en Bergey, Barry “Cultural Diversity, Cultural Equity and Commerce”,
conferencia pronunciada en el Seminario de Expertos en Diversidad Cultural, OEA, 19 de
marzo de 2002.
“La diversidad cultural en los países en vías de desarrollo. Los desafíos de la mundialización”,
Red Internacional de Política Culturales, 2002.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 7
consideran excluidas en ambos casos. Comunidades indígenas, locales y de otro tipo se han
quejado de que se utilizan sus expresiones y representaciones culturales sin autorización y de
modo irrespetuoso e inadecuado, con lo que se les ocasiona daños y perjuicios culturales.
Asimismo, se sostiene que la adquisición de protección mediante P.I. de obras derivadas
amenaza los modos de creatividad y transmisión practicados por las comunidades culturales e
incluso la existencia misma de algunas comunidades cuyas relaciones se expresan y se
mantienen por medio de expresiones y recursos creativos. A fin de determinar si este y otros
argumentos son válidos es necesario examinar cuidadosamente la naturaleza de la protección
mediante los derechos de P.I., especialmente mediante el derecho de autor y los derechos
conexos, y su interacción con la conservación y promoción del patrimonio cultural y la
diversidad creativa. También es importante evitar distinguir de modo artificial las
comunidades tradicionales y el mercado, puesto que numerosas comunidades de ese tipo
comercializan de hecho determinados aspectos de su cultura.
La propiedad intelectual y el significado de la “protección”
15. La mayoría de las formas de protección mediante derechos de P.I., como el derecho de
autor, los derechos conexos, los derechos de patente y los relativos a los diseños industriales,
establecen derechos de propiedad privados sobre las creaciones e innovaciones a fin de
otorgar control sobre su explotación, especialmente la explotación comercial, y facilitar
incentivos para fomentar la creación y difusión de los productos de la creatividad humana.
Además, la protección mediante derechos de P.I.: i) facilita el funcionamiento ordenado de
los mercados evitando la confusión y el fraude (la base normativa de la protección de las
marcas e indicaciones geográficas) e impidiendo la competencia desleal; ii) salvaguarda la
integridad de determinadas obras y creaciones, así como sus derechos de atribución (la base
normativa de la protección de los derechos morales en el derecho de autor, por ejemplo);
y iii) protege la información confidencial de su uso o apropiación de mala fe. Asimismo, la
protección mediante la P.I. contribuye a convertir en activos monetarios los activos de P.I.
Este tipo de protección genera ingresos cuando se utiliza estratégicamente en el entorno del
mercado. Su valor no reside tanto en el derecho a impedir que otros ejerzan sus derechos,
sino a permitir la concesión de licencias basadas en activos de P.I. De este modo, contribuye
especialmente a que las pequeñas empresas recauden el capital necesario de los inversores y
otro tipo de fondos, así como a lograr financiación y créditos. Los activos de P.I. pueden
utilizarse como garantía prendaria para la financiación de la deuda o servir de base o de
alternativa para obtener fondos de los inversores.
16. La protección por derecho de P.I. debe distinguirse de los conceptos de “conservación”
y “salvaguardia”. En el documento WIPO/GRTKF/IC/5/12 (a partir del párrafo 17) se
examinan esas diferencias en el contexto de la labor general del Comité. El derecho de autor
protege los productos de la creatividad, en forma de obras artísticas y literarias originales,
contra determinados usos como la reproducción, adaptación, interpretación o ejecución
pública, radiodifusión y otras formas de comunicación al público. El titular de los derechos
de autor sobre una obra tiene el derecho exclusivo a impedir o autorizar a otros ejecutar
cualquiera de esos actos, salvo determinadas excepciones o limitaciones. Los objetivos de la
protección del derecho de autor son principalmente fomentar la creatividad, estimular la
divulgación al público y permitir que el titular controle la explotación comercial de la obra.
Asimismo, se proporciona protección sobre el uso denigrante o degradante de una obra, un
problema que afecta a menudo a las obras culturales tradicionales.
17. Por el contrario, la conservación y la salvaguardia en el contexto del patrimonio cultural
se refieren generalmente a la identificación, catalogación, transmisión, revitalización y
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 8
promoción del patrimonio cultural (tangible o intangible) a fin de asegurar su mantenimiento
o viabilidad11.
18. Como señaló Canadá en sus comentarios al documento WIPO/GRTKF/IC/4/3, al
examinar la protección jurídica de las ECT merece la pena recordar que el término
“protección” puede tener distintos significados, como la conservación, el fomento de un uso
más amplio, el control del uso, la prohibición del uso indebido o la distribución adecuada de
beneficios a los titulares de esas expresiones. Estas diversas formas de protección pueden
llevarse a cabo mediante distintas medidas jurídicas y normativas aparte del derecho de P.I. A
título de ejemplo, cabe mencionar que puede ser útil poseer derechos de P.I. en relación con
una leyenda que haya sido registrada siglos atrás en un trozo de tela. Dichos derechos podrían
contribuir a impedir que otros utilizaran la leyenda de manera que una comunidad considere
inadecuada, por ejemplo, reproduciéndola en una camiseta. No obstante, en caso de que la
leyenda y el idioma que debe utilizarse para recitarla sean conocidos únicamente por unas
pocas personas, la “protección” podría consistir en medidas que ayuden a que esas personas
transmitan sus conocimientos sobre la leyenda y el idioma a la generación siguiente. Si se da
el caso de que el pedazo de tela comienza a deteriorarse, la “protección” podría consistir en
una serie de medidas para garantizar la conservación del tejido para las generaciones futuras.
En otros casos, la “protección” podría consistir en la promoción de la leyenda en ámbitos
ajenos a los comunitarios a fin de que otras personas tengan conocimiento de ella y
comprendan y respeten la cultura de la comunidad en que tiene su origen.
19. Es preciso aclarar exactamente lo que se entiende por “protección”, ya que, al parecer
en algunos casos las necesidades y expectativas de los depositarios y custodios de las ECT
recibirían una atención más adecuada mediante medidas de conservación y salvaguardia que
mediante la protección por P.I. Puede que sea necesario combinar ambos planteamientos
mediante una estrategia complementaria: por ejemplo, en los proyectos para la conservación
de las culturas tradicionales que conlleven la transcripción de obras orales y la digitalización
de gráficos u obras escritas, es posible que existan cuestiones delicadas relativas a la
titularidad y al ejercicio de los derechos de autor derivados de esas actividades. También es
importante el ejercicio de los derechos de P.I. cuando los depositarios y custodios de las ECT
deseen controlar la comercialización de sus expresiones. Asimismo, es importante que las
medidas de conservación/salvaguardia y de protección de la P.I. sean complementarias y se
apoyen mutuamente.
El patrimonio cultural y la protección por derechos de propiedad intelectual
20. En relación con la interacción existente entre el patrimonio cultural y la P.I., cabe
distinguir entre i) el patrimonio cultural y la cultura tradicional (a los que se puede aludir
como cultura tradicional o folclore en sentido estricto) ya existentes y ii) las producciones
literarias y artísticas contemporáneas creadas por las generaciones actuales de la sociedad e
inspiradas en el patrimonio cultural y la cultura tradicional ya existentes o derivadas de ellas.
i) La cultura tradicional ya existente generalmente abarca varias generaciones (es
decir, es antigua) y es propiedad colectiva de uno o más grupos o comunidades. Es probable
que sea de origen anónimo, en la medida en que resulte pertinente la noción de paternidad. La
11
Véase Glossary: Intangile Cultural Heritage, Comisión de los Países Bajos para la UNESCO,
2002.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 9
cultura tradicional ya existente como tal y sus expresiones particulares no están generalmente
protegidas por la legislación convencional de derecho de autor o de diseños industriales.
ii) Por otra parte, las producciones literarias y artísticas contemporáneas derivadas de
la cultura tradicional o inspiradas en ella que incorporen nuevos elementos o expresiones
constituyen una “nueva obra” de la que existe generalmente un creador (o creadores) que está
vivo y puede ser identificado. Tal producción contemporánea puede suponer una nueva
interpretación, arreglo, adaptación o compilación del patrimonio cultural y expresiones ya
existentes en el dominio público, así como una “nueva presentación” en formato digital o en
color, etc. Las expresiones y representaciones contemporáneas de las culturas tradicionales
que se inspiran en la tradición suelen estar protegidas por la legislación vigente de derecho de
autor y de diseños industriales, ya que son suficientemente “originales” y “nuevas”,
respectivamente. La legislación no efectúa distinciones sobre la base de la “autenticidad” o la
identidad del autor, es decir, un autor e inventor que no sea miembro de la comunidad cultural
correspondiente en la que se haya creado la tradición podría satisfacer el requisito de
originalidad con arreglo a la legislación de derecho de autor.
21. A los efectos del presente análisis se hará referencia a las ECT contemporáneas a las
que puede aplicarse la protección por derechos de P.I. o reúnen las condiciones necesarias
para solicitar dicha protección, especialmente la protección mediante el derecho de autor y la
legislación de diseños industriales, como “expresiones culturales contemporáneas basadas en
la tradición”.
El dominio público
22. A fin de crear un marco normativo apropiado para la protección por derechos de P.I. de
las ECT es fundamental que exista un conocimiento más claro de la función, el perfil y las
limitaciones del dominio público.
23. En el presente documento se utiliza el “dominio público” en el sentido en que se utiliza
el término en el contexto del derecho de autor y hace referencia a elementos de P.I. que no
tienen derecho a la titularidad privada y cuyo contenido puede ser utilizado por cualquier
miembro del público12. En este contexto el término “dominio público” no significa lo mismo
que el de “disponible para el público”; por ejemplo, cabe la posibilidad de que determinado
contenido de Internet esté disponible para el público, pero no pertenezca al dominio público
desde el punto de vista del derecho de autor. Igualmente, es posible que una comunidad
posea activos de P.I. como obra en colaboración o marca colectiva, pero no por este motivo
esos activos formarán parte del dominio público. En el presente análisis somos conscientes de
que el dominio público es una figura del sistema de P.I. en la que no se tienen en cuenta los
dominios privados establecidos por las leyes consuetudinarias y de los pueblos indígenas.
Esta cuestión es uno de los temas que se examinan en el estudio de las relaciones existentes
entre la P.I. y las leyes consuetudinarias y de los pueblos indígenas.
12
Litman, J., The Public Domain, citado en Bragdon, Susan, “Rights and Responsibilities for
Plant Genetic Resources: Understanding the role of the public domain and private rights in the
production of public goods”, proyecto de documento presentado en la Primera Reunión del
Comité Asesor para el proyecto del IPGRI sobre el dominio público, Portland (Oregon), 14 y 15
de noviembre de 2002.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 10
24. Al igual que sucede en cierta medida con los recursos fitogenéticos y la diversidad
biológica, en algunos casos se ha considerado al patrimonio cultural como propiedad común
(como parte del “patrimonio universal de la humanidad”, tal y como se menciona por ejemplo
en algunos instrumentos y declaraciones culturales13), y, por lo tanto, como dominio público.
25. También se solicita de manera creciente que se revalúe la condición de dominio público
del patrimonio cultural, al igual que en el caso de los recursos fitogenéticos y la diversidad
biológica, especialmente por parte de comunidades locales e indígenas preocupadas por las
repetidas tentativas fallidas de la P.I. de proporcionar protección al patrimonio cultural ya
existente junto con la disponibilidad de protección por medio de los derechos de P.I. en el
caso de expresiones culturales contemporáneas basadas en la tradición sin que existan los
correspondientes mecanismos para compensar a quienes han conservado y fomentado los
recursos culturales (en el caso de los recursos fitogenéticos y la diversidad biológica se trató
de corregir estos desequilibrios en el Compromiso Internacional de la FAO y, más
recientemente, en el Tratado Internacional y en el Convenio sobre la Diversidad Biológica,
respectivamente)14.
26. Los depositarios y custodios de las ECT se preguntan si la pertenencia del patrimonio
cultural al dominio público brinda las mejores oportunidades para la creación y el desarrollo.
Así, se preguntan si todo el material tradicional debería formar parte del dominio público y si
debería negársele el derecho a la protección porque no es lo suficientemente reciente. Se
afirma que la mera protección por derechos de P.I. de expresiones culturales contemporáneas
basadas en la tradición resulta una forma inadecuada de lucha por la supervivencia y que no
es la mejor manera de contribuir a la diversidad cultural y al mantenimiento de las culturas.
Casi todas las creaciones poseen antecedentes culturales e históricos y deberían establecerse
sistemas que permitan beneficiarse a las comunidades culturales de todas las creaciones e
innovaciones que se basan en la tradición.
27. Por otra parte, resulta valioso el hecho de que el patrimonio cultural pertenezca al
dominio público. Esto fomenta varios de los objetivos relacionados con la salvaguardia y
conservación de dicho patrimonio y se afirma que es fundamental para su renovación y
supervivencia. La conservación debería fomentar las prácticas culturales vivas y la
revitalización de la cultura, por ejemplo, por medio de programas nacionales de protección del
folclore. La pertenencia del patrimonio cultural al dominio público también está relacionada
con su función como fuente de creatividad e innovación, y se afirma que ese patrimonio se
mantiene vivo y se transmite a las generaciones futuras cuando se comparte y se adapta por
medio de obras contemporáneas15. Como han declarado la Comunidad Europea y sus Estados
miembros en los comentarios efectuados al documento WIPO/GRTKF/IC/4/3, “el hecho de
13
La Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural (1972), la
Recomendación sobre la Salvaguardia de la Cultura Tradicional y Popular (1989) y más
recientemente la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural.
14
Bragdon, Susan, “Rights and Responsibilities for Plant Genetic Resources: Understanding the
role of the public domain and private rights in the production of public goods”, proyecto de
documento presentado en la Primera Reunión del Comité Asesor para el proyecto del IPGRI
sobre el dominio público, Portland (Oregon), 14 y 15 de noviembre de 2002.
Véase Uchtenhagen, Ulrich, “Protection of Adaptations and Collections of Expressions of
Folklore”, Simposio Nacional sobre la Protección Jurídica de las Expresiones del Folclore,
Beijing, 13 al 15 de septiembre de 1993.
15
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 11
que el folclore se halle en su mayor parte en el dominio público no impide su evolución, al
contrario, permite la aparición de nuevas creaciones a manos de artistas contemporáneos que
se inspiran en dicho folclore o lo utilizan en sus creaciones”. En el comentario efectuado al
documento WIPO/GRTKF/IC/4/3, Canadá opinó que “el derecho de autor insta a los
miembros de las comunidades a mantener vivo el “patrimonio cultural ya existente”
facilitando a sus miembros protección cuando utilizan distintas expresiones del “patrimonio
cultural ya existente” en sus obras o creaciones actuales”.
28. Conviene recordar que la protección por derecho de autor otorga al autor el derecho
exclusivo únicamente respecto de la forma específica de la expresión contemporánea; por
otra parte, no protege las ideas o hechos contenidos en la obra objeto de la protección y
permite el “uso leal” incluso de la expresión misma16.
29. Ni los miembros de las correspondientes comunidades culturales ni las industrias
culturales podrían crear e innovar basándose en el patrimonio cultural si se establecieran
derechos de propiedad privada en ese caso (dependiendo de la naturaleza de los derechos de
propiedad y de sus excepciones). Al sobreproteger las expresiones culturales, disminuye el
dominio público, por lo que se reduce el número de obras en las que es posible inspirarse. Por
consiguiente, esos regímenes podrían crear obstáculos a los artistas indígenas que deseen
desarrollar sus tradiciones artísticas reinterpretando los motivos tradicionales en formas no
tradicionales y ser competitivos en los mercados de artes y oficios. Como consecuencia, esas
leyes podrían fijar la cultura en un momento histórico determinado y denegar a los pueblos
tradicionales una voz contemporánea17.
30. Por lo tanto, algunos participantes en el Comité han sostenido que en la protección de
las ECT se debería establecer el equilibrio adecuado entre la protección contra los abusos y el
fomento de una mayor difusión de las expresiones, así como de la creatividad individual
inspirada por estas últimas18. Dichos participantes opinan que el sistema de P.I. permite
alcanzar ese equilibrio. Por lo tanto, el medio principal de protección de las ECT deberá ser
la legislación convencional de P.I., complementada según las condiciones/necesidades de las
comunidades locales por leyes específicas que se ocupen de problemas específicos. Como
han declarado la Comunidad Europea y sus Estados miembros:
“... No obstante, quienes abogan por la protección de la propiedad intelectual para sus
propias expresiones del folclore han de ser conscientes de que esto daría lugar a
monopolios de explotación y tendrían que hacer frente consecuentemente a las
reivindicaciones de monopolio de otras regiones. De esta manera, el intercambio o la
interacción serían mucho más difíciles, si no imposibles. De hecho, la protección de la
propiedad intelectual debería utilizarse únicamente cuando resulte adecuada y
beneficiosa para la sociedad en tanto que estimule la creatividad y la inversión, pero
respetando los intereses de otros y de la sociedad en general. Si se protegieran
íntegramente las expresiones del folclore, podría producirse como consecuencia que el
folclore quedara paralizado para siempre. De esta manera, no podría evolucionar y
16
17
18
Harper & Row Publishers, Inc. y Nation Enterprises, 471 U.S. 539, citado en Eldred y Ashcroft,
537 U.S. 2003.
Véase Farley, Christine Haight, “Protecting Folklore of Indigenous Peoples: Is Intellectual
Property the Answer?” Connecticut Law Review, otoño de 1997.
Por ejemplo, Canadá; China; Ecuador; Estados Unidos de América; Kirguistán; Malasia;
México; República de Corea; Rumania; Suiza.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 12
correría el riesgo de desaparecer, puesto que perdería una de sus características
principales, su dinamismo. Existe un punto en el que ha de trazarse la línea divisoria
entre el dominio público y la propiedad intelectual protegida ... no debería ampliarse el
ámbito de la protección de la propiedad intelectual hasta el punto en que se convierta en
algo disperso cuya certidumbre jurídica quede atenuada”19.
31. En sus respuestas al cuestionario sobre ECT que envió la OMPI en 2001, varios países
indicaron que las expresiones de las culturas tradicionales se consideran parte del dominio
público. Estos países son Australia, Bélgica, Canadá, Colombia, Federación de Rusia, Grecia,
Honduras, Hungría, Italia, Japón, Kirguistán, Países Bajos, República Checa, República de
Corea y Viet Nam.
32. Indudablemente, los intercambios culturales y los flujos comunitarios han influido
desde hace tiempo en la música y en otras formas culturales. Tradiciones musicales como el
jazz surgieron a principios del siglo XX en encrucijadas culturales como Nueva Orleans,
combinando elementos de las culturas afroamericana, afrocaribeña y europea20. La música
rock evolucionó a partir del blues, y en ella se valora o se recompensa la imitación, la revisión
y la improvisación. En este contexto, el derecho de autor no impide que los artistas utilicen
las fuentes tradicionales. En cambio, de este modo se apoya la idea de que los nuevos artistas
se inspiren en las obras de otros autores y se recompensa la improvisación en el marco de la
tradición21.
33. Por lo tanto, se propone que un sólido dominio público constituya la base en la que se
asiente el funcionamiento del sistema de derecho de autor, en lugar de ser la antítesis de este
tipo de protección. El poder contar con las fuentes del dominio público es lo que permite el
intercambio de ideas y la creatividad. No obstante, respecto de las ECT, existe la duda de si
la protección del dominio público debería conllevar el establecimiento de un régimen que
valora únicamente la creatividad contemporánea y permite utilizar de manera absolutamente
gratuita la creatividad “tradicional”, sin que existan normas al respecto.
Necesidades y expectativas de los custodios de las ECT
34. En cuanto a las necesidades y expectativas de los custodios de las ECT, cabe identificar
más de una estrategia de P.I.. En el documento WIPO/GRTKF/IC/5/12 (a partir del
párrafo 17) se ofrece un panorama de las distintas estrategias de P.I. aplicables generalmente a
los conocimientos tradicionales y a las ECT. A partir de las misiones exploratorias y de las
consultas llevadas a cabo por la OMPI desde 1998, se han planteado tres tipos de objetivos:
a)
La protección por P.I. al servicio del desarrollo económico: algunas
comunidades desean adquirir y ejercer derechos de P.I. sobre sus creaciones e innovaciones
inspiradas en la tradición a fin de poder explotarlas comercialmente en aras de su desarrollo
económico;
b)
la protección por P.I. para impedir el uso no autorizado por terceros: es posible
que las comunidades deseen valerse de la P.I. para poder ejercer activamente los derechos de
19
20
21
WIPO/GRTKF/IC/3/11.
Bergey, op. cit.
Vaidhyanathan, Siva, Copyrights and Copywrongs, 2001 (New York University Press), 125.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 13
P.I. a fin de impedir el uso y la comercialización de su patrimonio cultural y de las ECT por
parte de terceros, incluido el uso degradante u ofensivo para con su cultura.
En ambos casos, los depositarios y custodios de las ECT desean proteger esas expresiones
mediante el ejercicio activo de derechos de P.I. En el ámbito del Comité, esto se denomina
“protección positiva”. Ese tipo de protección conlleva dos aspectos: los depositarios de las
ECT pueden utilizar la protección que ofrecen los derechos de P.I. para impedir que terceros
cometan actos no autorizados o inapropiados o pueden recurrir a ella para dar mayor peso a su
poder de negociación en las relaciones comerciales o de otro tipo que mantengan con sus
interlocutores. Por ejemplo, una comunidad puede valerse de la protección por derechos de
P.I. para evitar que un fabricante use un diseño tradicional, pero también puede recurrir a ella
para establecer su propia empresa comercial o para conceder licencias y verificar que terceros
se sirvan adecuadamente de las ECT, así como para estructurar y definir los beneficios
financieros o de otro tipo que devengue todo uso autorizado.
c)
Estrategias de protección preventiva de las ECT: Un tercer objetivo consiste en
servirse de estrategias de prevención preventiva destinadas a impedir que terceros adquieran
derechos de P.I. de derivaciones y adaptaciones de ECT y sus representaciones. Quienes
adoptan este planteamiento no están interesados en obtener protección por derechos de P.I.,
sino en salvaguardar su patrimonio y sus expresiones culturales, razón por la cual consideran
que nadie debe adquirir derechos de P.I. sobre ellos.
35. Un objetivo ligeramente distinto es impedir la utilización y la comercialización de las
ECT fuera de su contexto tradicional (en lugar de impedir la adquisición de derechos de P.I.
sobre las ECT), si bien a menudo pueden coincidir ambos objetivos. Cabe ejercer los
derechos de P.I. como defensa contra los usos indeseados de las ECT. Entre estos últimos
cabe citar: i) usos que insinúen erróneamente que existe un vínculo con la comunidad;
ii) usos despreciativos, injuriosos, difamatorios o engañosos; iii) usos de ECT sagradas y
secretas. El Consejo Saami se ha referido al traje típico saami como ejemplo de expresión
cultural utilizada de manera inapropiada por la industria del turismo. El pueblo Saami no
tiene interés alguno en comerciar con esa parte de su patrimonio cultural. Antes bien, desea
evitar que el traje sea utilizado de forma indebida por personas no autorizadas22.
36. Es importante recalcar en qué medida y en qué casos resulta pertinente la protección por
P.I. para atender esas necesidades, ya que a veces el objetivo puede ser la conservación y la
salvaguardia en lugar de la obtención de protección. La legislación sobre competencia desleal
y otras leyes de protección del consumidor pueden ser particularmente útiles, sobre todo
debido a que los temores que suscita el uso comercial abusivo de las ECT se derivan a
menudo de la idea de que estas últimas se utilizan para crear la impresión equívoca de que una
comunidad tradicional fabrica o promociona un producto determinado.
37. En líneas generales, es improbable que se atiendan todas las necesidades de la
comunidad mediante una única forma de protección de las expresiones culturales
tradicionales: puede ser necesario recurrir a varios instrumentos jurídicos positivos y
preventivos para alcanzar los objetivos de proteger y preservar la cultura tradicional.
22
Declaración del Consejo Saami, cuarta sesión del Comité Intergubernamental, 9
a 17 de diciembre de 2002.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 14
Cuestiones fundamentales de política y observaciones finales
38. Una cuestión fundamental quizás sea determinar si limitando la protección mediante
derechos de P.I. a las expresiones culturales contemporáneas inspiradas en la tradición y
considerando el patrimonio cultural ya existente como parte del dominio público que está sin
reglamentar, se satisfacen adecuadamente las políticas y objetivos culturales y de propiedad
intelectual. ¿Es ésa la mejor solución para promover la creatividad y el desarrollo
económico? ¿Es ésa la mejor manera de preservar la diversidad y la cultura? ¿Se presta
atención de esta manera a los intereses de los custodios de las culturas tradicionales?
Ausencia de protección por derechos de P.I. de las ECT de dominio público: aplicación de
las normas existentes y de normas adaptadas y medidas especiales de P.I.
39. Algunos miembros del Comité consideran que, si se tiene en cuenta todo el potencial
que ofrecen, los derechos de P.I. son una solución adecuada para la protección de las ECT. Se
pueden citar numerosos ejemplos de comunidades tradicionales que han protegido
satisfactoriamente canciones, obras gráficas y otras obras literarias y artísticas mediante el
derecho de autor y los derechos de los artistas intérpretes o ejecutantes. Si se analizan los
intereses de los distintos beneficiarios del sistema de P.I., se llega a la conclusión de que los
miembros de las comunidades culturales así como los de otras comunidades son libres de
crear e innovar valiéndose de sus tradiciones culturales, y de adquirir y beneficiarse de todo
derecho de P.I. que se derive de sus creaciones e innovaciones. Eso contribuye al desarrollo
económico de la comunidad y a alcanzar ciertos objetivos del patrimonio cultural y de las
políticas de intercambio cultural. La protección por derechos de P.I. brinda incentivos para
crear y divulgar nuevas creaciones intelectuales. Algunos de los partidarios de esta postura
consideran que puede ser necesario adaptar los derechos existentes o tomar medidas
especiales en el sistema de P.I. con el fin de satisfacer necesidades específicas, a saber, la
protección por derecho de autor de obras que no han sido fijadas (por ejemplo, las obras que
sólo se han transmitido en forma oral) y las medidas de subsanación contra las infracciones
del derecho de autor, que también van en detrimento de la cultura.
40. En el sistema del derecho de autor y derechos conexos se ha extendido la protección
internacional a determinadas ECT que anteriormente se consideraba que formaban parte del
dominio público, a saber: en virtud del Tratado de la OMPI sobre Interpretación o Ejecución
y Fonogramas, de 1996, los artistas intérpretes o ejecutantes de ECT (o expresiones del
folclore) reciben protección por la naturaleza sonora de sus interpretaciones o ejecuciones;
por ejemplo, un artista intérprete o ejecutante de una canción o canto tradicional tiene derecho
a establecer condiciones en relación con la grabación (fijación) de la interpretación o
ejecución, y con la manera en que la grabación se distribuye y comercialice, aun cuando la
canción o el canto no se presten a la protección por derecho de autor. Por consiguiente, una
parte del dominio público ya está sujeta a derechos privados, aunque de forma indirecta.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 15
Diagrama 1
Los derechos de propiedad intelectual aplicados a las ECT de dominio público:
sistemas sui generis
ECT Contemporáneas
Derechos de autor
y derechos
conexos
Mis en forme
Mis en forme
ECT ya existentes
(dominio público: fuente de
creatividad e innovación)
Propiedad
industrial (diseños
industriales,
marcas, ind. geo.)
Int.o ejec. de
ECT (WPPT,
1996)
41. Por otro lado, muchos miembros del Comité, comunidades y partes interesadas
consideran necesario que se establezcan medios de protección jurídica de las ECT que en la
actualidad son de dominio público. Se trata, generalmente, de los siguientes casos: ECT que
en un momento dado estaban protegidas por derecho de autor pero cuyo plazo de protección
ha caducado hace tiempo (lo que plantea la cuestión de la protección retrospectiva); y ECT
que por sus características no se prestan a la protección por derecho de autor (por ejemplo, por
la falta de originalidad suficiente y de paternidad bien definida). Desde el punto de vista
jurídico ese material es de dominio público, aunque a menudo las comunidades interesadas
ponen en duda esta condición (especialmente cuando el material ha sido grabado o plasmado
por escrito sin consentimiento fundamentado).
42. El meollo de la cuestión es decidir si cabe aplicar nuevas formas de protección por P.I. a
ese material: ¿deben ser objeto de protección positiva las ECT de dominio público? ¿Debe
cristalizarse esa protección en una serie de derechos que impidan o autoricen el uso de
terceros? ¿Debería limitarse esa protección al derecho a una remuneración equitativa (por
ejemplo, una regalía por el uso de terceros), o establecerse un sistema de “derechos morales”
relativos a la atribución y a la integridad en el uso de las ECT? Si bien existen sistemas
sui generis que confieren tales derechos (véanse los sistemas expuestos en el documento
WIPO/GRTKF/IC/5/INF/3), su aplicación plantea cuestiones de política general, a saber:
a)
¿Cómo abordar el reconocimiento de la titularidad colectiva y la protección
indefinida? Las marcas colectivas y las indicaciones geográficas constituyen ejemplos de
derechos de P.I. de titularidad colectiva; muchas obras protegidas por derecho de autor (como
las obras de multimedios) tienen múltiples autores y derechos asociados, lo cual exige un
enfoque colectivo de la gestión y observancia de los derechos. Las marcas y las indicaciones
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 16
geográficas pueden protegerse durante un plazo indefinido, pero al apuntar a una protección
indefinida se piensa en mecanismos más cercanos a la legislación de derecho de autor, de
derechos conexos y de diseños industriales, que suele contemplar plazos limitados de
protección, y con arreglo a la cual el material protegido pasa en un momento dado a ser de
dominio público;
b)
¿Quién sería el “titular” y/o gestor de los derechos de las ECT de “dominio
público”? Podría ser el Estado o una autoridad nombrada por el mismo, aunque no
necesariamente. Como señalan los Estados Unidos de América en los comentarios efectuados
al documento WIPO/GRTKF/IC/4/3, puede que resulte problemático para el Estado ser titular
o decidir quién será el titular de los derechos sobre las ECT: “los gobiernos son entidades
políticas contemporáneas y efímeras, a diferencia de los depositarios de las tradiciones. En
algunos casos, el Estado puede ir en contra de los intereses de las comunidades tradicionales
que se hallan dentro de sus fronteras”. Los Estados Unidos de América también señalan que,
aunque decidir quién es la “autoridad competente” puede ser competencia de las
comunidades, los miembros de estas últimas no siempre llegan a un acuerdo sobre a quién
corresponde ejercer dicha autoridad. Probablemente el objetivo sea garantizar que los
beneficios recaigan en las comunidades culturales en cuestión, siempre que puedan
identificarse. A este respecto, las organizaciones de gestión colectiva existentes o las nuevas
podrían participar en la gestión de los derechos en beneficio de las comunidades
correspondientes;
c)
¿Cómo encarar las creaciones “no tradicionales” que también son de dominio
público (como las obras de Shakespeare o los acontecimientos históricos y relatos griegos,
egipcios, romanos y babilónicos que desde hace tanto tiempo son el tema central de óperas,
libros y obras de teatro, y obras más recientes que han pasado a ser de dominio público)?
¿Deberían las creaciones “tradicionales” gozar de una condición jurídica privilegiada con
respecto a otras creaciones “no tradicionales” de dominio público? Llegados a este punto, se
impone la necesidad de aclarar exactamente lo que se entiende por “tradicional”. Propugnar
una serie de normas de P.I. específicamente destinadas a las creaciones tradicionales y otra
serie de normas para las creaciones no tradicionales no será fácil, y es una cuestión de política
que corresponde decidir a los Estados. Quizás sea necesario aplicar los sistemas especiales
destinados al material “tradicional” de dominio público a otros materiales que también son de
dominio público;
d)
este último punto está íntimamente relacionado con la necesidad de determinar
qué “comunidades” deben ser objeto de protección especial. ¿Acaso nos referimos
específicamente a los “pueblos indígenas” y las “comunidades locales” tal como se entienden
estos términos en la actualidad? ¿Cabe contemplar como principio de política general la
creación de un sistema sui generis para ciertas comunidades (como los pueblos indígenas o
locales, a diferencia de las demás personas “no indígenas” o “no locales”)? El principio del
trato nacional contemplado en los tratados internacionales sobre P.I. puede tener
consecuencias en los regímenes nacionales especializados de protección de las ECT: en caso
de que se considere que el régimen de ECT es un derecho de P.I. que entra dentro del ámbito
de dichas obligaciones internacionales, será necesario extender la protección a determinados
ciudadanos extranjeros además de a las poblaciones indígenas locales. No siempre es
necesario aplicar el principio del trato nacional, ya sea porque la protección internacional
puede basarse en otros principios, como el de la reciprocidad, o porque el régimen aplicable a
las ECT queda fuera del ámbito del derecho de P.I. amparado por las obligaciones de tratado.
No obstante, esto puede plantear un importante problema jurídico y de normativa. Además,
como señalaron los Estados Unidos en los comentarios efectuados al documento
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 17
WIPO/GRTKF/IC/4/3, si se decide otorgar protección a una serie de comunidades concretas,
sería necesario considerar la manera de proceder en el caso de las personas que continúan
practicando sus tradiciones pero que viven fuera de sus comunidades;
e)
de no recibir una protección positiva global, ¿deberían las ECT de dominio
público ser objeto de protección preventiva contra ciertos usos como: i) usos que insinúan
falsamente que existe un vínculo con una comunidad; ii) usos despreciativos, injuriosos,
difamatorios o engañosos; y iii) usos de ECT sagradas y secretas? Como se ha observado,
algunos Estados y organizaciones regionales ya han adoptado medidas en aras de este
objetivo, como las que sirven para impedir la inclusión no autorizada de signos y símbolos
indígenas o tradicionales en las marcas. La legislación de protección del consumidor es útil y
pertinente en este contexto;
f)
¿debería requerirse una autorización únicamente para ciertos usos de las ECT?
(Por ejemplo, en los sistemas sui generis existentes se distingue entre usos tradicionales/no
tradicionales y usos comerciales y no comerciales);
g)
¿debería integrarse en las estrategias de P.I. la catalogación de las ECT de
dominio público?
h)
¿Debería aplicarse una protección “global” o exigirse el registro previo de ECT
definidas y específicas? ¿Qué función podrían desempeñar en ese sentido los registros, listas
e inventarios creados en el marco de programas de patrimonio cultural?
i)
¿Qué debería disponerse en todo sistema sui generis en relación con los usos
anteriores y actuales de las ECT?
j)
¿Cómo se alinearían dichos sistemas con los derechos y obligaciones de P.I.
dimanantes de convenciones, tratados y acuerdos comerciales internacionales, regionales y
bilaterales?
Cuestiones secundarias
43.
De esas cuestiones fundamentales de política se derivan cuestiones secundarias, a saber:
a)
¿qué vínculos existen entre la legislación de P.I. y otras legislaciones como la de
protección del patrimonio cultural, la de protección del consumidor y la legislación y los
instrumentos en materia de comercialización y etiquetado?;
b)
Para reconocer y respetar las leyes y los protocolos consuetudinarios de los
pueblos indígenas, ¿debe recurrirse al sistema vigente de P.I. o establecerse sistemas sui
generis?
c)
Al margen de que existan derechos sobre las ECT o de que se prevea crearlos,
¿qué estructuras, programas y medidas institucionales de apoyo se necesitan para convertir los
sistemas jurídicos de protección en sistemas realmente eficaces que beneficien a los custodios
de las ECT?
d)
Puesto que los antropólogos, los especialistas en folclore, los museos y los
archivos constituyen el punto de encuentro entre las comunidades y el mercado, ¿cómo
inciden sus actividades en las iniciativas para otorgar protección jurídica a las ECT?
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 18
Enfoques posibles de la protección positiva
44. Si los Estados se inclinan por establecer la protección positiva de las ECT, tomando por
ejemplo la Ley Tipo del Pacífico Sur de 2002, cabe deducir que dicho sistema:
i) permitiría y facilitaría el acceso a las ECT y su uso para fomentar la creatividad y
la innovación, ya sea por parte de los miembros de la comunidad cultural en cuestión o de
otras comunidades culturales;
ii) fomentaría el respeto de los derechos de P.I. que resulten de dicha creatividad e
innovación;
iii) velaría por que en todo uso que se haga de las ECT, especialmente en los usos con
fines comerciales, el usuario se comprometa a dejar constancia de la fuente, así como a
distribuir equitativamente los beneficios que se deriven de dicho uso y a no servirse bajo
ningún concepto de las ECT en forma peyorativa23, injuriosa, difamatoria o engañosa; y,
iv) sin perjuicio de lo anterior, protegería las expresiones sagradas y secretas contra
cualquier tipo de uso o explotación comercial.
45. Otro enfoque, quizás complementario, sería partir de los siguientes principios y
elementos fundamentales:
a)
el patrimonio cultural ya existente constituye, entre otros factores, la base para
fomentar la creatividad y la innovación. Esto va unido a su carácter de dominio público y se
corresponde con la función que posee este último como fuente de intercambio y creatividad.
El derecho de autor y la legislación sobre diseños industriales suelen ser instrumentos
adecuados para proteger las expresiones culturales contemporáneas inspiradas en la tradición.
Los creadores pueden valerse de la P.I. para comercializar sus obras en aras de su propio
beneficio económico, para impedir que terceros obtengan esos mismos beneficios o evitar que
se adquieran derechos de P.I. sobre las expresiones culturales. Las marcas (incluidas las
marcas de certificación y las marcas colectivas), las indicaciones geográficas y la legislación
en materia de competencia desleal e información confidencial (en el caso de ECT secretas)
constituyen otros medios especialmente útiles de proteger los derechos de P.I.;
b)
de este modo, parece que no es adecuado aplicar de modo general los derechos de
propiedad a todas las formas de ECT que actualmente forman parte del dominio público, ya
sea como parte de la política de propiedad intelectual o de la política cultural. Los derechos
de propiedad aplicados a las ECT de dominio público pueden menoscabar la capacidad de
crear e innovar de las comunidades indígenas y tradicionales, y de otras comunidades que se
inspiran en la tradición. Asimismo, parece que con arreglo a las opiniones expresadas por
varios Estados, no todos están convencidos de la conveniencia y necesidad de establecer
derechos de propiedad sobre las ECT de dominio público;
23
No obstante, como han señalado los Estados Unidos en los comentarios efectuados al
documento WIPO/GRTKF/IC/4/3, puede que no sean permisibles las limitaciones de uso en
forma peyorativa con arreglo a la doctrina de la libre expresión en los Estados Unidos de
Norteamerica.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 19
c)
no obstante, un dominio público sin reglamentación alguna no permite responder
a todas las necesidades de las comunidades indígenas y locales, especialmente respecto de los
usos inadecuados de sus ECT. Concretamente:
i) en primer lugar, los Estados y las comunidades indígenas y tradicionales
deberían poder impedir ciertos usos de las ECT de dominio público fuera del
contexto de la comunidad cultural, por ejemplo: i) usos que insinúan
falsamente que existe un vínculo con la comunidad cultural; ii) usos
despreciativos, injuriosos, difamatorios, ofensivos y engañosos; y/o iii) usos
de ECT sagradas o secretas;
ii) la legislación en el ámbito de la competencia desleal y otro tipo de
legislación de protección del consumidor y la legislación en materia de
comercialización parecen responder a muchas de las necesidades de las
comunidades indígenas y locales a este respecto. Un ejemplo pertinente de
legislación para fomentar la veracidad en las actividades de comercialización
es la Ley Indígena de Artes y Oficios de los Estados Unidos de Norteamérica,
que se describe en otra sección del presente documento. La ventaja de la
legislación en materia de competencia desleal es su flexibilidad. Asimismo, es
un concepto que ya está establecido ante los tribunales por lo que es más
probable que pueda aplicarse eficazmente. La naturaleza de la protección
mediante la legislación de competencia desleal se explica en otra sección del
presente documento;
iii) en los casos en que no pueda aplicarse la legislación sobre competencia
desleal, podrían establecerse registros nacionales e incluso un registro
multilateral para que las comunidades registren aquellas ECT cuyos usos no
deberían permitirse. La ventaja del registro es que permite proteger cada ECT
por separado y las expresiones que las comunidades consideren dignas de
protección y a cuyo registro den prioridad. Con un registro anticipado se gana
en precisión y en certidumbre, a diferencia de los sistemas de protección más
generales;
iv)
en segundo lugar, los conflictos entre el derecho de autor y otros derechos
de P.I. sobre expresiones culturales contemporáneas inspiradas en la tradición y
las responsabilidades y usos y costumbres de los pueblos indígenas exigen un
examen más detenido, cuyos resultados pueden aportar ideas sobre las medidas
necesarias para solucionar dichos conflictos.
(Véase el diagrama 2 que figura en las páginas siguientes, en el que se trata de
ilustrar un sistema basado en esos elementos fundamentales).
46. No obstante, éstos no son los únicos modelos de actuación posibles, y en las
presentaciones efectuadas durante la cuarta sesión del Comité se reflejó la diversidad y
variedad de planteamientos al respecto. Parece que ni las normas de P.I. vigentes ni las
Disposiciones Tipo de 1982 son suficientes de por sí a la hora de atender las necesidades y
expectativas de las comunidades indígenas y locales, y que es conveniente poner a prueba
modelos alternativos, combinando las medidas aplicables en el marco de la P.I. y otro tipo de
medidas. A este respecto, varios Estados y otros sectores interesados consideran necesario
crear nuevas disposiciones, directrices o recomendaciones que sirvan de modelo para ayudar a
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 20
los Estados y a las organizaciones regionales a establecer sistemas eficaces y armonizar los
nuevos sistemas nacionales que reflejan distintos planteamientos. La participación de las
comunidades afectadas y de los depositarios de las ECT es fundamental para el desarrollo de
este tipo de políticas.
Diagrama 2
ECT contemporáneas
Interpretaciones o ejecuciones de
ECT (WPPT, 1996)
ECT ya existentes
Derecho de autor y
derechos conexos
(Dominio público)
Propiedad Industrial
(marcas, diseños
industriales, indicaciones
geográficas)
Protección preventiva de las ECT en ciertos casos:
legislación sobre competencia desleal y protección
del consumidor y/o sistema de registro
47. Para proteger las ECT podría contemplarse un conjunto de soluciones que combinen los
derechos de P.I. con las opciones sui generis mencionadas anteriormente. En el resto del
documento se examinan más atentamente cuáles son las opciones más convenientes, desde la
perspectiva de la propiedad intelectual y de las políticas culturales pertinentes.
II.
¿QUÉ SON LAS “EXPRESIONES CULTURALES TRADICIONALES”?
Introducción
48. El significado y el alcance del término “expresiones culturales tradicionales” y de otros
términos que hacen en mayor o menor medida referencia al mismo tema, como las
“expresiones del folclore, la cultura indígena y la propiedad intelectual” y “el patrimonio
cultural intangible y tangible” (quizás el término más completo y amplio en alcance) siguen
siendo objeto de examen en varias instancias intergubernamentales, regionales y nacionales.
En esos términos quedan teóricamente incluidos costumbres, tradiciones, formas de expresión
artística, conocimientos, creencias, productos y procesos de producción arraigados en un gran
número de comunidades distribuidas por todo el mundo24.
49. El contexto en el que se genera y preserva el patrimonio cultural incide en gran medida
en la terminología utilizada, que varía en función de la región y de la comunidad cultural de la
24
En el documento WIPO/GRTKF/IC/3/9 se expone un análisis terminológico detallado.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 21
que se derive el término y su definición. Por consiguiente, lo que se considera o no parte del
“patrimonio cultural” o de las “expresiones culturales tradicionales”, para ser más específicos,
es una cuestión compleja y subjetiva que explica que no existan definiciones de esos términos
que gocen de aceptación general25.
50. Los términos “ECT” y “expresiones del folclore” se usan indistintamente en el debate
internacional sobre políticas relativas a este campo de la propiedad intelectual. Para este
documento se prefirió emplear el término neutro “expresiones culturales tradicionales” o ECT
ya que algunas comunidades han expresado sus reservas acerca de las connotaciones
negativas de la palabra “folclore”. Aunque la protección de las ECT/expresiones del folclore
suele asociarse a los conocimientos tradicionales, los conocimientos tradicionales constituyen
un concepto aparte. En el presente documento no se aborda la protección de los
conocimientos tradicionales, como los sistemas específicos de protección de estos
conocimientos en el ámbito de la ecología o la medicina.
Expresiones culturales tangibles e intangibles
51. Las “expresiones de la” cultura tradicional (o “expresiones del” folclore) pueden ser
intangibles, tangibles, o ambas cosas. En sus comentarios sobre el documento
WIPO/GRTKF/IC/4/3, los Estados Unidos proporcionan varios ejemplos de expresiones
culturales tradicionales en las que se combinan elementos tangibles e intangibles: colchas
afroamericanas de retales en las que figuran episodios de la Biblia; la práctica del
“mummering” en Newfoundland durante el período navideño cuando los aldeanos juegan a
las charadas, tocan música, comen, beben, bailan y se disfrazan; y los “indios” del
Mardi Gras en Nueva Orleans que constituyen un verdadero ejemplo de elementos tangibles
(disfraces, instrumentos, carrozas) e intangibles (música, canciones, baile y canto) del folclore
que no pueden separarse. Por otro lado, la cultura tradicional o conocimiento folclórico en
que se basa la expresión suele intangible. Por ejemplo, en una pintura sobre un viejo mito o
leyenda, el mito y la leyenda forman parte del “folclore” intangible de base, como también lo
son los conocimientos y las técnicas utilizadas para realizar la pintura, mientras que la propia
pintura es una expresión tangible de dicho folclore26.
52. A los fines de la propiedad intelectual, las expresiones culturales tradicionales abarcan
tanto componentes tangibles como componentes intangibles. Separar esos componentes sería
artificial pues cabría decir que por expresiones tangibles se entiende el “cuerpo” y por
expresiones intangibles, el “alma”, elementos que, unidos, forman un todo. Ahora bien,
puede que las expresiones tangibles requieran medidas de protección jurídica diferentes que
las expresiones intangibles.
Utilización del término “tradicional”
53. Tal como se ha indicado anteriormente, el patrimonio cultural es un proceso permanente
de producción, es decir, es un proceso acumulativo e innovador. Por naturaleza, la cultura es
orgánica y para sobrevivir precisa crecer y desarrollarse, por lo que cabe decir que la tradición
pone los cimientos del futuro. Aunque no son pocos quienes consideran que la tradición se
25
26
Véase Palethorpe y Verhulst, “Report on the International Protection of Expressions of Folklore
Under Intellectual Property Law” (estudio solicitado por la Comisión Europea), octubre
de 2000, págs. 6 a 13.
Idem.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 22
reduce a la imitación y la reproducción, la innovación y la creación son también importantes
en el marco tradicional27. Así pues, el término “tradicional” no significa “viejo” sino que las
expresiones culturales se derivan o se basan en la tradición y se identifican o asocian con un
pueblo indígena o tradicional determinado y pueden realizarse o practicarse de manera
tradicional.
54. De ahí que quepa diferenciar el patrimonio cultural “tradicional” del patrimonio cultural
moderno y en constante evolución. En otras palabras, cabe distinguir i) la cultura tradicional
de base ya existente (que cabe denominar cultura tradicional o folclore strictu sensu) y ii) las
producciones literarias y artísticas creadas por las generaciones actuales de la sociedad y
basadas en culturas o folclore tradicionales o derivadas de las mismas.
55. Esta distinción se contempla en varias leyes nacionales, como la de Túnez (en la que se
hace referencia al “folclore” a la vez que a las “obras inspiradas en el folclore”)28. En la Ley
de Derecho de Autor de Hungría de 1999 se excluyen las expresiones del folclore del ámbito
de protección abarcado por la ley pero, en virtud del párrafo 7 del Artículo 1 de la Ley, “eso
no irá en menoscabo de la protección por derecho de autor que corresponde al autor de una
obra inspirada en el folclore, de naturaleza individual y original”. Por otro lado, en la Ley
Tipo de Derecho de Autor de Túnez de 1976 se protegen, a título de obras originales, las
obras derivadas, incluidas las “obras derivadas del folclore nacional”, mientras que el propio
folclore, descrito como “obras del folclore nacional” goza de un tipo especial (sui generis) de
protección por derecho de autor.
56. Aunque quizás no sea importante habida cuenta de la naturaleza “viva” y acumulativa
del patrimonio cultural, esta distinción es pertinente en todo análisis que se realice desde el
punto de vista de la propiedad intelectual. La razón reside en que las nuevas interpretaciones
del folclore existente se prestan más a la protección mediante las leyes vigentes de propiedad
intelectual. En cambio, el folclore existente no está tan bien protegido en las leyes vigentes y
determinar si debe ser objeto de protección jurídica es una cuestión fundamental de política.
En caso afirmativo, no hay duda de que en esa esfera puede ser necesario enmendar los
derechos existentes, tomar medidas específicas para complementar los derechos existentes y/o
adoptar mecanismos o sistemas sui generis.
57. Del mismo modo que la tradición puede ser fuente de innovación para los miembros de
la comunidad cultural de que se trate o para terceros, cabe determinar otros usos de la
tradición que vienen al caso en un análisis efectuado desde el punto de vista de la propiedad
intelectual. Además de ser motor de innovación, la tradición puede ser “imitada” por terceros,
o “recreada” por miembros de la comunidad cultural. La tradición también puede
“revitalizarse” (en los casos en los que haya desaparecido) o “reavivarse” (en los casos en los
que haya caído en desuso). La innovación basada en la tradición se presta más a la protección
por propiedad intelectual que las imitaciones, la recreación o la revitalización de las
expresiones culturales tradicionales.
27
28
Véase Bergey, Barry “A Multi-faceted Approach to the Support and Conservation of Folk and
Traditional Culture”, documento presentado en el Simposio Internacional sobre la Protección y
Legislación de la Cultura Popular/Tradicional, celebrado en Beijing, del 18 al 20 de diciembre
de 2001.
Ley 94-36 de 24 de febrero de 1994 sobre la propiedad literaria y artística.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 23
Relación entre “expresiones culturales tradicionales” y “conocimientos tradicionales”
58. La protección jurídica de las ECT (o expresiones del folclore) ha sido objeto de debate
durante numerosas décadas. Remontándonos a 1967, se efectuó una enmienda en el Convenio
de Berna a fin de otorgar protección a obras no publicadas o de autores desconocidos (véase
el párrafo 73), y en 1982 se elaboraron, bajo los auspicios de la OMPI y la UNESCO, las
Disposiciones Tipo para Leyes Nacionales. Desde entonces, varias legislaciones nacionales
en materia de propiedad intelectual han incorporado dichas disposiciones y se han creado
nuevos sistemas sui generis. Por consiguiente, hasta la fecha existe una experiencia
considerable en relación con la protección jurídica de las ECT, aunque aún debe adquirirse
mayor experiencia. En los debates intergubernamentales relativos a las ECT han participado
por lo general representantes de las oficinas de derecho de autor y ministerios y
departamentos encargados de asuntos relacionados con la cultura, el patrimonio, el turismo, la
justicia y la educación. En el plano internacional, la UNESCO ha realizado una amplia labor
a favor de la salvaguarda y la preservación del patrimonio cultural y la promoción de la
diversidad cultural. Tal como se mencionó anteriormente, la mejor manera de considerar y
examinar la protección jurídica de las ECT es en relación con las políticas culturales y de
propiedad intelectual, así como con los objetivos relativos a la preservación del patrimonio
cultural, la promoción de la creatividad y la diversidad cultural.
59. El concepto de “conocimientos tradicionales surgió más recientemente en el ámbito de
las políticas en materia de propiedad intelectual. El concepto se utiliza en el contexto de la
propiedad intelectual en dos sentidos. En ocasiones se utiliza en un sentido restringido para
referirse a los conocimientos técnicos” especializados y conocimientos relacionados con la
conservación de la diversidad biológica, la agricultura, la medicina y los recursos genéticos,
entre otros ámbitos similares. En este caso, el discurso es diferente al sostenido durante
décadas en relación con las expresiones culturales, ya que se refiere principalmente a las leyes
de patentes y a los secretos comerciales, a grupos interesados distintos y a un contexto de
políticas determinado relacionado, entre otras cosas, con el medio ambiente, la agricultura, la
diversidad biológica y la salud. No obstante, el término “conocimientos tradicionales” se
utiliza en ocasiones en un sentido más amplio para referirse tanto a los conocimientos
especializados técnicos como a las expresiones tradicionales y manifestaciones de la cultura
que se plasman en la música, los cuentos, las pinturas, la artesanía, los idiomas y los
símbolos, las interpretaciones o ejecuciones y otras manifestaciones similares; es decir, las
ECT29.
60. Con frecuencia, existe una estrecha relación entre los conocimientos tradicionales
“técnicos” y las expresiones artísticas tradicionales. Varios participantes en el Comité han
destacado30 la naturaleza holística de los sistemas culturales y de conocimientos tradicionales,
así como la necesidad de reconocer las complejas relaciones que existen entre la identidad
social y cultural de una comunidad y los componentes específicos de su base de
conocimientos, en la que pueden interactuar los conocimientos técnicos especializados, las
29
30
Esta cuestión se debate en profundidad en los documentos WIPO/GRTKF/IC/5/12
y WIPO/GRTKF/IC/5/8.
Por ejemplo, el Brasil (WIPO/GRTKF/IC/3/17, párrafo 220) y Tailandia
(WIPO/GRTKF/IC/3/17, párrafo 187); véase el debate que figura en el
documento WIPO/GRTKF/IC/5/12, párrafo 36 y el documento WIPO/GRTKF/IC/5/8, a partir
del párrafo 104.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 24
expresiones culturales y las formas narrativas tradicionales, prácticas ecológicas tradicionales
y distintos aspectos del estilo de vida y de los sistemas espirituales, de modo que cualquier
intento por aislar y definir independientemente elementos particulares de los conocimientos o
de la cultura puede ser causa de inquietud y preocupación. Un enfoque para abordar estas
inquietudes consiste en distinguir claramente entre el carácter holístico e interrelacionado de
los conocimientos y la cultura tradicionales subyacente en tanto que materia susceptible de
protección, y los mecanismos jurídicos destinados a otorgar formas específicas de protección
jurídica a ese material (véase el debate paralelo que figura en los
documentos WIPO/GRTKF/IC/5/12, a partir del párrafo 36, y WIPO/GRTKF/IC/5/8, a partir
del párrafo 32).
61. No obstante, se han expresado inquietudes acerca de la inclusión de las expresiones
culturales en el concepto general de “conocimientos tradicionales”. Habida cuenta de la
imprecisión del ámbito de los conocimientos tradicionales, esto podría conducir a una falta de
contexto para la protección de las expresiones culturales, ya que puede concernir a un
conjunto distinto de grupos interesados e instrumentos jurídicos, así como a la pérdida de gran
parte de la labor realizada en relación con las expresiones culturales y el folclore. La
protección de las ECT puede precisar asimismo que se tomen en consideración políticas
culturales y de propiedad intelectual diferentes, y con frecuencia concierne a autoridades
nacionales distintas de las oficinas de propiedad industrial o las autoridades encargadas del
medio ambiente o la agricultura, concernidas por los recursos genéticos y los conocimientos
tradicionales técnicos. Varios participantes del Comité han solicitado que se consagre más
tiempo a las cuestiones específicas relacionadas con las ECT (propuesta refrendada asimismo
por el Canadá en sus comentarios relativos al documento WIPO/GRTKF/IC/4/3).
62. Varios Estados y otros sectores interesados han sostenido que, aunque reconocen los
vínculos que existen entre ellos, las ECT y los conocimientos tradicionales técnicos deberían
abordarse de manera paralela y complementaria, al menos desde el punto de vista
metodológico. Por ejemplo, en la tercera sesión del Comité, la Unión Europea y sus Estados
miembros afirmaron que “el Comité debería continuar trabajando para definir los límites entre
conocimientos tradicionales y folclore…y [recomendó] que se examinaran diferentes vías
jurídicas que pudieran complementar el examen de esos dos elementos…[la Delegación
consideró] necesario definir el ámbito de los conocimientos tradicionales en lo concerniente a
la biodiversidad, y propuso acordar protección a las expresiones del folclore y las artesanías a
través de otras medidas”31. Las Delegaciones del Canadá,32, China33, Venezuela34 y los
Estados Unidos de América35 expresaron opiniones similares.
63. Una manera útil de explicar la relación que existe entre los conocimientos tradicionales
técnicos y las ECT consisten en determinar las diferencias que existen entre los mismos
utilizando los términos y la lógica de las distintas formas de protección de la propiedad
intelectual (véase al respecto, el debate que figura en el párrafo 41 del
documento WIPO/GRTKF/IC/5/12). Así pues, por ejemplo, habida cuenta de que ciertas
formas de protección de la propiedad intelectual abarcan el contenido de los conocimientos
(particularmente las patentes y los secretos comerciales), puede considerarse que la protección
31
32
33
34
35
WIPO/GRTKF/IC/3/17, párrafo 218.
Párrafo 235.
Párrafo 242.
Párrafo 286.
Párrafo 254.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 25
de los “conocimientos tradicionales” se refiere a la protección del contenido o la sustancia de
los conocimientos especializados tradicionales, las capacidades, las prácticas y las enseñanzas
tradicionales. Por otra parte, el derecho de autor, los derechos conexos y los derechos
relativos a los diseños protegen formas o expresiones específicas de conocimientos
tradicionales. Por consiguiente, puede considerarse que la protección de las “expresiones
culturales tradicionales” se refiere a la protección de las expresiones de los conocimientos
tradicionales. Del mismo modo, las marcas, las indicaciones geográficas y las marcas
colectivas y de certificación protegen signos distintivos, símbolos e indicaciones, con lo que
se crea una tercera categoría de materia susceptible de protección de los conocimientos
tradicionales; a saber, la reputación, los signos, las indicaciones y los símbolos tradicionales.
Estas categorías son generales y los límites entre ellas bastante difusos. Del mismo modo en
que formas distintas de propiedad intelectual pueden duplicarse e imbricarse en relación con
la misma creación, pueden aplicarse simultáneamente distintas formas de protección de la
propiedad intelectual a los distintos elementos subyacentes de la misma creación o innovación
tradicional. Por ejemplo, numerosos productos artesanales poseen calidades tanto técnicas
como estéticas, y pueden ser protegidas por una combinación de las leyes sobre propiedad
industrial, el derecho de autor o ambas. Este hecho es predecible y no se aplica únicamente a
las creaciones e innovaciones “tradicionales” (por ejemplo, los programas informáticos
pueden ser protegidos tanto por las patentes como por el derecho de autor). Por ello, la Guía
Práctica que elabora actualmente la Secretaría abordará tanto las expresiones culturales
tradicionales como los conocimientos tradicionales conexos (conocimientos especializados
técnicos).
64. Una manera similar aunque más básica de proceder consiste en considerar las ECT y los
conocimientos tradicionales técnicos como subconjuntos de los “conocimientos tradicionales”
en su sentido más amplio. Algunas ECT pueden describirse como expresiones culturales de
los conocimientos tradicionales (o como conocimientos tradicionales expresados en formas
culturales), mientras que los conocimientos tradicionales técnicos se componen del contenido
o de los conocimientos y aptitudes especializados de los conocimientos tradicionales. Este
enfoque permite aplicar un tratamiento diferenciado cuando resulte apropiado, reconociendo
simultáneamente la relación que existe entre ambos en tanto que categorías de conocimientos
tradicionales. Éste es precisamente el enfoque adoptado por la Secretaría de la OMPI, por
ejemplo a los fines de las misiones exploratorias. En otros documentos paralelos relativos a
los conocimientos tradicionales se examina más detalladamente esta distinción (por ejemplo,
el documento WIPO/GRTKF/IC/5/8, a partir del párrafo 18).
65. El hecho de que se haya reconocido que las expresiones culturales merecen ser
consideradas en paralelo con los debates conexos relativos a los conocimientos tradicionales
es positiva a fin de que se considere la protección jurídica de las expresiones culturales en el
contexto de las políticas y objetivos pertinentes, y de que se basen en la labor previa en esta
esfera, tomen en consideración los sistemas pertinentes de propiedad intelectual (en particular
el derecho de autor y los derechos conexos, aunque sin limitarse a los mismos) y conciernan a
los grupos interesados pertinentes. En el futuro podrá considerarse la posibilidad de que el
Comité cree un grupo de trabajo subsidiario u otro órgano subsidiario en el que se aborden en
particular cuestiones específicas como las ECT y se presenten informes al Comité, y en el que
podrían participar expertos culturales y representantes de las oficinas de derecho de autor y
otros departamentos pertinentes, así como organizaciones intergubernamentales y no
gubernamentales pertinentes. Habida cuenta del continuo interés que despierta esta cuestión
en el Comité Permanente de la OMPI de Derecho de Autor y Derechos Conexos, los
documentos e informes de dichos órganos subsidiarios y del Comité podrían distribuirse a
título informativo.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 26
Descripción operativa de las expresiones culturales tradicionales
66. Si bien no constituye una definición como tal, puede considerarse una descripción
operativa de las expresiones culturales tradicionales si se utiliza la descripción de folclore que
figura en las Disposiciones Tipo de 1982 como punto de partida:
“[…] se entiende por “expresiones culturales tradicionales” las producciones integradas
por elementos característicos del patrimonio artístico tradicional desarrollado y
perpetuado por una comunidad de [nombre del país] o por individuos que reflejen las
expectativas artísticas tradicionales de esa comunidad, en particular:
a)
las expresiones verbales, tales como: los cuentos populares, la poesía popular y
los enigmas, los signos, los símbolos y las indicaciones;
b)
las expresiones musicales, tales como: las canciones y la música instrumentales
populares;
c)
las expresiones culturales, tales como: las danzas y representaciones escénicas
populares y formas artísticas de rituales; sea que estas expresiones estén fijadas o no en un
soporte; y
d)
las expresiones tangibles, tales como:
i)
las obras de arte popular y tradicional, tales como: dibujos, pinturas,
tallas, esculturas, alfarería, terracota, mosaico, ebanistería, forja, joyería, cestería,
labores de punto, textiles, tapices, trajes;
ii)
la artesanía;
iii)
los instrumentos musicales;
iv)
las obras arquitectónicas”.
67. En el documento WIPO/GRTKF/IC/5/12 se señala que: “Las expresiones culturales
tradicionales podrían ser utilizadas como sinónimo de las expresiones del folclore y
generalmente en concordancia con las legislaciones sui generis nacionales vigentes sobre el
folclore y las Disposiciones Tipo OMPI-UNESCO, para hacer referencia a obras o
producciones tangibles o intangibles y a formas o expresiones de conocimientos tradicionales
y del patrimonio cultural tradicional, que poseen las características del patrimonio tradicional
vinculado a una comunidad. Este planteamiento refleja la manera en que puede otorgarse
protección a las expresiones como tales, y no solamente al contenido”.
III.
BREVE HISTORIA DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL Y DE LA PROTECCIÓN
DE LAS EXPRESIONES CULTURALES TRADICIONALES
68. Gracias a anteriores actividades de la OMPI en la esfera de la propiedad intelectual y de
las ECT, varias de las cuales se realizaron en colaboración con la UNESCO, en los últimos
30 años se han identificado y, en ocasiones, intentado abordar varias necesidades y cuestiones
jurídicas, conceptuales, operativas y administrativas relacionadas con la propiedad intelectual
y las ECT.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 27
Protección internacional para las “obras no publicadas” en el Convenio de Berna para la
Protección de las Obras Literarias y Artísticas (1967)
69. La Conferencia Diplomática de Estocolmo de revisión del Convenio de Berna para la
Protección de las Obras Literarias y Artísticas (el “Convenio de Berna”), celebrada en 1967,
constituyó un primer intento por proteger el folclore mediante el derecho de autor en el plano
internacional. Como resultado, el Artículo 15.4) de las Actas de Estocolmo (1967) y París
(1971) del Convenio de Berna contiene la siguiente disposición:
“4)a) Para las obras no publicadas de las que resulte desconocida la identidad del autor
pero por las que se pueda suponer que él es nacional de un país de la Unión queda
reservada a la legislación de este país la facultad de designar la autoridad competente
para representar a ese autor y defender y hacer valer los derechos del mismo en los
países en la Unión.
b)
Los países de la Unión que, en virtud de lo establecido anteriormente, procedan a
esa designación, lo notificarán al Director General [de la OMPI] mediante una
declaración escrita en la que se indicará toda la información relativa a la autoridad
designada. El Director General comunicará inmediatamente esta declaración a todos los
demás países de la Unión”.
70. Este artículo del Convenio de Berna, de conformidad con las intenciones de la
Conferencia de revisión, implica la posibilidad de conceder protección a las ECT. Su
inclusión en el Convenio de Berna responde a las demandas de protección internacional
específica para las ECT formuladas en aquel momento36.
Aprobación de la Ley Tipo de Túnez sobre el Derecho de Autor para los Países en Desarrollo
(1976)
71. En 1971 se revisó el Convenio de Berna, a fin de satisfacer las necesidades específicas
de los países en desarrollo y de facilitar el acceso de los mismos a las obras extranjeras
protegidas por el derecho de autor, garantizando al mismo tiempo la protección internacional
adecuada de sus propias obras. Se consideró apropiado dotar a los Estados con una ley tipo
destinada a prestarles asistencia en la adaptación de sus legislaciones nacionales a las normas
del Convenio.
72. Así, pues, en 1976, el Comité de Expertos Gubernamentales nombrados por el Gobierno
tunecino, que se reunió en Túnez del 23 de febrero al 2 de marzo de 1976, aprobó la Ley Tipo
de Túnez sobre el Derecho de Autor para los Países en Desarrollo, con la asistencia de la
OMPI y de la UNESCO. La Ley Tipo de Túnez prevé protección específica para obras del
folclore nacional. Dichas obras no necesitan plasmarse en forma material para recibir
protección, y su protección no tiene límite temporal37.
36
37
Véase Ficsor, M., “Attempts to Provide International Protection for Folklore by Intellectual
Property Rights”, documento presentado en el Foro Mundial OMPI–UNESCO sobre la
protección del folclore, celebrado en Phuket (Tailandia), del 8 al 10 de abril de 1997, pág. 17;
Ricketson, S., The Berne Convention for the Protection of Literary and Artistic Works:
1886-1986 (Londres, 1987) págs. 313 a 315. Unicamente un país, la India, procedió a la
designación mencionada en el Artículo.
Véase en particular el Artículo 1 (5bis) y el Artículo 6 de la Ley Tipo de Túnez.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 28
Las Disposiciones Tipo (1982)
73. Las Disposiciones Tipo para Leyes Nacionales sobre la Protección de las Expresiones
del Folclore contra la Explotación Ilícita y otras acciones lesivas fueron aprobadas en 1982
bajo los auspicios de la OMPI y la UNESCO (las Disposiciones Tipo)38.
74. Durante la elaboración de las Disposiciones Tipo, un grupo de trabajo creado por la
OMPI y la UNESCO acordó que: i) era conveniente proporcionar una protección jurídica
apropiada del folclore; ii) esa protección jurídica podía ser fomentada en el plano nacional
mediante disposiciones tipo que pasarían a formar parte de la ley; iii) esas disposiciones tipo
deberían ser lo suficientemente precisas para que pudieran aplicarse tanto en países donde no
existe ninguna legislación al respecto, como en país cuya legislación en vigor se podía seguir
desarrollando; iv) las disposiciones tipo mencionadas también deberían prever la protección
mediante el derecho de autor y los derechos conexos en los casos en que pudiera aplicarse ese
tipo de protección; y v) las disposiciones tipo para las legislaciones nacionales deberían
allanar el terreno para la protección de las creaciones del folclore en los planos subregional,
regional e internacional.
75. Las Disposiciones Tipo fueron elaboradas a la vista de la preocupación suscitada por el
hecho de que las expresiones del folclore, que representan una parte importante del
patrimonio cultural vivo de las naciones, sean susceptibles de experimentar varias formas de
explotación ilícita y otras acciones lesivas. En particular, tal como se afirma en el preámbulo
a las Disposiciones Tipo, el Comité de Expertos consideró que la divulgación del folclore
podría conducir a la explotación indebida del patrimonio cultural de una nación, que todo
abuso de naturaleza comercial o de otra índole o toda distorsión de las expresiones del
folclore eran perjudiciales para los intereses culturales y económicos de esta nación, que las
expresiones del folclore constituían manifestaciones de creatividad intelectual que merecían
ser protegidas de manera similar a la protección que se otorga a las producciones
intelectuales, y que la protección del folclore se había convertido en un medio indispensable
de fomento de su propio desarrollo, conservación y divulgación.
76. Con respecto a la aplicación de las Disposiciones Tipo, varios países las han utilizado
como base de legislaciones nacionales para la protección del folclore. Muchos de esos países
han promulgado disposiciones para la protección del folclore en el marco de sus legislaciones
sobre el derecho de autor.
Intentos por elaborar un tratado internacional (1982 a 1985)
77. Varios participantes destacaron en la reunión del Comité de Expertos Gubernamentales
que aprobaron las Disposiciones Tipo, que sería indispensable contar con medidas
internacionales para ampliar las expresiones del folclore de un país determinado más allá de
las fronteras de ese país. La OMPI y la UNESCO siguieron esas recomendaciones cuando
crearon conjuntamente un Grupo de Expertos sobre la protección internacional de expresiones
del folclore mediante propiedad intelectual, que se reunió en París del 10 al 14 de diciembre
de 1984. Se pidió al Grupo de Expertos que examinase la necesidad de una normativa
38
Véase el documento OMPI/GRTKF/IC/1/13 (Informe de la primera sesión del Comité
Intergubernamental sobre Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos, Conocimientos
Tradicionales y Folclore), párrafos 156 a 175. Véase asimismo Ficsor, M., op. cit.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 29
internacional específica sobre la protección internacional de las expresiones del folclore
mediante la propiedad intelectual, así como el contenido de un proyecto apropiado. Los
debates de la reunión del Grupo de Expertos reflejaron el reconocimiento general de la
necesidad de contar con una protección internacional para las expresiones del folclore, en
particular con respecto al uso cada vez mayor y menos controlado de esas expresiones
mediante las modernas tecnologías, más allá de las fronteras del país de las comunidades
donde se originan.
78. No obstante, la gran mayoría de los representantes consideró prematuro el
establecimiento de un tratado internacional ya que no se disponía de la suficiente experiencia
en relación con la protección de las expresiones del folclore en el plano nacional, en particular
en lo tocante a la aplicación de las Disposiciones Tipo. El Grupo de Expertos encontró dos
problemas principales: la falta de recursos apropiados para identificar las expresiones del
folclore que debían protegerse y la falta de mecanismos viables para resolver las cuestiones
relativas a las expresiones del folclore que no se encuentran en un solo país, sino en varios
países de una región. El Comité Ejecutivo del Convenio de Berna y el Comité
Intergubernamental del Convenio Universal sobre el Derecho de Autor, en sus sesiones
conjuntas celebradas en París en junio de 1985, examinaron el informe del Grupo de Expertos
y, en líneas generales, se mostraron de acuerdo con sus conclusiones. La inmensa mayoría de
los participantes consideró prematuro elaborar un tratado para proteger las expresiones del
folclore. La elaboración de un instrumento internacional debía ser realista y, por el momento,
no podía ser más que una especie de recomendación para el futuro.
Aprobación del Tratado de la OMPI sobre Interpretación o Ejecución y Fonogramas (WPPT)
(1996)
79. Los cuentos populares, poesías, canciones, música instrumental, bailes, obras de teatro y
expresiones similares del folclore siguen vivos gracias a las interpretaciones o ejecuciones
regulares. Así pues, si se amplia la protección de los artistas intérpretes o ejecutantes a los
intérpretes o ejecutantes de dichas expresiones del folclore –tal como sucede en numerosos
países– también gozarán de protección las interpretaciones o ejecuciones de dichas
expresiones del folclore. No obstante, existe un ligero problema en relación con la noción de
“artistas intérpretes o ejecutantes” (y la noción de “interpretaciones o ejecuciones” derivada
indirectamente de la noción de “artistas intérpretes o ejecutantes”), tal como figura en la
Convención Internacional sobre la protección de los artistas intérpretes o ejecutantes, los
productores de fonogramas y los organismos de radiodifusión (la “Convención de Roma”)
(1961). En virtud del Artículo 3.a) de la Convención de Roma, se entiende por “artista
intérprete o ejecutante, todo actor, cantante, músico, bailarín u otra persona que represente un
papel, cante, recite, reclame, interprete o ejecute en cualquier forma una obra literaria o
artística”(la cursiva es nuestra). Al igual que las expresiones del folclore no se corresponden
exactamente con el concepto de obras literarias y artísticas, la definición de “artistas
intérpretes o ejecutantes” en la Convención de Roma no parece aplicarse a los interpretes o
ejecutantes que interpretan expresiones del folclore.
80. No obstante, el Tratado de la OMPI sobre Interpretación o Ejecución y Fonogramas
(WPPT), que fue aprobado en diciembre de 1996, establece que, a los fines del Tratado, la
definición de “artista interprete o ejecutante” incluirá al intérprete o ejecutante de una
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 30
expresión del folclore39. Al 15 de abril de 2003, 41 Estados habían ratificado el WPPT, que
entró en vigor el 20 de mayo de 2002.
81. En la Conferencia Diplomática en la que se aprobaron, en diciembre de 1996, el WPPT
y el Tratado de la OMPI sobre Derecho de Autor (WCT), el Comité de Expertos de la OMPI
sobre un posible protocolo al Convenio de Berna y el Comité de Expertos de la OMPI sobre
un posible instrumento para la Protección de los Derechos de los Artistas Interpretes o
Ejecutantes y los Productores de Fonogramas recomendaron que “se adoptasen disposiciones
para la organización de un foro internacional, con el fin de examinar las cuestiones relativas a
la preservación y protección de las expresiones del folclore, los aspectos de propiedad
intelectual del folclore, y la armonización de los diferentes intereses regionales”40.
Foro Mundial UNESCO-OMPI sobre la Protección del Folclore (1997)
82. De conformidad con la recomendación formulada durante la Conferencia Diplomática
de 1996, se celebró en Phuket (Tailandia), en abril de 1997, el Foro Mundial UNESCO-OMPI
sobre la Protección del Folclore. Durante la reunión se examinaron numerosas necesidades y
cuestiones relacionadas con la propiedad intelectual y el folclore41. Se aprobó asimismo un
“plan de acción” en el que identificaban, entre otras, las siguientes cuestiones y necesidades:
a)
la necesidad de elaborar nuevas normas internacionales para la protección jurídica
del folclore;
b)
la importancia de alcanzar un equilibrio entre la comunidad titular del folclore y
los usuarios de las expresiones del folclore.
83. A fin de realizar progresos para satisfacer dichas necesidades y cuestiones, en el Plan de
Acción se sugería, entre otras cosas, que “se celebrasen consultas regionales…”42.
Misiones exploratorias de la OMPI (1998-1999)
84. Durante los años 1998 y 1999, la OMPI realizó misiones exploratorias a fin de
determinar, en la medida de lo posible, las necesidades y expectativas en materia de propiedad
intelectual de los titulares de conocimientos tradicionales. Entre los grupos de personas
consultadas en el curso de estas misiones se encontraban comunidades locales e indígenas,
organizaciones no gubernamentales, representantes gubernamentales, representantes del
mundo académico, así como investigadores y representantes del sector privado. A los fines
de estas misiones, se incluyeron las ECT como un subconjunto de los “conocimientos
tradicionales”43. En las “expresiones culturales tradicionales” se incluía la artesanía y otras
39
40
41
42
43
A los fines del WPPT, se entenderá por artista intérprete o ejecutante que puede gozar de
protección, todo “actor, cantante, músico, bailarín u otra persona que represente un papel, cante,
recite, declame o ejecute en cualquier forma una obra literaria o artística o expresiones del
folclore”.
Véase el documento BCP/CE/VI/16–INR/CE/V/14, párrafo 269.
Véase la publicación N. 758 de la OMPI (E/F/I).
En el Plan de Acción se indica que “ los participantes de los Gobiernos de los Estados Unidos
de América y del Reino Unido afirmaron expresamente que no se asociarán con el Plan de
Acción”.
Véase el capitulo relativo a la “Terminología” en el Informe sobre las misiones exploratorias.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 31
expresiones culturales tangibles. Gran parte de la información obtenida en dichas misiones se
relacionaba directamente o indirectamente con las ECT.
85. Las misiones exploratorias se llevaron a cabo en 28 países, entre mayo de 1998 y
noviembre de 1999. La OMPI publicó el resultado de estas misiones en un informe titulado
“Necesidades y expectativas en materia de propiedad intelectual de los titulares de
conocimientos tradicionales: Informe de la OMPI sobre las misiones exploratorias
(1998-1999)”44.
Consultas regionales OMPI-UNESCO sobre la protección de las expresiones del folclore
(1999)
86. De conformidad con la propuesta incluida en el Plan de Acción aprobado en el Foro
Mundial UNESCO-OMPI sobre la protección del folclore (1997), la OMPI y la UNESCO
organizaron en 1999 cuatro consultas regionales sobre la protección de las expresiones del
folclore45. En cada una de las consultas regionales se aprobaron resoluciones o
recomendaciones que determinaban necesidades en materia de propiedad intelectual, así como
propuestas para la labor futura, en relación con las expresiones del folclore46. Todas ellas
pueden hallarse en la Secretaría de la OMPI y en el sitio Web de la OMPI47.
Comité Intergubernamental de la OMPI sobre Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos,
Conocimientos Tradicionales y Folclore
87. A finales de 2000, los Estados miembros de la OMPI crearon un Comité
Intergubernamental sobre Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos, Conocimientos
Tradicionales y Folclore a fin de que los Estados miembros pudiesen debatir las cuestiones
anteriormente mencionadas. Los documentos de trabajo del Comité Intergubernamental
pueden obtenerse en la Secretaría, así como en el sitio Web de la OMPI48.
88. Hasta la fecha, el Comité Intergubernamental se ha reunido en cuatro ocasiones y ha
realizado progresos considerables tanto en las cuestiones de política como en lo relativo a los
vínculos prácticos que existen entre el sistema de propiedad intelectual y las inquietudes y
necesidades de los titulares de conocimientos tradicionales y custodios de culturas
tradicionales. Bajo la orientación del Comité, la Secretaría ha realizado una serie de estudios
analíticos detallados basados en amplias encuestas sobre las experiencias nacionales en esta
esfera, a fin de constituir la base para un debate internacional en materia de políticas, y ha
creado asimismo instrumentos prácticos destinados a suscitar el interés por la propiedad
intelectual entre los titulares de conocimientos tradicionales, expresiones culturales
44
45
46
47
48
Publicación 768E/F/I de la OMPI. El Informe figura asimismo en la siguiente dirección:
http://www.wipo.int/globalissues/tk/report/final/index.
Para los países africanos las consultas regionales se celebraron en Pretoria (Sudáfrica), en marzo
de 1999; para los países de Asia y el Pacífico, en Hanoi (Viet Nam), en abril de 1999; para los
países árabes, en Túnez (Túnez), en mayo de 1999; y para los países de América Latina y El
Caribe, en Quito (Ecuador), en junio de 1999. A las consultas regionales asistieron 63
gobiernos de Estados miembros de la OMPI, 11 organizaciones intergubernamentales y cinco
organizaciones no gubernamentales.
WIPO-UNESCO/FOLK/AFR/99/1; WIPO-UNESCO/FOLK/ASIA/99/1;
WIPO-UNESCO/FOLK/ARAB /99/1; WIPO-UNESCO/FOLK/LAC/99/1.
http://www.wipo.int.
http://www.wipo.int/globalissues/igc/documents/index-es.html.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 32
tradicionales (ECT) y recursos genéticos. A las sesiones del Comité asisten más de 400
representantes de Estados miembros, organizaciones intergubernamentales y organizaciones
no gubernamentales.
89. En lo tocante a las ECT, el Comité ha examinado el análisis detallado de la Secretaría
sobre la utilización del sistema de propiedad intelectual en vigor y los sistemas sui generis
para proteger jurídicamente las ECT (documentos WIPO/GRTKF/IC/3/10 y
WIPO/GRTKF/IC/4/3). Este análisis se basa en las experiencias nacionales de 66 Estados
miembros, compiladas mediante un cuestionario distribuido por la OMPI en 2001, y un
conjunto de estudios de casos entre los que se cuenta un estudio práctico de casos reales en los
que indígenas australianos han solicitado protección mediante propiedad intelectual para sus
ECT. Estos últimos estudios se titulan “Minding Culture – Case Studies on Intellectual
Property and Traditional, Cultural Expressions”49 y figuran asimismo en el sitio Web de la
OMPI y como documento WIPO/GRTKF/IC/Study2. Asimismo, la OMPI ha publicado un
estudio sobre experiencias prácticas en la India, Indonesia y Filipinas. El Comité ha recibido
información detallada de la Federación de Rusia, Nueva Zelandia, Nigeria, Panamá, Túnez y
la Secretaría General de la Comunidad del Pacífico sobre sus recientes experiencias
legislativas en relación con la protección jurídica de las ECT.
90. Tal como decidió el Comité, la OMPI elabora actualmente una guía práctica sobre la
protección jurídica de las ECT y los conocimientos tradicionales conexos (de la que este
documento es precursor), y realiza un estudio práctico sobre la relación que existe entre los
derechos de propiedad intelectual y los sistemas de protección consuetudinarios e indígenas.
Los resultados de este estudio se incluirán en la Guía Práctica.
IV. LAS EXPRESIONES CULTURALES TRADICIONALES EN TANTO QUE
ACTIVOS ECONÓMICOS Y CULTURALES
91. La preservación y la protección del patrimonio cultural y de las ECT es importante para
los pueblos de todo el mundo, ya que se refiere fundamentalmente a la protección del
patrimonio intangible y la cultura mundiales para que puedan ser transmitidos a las
generaciones futuras. La pérdida de patrimonio cultural es una tragedia para los pueblos y
comunidades que dependen para su supervivencia de la integridad de sus sistemas culturales y
de conocimientos. Así pues, aunque gran parte de su patrimonio cultural no tenga potencial
comercial alguno, no por ello es menos digno de respeto o protección.
92. No obstante, el patrimonio cultural constituye con frecuencia una fuente de creatividad
e innovación, y la protección adecuada de las expresiones y manifestaciones de las culturas
tradicionales pueden contribuir a la prosperidad de los creadores tradicionales o al desarrollo
económico de una comunidad. Estos tipos de activos de conocimiento han sido pasados por
alto en la comunidad de la propiedad intelectual hasta hace poco y en ese sentido pueden
calificarse de activos intelectuales tradicionales a la vez que nuevos. Las innovaciones y las
creaciones basadas en la tradición, que son una parte importante del patrimonio cultural de
49
Disponible en la siguiente dirección:
http://www.wipo.int/globalissues/studies/cultural/minding-culture/index.html.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 33
una comunidad, pueden constituir aportes en otros mercados, como el de espectáculo, el arte,
el turismo, la arquitectura y la moda50.
93. El valor comercial de las ECT en relación con las industrias culturales tiende a
concentrarse en las artes y la artesanía, el turismo cultural, la música, los multimedios y la
edición, la arquitectura y la moda. Lamentablemente, existen muy pocos datos económicos
sobre el valor de la contribución de las ECT a estas industrias. Ahora bien, existen algunos
ejemplos (al igual que en el resto del documento, se invita a los participantes del Comité a
suministrar a la Secretaría de la OMPI ejemplos e información adicionales):
a)
Tal como se pone de manifiesto en un reciente informe australiano, publicado por
el Departamento Australiano de Comunicaciones, Artes y Tecnologías de la Información, las
artes visuales y la artesanía son una fuente importante de ingresos para los artistas y las
comunidades indígenas, y el nivel de protección mediante derecho de autor y otros derechos
de propiedad intelectual del que gozan reviste la máxima importancia para estos artistas y
comunidades. Se estima que las artes visuales y la artesanía indígena generan un volumen de
negocios de aproximadamente 130 millones de dólares de los EE.UU. en Australia, del que
los pueblos indígenas reciben aproximadamente 30 millones de dólares de los EE.UU. como
remuneración51;
b)
Un programa gubernamental para paliar la pobreza “invertir en culturas”,
destinado al pueblo Khomani San de Sudáfrica está revitalizando la producción de artesanía
de la comunidad y permite a la misma generar por primera vez sus propios ingresos a partir de
la artesanía. Los miembros más ancianos de la comunidad transmiten sus conocimientos a los
miembros más jóvenes, revitalizando así saberes tradicionales que se encontraban en peligro
de extinción. Gracias a su artesanía tradicional, los miembros de la comunidad experimentan
un sentimiento creciente de identidad cultural, cohesión social y orgullo por su cultura. Si
bien anteriormente dependían completamente de las subvenciones gubernamentales,
actualmente cada artesano de la región gana 600 dólares de los EE.UU. al año, lo que
constituye una verdadera fortuna para esta empobrecida comunidad. La comunidad considera
actualmente la posibilidad de introducirse en mercados locales y extranjeros más sofisticados,
en los que poder vender sus productos a precios más elevados52. La comunidad está
interesada actualmente en utilizar los derechos de propiedad intelectual para proteger su
artesanía. Las marcas e indicaciones geográficas podrían resultar particularmente apropiadas;
c)
Una empresa sudafricana, Buy Africa, ayuda a los artesanos y mujeres locales a
comerciar sus productos por medio de Internet, ayudándoles a introducirse en el mercado de
la exportación y suministrar al mundo artesanía y productos típicos sudafricanos. Los
encargos de dicha artesanía se hacen en línea por medio de Buy Africa53;
50
51
52
53
Por ejemplo, véase asimismo el Study on International Flows of Cultural Goods, de la
UNESCO, 1980-98, París, 2000, en la siguiente dirección:
http://www.unesco.org/culture/industries/trade/html_eng/question3.shtml.
Informe relativo a la encuesta sobre las artes visuales y la artesanía contemporáneas, Australia,
2002, págs. 116 y 135.
Información recibida del Departamento de Deportes, Arte y Cultura, Gobierno Provincial de
Northern Cape (Sudáfrica).
Matlou, Jubie “Rural arts and crafts go global” Mail and Guardian: http://archive.mg.co.za;
véase asimismo la siguiente dirección; www.buyafrica.com.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 34
d)
La música tradicional ha cautivado en los últimos años la imaginación del
público, lo que se refleja en el gran éxito cosechado por este tipo de música. Los avances
tecnológicos de las técnicas de grabación, el crecimiento de la industria de la música y el
gusto por la música tradicional se combinan para crear un inmenso mercado para sonidos
nuevos y diversos. Los discos Graceland y Rhythm of the Saints, que grabó Paul Simons
en 1986 y 1990, utilizando música africana y latinoamericana, respectivamente, pusieron de
manifiesto las increíbles ganancias que se generaban cuando músicos occidentales
incorporaban sonidos no occidentales en sus canciones. Graceland permaneció durante 31
semanas en la lista de discos más vendidos y se han vendido más de 3,5 millones de copias en
todo el mundo54. Del disco Rhythm of the Saints se vendieron 1,3 millones de copias durante
los primeros cuatro meses de su lanzamiento55.
V.
EJEMPLOS DE APROPIACIÓN Y APROPIACIÓN INDEBIDA
94. Sobre la base de las misiones exploratorias que realizó la OMPI en 1998 y 1999, las
respuestas al cuestionario y otros documentos sobre el folclore que se exponen en estas líneas
son concretos y ofrecen ejemplos específicos de expresiones culturales tradicionales para la
que se solicitó protección jurídica56.
i) Hay casos de pinturas realizadas por miembros de comunidades indígenas que han
sido reproducidas por personas ajenas a esa comunidad en alfombras, telas, camisetas, trajes y
otros accesorios, así como en tarjetas de felicitación, distribuyéndose y poniéndose a la venta
ulteriormente. Entre los ejemplos de ese tipo de casos están los que expone Australia en su
respuesta al cuestionario sobre el folclore, recogidos también en el informe final
(WIPO/GRTKF/IC/3/10)57. Varios de esos casos son también objeto de examen en el estudio
publicado por la OMPI “Minding Culture: Case Studies on Intellectual Property and
Traditional Cultural Expressions”58. No faltan tampoco los casos en que se han fotografiado
pinturas corporales y reproducido “petroglifos”, es decir, pinturas realizadas en rocas (entre
otras cosas, mediante la fotografía), a cargo de personas ajenas a las comunidades indígenas,
que ulteriormente distribuyen y ponen en venta esas obras. En el estudio “Minding Culture”
se reseñan también esos casos. En otro ejemplo, el Museo Olímpico de Lausana publicó en su
sitio Web tres obras de arte aborígenes australianas, con ocasión de los juegos olímpicos de
Sydney en 2000, sin pedir autorización a los artistas y alentando a los visitantes de su sitio
Web a que descargasen las obras de arte como fondo de pantalla. El acto resultaba ofensivo
para los artistas, dos artistas balgo consagrados, cuya obra revestía una importancia cultural
considerable y se relacionaba con su conocimiento de la tierra. Las obras aborígenes fueron
54
55
56
57
58
Sherylle Mills, “Indigenous Music and the Law: An Analysis of National and International
Legislation,” Yearbook for Traditional Knowledge Music, 1996, pág. 57.
Ídem.
El traslado de objetos sagrados y ceremoniales (bienes culturales muebles) no se aborda en este
documento. Estas cuestiones son menos pertinentes desde el ángulo de la propiedad intelectual
y entran más en el ámbito de las leyes sobre el patrimonio cultural, la arqueología y la
antropología. Con estos ejemplos se pretende ilustrar los distintos tipos de ECT para los que
solicita protección. No todos los Estados convienen en que se otorgue protección mediante
propiedad intelectual a cada una de las ECT.
Véase el documento WIPO/GRTKF/IC/3/10, párrafo 126.
“Minding Culture: Case Studies on Intellectual Property and Traditional Cultural Expressions,”
de Terri Janke. Disponible en la siguiente dirección:
http://www.wipo.int/globalissues/studies/cultural/minding-culture/index.html.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 35
retiradas del sitio Web y tras ciertas negociaciones relativas a la infracción del derecho de
autor y los derechos morales, se llegó a un acuerdo gracias al cual los artistas recibieron una
suma de dinero por la infracción, una carta de excusas firmada por el Presidente del la
Fundación del Museo Olímpico, en la que reconocía la infracción del derecho de autor y los
derechos morales y se excusaba por los perjuicios culturales causados. Las excusas se
publicaron asimismo en el sitio Web del Museo Olímpico59.
ii) Se han hecho grabaciones, adaptaciones y arreglos de canciones y música tradicional,
que luego se han representado o comunicado al público, incluso por Internet. En la actual era
digital, lo único que necesita un músico es una computadora y un pequeño estudio para tener
acceso y mezclar música de todas partes del mundo. Los archivos de música gratuita
permiten descargar música tradicional en la computadora persona, música que luego puede
almacenarse como información digital que puede transferirse a otros ficheros sonoros (es
decir, nuevas composiciones) que pueden manipularse conforme a la creatividad de cada
uno60. A ese respecto, uno de los principales problemas es que la música originalmente
grabada con fines etnográficos se “samplea” y utiliza hoy en nuevas composiciones
susceptibles de protección por derecho de autor. En ocasiones esto se lleva a cabo mediante
acuerdos negociados (como el concertado para el álbum “Play” del popular artista tecno
Mbube, grabado en 1999, que “sampleó” el CD “Sound of the South” del musicólogo Alan
Lomax). Ahora bien, en otros casos, el “sampleado” se lleva a cabo sin que medie ningún
tipo de acuerdo. Gran parte de esas obras musicales se graba a partir de interpretaciones o
ejecuciones directas de música indígena o tradicional, con frecuencia sin informar a los
artistas intérpretes o ejecutantes. Uno de los ejemplos más conocidos en este sentido es
quizás el popular disco compacto “Deep Forest”, realizado en 1992, que era una mezcla de
muestras digitales de música procedente de Ghana, las Islas Salomón y comunidades
“pigmeas” africanas con ritmos “tecno-house”61. En 1995, salió el segundo álbum,
“Boheme”, en el que también se mezclaba música de Europa Oriental, Mongolia, y Asia
Oriental con música norteamericana autóctona. Los derechos sobre la conocida canción “The
Lion Sleeps Tonight”, basada en la composición “Mbube”, realizada en 1930 por el ya
fallecido compositor sudafricano Solomon Linda, siguen siendo objeto de un complejo
litigio62. Otro ejemplo reseñado es el hito musical “Return to Innocence” que el grupo
europeo Enigma grabó en 199363. Un problema relacionado con lo que se acaba de
mencionar es la composición a cargo de personas ajenas a comunidades indígenas de
canciones y música “pseudoindígena”, en el sentido de que son obras que abordan cuestiones
indígenas y/o tienen un acompañamiento rítmico que puede asociarse a la música indígena64.
59
60
61
62
63
64
Véase la carta de excusas en línea en la siguiente dirección:
http://www.olympic.org/uk/passion/museum/home_uk.asp.
Véase Sandler, Felicia, “Music of the Village in the Global Marketplace – Self-Expression,
Inspiration, Appropriation, or Exploitation?”, Discurso de doctorado, Universidad de Michigan,
2001, págs. 58 y 59.
Ídem, págs. 58 a 63; Mills, “Indigenous Music and the Law: An Analysis of National and
International Legislation” 1996 Yearbook for Traditional Music, 28 (1996), 57 a 85.
Conversación con el Sr. Owen Dean, de Spoor and Fisher Attorneys, Pretoria (Sudáfrica), 23 de
octubre de 2002. Véase también Malan, Rian “Where does the Lion Sleep Tonight”, en la
siguiente dirección: http://www.3rdearmusic.com/forum/mbube2.html (23 de octubre de 2002).
Véase “Taiwanese singer found a global audience,” Artículo publicado en el número del 2 de
abril de 2002 del Financial Times. Disponible en la siguiente dirección:
http://news.ft.com/ft/gx.cgi/ftc?pagename=View&c=Article&cid=FT3DDC52KZC&liv
(12 de agosto de 2002).
Sandler, op. cit., págs. 39 y 40.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 36
iii) Se han recogido por escrito historias y poesías de tradición oral de las comunidades
indígenas, que luego han sido traducidas y publicadas por personas ajenas a esas
comunidades, lo que plantea el problema de los derechos e intereses de las comunidades que
suministran el material en contraposición al derecho de autor conferido y ejercido por quienes
han realizado dichas grabaciones, traducciones y publicaciones.
iv) Se sabe también de instrumentos musicales tradicionales que se han transformado en
instrumentos modernos y que han recibido un nuevo nombre para luego ser comercializados o
utilizados por profesionales no tradicionales de la comunidad musical mundial o del
movimiento new age, o a los fines del turismo (como el steelpan de la región del Caribe y el
didgeridoo de las comunidades aborígenes de Australia)65. Los instrumentos musicales, como
los tambores y el didgeridoo, son también objeto de producción en serie a título de artículos
de recuerdo. Janke ha expuesto ejemplos de fabricación de didgeridoos y otros objetos fuera
de Australia, que luego se han importado al propio país y se han vendido de forma fraudulenta
como objetos locales66.
v) Los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales se han referido a la necesidad
de poder proteger los diseños incorporados en textiles, tejidos y accesorios hechos a mano que
han sido copiados y comercializados por personas ajenas a esas comunidades. Entre esos
ejemplos cabe destacar los siguientes: los amauti del Canadá; los saris de Asia Meridional,
El batik de Nigeria y Malí, el tejido kente de Ghana y otros países de África Occidental; los
sombreros tradicionales de Túnez; el huipil maya de Guatemala; los paneles mola de las
mujeres kuna de Panamá; las tapicerías y bandas textiles tejidas del Perú; los tapicería y
bandas textiles tejidas del Perú; los tapices (de Egipto, Omán, República Islámica del Irán y
otros países); las carpas (como los tradicionales tipi de América del Norte) y el calzado
(como los diseños de mocasines tradicionales de América del Norte). En su respuesta al
cuestionario sobre el folclore, Bhután informó sobre la copia y el uso de sus diseños y
modelos textiles tradicionales en telas hechas a máquina, lo que resta valor intrínseco a sus
diseños textiles y va en detrimento del oficio local del tejido característico de las mujeres de
las aldeas67. La imitación de diseños textiles tradicionales no solo genera un perjuicio
económico sino que amenaza con destruir los textiles tradicionales y los oficios basados en el
tejido. Esto es lo que sucede cuando los viajeros visitan comunidades tradicionales para
“aprender” técnicas de tejido tradicional y luego se marchan con todos esos conocimientos sin
haber obtenido el consentimiento fundamentado previo.
vi) La grabación, adaptación e interpretación pública de historias, obras de teatro y
danzas indígenas (como la danza sierra del Perú y la danza haka del pueblo maorí de Nueva
Zelandia) plantea el problema de proteger el derecho de las comunidades indígenas sobre esas
expresiones culturales.
vii) La fotografía de interpretaciones o ejecuciones en directo de canciones y danzas de
comunidades indígenas, y la ulterior reproducción y publicación de fotografías en disco
compacto, cintas, postales y en Internet (como la interpretación o ejecución de los bailarines
Wik Apalech de Australia, otro de los casos objeto de estudio en el documento “Minding
Culture”) plantean problemas similares.
65
66
67
Sandler, Felicia, op. cit., págs. 35 a 38.
Janke, op. cit., págs. 37 a 40.
Véase la respuesta de Bhután al cuestionario sobre el folclore.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 37
viii) Para surtir el mercado de objetos turísticos de recuerdo, se han reproducido, imitado
y producido en serie objetos artísticos y artesanales (como la cestería, las pequeñas pinturas y
tallas) caracterizados por estilos artísticos tradicionales, para crear artículos no tradicionales
como camisetas, toallitas, mantelitos individuales, tarjetas, posavasos, termos, calendarios y
alfombritas para el ratón de la computadora. Sobran los ejemplos de artículos artesanales que
han sido comercializados por terceros de esta manera, como el caso de los chiva de Colombia.
ix) La recopilación, el registro y la divulgación e investigación en la cultura de los
pueblos indígenas plantea un gran número de problemas para los pueblos afectados. En
primer lugar, existe el riesgo de no respetar la confidencialidad entre el etnógrafo y la persona
entrevistada (aunque esto es poco probable que suceda con etnógrafos profesionales
vinculados por códigos de ética profesional). En segundo lugar, la posibilidad de una
representación errónea de las culturas tradicionales e indígenas. Además, puede también
plantearse un problema de falta de acceso al material documental para las personas acerca de
las cuales se llevó a cabo la investigación. Por último, gran parte de la documentación sobre
las culturas indígenas y tradicionales es realizada, comercializada y está en manos de personas
ajenas a las comunidades indígenas y tradicionales68.
x) En cuanto a la imitación de artículos (como las obras de arte y artesanía) de forma
fraudulenta y su comercialización como objetos “indígenas”, existen casos de empresas ajenas
a las comunidades indígenas o tradicionales que se han servido del estilo o método de
elaboración de esos objetos. Entre los ejemplos que cabe mencionar figuran las tallas, las
telas y otras formas de artes visuales en las que se incorporan motivos o diseños indígenas o
tradicionales, y estilos musicales o de danza en los que se incorporan material, ritmos,
tempos, etc. característicos de las comunidades indígenas o tradicionales69. Como expuso el
Grupo de Países de América Latina y el Caribe (GRULAC) en el documento que presentó a
examen del Comité Intergubernamental en su primera sesión, los métodos de fabricación y el
“estilo” de los productos tradicionales están muy expuestos a la imitación:
“…Sin embargo, varios sectores representativos de comunidades y grupos creadores de
manifestaciones tradicionales de arte textil y de artesanía (alfarería, escultura, etc.) han
denunciado que sus obras y diseños industriales están siendo objeto de una copia más
sutil, pero igualmente perniciosa para sus economías, que la copia o plagio del estilo del
arte original. Algunas obras y diseños de productos textiles se producen mediante
técnicas tradicionales de considerable antigüedad. Se han producido situaciones en las
que personas ajenas al lugar de origen del arte o del diseño han acudido a dicho lugar a
fin de aprender métodos tradicionales, para luego reproducirlos en el extranjero de
manera artesanal o incluso industrial. En estos casos, los diseños tradicionales se
estilizan de manera tal que, aunque no pudiera alegarse una copia de ningún diseño u
obra específica, el estilo del producto evoca directamente a los productos originales de
la comunidad o región que los creó inicialmente”70.
68
69
70
Janke, Terri, “Our Culture, Our Future” (Informe preparado para el Australian Institute of
Aboriginal and Torres Strait Islander Studies y la Aboriginal and Torres Strait Islander
Commission, 1999), págs. 30 a 32; Sandler, op. cit., págs. 53 a 56.
Sandler, op. cit., págs. 46 a 48.
OMPI/GRTKF/IC/1/5, Anexo II, págs. 7 y 8.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 38
xi)También hay casos de uso, divulgación y reproducción no autorizados de material
sagrado o secreto, como los textiles sagrados de Coroma (Bolivia)71, y de canciones sagradas
que solo pueden representarse en un lugar concreto y con un fin específico72. En Nueva
Zelandia, los ancianos maoríes se opusieron a que se filmase una película de Hollywood cerca
del monte Taranaki, un volcán inactivo considerado como una divinidad en la mitología
maorí, que lo considera sagrado73.
xii)
Otros tantos problemas culturales y jurídicos ha planteado el uso comercial
de palabras de origen indígena por parte de entidades no indígenas, como “tohunga”, “mata
nui”, “pontiac”, “cherokee”, “billabong”, “tomahawk”, “bumerán”, “tairona”, “vastu”74,
“ayurveda”, “gayatri”, “siddhi”, “yoga”, y “rooibos” 75. En el reciente caso “tohunga”, Lego,
una empresa danesa de juguetes, se enfrentó con el pueblo maorí de Nueva Zelandia. Varios
juguetes de una nueva serie creada por esa empresa fueron bautizados con nombres maoríes y
polinesios, en particular “tohunga”, que significa curandero espiritual tradicional. Dado que
el problema no estaba relacionado con el registro de marcas, no cabía aplicar la legislación
sobre marcas, aún cuando los maoríes consideraban que ese uso particular de su idioma era
inadecuado y ofensivo. A raíz de una serie de iniciativas tomadas por grupos maoríes en los
que denunciaba la explotación de sus derechos culturales, se supo que Lego, aunque alegaba
que consideraba no haber hecho nada ilegal, había reconocido la necesidad de tener en cuenta
esas reivindicaciones culturales en futuras actividades76. Según se ha informado,
representantes de grupos maoríes y de Lego se han reunido para examinar la posibilidad de
elaborar un código internacional de conducta destinado a las empresas de fabricación de
juguetes77. Recientemente la comunidad maorí ha formulado quejas en relación con el juego
Playstation 2 que, a juicio de la comunidad maorí, utiliza imaginería y patrimonio maorí.
Moana Maniapoto, cantante neozelandesa, sostiene que no puede utilizar su propio nombre en
un CD y en una gira de conciertos en Alemania, ya que el nombre “Moana” ha sido
reivindicada como marca por una tercera persona que actualmente goza de los derechos
exclusivos sobre dicho nombre en Alemania78.
71
72
73
74
75
76
77
78
Lobo, Susan, “The Fabric of Life: Repatriating the Sacred Coroma Textiles”, en Cultural
Survival Quarterly, veranos de 1991, págs. 40 y 41.
Sandler, op. cit., págs. 41a 44.
Véase “Maori elders try to scupper Cruise movie”, Telegraph, 15 de enero de 2003.
Véase “War of words: Whose Vastu is it, anyway?”, Times News Network, 28 de diciembre
de 2002.
Véase Silver, Bradley “Tempest brews over tea trademark”, The National Law Journal, 14 de
octubre de 2002 en la siguiente dirección: www.nlj.com.
“Nos ha impresionado mucho la voluntad de Lego de reconocer que se había causado un
perjuicio involuntario y de tomar medidas en ese sentido” afirma Andrew Osborn en“Maoris
win Lego battle,” artículo publicado en el número del 31 de octubre de 2001 de The Guardian,
disponible en la siguiente dirección:
http://www.guardian.co.uk/Archive/Article/0,4273,4288446,00.html.
Véase la respuesta de Nueva Zelandia al cuestionario sobre el folclore y la siguiente dirección:
http://news.bbc.co.uk/1/hi/world/asia-pacific/1619406.stm.
Véase, por ejemplo, la siguiente dirección:
http://www.law.auckland.ac.nz/learn/legalsys/daviddocs/Class11.doc.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 39
VI. ANÁLISIS JURÍDICO DE LA PROTECCIÓN DE LA PROTECCIÓN DE LAS
EXPRESIONES CULTURALES TRADICIONALES MEDIANTE DERECHOS DE
PROPIEDAD INTELECTUAL CONVENCIONALES Y MEDIDAS Y SISTEMAS
SUI GENERIS
Introducción
95. En resumen, a estas alturas del debate se perciben dos enfoques generales en el Comité
en relación con esta cuestión. Varios miembros consideran que las ECT gozan ya de la
debida protección mediante los derechos de propiedad intelectual, y que quizás habría que
añadir a esos derechos medidas específicas para responder a necesidades concretas, y que no
es necesario ni adecuado contemplar un sistema adicional y específico de protección. Otros
consideran que es necesario establecer sistemas reglamentarios específicos, ya sea para
complementar los derechos de propiedad intelectual ya existentes o para reemplazar esos
derechos por estimar que no son una forma adecuada de protección. Estos últimos se
denominan en el presente documento medidas y sistemas “sui generis”. Entre quienes opinan
que los sistemas de propiedad intelectual convencionales resultan adecuados, puede
observarse un tercer enfoque que apoya la utilización adaptada, ampliada o modificada de los
derechos de propiedad intelectual existentes cuando sea necesario para satisfacer necesidades
específicas.
96. Estos dos enfoques deben estudiarse de forma paralela sin anteponer uno a otro, como
ya señalaron varios Estados. Los dos enfoques principales no tiene por qué excluirse
mutuamente. Debería adoptarse un doble enfoque, a saber, partir de la base de que varios
aspectos principales de las ECT gozan ya de protección en virtud de determinados derechos y
mecanismos de propiedad intelectual pero puede ser necesario adoptar medidas adicionales
para complementar el sistema jurídico vigente y responde así a lo que se percibe como
lagunas en dicha protección. Una de las posibilidades es contemplar un conjunto
multifacético de opciones en relación con la protección de las ECT, recurriendo a los derechos
de propiedad intelectual y a determinados mecanismos sui generis79. En algunos casos, la
ampliación o modificación del uso del sistema de derechos de propiedad intelectual ha venido
a constituir un puente entre uno y otro enfoque. En sintonía con ese punto de vista, en el
presente documento se examinan los derechos ya existentes y los enfoques sui generis.
97. La categoría de derechos de propiedad intelectual analizados son: el derecho de autor;
las marcas, incluidas las marcas colectivas y de certificación; las indicaciones geográficas;
los diseños industriales; las patentes; la competencia desleal, incluido el fraude de imitación;
y la información no divulgada (secretos comerciales).
98. Este análisis de los sistemas convencionales de propiedad intelectual debe completarse
con la lectura de “Resúmenes comparativos de las leyes sui generis para la protección de las
expresiones culturales tradicionales” (documento WIPO/GRTKF/IC/5/INF/3).
Derecho de autor
Las expresiones culturales tradicionales como “producciones del ámbito literario y artístico”
79
Documento WIPO/GRTKF/IC/3/17, párrafos 179, 181, 189, 192, 194, 197 y 198.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 40
99. El derecho de autor protege las “obras literarias y artísticas”, como se estipula en el
Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas, de 1971 (el
Convenio de Berna)80. En el Convenio se estipula claramente que todas las producciones de
los ámbitos literario, científico y artístico quedan protegidas, y no se permite limitación
alguna debido al modo o expresión de dichas obras. En el Convenio se enumeran las obras
protegidas; la lista ilustra las obras incluidas en la definición y no es exhaustiva.
100. Gran parte de las expresiones de la cultura tradicional que desean proteger los pueblos
indígenas y las comunidades tradicionales son “producciones en el campo literario, científico
y artístico” y, por consiguiente, en principio constituyen materia susceptible de protección por
derecho de autor. Entre los ejemplos de esas producciones están: la música y las canciones,
la danza, las obras de teatro, las historias, las ceremonias y los rituales, los dibujos, las
pinturas, las tallas, la alfarería, los mosaicos, la ebanistería, la forja, la joyería, la cestería, las
obras de costura, los textiles, los tapices, los trajes, los instrumentos musicales, la
arquitectura, la escultura, el grabado, la artesanía, la poesía y los diseños.
101. El derecho de autor (los derechos patrimoniales a impedir o autorizar, entre otras cosas,
la reproducción, adaptación y comunicación al público y a terceros, y los derechos morales de
atribución e integridad) parece ser el medio adecuado para responder a muchos de los
objetivos y necesidades expresados por los pueblos indígenas y las comunidades
tradicionales. La posibilidad que se estipula en virtud del derecho de autor de recibir
compensación por el uso de las ECT, ya sea mediante el pago de regalías o mediante el pago
de daños y perjuicios por infracción, responde también a determinados objetivos y
necesidades.
Limitaciones en el uso del derecho de autor
102. Ahora bien, ¿protege el derecho de autor adecuadamente a las ECT? Varios Estados,
comunidades indígenas y locales, así como otros sectores interesados, consideran que varios
aspectos de la legislación de derecho de autor obstaculizan el potencial de ese instrumento en
lo que se refiere a la protección de las expresiones culturales tradicionales81. Se han señalado
las siguientes limitaciones de la legislación de derecho de autor:
80
81
Artículo 2.1) del Convenio de Berna: “Los términos obras literarias y artísticas” comprenden
todas las producciones en el campo literario, científico y artístico, cualquiera que sea el modo o
forma de expresión, tales como los libros, folletos y otros escritos; las conferencias,
alocuciones, sermones y otras obras de la misma naturaleza; las obras dramáticos o
dramático-musicales; las obras coreográficas y las pantomimas; las composiciones musicales
con o sin letra; las obras cinematográficas, a las cuales se asimilan las obras expresadas por
procedimiento análogo a la cinematografía, las obras de dibujo, pintura, arquitectura, escultura,
grabado, litografía; las obras fotográficas a las cuales se asimilan las expresadas por
procedimiento análogo a la fotografía; las obras de artes aplicadas; las ilustraciones, mapas,
planos, croquis y obras plásticas relativas a la geografía, a la topografía, a la arquitectura o a las
ciencias”. Véanse también los Artículos 2.3), 2.4) y 2.5), en los que se contempla la protección
de otros tipos de obras.
Documento OMPI/GRTKF/IC/1/5 (documento presentado por el Grupo de Países de América
Latina y el Caribe (GRULAC)); Documento WIPO/GRTKF/IC/3/11 (documento presentado
por la Comunidad Europea y sus Estados miembros); Respuestas al cuestionario sobre la
protección del folclore (OMPI/GRTKF/IC/2/7) y/o el cuestionario sobre la protección de los
conocimientos tradicionales (OMPI/GRTKF/IC/2/5) de Australia, Bhután, Filipinas, Hungría,
[Sigue la nota en la página siguiente]
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 41
a)
El derecho de autor protege exclusivamente las obras originales y gran parte de las
producciones literarias y artísticas tradicionales no son originales. Por ejemplo, en su
respuesta al cuestionario sobre la protección del folclore, Hungría dijo lo siguiente: no se
puede “equiparar las expresiones del folclore a obras de paternidad, por cuanto su principal
característica no es el hecho de reflejar la personalidad singular de un autor sino la
representación inmutable de las características del dominio público cultural”82.
b)
El derecho de autor requiere la identificación del creador individual o creadores
conocidos. Ahora bien, resulta difícil, cuando no imposible, identificar a los creadores de
expresiones culturales tradicionales pues esas expresiones constituyen creaciones colectivas
y/o porque a veces se desconoce el autor. Como afirman la Comunidad Europea y sus
Estados miembros en el documento “Expresiones del folclore”, que sometieron a examen del
Comité en su tercera sesión: “el derecho de autor se basa en la identificación de la persona
creadora de la obra, mientras que el folclore se distingue por el anonimato del creador de la
tradición o por el hecho de que la tradición es atributo de una comunidad”83.
c)
El concepto de “titularidad” de la legislación de derecho de autor es incompatible
con las leyes y los sistemas consuetudinarios. El derecho de autor confiere derechos de
propiedad exclusiva a los individuos, mientras que los autores indígenas deben atenerse a
normas, reglamentos y responsabilidades complejas que se prestan más a los derechos de uso
o gestión, que son de índole comunal84. Así se refiere a la compleja trama de derechos que
regulan la producción de material cultural indígena, un artista indígena, en el caso australiano
M*, Payunka, Marika and Others contra Indofurn Pty Ltd85:
“Como artista, aunque haya obtenido protección por derecho de autor para una obra de
arte específica en virtud de la legislación occidental, en lo que se refiere a las leyes
aborígenes, no tengo derecho a utilizar imágenes o historias si esa utilización puede ir
en detrimento de los derechos de los demás miembros de la comunidad Yolngu (su
clan) que puedan tener un interés directo e indirecto en esas obras. Por consiguiente,
recibo en custodia la imagen en nombre de los demás miembros de la comunidad
Yolngu que puedan tener intereses sobre la historia”86.
(También conocido como caso de los tapices, es uno de los casos estudiados en nombre de la
OMPI por Terri Janke en el documento “Minding Culture: Case Studies on Intellectual
Property and Traditional Cultural Expressions”. Estos estudios pueden consultarse en la
siguiente dirección: http://www.wipo.int/globalissues/studies/cultural/mindingculture/index.html.).
[Continuación de la nota de la página anterior]
82
83
84
85
86
Indonesia, Islas Salomón, Noruega, Nueva Zelandia, Panamá, Perú, República de Corea,
Samoa, Singapur, Viet Nam y otros.
Respuesta de Hungría al cuestionario sobre el folclore, pág. 2. Todas las respuestas pueden
consultarse en la siguiente dirección: <http://www.wipo.int/globalissues/questionnaires/ic-27/index.html>.
Documento WIPO/GRTKF/IC/3/11, pág. 3.
Véase el documento WIPO/GRTKF/IC/3/11, pág. 3; McDonald, pág. 45.
(1994) IPR 209.
Pág. 215, citado en McDonald, ibid.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 42
McDonald expone muy claramente la naturaleza de la titularidad de los derechos
culturales en virtud de las leyes consuetudinarias: la “titularidad” consuetudinaria se asemeja
a los derechos que tiene un empleado sobre las obras que crea en el marco del contrato de
empleo (ese ejemplo hace referencia a las jurisdicciones en las que se estipula la atribución
del derecho de autor al empleador sobre toda obra creada por el empleado). En sentido
amplio, se “faculta” al empleado a crear obras cuyo “titular” será el empleador; se entiende
que el empleado sólo puede utilizar o crear la obra de conformidad con la autoridad que le
confiera el empleador87.
La divergencia entre lo que se viene a llamar “titularidad” en el sentido del derecho de
autor y los derechos y responsabilidades comunales sobre el “uso” tiene mucha importancia
en casos como la concesión de licencias. En virtud de la legislación de derecho de autor, el
titular indígena del derecho de autor tiene la facultad de conceder licencias o ceder sus
derechos a terceros pero puede que no sea ése el caso en virtud de la normativa
consuetudinaria. El caso australiano Yumbulul contra Reserve Bank of Australia88 ilustra muy
bien esta cuestión.
d)
El requisito de fijación que se estipula en el derecho de autor impide la protección
de expresiones intangibles y orales de la cultura, como la danza y las canciones, a menos que
estén fijadas en algún tipo de soporte. Puede incluso que determinadas expresiones “fijadas”
no reúnan el requisito de fijación necesario, como la pintura facial y corporal89.
e)
Se arguye que la limitación del plazo de protección en virtud del derecho de autor
es inadecuada en lo que respecta a las expresiones del folclore y las culturas tradicionales. En
primer lugar, se pasa por alto la necesidad de proteger de forma perpetua las expresiones del
folclore. Además, esa limitación del plazo de protección requiere la certidumbre en cuanto a
la fecha de creación o de primera publicación de la obra, fecha que se desconoce en el caso de
las expresiones culturales tradicionales90.
El requisito de originalidad
103. Aunque en el Convenio de Berna no se estipula de forma explícita, del Artículo 2.1) se
desprende que para quedar protegidas, las obras deben ser creaciones intelectuales, requisito
que confirma el uso de esas mismas palabras en el Artículo 2.5). De ahí que en un gran
número de leyes nacionales se estipule que las obras deben ser “originales”. Ahora bien,
como ya se ha señalado, varios Estados y otras entidades consideran que ese requisito impide
la protección de las expresiones del folclore mediante el derecho de autor.
104. Pero, ¿qué se entiende realmente por “originalidad”? Ese término no está definido en
los tratados internacionales existentes en ese ámbito, y no suele estar definido en las leyes
nacionales. Se considera, antes bien, una cuestión que compete a los tribunales a la hora de
87
88
89
90
McDonald, pág. 46.
(1991) 21 IPR 481.
Véase también McDonald, pág. 42 y Ellinson, Dean “Unauthorised Reproduction”, UNSW Law
Journal, 1994, pág. 333.
Respuestas al cuestionario sobre la protección del folclore (OMPI/GRTKF/IC/2/7) y al
cuestionario sobre la protección de los conocimientos tradicionales (OMPI/GRTKF/IC/2/5) de
Hungría, Nueva Zelandia, Noruega y Viet Nam; documento WIPO/GRTKF/IC/3/11
(documento presentado por la Comunidad Europea y sus Estados miembros), pág. 3.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 43
examinar casos concretos. No obstante, no parece ser sinónimo de lo que se llama “novedad”
en la legislación sobre patentes. Aunque puede haber diferencias entre los sistemas de
Derecho codificado y los sistemas de Derecho anglosajón sobre esta cuestión, cabe afirmar
que en ambos sistemas jurídicos se considera que una obra es “original” si entraña cierto
grado de esfuerzo intelectual y no constituye una copia de la obra de terceros91.
105. Al menos en lo que se refiere a las jurisdicciones de Derecho anglosajón, para satisfacer
el requisito de originalidad se exige un nivel relativamente bajo de creatividad. Así pues, el
requisito de originalidad no tiene por qué representar un obstáculo insuperable en relación con
las formas contemporáneas de expresión de la cultura tradicional, al ser nuevas producciones
realizadas por las actuales generaciones de la sociedad e inspiradas o basadas en diseños
indígenas o tradicionales existentes. Los casos expuestos por Australia en su respuesta al
cuestionario sobre la protección del folclore son un buen ejemplo a ese respecto. Véase, por
ejemplo, el caso M* Payunka, Marika and Others contra Indofurn Pty Ltd92, en el que el
tribunal no tuvo dificultad alguna para hacer valer que las obras de arte en cuestión eran
originales:
“Aunque las obras de arte presentan la forma tradicional aborigen y están basadas en
sueños, cada una se caracteriza por un detalle y complejidad intrínsecos, señal de
grandes dotes técnicas y de originalidad”93.
106. Aunque los casos australianos mencionados tienen que ver con las artes visuales, no hay
razones para pensar que se obtendrían otros resultados en otros ámbitos, como la música.
Poca importancia parece tener que el autor de dicha obra se haya atenido a las normas
consuetudinarias a la hora de determinar cómo, cuándo y con qué fines se creó la obra; desde
un punto de vista independiente, y sobre la base del paradigma del derecho de autor, la obra
puede considerarse “original”.
107. Por consiguiente, cabe afirmar que, al menos en lo que respecta a las jurisdicciones de
Derecho anglosajón, las expresiones contemporáneas del folclore que se inspiren o están
basadas en el folclore ya existente son suficientemente originales, por lo que pueden gozar de
protección por derecho de autor, siempre que se añada una nueva expresión que trascienda la
mera reproducción de la forma tradicional de expresión.
108. En la legislación no hay diferencias en función de la identidad del autor, es decir que el
requisito de originalidad puede satisfacerse sea o no el autor de la expresión contemporánea
del folclore miembro de la comunidad cultural en la que se generó la tradición. Eso puede
perjudicar a las comunidades indígenas y tradicionales, que quizás deseen restringir la
posibilidad de que personas ajenas a sus comunidades gocen de protección por derecho de
autor para las creaciones originadas en dicha comunidad cultural. Esto plantea importantes
91
92
93
Palethorpe y Verhulst, pág. 28; Goldstein, P., pág. 161; véase también Ricketson, S., “The
Berne Convention for the Protection of Literary and Artistic Works: 1886-1986” (Londres,
1987), págs. 228 a 234.
(1994) 30 IPR 209. Este caso se conoce también con el nombre de caso de los tapices. Es uno
de los casos reseñados en los estudios realizados en nombre de la OMPI por Terri Janke con el
título “Minding Culture: Case Studies on Intellectual Property and Traditional Cultural
Expressions”, disponible en la siguiente dirección:
http://www.wipo.int/globalissues/studies/cultural/minding-culture/index.html.
(1994) 30 IPR 209, pág. 216.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 44
cuestiones de política relativas al intercambio cultural, la diversidad cultural y otros objetivos
de política cultural y de propiedad intelectual. Puede resultar preferible hallar medios para
que dicha persona adquiera ciertas obligaciones en relación con la comunidad vinculada a su
derecho de autor (como el reconocimiento expreso y/o la distribución de beneficios derivados
de la explotación del derecho de autor y/o el respeto de alguna forma de derechos morales
sobre la utilización de las tradiciones).
109. La cuestión es más compleja cuando se trata de imitaciones no originales o de meras
recreaciones del folclore existente, que probablemente no cumplen el requisito de
“originalidad”. Esas obras forman parte del dominio público desde la perspectiva del sistema
de derecho de autor. Por ejemplo, en su respuesta al cuestionario sobre la protección del
folclore, de 2001, Hungría expuso un ejemplo de jurisprudencia del Tribunal Supremo en
relación con la naturaleza de la protección concedida a las expresiones del folclore, a saber:
“En 1977, el Tribunal Supremo había dictaminado fallos sobre la cuestión de si el
“autor” conocido de un “cuento popular” había o no creado una obra individual y
original. El Tribunal consideró que, como en el caso de los cuentos populares, la
originalidad y paternidad debían juzgarse según las reglas específicas de la poesía
popular. A ese respecto, era importante tener en cuenta la constante variación de los
cuentos populares: éstos se transmiten y conservan oralmente por lo que están
expuestos a continuas modificaciones. Los narradores de cuentos no pueden
beneficiarse de protección por derecho de autor si su función en la elaboración de
cuentos no excede en los marcos tradicionales de la narración de cuentos”.
110. Análogamente, Kutty informa de un caso en Indonesia en relación con la máscara de
madera decorada que llevan los bailarines indonesios, que se fabrica y comercializa en el
mercado extranjero. Dos grupos comerciales comercializaban esos objetos artísticos. La
feroz competencia entre las dos compañías llevó a una de las partes a reivindicar el derecho
de autor sobre la máscara en cuestión. La parte afectada se opuso a la petición de la primera
compañía. El caso se saldó con el no reconocimiento del derecho de autor sobre la máscara
por considerarse que esa creación artística pertenecía al pueblo de Indonesia94.
111. Como se ha observado anteriormente, que el Estado desee ofrecer o no cierta forma de
protección a ese material que forma parte del dominio público es, ante todo, cuestión de
enfoque político.
112. El Estado tiene la posibilidad de examinar de qué forma han enfocado la cuestión de la
originalidad los sistemas sui generis existentes. Por lo general, esos sistemas no se conciben
como parte del derecho de autor strictu sensu y no exigen el requisito de originalidad. Por
ejemplo, en las Disposiciones Tipo de 1982 no se hace referencia alguna al requisito de
originalidad; de ahí que un gran número de legislaciones nacionales de derecho de autor que
han aplicado esas disposiciones no estipulen tampoco ese requisito. Análogamente, ni en la
legislación de Panamá ni en el marco regional de protección de los conocimientos
tradicionales y las expresiones culturales formulado por los países insulares del Pacífico, se
estipula requisito alguno en materia de originalidad.
94
Kutty, P. V., “Study on the Protection of Expressions of Folklore,” estudio elaborado para la
Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Disponible como documento
WIPO/GRTKF/Study 1 y en la siguiente dirección:
http://www.wipo.int/globalissues/cultural/index.html.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 45
El requisito de identificación del autor
113. El derecho de autor no sólo protege a los creadores individuales, sino también a los
grupos de creadores. De hecho, hoy es bastante frecuente que en una obra individual
protegida por derecho de autor haya intervenido más de una persona. En una única
producción puede haber varias formas de derecho de autor en manos de diferentes partes.
Ahora bien, la legislación de derecho de autor estipula la necesidad de que el creador o los
creadores puedan ser identificados. Cuando más de un autor contribuye a la expresión
original con intención de fundir sus contribuciones en un conjunto unitario, pueden
considerarse “coautores” en numerosas jurisdicciones y cada uno de ellos se considera como
titular del derecho de autor. En otros casos, en los que existen varias obras separadas
combinadas en una única producción, cada uno de los distintos creadores puede ser titular de
un derecho de autor independiente en relación con su contribución. Distintas formas de
derecho de autor, cuya titularidad pertenecerá a distintos países, pueden ser inherentes a una
producción. En cada uno de estos casos, los autores individuales conservan su propio derecho
de autor, a menos que los autores se organicen como persona jurídica (lo que, en el caso de las
ECT, puede ser una asociación, una empresa, una sociedad fiduciaria u otra entidad jurídica
que represente a una tribu o a una comunidad cultural). En las jurisdicciones en las que el
derecho de autor beneficia al empleador, si las personas que contribuyen a la obra son
empleados que crean en el marco de su empleo, el empleador será titular del derecho de autor
en primera instancia, en lugar de las personas en cuestión. Del mismo modo, habida cuenta
de que la persona jurídica que representa a la comunidad social emplea a los autores, la
persona jurídica (asociación, sociedad fiduciaria, etc.) podría ser el titular del derecho de
autor.
114. En lo tocante a las nuevas expresiones culturales, en la mayoría de los casos se puede
identificar al creador o creadores, por lo que se suele satisfacer ese requisito. Una vez más,
los casos australianos ilustran bien esta cuestión. En los casos en los que no puede
identificarse al creador, como en el caso del folclore existente, la cuestión se complica y es
probable que no se obtenga protección por derecho de autor. Ahora bien, en lo que se refiere
a la legislación de derecho de autor, en algunos casos se ha hecho gala de bastante creatividad
para responder al requisito de “identificación del autor”. Por ejemplo, en el Artículo 7.3) del
Convenio de Berna se estipula la protección de las obras anónimas y seudónimas. Ahora
bien, de la última frase del artículo se desprende que esa forma de protección no se aplica
tanto al folclore existente, a saber:
“Los países de la Unión no están obligados a proteger las obras anónimas o seudónimas
cuando haya motivos para suponer que su autor está muerto desde hace 50 años”.
115. Así pues, en el requisito de identificación del autor se parte de la existencia de un
“autor”. Aunque cabría aducir que parte de las ECT existentes fueron creadas por un “autor”
en un momento dado, en la mayor parte de los casos, lo más probable es que no hubiera ni
haya “autor” desde el punto de vista del derecho de autor. Por consiguiente, en el caso de las
ECT existentes, no se trata por lo general de obras verdaderamente anónimas, en el sentido de
que existe un autor pero se desconoce su identidad. En un gran número de expresiones de la
cultura tradicional, la paternidad no es lo suficientemente clara como para que dichas
expresiones se recojan en la legislación de derecho de autor. Ahora bien, para la protección
de las obras de autor desconocido, cabe remitirse al Artículo 15.4) del Convenio de Berna.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 46
116. Para los Estados, decidir si los grupos de individuos desconocidos pueden o no adquirir
y ejercer el derecho de autor o derechos similares sobre expresiones culturales tradicionales es
una cuestión de enfoque y opción política. Contemplar esa posibilidad en el contexto general
de la legislación de propiedad intelectual es posible, como se desprende de los sistemas
sui generis existentes:
a)
En las Disposiciones Tipo de 1982 se reconoce la posibilidad de obtener derechos
colectivos o comunitarios. Al tratarse de un sistema sui generis y no de un sistema de
derecho de autor no se hace referencia a los “autores” de las expresiones del folclore. Ni
siquiera se hace referencia directa a los “titulares” del folclore. Antes bien, se estipula que la
autorización para utilizar las expresiones del folclore debe solicitarse a una entidad (la
“autoridad competente”) establecida por el Estado (esa opción induce a pensar que el Estado
es el “autor” y/o el “titular” de los derechos sobre las expresiones) o la “comunidad
concernida” (Artículo 10). En resumen, en las Disposiciones Tipo no se exige que el “autor”
o los “autores” sean identificables.
b)
Análogamente, en la Ley Tipo de Túnez de Derecho de Autor se estipula, en lo
que se refiere a las obras del folclore nacional (en contraposición a las obras derivadas del
folclore), que los derechos concedidos sobre el folclore serán ejercidos por una autoridad
designada por el Gobierno (Artículo 6).
c)
En la legislación de Panamá se estipula la protección de los “derechos colectivos
de los pueblos indígenas”, y se dispone que las solicitudes de registro de esos derechos serán
efectuadas por “los respectivos congresos generales o las autoridades tradicionales indígenas”.
d)
En la Ley Tipo del Pacífico Sur se confieren “derechos culturales tradicionales” a
los “titulares tradicionales”, entendidos como grupo, clan o comunidad, o a un individuo
reconocido por un grupo, clan o comunidad como persona a la que se confía la custodia o la
protección de las expresiones culturales de conformidad con las leyes y prácticas
consuetudinarias de ese grupo, clan o comunidad. Esos derechos se añaden y no afectan a
ningún derecho de propiedad intelectual existente sobre las expresiones culturales.
117. Ahora bien, aunque desde el punto de vista jurídico es posible establecer mecanismos
que permitan conferir derechos a las comunidades o al Estado (eludiéndose así la necesidad
de identificar el “autor”), la eficacia de esas disposiciones depende de consideraciones
prácticas, como la capacidad de organización de las comunidades, su conocimiento de las
leyes y su acceso a las mismas, los recursos de que dispongan para gestionar y hacer valer sus
derechos, etc. A este respecto, la gestión colectiva puede desempeñar una función importante.
Conceptos de “titularidad”
118. Con este título se alude a la relación que existe entre un artista/autor individual en tanto
que titular del derecho de autor, y el artista individual como miembro de una comunidad
indígena. La diferencia de enfoques de la “titularidad” entre la legislación de derecho de
autor, por un lado, y las leyes y protocolos consuetudinarios, por otro, reviste importancia
práctica, en particular, en los casos en los que el artista indígena se beneficia y está sujeto a
las normas relativas al derecho de autor a la vez que tiene la obligación de atenerse a normas
consuetudinarias. Los derechos de propiedad intelectual confieren derechos privados de
propiedad, mientras que en el enfoque consuetudinario, ser “propietario” no significa
necesaria o exclusivamente “titular” en el sentido occidental no indígena. Desde una óptica
consuetudinaria se entiende más bien una responsabilidad para con la cultura tradicional antes
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 47
del mero derecho a excluir determinados usos por terceros de las expresiones de la cultura
tradicional, enfoque más propio de la naturaleza de un gran número de sistemas de derechos
de propiedad intelectual95.
119. El conflicto entre los derechos privados de titularidad en virtud del derecho de autor y la
titularidad comunal de los artistas y sus comunidades ha sido objeto de atención en el plano
judicial. En el caso australiano Yumbulul anteriormente mencionado, el tribunal dedujo en
conclusión lo siguiente: “el reconocimiento oficial de los intereses comunitarios aborígenes
en la reproducción de objetos sagrados es una cuestión que debe ser debidamente estudiada
por los encargados de enmendar las leyes y los legisladores”96.
120. Esta cuestión se abordó concretamente en uno de los casos que expuso Australia en su
respuesta al cuestionario sobre el folclore de 2001, a saber, el caso John Bulun Bulun contra R
and T Textiles97. Lo que nos importa en este caso es la demanda que interpuso la comunidad
a la que pertenecía el artista en el sentido de que dicha comunidad controlaba de hecho el
derecho de autor sobre la obra de arte, y que los miembros de dicha comunidad eran los
beneficiarios de la creación de la obra de arte por el artista, que era un depositario en nombre
de la comunidad. Por consiguiente, reclamaban que se les otorgara cierta forma de derecho
colectivo en relación con el derecho de autor sobre la obra, independientemente de la cuestión
de la paternidad. A título de observación incidental, el Tribunal consideró que el artista tenía
un deber fiduciario para con los miembros de su comunidad. Aunque quedó facultado a
seguir explotando la obra artística en beneficio propio, habida cuenta de su deber fiduciario, el
artista tenía la obligación de abstenerse de tomar toda medida que pudiera perjudicar a los
intereses comunales del clan sobre la obra de arte. Golvan añade:
“[El Tribunal] observó que el artista había tomado las medidas adecuadas y que, de no
haberlo hecho, el clan hubiera podido exigir que se aplicaran remedios de equidad. Así
pues, si el artista no hubiera tomado las medidas necesarias se hubieran buscado
soluciones de equidad para los beneficiarios, autorizando a estos últimos a interponer
una demanda en su propio nombre contra el infractor y el titular del derecho de autor.
En esas circunstancias, la ley impondría un fideicomiso al titular legal del derecho de
autor a favor del clan a título de beneficiarios”98.
121. Esta cuestión merece un examen más detenido. Muchos consideran que hay que
encontrar la forma de conciliar la protección por derecho de autor con las responsabilidades
consuetudinarias. Las divergencias entre la legislación de propiedad intelectual y las leyes y
protocolos consuetudinarios son uno de los motivos por los que se han creado sistemas sui
generis. En la legislación de Panamá y la Ley sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas
(Ley de la República N.º 8371), de octubre de 1997, de Filipinas se hace una referencia
directa al Derecho consuetudinario.
95
96
97
98
Véase Janke, op. cit., pág. 44.
Pág. 492.
(1998) 41 IPR 513. Este caso figura también entre los casos estudiados por Terri Janke en su
estudio “Minding Culture: Case Studies on Intellectual Property and Traditional Cultural
Expressions”, encargado por la OMPI y pronto disponible en la siguiente dirección:
http://www.wipo.int/globalissues/studies/cultural/minding-culture/index.html.
Golvan “Aboriginal Art and Copyright: An Overview and Commentary Concerning Recent
Developments”, E.I.P.R, 1999, pág. 602.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 48
122. No obstante, no falta quienes consideran que esa cuestión sólo es pertinente en relación
con los pueblos y comunidades indígenas que se rigen por leyes consuetudinarias y que no
atañen a otras comunidades tradicionales. Además, creer que existe una forma genérica de
sistemas colectivos/comunitarios basados en la costumbre podría inducir a error pues se
pasaría por alto la gran diversidad de sistemas tradicionales de propiedad, muchos de los
cuales son sumamente complejos99.
123. Cabría quizás aducir que las normas consuetudinarias no deben enfocarse de forma
diferente a las normas de otras leyes no relacionadas con la propiedad intelectual que parecen
estar en conflicto con las normas de propiedad intelectual. Por ejemplo, las leyes de
moralidad pública prohiben la publicación de fotografías pornográficas; sin embargo, en
virtud de la legislación de derecho de autor se concede al autor derechos sobre la
reproducción y publicación de las fotografías. Ahora bien, no hay conflicto alguno en este
sentido, por cuanto el derecho de autor no concede al titular la facultad de ejercer derechos;
antes bien, autoriza al titular del derecho a impedir que terceros ejerzan los derechos (o a
autorizar el ejercicio de los mismos). La facultad o no del titular del derecho de ejercer sus
derechos puede depender de otras leyes, como se desprende claramente del Artículo 17 del
Convenio de Berna:
“Las disposiciones del presente Convenio no podrán suponer perjuicio, cualquiera que
sea, al derecho que corresponde al gobierno de cada país de la Unión de permitir, vigilar
o prohibir, mediante medidas legislativas o de política interior, la circulación, la
representación, la exposición de cualquier obra o producción respecto a la cual la
autoridad competente hubiere de ejercer este derecho”.
124. Así pues, por analogía, cabe aducir que no hay “conflicto” entre el derecho de autor y
las leyes consuetudinarias pues, en caso de que las leyes consuetudinarias se reconozcan con
esos fines en la legislación nacional, el derecho de autor no faculta ni obliga a un artista
tradicional a contravenir a sus responsabilidades consuetudinarias.
125. Como se señala en el informe final sobre experiencias nacionales, estas cuestiones serán
abordadas en un estudio que realizará la Secretaría de la OMPI, estudio que fue aprobado por
el Comité en su tercera sesión. La finalidad de dicho estudio será determinar en qué
circunstancias y en qué medida puede ser necesario que el derecho de autor y otras formas de
protección que se aplican a las expresiones culturales tengan en cuenta las leyes y protocolos
consuetudinarios. Las enseñanzas que se obtengan sobre la base del estudio se integrarán en
el programa de cooperación jurídico-técnica emprendido por la Secretaría de la OMPI y en el
“Manual Práctico de la OMPI sobre la Protección Jurídica de las Expresiones Culturales
Tradicionales”.
El requisito de fijación
126. De conformidad con los principios generales internacionales, el derecho de autor
protege tanto las obras orales como las obras escritas. En el Artículo 2.1) del Convenio de
Berna se estipula que, entre los tipos de producciones protegidas por derecho de autor, están
“las conferencias, alocuciones, sermones, y otras obras de la misma naturaleza”. Aunque las
palabras “de la misma naturaleza” limiten el tipo de obras orales que pueden protegerse a las
99
Dutfield, “Protecting Traditional Knowledge and Folklore” proyecto, (UNCTAD/ICTSD),
pág. 14.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 49
obras similares a las conferencias, las alocuciones y los sermones, en el Artículo 2.2) del
Convenio se aclara que no hay obligación de que en las leyes nacionales se estipule, como
condición general para gozar de protección, la fijación en un soporte material.
127. Sin embargo, un gran número de leyes nacionales, en particular las de los países de
Derecho anglosajón, estipulan este requisito por considerar que la fijación es una prueba de la
existencia de la obra y constituye una base más clara y definida en lo relativo a los derechos.
Ahora bien, ningún tratado estipula ese requisito y en un gran número de países no se exige la
fijación; entre estos países se encuentran España, Francia y Alemania y otros países de
Derecho codificado de América Latina y otros continentes.
128. Por consiguiente, la fijación no es un requisito obligatorio de la legislación de derecho
de autor y los Estados tienen la facultad de estipular que todas las obras, en general, o las
expresiones culturales tradicionales, en particular, no precisan estar fijadas en un soporte
material para gozar de protección. Este es el caso, por ejemplo, de la Ley Tipo de Túnez
de 1976, en la que se excluye la posibilidad de exigir la fijación de las obras del folclore. Los
legisladores consideraban que, por su naturaleza, las obras del folclore suelen ser obras orales
de las que no hay constancia escrita por lo que pedir que estén fijadas como condición para
gozar de protección compromete la posibilidad de obtener esa protección y, conforme a los
comentarios sobre la Ley Tipo, entraña el riesgo de otorgar el derecho de autor a quienes fijen
esas obras. La fijación no figura como requisito en las Disposiciones Tipo de 1982, ni en la
Ley de Panamá, ni en la Ley Tipo del Pacífico Sur. De todos modos, cuando existe el
requisito de fijación, el problema sólo afecta a las expresiones intangibles del folclore. Por
otra parte, sin algún tipo de fijación, cabe el riesgo aún mayor de que terceras personas se
apropien de expresiones culturales tradicionales (no obstante, en el presente documento se
sostiene asimismo que la simple documentación de las ECT no resultaría apropiada como
estrategia de propiedad intelectual destinada a proteger mediante el derecho de autor a las
ECT).
Plazo limitado
129. El plazo de protección por derecho de autor suele ser de 50 años contados a partir de la
muerte del autor o de 70 años en algunas jurisdicciones. En el Convenio de Berna se estipula
un plazo mínimo de protección de 50 años y se reserva a los países la libertad de prever
plazos de protección más largos. Ahora bien, se considera que uno de los elementos del
sistema de derecho de autor es que el plazo de protección no es indefinido; se parte de un
plazo de protección limitado de modo que, a largo plazo, las obras pasen a formar parte del
dominio público. Ahora bien, gran parte de los pueblos indígenas y comunidades
tradicionales desean gozar de protección indefinida, por lo menos en lo que respecta a
determinados aspectos de las expresiones culturales tradicionales y, en ese sentido, el sistema
de derecho de autor no responde a sus aspiraciones.
130. La protección indefinida no es un concepto nuevo desde el punto de vista de la
legislación de propiedad intelectual100, y los Estados son libres de establecer sistemas que
100
La protección de las marcas y de las indicaciones geográficas puede ser indefinida (con sujeción
a determinadas condiciones). En la decisión que tomó en su día la Cámara de los Lores en el
caso Millar contra Taylor (4 Burr. (4ª edición) 2303, 98 Eng. Rep 201 (K.B. 1769)) se estipuló
un plazo perpetuo de protección por derecho de autor, aunque dicho principio quedó anulado a
raíz de otras sentencias que se pronunciarían ulteriormente.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 50
contemplen cierta forma de protección indefinida de las producciones literarias y artísticas,
aunque eso podría generar cierto grado de conflicto con la política general y los supuestos
jurídicos sobre el derecho de autor. En las propias Disposiciones Tipo de 1982 no se estipula
plazo alguno y lo mismo cabe decir de las legislaciones de Panamá y de la Ley Tipo del
Pacífico Sur. En lo que respecta a los Estados, adoptar o no ese enfoque es una cuestión de
política.
El derecho de autor y la protección preventiva
131. Aunque los puntos de vista expuestos hasta ahora apuntan más a la incapacidad del
derecho de autor de suministrar protección concreta, hay quien aduce que la legislación de
derecho de autor vigente adolece de lagunas que limitan la capacidad de los miembros de
comunidades indígenas y tradicionales de impedir el uso de sus producciones literarias y
artísticas por terceros (es decir, que la legislación de derecho de autor no ofrece protección
“preventiva” en el sentido descrito anteriormente).
a)
En el sistema de derecho de autor se considera que las expresiones del folclore
forman parte del dominio público pero, aunque no se pertenezca a una comunidad indígena o
tradicional, se puede adquirir el derecho de autor en relación con “nuevas” expresiones
folclóricas o expresiones folclóricas incorporadas en obras derivadas, como las adaptaciones y
los arreglos musicales.
b)
Incluso en lo que respecta a las expresiones culturales tradicionales
contemporáneas que están protegidas por derecho de autor, las excepciones que se autorizan
en virtud del derecho de autor pueden ir en detrimento de los derechos otorgados por las leyes
y los protocolos consuetudinarios; por ejemplo, en las leyes nacionales de derecho de autor se
suele estipular que las esculturas o las obras de artesanía artística expuestas con carácter
permanente en lugares públicos pueden ser reproducidas en fotografías, dibujos y por otros
medios sin autorización previa. Se ha señalado que los artistas indígenas y tradicionales no
siempre están al tanto de las consecuencias que entraña la exposición pública en determinadas
obras101. Análogamente, en las legislaciones nacionales de derecho de autor se suele autorizar
a los archivos y bibliotecas públicas y otras entidades de esa índole a realizar reproducciones
de obras literarias y artísticas y ponerlas a disposición del público. Ahora bien, en lo que se
refiere a las expresiones culturales tradicionales protegidas por derecho de autor, eso puede
plantear problemas paralelos de derechos culturales e indígenas. Por otra parte, ¿por qué no
estarían sujetas las expresiones culturales tradicionales contemporáneas protegidas por
derecho de autor a las mismas limitaciones y excepciones que las demás obras protegidas por
derecho de autor?;
c)
La protección por derecho de autor no se aplica al “estilo” o método de
elaboración; sin embargo, el método de elaboración y el “estilo” de los productos
tradicionales están particularmente expuestos a la imitación102;
d)
Las medidas de subsanación previstas en la legislación vigente no siempre son
apropiadas para disuadir infracciones en el uso de las obras protegidas por derecho de autor de
101
102
McDonald, I., “Protecting Indigenous Intellectual Property (Australian Copyright Council,
Sydney, 1997, 1998), pág. 44.
OMPI/GRTKF/IC/1/5, Anexo II, págs. 7 y 8.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 51
los artistas indígenas, y no siempre prevén una compensación por daños y perjuicios
equivalente al grado del daño cultural y no económico ocasionado por la infracción.
132. Quizás sea necesario analizar más detenidamente esta cuestión para aclarar y examinar
opciones concretas en relación con los aspectos de la legislación y práctica vigentes de
derecho de autor que se consideran incompatibles o perjudiciales en lo que respecta a los
derechos, responsabilidades y prácticas indígenas o consuetudinarios.
133. En cuanto al estilo y método de elaboración, la protección por derecho de autor no
abarca los aspectos utilitarios, los conceptos, los elementos simbólicos y otros elementos no
originales, los colores, la materia y las técnicas utilizadas para crear la obra. Se trata de un
principio fundamental bien arraigado en la legislación de derecho de autor de todos los países.
Como se aclara en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual
relacionados con el Comercio (Acuerdo sobre los ADPIC), existen límites en lo que puede
protegerse por derecho de autor, a saber: “La protección del derecho de autor abarcará las
expresiones pero no las ideas, procedimientos, métodos de operación o conceptos
matemáticos en sí”. Por consiguiente, el derecho de autor autoriza la imitación de los
elementos no originales o las ideas y conceptos subyacentes a las obras, que es una práctica
generalizada pues la creatividad se sustenta y se inspira en otras obras. Los Estados Unidos
han señalado en sus comentarios sobre el documento WIPO/GRTKF/IC/4/3, que, en virtud de
la legislación de los Estados Unidos, los elementos de estilo pueden protegerse en la medida
en que un estilo incorpore expresiones originales.
134. De ahí que, aun cuando el derecho de autor se aplicara a las nuevas expresiones
culturales basadas en la tradición, no podría impedir de por sí que el “estilo” tradicional de la
obra protegida sea copiado. A este respecto pueden ser más útiles otras ramas de la
legislación de propiedad intelectual, como la legislación en materia de competencia desleal y
el acto ilícito de imitación fraudulenta que contempla el Derecho anglosajón, aunque se
dispone de poca experiencia en la aplicación de esos conceptos a la imitación de estilos
indígenas. Esta cuestión se examina en otras secciones del presente documento. Esto puede
relacionarse con la protección de un estilo per se, como objeto de protección, o como la
protección de una connotación o representación que puede inducir a engaño que se base en la
utilización de un estilo o una imaginaría o símbolos distintivos. Esta cuestión se examina con
más detalle a continuación (véase el párrafo 202).
135. Esos problemas podrían examinarse también en el marco de sistemas sui generis, en
caso de que el Estado opte por establecer un sistema de esa índole. También podrían dar
lugar a una enmienda específica de la ley nacional de derecho de autor, aunque otorgar una
protección especial al “estilo” de las expresiones culturales tradicionales y no hacer lo mismo
con el estilo de (otras) obras plantearía problemas de orden jurídico y político.
136. Habida cuenta de que esos problemas se derivan de las importantes divergencias que
existen entre las formas consuetudinarias de “propiedad” y los derechos de propiedad
intelectual, se abordarán en el estudio que la Secretaría de la OMPI ha previsto solicitar a ese
respecto, como ya se ha mencionado.
Conclusiones
137. Los requisitos de originalidad y de identificación del autor que estipula la legislación de
derecho de autor no parecen impedir que las generaciones actuales obtengan protección para
las expresiones culturales basadas en la tradición (conocidas como expresiones culturales
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 52
contemporáneas basadas en la tradición), sean o no obra de miembros de comunidades
indígenas y tradicionales. En cuanto al requisito de fijación, en la medida en que se estipula
en determinadas leyes nacionales, impide la protección de expresiones culturales
contemporáneas intangibles (como la música, el baile y los rituales), a menos que estén
fijadas en alguna forma de soporte.
138. Por consiguiente, a modo de conclusión, cabe afirmar que la protección por derecho de
autor se aplica a las expresiones culturales tradicionales, contemporáneas y tangibles. Los
casos de Australia y el Canadá ejemplifican este hecho103. A eso cabe añadir que en los
países que no estipulan el requisito de fijación, las expresiones intangibles también quedan
protegidas. Dicho derecho de autor se confiere al autor o autores de la nueva obra que, por lo
general, deben ser identificables.
139. Ahora bien, el plazo limitado de protección y otras características del derecho de autor
(como el hecho de que no se protege el estilo o el método de elaboración, ni se tienen en
cuenta criterios basados en el patrimonio cultural particular) pueden ser un desincentivo para
que los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales soliciten ese tipo de protección.
Además, la divergencia entre los derechos del titular del derecho de autor y las
responsabilidades consuetudinarias puede plantear problemas a los creadores indígenas.
140. Por consiguiente, aunque la protección por derecho de autor es posible en determinados
casos, no siempre responde a las necesidades y objetivos de los pueblos indígenas y las
comunidades tradicionales.
141. En los Estados que no desean ofrecer protección adicional a las expresiones culturales
tradicionales al margen de la que ya se contempla en la legislación de derecho de autor, los
esfuerzos deberían centrarse en facilitar el acceso y el uso del sistema de derecho de autor por
parte de los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales. Se han formulado varias
propuestas a este respecto, entre las que se cuentan iniciativas de sensibilización, formación,
asistencia jurídica y asistencia en materia de observancia de los derechos, y el uso de la
gestión colectiva.
142. En lo que se refiere a las expresiones culturales tradicionales ya existentes y a las meras
imitaciones y recreaciones de esas expresiones, lo más probable es que no satisfagan el
requisito de originalidad y de identificación del autor. A efectos del derecho de autor, forman
parte del dominio público.
143. Los Estados que desean reforzar la protección de las expresiones culturales tradicionales
por otros medios que el derecho de autor deben determinar en qué medida se justifica
introducir determinadas enmiendas en la legislación y práctica de derecho de autor y/o
considerar la posibilidad de establecer sistemas sui generis, como ya es el caso en algunos
países.
103
Los casos australianos han sido debatidos anteriormente y figuran en los estudios de casos de la
OMPI “Minding Culture”. En el Canadá, la Ley de Derecho de Autor ha sido utilizada por
artistas, compositores y escritores aborígenes a fin de proteger sus creaciones basadas en la
tradición. Entre estas creaciones figuran tallas de madera realizadas por artistas del Pacífico,
joyería en plata de artistas haida, canciones y grabaciones de sonido de artistas aborígenes, y
esculturas de artistas inuit.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 53
144. Aunque es posible mejorar la protección que suministra el derecho de autor a las nuevas
expresiones culturales contemporáneas basadas en la tradición, mediante enmiendas en la
legislación y práctica del derecho de autor, para proteger el folclore puede ser necesario
perfeccionar las normas existentes a modo de sistema sui generis. Tal como señalaron los
EE.UU. en sus comentarios sobre el documento WIPO/GRTKF/IC/4/3, “es prácticamente
imposible otorgar ‘plena’ protección a las ECT enmendando simplemente las leyes sobre el
derecho de autor, ya que el derecho de autor por su propia naturaleza no resulta apropiado
para proteger las ECT. El derecho de autor protege únicamente las expresiones originales,
perteneciendo al dominio público obras que se han convertido en una parte intrínseca de
nuestra historia y nuestra cultura”.
Los derechos de los artistas intérpretes o ejecutantes
145. Entre los ejemplos de las expresiones culturales tradicionales para las que los pueblos
indígenas y las comunidades tradicionales desean protección se incluyen las interpretaciones o
ejecuciones tradicionales, como danzas y otras teatrales.
146. Los derechos de los artistas intérpretes o ejecutantes, tal como se reconocen en el
WPPT, de 1996, protegen las interpretaciones o ejecuciones de “obras literarias o artísticas o
expresiones del folclore”. Por consiguiente, al menos en principio, el tipo de interpretaciones
o ejecuciones para el que se desea obtener protección están protegidas por el derecho
internacional, ya sea por tratarse de obras literarias y artísticas o expresiones del folclore
(cabe destacar que la protección de las interpretaciones o ejecuciones de las obras literarias y
artísticas que establecen la Convención de Roma de 1961 y el Acuerdo sobre los ADPIC no
se limita a las obras protegidas por el derecho de autor). Al 15 de abril de 2003, 41 Estados
habían ratificado el WPPT. De ello se desprende que los intérpretes o ejecutantes de
expresiones del folclore de dichos Estados contratantes pueden gozar de protección en los
demás Estados contratantes -existe, por ende, un sistema internacional de protección para las
interpretaciones o ejecuciones de expresiones del folclore. El WPPT concede a los artistas
intérpretes o ejecutantes derechos tanto morales como patrimoniales, que figuran en los
Artículos 5 a 10 de la Convención.
147. Se ha sugerido con frecuencia que la protección de las interpretaciones o ejecuciones de
las expresiones del folclore podría, indirectamente, suministrar la protección adecuada a las
expresiones mismas del folclore. Se trata de una expectativa razonable, siempre que el artista
intérprete o ejecutante proceda de la misma comunidad cultural que el “titular” de la
expresión del folclore. En caso contrario, la expresión podría seguir gozando de protección
indirecta pero los beneficios no favorecerían a la comunidad pertinente.
148. No obstante, existen ciertos aspectos de la protección de los derechos de los artistas
intérpretes o ejecutantes que no presentan tantas ventajas desde la perspectiva de los pueblos
indígenas y de las comunidades tradicionales. Algunos de estos aspectos se plasman en el
ejemplo que figura en la sección relativa a la “Recopilación, registro y divulgación de
expresiones culturales tradicionales -el derecho de autor y los derechos conexos”. Quizás uno
de los aspectos principales sea que el WPPT no se amplía a la parte visual de las
interpretaciones o ejecuciones. Únicamente se protegen las partes auditivas; a saber, las
partes que pueden ser percibidas por el oído humano. Esto parece limitar seriamente la
utilidad del WPPT en lo tocante a las expresiones del folclore. Siguen en curso los trabajos
destinados a elaborar un instrumento para proteger las interpretaciones o ejecuciones
audiovisuales.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 54
Las marcas, incluidas las marcas colectivas y de certificación
Introducción
149. Las marcas son signos utilizados para distinguir en el mercado los bienes o servicios de
una empresa de los de otra empresa. Dichos signos pueden consistir, entre otras cosas, en
palabras, dibujos, símbolos, emblemas y formas de los productos. Los pueblos indígenas y
las comunidades tradicionales se muestran preocupados por el hecho de que empresas y
personas no indígenas utilicen sus palabras, nombres, diseños, símbolos y otros signos
distintivos en sus operaciones comerciales y los registren como marcas. Tal como se indicó
anteriormente, existen varios ejemplos notorios de utilización no autorizada de palabras,
nombres, diseños, símbolos y otros signos distintivos indígenas y tradicionales y de su
registro como marcas. Simultáneamente, los pueblos indígenas y las comunidades
tradicionales sostienen que no pueden proteger sus palabras y símbolos mediante las leyes
sobre marcas en vigor, ya que no se adaptan suficientemente a sus necesidades. Al diferenciar
las distintas formas de protección que pueden aplicarse a la materia objeto de protección de
los conocimientos tradicionales y las expresiones culturales tradicionales, en el párrafo 44 del
documento WIPO/GRTKF/IC/5/12 se observa que: “la protección también podría aplicarse
eventualmente al uso engañoso o fraudulento de conocimientos tradicionales o expresiones
culturales tradicionales, o de los signos o símbolos conexos, así como a los usos que sugieran
engañosamente que existe un vínculo con las comunidades indígenas o locales o que estas
últimas los suscriben. Esta idea sugiere que es posible establecer leyes o derechos específicos
de propiedad intelectual que definan o propaguen la reputación, los signos y los símbolos
distintivos de comunidades tradicionales y culturas indígenas (por ejemplo, las etiquetas de
autenticidad y las marcas de certificación, así como las prohibiciones del uso de determinados
términos y símbolos)”.
Registro por terceras partes de palabras, nombres y marcas indígenas como marcas de
fábrica
150. Se ha afirmado que terceras personas se apropian de palabras tradicionales e indígenas y
otras marcas con objeto de comercializar la “indigeneidad” a cambio de beneficios
financieros104. Ahora bien, habida cuenta de que las marcas sirven para indicar el origen
comercial de los productos y para distinguir un producto de otro, la utilización no autorizada
de palabras y símbolos indígenas por parte de entidades no indígenas podría inducir a los
consumidores a error en relación con el verdadero origen de los productos concernidos. La
utilización de signos indígenas como marcas puede dar a los consumidores la falsa impresión
de que dichos productos son genuinamente indígenas o poseen ciertas características y
cualidades que son inherentes a las culturas indígenas. Debido a la utilización por parte de
terceros de sus símbolos, palabras, etc. como marcas, se asocia a los pueblos indígenas y a las
comunidades tradicionales con productos que pueden ser inferiores, estereotipados o se
asocian a un cierto estilo de vida105.
151. Además de las consideraciones relativas a las marcas, son pertinentes a este respecto la
legislación contra la competencia desleal (incluido el fraude de imitación) y la legislación
104
105
Sandler, F. “Music of the Village in the Global Marketplace: Self-Expression, Inspiration,
Appropriation, or Exploitation?” pág. 39.
Cassidy, Michael (ed.) “Intellectual Property and Aboriginal People: A Working Paper,”
pág. 22.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 55
sobre la publicidad y el etiquetado falsos o engañosos. La Ley de Artes y Oficios de 1990 (la
IACA) protege a los artesanos norteamericanos autóctonos garantizándoles la autenticidad de
sus artesanías en virtud de la autoridad de una Junta Indígena de Artes y Oficios. La IACA,
una ley que propicia la transparencia en las transacciones comerciales, impide la
comercialización con la mención “Indian made” cuando los productos no hayan sido
realizados por norteamericanos autóctonos, tal como están definidos en la Ley106. La
legislación contra la competencia desleal se aborda en otra sección del presente documento.
Medidas para impedir el registro de palabras, nombres y otras marcas indígenas como
marcas de fábrica
152. Ciertos Estados y organizaciones regionales han tomado medidas para impedir en la
medida de lo posible el registro no autorizado de marcas indígenas como marcas de fábrica
(con el fin de tomar medidas designadas anteriormente en el presente documento “protección
preventiva”). Entre ellos se encuentran la Comunidad Andina, los Estados Unidos de
América y Nueva Zelandia:
a)
En el Artículo 136.g) de la Decisión 486 de la Comisión de la Comunidad Andina
se establece que “no podrán registrarse como marcas aquellos signos cuyo uso en el comercio
afectara indebidamente un derecho de tercero, en particular cuando consistan en el nombre de
las comunidades indígenas, afroamericanas o locales, o las denominaciones, las palabras,
letras, caracteres o signos utilizados para distinguir sus productos, servicios o la forma de
procesarlos, o que constituyan la expresión de su cultura o práctica, salvo que la solicitud sea
presentada por la propia comunidad o con su consentimiento expreso”. En Colombia, se
presentó un caso en el que se había denegado el registro de una marca como resultado de la
excepción anteriormente mencionada. El caso concernía a la solicitud del registro como
marca de la expresión “Tairona”, que coincide con una cultura indígena que vive en territorio
colombiano. Se decidió que la expresión “Tairona” quedaba protegida como parte del
patrimonio cultural del país. A este respecto, únicamente los representantes de esta cultura o
las personas que cuenten con la autorización de sus representantes pueden solicitar la
autorización de utilizar la expresión como signo distintivo y, en este caso particular, como
marca;
b)
La Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos de América (USPTO) ha
establecido una base de datos exhaustiva de las insignias oficiales de todas las tribus
norteamericanas autóctonas reconocidas por los Estados o por la Federación107. En virtud del
Artículo 2.a) de la Ley de Marcas de 1946, en su forma enmendada, una marca propuesta para
su registro puede verse rechazada o cancelada (en cualquier momento) si la marca consta o
está compuesta de materia que pueda sugerir falsamente una conexión con personas en vida o
fallecidas, instituciones, creencias o símbolos nacionales, o que puedan desprestigiarlos. La
USPTO puede denegar el registro de una marca propuesta que sugiera falsamente una
conexión con una tribu indígena o con creencias de dicha tribu. Dicha disposición no sólo
prevé la protección de los aspectos folclóricos de las tribus de los nativos norteamericanos
sino también “la de los demás pueblos indígenas del mundo”. La Ley de Aplicación del
Tratado sobre el Derecho de Marcas, de 1998, exigía a la USPTO que realizara un estudio
sobre la protección de las insignias oficiales de las tribus nativas norteamericanas reconocidas
106
107
Documento WIPO/GRTKF/IC/3/10, párrafo 122.i).
Véase el “Report on the Official Insignia of Native American Tribes,” 30 de septiembre
de 1999.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 56
en los Estados y en toda la Federación. Como resultado directo de este estudio108,
el 31 de agosto de 2001, la USPTO estableció una base de datos de insignias oficiales de
tribus nativas norteamericanas. Es posible efectuar búsquedas en dicha base de datos e
impedir así el registro de una marca que pueda confundirse con una insignia oficial. Por
“insignia” se entiende “la bandera o el escudo de armas u otro emblema o dispositivo de
cualquier tribu nativa norteamericana reconocida por los Estados o por la Federación” y no
incluye palabras109;
c)
La Ley de Marcas de Nueva Zelandia contiene una disposición que permite al
Comisionado de Marcas denegar el registro de una marca, sobre la base de motivos
razonables, cuando su uso o registro sea susceptible de constituir una ofensa para una parte
importante de la comunidad, incluido el pueblo indígena de dicho país, los maoríes. En el
artículo en que se enumeran los motivos para no registrar marcas, la Ley establece lo
siguiente:
“1)
El Comisionado no:
b)
registrará una marca o parte de una marca si i) el Comisionado considera que, sobre la base de motivos
razonables, su uso o registro sea susceptible de constituir una
ofensa para una parte importante de la comunidad, incluidos los
maoríes” 110
Procedimientos de oposición e invalidación
153. Si una palabra u otra marca indígena o tradicional ha sido registrada como marca por
una persona o entidad no autorizada por la comunidad pertinente, esta comunidad podrá
iniciar procedimientos de invalidación (o la comunidad podrá oponerse a una marca para la
que se solicita protección). Entre los motivos de invalidación se incluye, por ejemplo, que la
marca propuesta carezca de carácter distintivo, que el registro de la marca sea “contrario a la
ley” o “escandaloso” o que la marca propuesta pueda inducir a engaño o confusión en relación
con los productos y servicios del solicitante. El derecho marcario permite asimismo motivos
relativos de oposición, sobre la base de los derechos de terceras partes, como los derechos
anteriores de que goza una comunidad en relación con el signo, hasta el punto en que el signo
denota la identidad o el origen de la comunidad.
154. No obstante, sobre la base de los informes disponibles, parecen existir muy pocos casos
en los que pueblos o comunidades indígenas se hayan opuesto al registro de una marca o
hayan intentado invalidar una marca registrada. Janke, en su estudio realizado para la OMPI
sobre “La utilización de las marcas para proteger las expresiones culturales tradicionales”111,
afirma que los pueblos indígenas tienen un acceso limitado al asesoramiento jurídico y a las
publicaciones periódicas y boletines oficiales en los que se notifican las solicitudes de marcas.
108
109
110
111
Disponible en la siguiente dirección: http://www.uspto.gov/web/menu/current.html (publicado
el 30 de noviembre de 1999).
Ibid., págs. 24 a 26.
La Ley puede consultarse en la siguiente dirección:
http://rangi.knowledge-basket.co.nz/gpacts/public/text/2002/an/049.html.
http://www.wipo.int/globalissues/studies/cultural/minding-culture/index.html.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 57
Propone que se suministre a los pueblos indígenas información y formación acerca del modo
en que funcionan los procedimientos de oposición y anulación y/o invalidación112.
Registro de marcas por parte de los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales
155. En sus respuestas al cuestionario sobre el folclore realizado por la OMPI en 2001, los
Estados proporcionaron varios ejemplos de la utilización de las marcas por parte de los
pueblos indígenas y las comunidades tradicionales, entre los que se cuenta el Indigenous
Label of Authenticity (el sello indígena de autenticidad) de Australia113. Los citados son
ejemplos de la afirmación positiva de los derechos de propiedad intelectual en relación con las
ECT, tal como se mencionó anteriormente en el presente documento.
156. Por ejemplo, en el Canadá, los pueblos aborígenes utilizan las marcas, incluidas las
marcas de certificación, para identificar una amplia gama de productos y servicios que van
desde las artesanías tradicionales a los productos alimenticios, pasando por la vestimenta, los
servicios turísticos y las empresas administradas por Primeras Naciones. Muchas empresas y
organizaciones aborígenes han registrado marcas relacionadas con símbolos y nombres
tradicionales. El número de marcas no registradas utilizadas por empresas y organizaciones
aborígenes es considerablemente superior al número de marcas registradas. Algunas marcas
se registran a fin de impedir la utilización indebida de símbolos o nombres. Asimismo, la
Primera Nación Snuneymuxw de Canadá utilizó, en 1999, la Ley de Marcas para proteger
diez imágenes petroglíficas (pintura antigua en rocas). Debido a que los petroglifos tienen un
significado religioso especial para los miembros de la Primera Nación, la reproducción y
modificación no autorizadas de las imágenes se consideró contraria a los intereses culturales
de la comunidad y las imágenes petroglíficas fueron registradas con el fin de obstaculizar la
venta de productos comerciales tales como camisetas, joyas y tarjetas postales que
incorporaban esas imágenes. Acto seguido, los miembros de la Primera Nación Snuneymuxw
indicaron que los comerciantes y artesanos locales efectivamente habían dejado de utilizar las
imágenes petroglíficas y que el uso de la protección por marca, acompañado de una campaña
de sensibilización acerca de la importancia de los petroglifos para la Primera Nación
Snuneymuxw, había alcanzado gran éxito.
157. Otro ejemplo se sitúa en México. Entre las creaciones del pueblo Seri se encuentran
numerosos objetos de ornato para los mercados artesanales que constituyen una considerable
fuente de ingresos para las familias y las comunidades. A mediados de 1993, se celebró una
reunión para debatir la difícil situación de los artesanos Seri creadores de piezas de palo fierro
frente a la producción masiva de artesanos mestizos. Habida cuenta de que no sólo estaba
involucrado un proceso y un producto, no se optó por la denominación de origen sino por las
marcas. A fin de garantizar protección a una gran diversidad de productos Seri (canastas,
collares, tallas en madera y piedra, muñecas, etc.), laSociedad Cooperativa de Consumo
“Artesanos Los Seris” S.C.L. registró la marca Arte Seri en cinco clases diferentes entre 1994
y 1995 ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. Si bien la marca sigue vigente
en sus diferentes categorías, los Seri no hacen un uso constante de ella. De este caso se
desprenden útiles enseñanzas y puede ser objeto de un estudio más profundizado a los fines de
112
113
Páginas 9 y 10.
Como parte de los estudios de casos Minding Culture de Terri Janke, el estudio del caso
“Indigenous Arts Certification Mark” se publicará próximamente en la siguiente dirección:
http://www.wipo.int/globalissues/studies/cultural/minding-culture/index.html.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 58
la “Guía Práctica de la OMPI” sobre expresiones culturales tradicionales y conocimientos
tradicionales conexos.
158. En Portugal, las alfombras Arraiolos, la artesanía del Alentejo Norte, el queso rallado y
los pañuelos del Miño están registrados como marcas colectivas, al igual que los zapatos de
Portugal, los bordados de Caldas de Rainba, la piña de las Azores, el queso de Évora y la
artesanía de las Azores.
159. En Nueva Zelandia, el Te Waka Toi (Consejo Maorí de Artes Creativas de Nueva
Zelandia), utiliza la protección de marcas por medio del establecimiento de la marca Toi Iho
(de fabricación maorí)114. La marca es una marca de certificación que denota autenticidad y
calidad e indica a los consumidores que el creador de los productos es de procedencia maorí y
produce obras de determinada calidad115. La marca Toi Iho es una marca registrada creada en
respuesta a las preocupaciones del pueblo maorí en relación con la protección de los derechos
culturales y de propiedad intelectual, la utilización indebida y el abuso de los conceptos, estilo
e imaginería maoríes, así como la falta de beneficios comerciales a favor de los maoríes. La
marca es considerada por numerosas personas como un medio provisional para ofrecer una
protección limitada a la propiedad cultural maorí. Este mecanismo no impedirá la utilización
indebida de los conceptos, estilo e imagenería maorí pero podrá reducir el mercado de
productos de imitación116. La marca Toi Iho fue designada y creada por artistas maoríes y
tiene dos marcas de apoyo, la Mainly Maori Mark y la Maori Co-production Mark. La
Toi Iho Mainly Maori Mark pertenece a un grupo de artistas, la mayoría de ellos
descendientes de maoríes, que colaboran a fin de producir, presentar o ejecutar obras en
distintas formas artísticas mientras que la Toi Iho Maori Co-production Mark pertenece a
artistas maoríes que crean obras con personas que no son de procedencia maorí, a fin de
producir, presentar o ejecutar obras en distintas formas artísticas. La Toi Iho Mainly Maori
Mark refleja el crecimiento de las empresas innovadoras y colaboradoras entre maoríes y no
maoríes117. Esta forma de marca ofrece protección para la reputación asociada a la ECT
(garantizando en esencia que la ECT para la que se solicita protección es legítima), más que
una forma directa de protección para la ECT en sí misma, a diferencia de los petroglifos
Snuneymuxw anteriormente citados, en cuyo caso las ECT son en sí mismas el objeto directo
de la protección.
160. Los pueblos tradicionales e indígenas han manifestado que el sistema de marcas no
satisface sus necesidades. Por ejemplo, las marcas de fábrica o de comercio son marcas que
se utilizan en el curso de operaciones comerciales. Los pueblos indígenas y las comunidades
tradicionales que deseen registrar una palabra o marca indígena como marca deben utilizar la
marca en el curso de operaciones comerciales o tener la intención genuina de hacerlo. Esto no
ayuda a las comunidades culturales tradicionales que desean únicamente proteger sus palabras
y otras marcas contra la explotación por parte de terceros. No obstante, los derechos de una
comunidad a su propio nombre e identidad pueden resultar útiles y podrían seguir
examinándose.
114
115
116
117
Para más información sobre la marca Toi Iho
véase la siguiente dirección:
http://www.toiiho.com.
Véase la Regla 5.3 en “Rules Governing the Use By Artists of the Toi Iho ™ Maori Made
Mark” publicado por el Consejo de las Artes de Nueva Zelandia Toi Aotearoa.
Véase la respuesta de Nueva Zelandia al cuestionario sobre el folclore.
http://www.toiiho.com/about/about.htm.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 59
161. Ahora bien, Janke118 deja constancia de numerosos casos en los que los indígenas
australianos han intentado registrar o han registrado palabras y diseños indígenas como
marcas, así como palabras inglesas que revisten un significado particular para los indígenas
australianos. Un ejemplo de lo anterior es la palabra “dreaming” para la que se han
presentado 90 solicitudes. Quince han sido registradas y nueve se encuentran aún pendientes.
162. Janke señala que los indígenas australianos han registrado marcas, o al menos han
solicitado el registro de marcas relacionadas con festivales culturales, jabones, perfumería,
aceites esenciales, lociones corporales y otros productos naturales, centros artísticos,
productos textiles y vestimentarios, música, películas, radiodifusión, publicaciones y servicios
relacionados con Internet.
163. Ahora bien, muchas de estas solicitudes no conducen al registro. Janke concluye lo
siguiente:
“Ha aumentado el número de empresas y organizaciones indígenas que intentan utilizar
el derecho marcario para registrar sus propias marcas a fin de proteger sus obras
artísticas y otros conocimientos indígenas, particularmente con el propósito de que la
utilización comercial sea indígena. En la mayoría de los casos, las marcas no han
llegado a ser registradas. Se aventura la hipótesis de que con frecuencia las marcas
propuestas se componen en su totalidad de palabras meramente descriptivas... al recibir
un informe desfavorable, el solicitante indígena no suele contestar a fin de aclarar la
solicitud... El número de marcas no registradas utilizadas por las empresas y
organizaciones aborígenes es considerablemente mayor que el de las marcas
registradas... Si bien existen pruebas concluyentes de que la utilización indígena del
sistema de marcas está aumentando, al parecer los pueblos indígenas precisan un mayor
conocimiento del sistema, en particular del modo de aplicar y superar la descriptividad
de las marcas y otras cuestiones que se plantean en los informes desfavorables...”119.
Conclusiones
164. En esta etapa, cabe concluir que las leyes que protegen a los signos distintivos, en
particular las marcas y las indicaciones geográficas, ofrecen oportunidades para proteger las
marcas tradicionales e indígenas destinadas a ser utilizadas en el curso de operaciones
comerciales, al igual que sucede con otros signos. Como ya se ha explicado, la duración
permanente potencial de la protección de la marca y la utilización de marcas colectivas y de
certificación son ventajas innegables.
165. Los Estados están estableciendo asimismo mecanismos para impedir el registro de
marcas indígenas y tradicionales y símbolos como marcas por terceras partes, y comienzan a
tomar medidas encaminadas a aplicar una protección “preventiva”.
166. No obstante, subsisten obstáculos prácticos, como las tasas de solicitud y de renovación
y una ausencia general de sensibilización entre las comunidades indígenas y tradicionales
sobre la legislación y sus posibilidades, particularmente en lo tocante a los procedimientos de
oposición e invalidación.
118
119
http://www.wipo.int/globalissues/studies/cultural/minding-culture/index.html.
Pág. 22.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 60
Indicaciones geográficas
167. En esta esfera, las indicaciones geográficas podrían resultar útiles, como señalaron
varios participantes en la labor del Comité.
168. La expresión “indicaciones geográficas” está definida en el Artículo 22.1 del Acuerdo
sobre los ADPIC; se trata de indicaciones que identifiquen un producto como originario del
territorio de un Miembro o de una región o localidad de ese territorio, cuando determinada
calidad, reputación, u otra característica del producto sea imputable fundamentalmente a su
origen geográfico120. Respecto de las indicaciones geográficas, y de conformidad con el
Artículo 22.2 del Acuerdo sobre los ADPIC, los Estados deberán arbitrar medios legales para
que las “partes interesadas” puedan impedir la utilización de cualquier medio que, en la
designación o presentación del producto, indique o sugiera que el producto de que se trate
proviene de una región geográfica distinta del verdadero lugar de origen, de modo que
induzca al público a error, así como cualquier utilización que constituya un acto de
competencia desleal, en el sentido del Artículo 10bis del Convenio de París. Con arreglo al
Artículo 22.3, los Estados podrán denegar o invalidar el registro de marcas que contengan o
consistan en una indicación geográfica respecto de productos no originarios del territorio
indicado, si esa utilización de la indicación pudiera inducir al público a error.
169. Algunas ECT, como las artesanías realizadas utilizando recursos naturales, podrían
reunir los requisitos necesarios para ser consideradas “productos” que podrían gozar de
protección mediante indicaciones geográficas. Además, algunas ECT podrían ser
indicaciones geográficas, por ejemplo, los nombres indígenas y tradicionales, los signos y
otras indicaciones.
170. Algunos Estados han ofrecido ejemplos del registro de indicaciones geográficas con
respecto a las ECT y los conocimientos tradicionales conexos:
a)
Portugal hizo referencia a los vinos de Porto, Madeira, Redondo, Dão; los quesos
de Serpa, Azeitão, San Jorge, Serra da Estrela, Nisa; los bordados de Madeira; y la miel del
Alentejo y Açores.
b)
En México, la denominación de origen OLINALÁ indica artículos de madera
hechos en el municipio de Olinalá, en el Estado de Guerrero. Es una tradición de los
120
En este sentido, “indicación geográfica” engloba la expresión “denominación de origen”,
definida en el Arreglo de Lisboa relativo a la Protección de las denominaciones de origen y su
registro internacional, de 1979, y según se menciona en el Convenio de París. Otro objeto de
protección por propiedad intelectual son las “indicaciones de procedencia”, mencionadas
también en el Convenio de París y que se refieren a toda expresión o signo utilizado para indicar
que un producto o servicio se origina en un país, región o lugar determinados. Es decir que la
diferencia entre las “indicaciones geográficas” mencionadas en el Acuerdo sobre los ADPIC y
las “denominaciones de origen” mencionadas en el Convenio de París, por una parte, y las
“indicaciones de procedencia”, por la otra, es que las primeras exigen que exista un vínculo de
calidad entre el producto y su zona de producción, lo que no es el caso para las indicaciones de
procedencia. A menudo, se utiliza la expresión “indicación geográfica” para indicar tanto las
denominaciones de origen como las indicaciones de procedencia. Para tener en cuenta todas las
formas existentes de protección, se utiliza en este documento la expresión “indicación
geográfica” en su acepción más amplia.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 61
artesanos de la laca que utilizan materias primas naturales; el producto es un claro ejemplo de
la relación entre el entorno y la cultura, es decir que reúne las condiciones necesarias para ser
denominación de origen. Fue la Unión de Artesanos Olinca, A. C. la que solicitó que se
reconociera la denominación, aunque de hecho la declaración fue presentada por el Estado de
Guerrero, al que corresponde, eliminando así cualquier posibilidad de excluir de manera
arbitraria otras partes interesadas. Ese hecho demuestra la importancia de las denominaciones
de origen como elementos del patrimonio nacional que deberían ser protegidos por el Estado.
Estos productos artesanales son arcones y cajones realizados en madera del árbol de aloe
(Bursera aeloxylon), un árbol característico de la Región del Alto Balsas. El procedimiento
de lacado supone la utilización de otras materias primas como grasa de insectos y polvos de
minerales. Para la fabricación de artesanías Olinalá se utiliza la madera de un arbusto que es
un recurso biológico característico de la región. Otro ejemplo mexicano es la denominación
de origen TEQUILA, que indica una bebida espirituosa producida en distintas regiones de
México por destilación del mosto fermentado derivado del corazón de una planta denominada
agave azul, la variedad “azul” de la Agave tequilana Weber. El nombre tequila procede de la
región epónima en Jalisco, pero la producción tradicional se realiza en varias
municipalidades, en los Estados de Jalisco, Nayarit, Tamaulipas, Guanajato y Michoacán. La
elaboración del tequila supone conocimientos que son tradicionales de la región desde
mediados del siglo XV, y evolucionaron hasta su aplicación en gran escala en la industria,
hacia fines del siglo XIX. El tequila está considerado como la bebida alcohólica mexicana
por excelencia.
c)
En la Federación de Rusia, varias industrias antiguas están registradas, y sus
artículos están relacionados con designaciones que reivindican la protección como
denominaciones de origen: plata negra de Velikiy-Ustyug, pinturas de Gorodets, esmaltes de
Rostov, juguetes de arcilla de Kargopol y juguetes de Filimonov.
Diseños industriales
171. La legislación sobre diseños industriales protege la apariencia externa de productos
funcionales creados de manera independiente y que sean nuevos u originales121. Los derechos
relativos a los diseños pueden basarse en la creación o en el registro y confieren derechos
exclusivos a su titular. La protección de los derechos sobre los diseños tendrá una duración
de al menos 10 años, y aun más en algunas jurisdicciones122. El titular de un diseño protegido
goza del derecho a impedir a terceros la reproducción, la venta o la importación de artículos
con un diseño idéntico o similar al diseño protegido123.
172. Existen varios ejemplos de expresiones culturales tradicionales que podrían ser
pertinentes a la protección de los diseños industriales, como los productos textiles (telas,
trajes, prendas, tapices, etc.) y otras expresiones tangibles de la cultura como tallas,
esculturas, cerámicas, artesanía en madera, manufacturas en metal, joyería, cestería y otras
formas de artesanía.
173. Tal como pusieron de manifiesto las misiones exploratorias y otras actividades
posteriores de la OMPI, los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales sostienen que
la legislación en vigor sobre diseños industriales no puede proteger sus diseños como diseños
121
122
123
Artículo 25.1 del Acuerdo sobre los ADPIC de 1994.
Artículo 26.3 del Acuerdo sobre los ADPIC de 1994.
Artículo 26.1 del Acuerdo sobre los ADPIC de 1994.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 62
industriales, si bien la protección de éstos parece apropiada para proteger el diseño, la forma y
los rasgos visuales de los productos de artesanía, especialmente “cuando los productos
artesanales fuesen utilitarios y no pudiesen considerarse como obras de arte para protegerlas
mediante el derecho de autor…”124. Sostienen asimismo que terceras partes explotan sus
diseños sin autorización, sin reconocer la fuente ni distribuir los beneficios y, en algunos
casos, obtienen incluso derechos de propiedad intelectual en relación con sus diseños
“nuevos” u “originales”. Una de las reivindicaciones más frecuentes es que el “estilo” de un
diseño indígena ha sido objeto de apropiación indebida.
174. En esta sección se examinarán los argumentos a favor de la protección positiva y de la
protección preventiva.
Protección positiva de los diseños tradicionales
175. Para que un diseño pueda protegerse como diseño industrial deberá ser “nuevo u
original”125. Si bien en los tratados internacionales no existe una definición establecida del
concepto de “nuevo”, suele considerarse que significa que antes de la fecha del registro o la
fecha de prioridad no se ha puesto a disposición del público ningún diseño idéntico o muy
similar. Por lo general, se entiende que “original” significa que un diseño no difiere
significativamente de diseños conocidos o combinaciones de características de diseños
conocidos126.
176. Podría parecer que ciertos diseños tradicionales no satisfacen este requisito. No
obstante, existen ejemplos en los que se han registrado diseños tradicionales en virtud de
legislación sobre diseños industriales:
a)
durante una misión exploratoria a China, realizada por la OMPI en diciembre
de 2002, la delegación de la OMPI se reunió con un diseñador que había obtenido protección
en virtud de la legislación sobre diseños industriales de ese país para sus juegos de té
inspirados en la tradición, pero originales;
b)
en Kazajstán se ha concedido protección mediante los diseños industriales al
aspecto de los trajes típicos nacionales, tocados (sakyele), tapices (tuskiiz), decoraciones de
sillas de montar y decoraciones femeninas en forma de brazaletes (blezik)127. La protección
de los diseños se encuentra en la Ley de patentes de dicho país128, donde se define al diseño
industrial como “una solución artística y técnica que define la apariencia de un artículo
manufacturado”129. En la Ley se establece asimismo que para que pueda protegerse un diseño
industrial, éste debe ser nuevo, original y tener aplicación industrial.130. Cabe notar asimismo
la descripción de “nuevo” que figura en la ley: “se considerará que un diseño industrial es
124
125
126
127
128
129
130
Véase el documento presentado por el GRULAC “Los conocimientos tradicionales y la
necesidad de otorgarles una protección de propiedad intelectual adecuada”
(OMPI/GRTKF/IC/1/5), Anexo I, párrafo 6.
Artículo 25.1 del Acuerdo sobre los ADPIC de 1994.
Artículo 25.1 del Acuerdo sobre los ADPIC de 1994.
Véase el Informe sobre las experiencias nacionales (WIPO/GRTKF/IC/3/10), párrafo 126.
Véase la Ley de Patentes de la República de Kazajstán, N.º 428-I LRK, de 16 de julio de 1999,
en <http://www.kazpatent.org/english/acts/patent_law.html>.
Artículo 8.1) de la Ley de Patentes de Kazajstán.
Ibídem.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 63
nuevo si la suma de las características esenciales que figuran en las fotografías del diseño y en
la descripción de sus características esenciales, no se conocía a partir de la información
disponible en el mundo con anterioridad a la fecha de prioridad del diseño”131.
177. Deberá disponerse de más ejemplos similares antes de poder extraer conclusiones. No
obstante, todo indica que mientras que formas contemporáneas de diseños tradicionales
pueden satisfacer el requisito de “novedad”, lo más probable es que las recreaciones de los
diseños ya explotados y notoriamente conocidos no satisfagan dicho requisito.
El procedimiento de registro de los diseños y su incidencia sobre los pueblos indígenas y las
comunidades tradicionales
178. Los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales opinaron que la protección de
los diseños en virtud de la legislación sobre diseños industriales adolece de lo siguiente:
a) un diseño registrado se divulga al público, lo que en el caso particular de los
dibujos o modelos sagrados o secretos no responde a las necesidades de los pueblos
tradicionales e indígenas. No obstante, cabe señalar que los diseños sagrados o secretos no
precisan ser registrados para recibir protección –podrían protegerse como información no
divulgada; y, en segundo lugar, un diseño que no es secreto ni sagrado y está siendo utilizado
por una comunidad, será divulgado de todos modos, y el registro suministra simplemente la
protección necesaria (sin embargo, cabe observar que la protección prevista en la legislación
sobre diseños industriales suele concederse a un diseño que es nuevo u original, de manera
que un diseño que ya se haya divulgado al público podría no cumplir las condiciones
necesarias para gozar de protección);
b) el plazo de protección es limitado y, una vez transcurrido, el diseño pasa al
dominio público. Los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales desean proteger
indefinidamente sus diseños tradicionales contra la explotación por parte de personas no
indígenas; en particular, cabe recordarlo, en el caso de los diseños que revisten un significado
cultural y espiritual particular, cuando proteger su integridad puede ser más importante que
explotar su valor comercial. Es posible que en dichos casos resulte preferible proteger ciertos
diseños en virtud del derecho de autor como expresiones artísticas, y no como diseños
industriales, cuyo plazo de protección es más limitado que el establecido por las legislaciones
sobre derecho de autor;
c) las comunidades tropiezan con dificultades a la hora de proteger sus derechos
colectivos. Si bien los diseños industriales pueden registrarse en nombre de dos o más
personas, cada una de ellas con una parte idéntica e indivisa del diseño registrado, únicamente
pueden concederse derechos colectivos si el órgano que solicita la protección del dibujo o
modelo industrial tiene capacidad jurídica (de la que, probablemente, la mayoría de las
comunidades carece);
d)
los costos que entraña el registro de un diseño industrial y, llegado el caso, de
hacer valer los derechos correspondientes.
131
Ibídem.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 64
Facilitar la utilización de la legislación sobre diseños industriales
179. Se han formulado varias propuestas destinadas a modificar la legislación y la práctica en
materia de diseños industriales, para que sea más fácil para los pueblos indígenas y las
comunidades tradicionales sacar partido de la protección de los dibujos y modelos
industriales.
180. A este respecto, en el Acuerdo sobre los ADPIC se establece que “cada Miembro se
asegurará de que las prescripciones que hayan de cumplirse para conseguir la protección de
los dibujos o modelos textiles –particularmente en lo que se refiere a costo, examen y
publicación- no dificulten injustificablemente las posibilidades de búsqueda y obtención de
esa protección”132.
181. Una propuesta útil consiste en que sería importante que la estructura de la labor de las
iniciativas de catalogación de conocimientos tradicionales satisfaga los requisitos mínimos de
catalogación para la adquisición, el ejercicio y la observancia de los derechos relativos a los
diseños. Véase más adelante la sección sobre “Colecciones de patrimonio cultural, bases de
datos y registros”.
Protección preventiva
182. Tal como se mencionó anteriormente, las quejas conciernen con frecuencia a la
apropiación del “estilo” de los dibujos o modelos tradicionales. Esta cuestión se recoge
asimismo en la Sección relativa al “derecho de autor”, cuyas conclusiones se aplican
asimismo a los diseños. Es pertinente la aplicación de la legislación sobre competencia
desleal y sobre passing off, que se examina a partir del párrafo 202 del presente documento.
183. Otro modo para proteger de manera preventiva las expresiones del folclore es mediante
la catalogación, que se examina en mayor detalle en la sección “Colecciones de patrimonio
cultural, bases de datos y registros” del presente documento.
Protección sui generis de los diseños
184. Cabe observar que los sistemas sui generis en vigor abarcan asimismo los diseños
tradicionales y se examinarán con más detalle en el Manual Práctico. En pocas palabras:
a) las Disposiciones Tipo de 1982 establecen la protección de los diseños como
expresiones tangibles del folclore133 contra su reproducción o utilización no autorizada;
b) la Ley sui generis de Panamá “Régimen Especial de Propiedad Intelectual sobre
los Derechos Colectivos de los Pueblos Indígenas para la Protección y Defensa de su
Identidad Cultural y de sus Conocimientos Tradicionales”134, se refiere expresamente a los
diseños de los vestidos y textiles tradicionales. También pueden ser de aplicación las
132
133
134
Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el
Comercio (Acuerdo sobre los ADPIC), de 1994, Sección 4, Art. 25.2.
Véase el Artículo 2 de las Disposiciones Tipo.
Establecido por la Ley N.º 20, de 26 de junio de 2000, y reglamentado por el Decreto-Ley
N.º 12, de 20 de marzo de 2001. Véase asimismo el Informe final sobre las experiencias
nacionales (WIPO/GRKTF/IC/3/10), párrafo 121.ii).
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 65
“Disposiciones sobre la Protección, el Fomento y el Desarrollo Artesanal”135. El
Capítulo VIII de esta Ley establece la protección de la artesanía nacional al prohibir la
importación de productos artesanales o la actividad de quienes imiten piezas y vestidos
autóctonos y tradicionales panameños136.
Conclusiones
185. El requisito de “novedad” u “originalidad” puede presentar dificultades en relación con
los diseños tradicionales ya comercializados y/o divulgados al público. No obstante, existen
experiencias nacionales que demuestran que los diseños tradicionales pueden registrarse en
virtud de las leyes sobre diseños industriales. No obstante, al parecer, los diseños
contemporáneos realizados por las actuales generaciones satisfacen en mayor medida el
requisito de “novedad” u “originalidad” que los diseños verdaderamente antiguos y
notoriamente conocidos. Sería útil contar con información empírica adicional.
186. Además de esta y otras cuestiones más técnicas, desde el punto de vista de los pueblos
indígenas y las comunidades tradicionales existen asimismo otras desventajas conceptuales y
prácticas en el sistema de diseños industriales.
187. En relación con las cuestiones conceptuales (como lo limitado del plazo y la protección
de los derechos colectivos), en ciertos casos se han establecido mecanismo sui generis para
los que se necesita experiencia adicional. En lo que atañe a cuestiones prácticas (como los
costos de adquisición y la observancia de los derechos), los Estados pueden, si así lo desean,
abordarlas de distintas maneras –véase más adelante.
Patentes
188. Las patentes de invención también podrían aplicarse a la protección de las expresiones
culturales tradicionales. Por ejemplo, los métodos tradicionales de producción de ECT
podrán protegerse por patente, y la concesión de un derecho de patente podrá incidir en los
intereses de las comunidades tradicionales, lo cual plantea varias cuestiones prácticas y
jurídicas que se tratan (centrando la atención en la materia de los conocimientos tradicionales
y de los recursos genéticos) en los documentos WIPO/GRTKF/IC/5/5 Y
WIPO/GRTKF/IC/5/6. Un ejemplo pertinente a este caso es la patente obtenida en relación
con el modo de elaboración del instrumento musical steelpan, que ha suscitado objeciones en
varios medios en el Caribe137. Si un nacional o una entidad de un país del Caribe hubieran
previamente adquirido derechos de patentes respecto de la misma reivindicación o
reivindicaciones similares, podrían haber hecho valer sus derechos impidiendo la adquisición
de los derechos de patente por terceros. De haber existido un interés preventivo, la
catalogación de los modos tradicionales de fabricación del instrumento y su publicación como
parte del estado de la técnica podrían haberse emprendido con fines estratégicos de propiedad
intelectual.
135
136
137
Ley de Panamá N.º 27, de 24 de julio de 1997.
Véase la respuesta de Panamá al cuestionario sobre el folclore en
<http://www.wipo.org/globalissues/questionnaires/ic-2-7/panama.pdf>.
Véase “A Nation’s Steel Soul”, en el número del 7 de julio de 2002 del New York Times en:
http://www.nytimes.com/2002/07/07/weekinreview/07BARA.html
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 66
189. En la Federación de Rusia, se han concedido patentes a industrias nacionales, entre otras
cosas, sobre “esmalte para cerámica” (patente N.º 2148570; Solicitante: Asociación
“Gzhel’”) y para un “Método de producción de artículos artísticos y decorativos realizados en
madera (variantes)” (Patente N.º 2156783; Solicitante: “Asociación para la pintura
Khokhloma”).
Competencia desleal (incluyendo “passing off”)
190. Como ya se observó, la legislación sobre competencia desleal puede responder a
muchas de las necesidades expresadas por las comunidades indígenas y tradicionales, hecho
señalado por el GRULAC en el documento WO/GA/26/9; la Delegación de Noruega planteó
que se considerara:
“la posibilidad de proporcionar protección a los conocimientos tradicionales de manera
análoga, utilizando el Artículo 10bis como un modelo para examinar el marco de un
sistema sui generis para la protección de los conocimientos tradicionales. Según la
Delegación, la idea consistiría en disponer de una norma general internacional que
obligara a los Estados a proporcionar protección contra la explotación desleal de
conocimientos tradicionales. Dicha norma general podría complementarse con
directrices de aplicación acordadas a nivel internacional. Uno de los aspectos de ese
enfoque del problema implicaría que los conocimientos tradicionales se protegerían
como tales sin requisitos de examen o inscripción previos, y las decisiones judiciales
acerca de si en determinados casos concretos se ha infringido o no la protección de los
conocimientos tradicionales se adoptarían sobre la base de una norma flexible relativa a
honestidad y equidad. La Delegación señaló que dichas directrices acordadas
internacionalmente ayudarían a los jueces nacionales a aplicar esa norma”138.
191. El Artículo 10bis del Convenio de París dispone que todo acto de competencia contrario
a los usos honestos en materia industrial o comercial constituye un acto de competencia
desleal. En particular, quedan prohibidos los siguientes:
a)
actos que puedan crear confusión respecto de los productos o servicios o la
actividad industrial o comercial de un competidor;
b)
aseveraciones falsas que puedan desacreditar los productos o servicios o la
actividad industrial o comercial de un competidor;
c)
indicaciones o aseveraciones cuyo empleo pudiera inducir al público a error, en
particular, sobre el modo de fabricación de un producto o la calidad, cantidad o demás
características de los productos o servicios.
192. Además de esos “casos particulares”, se han señalado otros actos que podrían constituir
competencia desleal, entre ellos, la violación del secreto comercial y el aprovechamiento
indebido de los logros ajenos (“beneficio gratuito”). El Artículo 10bis del Convenio de París
se ha incorporado en el Acuerdo sobre los ADPIC139.
138
139
Documento WIPO/GRTKF/IC/3/17, párrafo 227.
Artículo 2.1 del Acuerdo sobre los ADPIC.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 67
193. La legislación sobre competencia desleal puede ser un complemento de la legislación
sobre propiedad industrial o conceder un tipo de protección que esa otra legislación no prevé.
Por lo tanto, para desempeñar esa función, la legislación sobre competencia desleal debe ser
flexible y es independiente de cualquier formalidad como, por ejemplo, el registro. En
particular, la legislación sobre competencia desleal debe poder adaptarse a nuevas formas de
comportamiento del mercado. Esa flexibilidad no supone necesariamente una falta de
previsibilidad.
194. Recientemente tuvo lugar en Australia un caso que puede servir a título de ejemplo. En
abril de 2003, la Comisión Australiana de Competencia y Defensa del Consumidor obtuvo
mandamientos provisionales del Tribunal Federal de Brisbane que impedían a la empresa
Australian Icon Products Pty Ltd., hasta la celebración del juicio, describir o catalogar sus
souvenir de tipo indígena, pintados o tallados a mano, como “arte aborigen” o “auténticos”, a
menos que tuviera razones para creer que la obra de arte o el souvenir hubieran sido pintados
o tallados por una persona aborigen. Los mandamientos, comunicados a la empresa, incluían
una orden exigiendo a Australian Icon que enviara una carta a sus clientes y que la publicara
en su sitio Web, corrigiendo esas expresiones. Australian Icon es uno de los fabricantes
australianos más importantes de souvenir de estilo aborigen, cuenta con más de 1.700
revendedores en todo el país y exporta a 38 países. La Comisión Australiana de Competencia
y Defensa del Consumidor entabló procedimientos alegando que Australian Icon indicaba que
algunos de sus souvenir pintados a mano con estilo aborigen eran “auténticos”, contaban con
“certificado de autenticidad” y/o eran “arte australiano aborigen”. La Comisión sostiene que
esas expresiones podían inducir a error, puesto que la mayor parte de los artistas de Australian
Icon que fabricaban los souvenir no eran aborígenes ni descendientes de aborígenes. Además,
se sostuvo que también inducía a error una declaración hecha por Australian Icon en su
sitio Web, que indicaba que el grupo de artistas que pintan esos souvenir son “australianos,
aborígenes o descendientes de aborígenes”. Las alegaciones de la Comisión Australiana de
Competencia y Defensa del Consumidor no se aplican a los souvenir que Australian Icon
adquiere de artistas indígenas o hace producir por ellos. La Comisión también solicitó otros
mandamientos:
a)
que se declare que la conducta indicada induce a error o es engañosa;
b)
que se impida a Australian Icon realizar actos similares en el futuro;
c)
que se envíen avisos a los revendedores y que se publiquen en el sitio Web de
Australian Icon;
d)
que se imponga a Australian Icon la entrega de avisos a los revendedores,
advirtiendo a los clientes que lean con atención las etiquetas, y no den por supuesto que los
productos con diseños indígenas son diseñados o fabricados por pueblos aborígenes, a menos
que la etiqueta lo declare expresamente; y
e)
que se implemente un programa de observancia de las prácticas comerciales140.
Información no divulgada (legislación sobre secreto comercial)
195. El Artículo 39 del Acuerdo sobre los ADPIC dispone que al garantizar una protección
eficaz contra la competencia desleal, de conformidad con lo establecido en el Artículo 10bis
del Convenio de París, los Miembros de la Organización Mundial del Comercio protegerán la
“información no divulgada”, de conformidad con la definición que figura en ese Artículo,
140
Véase <http://www.accc.gov.au/> (7 de abril de 2003).
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 68
contra la adquisición ilegítima, la divulgación o la utilización contraria a las prácticas
comerciales honestas.
196. En el caso Foster contra Mountford (1976) 29 FLR 233, ventilado ante un tribunal
australiano, se aplicó la doctrina de common law relativa a la información confidencial para
impedir la publicación de un libro que contenía información delicada desde el punto de vista
cultural. El caso se refería a un antropólogo, el Dr. Mountford, que emprendió una
expedición al interior del territorio septentrional de Australia, en 1940. Los pueblos
aborígenes locales le revelaron lugares y objetos de la tribu que tenían para ellos un profundo
significado religioso y cultural. El demandado registró esta información y publicó una parte
en un libro, en 1976. Los demandantes lograron que se dictara un mandamiento interlocutorio
impidiendo la publicación del libro, por violación de confidencialidad. (Los demandantes no
pudieron interponer una acción por infracción del derecho de autor porque no gozaban de ese
derecho sobre el libro). El tribunal dictaminó que la publicación del libro habría divulgado
información con profundo significado religioso y cultural para los aborígenes que la habían
revelado al demandado con un acuerdo implícito de confidencialidad, que había sido violado
por la divulgación de esa información.
VII. LAS DISPOSICIONES TIPO PARA LEYES NACIONALES, DE 1982
197. En 2001, la OMPI publicó un cuestionario sobre las experiencias nacionales en materia
de aplicación de las Disposiciones Tipo, del que surgió que muchos países las habían
utilizado en mayor o menor grado para establecer su legislación. Entre quienes respondieron
al cuestionario, pueden citarse como ejemplo Burkina Faso, Ghana, Kenya, México,
Mozambique, Namibia, República Unida de Tanzanía, Senegal, Sri Lanka, Togo y Viet Nam.
198. Sin embargo, puede decirse que sólo en pocos países esas disposiciones se utilizan
activamente y se aplican en la práctica, por lo que la experiencia en la materia es escasa.
199. Ello obedece a varias razones, puesto que los Estados tropiezan con distintas
dificultades en el ámbito jurídico, conceptual, de la infraestructura y de funcionamiento
práctico para establecer y aplicar disposiciones legislativas viables y eficaces en el plano
nacional. Las necesidades a este respecto son variadas y no existen soluciones ni enfoques
únicos.
200. Estas conclusiones sugieren claramente, en primer lugar, la necesidad de fortalecer y
hacer efectiva la aplicación en el plano nacional de los sistemas y las medidas existentes,
como las Disposiciones Tipo, para proteger las ECT, teniendo en cuenta las necesidades
jurídicas, conceptuales, de infraestructura y funcionamiento práctico de los países. Será
necesario lograr una cooperación juridico-técnica integrada, utilizando, de ser el caso, todo el
sistema de propiedad intelectual y otras medidas a disposición, y teniendo en cuenta las
obligaciones internacionales de los Estados en materia de propiedad intelectual. El éxito de
esa asistencia dependerá de la participación plena y comprometida de los gobiernos
nacionales. Los ministros, departamentos, organismos y oficinas competentes en materia de
protección de ECT insisten en la necesidad de crear enfoques interministeriales. Asimismo,
habría que consultar y dar participación, cuando corresponda, a los pueblos y comunidades
interesados, así como a los abogados locales. Véase, más adelante, “Adquisición, gestión y
observancia de los derechos”, en la Sección X del presente documento.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 69
201. El Comité ha aprobado la disposición de la Secretaría de la OMPI, formulada por
solicitud y en calidad de proyecto, de mejorar la cooperación jurídica y técnica en materia de
propiedad intelectual con los Estados, sus pueblos y comunidades y, si corresponde, con las
organizaciones regionales, para fortalecer y aplicar los sistemas y medidas vigentes de
protección de las ECT. En el documento WIPO/GRTKF/IC/5/4 figura un breve informe del
Comité relativo a dicha cooperación. En sus comentarios acerca de versiones anteriores de
este documento, Filipinas coincidió también con esas conclusiones y con el enfoque indicado
de mejorar la cooperación jurídica y técnica.
202. En segundo lugar, los resultados del cuestionario de la OMPI, así como las actividades
previas de la Organización, pusieron de manifiesto varias sugerencias de actualización y
modificación de las Disposiciones Tipo o, a solicitud de algunos, la elaboración en esta esfera
de nuevas disposiciones tipo no obligatorias, directrices o recomendaciones141.
203. Se ha sostenido que la elaboración de disposiciones tipo, directrices o recomendaciones
podría ser de gran utilidad en las oficinas nacionales y las instituciones que procuran
establecer sistemas eficaces de protección, así como mantener la coherencia en los nuevos
sistemas nacionales y regionales que, de no ser así, se desarrollarían en direcciones distintas.
204. Por lo general, se ha sugerido que las nuevas disposiciones tipo, directrices o
recomendaciones para las legislaciones nacionales deberían elaborarse teniendo en cuenta las
modificaciones en el contexto jurídico, tecnológico y de política ocurridas a partir de fines del
decenio de 1970 y comienzos del siguiente, cuando se elaboraron las Disposiciones Tipo.
Entre estas modificaciones cabe señalar: una mayor conciencia acerca de los derechos y
necesidades de los pueblos indígenas y tradicionales, una mejor comprensión de la relación
entre la preservación del patrimonio cultural, la promoción de la diversidad cultural y la
propiedad intelectual; la aparición de nuevos instrumentos culturales relativos al patrimonio y
la diversidad cultural; los cambios en el panorama de la propiedad intelectual, en particular
en lo que atañe al acuerdo sobre los ADPIC de 1994 y al WPPT, de 1996; y los avances
tecnológicos, así como las nuevas formas de explotación comercial, que han surgido a partir
de comienzos del decenio de 1980.
205. En particular, se han señalado ciertas limitaciones fundamentales y conceptuales
respecto de las Disposiciones Tipo. En este documento y en el documento
WIPO/GRTKF/IC/4/3, se ha señalado que esas Disposiciones contemplan un cierto grado de
141
Véanse las declaraciones de los Estados en el Comité intergubernamental sobre Propiedad
Intelectual y Recursos Genéticos, Conocimientos Tradicionales y Folclore
(WIPO/GRTKF/IC/1/13, WIPO/GRTKF/IC/2/16), y las respuestas al cuestionario (por ejemplo,
de Burundi; Chad; Côte d’Ivoire; Colombia; Ecuador; el Grupo Africano; Irán (República
Islámica del); Jamaica; Kirguistán; Malasia; México; Namibia; Nueva Zelandia; Pakistán;
Panamá; Filipinas; Polonia; Rumania; Sri Lanka; Togo; Túnez; Venezuela y Viet Nam).
Véase también Consulta Regional OMPI-UNESCO sobre la protección de las expresiones del
folclore para los países de Asia y el Pacífico, Hanoi, 21 a 23 de abril de 1999
(WIPO-UNESCO/FOLK/ASIA/99/1); La Consulta Regional Africana OMPI-UNESCO sobre
la protección de las expresiones del folclore, Pretoria, 23 a 25 de marzo de 1999
(WIPO-UNESCO/FOLK/AFR/99/1). A título de ejemplo, véase la misión exploratoria a África
Occidental, en el documento OMPI, necesidades y expectativas en materia de propiedad
intelectual de los titulares de los conocimientos tradicionales: Informe de la OMPI relativo a las
misiones exploratorias sobre propiedad intelectual y conocimientos tradicionales (1998-1999),
(OMPI, 2001), párrafo 151.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 70
protección global para las ECT que se encuentran en el dominio público, aunque la excepción
“de préstamo” prevista en ellas es muy amplia. Por lo tanto, no parecería haber protección
contra la creación de obras derivadas a partir de las ECT que están en el dominio público. Por
otra parte, las Disposiciones Tipo no prevén forma alguna de protección preventiva para las
ECT que las comunidades culturales hayan considerado merecedoras de protección mediante
el registro previo. Es decir que unas nuevas disposiciones tipo en forma de directrices o
recomendaciones podrían abordar estas y otras cuestiones.
VIII. PROTECCIÓN REGIONAL E INTERNACIONAL
206. Existen ciertos mecanismos y marcos para la protección jurídica regional e internacional
de las ECT, por ejemplo:
a)
el Artículo 15.4 del Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias
y Artísticas de 1971 (el Convenio de Berna) permite a una autoridad designada por un Estado
miembro del Convenio de Berna defender y hacer valer los derechos respecto de obras no
publicadas y anónimas, cuyos autores se suponga que son nacionales del Estado en cuestión,
en todos los Estados miembros del Convenio de Berna. Tal como se ha dicho anteriormente
en este documento, ese artículo se introdujo específicamente teniendo en mente la protección
internacional de las expresiones del folclore. En otras palabras, para dar un ejemplo práctico:
la India, que es el único país que ha hecho formalmente la designación mencionada en el
Artículo, puede designar a una autoridad para proteger y hacer valer en cualquier otro país
miembro del Convenio de Berna los derechos respecto de las expresiones del folclore cuyos
autores se supone que son nacionales de la India. De hecho, al menos en teoría, parece existir
un sistema internacional de protección para las expresiones del folclore que son “obras”; no
obstante, este mecanismo aún no ha sido utilizado y existen ciertas limitaciones para su uso.
La relación con el Artículo 7 del Convenio, relativo al plazo de protección podría exigir un
análisis más detallado, particularmente en lo que atañe al Artículo 7.3 y .8. Por ejemplo,
comparando los plazos del Artículo correspondiente del Convenio de Berna142, el plazo de
protección aplicable en el país en el que se solicita la protección es el más corto de los plazos
aplicables en ese país o en el país de origen de la obra. Por consiguiente, a menos que el país
en el que se solicita protección proteja las expresiones del folclore en forma indefinida, el
plazo de protección concedido a la obra puede haber expirado en ese país. Puede haber otras
limitaciones del mismo tipo si se aplica el Artículo 15.4. Dicha protección, que se aplica a
obras anónimas y que redunda en beneficio de los Estados, tampoco resulta interesante para
los pueblos indígenas y las comunidades locales que desean ejercer directamente sus
derechos. No obstante, parece ser que la aplicación práctica del Artículo así como sus
ventajas y desventajas merecen una ulterior consideración, aunque sólo fuera porque se trata
de una medida presente en un convenio en el que son parte muchos Estados;
b)
para los países que prevén la protección de las expresiones del folclore como
obras de derecho de autor, el Convenio de Berna establece que todos los Estados que han
ratificado el Convenio deben proteger las obras extranjeras sobre la base del principio del
trato nacional. Ello significa en efecto que los países que protegen el folclore en calidad de
obras de derecho de autor y que son signatarios del Convenio de Berna gozan de protección
para sus expresiones del folclore en los demás países miembros. No obstante, la comparación
142
Artículo 7.8 del Convenio de Berna.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 71
de los plazos y otras disposiciones podrían limitar también en este caso la pertinencia práctica
de esta observación;
c)
en virtud de los tratados de propiedad intelectual de ciertas organizaciones
regionales, las expresiones del folclore se protegen en los territorios de los Estados signatarios
de esos acuerdos sobre la base del principio del trato nacional. Por ejemplo:
i) en el Capítulo I del Anexo VII del Acuerdo de Bangui, se prevé una
protección específica de las expresiones del folclore y de las obras inspiradas en
ellas. La forma de protección se basa en el modelo del domaine public payant143.
El Acuerdo también aborda la protección de las expresiones del folclore en el
Capítulo II, relativo a la protección y promoción del patrimonio cultural. En el
Acuerdo figuran disposiciones sobre trato nacional. Por consiguiente, los 15
países que son miembros de la Organización Africana de la Propiedad Intelectual
(OAPI) y que han ratificado el Acuerdo están obligados a proteger las expresiones
del folclore de los países miembros sobre la base del principio del trato nacional.
Muchos de los países son países vecinos, no obstante, aún no se sabe si estas
disposiciones se han aplicado en la práctica; y
ii) la Decisión 351 sobre derecho de autor y derechos conexos de la
Comunidad Andina dispone la protección, entre otras cosas, de la artesanía, sobre
la base del trato nacional. En otras palabras, los cinco Estados obligados por la
Decisión deben proteger la artesanía de los demás Estados de manera no menos
favorable que como protegen la de sus propios nacionales. No se sabe si esta
posibilidad ha sido utilizada en la práctica;
d)
ciertas legislaciones nacionales, como la de Panamá, prevén una forma de trato
nacional; sin embargo, como la legislación es reciente, este aspecto aún no ha sido
comprobado en la práctica.
207. Cabe recalcar que son pocos, si los hay, los Estados que en sus respuestas a las
preguntas del Cuestionario de 2001 de la OMPI relativo a la protección internacional de las
expresiones del folclore han mencionado el Artículo 15.4 del Convenio de Berna, el Acuerdo
de Bangui o la Decisión 351 de la Comunidad Andina (según el caso). Estas medidas
vigentes parecen ser poco utilizadas y/o conocidas.
208. Mientras en la mayoría de las respuestas al Cuestionario de la OMPI sobre folclore,
de 2001, se manifestó la necesidad de contar con protección internacional para las ECT,
varios países no parecían estar dispuestos a emprender la tarea de elaborar un acuerdo de esa
índole. Por cierto, quedan pendientes varias cuestiones jurídicas y conceptuales, y la
diversidad de enfoques en el ámbito nacional complica los esfuerzos destinados a lograr un
acuerdo internacional amplio. Durante su tercera sesión, el Comité no aprobó la tarea
propuesta por la Secretaría de examinar esta cuestión en mayor detalle.
209. La mayoría de las legislaciones nacionales establece un mecanismo para la proteger las
obras extranjeras, y queda a discreción de los Estados, al elaborar sus leyes nacionales para
proteger las expresiones culturales tradicionales, dar protección a las expresiones extranjeras
sobre las bases del trato nacional o de la reciprocidad. De este modo, las redes de
143
Véase el Artículo 59.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 72
legislaciones nacionales, que establecen la protección recíproca de las expresiones del folclore
de otros países, podrían finalmente conducir a sistemas de protección subregionales,
regionales incluso interregionales.
IX.
COLECCIONES DE PATRIMONIO CULTURAL, BASES DE DATOS Y
REGISTROS
Introducción
210. En la presente sección se abordan varias cuestiones relativas a i) los primeros en acceder
al patrimonio cultural y a las ECT son los folcloristas, etnógrafos, etnomusicólogos,
antropólogos culturales y demás personas que trabajan en el terreno y ii) las ECT son
catalogadas, registradas, exhibidas y puestas a disposición del público por museos,
inventarios, registros, bibliotecas, archivos e instituciones similares.
211. Las actividades de los coleccionistas, las personas que trabajan en el terreno, los
museos, los archivos, etc., son importantes para la preservación, conservación, mantenimiento
y transmisión a las generaciones futuras de formas intangibles y tangibles de patrimonio
cultural. Los museos también desempeñan un papel educativo muy valioso.
212. Sin embargo, el hecho de que el patrimonio cultural y las ECT que no estén protegidos
por propiedad intelectual se encuentren en el dominio público representa un desafío a los
esfuerzos destinados a proteger los intereses de las comunidades indígenas y locales sobre su
patrimonio cultural y sus ECT, en particular, a la luz de la tendencia creciente de los museos a
digitalizar sus colecciones de patrimonio cultural y ponerlas a disposición del público con
fines museísticos y de conservación, así como comerciales.
213. Los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales han expresado algunas
inquietudes relacionadas con la recolección, registro y puesta a disposición de su patrimonio
cultural tangible e intangible, en particular en relación con las obligaciones indígenas y
consuetudinarias, inquietudes que también deben ser atendidas.
214. En la presente Sección se aborda:
a)
la eventual elaboración de protocolos, códigos de conducta y directrices
relacionados con la propiedad intelectual, que habrían de aplicar quienes trabajan en el
terreno, así como los museos y demás instituciones similares;
b)
la eventual elaboración de una lista de verificación de propiedad intelectual y de
cláusulas contractuales tipo de propiedad intelectual aplicables a la elaboración de acuerdos
relativos al depósito, el acceso, la distribución y la concesión de licencias celebrados por
etnomusicólogos y demás personas que trabajan en el terreno, por archivos, museos,
bibliotecas y demás instituciones;
c)
en cuanto al patrimonio cultural digitalizado, la elaboración de reglamentos de
uso y avisos de derecho de autor tipo, para utilizar en sitios Web, CD-ROM, bases de datos
especializadas y demás productos electrónicos multimedios.
215. Estas sugerencias se formularon, entre otras, durante actividades anteriores de la OMPI
y de otros organismos (como las misiones exploratorias de la OMPI y la Folk Heritage
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 73
Collections in Crisis Conference, organizada por la American Folklore Society y elAmerican
Folklife Center en la biblioteca del Congreso, en diciembre de 2000)144.
216. En la presente sección también se aborda la conveniencia, desde el punto de vista de la
propiedad intelectual, de que las comunidades culturales emprendan el registro y la
catalogación de las ECT que se encuentran en el dominio público, como estrategia para:
i) crear derechos de propiedad intelectual respecto de las ECT (a los efectos de una
protección “positiva”); o
ii) impedir la adquisición de derechos de propiedad intelectual sobre las ECT (a los
efectos de una protección “preventiva”).
217. Entre las cuestiones pertinentes que cabe explorar, figuran a) el papel de los registros,
inventarios y listas creados en el marco de la legislación y los programas sobre patrimonio
cultural; b) si, a los efectos de la protección positiva o preventiva de propiedad intelectual de
las ECT, es conveniente y factible establecer un sistema de registro; c) la utilidad a este
respecto de la protección sui generis de las bases de datos; d) el papel de los instrumentos
digitales de gestión de derechos, en lo relativo tanto a los reglamentos de utilización como a la
seguridad del contenido, y e) si la catalogación y el registro de las ECT pueden, y de qué
manera, propiciar y promover el respeto de las obligaciones indígenas y consuetudinarias
correspondientes.
218. La Comunidad Europea y sus Estados miembros, y la OAPI, en sus comentarios acerca
al documento WIPO/GRTKF/IC/4/3, así como Suiza durante la cuarta sesión del Comité,
apoyaron las actividades a ese respecto que se esbozaban en ese documento. Con sujeción a
las consideraciones presupuestarias, esas cuestiones conexas podrían abordarse en forma
colectiva en talleres técnicos y de expertos con la participación de las OII, las ONG, las
instituciones culturales y los registros pertinentes, como los que se mencionan más adelante y
en documentos anteriores. Los resultados de esos talleres podrían pasar reseña a los progresos
realizados respecto de algunos de los elementos mencionados anteriormente, y se incluirían en
el “Manual Práctico de la OMPI” sobre la protección jurídica de las ECT y los conocimientos
tradicionales conexos.
Museos e instituciones dedicados al patrimonio cultural
219. En las respuestas al cuestionario de la OMPI sobre folclore, de 2001145, los resultados
de otras actividades de la OMPI y del Informe de la OMPI sobre las misiones exploratorias
figuran muchos ejemplos de museos e instituciones dedicados al patrimonio cultural. Se citan
a continuación algunos ejemplos de distintas regiones:
144
145
Véase OMPI, necesidades y expectativas en materia de propiedad intelectual de los titulares de
los conocimientos tradicionales: Informe de la OMPI relativo a las misiones exploratorias
sobre propiedad intelectual y conocimientos tradicionales (1998-1999), (OMPI, 2001). Esta
necesidad se mencionó expresamente, por ejemplo, durante las misiones a Asia Meridional y los
Países Árabes (véanse las páginas 111 y 168). Véase también Concluding Discussion and
Recommendations, Folk Heritage Collections in Crisis Conference, 1 y 2 de diciembre de 2000.
Por ejemplo, veánse las respuestas de Antigua y Barbuda, Barbados, Burkina Faso, Estados
Unidos de América, Gambia, Ghana, Honduras, Irán (República Islámica del), Namibia,
Panamá y Senegal.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 74
i)el Museo Canadiense de la Civilización es una corporación federal de la Corona que
funciona como Museo Nacional de historia humana del Canadá. El programa de estudios
culturales del museo colecciona arte folclórico tangible, así como grabaciones de canciones,
idiomas, relatos orales y personales. Con el fin de reflejar la voluntad de los miembros de
ciertos grupos aborígenes sobre el acceso a sus expresiones del folclore, la sección de
etnología del Museo restringe el acceso a algunas colecciones de material aborigen sagrado a
los miembros de los grupos de dicha afiliación cultural, y no los pone a disposición del
público en general;
ii) el Centro Omaní de Música Tradicional, de Mascate (Omán) fue creado en 1983
con el fin de catalogar, conservar y promover la música tradicional omaní. Desde entonces, el
Centro ha catalogado más del 80% de las tradiciones musicales de Omán, con inclusión de
más de 23.000 fotografías, 580 grabaciones audiovisuales y un gran número de grabaciones
sonoras. El Centro también ha compilado bases de datos digitalizadas con el material
catalogado. El Centro ha adoptado un enfoque de catalogación en dos etapas: en primer
lugar, el Centro averigua qué tradiciones siguen vivas, hablando con los músicos tradicionales
y, en segundo lugar, registra la música y los bailes tradicionales en grabaciones sonoras,
grabaciones audiovisuales, fotografías o una combinación de las mismas. El Centro adopta un
enfoque global de la catalogación de las tradiciones musicales que comprende no solamente la
grabación de una obra musical determinada, sino también de los bailes, costumbres y
reuniones de carácter social, métodos curativos, métodos de plantación y agrícolas, métodos
de pesca, artesanía, etc. asociados a ella. Este enfoque global de la documentación es
necesario porque “en Omán, la música tradicional es parte de los estilos de vida tradicionales”
que abarcan los métodos curativos, la pesca, las técnicas de plantación y otras técnicas
laborales146. En esta labor de documentación, el Centro ha identificado más de 130 tipos
diferentes de música tradicional en Omán que pueden clasificarse, catalogándolos, como
expresiones de cuatro tradiciones principales de las canciones omanís: las canciones del mar
y de la pesca, las canciones de celebración, la música tradicional beduina y la música
tradicional de la montaña;
iii) en China, la literatura y las artes populares nacionales se registran en las Diez
Colecciones de Literatura y Artes Folclóricas Nacionales Chinas (conocidas como “La Gran
Muralla de la Civilización”). Estas Diez Colecciones abarcan unos 300 volúmenes de
colecciones de canciones, proverbios, óperas, música instrumental, baladas, bailes y cuentos
de China147;
iv) el Archivo de cultura popular del Centro de Costumbres Populares
Norteamericanas, de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos de América fue
establecido en 1928 y posee actualmente una colección etnográfica de formato múltiple con
más de dos millones de fotografías, manuscritos, grabaciones sonoras y películas. Existe otro
depositario gubernamental importante de material etnográfico, el Centro de Arte Popular y
146
147
Reunión con funcionarios del Centro Omaní de Música Tradicional, Mascate, 27 de febrero
de 1999. Véase OMPI, Necesidades y expectativas de los titulares de conocimientos
tradicionales en materia de propiedad intelectual: Informe de la OMPI sobre misiones
exploratorias relativas a la propiedad intelectual y los conocimientos tradicionales
(1998-1999), (OMPI, 2001).
Simposio Internacional sobre la Protección y la Legislación de la Cultura Folclórica/Tradicional
(Beijing, 18 a 20 de diciembre de 2001).
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 75
Patrimonio Cultural del Smithsonian Institution. Establecido en 1967, su archivo contiene
más de un millón y medio de fotografías, manuscritos, grabaciones sonoras y películas148;
v) en Ghana, el Centro Internacional de Música y Bailes Africanos, con sede en la
Universidad de Ghana en Legon, tiene por objeto promover los conocimientos y la creatividad
de la música y los bailes africanos en el plano internacional. Una de sus prioridades es ser un
archivo y un centro de estudios para la música y los bailes africanos. El principal objetivo del
Centro a este respecto es crear una biblioteca única de textos orales (entrevistas, textos de
canciones, relatos, etcétera), manuscritos sin publicar y documentación sobre manifestaciones
musicales (como festivales, rituales y ceremonias) y adquirir manuscritos, libros y material
audiovisual sobre música, danza, teatro y obras de carácter general de África en la esfera de la
etnomusicología y la educación musical. Las obras catalogadas contienen material
antropológico e histórico sobre sociedades y culturas africanas, diccionarios y enciclopedias
de música, diccionarios lingüísticos y una importante colección de grabaciones sonoras y de
vídeo de música, danza y literatura oral de África149;
vi) en Guatemala, se ha dedicado gran empeño a registrar y catalogar ciertas
expresiones de la cultura y del folclore tradicionales. Desde 1954 se mantiene un Registro de
propiedad arqueológica, histórica y artística cuya importancia ha ido aumentando en los
últimos tiempos. Su objetivo es registrar y mantener información sobre el origen histórico, el
significado y las características de las expresiones culturales. En el Registro figuran no sólo
artefactos, monumentos y otros objetos tangibles del patrimonio cultural nacional (incluidos
todos los objetos mayas prehispánicos), sino también las expresiones intangibles de la cultura
nacional, tales como las fiestas tradicionales, las tradiciones orales y las leyendas. En
Guatemala, estas últimas han sido recopiladas y catalogadas especialmente por el Centro de
Estudios Folclóricos de la Universidad de San Carlos150;
vii) el Centro de Música Árabe y Mediterránea “Ennejma Ezzahra”, Sidi Bou Said
(Túnez) fue establecido en 1991 con los siguientes objetivos: catalogar y conservar las
expresiones de música tradicional árabe y del Mediterráneo; establecer una base de datos que
abarque una serie amplia y exhaustiva de grabaciones de música tradicional de Túnez;
publicar y poner a disposición del público esa música; publicar estudios e investigaciones
sobre música tradicional árabe, del Mediterráneo y de Túnez; y organizar conciertos. El
Centro ha reunido una notable colección de documentos adoptando un enfoque sistemático a
148
149
Respuesta de los Estados Unidos de América. Véase también Bulger, P., “Preserving American
Folk Culture at the Library of Congress”, documento distribuido en el Simposio Internacional
sobre la Protección y la Legislación de la Cultura Popular/Tradicional (Beijing, 18 a 20 de
diciembre de 2001).
Boletín del Centro Internacional de Música y Bailes Africanos, septiembre de 1998 y reunión
con el Profesor J.H. Kwabena Nketia, Director, ICAMD, 25 de enero de 1999. Véase también OMPI,
Necesidades y expectativas de los titulares de conocimientos tradicionales en materia de
propiedad intelectual: Informe de la OMPI sobre misiones exploratorias relacionadas con la
propiedad intelectual y los conocimientos tradicionales (1998-1999) (OMPI, 2001). En lo que
atañe a la documentación sobre las expresiones del folclore en África, véase también MouldIdrussu, B., “La experiencia de África”, Foro Mundial OMPI-UNESCO, Phuket, 1997, página 17 y
siguientes.
150
Reunión con representantes del Ministerio de Cultura, Guatemala, 18 de enero de 1999. Véase
OMPI, Necesidades y expectativas de los titulares de conocimientos tradicionales en materia de
propiedad intelectual: Informe de la OMPI sobre misiones exploratorias relacionadas con la
propiedad intelectual y los conocimientos tradicionales (1998-1999), (OMPI, 2001).
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 76
tal efecto. Estos documentos se clasifican y se ponen a disposición del público. En sus
locales funciona un Centro de Investigaciones que ofrece instalaciones de investigación a los
estudiantes y académicos de la musicología151;
viii) en la República Democrática Popular Lao, la Banque de Données
Ethnographiques du Laos, que contiene 6.000 fotografías digitalizadas de indumentaria,
instrumentos musicales, artesanía y tejidos tradicionales.
Convenios y programas internacionales pertinentes
UNESCO
220. La UNESCO ha emprendido varias iniciativas en el plano internacional, regional y
nacional en relación con la identificación, conservación, preservación y difusión del
“patrimonio cultural intangible” y/o la “cultura y folclore tradicionales”.
221. La UNESCO ha adoptado y establecido con los años varios instrumentos,
recomendaciones y programas, tales como:
i) la Declaración sobre los Principios de la Cooperación Cultural Internacional152,
de 1996, que, en su Artículo 1, dice lo siguiente: “1. Toda cultura tiene una dignidad y un
valor que deben ser respetados y protegidos. 2. Todo pueblo tiene el derecho y el deber de
desarrollar su cultura. 3. En su rica variedad y diversidad y en las influencias recíprocas que
ejercen mutuamente, todas las culturas forman parte del patrimonio común que pertenece a
toda la humanidad”;
ii) la Convención sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la
importación, la exportación y la transferencia de propiedad ilícitas de bienes culturales,
de 1970, intenta proteger la “propiedad cultural”153 contra el robo, la exportación ilícita y la
151
152
153
Véase también la intervención de Túnez en la primera sesión del Comité Intergubernamental
(OMPI/GRTKF/IC/1/13, párrafo. 36) y OMPI, Necesidades y expectativas de los titulares de
conocimientos tradicionales en materia de propiedad intelectual: Informe de la OMPI sobre
misiones exploratorias relacionadas con la propiedad intelectual y los conocimientos
tradicionales (1998-1999), (OMPI, 2001).
<http://www.unesco.org/culture/laws/cooperation/html_eng/page1.shtml>.
Según el Artículo 1 de la Convención, “se considerarán como bienes culturales los objetos que,
por razones religiosas o profanas, hayan sido expresamente designados por cada Estado como
de importancia para la arqueología, la prehistoria, la historia, la literatura, el arte o la ciencia y
que pertenezcan a las categorías enumeradas a continuación:
a. las colecciones y ejemplares raros de zoología, botánica, mineralogía, anatomía, y los objetos
de interés paleontológico;
b. los bienes relacionados con la historia, con inclusión de la historia de las ciencias y de las
técnicas, la historia militar y la historia social, así como con la vida de los dirigentes,
pensadores, sabios y artistas nacionales y con los acontecimientos de importancia nacional;
c. el producto de las excavaciones (tanto autorizadas como clandestinas) o de los
descubrimientos arqueológicos;
d. los elementos procedentes de la desmembración de monumentos artísticos o históricos y de
lugares de interés arqueológico;
e. antigüedades que tengan más de 100 años, tales como inscripciones, monedas y sellos
grabados;
[Sigue la nota en la página siguiente]
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 77
enajenación abusiva. Los Estados que son parte en la Convención se obligan a devolver a los
demás Estados parte los bienes culturales que han sido robados de un museo o de una
institución similar y que forman parte de un inventario, a tomar medidas para controlar la
adquisición de objetos culturales que han sido comercializados ilícitamente por personas e
instituciones en su país, a cooperar con los demás Estados que tengan serios problemas de
protección de su patrimonio aplicando controles a la importación basados en los controles de
exportación de los demás Estados parte, y a tomar medidas para educar al público. Para
fomentar la aplicación de la Convención, la UNESCO solicitó al Instituto Internacional para
la Unificación del Derecho Privado (UNIDROIT) que elaborase un nuevo tratado para
complementar la Convención de la UNESCO de 1970 dictando reglas mínimas de derecho
uniforme. Esto dio lugar a la Convención del UNIDROIT sobre Objetos Culturales Robados
o Ilícitamente Exportados, de 1995154. El Código Internacional de ética para marchantes de
bienes culturales de la UNESCO es un código voluntario destinado a armonizar la práctica en
el comercio de objetos de arte según los principios de sus instrumentos normativos
internacionales destinados a impedir el tráfico ilícito de bienes culturales;
iii) la Convención de la UNESCO sobre la protección del patrimonio mundial,
cultural y natural (“Convención sobre el patrimonio mundial”) adoptada por la Conferencia
General de la UNESCO en 1972. La Convención define el tipo de lugares naturales155 o
culturales156 que pueden ser considerados para su inscripción en la Lista del Patrimonio
[Continuación de la nota de la página anterior]
154
155
156
f. el material etnológico;
g. los bienes de interés artístico tales como: i) cuadros, pinturas y dibujos hechos enteramente a
mano sobre cualquier soporte y en cualquier material (con exclusión de los dibujos industriales
y de los artículos manufacturados decorados a mano); ii) producciones originales de arte
estatuario y de escultura en cualquier material; iii) grabados, estampas y litografías originales;
iv) conjuntos y montajes artísticos originales en cualquier materia.
h. manuscritos raros e incunables, libros, documentos y publicaciones antiguo de interés
especial (histórico, artístico, científico, literario, etc.) sueltos o en colecciones;
i. sellos de correo, sellos fiscales y análogos, sueltos o en colecciones;
j. archivos, incluidos los fonográficos, fotográficos y cinematográficos;
k. objetos de mobiliario que tengan más de 100 años e instrumentos de música antiguos.
<http://www.unesco.org/culture/legalprotection/>.
La Convención define el “patrimonio natural” en la forma siguiente: Artículo 2 “… los
monumentos naturales constituidos por formaciones físicas y biológicas o por grupos de esas
formaciones que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista estético y
científico; las formaciones geológicas y fisiográficas y las zonas estrictamente delimitadas que
constituyan el hábitat de especies animal y vegetal amenazadas, que tengan un valor universal
excepcional desde el punto de vista estético o científico; los lugares naturales o las zonas
naturales estrictamente limitadas, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de
vista de la ciencia, de la conservación o de la belleza natural.”
<http://whc.unesco.org/world_es.htm>.
La Convención define el “patrimonio cultural” en la forma siguiente: Artículo 1 “… los
monumentos: obras arquitectónicas, obras de escultura o de pintura monumentales, elementos o
estructuras de carácter arqueológico, inscripciones, cavernas y grupos de elementos, que tengan
un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia; los
conjuntos: grupos de construcciones, aisladas o reunidas, cuya arquitectura, unidad e
integración en el paisaje les dé un valor universal excepcional desde el punto de vista de la
historia, del arte o de la ciencia; los lugares: obras del hombre u obras conjuntas del hombre y
la naturaleza así como las zonas, incluidos los lugares arqueológicos, que tengan un valor
[Sigue la nota en la página siguiente]
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 78
Mundial, y establece la obligación de los Estados parte de señalar los lugares que podrían ser
de interés, y su papel en la protección y preservación de los mismos. Al firmar la
Convención, cada parte se compromete a conservar no sólo los lugares del patrimonio
mundial situados en su territorio, sino también a proteger su patrimonio nacional. En la
Convención se explica también en qué forma ha de utilizarse y administrarse el Fondo del
Patrimonio Mundial y en qué condiciones podrá otorgarse asistencia financiera internacional;
iv) la labor de la UNESCO en materia de protección del folclore dio lugar, en 1989, a
la Recomendación sobre la salvaguardia de la cultura tradicional y popular. Esta
Recomendación fomenta la colaboración internacional y examina las medidas que han de
emprenderse con miras a identificar, conservar, preservar, difundir y proteger la cultura y el
folclore tradicionales. En 1999, se celebró una Conferencia Internacional para evaluar la
aplicación de la Recomendación157;
v) el Programa de Tesoros Humanos Vivientes se inició en 1996 con el propósito de
promover la transmisión de los conocimientos y destrezas tradicionales por los artistas y
artesanos antes de que se pierdan por caer en desuso o por falta de reconocimiento. En las
directrices se definen los “Tesoros Humanos Vivientes” como “las personas que encarnan, en
grado máximo, las destrezas y técnicas necesarias para la manifestación de ciertos aspectos de
la vida cultural de un pueblo y la perdurabilidad de su patrimonio cultural material”;
vi) en 1998 se creó un Programa de obras maestras del patrimonio oral e inmaterial
de la humanidad para honrar los ejemplos más destacados de espacios culturales (definidos
como lugares donde se concentran las actividades culturales tradicionales y populares o como
el momento generalmente elegido para cierto acontecimiento que ocurre periódicamente) o
formas de expresión tradicional y popular, como los idiomas, la literatura oral, la música, la
danza, los juegos, la mitología, los rituales, los trajes típicos, la artesanía, la arquitectura y
demás artes así como formas tradicionales de comunicación y de información158. Además, se
procura incitar a los gobiernos, las ONG y las comunidades locales a que sean los primeros en
identificar, preservar y llamar la atención sobre su patrimonio oral e intangible;
vii) el Programa de la UNESCO de preservación y revitalización del patrimonio
cultural inmaterial ha puesto en marcha una serie de publicaciones destinadas a ayudar a los
especialistas a catalogar y recopilar inventarios de las formas culturales, ya que éstas cambian
constantemente y pueden desaparecer para siempre junto con sus creadores. El primer
volumen de esta serie es un Manual para el estudio de música tradicional e instrumentos de
música159. Está en preparación un manual para el estudio de los estilos arquitectónicos
nativos.
[Continuación de la nota de la página anterior]
157
158
159
universal excepcional desde el punto de vista histórico, estético, etnológico o antropológico”.
<http://whc.unesco.org/world_es.htm>.
La UNESCO y la Institución Smithsoniana organizaron conjuntamente una conferencia
internacional titulada “Evaluación mundial de la Recomendación de 1989 sobre la protección y
salvaguardia de la cultura y el folclore tradicionales: creación de las condiciones locales y
cooperación internacional”, celebrada en Washington D.C., del 27 al 30 de junio de 1990.
<http://www.unesco.org/culture/heritage/intangible/masterp/html_sp/declar.shtml>.
Dournon, Geneviève. Handbook for the Study of Traditional Music and Musical Instruments. París:
UNESCO, 1999.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 79
222. Más recientemente, en la 31ª Sesión de la Conferencia General de la UNESCO, se
adoptó una Resolución por la que se creará un nuevo instrumento normativo para la
protección de la cultura y el folclore tradicionales160. En la Resolución se invitaba al Director
General a que presentara a la Conferencia General, en su 32ª Sesión prevista para fines
de 2003, un informe sobre el eventual alcance de dicho instrumento, junto con un proyecto
preliminar de convenio internacional161. La labor progresa con rapidez y para junio de 2003
se prevé una tercera reunión intergubernamental relativa a este instrumento. Como señalaron
el Canadá y la OAPI en sus comentarios respecto del documento WIPO/GRTKF/4/3, este
proceso es directamente pertinente a la labor del Comité respecto de las ECT; el Canadá
solicitó además una mayor cooperación entre la OMPI y la UNESCO a este respecto.
223. Ha habido asimismo varias iniciativas de catalogación en el plano internacional. Por
ejemplo, la UNESCO ha producido, junto con el Instituto Cultural Africano, una guía titulada
Artesanía: guía metodológica de recopilación de datos162. Mediante esta guía, y gracias a su
amplia distribución entre los Estados miembros de la UNESCO, en español, árabe, francés e
inglés, la UNESCO establecerá gradualmente bases de datos informatizadas que irán
vinculándose mediante redes internacionales. Esta red constituida para la recopilación y
difusión en todo el mundo de datos sobre formas y técnicas relacionadas con la artesanía
tendrá su punto de convergencia en el Centro Internacional de Promoción de la Artesanía,
establecido en septiembre de 1996 en Fez (Marruecos). La UNESCO también ha publicado la
“Colección UNESCO de Música tradicional del mundo”.
Centro de Comercio Internacional (CCI)
224. El Centro de Comercio Internacional (CCI) funciona bajo la dirección conjunta de la
Organización Mundial del Comercio (OMC), que lo creó, y de la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). El CCI se ocupa de la cooperación técnica
con los países en desarrollo para la promoción del comercio. Las principales esferas del
programa del CCI son el fomento de productos y mercados, la creación de servicios de apoyo
al comercio, la información comercial, el desarrollo de recursos humanos, la gestión de las
compras y el aprovisionamiento internacionales, así como la evaluación de las necesidades y
la creación de programas para la promoción del comercio.
225. En 1996 y en colaboración con la UNESCO, el CCI publicó, un informe titulado
“Compendio de Medios y Legislaciones Destinados a proteger las Creaciones Artesanales”163.
En el informe se incluye la propuesta de establecer una estructura destinada a conceder una
protección doble, a saber, la protección de los artesanos (los profesionales) y la protección de
los derechos de propiedad intelectual. En el informe se declaraba además que la protección
de los profesionales tendría que confiarse a una cámara de oficios que debería crearse en cada
160
161
162
163
31 C/Resolución 30. Fueron 17 los Estados miembros que expresaron formalmente por escrito
sus reservas en relación con la adopción de la resolución sobre este tema: Alemania, Argentina,
Barbados, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Granada, Grecia, México, Noruega, Países
Bajos, Portugal, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Suecia, Suiza.
Véase <http://unesdoc.unesco.org/images/0012/001246/124687e.pdf> - Actas de la Conferencia
General – 31ª Sesión - París, 15 de octubre a 3 de noviembre de 2001 - “Resoluciones”.
UNESCO/ICA, Artesanía: guía metodológica de recopilación de datos (por Jocelyn EtienneNugue) París: UNESCO/ICA, 1990.
CLT-96/WS/5, 1996.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 80
país para defender los intereses de sus miembros164. Además, una Sociedad Nacional de
Creaciones Artesanales se encargará de la protección de los derechos de propiedad intelectual
respecto de la artesanía. Esta sociedad supervisaría y orientaría a la cámara de oficios,
haciendo al mismo tiempo de vínculo entre los órganos en cuestión165. Más recientemente, en
julio de 2000, el CCI publicó un informe titulado “Medios Jurídicos y extrajurídicos para la
protección de la artesanía”, basado en la labor emprendida en colaboración con la OMPI en
Bolivia, Colombia y el Perú.
226. Respecto de las creaciones artesanales, en 2000 el CCI adoptó una nueva
recomendación de la Organización Mundial de Aduanas (OMA), en que se solicitaba a los
países que catalogaran sus creaciones artesanales en nomenclaturas estadísticas nacionales166.
227. En enero de 2001 tuvo lugar en La Habana (Cuba) un taller organizado conjuntamente
por el CCI y la OMPI y relacionado con la protección jurídica de las creaciones artesanales
originales. Se recomendó allí la creación de sistemas nacionales eficaces de protección de la
artesanía y se insistió en la necesidad de instaurar una relación de confianza con los miembros
del sector de la artesanía167.
El acceso a las ECT y su puesta a disposición por las personas que trabajan en el terreno, los
museos y los archivos
228. Tal como se examinó anteriormente, existe la “necesidad de equilibrar y coordinar la
conservación y la protección, y de aclarar la relación existente entre la protección positiva y el
mantenimiento del dominio público. Esta cuestión surgió de modo práctico en el proceso de
conservación de los conocimientos tradicionales o las ECT, puesto que dicho proceso provoca
temores acerca de la falta de protección y corre el riesgo de situar involuntariamente los
conocimientos tradicionales y las expresiones culturales tradicionales en el dominio público o
de otorgar inadvertidamente a terceros una capacidad ilimitada de utilizar los conocimientos
tradicionales y las ECT en contra de los propios valores e intereses de su comunidad de
origen. La manera más evidente en que surge este problema es cuando se lleva a cabo la
conservación sin la autorización del titular o custodio de los conocimientos tradicionales, por
ejemplo, en el caso de la grabación no autorizada de interpretaciones o ejecuciones de
expresiones del folclore o la catalogación o difusión sin consentimiento de conocimientos
médicos tradicionales que puedan considerarse confidenciales o secretos. Este problema
también surge cuando se lleva a cabo la conservación sin el consentimiento o participación de
los titulares, menoscabando involuntaria o casualmente la protección de los conocimientos o
las ECT: esto puede ocurrir cuando se registra o cataloga el material sin tener plenamente
conciencia de las consecuencias de dichos actos. De esta manera, es posible que el proceso de
conservación se halle en conflicto con el deseo de proteger los conocimientos y las ECT
cuando la divulgación, el registro o la catalogación de ese material menoscabe los intereses de
sus titulares y les impida gozar de posibles derechos de propiedad intelectual, a la vez que
puede poner dichos conocimientos o expresiones en el dominio público sin que la comunidad
de origen o los titulares sean conscientes de todas las repercusiones que trae consigo la
164
165
166
167
CCI/UNESCO. op.cit.
Ibídem.
ITC/AG(XXXIV)/185, 27 de febrero de 2001.
WIPO-ITC/DA/HAV/01/03, 30 de enero a 1 de febrero de 2001.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 81
conservación, o den su consentimiento al respecto. En los debates del Comité se manifestaron
numerosas opiniones interesadas por evitar que se produzca esta situación”168.
Un ejemplo
229. En el contexto de las ECT, estas cuestiones conciernen en primera instancia al derecho
de autor y los derechos conexos. Por ejemplo, tomemos el caso de una persona que trabaja en
el terreno, que graba la interpretación de una canción tradicional con el consentimiento del
intérprete de la canción quien, a los fines de este ejemplo, es un miembro de la comunidad
cultural en que se originó la canción.
i) En potencia, existen cuatro tipos de derechos de propiedad intelectual que podrían
aplicarse a esa situación –el derecho de autor sobre la obra musical; el derecho de autor sobre
las palabras cantadas como parte de la canción (la letra); los derechos conexos del artista
intérprete o ejecutante de la canción; y los derechos conexos en lo relativo a la grabación.
ii) Partiendo de la hipótesis de que la canción y la letra no son obras protegidas por el
derecho de autor (por una o más de las razones reseñadas anteriormente en la sección sobre
las producciones literarias y artísticas), el intérprete de la canción puede gozar de los
“derechos conexos del artista intérprete o ejecutante” sobre su interpretación (en virtud del
Tratado de la OMPI sobre Interpretación o Ejecución y Fonogramas (WPPT) de 1996 se
protegen las interpretaciones o ejecuciones de las “expresiones del folclore”).
iii) Asimismo, en virtud del derecho de propiedad intelectual, podrá considerarse que
la persona que trabaja en el terreno (o la institución para la que trabaja) goza de derechos
conexos sobre la grabación; a saber, los derechos de un productor de grabaciones sonoras, ya
que se trata de la persona que realizó la fijación.
iv) En algunos casos, la persona que trabaja en el terreno puede depositar la
grabación a los fines de la conservación en un archivo, museo, biblioteca u otra institución
similar, a la que puede transferir sus derechos de propiedad intelectual (lo mismo se aplica a
su empleador) sobre la grabación, mediante un acuerdo de depósito u otro similar.
v) Los derechos sobre la grabación revisten una importancia capital, por constituir la
manera más sencilla de acceder a la canción para los profesionales del ramo y otros usuarios.
Según la experiencia de numerosos archivos y centros de folclore, se suele considerar al
coleccionista (la persona que trabaja en el terreno) como el custodio del material que recopila,
sobre el que no se considera que tenga derecho alguno. Al menos por lo que respecta a ciertas
instituciones públicas, los depósitos de grabaciones efectuadas en el terreno en un archivo u
otro depósito deben acompañarse de formularios de cesión por parte de los artistas intérpretes
o ejecutantes, la comunidad fuente u otros titulares de la tradición de que se trate. Por
consiguiente, el donante de una colección tiene la responsabilidad inmediata de actuar como
intermediario entre la comunidad fuente o los titulares de la tradición que ha recopilado y el
depositario final de la colección.
vi) Por otra parte, tal como se ha señalado anteriormente, en virtud de la legislación
sobre propiedad intelectual, los derechos sobre dichas grabaciones se confieren por lo general
a la persona que trabaja en el terreno (o a su empleador) o a la institución que posee la
168
Documento WIPO/GRTKF/IC/5/12, párrafo 26.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 82
grabación, y no al intérprete o a la comunidad donde se originó la canción interpretada. En la
gestión de los derechos y en el acceso a la grabación efectuada en el terreno pueden residir las
oportunidades para emprender acciones prácticas destinadas a proteger los derechos e
intereses del intérprete y, quizás indirectamente, de la comunidad donde se originó la canción.
vii) Los museos, bibliotecas y archivos realizan con frecuencia copias adicionales de
dichas grabaciones a los fines de la conservación (numerosas legislaciones nacionales en
materia de derecho de autor permiten la realización de “copias de archivo”). Asimismo,
propician el acceso del público a sus grabaciones y colecciones con fines educativos,
comerciales y de investigación, lo que en el caso de las instituciones públicas puede ser
incluso una obligación legal. En este aspecto reside la oportunidad de proteger los derechos e
intereses de los artistas intérpretes o ejecutantes y de las comunidades pertinentes –por
ejemplo, siguiendo una práctica que es habitual en los archivos y museos públicos de varios
países, puede exigirse que las copias de las grabaciones se hagan públicas únicamente cuando
se disponga de pruebas del consentimiento de los artistas intérpretes o ejecutantes o de los
esfuerzos realizados de buena fe por hallar a sus herederos.
viii) Para volver al ejemplo, otro músico puede acceder de manera legítima a la
grabación de la canción tradicional en el museo o archivo, efectuar arreglos sobre la misma
volver a registrarla, o “samplear” la grabación y crear una nueva obra musical. Siempre que
este músico cree una nueva obra musical, podrá gozar del derecho de autor.
ix) Al hacerlo, el músico garantiza en cierta manera la transmisión de la expresión
cultural y quizá incluso su supervivencia desde el punto de vista económico (la industria de la
grabación, así como las industrias de la radiodifusión, la cinematografía y el turismo se
convierten en los “nuevos patrocinadores del folclore y de las tradicionales orales”169.
Tampoco es mala política permitir que se utilicen las creaciones internacionales como fuente
de inspiración para la creación de nuevas obras protegidas por el derecho de autor (véase el
examen realizado en la Sección sobre las producciones literarias y artísticas y el derecho de
autor).
x) No obstante, y pese a lo antedicho, la comunidad tradicional o indígena cuya
creación se interpretó inicialmente y el intérprete de la canción cuya interpretación se fijó
probablemente se sentirían agraviados si no recibiesen parte alguna de los beneficios
comerciales y/o cierto reconocimiento. A falta de derecho de autor sobre la canción misma,
¿qué sucede con los derechos sobre la grabación de sonido de la persona que trabaja en el
terreno (o la institución) y con los derechos del intérprete?
xi) En cuanto a lo primero, los derechos del productor de una grabación de sonido
incluyen, entre otras cosas, el derecho a autorizar la reproducción de la grabación. En
principio, este derecho puede ejercerse de manera tal que se tomen en consideración los
derechos e intereses de la comunidad original y/o del artista intérprete o ejecutante. El
ejemplo presentado por la Delegación de los Estados Unidos de América en la tercera sesión
del Comité Intergubernamental en relación con los pagos efectuados a los interpretes de
música conservada en archivo utilizada en una película reciente, demuestra que las
actividades de conservación son pertinentes a la distribución de los beneficios comerciales y
169
Chaudhuri, S., “The Experience of Asia”, documento presentado en el Foro Mundial de la
OMPI–UNESCO sobre la Protección del Folclore, celebrado en Phuket (Tailandia), del 8 al 10
de abril de 2002.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 83
pueden desempeñar una función importante a ese respecto170. Podrían estudiarse las
posibilidades que existen para que esta práctica se generalice.
xii) En cuanto al artista intérprete o ejecutante, sus derechos incluyen el derecho de
reproducción de su interpretación o ejecución fijada en la grabación efectuada en el terreno
(Artículo 7 del WPPT). Sus derechos podrían utilizarse para proteger asimismo la música y la
letra que, de otro modo, no gozarían de protección.
xiii) No resulta claro hasta qué punto se toman en consideración los derechos de los
artistas interpretes o ejecutantes en esos casos y, de cualquier modo, el artista interprete o
ejecutante puede no disponer de los medios necesarios para ejercer y hacer respetar sus
derechos (puede añadirse asimismo que para los países que aún no han ratificado el WPPT y
en función de las legislaciones nacionales, su interpretación o ejecución puede no ser objeto
de protección si la legislación nacional pertinente no exige la protección de las
interpretaciones o ejecuciones de “expresiones del folclore” distintas de las que figuran como
obras literarias y artísticas en el sentido del derecho de autor. Esto se debe a que la
Convención de Roma y el Acuerdo sobre los ADPIC exigen únicamente la protección de las
interpretaciones o ejecuciones de obras literarias y artísticas. Asimismo, en virtud de la
Convención de Roma y del Acuerdo sobre los ADPIC, entre los derechos de los artistas
interpretes o ejecutantes puede no incluirse el derecho a impedir la reproducción de la fijación
de la interpretación o ejecución debido a que el artista dio su consentimiento para realizar la
fijación inicial (véanse las limitaciones de los derechos en la Convención de Roma
(Artículo 7.1)c)i), traspuestas al Artículo 14.1) del Acuerdo sobre los ADPIC).
xiv) Puede añadirse que si la fijación hubiese sido audiovisual, los derechos del artista
interprete o ejecutante serían mucho más limitados (debido a que el Acuerdo sobre los ADPIC
y el WPPT abarcan únicamente las fijaciones de sonido y el Artículo 19 de la Convención de
Roma establece que una vez que un artista intérprete o ejecutante haya consentido que se
incorpore su actuación en una fijación visual o audiovisual, dejará de ser aplicable el
Artículo 7 de la Convención, que establece los derechos del artista interprete o ejecutante).
230. Se trata de un ejemplo simplista, pero ilustra que pueden plantearse muchas cuestiones
de propiedad intelectual en relación con la recopilación, el registro, la conservación y la
divulgación de expresiones culturales tradicionales. Desde la perspectiva de los pueblos
indígenas y de las comunidades tradicionales, la recolección, el registro, la preservación y la
difusión pueden entrañar ciertos riesgos relacionados con la propiedad intelectual si las
cuestiones pertinentes de propiedad intelectual no se administran satisfactoriamente. Si bien
este ejemplo se refiere únicamente a la música, como Janke y otros autores han puesto de
manifiesto, los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales sienten preocupaciones
similares en relación con otras formas de patrimonio cultural recopilado y conservado en
archivos y museos, como fotografías, documentos, notas de investigación y propiedades
culturales muebles.
Protocolos, códigos de conducta y directrices
231. Como lo demuestra el ejemplo anterior, los coleccionistas (las personas que trabajan en
el terreno) y los archivos se encuentran a mitad de camino entre las comunidades y el
mercado. Por consiguiente, pueden desempeñar una función clave de mediación a la hora de
170
Documento WIPO/GRTKF/IC/3/17, párrafo 271.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 84
proteger las expresiones culturales, permitiendo al mismo tiempo que las personas utilicen,
reutilicen y recreen el patrimonio cultural, actividades vitales para su supervivencia. Sin
embargo, los aspectos de propiedad intelectual exigen consideración y gestión y, a este
respecto, los protocolos, códigos de conducta y/o directrices, en relación con los aspectos de
propiedad intelectual, podrán resultar útiles tanto para las comunidades como para los
coleccionistas, los museos y los archivos. Los Estados miembros de la OMPI han expresado
apoyo a la labor en esta esfera171.
232. Los antropólogos, folcloristas, etnomusicólogos y otros profesionales han examinado en
detalle esta cuestión172, y cabe destacar que existen varias políticas, códigos de ética,
protocolos y directrices elaborados por sociedades de folclore, etnografía, antropología y por
otros órganos profesionales, aunque no todos se refieren a cuestiones relacionadas con la
propiedad intelectual.
233. Para elaborar protocolos, códigos de conducta y/o directrices relacionados con la
propiedad intelectual, podrían utilizarse como punto de partida algunos ejemplos de
protocolos y códigos de conducta:
i) el informe de la Asociación Nacional Australiana de Artes Gráficas (NAVAS)
titulado “Valorar el arte, respetar la cultura: protocolos para tratar con el sector de artes
visuales y artesanía indígena de Australia”. Este informe ha sensibilizado al público y ha
alentado el debate sobre las cuestiones culturales indígenas y la propiedad intelectual. En el
informe se describen protocolos para tratar el material creado por pueblos indígenas que
contiene imaginería, motivos o estilos que pueden identificarse fácilmente como indígenas.
Estos códigos no son ejecutorios pero fijan criterios que podrán, con el tiempo, considerarse
como normas de conducta que abran camino a la creación de derechos173;
ii) la declaración de ética de la American Folclore Society;
iii) los protocolos de los aborígenes e isleños del Estrecho de Torres para bibliotecas,
archivos y servicios de información;
iv) el código de práctica del Consejo Australiano de las Artes para el sector de arte
gráfico y artesanía;
v) la política de investigación del Grupo de Trabajo sobre minorías indígenas de
África Austral (WIMSA);
vi) en el Canadá, las Directrices Inuit Tapiriit Kanatami para la investigación
responsable, las Directrices del Instituto Cultural Dene y las Directrices de investigación en
materia de conocimientos tradicionales: una Guía para investigadores en Yukon, preparada
por el Consejo de Primeras naciones de Yukon;
171
172
173
Véanse el documento WIPO/GRTKF/IC/4/15, y los comentarios de la Comunidad Europea y
sus Estados miembros acerca del documento WIPO/GRTKF/IC/4/3.
Seeger, A., op. cit., Chaudhuri, S., “The Experience of Asia,” (documento presentado en el
Foro Mundial de la OMPI–UNESCO sobre la Protección del Folclore, celebrado en Phuket
(Tailandia), del 8 al 10 de abril de 2002; Peters, M., “Protection of the collection of expressions
of folklore; the role of libraries and archives,” documento presentado en el Foro Mundial de la
OMPI–UNESCO sobre la Protección del Folclore, celebrado en Phuket (Tailandia), del 8 al 10
de abril de 2002; Seeger, A., “Ethnomusicologists, Archives, Professional Organizations, and
the Shifting Ethics of Intellectual Property,”, 1996 Anuario de música tradicional de 1996,
página 87; Toelken, Barre “The Yellowman Tapes, 1996-1997”, Journal of American Folklore
111 (442) 381–391, 1998.
Véase el Report of the Contemporary Visual Arts and Craft Inquiry, Australia, 2002,
página 139.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 85
vii) posesiones anteriores, nuevas obligaciones (políticas para los museos de Australia
y los pueblos aborígenes e isleños del Estrecho de Torres).
234. Ciertos archivos e instituciones abordan estas cuestiones en sus actividades cotidianas.
Por ejemplo, Chaudhuri deja constancia de los esfuerzos del Centro de Archivos e
Investigación sobre Etnomusicología del Instituto Norteamericano de Estudios Indios, en la
India, por proteger los derechos de los artistas intérpretes o ejecutantes limitando los derechos
de los depositarios de las grabaciones hechas en el terreno y estableciendo contacto con los
artistas intérpretes o ejecutantes de las grabaciones depositadas a fin de informarles sobre sus
derechos174. El Centro de Costumbres Populares Norteamericanas, de la Biblioteca del
Congreso, adopta un enfoque similar, al considerar que el coleccionista/donante y el archivo
desempeñan una función puramente de conservación y comprometerse a respetar los deseos
del artista intérprete o ejecutante original de la tradición:
“En otras palabras, únicamente el artista intérprete o ejecutante y su comunidad o sus
herederos son los titulares de los derechos sobre el material; el coleccionista/donante y
el depositario son conservadores, vinculados por los acuerdos concertados entre las
partes. Cuando no existen acuerdos escritos, los investigadores (en ocasiones con la
ayuda del depositario) deben hacer un esfuerzo de buena fe por entrar en contacto con el
intérprete o ejecutante original a fin de obtener la autorización escrita de reutilizar el
material. Esto se aplica especialmente en caso en que puedan obtenerse beneficios
materiales de una grabación comercial. Si el esfuerzo de buena fe no tiene éxito, el
investigador podrá entrar en contacto con el coleccionista/donante quien, como
intermediario, podrá conocer los deseos del intérprete o ejecutante o de su comunidad.
Así pues, se entabla un diálogo cuádruple entre el artista intérprete o ejecutante, el
coleccionista/donante, el depositario, y el investigador, en el que cada uno de ellos
desempeña una función: el artista intérprete o ejecutante es el titular de los derechos, el
coleccionista/donante es el conservador intermediario, el depositario es el conservador
final y el investigador es quien solicita la autorización de utilizar el material”175.
235. En el Centro Omaní de Música Tradicional, los expertos consideran que la elaboración
de nuevas formas de promoción del patrimonio musical de Omán sin el consentimiento del
artista tradicional es una violación de la interpretación consuetudinaria del uso del patrimonio;
no creen que deban concederse derechos exclusivos sobre la reproducción de la música
tradicional. Sin embargo, acogen con agrado la concesión de derechos de interpretación o
ejecución a los intérpretes o ejecutantes de música tradicional Omaní176.
Lista de verificación y cláusulas contractuales tipo en materia de propiedad intelectual
236. Estrechamente vinculada a la elaboración de protocolos, códigos de conducta y/o
directrices se encontraría la creación de instrumentos de propiedad intelectual para utilizar en
la elaboración de contratos de depósito, acceso, entrega y licencia, utilizados por los
174
175
176
Chaudhuri, op. cit., pág. 36.
Conversación privada con la Sra. Peggy Bulger, Directora y el Sr. Michael Taft, especialista en
folclore del Centro de Costumbres Populares Norteamericanas, 15 de octubre de 2002.
Documento presentado por el Dr. Jaber Bin Marhoun Flaifil Al Wahaiby, Director General del
Departamento de Organizaciones Internacionales del Ministerio de Comercio e Industria de
Omán, en la Conferencia Internacional sobre Propiedad Intelectual, Internet, Comercio
Electrónico y Conocimientos Tradicionales, en Bulgaria, del 29 al 31 de mayo de 2001.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 86
etnomusicólogos y demás personas que trabajan en el terreno, los archivos, los museos, las
bibliotecas y demás instituciones. Entre esos instrumentos podría figurar una lista de
verificación compuesta por cuestiones clave que cabría examinar, así como cláusulas tipo
relacionadas con la propiedad intelectual y destinadas a esos acuerdos. Los Estados
miembros de la OMPI han apoyado la labor en esta esfera177.
237. Existen varios ejemplos de acuerdos de licencia y de otra índole que podrían utilizarse
como base para esa tarea. Por ejemplo, el Centro Australiano de Derecho para las Artes y el
Grupo de Trabajo de las Minorías Indígenas de África Austral (WIMSA) han elaborado
acuerdos tipo, y el Centro Norteamericano de Arte Popular y Patrimonio Cultural de la
Institución Smithsoniana, en los Estados Unidos de América, cuentan con importantes
archivos y colecciones de grabaciones sonoras originales, dibujos, pósters, registros
comerciales, correspondencia, grabaciones audiovisuales y material fotográfico. En el marco
del Centro, la sección Smithsonian Folkway Recordings posee una nutrida colección de
música de los indios norteamericanos, de bluegrass, blues, música infantil y clásica, y otros
géneros. Concede licencias sobre su colección de música, con fines no comerciales, y ha
creado, a tal efecto, un “Formulario de solicitud de licencia de grabaciones maestras”178.
Patrimonio cultural digitalizado – “reglamento de utilización” y “avisos sobre derecho de
autor”
238. El patrimonio cultural es una rica fuente que vuelca su contenido cultural en las redes de
comunicación de la sociedad de la información. Cada vez más los museos y otras colecciones
digitalizan su contenido, que se presenta en varios medios electrónicos, como sitios Web,
CD-ROM, y bases de datos especializadas, con fines museísticos o de conservación o con
fines comerciales, así como para elaborar subproductos de carácter educativo, científico y
comercial179. La interacción del patrimonio cultural con la sociedad de la información plantea
complejos desafíos y cuestiones, en particular en lo que respecta a las ECT que se encuentran
en el dominio público.
239. En lo que atañe al patrimonio cultural digitalizado, en particular en relación con las
ECT que se encuentran en el dominio público, podría ser útil elaborar “reglamentos de
utilización” y avisos (como los “avisos sobre derecho de autor” para las obras protegidas por
derecho de autor) relacionados con la propiedad intelectual, para utilizarlos en relación con
sitios Web, CD-ROM, bases de datos especializadas y demás productos electrónicos en
multimedios. Podría sacarse provecho de las experiencias de la Red de Información del
Patrimonio Canadiense (CHIN) y del Centro Australiano de Derecho para las Artes, entre
otras instituciones.
240. Otra cuestión que merece atención, en los casos en que podrían crearse derechos de
propiedad intelectual respecto de colecciones digitalizadas de patrimonio cultural y/o bases de
datos en la materia, es el manejo de las eventuales tensiones entre esos derechos y los
177
.
178
179
Véanse el documento WIPO/GRTKF/IC/4/15, y los comentarios de la Comunidad Europea y
sus Estados miembros acerca del documento WIPO/GRTKF/IC/4/3.
Véase <http://www.folkways.si.edu/licenserequests.htm>. Véase también Seeger, A.,
“Ethnomusicologists, Archives, Professional Organizations, and the Shifting Ethics of
Intellectual Property”, Anuario de música tradicional, 1996, página 87.
Véase Vinson, Isabelle, Museum International, 215, septiembre de 2002, páginas 4 a 7.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 87
derechos e intereses de las comunidades culturales amparados en el derecho indígena y
consuetudinario, en cuyo marco se estudia esta materia.
Catalogar, registrar e inventariar las ECT
241. Aunque estas cuestiones se refieren principalmente a las colecciones establecidas y
mantenidas por terceros, esta Sección trata también de la eventual conveniencia, desde el
punto de vista de la propiedad intelectual, de que las comunidades culturales emprendan el
registro y la catalogación de sus ECT que se encuentran en el dominio público, como
estrategia para:
i)
crear propiedad intelectual sobre las ECT (es decir, protección “positiva”); o
ii) impedir la adquisición de propiedad intelectual sobre las ECT (es decir protección
“preventiva”).
La catalogación y el registro de las ECT como estrategia de PI para la protección positiva
242. Se sigue con mucho interés la catalogación de los conocimientos tradicionales
relacionados con ámbitos técnicos como la medicina, la conservación de la diversidad
biológica y la agricultura, con fines de protección tanto preventiva como positiva. Sin
embargo, ese tema plantea cuestiones prácticas y de política acerca de la conveniencia de
catalogar y publicar los conocimientos tradicionales, debido a las limitaciones que se han
puesto de manifiesto al aplicar derechos positivos a los conocimientos tradicionales
divulgados al público. Esas cuestiones se exploran en detalle en el documento
WIPO/GRTKF/IC/5/5. Tampoco queda claro si la catalogación y el registro de las ECT es
una estrategia valiosa, y cómo puede establecer derechos positivos sobre las ECT, al menos
en lo relativo a las obras literarias y artísticas.
243. Además de los costos elevados que suponen la catalogación y el registro de las ECT, el
derecho de autor relativo a la catalogación y los registros i) podrá no recaer en las propias
comunidades (a menos que se trate de los propios autores o que sean cesionarios de los
derechos) y ii) en cualquier caso abarca sólo las formas de expresión de las ECT, y no las
“ideas” representadas por ellas. Por otra parte, gracias a la catalogación y el registro, y
particularmente si se ponen a disposición en formato digital, será más fácil acceder a las ECT
y disponer de ellas, lo cual podría menoscabar los esfuerzos de las comunidades para
protegerlas. Por lo tanto, parecería que la mera catalogación de las obras literarias y artísticas
que son ECT no servirá por sí misma como una estrategia eficaz de adquisición de propiedad
intelectual sobre las ECT. Naturalmente, la catalogación desempeña un papel importante en
las estrategias destinadas a salvaguardar el patrimonio cultural y las culturas tradicionales.
244. Sin embargo, hay tres esferas que vale la pena examinar para evaluar nuevamente la
catalogación/registro de las ECT como estrategia de la protección positiva: la utilización de
programas informáticos e instrumentos digitales de gestión de derechos; la protección
disponible para las colecciones y las bases de datos; y la armonización de las normas sobre
documentación en materia de propiedad industrial con las que conciernen al patrimonio
cultural.
245. En primer lugar, se está trabajando mucho en el ámbito de la utilización de programas
informáticos e instrumentos digitales para la gestión de los derechos y los intereses sobre las
colecciones digitalizadas de ECT. Podrían así encontrarse caminos tecnológicos útiles para la
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 88
protección, caminos que cabría explorar en detalle. Un ejemplo pertinente es la labor
emprendida en el marco del Proyecto de Gestión de Colecciones Indígenas, o del proyecto
conjunto del Distributed Systems Technology Center de Australia y el Museo Nacional del
Instituto Smithsoniano del Centro de Recursos culturales de los Indios Norteamericanos. Aun
reconociendo las posibles ventajas que las tecnologías digitales pueden ofrecerles para
preservar y catalogar su historia y su cultura, las comunidades indígenas también empiezan a
entender las oportunidades de utilización y apropiación abusivas de sus conocimientos que
conlleva la digitalización. Se han ideado instrumentos informáticos para que las comunidades
indígenas protejan sus preciosos conocimientos y material cultural, que han sido preservados
gracias a la digitalización. Los instrumentos informáticos descritos aquí permiten a los
miembros de las comunidades que estén autorizados: definir y controlar los derechos,
manejar el acceso y la utilización de sus recursos digitales; hacer valer las leyes tradicionales
que rigen los conocimientos u objetos secretos/sagrados; impedir la utilización abusiva del
patrimonio indígena de manera inadecuada o indelicada desde el punto de vista cultural;
garantizar la atribución adecuada a los titulares tradicionales; y describir los recursos con las
propias palabras de las comunidades indígenas180.
246. En segundo lugar, la protección jurídica concedida a las colecciones, antologías y bases
de datos podrá ofrecer un cierto grado de protección a las ECT catalogadas y registradas. Por
ejemplo, una base de datos sobre arte rupestre norteamericana nativa que está en vías de
desaparición servirá tanto para preservar como para proteger dicho arte.
247. Actualmente, existen en todo el mundo numerosas bases de datos electrónicas de
expresiones culturales tradicionales, como el CD-ROM titulado “Folk Performances of
Thailand”, publicado por la Oficina de la Comisión Cultural Nacional de Tailandia; la base
de datos de Lao ya mencionada y la base de datos sobre “Historias culturales” que elaboran
actualmente las tribus Tulalip de los Estados Unidos de América. No obstante, no queda claro
hasta qué punto para su elaboración y divulgación resultaron pertinentes y se tomaron en
consideración las cuestiones relacionadas con el derecho de autor y los derechos conexos.
248. Se ha sugerido con frecuencia que las expresiones del folclore pueden recibir protección
indirecta, bien mediante la protección por derecho de autor que se concede a las bases de
datos consideradas “originales” debido a la selección o la disposición de su contenido, bien
por la protección sui generis propuesta para las bases de datos no originales.
249. La protección de las bases de datos por derecho de autor no abarca su contenido, y ello
sin perjuicio de cualquier derecho que pueda subsistir en relación con el mismo. Por
consiguiente, esa protección no se aplicará a las expresiones del folclore de la base de datos,
sino únicamente a su publicación y presentación en forma de colección, antología o
compilación. Así pues, nada podrá impedir a una persona no indígena tomar una de las
canciones que componen una colección de música tradicional y reproducirla, adaptarla y
comercializarla, suponiendo que de la canción no surjan otros derechos.
180
Hunter, Jane; Koopman, Bevan; Sledge, Jane, “Software Tools for Indigenous Knowledge
Management”, septiembre de 2002. Véase también Hunter, Jane “Rights Markup Extensions
for the Protection of Indigenous Knowledge”, mayo de 2002, y Wells, Kathryn, “A Model and
Pilot Options for a Digital Image and Text Archive of Indigenous Arts and Knowledge; A
Progress Report”, 1997.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 89
250. No obstante, no debe excluirse en este ámbito la posibilidad de conceder protección
sui generis a las bases de datos. Una directiva de la Comunidad Europea y ciertas
legislaciones nacionales conceden protección a las bases de datos no originales; por ejemplo,
la directiva de la Comunidad Europea confiere a los creadores de bases de datos el derecho a
extraer y/o reutilizar el conjunto o una parte sustancial de los contenidos de la base de datos,
habida cuenta de que la creación de una base de datos representa una inversión sustancial en
cuanto a la obtención, verificación o presentación del contenido. Esta protección se aplica
con independencia de que el contenido cumpla las condiciones para gozar de protección por
derecho de autor u otros derechos.
251. Por consiguiente, desde la perspectiva de los pueblos indígenas y las comunidades
tradicionales, es posible que las colecciones y las bases de datos de expresiones del folclore
creadas por las comunidades pertinentes, ya sea que las expresiones individuales se
consideren “obras literarias y artísticas” o no, puedan gozar de protección en virtud de
propuestas para la protección sui generis de las bases de datos. Sin embargo, es incierto que
esta protección pueda, en principio, extenderse a las expresiones individuales que se extraigan
y vuelvan a utilizar.
252. No obstante, en los casos en que la colección u otra forma de base de datos haya sido
creada por personas que no pertenezcan a las comunidades indígenas o tradicionales que
originaron las expresiones del folclore, serán los creadores de la base de datos quienes
gozarán de la titularidad de los derechos que surgen de la misma. Para que los pueblos
indígenas y las comunidades tradicionales gocen de derechos en relación con dichas bases de
datos, deben ser considerados como los creadores o realizadores de las bases de datos o, al
menos, adquirir los derechos de los creadores y realizadores. A este respecto, podría seguir
explorándose la utilización de contratos para proteger los derechos de los intérpretes de las
ECT y de los titulares de la tradición.
253. La Secretaría de la OMPI seguirá analizando la utilización de las bases de datos para dar
protección jurídica a las expresiones culturales tradicionales y abordará esta cuestión en su
programa de cooperación técnico jurídica, así como en el Manual Práctico de la OMPI sobre
la Protección Jurídica de las ECT y conocimientos tradicionales conexos. El Comité
Permanente de la OMPI de Derecho de Autor y Derechos Conexos continúa examinando la
protección de las bases de datos no originales y se seguirán de cerca todos los acontecimientos
relacionados con la misma.
254. Una propuesta que podría ser útil para las iniciativas de catalogación de conocimientos
tradicionales consiste en dar a la labor de catalogación una estructura tal que permita
satisfacer los requisitos mínimos de catalogación para la adquisición, el ejercicio y la
observancia de los derechos sobre los diseños. Esto entrañaría, por ejemplo, la armonización
de las normas en vigor sobre clasificación de la propiedad industrial y documentación en la
materia (como el Arreglo de Locarno que establece una Clasificación Internacional para los
Dibujos y Modelos Industriales, de 1979 y la Norma ST.80 (Recomendación relativa a los
datos bibliográficos sobre dibujos y modelos industriales (identificación y requisitos
mínimos)181, y las normas de catalogación de diseños basados en la tradición (como la
181
Se trata de una de las 50 Normas, recomendaciones y directrices sobre información y
catalogación de la propiedad industrial, destinadas a armonizar las prácticas entre todas las
oficinas de propiedad industrial y a facilitar la transmisión, el intercambio y la divulgación de
información sobre propiedad industrial (tanto para texto como para imágenes).
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 90
publicación “Artesanía: guía metodológica para la captación de información” de la
UNESCO).
255. No obstante deberá evaluarse la utilidad práctica de dicha labor. Este ejercicio plantea
asimismo cuestiones prácticas y jurídicas que se seguirán estudiando y examinando y, a su
debido tiempo, se abordarán en el programa de asistencia técnico-jurídica de la OMPI y en el
Manual Práctico de la OMPI sobre la Protección Jurídica de las ECT y conocimientos
tradicionales conexos.
La catalogación de las ECT como estrategia preventiva de propiedad intelectual
256. Se hace referencia en esta parte a la catalogación de las ECT como medio para impedir
la adquisición de títulos de propiedad industrial que puedan incidir en la utilización de
producciones originadas en ECT, especialmente diseños industriales y, en menor medida,
también patentes. (La protección preventiva de los signos distintivos se examina más
adelante, en la Sección relativa a los registros.)
257. En las misiones exploratorias se sugirieron “tres pasos en aras de una protección
mejorada de los diseños basados en conocimientos tradicionales comprendidos en los
sistemas de dibujos y modelos industriales existentes: 1) las normas para la catalogación de
diseños basados en la tradición deberían tener en cuenta los requisitos mínimos de
catalogación para los dibujos y modelos industriales sujetos al Acuerdo sobre los ADPIC y al
Arreglo de La Haya relativo al depósito industrial de dibujos y modelos industriales; 2) las
oficinas de propiedad industrial deberían incorporar la catalogación estandarizada de los
diseños tradicionales en sus archivos de búsqueda para realizar el examen a fondo de las
solicitudes de titularidad sobre dibujos y modelos industriales; 3) las clases o subclases
pertinentes para diseños basados en conocimientos tradicionales deberían ser establecidas con
sujeción al Arreglo de Locarno que establece una Clasificación Internacional para los Dibujos
y Modelos Industriales (1979)”182. La inclusión de listas de expresiones culturales en un
sistema de registro internacional de dibujos o modelos como el Arreglo de La Haya podrá
contribuir a que los examinadores identifiquen las expresiones culturales que pertenecen a
comunidades tradicionales y rechacen las solicitudes de registro, fundándose en que no son
nuevas y originales y el solicitante no es el creador del diseño.
258. Esta propuesta refleja la labor que se está realizando en relación con los conocimientos
tradicionales “técnicos” y las patentes, destinada a la publicación preventiva de los
conocimientos tradicionales, con el fin de impedir la adquisición de derechos de patente sobre
invenciones basadas en conocimientos tradicionales. Del mismo modo, la integración de
información sobre expresiones culturales podría permitir que las iniciativas de catalogación
pongan a disposición de las oficinas de propiedad intelectual datos sobre diseños basados en
la tradición y que son de dominio público, así como integrar dichos datos en sus
procedimientos de presentación, examen, concesión y publicación de títulos de propiedad
intelectual.
259. No obstante, no queda claro hasta qué punto dichas actividades para la “publicación
preventiva” de la información relativa a los diseños industriales responderían a necesidades
182
“Necesidades y expectativas en materia de propiedad intelectual de los titulares de
conocimientos tradicionales”. Informe de la OMPI relativo a las misiones exploratorias sobre
propiedad intelectual y conocimientos tradicionales (1998-1999), párrafo 110.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 91
reales. La adquisición de derechos de diseños industriales en relación con la artesanía y otras
ECT tangibles que pertenecen al dominio público quizás no parezca tan corriente como en
otras esferas, como la de las patentes. Asimismo, a medida que un número mayor de países –
incluidos los países desarrollados– abandonan el examen sustantivo de solicitudes de diseños
industriales (en particular, las búsquedas relativas a la novedad), no parece realmente útil
emprender actividades destinadas a integrar la información sobre expresiones culturales en el
estado de la técnica susceptible de búsqueda a los fines de los diseños industriales. Por otra
parte, la publicación previa podría hacerse valer incontestablemente contra terceros.
La creación de registros, listas e inventarios de ECT como estrategia de propiedad
intelectual
260. Los programas sobre patrimonio cultural de alcance internacional, regional y nacional
suelen establecer registros, listas e inventarios de patrimonio cultural intangible y tangible
como instrumentos útiles para identificar, promover y salvaguardar. Por ejemplo, el Brasil ha
establecido el Registro de Patrimonio Inmaterial, y el Convenio Internacional para la
Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que es objeto de examen en la UNESCO,
prevé la creación de registros, inventarios y listas en el ámbito nacional e internacional. Sin
embargo, ¿podrán esos registros, listas e inventarios ser de utilidad en las estrategias de
propiedad intelectual, a los fines de la protección tanto positiva como preventiva?
261. Varios Estados que han establecido sistemas sui generis de protección jurídica de
las ECT han creado un sistema de registro; Panamá y Filipinas pueden citarse como ejemplo.
En otros países, como Cuba, también existen registros183. En la respuesta de Costa Rica al
cuestionario de la OMPI sobre folclore, de 2001, se formulan propuestas detalladas sobre la
creación y gestión de esos registros.
262. Las Disposiciones Tipo de 1982 no prevén forma alguna de registro ni de catalogación,
como tampoco la Ley Tipo para los países del Pacífico Meridional.
X.
ADQUISICIÓN, GESTIÓN Y OBSERVANCIA DE LOS DERECHOS
263. Tal como se recoge en el Informe sobre las experiencias nacionales
(WIPO/GRTKF/IC/3/10), si bien varios países contemplan la protección jurídica para las
expresiones del folclore (23 países, lo que equivale al 36% de los 64 que respondieron al
cuestionario), existen pocos países en los que puede decirse que dichas disposiciones se
utilizan activamente y funcionan eficazmente en la práctica.
264. Además, se desprende del Informe que son pocos los países en los que se aplican, de ser
el caso, los derechos de propiedad intelectual. En el Informe se concluye que es muy
183
La Ley de Derecho de Autor de Cuba, N.º 14, en vigor desde 1977, prevé la protección del
folclore, incluyendo la artesanía. Mediante la Resolución N.º 2, de 1993, el Centro Nacional de
Derecho de Autor (CENDA), dispone el registro y el depósito, facultativo, de las obras
protegidas. El documento recibido como consecuencia del registro de una obra valdrá como
prueba contra terceros, en el caso de violación del derecho de autor. Véase Dolores Isabel
Agüero Boza, “Las obras artesanales y el derecho de autor”, documento presentado en el Taller
OMPI-CCI sobre protección jurídica de artesanías originales, La Habana, 30 de enero a 1 de
febrero de 2001, WIPO-ITC/DA/HAV/01/6.
WIPO/GRTKF/IC/5/3
Anexo, página 92
necesario reforzar y aplicar más eficazmente en el plano nacional los sistemas y medidas
existentes para proteger las ECT, tomando en consideración las distintas necesidades
jurídicas, conceptuales, de infraestructura y operativas de los países.
265. En el Informe sobre las experiencias nacionales se sugerían formas concretas para
mejorar la aplicación de los derechos existentes e implementar eficazmente ciertos sistemas.
Entre estas propuestas se incluyen:
a) programas de sensibilización y formación especializada para los pueblos
indígenas y las comunidades locales en relación con el acceso, la comprensión y la utilización
de los sistemas vigentes de propiedad intelectual y otros instrumentos jurídicos que tengan a
su disposición;
b) actividades de información pública específicamente orientadas a las comunidades
locales e indígenas, y otras actividades llevadas a cabo por las oficinas nacionales de
propiedad intelectual, así como otros organismos, con el fin de explicar claramente las normas
y sistemas de propiedad intelectual y de facilitar el acceso a las oficinas nacionales de
propiedad intelectual y al sistema de la propiedad intelectual;
c) la posibilidad de reducir las tasas de presentación y renovación para los pueblos
indígenas y las comunidades tradicionales;
d) el establecimiento y el fortalecimiento de las estructuras institucionales necesarias
para aplicar disposiciones legislativas y otras medidas;
e) cuando sea posible, valerse de las sociedades de gestión colectiva existentes o
crear nuevas;
f) la celebración de consultas nacionales entre productores de artesanía y otras
expresiones del folclore184;
g)
el establecimiento centros de coordinación nacionales185;
h) el establecimiento de vínculos jurídicos y estructurales entre los sistemas
destinados a proteger las expresiones culturales tradicionales, los investigadores y archivos; y
ix)
la utilización de un mecanismo alternativo de solución de controversias.
[Fin del Anexo y del documento]
184
185
Documento expositivo del Grupo Asiático y China (OMPI/GRTKF/IC/2/10), pág. 4.
Documento expositivo del Grupo Asiático y China (OMPI/GRTKF/IC/2/10), pág. 4.
Descargar