Pon DiazRicardoT IncidenciaConvencionDerechos 2014

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INCIDENCIA DE LA CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS
CON DISCAPACIDAD EN EL ACCESO A LA EDUCACION SUPERIOR EN
CARTAGENA DE INDIAS
Tatiana Díaz Ricardo (investigador principal), Duván González, María Isabel Espitia, Dagoberto
Liñan, Laura Morelo, Cheryl Morris, Sara Palencia Suárez (Auxiliares de Investigación)- GRUPO
DE INVESTIGACIÓN JUSTICIA CONSTITUCIONAL Y ADMINISTRATIVA
UNIVERSIDAD DE CARTAGENA
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Resumen
No obstante que la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad fue
adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas desde el 13 de diciembre de 2006, los
avances fácticos en la ciudad de Cartagena están por realizarse. Con este trabajo se evidencian
razones materiales para argumentar que la población en situación de discapacidad está
medianamente desprotegida. Se demostró que en el año 2014 en Cartagena de Indias la
accesibilidad de las personas con discapacidad física a las Instituciones de Educación superior es
insuficiente.
Introducción
Colombia suscribió la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
el 30 de marzo de 2007, posteriormente aprobada por el Congreso de la República mediante la
Ley 1346 de 2009 y declarada exequible por la Corte Constitucional mediante Sentencia C293/10. Este instrumento jurídico significó para muchos países un cambio en la concepción de la
discapacidad, pues en ella se reconocen la existencia de barreras en la sociedad que impiden el
goce efectivo de los derechos de esta población y centra su atención en la eliminación de las
mencionadas barreras.1
La Convención busca generar en los países vinculados el compromiso de adoptar medidas
tendientes a la promoción de los derechos de las personas con discapacidad así como la lucha
contra la discriminación a través de la promulgación de leyes garantistas, eliminación de leyes y
prácticas discriminatorias, e igualmente hace un llamado a la adopción de planes, programas y
políticas al respecto, y como consecuencia, a que se puedan ofrecer bienes y servicios acordes
con la población, así como una infraestructura adecuada para su acceso.2
Pese a ello, los esfuerzos normativos parecen no generar un efecto suficientemente coercitivo
que le permita a esta población exigir la materialización de sus derechos ante el Estado
Colombiano
Por lo anterior, el grupo Justicia Constitucional y Administrativa, preocupado por la protección
especial que ha de brindarse a las personas con discapacidad3, desarrolló un proyecto de
investigación a fin de verificar el cumplimiento de la normatividad nacional e internacional
existente para la protección de las personas con discapacidad físico-motriz, en relación
con el acceso a Instituciones de Educación Superior en la ciudad de Cartagena, ejecutando
un trabajo de campo que se desarrolló en dos fases. La primera comprendida entre los años 2011
- 2013 y la segunda en el 2014. Las principales conclusiones y resultados obtenidos se tienen en
cuenta en el presente trabajo a efectos de analizar el impacto de la Convención Sobre Los
Derechos De Las Personas Con Discapacidad y su Protocolo Facultativo, en el Estado
Colombiano, toda vez que luego de la constatación efectuada en la ciudad de Cartagena, respecto
del Derecho a la Educación, se observa que la aplicación de este paraíso jurídico, es una labor a
medias.
El equipo de trabajo se dio a la tarea de comprobar que en las Instituciones de Educación
Superior (IES) de la ciudad, se estuviera dando cumplimiento al compendio jurídico que
1
2
3
Ídem.
Ídem.
Constitución Nacional 1991, Artículos 13, 47, 68
reglamenta el acceso de personas con discapacidad físico-motriz, teniendo en cuenta que según
el Censo de 1993, a nivel nacional, la discapacidad físico-motriz es la segunda cifra que menor
número de escolarizantes representa (4.378 y 4.802 personas con afección de miembros
superiores e inferiores, respectivamente, asisten a la escuela. La cifra más baja es la discapacidad
del habla -2.940 personas-), y que la primera barrera con la que se encuentra una persona con
discapacidad físico-motriz, para acceder a la Educación, es la falta de condiciones
infraestructurales que le permitan su acceso de forma independiente.
En consecuencia, el grupo de investigación, para el cumplimiento de los objetivos planteados en la
investigación, realizó una labor de revisión de los textos normativos vinculantes para Colombia,
protectores de los derechos de las personas con discapacidad, tanto nacional como internacional,
en especial los relacionados con el derecho a la educación y la discapacidad físico-motriz.
Igualmente se hizo revisión de la doctrina nacional acerca de la discapacidad, y finalmente se
llevó a cabo un trabajo de observación participación, a través de la cual no sólo se revisaron las
condiciones infraestructurales de las Instituciones de Educación Superior de Cartagena (IES)
basados en las Normas Técnicas4 al respecto, sino que hubo un acercamientos con los distintos
sujetos: personas con discapacidad, compañeros de clases de estos y personal administrativo de
las instituciones visitadas, quienes se consideraron importantes en el entorno educativo para el
abordaje del tema.
Los principales resultados y conclusiones de este trabajo permitirán analizar el impacto de la
Convención en Colombia y la aplicación en la ciudad de Cartagena.
Normatividad Colombiana y Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad y Protocolo Facultativo. Recuento Histórico.
Para el año 2006 la Organización de las Naciones Unidas (ONU), firma la Convención
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y Protocolo Facultativo. Colombia aprueba
4
Normas emitiadas por el Instituto Colombiano de Normas Técnicas, cuyo propósito es establecer los estándares mínimos de calidad
para la prestación de diversos servicios en el país, ya sea en los sectores públicos y/o privados, basado en los estándares
internacionales.
esta Convención con la Ley 346 de 2009 y la ratifica el 10 de mayo de 2011, desarrollándose con
la Ley estatutaria 1618 de 2013. Esta vinculación supranacional del Estado Colombiano significó
un compromiso ante la comunidad internacional y una obligación taxativa con la población con
discapacidad.
En el articulado de la Convención se pueden identificar cláusulas normativas de aplicación directa
en el proyecto en mención. El artículo 9° protege la accesibilidad en igualdad de condiciones en
tres categorías entorno físico, transporte y comunicaciones. Para el caso que nos compete el
entorno físico es el área donde se enmarca el proyecto de investigación. Por otro lado, el artículo
19° proclama el principio de vida independiente y autónoma para las personas con discapacidad,
el cual debe materializarse con medidas efectivas que garanticen el pleno goce de sus derechos y
su participación con la comunidad a través de la adecuación de instalaciones y servicios
comunitarios, como lo es el ejercicio del derecho fundamental a la educación, el cual debe
brindarse en condiciones dignas, tanto en el contenido pedagógico como el espacio físico donde
se imparte. Por lo cual es necesario que las instituciones de educación superior cuenten con los
instrumentos para el acceso y movilización de personas con discapacidad. Así lo establece
también el artículo 24° de la Convención, que trata sobre el acceso en general en la Educación
Superior, servicio que requiere ajustes razonables en función de las necesidades individuales y
que deben ser aplicadas para el caso concreto en estudio.
Asimismo, esta convención consagra una serie de preceptos tendientes a la promoción,
protección y aseguramiento del goce pleno de todos los derechos humanos y libertades
fundamentales de las personas con discapacidad, en condiciones de igualdad, promoviendo el
respeto de su dignidad inherente5. Reconoce y se preocupa por las personas con discapacidad
identificándolas como aquellas que poseen deficiencias físicas, mentales, intelectuales o
sensoriales a largo plazo, que al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su
participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones6. Afirma que estas
dificultades siguen existiendo a pesar de los múltiples instrumentos y actividades que se realizan
para extinguirlas, e impiden su participación como homólogos del resto de la población en la vida
social, por lo que se resalta la importancia de la accesibilidad, la cual se constituye en principio
5
6
Art 1 inc 1 Convención de Derechos sobre personas con discapacidad
Art 1 inc 2 Convención de Derechos sobre personas con discapacidad
general7, porque es importante que se tenga la garantía de poder vivir de forma
independiente y participar en todos los aspectos de la vida: acceso al entorno físico, social,
económico y cultural, a la salud y la educación, a la información y las comunicaciones8. Esto
obliga al Estado a asegurar el acceso de las personas con discapacidad, en igual de
condiciones en esos entornos y a la adopción de medidas que permitan la identificación y
eliminación de barreras de acceso.
En desarrollo de la Ley aprobatoria de la Convención, se expide la Ley estatutaria 1618 del 2013,
que consagra en su artículo 2 una serie de definiciones, dentro de ellas: Acceso y Accesibilidad,
la cual es definida como “las condiciones y medidas pertinentes que deben cumplir las
instalaciones y los servicios de información para adaptar el entorno, productos y servicios, así
como los objetos, herramientas y utensilios, con el fin de asegurar el acceso de las personas con
discapacidad, en igualdad de condiciones…”
También se define, en la mencionada ley, el concepto de Barreras, el cual se configura como:
“cualquier tipo de obstáculo que impida el ejercicio efectivo de los derechos de las personas con
algún tipo de discapacidad”, que además pueden ser físicas, constituidas por “aquellos obstáculos
materiales, tangibles o construidos que impiden o dificultan el acceso y el uso de espacios, objetos
y servicios de carácter público y privado, en condiciones de igualdad por parte de las personas
con discapacidad”9.
En ese sentido, la Convención se convierte en un instrumento orientador que va a irradiar la
normatividad colombiana. Antes de la Constitución Política de Colombia de 1991, ya existían en
el país algunas normas que consagraron disposiciones sobre las personas con discapacidad,
entre ellas se encuentra la Resolución 14861 de 1985 cuyo fin era la protección, seguridad, salud
y bienestar de las personas en el ambiente y en especial de personas con minusvalías10; el
Decreto 0404 de 1985 que consagra normas urbanísticas, arquitectónicas y de construcción,
precisando responsabilidades institucionales en el departamento del Valle en relación con la
7
Art 3 Convención de Derechos sobre personas con discapacidad
Literal k Preámbulo Convención de Derechos sobre personas con discapacidad
9
Art 2, Núm. 5 Ley 618 de 2013
10
Se usan aquí los términos empleados por las leyes del momento, lo que en sí mismo denota que se trataba aún de los primeros
pasos para incluir a las personas con discapacidad, respecto de los cuales se usaban términos que en la actualidad han sido
reevaluados y considerados como lenguaje discriminatorio por su carácter peyorativo.
8
accesibilidad para personas con minusvalías y sectores de la población con movilidad reducida; la
Ley 12 de 1987, que consagra el deber de diseño y construcción de lugares públicos y privados
(de acceso al público), bajo parámetros que faciliten el ingreso y tránsito de personas cuya
capacidad motora o de orientación esté disminuida por la edad, la incapacidad o la enfermedad11.
Con la Constitución Política de 1991 (C.N.), se incluye el artículo 47 que dispone una obligación
por parte del Estado de adelantar una política de rehabilitación e integración social para los
“disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos”12, la cual prestaría a los mismos, la atención
especializada que requirieran. Igualmente, con la inserción del derecho constitucional a la
igualdad (artículo 13 C.N.) se propugna por un servicio especial a las personas que por su
condición física o mental se encuentren en estado de debilidad manifiesta, estableciendo así un
precepto supralegal de trato diferenciado a las personas que tengan algún tipo de discapacidad.
Desde la promulgación de la C.N. hasta el año 2005 se expidieron alrededor de 26 normas entre
leyes, decretos, acuerdos y resoluciones que reglamentaban asuntos en salud, educación,
pensiones, transporte, movilidad, entre otros temas, relacionados con la protección de los
derechos de personas con discapacidad, de las cuales vale la pena resaltar: el Decreto 2381 de
1993, que
declaró el 3 de diciembre de cada año como día nacional de las personas con
discapacidad; la Ley 115 de 1994 y su Decreto 2028 de 1996, que reglamentó la atención
educativa para personas con limitaciones o con capacidades o talentos excepcionales; y la Ley
361 de 1997, con la cual se establecieron mecanismos de integración social para las personas
con limitación en el ámbito educativo, laboral y de seguridad social. Esta norma se ha aplicado a
través del diseño y ejecución de proyectos y políticas públicas a nivel distrital, departamental y
nacional.
Durante este período la Corte Constitucional, como máximo ente garante de nuestra Constitución,
entró a ejercer control de las conquistas legales alcanzadas hasta ese momento, profiriendo
jurisprudencia a favor de esta población, marcando así una línea jurisprudencial proteccionista de
los derechos de la población con discapacidad.
11
JALIL
PAZ,S.
NORMAS
JURÍDICAS
SOBRE
LA
DISCAPACIDAD
EN
COLOMBIA
[Disponible
http://www.cali.gov.co/publico2/documentos/Bienestar/discapacidad/normas_juridicas.pdf.] Pág. 11
12
Artículo 47 C.N.
en
la
web
en:
Posterior a la Ley 361 de 1997, en el 2002 se aprueba mediante la Ley 762 la Convención
Interamericana para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Personas
con Discapacidad tendiente a
prevenir y eliminar la discriminación contra las personas con
discapacidad, en todas sus formas y manifestaciones, y propiciar su plena integración a la
sociedad, lo que se corresponde cabalmente con el deber del Estado colombiano de protección
especial de estas personas, que incluye la adopción de medidas encaminadas a procurar que su
condición de igualdad sea real y efectiva y, de ese modo, garantizar el goce de sus derechos y
libertades y la primacía de un orden jurídico, económico y social justo.
Es importante mencionar que en el 2003 el Ministerio de Transporte emite el decreto 1660 donde
reglamenta la accesibilidad a los modos de transporte de la población en general y en especial de
las personas con discapacidad13, lo cual no había sido contemplado anteriormente en el país.
La falta de diligencia en la aplicación de las normas que propenden por la eliminación de estas
barreras, se traduce, en el plano educativo, desde el cual el grupo de investigación observó la
aplicación de las normas que protegen a las personas con discapacidad, en violación del derecho
a la educación de estas personas, por la imposibilidad de acceder a la institución. Los
establecimientos de Educación Superior públicos y privados tienen el deber de garantizar
estos derechos adecuando sus campus o infraestructuras para garantizar la accesibilidad
de las personas con discapacidad. Es el cumplimiento de estas obligaciones las que se
pretendieron verificar en la ciudad de Cartagena como se verá posteriormente.
La discapacidad en la doctrina Colombiana
En Colombia, como se ha mencionado, existe un compendio normativo sobre
discapacidad, sin embargo, no hay una doctrina jurídica consolidada frente al tema. Esta situación
de laguna doctrinal es referida por Martha Nussbaum en su libro Las fronteras de la justicia en el
cual manifiesta: “no hay ninguna doctrina en el contrato social…que incluya a las personas con
13
Ídem. Pág. 101
graves y raras deficiencias físicas y mentales en el grupo de los que deben escoger los principios
políticos básicos”.14
Ha habido acercamientos a través de investigaciones como las de Carlos Parra Dussan, sin
embargo no es suficiente para la consolidación de doctrina frente al tema, debiendo acudir a
juristas internacionales como Agustina Palacios quien ha desarrollado el Modelo social de
discapacidad.15
La falta consenso conceptual en el tema, propicia un escenario de interpretaciones dispersas
sobre la normatividad existente. Por ello, el fundamento teórico acogido por el grupo para el
desarrollo de la investigación referenciada, se elaboró a partir de la tesis de la jurista internacional
Agustina Palacios y de la jurisprudencia de la Corte Constitucional Colombiana, quien ha
desarrollado la teoría de las Acciones afirmativas, que se ha considerado la más acertada de las
posturas expuestas por la Corte frente al tema.
Sobre el primer fundamento teórico, vale decir que Agustina Palacios, en su libro “El modelo social
de discapacidad: orígenes, caracterización y plasmación en la Convención Internacional sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad”, sugiere (tal como se deja ver del título del texto),
con fuertes argumentos y con un análisis exhaustivo de la elaboración de la Convención, que en
ésta se plasmó el modelo social de discapacidad.16
La autora argumenta que tanto en el debate previo así como en el texto mismo de la Convención,
principalmente el preámbulo (también los artículos 1,2 y 8), se plasmaron los dos presupuestos
fundamentales del modelo social de discapacidad, los cuales se refieren a (1) el cambio del
concepto sobre las causas de discapacidad y (2) el valor de la persona con discapacidad en la
sociedad.
Según Palacios, estos presupuestos se refieren a que: (1) no son las limitaciones individuales las
raíces del problema, sino las limitaciones de la propia sociedad, para prestar servicios apropiados
14
15
16
NUSBAUM, M. Las fronteras de la justicia. Harvard University. Paidós Ibérica S.A. Pag 31. 2006
PALACIOS, Agustina. El Modelo Social de la discapacidad. Ediciones Cinca. 2008
PALACIOS, A. El Modelo Social de la discapacidad. Ediciones Cinca. 2008Pág. 103
y para asegurar adecuadamente que las necesidades de las personas con discapacidad sean
tenidas en cuenta dentro de la organización social, y (2) se considera que las personas con
discapacidad tienen mucho que aportar a la sociedad, o que, al menos, la contribución será en la
misma medida que el resto de personas —sin discapacidad—“17.
Conviene resaltar aquí, que para Agustina Palacio (y para la Convención) el primer presupuesto
del modelo social
“…significa entender que, una cuestión es la diversidad funcional de la persona (esto es, una
diferencia física, mental, sensorial o intelectual respecto de la media), y otra la desventaja
que se presenta cuando dicha persona quiere interactuar en sociedad. Esta desventaja sería
la consecuencia del diseño de un tipo de sociedad pensada para una persona “estándar”,
18
que dejaría afuera las necesidades de las personas con diversidad funcional” .
En ese sentido, la aplicación del Modelo social de discapacidad en la Convención, combinado
con un enfoque basado en derechos: (i) reconoce que las personas con discapacidad son sujetos
de derecho que pueden y deberían poder determinar los cursos de sus vidas en la misma medida
que el resto de los miembros de la sociedad; y (ii) define las limitaciones impuestas por el entorno
físico y social como vulneraciones de los derechos de las personas”19.
Esto es importante toda vez que estos postulados fortalecen la teoría de las Acciones Afirmativas,
traída del sistema americano incorporada e en el artículo 13 Constitucional, que esgrime el
compromiso de protección especial en favor de estos grupos, en tanto tal modelo consiste en que
se favorece a determinadas personas o grupos humanos tradicionalmente marginados o
discriminados, con el único propósito de avanzar hacia la igualdad sustancial de todo el
conglomerado social20
Así las cosas, al darse la aprobación de la Convención, Colombia reconoce de manera más
directa, la adopción del modelo allí planteado y un compromiso con él, en donde el Estado, a
través de Acciones Afirmativas, debe procurar un diseño acorde con las necesidades de estas
17
18
19
20
Ídem 20
Ídem Pág. 314.
Ídem Pág. 318.
Sentencia C-293 de 2010
personas, lo que implica que las soluciones no deben apuntarse individualmente a la persona
afectada, sino más bien que deben encontrarse dirigidas hacia la sociedad, para lo cual, el Estado
Colombiano (y todos los Estados parte) debe adoptar las medidas necesarias, entre las cuales se
destacan la accesibilidad universal, el diseño para todos y todas, la transversalidad de las políticas
en materia de discapacidad, entre otras21.
Aunque en el plano colombiano estas medidas se han desarrollado principalmente en el marco de
la formulación de normas y políticas fuertemente protectoras de grupos con el fin de lograr la
igualdad material, no deben quedarse allí (como ha sucedido en el caso de las normas de
infraestructura en las IES en Cartagena), sino que deben ser eficaces, de manera que las
entidades del sector público y privado han de adoptar proyectos en beneficio de esta población y
hacer aplicables los ya existentes. Esto se extiende a todos los ámbitos de la vida en sociedad de
estas personas, razón por la que, para el caso de su derecho a la Educación, el cual se abordó,
(se reitera, en la investigación realizada por el grupo), la obligación es de adecuación de sus
políticas de infraestructuras para lograr el su acceso y movilización independiente.
Principales resultados del proyecto de investigación Acceso y Movilización de personas
con discapacidad Físico-Motriz en Instituciones de Educación Superior en Cartagena.
El grupo realizó una inspección de todas las Instituciones de Educación Superior (IES) (en
las que se incluyen los llamados “Ceres” y las diferentes sedes de una IES) de la ciudad de
Cartagena en el año 2011 y se observaron las condiciones de infraestructura de cada una, esto
es, si contaban con herramientas de acceso y movilización independiente para personas con
discapacidad físico-motriz.
Se tuvieron como base las Normas Técnicas: 4140, 4143, 4144, 4145, 4595, 4596, 4732 y 4733 y
con fundamento en los requisitos allí contenidos se elaboró una tabla como guía de observación.
Luego de haber identificado estos parámetros, se procedió a evaluar el estado de los instrumentos
de acceso y movilización en cada planta educativa, realizando una valoración de acuerdo al
estado de cada instrumento en relación con los requerimientos exigidos por el ICONTEC. De esta
21
Ídem Pág. 104 – 105.
manera se determinó si cumplían mínima, mediana o completamente con las especificaciones
técnicas o si no cumplían; finalmente se hicieron algunas observaciones.
Es resultado de las observaciones dio cuenta de la carencia de los elementos de acceso a las
personas con discapacidad, en la mayoría de las instituciones, así mismo, en los casos de las
instituciones que contaban con los mecanismos de acceso, estos se encontraban en condiciones
no adecuadas.
De acuerdo con los resultados obtenidos, sólo una universidad cumplió con la mayoría de las
herramientas que el ICONTEC exige para que puedan desplazarse las personas con
discapacidad. En una verificación actual, a efectos de actualizar la información, se observó que el
incumplimiento sigue siendo altísimo, 4 de 32 IES cumplen con la mayoría de las herramientas
que el ICONTEC exige para el desplazamiento de las personas en condición de discapacidad. Es
decir, respecto a la observación anterior realizada en el año 2011, las instituciones, en especial las
universidades, han mejorado sus infraestructuras en aspectos como puertas, corredores, rampas
y señales de orientación; muy escasamente se han implementado baños, y más insuficiente aún
es la adecuación con parqueaderos. No hay una sola institución que cumpla con todos los
aspectos descritos en la norma.
Cabe anotar que en el año anterior una de las IES objeto de nuestra investigación amplió su
infraestructura, construyendo una nueva sede, la cual, se tuvo en cuenta en la actualización, por lo
cual el número total de IES visitadas aumentó en 1.
El trabajo de actualización de los datos, mencionado en los párrafos anteriores, se realizó
teniendo en cuenta los criterios utilizados en la primera observación, esto es, se clasificaron los
diferentes instrumentos que exigen las N.T. y las características de estos, asignándoles un valor
de 2 a 5: 2 si no existe el instrumento, 3 si existe con algunas de las características mínimas, 4
contaba con mayor número de características pero sin tenerlas en su totalidad y 5 si contaba con
el instrumento con todas las características exigidas por las normas. La observación fue resumida
en la siguiente tabla, en donde debe notarse que se establece si las IES SÍ (S) cuentan con el
instrumento que exige la N.T., o No (N) cuentan con este, lo que quiere decir que la existencia del
instrumento ya sea en condiciones mínimas, medias o completas, fue incluida en un solo criterio
(Si existe) y la no existencia, en el criterio (No existe):
IES
/
Instrumento
Puertas
Rampas
Baños
Barras
verificado
S
U. San Buenaventura
x
Tecnológico Comfenalco
x
x
x
x
Tecnológico
x
x
x
x
N
S
N
S
x
x
N
S
Parqueaderos
N
Señales D. O.
S
N
Corredores
N
S
S
x
x
x
X
x
x
X
x
x
X
N
Comfenalco/
Cedesarrollo
U. Libre
x
x
Tecnar Centro
x
x
U. Tecnológica de
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
X
x
x
Bolívar
Unicolombo Centro
Unicolombo
x
x
x
x
x
x
x
x
x
X
x
x
x
x
x
X
x
x
x
x
x
X
x
x
X
4 vientos
U. d. Cgena. /
x
Claustro San Agustín
U. de Cartagena/
x
Zaragocilla
U. d. Cgena. /
x
x
x
x
x
x
X
San Pablo
U. d. Cgena. /
x
x
x
x
x
X
X
x
x
x
x
x
X
X
x
x
x
x
x
X
x
x
x
x
x
x
X
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
X
X
x
x
X
X
x
x
X
X
x
X
X
x
X
x
Piedra de Bolívar
U. d. Cgena. /
Claustro la merced
U. del Sinú/ Pie de la
Popa
U. Rafael Nuñez/
Claustro San Francisco
U. Rafael Nuñez/ Centro
SENA
x
U. Antonio Nariño
x
x
x
x
x
X
Universidad Bellas Artes
x
x
U. Tadeo Lozano
x
x
U. Los Libertadores
x
x
x
x
IAFIC
x
x
x
x
x
X
x
Colegio Mayor de
x
x
x
x
x
X
x
x
x
x
x
x
X
x
x
x
Bolívar
Ceres/ Colegio
Fernández Baena
Ceres/ Benkos
x
x
x
x
x
x
x
X
x
x
X
x
Biohó(Bocachica)
Ceres/ Foco Rojo
x
Pos
X
Ceres/ Liceo Bolívar
x
x
x
x
x
X
x
Ceres/ Nuestra Señora
x
x
x
x
x
X
x
x
x
x
x
X
x
x
x
x
x
X
x
x
x
x
X
x
x
x
x
X
del Carmen
Ceres/ San Francisco de
x
Asís
Ceres/ San Lucas
or a
la
obs
x
Ceres/ La Boquilla
Ceres/ Camilo Torres
teri
x
x
x
x
X
erv
ació
n de las condiciones de infraestructura, el grupo tuvo un acercamiento a través de una entrevista
personal, con las personas con discapacidad que se encontraban estudiando en las IES visitadas,
las cuales manifestaron sentirse bien en la institución educativa a la cual asisten, pero
reconociendo que no existen las condiciones necesarias que garanticen su acceso de forma
independiente.
La mayoría de ellos tiene un conocimiento muy general de las normas que los protegen, sin
embargo, son conscientes de que no cuentan con un ambiente ideal; a pesar de esto manifiestan
poca insatisfacción.
En el mismo sentido, se realizó una entrevista a personal administrativo de las IES visitadas, de
los cuales, la mitad respondió que conocen las normas que protegen a esta población, mientras
que la otra mitad admitió no conocer las normas. La mayoría, coincidió en que a futuro se tienen
planes de inclusión, específicamente el mejoramiento de la infraestructura, no obstante, no
contemplan una política educativa que contenga dicha reestructuración física. Reconocen que la
mayoría de las IES, no poseen los elementos necesarios para otorgar un acceso adecuado a las
personas con discapacidad, y son conscientes que se les debe brindar garantías (por lo que,
cuando tienen estudiantes con discapacidad, deben mover las clases de estos a la planta baja). Al
preguntárseles por alguna norma específica sobre la infraestructura que deben tener los
establecimientos educativos, no respondieron con claridad.
Finalmente se quiso contar con la percepción de los compañeros de clases de las personas con
discapacidad entrevistadas (a través de encuestas a 10 de ellos), los cuales estuvieron de
acuerdo en que la infraestructura de las instituciones no es el adecuado para el acceso de
personas con discapacidad físico-motriz y manifestaron, en su mayoría, que el trato por parte de
compañeros y profesores, hacia el estudiante con discapacidad, se da en condiciones de igualdad
De estos resultados se pudo concluir que la carencia de los instrumentos para el acceso de
personas con discapacidad devela una infraestructura poco pensada para garantizarlo, y más allá
de un incumplimiento de la norma o ineficacia de esta, hay un comportamiento tardío de la
sociedad frente a la inclusión y de poco interés en el conocimiento específico del tema, lo
cual se refleja en la omisión de las entidades educativas de contar con los instrumentos
adecuados para el acceso y movilización de estudiantes con discapacidad físico-motriz.
Lo anterior ocasiona que la educación como derecho constitucional fundamental no se esté
garantizando, puesto que las personas con discapacidad no tienen un goce efectivo del mismo. Es
así como esta población en la ciudad de Cartagena tiene la inminente necesidad de contar con la
infraestructura adecuada que le permitan movilizarse independientemente, en los centros de
educación superior.
En concordancia, si bien actualmente se están realizando proyectos en cuanto a infraestructura,
que buscan beneficiar a las personas con discapacidad, estos no son representativos, pues las
estadísticas muestran que del 4 al 10 % de la población cartagenera tiene un tipo de
discapacidad, lo que significa que los avances que se hacen son minúsculos en comparación con
la cantidad de personas que lo requieren, por ello es necesaria una evolución progresiva.
De otro lado, la poca insatisfacción de los estudiantes con discapacidad físico-motriz de las IES
visitadas, respecto de su institución, a la cual reconocieron como insuficiente para su acceso y
movilización independiente, permitió suponer que se han acostumbrado a una infraestructura
de poco bienestar para ellos, han normalizado lo que es en realidad una situación
problemática. Lo que podría implicar una actitud pasiva frente a la exigencia de sus derechos.
En relación con el conocimiento general que poseen el personal administrativo de las IES
visitadas, respecto de las normas protectoras de personas con discapacidad, se puede decir que
no es suficiente, puesto que lleva a que las medidas que se tomen para hacer frente a esta
realidad, terminen en elementos improvisados que no satisfacen las necesidades de esta
población. Igual puede decirse de los planes a futuro en los cuales están trabajando algunas
instituciones, debido a que estos se deben fundamentar en un conocimiento específico de la
necesidad y de las exigencias técnicas de las normas y no en el simple conocimiento general.
Es importante resaltar que si bien las Normas Técnicas no son de conocimiento público y ello
dificulta que las condiciones de los instrumentos se adecuen a los estándares mínimos de calidad
por falta de conocimiento, ello no es óbice para que las IES las desconozcan, el que no las
posean confirma la falta de interés en tener un conocimiento específico del tema y en brindar
condiciones de calidad mínima para el acceso de estas personas, igualmente la falta de
promoción a cargo del Estado.
Por otro lado, un aspecto importante que se pudo notar de la percepción de los compañeros de
clases, es que el trato hacia los estudiantes con discapacidad físico-motriz es bueno e igualitario,
sin embargo un número significativo identificó un trato ya sea preferente o despreciativo debido a
la condición de discapacidad e incluso, dos de los encuestados, no identificaron que tenían un
compañero con discapacidad lo que permite deducir que la manera en que perciben y tratan a las
personas con discapacidad genera dificultades y/o falta de certeza respecto del comportamiento
que deben tener hacia ellos. Este es uno de los aspectos neurálgicos para la eliminación de las
barreras que dificultan la igualdad material no sólo en términos infraestructurales, sino humanos.
En este contexto es donde el modelo social que promueve Agustina Palacios y adoptado por la
Convención, toma fuerza, pues aún la sociedad no tiene la conciencia suficiente respecto de la
necesidad de hacer efectivos los derechos de las personas con discapacidad, es también aquí
donde la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y Protocolo
Facultativo entró a robustecer la concepción de la discapacidad en el país, toda vez que, como se
observó, no existe en el país una doctrina clara al respecto.
Conclusiones
La política social del Estado Colombiano, ha sido insuficiente y contribuye a la
permanencia de la barrera social que separa a la población con discapacidad, ya que se ha
avanzado hacia el modelo inclusivo, plasmado en la Convención, sólo a través de Acciones
Afirmativas relacionadas con el planteamiento de una normatividad preferente y la aplicación a
casos concretos llevados a los jueces, pero que en la práctica no se aplica.
Se puede decir que antes y después de la Convención, Colombia ha legislado ampliamente en pro
de los derechos de las personas con discapacidad, pero la aplicación de estos instrumentos
jurídicos ha sido prácticamente nula, tanto, que las personas con discapacidad se han
acostumbrado a una infraestructura de poco bienestar para ellos, han normalizado lo que es en
realidad una situación problemática.
No existe conocimiento de las normas específicas que protegen esta población, lo que refleja falta
de interés en brindar condiciones de calidad mínima para ellos y una falta de publicación,
promoción y exigencia a cargo del Estado
Se requiere una enorme disposición del Estado, de la sociedad civil y las diferentes agremiaciones
de defensa de derechos de la personas con discapacidad para seguir aunando esfuerzos
académicos, políticos y culturales. Si bien existen mecanismos constitucionales como la Acción
de tutela, Acciones Populares, Acciones de grupo, entre otras, que buscan exigir judicialmente el
cumplimiento de la norma, el objetivo es que las instituciones educativas (y todos los estamentos
sociales) dispongan previamente de diseño adecuado para la discapacidad, que incluya tanto el
aspecto social (en el caso de la educación: metodología de aula, relación docente-estudiante)
como la dimensión física (infraestructura que garantice su movilización independiente)
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