La sociedad, Reorganizada y justa o jerarquizada y silenciadora

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
FACULTAD DE DERECHO, CIENCIA POLÍTICA Y CIENCIAS SOCIALES
Edgar Novoa
Introducción a la
Ciencia Política
Estudiante
La sociedad, ¿Reorganizada y justa
Jhonatan Rosas P.
o jerarquizada y silenciadora?
La sociedad ha sido uno de los aspectos importantes a tener en cuenta cuando se habla de política y más si se quiere hablar de
la organización de ésta misma, el papel de la mujer y la vida política de la misma dentro de esta sociedad ha sido seriamente
cuestionada y estudiada por una variedad de personas y corrientes expertas en estudios políticos, pero ¿es posible definir el
papel de la mujer dentro de la sociedad y la política?
Dicha pregunta quizás suena fuerte en el contexto general de la política pero en las teorías, ideas y/o concepciones de Hannah
Arendt y Julieta Paredes es clara la respuesta. Básicamente las diferencias y similitudes entre las concepciones de dichas
autoras radica en como comprenden el término sociedad; mientras para Hannah Arendt el término tiene dos concepciones el de
la época antigua y el de la época moderna para Paredes sólo cabe un significado al término sociedad. Arendt se refiere a sociedad
de la época antigua como: “(…) el conjunto de familias económicamente organizadas en el facsímil de una familia superhumana
y su forma política de organización se califica con el nombre de «nación»” (Arendt. Hannah, Pág 55) dicho concepto está basado
en el análisis de las esferas pública y privada bajo la característica de ser cambiantes de acuerdo al contexto histórico en el
que se desenvuelven.
Es así como Hannah identifica otro concepto en la modernidad, el cual emerge con el auge de lo social –una transición de la
esfera privada a la esfera pública- donde lo familiar pasa a un plano totalmente distinto y llega a tomar posesión de la sociedad
la conducta, abarcando y controlando a todos los pertenecientes de la misma sociedad. (Arendt. Hannah, Pág 64). La sociedad
en la modernidad entonces es: “(…) la forma en donde las actividades relacionadas con la pura supervivencia se permiten
aparecer en público”. (Arendt. Hannah, Pág 68). En el caso de Paredes lo que identifica como sociedad o comunidad es: “una
constitución por mujeres y hombres como dos mitades imprescindibles, complementarias, no jerárquicas, recíprocas y
autónomas una de la otra” (Paredes. Julieta, Pág 87). Es de esta forma entonces como se empieza a identificar nociones que
aunque no son contradictorias si son muy distantes, pues en el caso de Arendt plantea un pensamiento de un concepto cambiante
de acuerdo a la historia y reformulado con la relación esfera pública-privada mientras para Paredes la mujer vive en una
sociedad de distribución horizontal, de “igualdad” hombre-mujer.
Así el papel de la mujer dentro de la sociedad y especialmente en la política empieza a tomar caminos distintos en cada una de
las autoras, aunque se reconoce y dejan legible o evidente la desigualdad en la que la mujer se ha visto envuelta en el contexto
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político. Julieta Paredes plantea entonces como la mujer emprende su acción y vida política dentro de esta sociedad o comunidad
por necesidad de salir de la subordinación en la que se encuentra inmersa. Cabe destacar que ella plantea un mundo en sus
inicios y hasta la revolución francesa netamente patriarcal, donde la mujer no es reconocida con los mismos derechos, ni las
mismas posibilidades de adquirir privilegios o llevar una “buena vida”, es hasta después de la revolución francesa donde se
empiezan a afirmar los derechos de los individuos “igualando” derechos de hombres y mujeres, también es importante resaltar
que Paredes no trata de idealizar un mundo donde la mujer se vea exclusivamente igual que el hombre, pues asimismo identifica
como se debe entender la mujer diferente al hombre (según el feminismo de la igualdad y el feminismo de la diferencia).
En el caso de Arendt la mujer pertenece casi que exclusivamente a la esfera privada pues en ningún momento (excepto en casos
especiales) la mujer se puede considerar libre debido a que está sometida a cumplir una actividad para “satisfacer” a la sociedad
o algún hombre en específico. Una vez más es importante destacar la transición que esta autora va relatando con el papel de la
mujer en la historia y en las esferas pública y privada, en la edad antigua con crueldad y a su vez realismo la elimina de la esfera
pública y de paso elimina rastro alguno de ella en la política, ya que se debía tener la capacidad de manejar la libertad propia
para tener presencia y un papel en dicha esfera, capacidad que la mujer no poseía. El papel que le reconoce a la mujer en la
modernidad aunque no es del todo distinto si es un poco más avanzado, pues identifica transformaciones en la esfera pública
que a su vez permiten que la mujer pertenezca en unos contados casos a la política, esto debido esencialmente al comportamiento
que la sociedad tiene luego de la aparición de las ciencias del comportamiento, la estadística y la ciencia económica moderna
además de la forma de supervivencia que empieza a vivir la mujer.
Entonces, lo anterior plantearía que el papel de la mujer claramente está definido por Hannah Arendt y Julieta Paredes. Para
definir esto es importante comprender bajo que contexto se define dicho papel, pues si es cierto que se llega a manejar la misma
concepción de desigualdad en la sociedad no se entiende esa sociedad de manera equivalente. En el caso Paredes se entiende
como un “ente” que ocupa la mitad de la sociedad y en el caso Arendt es un “animal” que en la mayoría de casos no posee la
libertad para pertenecer a una sociedad común, a una esfera pública y mucho menos a la política. Por lo tanto el papel de la
mujer en la política para Paredes debe ser equitativo respecto al del hombre y además reparador en cuanto se le debe reconocer
lo que no ha podido desarrollar en ese campo la mujer. Finalmente, Arendt plantea que dicho papel se ve aún muy restringido,
pues en cuanto no tenga la seguridad y capacidad de manejar la mujer su propia libertad no podrá ser parte de la gran esfera
pública y no podrá tener a plenitud esa bios politikos o vida política.
BIBLIOGRAFÍA
 ARENDT, Hannah, “La esfera pública y la privada”, en La condición humana, Editorial Paidós, Buenos Aires, 2003. Pp
37-78
 PAREDES Julieta, “II. Una ruptura epistemológica con el feminismo occidental”, en Paredes Julieta, Hilando fino desde
el feminismo comunitario, Bolivia, Cooperativa el Rebozo, 2013, pp 75 -94.
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