El perro del hortelano ÍNDICE INTRODUCCIÓN3

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El perro del hortelano
ÍNDICE
• INTRODUCCIÓN3
• LOPE, CREADOR DE LA COMEDIA ESPAÑOLA . 4
• EL PERRO DEL HORTELANO, COMEDIA PALATINA... 6
• EL PERRO DEL HORTELANO, COMEDIA DE ARGUMENTO DE EL PERRO DEL HORTELANO... 7
• ESTRUCTURA NARRATIVA DE EL PERRO DEL HORTELANO. 9
• ACTO PRIMERO. ACTO SEGUNDO. NUDO. 11
• ACTO TERCERO. DESENLACE.. 13
• MÉTRICA DE EL PERRO DEL HORTELANO.. 16
• TEMAS DE EL PERRO DEL HORTELANO19
• PERSONAJES DE EL PERRO DEL HORTELANO.21
• CONCLUSIÓN23
• BIBLIOGRAFÍA. 24
APÉNDICES:
• APÉNDICE I
CRONOLOGÍA Y CONTEXTO HISTÓRICO.26
• APÉNDICE II
CARACTERÍSTICAS DEL TEATRO EN EL SIGLO DE ORO27
• APÉNDICE III
LA VIDA Y LA OBRA DE LOPE DE VEGA29
• INTRODUCCIÓN
La razón de haber elegido este tema para realizar la monografía tiene un doble sentido práctico y de
preferencia subjetiva del autor. Elegí el tema del teatro del siglo de oro para conocer más sobre esta materia y
este periodo en concreto, porque es el más representativo de la historia del sexto arte en mi país y uno de los
más brillantes en la literatura universal. Es imprescindible conocer la historia del teatro, leer a los grandes
dramaturgos del pasado, para entender el teatro del presente, tanto como espectador con una visión crítica
como espectador, como para participar en un proceso creativo. Porque, en realidad, son los grandes temas de
la vida, que tienen un valor intemporal los que se repiten indefinidamente en los grandes dramaturgos de cada
época.
El amor, el orgullo, las diferencias sociales, y demás temas con vigencia en el presente, aparecen
interrelacionados y dosificados hábilmente por Lope de Vega en una de sus obras más populares y logradas. Y
esa también es una de las razones de la elección de este título, que, a pesar del conocimiento popular de su
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argumento y del título, es poco frecuente haber leído el texto. Además, la realización de este trabajo me obliga
a acercarme y me invita a introducirte en un tipo de teatro hoy poco frecuente.
Por pertenecer a una época lejana e ir destinada a un público con hábitos teatrales muy diferentes, una primera
lectura de El perro del hortelano puede resultar lenta y de difícil compresión. Por ello, la realización de un
análisis exhaustivo de la obra y su contexto, tanto de la época literaria como del autor, ayuda a apreciar la
cantidad y calidad de los recursos lingüísticos y literarios de los que hace uso Lope, que de otro modo
hubiesen quedado subordinados a la comprensión del argumento.
El objetivo general del este trabajo es el de llegar a entender el teatro barroco, en general, y de la comedia de
enredo o de capa y espada, en particular.
• LOPE, CREADOR DE LA COMEDIA ESPAÑOLA
Lope rompe la regla de las tres unidades dramáticas establecidas por los humanistas del siglo XVI, que
seguían la Poética de Aristóteles. Hasta entonces se consideraba que la obra debía tener una única unidad de
acción; debía desarrollarse en un día o jornada y en un mismo lugar. Las siguientes innovaciones técnicas
introducidas por Lope en su teatro se mantuvieron hasta mediados del siglo XVIII.
• División de las obras teatrales en tres actos o jornadas, en lugar de los cinco o cuatro, basándose
en las nociones clásicas de prótasis (exposición); epítasis (nudo) y catástrofe (desenlace). El acto o
jornada se divide en escenas breves que pueden desarrollarse en lugares y tiempos distintos.
• Ruptura de la unidad de acción. Puede haber una acción paralela a la principal, siempre que haya
armonía en el conjunto. Sirvan de ejemplo las acciones paralelas protagonizadas por personajes
nobles y las protagonizadas por sus criados.
• Mezcla de lo trágico y lo cómico en una misma obra, como consecuencia de la acción paralela de
nobles y plebeyos que se desarrolla en la trama. Lope introdujo en sus comedias la figura del donaire
o gracioso, criado del galán, que tiene visos picarescos, y que formaba parte de la estrategia
concebida para entretener al público o enseñar deleitando. De este modo, a la pareja galán−dama,
protagonista de la acción dramática, se le opone la pareja criado del galán−criado de la dama como
contrapunto de comicidad.
• Ruptura de las unidades de lugar y tiempo si la trama lo precisa. Lope considera que la acción ha
de suceder en el menor tiempo posible, procurando que los acontecimientos de cada acto se
desarrollen en una sola jornada excepto en las obras históricas.
• Temas. Además de la exaltación de los ideales religiosos y monárquicos, en sus obras destacan los
temas sobre el sentimiento amoroso y la defensa del honor o de la honra.
• Estilo. La naturalidad en el estilo es una de sus principales características. Lope utiliza un lenguaje
claro, sencillo y enraizado en elementos de la literatura de origen popular; también se sirve de los
rasgos estilísticos del conceptismo para expresar el valor del pensamiento en forma aguda e
ingeniosa: la concisión y la agudeza; los equívocos y los retruécanos; los juegos de palabras, el
hipérbaton y las metáforas,
Variedad métrica y lírica intercalada. La comedia siempre escrita en verso, alterna endecasílabos y
octosílabos con predominio de estos últimos y presenta estrofas diversas: romances, redondillas, cuartetos,
décimas, sonetos Intercaladas, aparecen canciones para cantar y bailar que interrumpen el curso de la acción
dramática y le añaden vistosidad.
• EL PERRO DEL HORTELANO, COMEDIA PALATINA
• EL PERRO DEL HOTELANO, COMEDIA DE AMOR
El subgénero de comedias de costumbres, capa y espada o enredo, ampliamente utilizado en Lope, tiene como
finalidad ser reflejar la realidad cotidiana y superficial de la corte. La vida que presenta es algo que fluye,
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efímero, y lo que la mueve es invariablemente el amor. Divina y dominadora, banal y humana, sabia y
engañosa, gozosa y transformadora, loca y tortuosa, platónica y carnal, todas las contradictorias caras del
amor son tratadas en la obra de Lope de Vega de forma magistral y suponen una importante fuente de datos
para su estudio sociológico, psicológico, histórico, literario.
Además de su calidad literaria, la obra de Lope destaca por el gran número de piezas escritas.
Todas sus obras tienen en común que al final llegan a un triunfo del amor frente a todos los impedimentos
desarrollados en la historia, y quien lleva la carga dramática no es la mujer ni el hombre sino ambos, la unión
de ambos. El mundo que recrea Lope en sus comedias es un mundo de finales felices idealizados, pero que
capta lo cotidiano, las realidades inmediatas.
• ARGUMENTO DE EL PERRO DEL HORTELANO
El perro del hortelano está dividido en tres actos (que coinciden con introducción, nudo y desenlace), sin
división interior en escenas, como era común en el teatro barroco −las salidas y entradas de personajes en
escena se marcan únicamente con breves indicaciones en acotaciones del tipo:(sale TEODORO), en las que el
verbo salir se utiliza indistintamente para la entrada o salida de personajes−. Los tres actos tienen una
extensión media de 50 páginas.
Acto primero. La obra empieza con la huida de Teodoro, el galán, y Tristán, su criado, de la casa de la
condesa de Belflor, Diana, donde sirve Marcela, quien es cortejada por Teodoro, lo que causa la precipitada
marcha y da origen al conflicto. Es un comienzo in medias res, muy utilizado en el teatro barroco.
Diana, despertada con sobresalto en mitad de la noche, conoce la secreta relación de sus inferiores a través de
Anarda y se resuelve a solucionar la situación mediante el matrimonio entre ambos. Aquí se mencionan por
primera vez las desigualdades sociales que impiden la relación entre Diana y Teodoro.
Tristán, el personaje cómico, da consejos de amor a Teodoro, pero se da cuenta de que tiene obligaciones con
Marcela.
Diana, en una postura que hace referencia al título, se siente tentada por los celos e idea una estratagema en la
que declara indirectamente sus sentimientos hacia su secretario (soneto para una amiga). Queda confirmado
en el interrogatorio posterior al que somete a Tristán.
Esto contrasta con el rechazo con el que trata seguidamente al marqués Ricardo, un personaje prepotente,
caricaturesco, que busca la parodia de los versos de Góngora.
Teodoro se acerca a conocer las intenciones de Diana cuando le entrega sus versos y cuando encierra a
Marcela en su propia habitación; por ello, y ante esta presión, niega su promesa de amor. Diana acaba
insinuando la posibilidad de estar juntos e incluso de matarlo para evitar una situación incómoda para ella. A
la salida tropieza, y es levantada por Teodoro (tiene un significado simbólico).
Teodoro acaba confundido y culpable por lo injusto de su trato con Marcela.
Acto segundo. El acto se abre con el conde Federico y el marqués Ricardo que esperan a su amada a la puerta
de la iglesia. Una vez más, Lope trata de parodiar el lenguaje de los barrocos.
Teodoro aparece de nuevo como un galán pensativo, que ambiciona a una mujer de mayor posición social,
mientras rasga, sin darse cuenta, una nota de Marcela.
Mantiene con ella una conversación llena de mentiras en la que se desdice de sus amores, no quiere causar
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problemas a Diana.
Marcela hace culpable a Anarda de su desdicha por habérselo contado a su ama, y como venganza decide
insinuarse a Fabio, su gentilhombre.
Anarda reprende a Diana, y esta ahora cambia su actitud con Teodoro. Le hace partícipe de su duda de qué
pretendiente escoger y éste lo interpreta como la elección del marqués. El desdén de Diana provoca una vuelta
con Marcela y un cómico intercambio de reproches. Marcela, dolida, utiliza a Fabio contra Anarda. En mitad
de la pelea de los enamorados aparece la condesa, celosa, y decide enviar una carta a Teodoro que lo confunde
aún más.
Ricardo quiere agradecer que la condesa acepte su oferta de matrimonio. Diana niega que sea así y culpa a su
servicio del error.
Teodoro confiesa sus sentimientos, pero, en referencia al título del libro, la protagonista se muestra fría; hasta
que menciona a Marcela, entonces Diana estalla violentamente golpeando a Teodoro. Seguidamente se
arrepiente e intenta enmendarlo mediante el pago de mil escudos.
Acto tercero. En el principio de este último acto aparecen de nuevo los pretendientes, que consideran las
bofetadas como señal inequívoca de la pasión de la condesa, por ello planean el asesinato del que consideran
un intruso. El elegido para llevarlo a cabo es Tristán, que recibe una parte de la recompensa y corre a
contárselo a su amo, aunque no le da importancia por el miedo a un final lejos de la amada. Como solución a
este conflicto, Lope recurre a la anagnórisis, tópico del barroco, por el que lo presenta como el hijo perdido
del conde Ludovico. Teodoro piensa que es mejor huir de Nápoles y Diana lo apoya. En la despedida, Marcela
pide ir como esposa de Teodoro a España, pero Diana le deniega su permiso.
El cierre a la comedia lo pone el conde Ludovico, que reconoce a Teodoro como su hijo legítimo. Marcela es
acusada de mentir a su ama y juzgada por Teodoro, y finalmente se concierta su boda con Fabio.
Teodoro, ahora desde una posición social igual a la de Diana, se comporta de manera dominante.
Tristán exige mayor precio por el encargo de los nobles.
Finalmente, el reciente noble cuenta la verdad a la condesa, que piensa en deshacerse de Tristán, que al final
se desposa con Dorotea.
• ESTRUCTURA NARRATIVA DE EL PERRO DEL HORTELANO
La acción de los personajes se ha estructurado en secuencias de acciones o escenas que se desarrollan en cada
episodio o acto de la trama y que suceden en un determinado lugar y momento, configurando los diferentes
escenarios de la obra. Se ha tenido en cuenta la forma en que Lope presenta y articula el relato de los hechos y
que permite establecer las distintas etapas del ciclo narrativo.
Exposición:
◊ Descripción de la situación inicial.
◊ Presentación de los personajes de la comedia.
◊ Motivo principal que desencadena el origen de la acción.
◊ Inicio del desarrollo de la intriga.
Nudo:
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◊ Desarrollo de los acontecimientos.
◊ Reacción de los personajes.
◊ Escenas principales y secundarias.
◊ Motivos que hacen evolucionar la trama.
◊ Núcleo de la intriga. Clímax.
Desenlace:
◊ Motivos que detienen o desvían el desenlace.
◊ Resolución positiva o negativa del problema planteado.
Todos los elementos innovadores de la perceptiva de Lope se encuentran en esta comedia palaciega. Los
personajes, muy bien caracterizados, pertenecen a estamentos sociales claramente diferenciados y se agrupan
en nobles y vasallos. En torno a la dama protagonista, Diana, la condesa de Belflor, encontramos al marqués
Ricardo, al conde Federico y al viejo conde Ludovico. Las damas de cámara, Marcela, Dorotea y Anarda; el
secretario Teodoro, el mayordomo Otavio, el gentilhombre Fabio, el lacayo Tristán y demás criados que
aparecen en la obra constituyen la servidumbre.
Perfectamente jerarquizados, los personajes de El perro del hortelano ejercen una función determinada en una
estructura social estática e inamovible. El código del honor, tema que exalta Lope y que se mantendrá
constante en sus discípulos, exige que Diana sólo pueda casarse con un igual y la obliga; por tanto, a sofocar
con desigual fortuna el deseo y el amor que siente por Teodoro. Estamos ante una historia de amor, celos y
ambición dirigida por la irónica voz de Lope, como ya nos alerta el refrán que da título a la obra: El perro del
hortelano, que ni come ni deja comer, motivo que se repite en toda la comedia con evidentes alusiones
erótico−sexuales. Es en este sentido irónico que debemos interpretar los continuos engaños y fingimientos que
se suceden en la obra y recordar que Lope, como hombre de gran profundidad humana, trata el tema y a sus
personajes con gran delicadeza y compresión.
El gran engaño que desencadena el desenlace feliz de la historia, el motivo folklórico del hijo perdido,
recurrente en todas las literaturas, nos viene dado por Tristán, como figura arquetípica del gracioso. Gracias a
la patraña inventada por Tristán, Teodoro, reconocido como hijo por Ludovico, puede romper el estatus social
y ser digno de casarse con Diana. Se trata de un final voluntariamente ambiguo e irónico que encubre un
cierto grado de sátira social, en el que importa más aparentar, salvar las apariencias, que el conocer la verdad
sobre los orígenes familiares de Teodoro.
• Acto primero. Exposición
ESCENA I. Medianoche en el Palacio del Condado de Belflor.
Teodoro y Tristán salen huyendo por una puerta.
La condesa persigue a los intrusos y llama a los criados.
ESCENA II. Aposentos de palacio.
Se entera por Anarda que era Teodoro, el secretario, quien corteja a Marcela. Ésta le explica el amor que se
profesan.
ESCENA III. Por la mañana, en las escalinatas y jardines de Palacio.
Diana siente celos del amor entre Teodoro y Marcela y se interesa por el secretario. Se lo hace saber a
Teodoro por medio de una carta, el soneto Amar por amar, envidia ha sido,..., con la excusa de que lo ha
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escrito para una amiga. Le pide a éste que escriba otro mejor.
ESCENA IV. Salón de recibir de la condesa.
La condesa recibe al marqués Ricardo, quien se le ofrece como marido.
Acto seguido entra el secretario con la carta que le encargó Diana, el soneto Querer por querer envidia fuera,
La complacencia de Diana permite que Teodoro entienda, aunque extrañado, que ésta le declara su amor.
ESCENA V. Aposentos de Palacio.
Irrumpe Marcela y Teodoro le promete matrimonio. Se abrazan. Diana les sorprende y manda encerrar a
Marcela en su aposento.
Danza de los infantes en los jardines.(¿?)
ESCENA VI. Paseo en barca y atraque en el muelle.(¿?)
Diana y Teodoro charlan y coquetean. Diana simula una caída para que Teodoro le dé la mano. Éste vuelve a
concebir esperanzas sobre el amor de la condesa y decide abandonar a Marcela.
• Acto segundo. Nudo
ESCENA I. A la mañana siguiente, en la iglesia, asistiendo a la Santa Misa.
Los pretendientes de Diana, Ricardo y Federico, rivalizan para obtener su mano.
Diana y Teodoro cruzan sus miradas mientras éste hace cábalas sobre los verdaderos deseos de la condesa.
ESCENA II. En la cocina, comiendo.
Teodoro rasga la carta que le ha escrito Marcela sin leerla y explica sus cuitas palaciegas a Tristán, quien
desgrana un recetario amoroso.
ESCENA III. Aposentos de la duquesa (condesa−¿?).
Marcela y Dorotea reciben la visita de Teodoro. Éste rompe con Marcela y ella, por despecho, conquista a
Fabio.
Anarda reprocha a Diana que no quiera a pretendiente alguno; ella le informa que ama a un hombre que puede
infamar su honor.
ESCENA IV. Jardín de Palacio.
Oída la opinión de Teodoro, Diana elige al marqués como marido. Seguidamente manda a Fabio a pedir las
albricias a Ricardo.
ESCENA V. Estancias de Palacio.
Ante el desengaño, Teodoro se reconcilia con Marcela gracias a la mediación de Tristán.
Paralelamente, Anarda y la condesa observan la escena detrás de una celosía. Diana, presa de un ataque de
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celos, irrumpe en la estancia.
ESCENA VI. Salón de Palacio.
Diana dicta una carta a Teodoro en la que le llama necio por hablar con otro cuando una mujer principal se le
ha declarado. Totalmente desconcertado y haciendo caso omiso de sus quejas, el secretario vuelve a rechazar a
Marcela.
ESCENA VII. Puerta de Palacio.
Ricardo, presto, acude a visitar a la condesa para formalizar la unión.
ESCENA VIII. Salón de recibir de la condesa.
Diana lo recibe y le dice que ha habido un malentendido de sus criados. Diana se lamenta − soneto: ¿Qué me
quieres, amor?... Entra Teodoro a decirle que la quiere, con el debido respeto. Diana responde que encuentra
lógico que la quiera siendo como es su señora. Teodoro se enoja ante el nuevo desprecio y la compara con el
cuento de El perro del hortelano, que ni come ni deja comer; amenaza con volver con Marcela y Diana, en un
ataque de ira, le propina dos sonoros bofetones.
ESCENA IX. Dintel de la puerta del salón de recibir.
Fabio y Enrique presencian la escena y éste sospecha que en estos disgustos hay algunos gustos secretos.
ESCENA X. Cocina de Palacio.
Teodoro se lamenta de la crueldad de Diana − soneto: Si aquesto no es amor, ¿qué nombre quieres, Amor que
tengas desatinos tales?... Teodoro cuenta a Tristán que Diana Con sangre quiere amor que de los celos entre
la letra. Tristán le consuela.
Entra Diana para interesarse por la salud de Teodoro; se lleva el lienzo (pañuelo) manchado de sangre y le
premia con dos mil escudos. Y el secretario le dice a Tristán: No anda mal agora el perro, pues, después que
muerde halaga.
• Acto tercero. Desenlace
ESCENA I. Medianoche en una bodega del pueblo.
Ricardo y Federico contratan a Tristán para matar a Teodoro por la osadía del secretario al aceptar las
preferencias de Diana.
ESCENA II. A la mañana siguiente, paseando por el jardín de un convento.
Tristán pone sobre aviso a Teodoro y le sugiere se haga pasar por el hijo del conde Ludovico viejo, de su
mismo nombre, desaparecido hace ya más de veinte años. Así podrá casarse con Diana.
ESCENA III. Aposentos de Palacio.
Teodoro decide poner tierra de por medio − soneto: Tierra quiero poner, pues que remedio, con ausentarme,
amor, rigor tan grave, a la pregunta de Diana: ¿Estás ya mejorado de tus tristezas, Teodoro?, éste le cuenta
sus pesares y la pide licencia para irse a España. Con aflicción y lágrimas los dos de despiden.
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ESCENA IV. Paseando con acompañamiento de los criados.
Marcela implora a la condesa que la deje casarse e irse con Teodoro. Diana contesta que la necesita en Palacio
y que la casará con Fabio. Marcela se queja amargamente − soneto: ¿Qué intentan imposibles mis sentidos,
contra tanto poder determinados?...
ESCENA V. En el salón de recibir del palacete del conde.
El conde Ludovico viejo recibe la visita de Tristán, disfrazado de mercader griego. Con ingenio, éste le cuenta
que ha reconocido en el secretario del Condado de Belflor al niño que su padre compró años ha, y que se llevó
a Armenia donde fue criado como uno más de la familia. Emocionado, Ludovico reconoce en todos los
detalles al hijo enviado a Malta y parte raudo para reconocer a su heredero.
ESCENA VI. Alrededores de Palacio.
Federico y Ricardo tropiezan con Tristán. Éste dice que mala cosa es matar de día a Teodoro y que lo hará por
la noche. Llega Celio y alerta a los nobles sobre el hallazgo del hijo perdido por el conde Ludovico.
ESCENA VII. En los jardines.
En la despedida, Marcela reprocha a Teodoro su engaño:
Vengada quedo de ti,
aunque quedo enamorada,
porque olvidaré vengada,
que el amor olvida ainsí.
Llega la condesa con sus damas y llama al secretario:
Teodoro,
Tú te partes, yo te adoro.
Soy quién sabes ¿Qué he de hacer?
[Aparte, detrás de unos arbustos.]
Diana le confiesa su amor. Anhelantes y enamorados se besan y abrazan y se dicen adiós.
Danza de los infantes.
ESCENA VIII. Salón de Palacio repleto de gente.
Recibido por Diana, el conde Ludovico encuentra al hijo desaparecido y le reconoce como heredero de su casa
y hacienda. La condesa le suplica que deje a Teodoro en casa, que no quiere que salga con tanto alboroto de la
gente. A la salida del conde, los criados le felicitan.
ESCENA IX. Solos Teodoro y Diana.
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Teodoro olvida su viaje y le dice a Diana:
Con igualdad nos tratemos,
como suelen los señores,
pues todos lo somos ya.
ESCENA X. En el recinto de Palacio.
Tristán pide más dinero a Ricardo y Federico para cumplir la promesa de matar a Teodoro. Tristán explica al
secretario los negocios que se trae con los nobles. Temiendo que se sepa el engaño, Teodoro cuenta a Diana la
invención de la historia y vuelve a pedir licencia para irse a España. Ésta le replica
que el gusto no está en grandezas,
sino en ajustarse al alma
aquello que se desea.
ESCENA XI.
Decide igualmente casarse con Teodoro y pide a Tristán que guarde en secreto la invención.
ESCENA XII. Encuentro con nobles y vasallos.
Teodoro explica a Ricardo y a Federico que Tristán es criado suyo, al que casa con Dorotea como premio por
defender su vida. Aclarado el malentendido, Ricardo dota a Marcela que con Fabio Diana la ha casado;
Federico a Dorotea y Ludovico viejo dota con hijo y casa a la condesa.
[Fiesta nocturna en los jardines de Palacio.]
Y con algarabía acaba la representación.
• MÉTRICA DE EL PERRO DEL HORTELANO
Según el análisis métrico de El perro del hortelano, Lope de Vega no sigue siempre sus propios consejos
marcados en Arte nuevo de hacer comedias. En esta obra Lope recomienda el verso más adecuado para cada
situación:
[Las décimas son buenas para quejas,]
Son estrofas de diez versos de arte menor, es decir, de hasta ocho sílabas. Puede haber la décima irregular con
una rima abba ababbb ababbaabbb y la décima espinela (inspirada en las de Vicente Espinel) y rima
abbaaccddc.
[el soneto está bien a los que aguardan]
Es una estrofa de catorce versos de arte mayor (de más de ocho sílabas) formada generalmente por dos
cuartetos ABBA ABBA y dos tercetos CDC DCD.
[las relaciones piden romances,]
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El romance es una serie de versos no estrófica de arte menor que rima en los versos pares, mientras los
impares son libres −a−a−a−a−a−a−
[aunque en octavas lucen en extremo.]
La octava real o heroica es de ocho versos y arte mayor. Es la estrofa típica de ls épica culta equiparable al
soneto por el propio Lope. La rima es ABABABCC.
[Son los tercetos para cosas graves,]
Son estrofas de arte mayor. Su rima es A−A.
[y para las de amor, las redondillas]
Son estrofas de cuatro versos de arte menor y rima abba (igual que en el cuarteto).
ANÁLISIS MÉTRICO DE EL PERRO DEL HORTELANO
ACTO I[Author ID1: at Tue Jan 8 11:32:00 2008]
Versos
Metro
redondilla
Cantidad
240
romance
84
soneto
14
redondilla
212
soneto
14
romance
124
octava
64
redondilla
4
soneto
14
redondilla
120
décima
80
romance
202
soneto
14
Total
1186
redondilla
80
1−240
241−324
325−338
339−550
551−564
565−688
689−752
753−756
757−770
771−890
891−970
971−1172
1173−1186
ACTO II
1187−1266
10
1267−1271
endecasílabos sueltos
5
1272−1277
endecasílabos pareados
6
1278−1327
décima
50
1328−1643
redondilla
316
1644−1647
endecasílabos pareados
4
1648−1655
redondilla
8
1656−1723
romance
68
1724−1739
octava
16
1740−1793
romance
54
1794−1807
soneto
14
1808−1987
quintilla
180
1988−2071
romance
84*
2072−2119
octava
48
2120−2133
soneto
14
2134−2245
romance
112
2246−2259
soneto
14
2260−2359
romance
100
Total
1173
* en los versos 2025−2026 se intercala la carta en prosa que Diana dicta a Teodoro.
ACTO III
2360−2415
redondilla
56
2416−2508
endecasílabos sueltos
93
2509−2548
octava
40
2549−2561
endecasílabos sueltos
13
2562−2575
soneto
14
2576−2715
redondilla
140
11
2716−2729
soneto
14
2730−2761
redondilla
32
2762−2921
romance
161
2922−2985
octava
64
2986−3025
décima
40
3026−3073
redondilla
48
3074−3138
endecasílabos sueltos
65
3139−3198
redondilla
60
3199−3231
endecasílabos sueltos
33
3232−3263
redondilla
32
3264−3383
romance
120
Total
1024
• TEMAS DE EL PERRO DEL HORTELANO
AMOR: el amor es el motor indiscutible de la obra. Distintas historias amorosas se van entrecruzando a lo
largo de la trama.
El título de El perro del hortelano hace referencia a la relación existente entre Diana y Teodoro, en la que los
celos de la protagonista impiden que su inferior se case con Marcela; pero, a la vez, y por esta misma razón,
su amor resulta deshonroso y tampoco ella puede casarse con él.
Aunque el desencadenante de la historia es otro, es el amor la razón primera del comportamiento de la
condesa de Belflor, lo que mueve sus celos, los engaños, su sentimiento de bajeza No olvidemos que, ante
todo, El perro del hortelano es una comedia amorosa.
CELOS: del tema anterior deriva el subtema de los celos; aunque también puede verse al contrario, los celos
como la causa que conduce a Diana a amar a Teodoro. Los celos llevan a la condesa a situaciones que
profundizan incrementando este sentimiento pasional hacia su secretario.
HONOR: otro de los grandes temas característicos de El perro del hortelano y, en algunas opiniones, el
principal. En el comportamiento de los personajes, hay una enorme influencia del pensamiento de la época,
estaba condicionado a la opinión que merecían socialmente. A ello se dedicaba una incondicional defensa.
El perro del hortelano tiene una visión poco común del tema del honor en el teatro del siglo de oro. A pesar
de sus quejas de las normas sociales, Diana, al igual que el resto de los personajes, siempre se muestra sumisa
a ellas. Sin embargo, en el momento en el que conoce la estratagema urdida por Tristán, en la que queda
salvaguardado su honor exteriormente, piensa en asesinar al único testigo, sin importar su decoro o la idea de
que se casa con un hombre de inferior condición social.
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Sólo Teodoro intenta burlar estas normas tradicionalmente aceptadas. Su ambición de ascenso en la jerarquía
social no viene de una iniciativa propia, sino que es empujado por la pasión de Diana, movida por los celos. A
pesar de la ambigüedad de las palabras de la condesa, su amante arriesga todo por llegar a este fin, sin
importar el uso de medios que conlleven la mentira.
El estamento llano no estaba regido por estas condiciones; sin embargo, la clase nobiliaria no puede
transgredir las leyes del honor por ser la coartada de sus privilegios.
ENGAÑO: el tema del engaño toma el protagonismo en las escenas en que Tristán idea el plan para que su
amo se haga pasar por el hijo desaparecido del conde Ludovico, y así conseguir el ansiado fin del matrimonio
con Diana. Las relaciones entre los personajes están basadas en una trama de pequeñas mentiras, en la que
Teodoro es el único que es franco al contar a Diana que su verdadera identidad no es la que hacen creer a
Ludovico.
RELIGIÓN: quizás un tema tangencial, pero es necesario mentar la importancia de la religión en la sociedad
del momento, que queda patente en los diálogos.
• PERSONAJES DE EL PERRO DEL HORTELANO
Los personajes que aparecen al comienzo de la obra son:
DIANA, condesa de Belflor
FABIO, su gentilhombre
LEONIDO, criado
EL CONDE LUDOVICO
EL CONDE FEDERICO
FURIO
ANTONELO, lacayo
LIRANO
TEODORO, su secretario
TRISTÁN, lacayo
MARCELA
RICARDO, marqués
DOROTEA
CELIO, criado
ANARDA, de su cámara
CAMILO
OTAVIO, su mayordomo
[UN PAJE]*
*Personaje añadido posteriormente.
Sin embargo, eliminando los personajes con papel anecdótico, y resumiendo a los que tienen mayor peso
dramático en la trama y son determinantes en su desarrollo, la obra se puede explicar a través de:
DIANA: la dueña del condado de Belflor. Es la protagonista absoluta de la obra. Ella es la razón de la trama y
todos los sucesos giran en torno a ella.
Pertenece a la alta aristocracia y eso afecta directamente a su carácter. Mujer de carácter fuerte, segura de sí
misma y totalitaria en el gobierno de su casa, pues la vida de sus súbditos depende de su voluntad, en
ocasiones, caprichosa y egoísta.
13
El nombre de la obra se refiere a su relación con Teodoro, al que ama, pero con el que su honor y las
diferencias sociales no le permiten casarse. A pesar de ello, tampoco quiere que se case con Marcela. Esta
actitud, a la vez celosa y desdeñosa, corresponde a la del perro del hortelano, ya que ni come, ni deja comer.
Una de las causas que hacen especial y única esta obra es que la protagonista es una mujer poderosa, no
sometida a ningún hombre de una jerarquía mayor. Esto permite que pueda mantener sus deseos de un
matrimonio por amor. En un principio se pliega a lo que le dictan las leyes sociales del honor, pero finalmente
es su pasión y sus sentimientos lo determinante en el desenlace.
Dentro del teatro barroco, representa el personaje tipo de la dama; una mujer bella, noble y con sentimientos
amorosos.
TEODORO: el secretario de Diana, el segundo personaje más importante, coprotagonista junto con la
condesa, de quien ella se enamora y que le corresponde.
Sabe lo que le conviene y es inteligente en su relación con las mujeres. Muestra interés por Marcela cuando
ella lo hace, y Diana, no; pero, en el momento en que los celos hacen que la condesa ponga los ojos en él,
cambia su parecer y se acerca a su superior, sin que ello le provoque remordimientos por su comportamiento
desconsiderado con Marcela.
Es un hombre ambicioso que busca escalar en la jerarquía social. Sólo muestra nobleza al final de la obra,
cuando confiesa a Diana que Ludovico no es su padre.
Representa el galán muy frecuente en las obras barrocas, apuesto y valiente, con valores como la audacia.
TRISTÁN: el lacayo de Teodoro. Es determinante en el desarrollo del argumento, ya que idea el plan que
ayuda a Teodoro a conseguir casarse con Diana. Presenta mucho más valor y fidelidad a su superior que el
propio Teodoro. A pesar de las cuantiosas sumas de dinero que le ofrecen por matar a su amo, siempre está
ahí para ayudarlo. Además es ingenioso y hábil, porque hace creer a todo el mundo que Teodoro, en realidad,
es el hijo de Ludovico.
Representa el personaje tipo del gracioso, criado del galán y consejero del mismo.
MARCELA: criada de Diana. La tercera persona implicada en la historia de amor de los protagonistas. En un
principio, resulta inocente, ya que cree ciegamente a las promesas de Teodoro; pero, posteriormente, cuando
Teodoro reniega de ella delante de Diana, su actitud torna en ira y celos, e intenta llamar su atención con otro
criado, Fabio.
FEDERICO Y RICARDO: por las palabras del conde Federico y el marqués Ricardo, se advierte que ninguno
de ellos siente por Diana nada más allá de la codicia y la ambición por el dinero y la posición social que
corresponden a un varón casado con la condesa de Belflor. Al comienzo, ordenan el asesinato de Teodoro
porque consideran deshonroso un amor de la condesa con un hombre inferior socialmente, pero, cuando es
declarado hijo del conde, siguen pagando por su cabeza.
LUDOVICO: el conde Ludovico es un personaje auxiliar para resolver la trama sin solución de la historia
entre los protagonistas.
• CONCLUSIÓN
Durante la realización de este trabajo me he dado cuenta de varias cosas. La primera es que El perro del
hortelano no solo contiene todas las características para ser el paradigma perfecto de la comedia realizada
durante el siglo de oro de las letras en español, sino que dentro de todos los cientos de obras que escribió
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Lope, es única y especial. Contiene connotaciones de tono feminista que podríamos considerar avanzadas a su
tiempo. Por otro lado, en este texto, hay una crítica social a la rígida estructura de su época. Y por último, es
un canto al amor a pesar de todas las diferencias e impedimentos. Es un canto a la vida y a la libertad. Sus
reivindicaciones tienen valor actualmente y los temas pueden aplicarse a cualquier periodo histórico porque es
una obra universal. Los personajes tienen un desarrollo y evolución psicológicos que les hacen humanos a
nuestros ojos y las situaciones se hacen orgánicas y verosímiles. Lope, a través de su dialéctica, consigue
hacernos ver en una bofetada una prueba irrefutable de amor apasionado. Y es que Lope es un genio de los
que solo se dan contadas veces en la historia de la literatura.
• BIBLIOGRAFÍA
♦ El perro del hortelano, Lope de Vega, ediciones Cátedra (Grupo Anaya S.A.), St. Andreu de
la Barca (Barcelona), 2006, Letras Hispánicas, edición de Mauro Armiño, 11ª edición
♦ La revolución teatral del Barroco, Juan María Marín, editorial Anaya, Fuenlabrada (Madrid),
1990, Biblioteca Básica de Literatura
APÉNDICES
• APÉNDICE I
Cronología y contexto histórico
• APÉNDICE II
Características del teatro del Siglo de Oro
• APÉNDICE III
La vida y la obra de Lope de Vega
Cronología y contexto histórico
E
l siglo XVII se identifica como la época del Barroco (1580 a 1680 aproximadamente). Se caracteriza por ser
un período histórico de enorme vigor cultural durante el cual vivieron los más grandes artistas, los más
destacados maestros de la literatura europea, grandes filósofos y científicos que sentaron las bases de la física
moderna. Como contraste, tuvo los horrores de la Guerra de los Treinta años, grandes hambrunas y epidemias
que diezmaron la población.
• Desde los tratados de León (1505) y de Blois (1505) el reino de Nápoles estaba bajo la corona de
Aragón. Desde 1559 fue un virreinato (virreinato de Nápoles).
• El virrey Pedro de Toledo llevó a Nápoles a muchas familias de la nobleza española por lo que
construyeron varios palacios y la ciudad adquirió gran esplendor. Por contraste, hubo frecuentes
tensiones por la miseria de las clases populares y la gran presión fiscal que soportaban.
• De 1598 a 1621 reinó Felipe III. Era archiduque de Austria, príncipe de Asturias y rey de España,
Portugal, Nápoles y Sicilia.
• A principios del siglo XVII, la población española era de unos 8.000.000 de habitantes.
• En 1609 se decretó la expulsión de unos trescientos mil moriscos de Valencia y Aragón. La mayoría
se fue al Magreb.
• En 1620 aparecía la prensa periódica en Holanda.
• En 1648 se firmó la paz de Wesfalia que dio fin a la Guerra de los Treinta años.
15
Características del teatro del Siglo de Oro
E
l teatro en el Siglo de Oro nace al compás de la estética barroca que invade Europa y que en España adquiere
matices especiales. A Lope de Vega debemos la creación del teatro nacional español y de un género
específico: la comedia (en sus variantes de tragicomedia o drama). La importancia y trascendencia de Lope
como dramaturgo en España es equivalente a la de William Shakespeare (1564−1616) en Inglaterra o a la de
Jean Baptiste Poquelin, Molière (1622−1667), en Francia.
Recordemos que el auge del teatro se dio a lo largo de todo el siglo XVI; las representaciones de temas
religiosos, pastoriles, caballerescos, palaciegos y de matiz popular, entre otros, eran comunes en la época.
Desde 1530, aproximadamente, las compañías italianas en su recorrido por España interpretaban en las plazas
públicas obras de la comedia del arte (piezas cómicas improvisadas con personajes arquetípicos: Arlequín,
Colombina, Pantalón, etc.).
La primera compañía española fue creada hacia 1554 por Lope de Rueda. Representaba comedias italianas
traducidas y otras originales inspiradas en ellas, además de otras más cortas −cómicas y populares, llamadas
pasos o entremeses, que se interpretaban entre acto y acto de las obras largas.
Algo más tarde, las comedias se representaron en los corrales, locales estables explotados por las cofradías
religiosas con fines benéficos. Eran patios o corrales de casas descubiertas, excepto la parte que correspondía
al escenario y a las hileras de asientos de ambos lados − gradas y del fondo. El público acomodado ocupaba
las gradas y los aposentos o palcos, nombre que recibían las ventanas de las casas situadas encima de las
gradas. La gente sencilla, los llamados mosqueteros, asistía de pie a la representación. Las mujeres de
condición modesta ocupaban las plantas superiores, conocidas con el nombre de cazuelas, rigurosamente
separadas de los hombres.
Las comedias estaban escritas en verso mediante una métrica adecuada con el contenido de la obra. Su
representación formaba parte de un espectáculo teatral que duraba varias horas y seguía un programa
establecido. Primero los músicos cantaban y tocaban; luego se recitaba una introducción a la comedia llamada
loa, para congraciarse con el público, que podía terminar con un baile. Se pasaba después a las jornadas o
actos de la obra, intercalando comedias o farsas breves (entremeses, sainetes o si los personajes llevaban
máscaras de animales: mojigangas). Es espectáculo terminaba con un baile de fin de fiesta.
Aún hoy se puede visitar el Corral de Comedias de Almagro, e incluso asistir a una representación teatral en
verano.
Este afán de búsqueda de nuevas fórmulas artísticas y de rechazo a las reglas de la perceptiva clásica, lo
describió Lope en su Arte nuevo de hacer comedias (1609) utilizando la ironía que en ocasiones se convierte
en sátira social encubierta:
y cuando he de escribir una comedia.
Encierro los preceptos con seis llaves:
saco a Terencio y Plauto de mi estudio,
para que no me den voces
Y escribo con el arte que inventaron
16
los que el vulgar aplauso pretendieron;
porque como los paga el vulgo, es justo
hablarle en necio (popular) para darle gusto
Fijémonos también en cómo explica la imitación de la realidad que practica en sus comedias, y que en
literatura conocemos como realismo y costumbrismo:
Ya tiene la comedia verdadera
su fin propuesto, como todo género
de poema o poesía, y éste ha sido
imitar las acciones de los hombres
y pintar de aquel siglo las costumbres
Y todo ello recomienda Lope, debe decirse en un lenguaje casto, puro, claro y fácil en los pasajes cómicos y
en un estilo diferente, con sentencias y conceptos cuando se aconseja o persuade a alguien de alguna cosa.
Aún cuando se debe imitar el habla espontánea de la conversación, insiste en que el estilo del personaje ha de
guardar armonía con su carácter:
Si hablare el rey, imite cuanto pueda
la gravedad real; si el viejo hablare,
procure una modestia sentenciosa;
describa los amantes con afectos
que muevan con extremo a quien escucha;
los soliloquios pinte de manera
que se transforme todo el recitante,
y con mudarse a sí mude al oyente.
La vida y la obra de Lope de Vega
L
ope Félix de Vega y Carpio, Fénix de los ingenios o Fénix intelectual; monstruo de la naturaleza como lo
llamó Cervantes, nació en Madrid en 1562 y murió en la misma ciudad en el año 1635. A su muerte, todo un
acontecimiento social, se celebraron unos magnos funerales que duraron nueve días en los cuales la nobleza y
el pueblo llano llenaron las calles y rindieron el último homenaje al dramaturgo más fecundo, querido y
popular de la época.
Lope fue hijo de artesano y niño precoz que empezó a cultivar la poesía a edad temprana. Si bien estudió en
un colegio de jesuitas y parece que también en la Universidad de Alcalá, su espíritu aventurero le empujó a
17
enrolarse como voluntario en una expedición naval de Felipe II para someter a una isla portuguesa de la
Azores. Años más tarde se alistaría en la Armada Invencible.
Escritor prolífico, como otros escritores de su tiempo, cultivó todos los géneros literarios: poesía, novela y
teatro. De la tradición popular española −historias, leyendas, romances y canciones− extrajo muchos de los
argumentos de sus obras. De la temática de sus comedias destacan el Amor y el Honor, como valoración del
mundo caballeresco.
Vida y obra de Lope de Vega se complementan. Hombre de talento polifacético y de carácter extrovertido
gustó de literaturizar la existencia. En su poesía los nombres pastoriles de Filis, Belisa y Amarilis se refieren
a Elena Osorio, Isabel de Urbina, y Marta de Nevares. La Camila Lucinda de tantos sonetos inolvidables
responde al nombre de su amada Micaela de Luján. En sus obras, a veces aparece un personaje llamado
Belardo − u otro nombre cualquier − que representa al propio Lope y nos informa acerca de los avatares de la
vida en el momento en que se nos estaba componiendo la obra.
De este modo el Teodoro de la trama de El perro del hortelano encubre al propio Lope. Este no sólo fue
secretario de eclesiásticos y nobles sino que como buen hortelano, cuyo oficio recuerda en el romance
Hortelano era Belardo, también cultivó líricamente jardines amorosos sin que tuviera que envidiar ninguno de
los conocimientos sobre el tema amoroso que exhibe al Tristán de la obra. Al igual que Teodoro, Lope en su
juventud fue víctima del decoro social que le arrebató el amor de Elena Osorio viéndose desplazado por otro
pretendiente de mayor alcurnia.
En La Dorotea, obra escrita en los últimos años e inspirada en sus amores con Elena Osorio, cuyo recuerdo le
obsesionó durante toda la vida, Lope hizo un conmovedor estudio sobre las motivaciones y desilusiones
humanas:
Todo deleite es dolor; y todo placer tormento.
Aventurero, tierno, apasionado y de profundas convicciones religiosas, Lope fue un literato hijo de su tiempo,
contradictorio y exuberante. Su gran brillantez política, originalidad e inventiva le convirtieron en el mayor
Fénix de los ingenios de los corrales, donde deleitaba y divertía a la vez que aleccionaba al público. Las
críticas que recibió −incluyendo las del propio Góngora y sus seguidores − no acallaron el fervor popular, la
devoción y el aplauso que recibió de sus coetáneos y discípulos. Su protegido y biógrafo el doctor Juan Pérez
de Montalbán (1602−1638) en su Fáma póstuma así lo describe:
príncipe de los versos, Orfeo de las ciencias
Apolo de las musas, Horacio de los poetas,
Virgilio de los épicos, Homero de los heroicos,
Píndaro de los líricos, Sófocles de los trágicos
y Terencio de los cómicos.
La dama boba, Las bizarrías de Belisa, El acero de Madrid, La niña de plata, La viuda valenciana, La noche
toledana, La moza de cántaro, Santiago el Verde, Los embustes de Celauro
Amar por ver amar, envidia ha sido,
y primero que amar estar celosa
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es invención de amor maravillosa
y que por imposible se ha tenido.
De los celos mi amor ha procedido
por pesarme que, siendo más hermosa,
no fuese en ser amada tan dichosa
que hubiese lo que envidio merecido.
Estoy sin ocasión desconfiada,
celosa sin amor, aunque sintiendo;
debo de amar, pues quiero ser amada.
Ni me dejo forzar ni me defiendo;
darme quiero a entender sin decir nada;
entiéndame quien puede, yo me entiendo.
El perro del hortelano, Lope de Vega, vv. 551−563, ediciones Cátedra (Grupo Anaya S.A.), St. Andreu de la
Barca (Barcelona), 2006, Letras Hispánicas, edición de Mauro Armiño, 11ª edición
Querer por querer, envidia fuera,
si quien lo vio, sin ver amar no amara,
porque si antes de amar, no amar pensara,
después no amara, puesto que amar viera.
Amor, que lo que agrada considera
en ajeno poder, su amor declara;
que como la color sale a la cara,
sale a la lengua lo que el alma altera.
No digo más, porque lo más ofendo
desde lo menos, si es que desmerezco
porque del ser dichoso me defiendo.
Esto que entiendo solamente ofrezco;
que lo que no merezco no lo entiendo,
19
por no dar a entender que lo merezco.
El perro del hortelano, Lope de Vega, vv. 757−770, ediciones Cátedra (Grupo Anaya S.A.), St. Andreu de la
Barca (Barcelona), 2006, Letras Hispánicas, edición de Mauro Armiño, 11ª edición
albricias: regalos o dádivas que se dan al que trae una buena noticia.
celosía: enrejado que se pone en las ventanas para que las personas que están en el interior vean sin ser vistas.
Si aquesto no es amor, ¿qué nombre
quieres, Amor, que tengan desatinos tales?
Si así quieren mujeres principales,
furias las llamo yo, que no mujeres.
Si la grandeza excusa los placeres
que iguales pueden ser en desiguales,
por qué, enemiga, de crueldad te vales,
y por matar a quien adoras, mueres?
¡Oh mano poderosa de matarme!
¡Quién te besara entonces, mano hermosa!,
agradecido al dulce castigarme!
No te esperaba yo tan rigurosa,
pero si me castigas por tocarme,
tú sola hallaste gusto en ser celosa.
El perro del hortelano, Lope de Vega, vv. 2246−2259, ediciones Cátedra (Grupo Anaya S.A.), St. Andreu de
la Barca (Barcelona), 2006, Letras Hispánicas, edición de Mauro Armiño, 11ª edición
¿Qué intentan imposibles mis sentidos,
contra tanto poder determinados?
Que celos poderosos declarados
harán un desatino resistidos.
Volved, volved atrás, pasos perdidos,
que corréis a mi fin precipitados;
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árboles son amores desdichados,
a quien el hielo marchitó floridos.
Alegraron el alma las colores
que el tirano poder cubrió de luto;
que hiela ajeno amor muchos amores.
Y cuando de esperar daba tributo,
qué importa la hermosura de las flores,
si se perdieron esperando el fruto?
El perro del hortelano, Lope de Vega, vv. 2716−2729, ediciones Cátedra (Grupo Anaya S.A.), St. Andreu de
la Barca (Barcelona), 2006, Letras Hispánicas, edición de Mauro Armiño, 11ª edición
Letras Hispánicas, edición de Mauro Armiño, 11ª edición
♦ Tomado de la Introducción a El perro del hortelano, Lope de Vega, ediciones Cátedra (Grupo
Anaya S.A.), St. Andreu de la Barca (Barcelona), 2006, Letras Hispánicas, edición de Mauro
Armiño, 11ª edición
Estructura y significación de la comedia de Lope de Vega El perro del hortelano
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