Procedimientos léxicos de cohesión 1. En los siguientes textos aparecen marcados los siguientes procedimientos de cohesión léxica. Indica cuáles son. Hipónimo-hiperónimo Repetición léxica Co-hipónimos Repetición sinonímica Nominalización Elipsis Los actores romanos, al igual que los griegos, se cubrían el rostro con máscaras en las representaciones teatrales. Las máscaras eran muy variadas, y los actores se ponían una u otra según representaran el papel de un rey, una mujer, un esclavo, un viejo, un niño o un animal. Los judíos que vivieron en los reinos cristianos de la península Ibérica [...] sufrieron grandes persecuciones, pero también vivieron largos periodos de prosperidad y tolerancia [...]. Los judíos españoles fueron a menudo queridos por los monarcas, no precisamente por un amor desinteresado, sino debido a los grandes beneficios que aportaban a las coronas bajo las cuales buscaban protección. [...] Las comunidades judías servían para repoblar territorios que, tras los avances militares, quedaban baldíos, también aportaban dinero y consejeros al rey, médicos, mercaderes y otros profesionales cualificados a la comunidad, que hacían florecer la economía allí donde se asentaban. La vía para ampliar la familia no era únicamente tener hijos en justas bodas, según la expresión romana. Había dos maneras de tener hijos: engendrarlos y adoptarlos. La adopción era un método para evitar que una familia careciese de descendencia y también era una manera de adquirir un estatus social. Los augures eran los sacerdotes especializados en presagiar acontecimientos. ø Interpretaban la voluntad de los dioses a través de distintos tipos de señales. La utilización del arco y la bóveda como soluciones arquitectónicas aparece también en otra clase de obra de ingeniería: los puentes. Estos elementos arquitectónicos, a los que fueron especialmente aficionados los romanos, les permitieron salvar largas distancias uniendo los extremos opuestos de los valles y las orillas de los ríos. La ropa interior femenina consistía en una camisa y una fascia pectoralis para sostener el pecho. El vestido era una túnica que llegaba a los pies, tan estrecha de arriba como de abajo. Los tejidos más frecuentes eran la lana, el algodón, el lino y, más tarde, la seda. Sobre la túnica llevaban la stola, vestido también largo, de colores variados, bordado en la orilla y sujeto por un cinturón adornado con joyas, un simple cordón o una cinta con bordados de colores. Por encima lucían un manto que cubría la espalda y, a veces, la cabeza. Fuente: Sánchez Durá, M.D. et alli, Así vivían los romanos. Madrid, Anaya, 2005 (excepto el texto 2)