“Influencia cultural del programa de trabajadores agrícolas en los trabajadores mexicanos” Claudia Reyes Trigos ITESM, Campus Monterrey 20 de septiembre de 2002. En esta presentación se propone la investigación de la influencia cultural en los trabajadores mexicanos que participan año con año en el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales que desde 1974 existe entre Canadá y México. Este programa tiene como antecedente un programa similar que se estableció en 1966 con trabajadores caribeños y en 1974 se extendió a México. Dentro de este programa, agricultores de las provincias de Ontario y Québec solicitan la cantidad y tipo de trabajadores que necesitan de manera temporal para las labores del campo, en especial durante la pisca y recolección del tabaco y diferentes tipos de frutas y verduras, entre los meses de febrero a octubre. Los empleadores deben informar los Centros canadienses llamados Human Resource Centres (HRCC), los cuales checan que no haya trabajadores agrícolas canadienses que puedan y quieran obtener el tipo de trabajo solicitado y si no es así hacen las solicitudes a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social de México, la que, junto con la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Embajada de México en Canadá y sus consulados, la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Salud, selecciona a los candidatos mexicanos para viajar como trabajadores temporales a Canadá. Los empleadores canadienses pagan una parte del boleto de avión así como algunos gastos de documentación y visa y deben proveer de un lugar para que vivan los trabajadores durante su estancia que sea aprobado por las autoridades canadienses que coordinan el programa. Los requisitos para seleccionar a los candidatos en México tienen dos motivaciones principales, por un lado, apoyar a los trabajadores mexicanos más desfavorecidos y con mayores necesidades y, al mismo tiempo, buscar que estos trabajadores temporales tengan suficientes razones para regresar a México como para que no quieran intentar quedarse en Canadá. Por estas razones se buscan trabajadores de entre 24 y 40 años, casados, con varios hijos y que tengan experiencia en el trabajo agrícola (se les pide actualmente una experiencia mínima en seis u ocho cultivos básicos como frijol, maíz, arroz y otros). Los patrones canadienses pueden solicitar que se les vuelva a enviar a los mismos trabajadores que ya han trabajado con ellos y que lo han hecho bien, esto ha provocado que, por ejemplo en 1996 el promedio de años que tenían estos trabajadores viniendo a trabajar a Canadá era de entre seis y ocho años, según un estudio de Tanya Basok. Esta situación provocó también que en esos años, los trabajadores que viajaban a Canadá provenían del mismo pueblo o aún de las mismas familias extendidas, fomentando la creación de redes de información sobre el programa. Esta situación también se vio favorecida por la necesidad de viajar a la Ciudad de México para llevar a cabo todos los trámites para ingresar al programa, lo que provocó que fueran los Estados del centro del país (Tlaxcala, Gunajuato, Estado de México e Hidalgo), más cercanos a la capital, los que aportaron la mayor cantidad de trabajadores al programa (Basok). En 1974 fueron sólo 208 los trabajadores mexicanos involucrados en el programa, pero para 1996 y 97, ya con la influencia del TLC, fueron alrededor de 5 000. La llegada al poder en nuestro país en el año 2000 de un nuevo partido, el PAN, dio un nuevo empuje a este programa debido principalmente a que para el Presidente Fox representa el modelo ideal que desea presentar como opción para las nuevas negociaciones en materia de migración que desde el primer momento de su mandato buscó establecer con el gobierno de Washington, pero que se vieron frustradas ante los ataques terroristas del 11 de septiembre. Otra razón de la importancia que le da el presidente Fox a este programa es que lo ve como una opción para los 50 millones de pobres que este año se reconoció que existen en nuestro país (50 porciento de la población)., dado que los salarios de alrededor de 7 dólares la hora en promedio que se les pagan durante ocho meses de estancia aquí, equivaldrían, otra vez citando a Basok, a cinco años del mismo tipo de trabajo en México. Y estos sueldos son empleados por los trabajadores para construirse mejores viviendas en sus lugares de origen, y costear la educación de sus hijos, ya que, aunque la educación pública es gratuita en México, los grados de pobreza que se viven, principalmente en el campo, no permiten incluso alimentar a los hijos o comprarles los libros y cuadernos necesarios, o peor aún, los obligan a trabajar desde la infancia para apoyar al presupuesto familiar, lo que provoca altos índices de deserción escolar en nuestro país. El interés de Vicente Fox de ampliar los alcances de este Programa con Canadá a la participación de otros Estados mexicanos y otras provincias canadienses (en la actualidad sólo Ontario y Québec participan en este Programa) quedó de manifiesto en su reunión con Jean Chretien en la Cumbre de Monterrey en marzo pasado. Esta ampliación se ve reflejada también en la cantidad de trabajadores mexicanos que participan en el programa, la cual se incrementó de alrededor de cinco mil en 1996 y 1997 a 10 529 el año pasado. Esta ampliación se refleja también en la incorporación cada vez mayor de trabajadores de otros estados de la República Mexicana, en especial del sur (Quintana Roo, Tabasco, Michoacán, Yucatán), a diferencia de los estados del centro del país que son los que por tradición habían participado más en este Programa hasta ahora (en especial Tlaxcala, Guanajuato, Estado de México e Hidalgo). Dada la importancia que en este momento tiene este programa para nuestro país, la propuesta que aquí se presenta busca detectar la influencia que la experiencia de trabajar en Canadá hn tenido en los trabajadores mexicanos que han participado en este programa, así como en sus familias. La manera que se propone para estudiar estas influencias es a través de su reflejo en el discurso de estos trabajadores y sus familias expresado en entrevistas sociolingúísticas, En especial a partir de sus narraciones, argumentaciones y descripciones, se pretende desarrollar un proyecto de investigación en el que participen un conjunto de investigadores especializados en el análisis del discurso y en la semiótica de la cultura, con experiencia en análisis de narraciones, argumentaciones, cultura culinaria, pragmática y lingúística del texto. En este proyecto ya se han interesado en participar investigadores del Tecnológico de Monterrey, la Universidad Autónoma de Nuevo León, y aún la Universidad de Texas en Austin. Por parte del Tecnológico se han interesado en esta investigación, Alicia Verónica Sánchez, quien se ha especializado en la descripción de recetas de cocina y su análisis desde la semiótica de la cultura, y Ma.. Teresa Mijares, quien trabajaría principalmente aspectos pragmáticos, implicaciones e interpretación. De la Universidad Autónoma de Nuevo León contamos con el interés en participar de una especialista en argumentación y sociolingúística, Lidia Rodríguez, y de la Universidad de Texas en Austin con Dale Koike, especialista en marcadores discursivos en el español y pragmática. Por mi parte, mi experiencia en el análisis de la narración, tanto en niños como en adultos, es la que me ha permitido darme cuenta de la manera en la que ésta organiza las experiencias personales dándoles sentido, estructura y continuidad, trayéndolas al presente y dándoles una interpretación determinada. Experiencias previas también con narraciones de migrantes temporales a Estados Unidos del Estado de Hidalgo también me ha mostrado la riqueza de las narraciones para obtener información sobre las experiencias que acompañan a la migración temporal, lo que ellos llamaban en Hidalgo, “su aventura”. Las narraciones también permiten, además, conocer no sólo los hechos narrados sino la interpretación que hacen de ellos. Algunos de los aspectos de la influencia cultural sobre los que pueden darnos datos las narraciones que puedan recolectarse son los siguientes: - Los conflictos de comunicación ocasionados por las distintas lenguas involucradas. - Los conflictos culturales basados en las costumbres alimentarias, de vestido y calzado y de tradiciones religiosas, familiares, etc. - El papel de la familia y las fiestas tradicionales en el arraigo de los migrantes temporales a sus lugares de origen. - El papel de las narraciones en la propagación de las prácticas migratorias. - La mejora en el nivel de vida (vivienda, alimentación, educación de los hijos, inicio de nuevos negocios, etc.) y sus consecuencias culturales. A continuación presento algunos ejemplos tomados de narraciones obtenidas de trabajadores del pueblo de Caltimacán, Hidalgo que migran temporalmente a los EU. En el siguiente ejemplo se muestra la valoración que se hace de las dificultades encontradas: I. 1 –…Ellos allá están allá, pero…, ya ya no he vuelto allá con ellos. Sufre uno mucho para llegar. A veces a uno le toca suerte, a veces no. Por eso, p´s no tiene caso andar sufriendo, gastar dinero allá y no regresar uno…Pues no tiene caso… Y aquí vemos conflictos por las costumbres alimentarias: E.-¿Por qué? ¿Qué les hacía? I. 1 – P´s este, nos hacía trabajar y no nos daba de comer. Sólo nos daba un sándwich, que lo llaman allá. Un sandwichito y un refresco a mediodía, y hasta el otro día. E.-¿Nada más un alimento? I. 1 –Nada más un alimento. Bueno, para mí no era alimento, porque un sandwichito y un refresco, p´s para ellos sí es alimento, yo creo… Y aquí por el lenguaje: I.1 –… Lo tratan muy bien, o si no le hiciste…Por ejemplo, ya ves que ellos hablan inglés y luego no lo entiende uno. Y luego, p´s ellos quieren que hagas el trabajo, y si no sabe uno, entonces se pelean, lo corren a uno. Tiene uno que gastar, o navegar un tiempo ahí hasta encontrar un nuevo patrón. Bueno, está medio duro. Todos éstos son sólo algunos ejemplos de toda la riqueza que puede encontrarse en el discurso de los propios trabajadores como fuente de información y análisis de lo que la migración temporal significa para ellos en general y con respecto al contacto cultural en lo particular. Fuente citada: Basok, Tanya. “Migration of Mexican seasonal farm workers to Canada and development: Obstacles to productive investment” .The Internacional Migration Review, New Cork, Spring 2000, 79-97 “Viajan 99 mexicanos a Canadá para trabajar en labores agrícolas”, NotimexGeneral, mayo 3 ,2002. “Buscan México y Canadá incrementar los beneficios mutuos del TLC”, NotimexGeneral, 20 marzo, 2002. “Palabras del Secretario de Relaciones Exteriores, Dr. Jorge Castañeda, durante su informe de gestión correspondiente al periodo del 1º de diciembre de 2000 al 30 de noviembre de 2001” , Gobierno de la República, diciembre 3 de 2001.