08.02.02.

La Ertzaintza investiga 15 casos de acoso escolar
denunciados por colegios y padres
La página web de Educación para combatir el maltrato ha recibido
126 consultas en dos años
EDUARDO AZUMENDI - Vitoria
EL PAÍS - 25-09-2006
Manifestación de solidaridad con la familia de Jokin el 30 de octubre de 2004. (J. H.)
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La Ertzaintza ha investigado durante el pasado curso 15 denuncias por acoso escolar presentadas por los
centros educativos y las familias de las víctimas. El resto hasta los 59 casos de acoso reconocidos como tales
por Educación durante el curso 2005-06 han sido resueltos en los colegios implicados, sin recurrir a la
policía. La muerte de Jokin Ceberio, el adolescente que se suicidó el 21 de septiembre de 2004 tras sufrir
durante meses las agresiones de sus compañeros de instituto de Hondarribia, marcó un antes y un después en
el acoso escolar y, sobre todo, en la respuesta institucional a esta lacra.
Cuando se acaban de cumplir dos años de esa muerte, el maltrato sigue presente en los centros, pero la
vigilancia del profesorado se ha reforzado y la sensibilización social hacia esta lacra se ha extremado. La
muerte de Jokin espoleó al Departamento de Educación a poner en marcha nuevas medidas para combatir
este fenómeno, lo que ha tenido su reflejo en el aumento de los casos derivados a la Ertzaintza, que son los
más graves y algunos pueden ser considerados como delitos. Una de las primeras medidas que se puso en
marcha tras el suicido de Jokin fue la elaboración por parte del servicio de Inspección Educativa de un
protocolo de actuación ante los casos de maltrato. Esa guía se repartió entre todos los centros y desde
entonces es la biblia por la que se rigen los profesores a la hora de evaluar y reconocer un auténtico caso de
maltrato.
Juan María Aztiria, jefe del Servicio de Inspección y responsable del protocolo, asegura que el Departamento
de Educación tenía unos programas de convivencia anteriores al suicido de Jokin, pero admite que a partir de
su muerte se produce "una inflexión y se marcaron una serie de pautas". Entre ellas, el seguimiento de los
casos y la elaboración de la guía sobre cómo actuar. "El objetivo del protocolo es unificar el lenguaje, es
decir, qué se entiende por maltrato y acoso escolar entre los docentes". El documento define lo que es el
acoso, sus diferentes tipos y sus consecuencias para la víctima, los acosadores y los testigos. "La guía ha
servido", apunta Aztiria, "para transmitir a los centros que el tema es muy grave, que la tolerancia tiene que
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ser cero y que los profesores deben estar más atentos, ojo avizor al ser un fenómeno difícil de descubrir".
Cuando exista un mínimo atisbo de posible maltrato se transmitió a los centros que lo primero que deben
hacer es proteger a la víctima.
Seguimiento
La puesta en marcha del protocolo hace dos años ha permitido a la Inspección hacer un seguimiento de la
problemática durante el curso 2005-06 y crear su primera base de datos. Después de contrastar las 116
denuncias recibidas, los inspectores consideraron que sólo 59 eran casos reales de maltrato. El periodo entre
los 11 y los 14 años es donde más se concentra el maltrato. La agresión física directa y las amenazas son los
recursos más utilizados por los acosadores. Los centros han recurrido en la mayoría de las ocasiones a
aumentar la vigilancia para cortar la violencia.
Precisamente, aumentar la presencia de los profesores en los momentos y en los lugares más propicios para el
acoso, como en los pasillos, recreos y entre cambio de clase y clase, fue uno de los compromisos del
departamento. "Muchas de las horas del profesorado se han revertido en cuidar los patios y todos los
escenarios donde se producen las agresiones. Se indicó a los centros educativos en su momento que debían
reforzar la vigilancia en los espacios de juego. No ha sido necesario más profesorado. Ha bastado con que los
docentes se pongan las pilas". De los 59 casos tratados por la Inspección, al finalizar el curso pasado 50
tenían la tramitación concluida, lo que significa que el tema se había arreglado.
Otra de las medidas que se han aplicado consistió en abrir la página web www.ikasle.net para asesorar a toda
la comunidad escolar. El sitio se abrió un mes después de la muerte de Jokin y desde entonces ha tenido 126
consultas. De ellas, los técnicos sólo han considerado que cuatro se ajustaban al protocolo de actuación y las
han puesto en conocimiento de la Inspección. Nelida Zaitegi, responsable de la página y de los programas de
educación para la paz y de convivencia en los centros, señala que "cualquiera puede entrar en la página y
contar lo que le pasa. Después, el experto le asesora".
Formación
Zaitegi recuerda que el fenómeno del acoso escolar se había descubierto hace muchos años y que desde hace
12 el departamento prepara cursos de formación para el profesorado y trata de instruir a los alumnos en los
valores de la paz. "Para prevenir hay que educar y eso se desarrolla educando en valores de tolerancia y
solidaridad". El año pasado se planteó a todos los centros la posibilidad de formar a todos sus claustros y se
apuntaron 71 personas y este año, 35 más. Entre proyectos de innovación y de formación del profesorado
para prevenir el acoso se encuentran implicados un tercio de los centros de la comunidad.
En un intento de que la memoria colectiva no se olvide de lo ocurrido con Jokin, la consejería conmemora
desde entonces el 21 de septiembre (día de su muerte) y coincidente con el inicio del curso como una jornada
dedicada a favor de la paz. "Se trata de que todos los chicos se pongan a pensar ese día en cómo se puede
vivir mejor dentro de los centros escolares, sin violencia y fomentando la solidaridad y el compañerismo",
recalca Zaitegi.
A la base de datos confeccionada por la Inspección con los casos reales, hay que sumar los estudios
desarrollados en los dos últimos años por el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa-IVEI
para conocer el alcance del maltrato. Estos estudios, que suponen más bien un diagnóstico de la situación,
arrojaron como resultado que seis de cada cien alumnos de entre 11 y 12 años son maltratados por sus
compañeros de clase.
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