British Consensus Guidelines on Intravenous Fluid Therapy for Adult Surgical Patients (On behalf of 1BAPEN Medical , 2the Association for Clinical Biochemistry, 3the Association of Surgeons of Great Britain and Ireland, 4the Society of Academic and Research Surgery, 5the Renal Association and 6the Intensive Care Society.) 2009 Powell. http://www.bapen.org.uk/pdfs/bapen_pubs/giftasup.pdf Recomendación 1: Debido al riesgo de inducir acidosis hiperclorémica, cuando se indica reanimación o reemplazamineto con cristaloides, las soluciones salinas equilibradas ( ej: Ringer / acetato o solución de Hartmann) deben sustituir al salino 0,9%, excepto en los casos de hipocloremia por ejemplo, trás vómitos o drenaje gástrico. Nivel de Evidencia 1b Recomendación 2: Las Soluciones como dextrosa/salino 4% / 0,18% ó dextrosa al 5% son fuente importante de agua libre, pero deben utilizarse con precaución, ya que cantidades excesivas puede causar hiponatremia peligrosa, sobre todo en niños y ancianos. Estas soluciones no son adecuadas para la reanimación o terapia de reemplazo, salvo en condiciones de déficit significativo de agua libre como, por ejemplo, la diabetes insípida. Nivel de Evidencia 1b Recomendación 3: Para lograr proporcionar las necesidades de mantenimiento, los pacientes adultos deben recibir sodio 50 a 100 mmol / día, potasio 40 a 80 mmol / día y 1,5-2,5 litros de agua / día por vía oral, enteral o parenteral (o una combinación de rutas). Las cantidades adicionales sólo se deben administrar para corregir déficits o pérdidas continuadas. Debe llevarse a cabo una monitorización cuidadosa mediante examen clínico, los balances hidricos y el control regular de peso cuando sea posible. Nivel de Evidencia 5 Manejo Preoperatorio de Fluidos Recomendación 4: En pacientes sin trastornos de vaciamiento gástrico sometidos a cirugía electiva, la administración de líquidos por vía oral no debe ser prohibida más de dos horas antes de la inducción de la anestesia. Nivel de Evidencia 1ª Recomendación 5: En ausencia de trastornos del vaciamiento gástrico o diabetes, la administración preoperatoria de bebidas ricas en hidratos de carbono 2-3 horas antes de la inducción de la anestesia puede mejorar el bienestar del paciente y facilitar la recuperación de la cirugía. Debe tenerse en cuenta en la preparación preoperatoria de rutina para la cirugía electiva. Nivel de Evidencia 2a Recomendación 6: El uso rutinario de preparación mecánica preoperatoria del intestino no es beneficiosa y puede complicar el manejo intra y postoperatorio del equilibrio de líquidos y electrolitos. Su uso por lo tanto debe evitarse siempre que sea posible. Nivel de Evidencia 1a Recomendación 7: Cuando se utilize preparación mecánica del intestino, suelen ocurrir trastornos de líquidos y electrolitos, que deben ser corregidos con administración simultánea de fluidos como la solución de Hartmann o las soluciones tipo RingerLactate/acetate. Nivel de Evidencia 5 Recomendación 8: Las pérdidas excesivas por aspiración gástrica y/o vómitos deben ser tratadas antes de la operación con una solución cristaloide adecuada que incluya un suplemento de potasio adecuado. La Hipocloremia es una indicación para el uso de solución salina al 0,9%, con adición suficiente de potasio y con cuidado de no producir una sobrecarga de sodio. Las pérdidas por diarrea / ileostomía / fístulas del intestino delgado / íleo / obstrucción deben ser reemplazadas volumen por volumen con Hartmann o soluciones tipo Ringer-Lactate/acetate. "La Deplección Salina", por ejemplo debido a la administración excesiva de diuréticos, se maneja mejor con una solución equilibrada de electrolitos, tales como la Hartmann. Nivel de Evidencia 5 Nivel de Evidencia 2a para la solución Hartmann frente a solución salina al 0,9%. Recomendación 9: En pacientes de alto riesgo quirúrgico el tratamiento preoperatorio con líquidos intravenosos y fármacos inotrópicos deben estar dirigido a lograr objetivos predeterminados para el gasto cardíaco y el aporte de oxígeno ya que ello puede mejorar la supervivencia. Nivel de Evidencia 1b Recomendación 10: Aunque en la actualidad sea logísticamente difícil en muchos centros, la hipovolemia preoperatoria o intraoperatoria debe ser diagnosticada por medio de mediciones de flujo siempre que sea posible. El contexto clínico también debe tenerse en cuenta ya que puede dar indicos importantes de si la hipovolemia es posible o probable. Cuando las mediciones directas de flujo (volemia) no son posibles, la hipovolemia se diagnostica clínicamente en base al pulso, la perfusión periférica y el relleno capilar, o la presión venosa junto y la Escala de Coma de Glasgow, junto con mediciones del equilibrio ácido-base y del lactato. Una disminución del gasto urinario puede ser engañosa y debe ser interpretado en el contexto de los parámetros cardiovasculares previos del paciente. Diagnóstico de la hipovolemia: Nivel de Evidencia 1b Recomendación 11: La Hipovolemia debida principalmente a pérdida de sangre debe ser tratada con una solución equilibrada de cristaloides o coloides adecuada, hasta que los hematíes estén disponibles. La Hipovolemia debido a inflamación severa, como infección, peritonitis, pancreatitis o quemaduras debe ser tratada con un coloide adecuado o una solución equilibrada de cristaloide. En ambos escenarios clínicos, se debe tener cuidado para administrar los cristaloides y/o coloides de forma equilibrada y suficiente para normalizar los parámetros hemodinámicos y reducir la sobrecarga al mínimo . La capacidad de los pacientes críticos para excretar el exceso de sodio y el agua está comprometida, los que les pone en riesgo de edema intersticial grave. La administración de grandes volúmenes de coloides sin suficiente agua libre (por ejemplo, dextrosa al 5%) puede precipitar un estado hiperoncótico. Utilización conveniente de coloides o cristaloides para corregir la hipovolemia: Nivel de Evidencia 1b Administración de agua suficiente: Nivel de Evidencia 5 Recomendación 12: Cuando el diagnóstico de hipovolemia está en duda y la presión venosa central no está elevada, debe comprobarse la respuesta a una infusión en bolo de 200 ml de un coloide o cristaloide adecuados. La respuesta debe ser evaluada según el gasto cardíaco y el volumen de eyección medidos con la tecnología de medición de flujo/volumen que esté disponible. De otro modo, la respuesta clínica puede ser monitorizada por la medición y estimación del pulso, el relleno capilar, la PVC y la presión arterial antes y 15 minutos después de recibir la infusión. Este procedimiento debe repetirse hasta que no haya aumento en el volumen sistólico ni mejoría en los parámetros clínicos. Nivel de Evidencia para mediciones de flujo: 1b Para la infusión en bolo: Nivel de Evidencia 1b Volumen que debe administrarse: Nivel de Evidencia 5 (consenso) Para el coloide adecuado: Nivel de Evidencia 1b Manejo Intraoperatorio de fluidos Recomendación 13: En los pacientes sometidos a alguna forma de cirugía ortopédica o abdominal, el tratamiento intraoperatorio con líquidos por vía intravenosa para lograr un valor óptimo de volumen sistólico se debe utilizar cuando sea posible ya que esto puede reducir las tasas de complicaciones postoperatorias y la duración de la estancia hospitalaria. Cirugía ortopédica: Nivel de Evidencia 1b Cirugía abdominal: Nivel de Evidencia 1a Recomendación 14: Los pacientes sometidos a cirugía mayor no electiva abdominal u ortopédicos deben recibir líquidos por vía intravenosa para lograr un valor óptimo del volumen sistólico durante y tras las primeras ocho horas después de la cirugía. Esto puede ser complementado con una infusión de dosis bajas de dopexamine. Nivel de Evidencia 1b Fluidoterapia postoperatoria, y manejo Nutricional. Recomendación 15: El detalle de los líquidos administrados debe estar claramente registrado y ser de fácil acceso. Nivel de Evidencia 5 Recomendación 16: Cuando los pacientes dejan el quirófano para ir a planta, HDU, o UCI el estado de su volemia debe ser evaluado. El volumen y el tipo de líquidos administrados de durante el período perioperatorio debe ser revisados y comparado con las pérdidas de líquido en quirófano, incluyendo la orina y las pérdidas insensibles. Recomendación 17: En los pacientes que están hemodinámicamente estables y euvolemicos la vuelta a la administración de líquidos por vía oral debe lograrse lo antes posible. Recomendación 18: En los pacientes que requieren mantenimiento con perfusión iv continua de líquidos, esta debe ser pobres en sodio y de volumen lo suficientemente bajo hasta que el paciente haya alcanzado su equilibrio perioperatorio a cero. Cuando esto se ha logrado el volumen de líquido i.v. y los contenidos deben ser los necesarios para el mantenimiento diario y el reemplazo de cualquier de las pérdidas adicionales. Recomendación 19: El estado hemodinámico y el equilibrio de líquido de los pacientes que no pueden excretar la carga de sodio perioperatorio, y especialmente en aquellos en que la concentración de sodio en orina es <20 mmol / L, debe ser revisado. Niveles de evidencia para las recomendaciones 16,17,18 y 19: 1B2, Recomendación 20: En pacientes de alto riesgo sometidos a cirugía mayor abdominal, el tratamiento postoperatorio con líquidos intravenosos y dopexamine a dosis bajas se debe considerar, a fin de lograr un valor predeterminado para la disponibilidad de oxígeno sistémico, ya que esto puede reducir las tasas de complicaciones postoperatorias y la duración de la estancia hospitalaria. Nivel de Evidencia 1b Recomendación 21: En los pacientes que están edematosos, la hipovolemia si está presente debe ser tratada (como en la Sección 6g), seguido por un gradual y persistente balance negativo de sodio y agua basado en la concentración o la excreción de sodio en orina. La concentración plasmática de potasio debe ser controlada y si es necesario ajustar la ingesta de potasio. Nivel de Evidencia 1b Recomendación 22: En los pacientes desnutridos la realimentación debe hacerse con cautela por vía oral, enteral o parenteral, con suplementos de potasio, fósforo y tiamina. En general, y en particular si el edema está presente, se debe reducir el aporte de agua y sodio. Aunque el síndrome de realimentación es un riesgo, una mejor nutrición ayudará a restaurar la concentración normal de sodio, potasio y agua entre los espacios intra y extracelulares. Nivel de Evidencia 5 Recomendación 23. Los pacientes quirúrgicos deben ser analizados nutricionalmente, y aplicar las Guidelines NICE para el soporte nutricional perioperatorio. Se debe tener cuidado para mitigar los riesgos del síndrome de realimentación. Nivel de Evidencia 5 Fluidoterapia en la lesión renal aguda (IRA) Recomendación 24: En base a la evidencia actual, la sobrecarga de hidroxietil almidón (Hetastarch y pentastarch de PM ≥ 200 kDa) debe evitarse en pacientes con sepsis grave, debido a un mayor riesgo de IRA. Nivel de Evidencia 1b Recomendación 25: Se deben evitar los hidroxietil almidón de alto peso molecular (Hetastarch y pentastarch de PM≥ 200 kDa) en los donantes de riñón con muerte cerebral debido a reportes de lesiones osmotic-nephrosis like. Nivel de Evidencia 2b Recomendación 26: Las soluciones electrolíticas equilibradas que contengan potasio pueden ser utilizadas con precaución en pacientes con IRA de Unidad de HD o UCI en lugar de solución salina al 0,9%. Si es necesario aportar agua libre debe utilizarse dextrosa al 5% o glucosalino. Los pacientes que desarrollen hiperpotasemia progresiva o IRA debe ser tratados con soluciones cristaloides sin potasio, como solución salino 0,45% o glucosalino 4% / 0,18 Ringer lactato versus salino 0,9% enpacientes con IRA. Nivel de Evidencia 1b Recomendación 27: En los pacientes con IRA el balance hídrico debe ser controlado minuciosamente para evitar la sobrecarga de líquido. En los pacientes que muestran signos de sobrecarga refractaria de líquidos, la terapia de reemplazo renal debe ser considerada precozmente para eliminar el edema intersticial y corregir los electrolitos extracelulares y las alteraciones ácido-base. Nivel de Evidencia 5 Recomendación 28. Los pacientes con riesgo de desarrollar IRA secundaria a rabdomiolisis deben recibir resucitación agresiva con líquidos con una solución cristaloide isotónica para corregir la hipovolemia . No hay pruebas suficientes para recomendar la composición específica de los cristaloides. Nivel de Evidencia 5 _____________ Recopilación y Traducción: JC Vergara