El megalitismo en el noroeste de la Península Ibérica

Anuncio
EL MEGALITISMO EN
EL NOROESTE
INTRODUCCIÓNECOLOGIA Y MEDIO AMBIENTE
Es objeto de todo estudio sobre prehistoria el establecer las relacciones entre las primitivas poblaciones
humanas que ocuparon un territorio específico, y las condiciones naturales de ese territorio. Para ello es
condición imprescindible la reconstrucción de las condiciones paleoambientales de ese territoriodurante la
etapa estudiada, estudio este de gran dificultad en muchas ocasiones.
La cultura megalítica se extiende a lo largo de un dilatado lapso de tiempo que va desde la fase final del
periodo atlantico, hasta un momento inicial del Suboreal.
En la actualidad se considera que en galicia, y en lo que a erdafologia se refiere, no hayan existido cambios
apreciables desde los periodos Atlántico y Suboreal hasta nuestros dias, lo que significa que loss suelos
actuales presentan esencialmente las mismas condicioines que los de época megalítica (éstas observaciones
son confirmadas por los analisis edáfológicos de paleosuelos enterrados bajo túmulos megalíticos *. Estas
conclusiones confirmarian, en principio la validez de estudiar la distribución de los monumentos megalíticos
de por lo menos algunas comarcas del NW en relaccion con los mapas edafolgicos o de clases agrológicas
actuales
La primera mitad de la cultura mgalítica pertenece al periodo atlantico, con un clima más cálido y humedo
que el actual; con una cubierta arbórea con el maximo desarrollo de los bosques e robles y de plantas
termófilas, pero en la fase final hay una retracción de Quercus debido a un comienzo de enfriamiento y
tambien desforestaciíon antropomorfica.
En la segunda parte dentro del suboreal el clima es más frio y seco y la cubierta vegetal se compone de
Quercus, avellano , olmo y en menor proporción abedul, así como huellas abundantes de desforestación
antropógena.
Ls análisis polinilicos señalan unadisminución de la cubierta árborea en relacción con épocas precedentes
La región denominada Noroeste se compone fundamentalmente de dos grandes áreas: Galicia y el Portugal
situado al norte del rio Duero. Los dos territorios muestran grandes semejanzas en sus características
geográficas y culturales, fenómeno que también puede constatarse a lo largo de la Prehistoria reciente y desde
luego en el amplio periodo en que son construidas y utilizadas las sepulturas tumulares.
La cultura megalítica en Galicia está definida actualmente, desde el punto de vista arqueológico, por la
existencia de varios miles de túmulos con cámara interior de piedra diseminados por todo el país, a excepción
de algunas zonas muy limitadas. El elenco de arquitectura megalítica se limita prácticamente a esas sepulturas
tumulares, si exceptuamos las contadas referencias (apenas media docena) a la presencia de menhires, cuya
relación cronológica y cultural con las tumbas no esta bien establecida. Asimismo tenemos algunas
referencias antiguas acerca de la aparición de círculos líticos, que no han podido ser comprobadas
feacientemente en investigaciones más recientes.
1
Cualquier trabajo sobre el megalitismo en Galicia (y Norte de Portugal) ha de pasar por la dificultad añadida
de que no existe un censo mínimamente completo de las necropolis tumulares y que la proporción de
monumentos excavados es mínima así como que las dataciones fiables son también muy pocas. El otro gran
problema de los investigadores es el gran número de violaciones y excavaciones llevadas a cabo por
aficionados.
Bajo el nombre de megalito se conocen una serie de monumentos cuyas características y cronología se han
revelado crecientemente complejas en el curso de las investigaciones acometidas en los últimos años
Los túmulos son de dimensiones variables, que por término medio oscilan entre los 10 los 30 metros de
diámetro, de una forma aproximadamente circular por lo general. La altura varía de 2 a 3.5 metros y depende
no solo de la estructura primitiva del monumento, sino del estado de conservación del mismo.
La estructura de los túmulos es variable, pudiendo estar formada por capas de tierra solamente, cubiertas o no,
en su parte superior por una coraza o enlosado, o de piedra y tierra, que incluye a veces en su interior o en su
parte basal anillos pétreos.
La planta de las cámaras que encierran los túmulos son reducibles a cuatro tipos básicos que presentan
considerables variantes:
−Cámara simple poligonal cerradas de pequeño tamaño
−Cámara poligonal con puerta y sin corredor
−Cámara poligonal, trapezoidal o tendente a circular con corredor mas o menos desarrollado, pero nunca de
grandes dimensiones.
−Cistas rectangulares de gran tamaño. A estos nos referiremos en algunos casos como del tipo Pedra da Xesta
por el trabajo sobre la sierra da Barbanza.
En el caso concreto del Alto Alentejo parece que el megalitismo se origina a partir de dólmenes simples sin
corredor y ajuares arcaicos, lo mismo que en el Algarbe. La evolución podría ser el resultado de las nuevas
necesidades funerarias. En el caso de Galicia podría haber ocurrido un proceso similar de complicación de las
tumbas hasta llegar al enterramiento individual en cista
Existen otros monumentos vinculables con la cultura megalítica, como los menhires y círculos líticos, hechos
igualmente que los túmulos con fines rituales. Aunque su datación es muy problemática toda la bibliografía
arqueológica de Galicia los atribuye a dicha cultura. En el territorio gallego solo se conoce un menhir (Menhir
de Gargantáns) de dudosa atribución incluso a la prehistoria y unos pocos círculos, mal llamados cromlechs.
En un momento sincrónico con la cultura megalítica, encontramos enterramientos sin estructuras pétreas,
quizá de inhumación ya individual, aprovechando y reutilizando las mámoas existentes
Con los escasos datos existentes se puede establecer una línea evolutiva hipotética en el siguiente sentido:
En la primera mitad del tercer milenio antes de Cristo o tal vez algo antes llegarían a Galicia, procedentes de
Portugal, los primeros constructores de megalitos, quienes harían monumentos de cámara poligonal sencilla,
sin corredor, que contienen microlitos geométricos trapezoidales.
En un momento posterior de la misma zona llegarían los monumentos megalíticos de cámara con corredor y
ajuares con puntas de flecha romboidales
2
Por último, en un momento datable cerca de del 2000 antes de Cristo aparecerían las cistas megalíticas y las
mazas como principales elementos de ajuar.
Las reacciones culturales del mundo megalítico gallego están orientadas fundamentalmente hacia el mundo
portugués y quizás en menor medida hacia el mundo Atlántico europeo
HISTORIA DE LA INVESTIGACIÓN
En los documentos de la Alta Edad Media encontramos por primera vez referencias a los túmulos gallegos,
que en esta época son utilizados como señales de límite. En el siglo XVIII el licenciado Vazquez de Orjas
consigue una real célula para el registro de las llamadas sepulturas galigrecas, en este momento se
consideraban las tumbas de los gentiles galigrecos, y retirar el oro que estas contuviesen . Con esto se originó
un gran saqueo de muchos túmulos por parte de los campesinos en busca de supuestos tesoros, el licenciado
estimó en tres mil el numero de sepulturas saqueadas. Mas tarde, y dentro de este mismo siglo Martín
Sarmiento en su "Catalogo de voces y frases de la lengua gallega estudió la etimología de la palabra mámoa y
habló del origen de estas construcciones y su finalidad. Este autor realizó un viaje por tierras gallegas entre
1754 y 55 y dio valiosas informaciones sobre mámoas de las áreas de Barbanza y del Valle del Salnés
En el siglo XIX, Hay que citar la obra de Verea y Aguilar, publicada en 1836 "Antigüedades prehistóricas y
Célticas de Galicia" y algo mas tarde, entre 1873 y 1876 Villamil y Castro da a conocer en dos obras
sucesivas plantas y alzados de varias sepulturas megalíticas gallegas. En esos mismos años, en 1875 escribía
Barros Sivelo en su libro "Antigüedades de Galicia": Los trhilites cubiertos y los dólmenes− mámoas− son
muy comunes en Galicia. Representan más característicamente una reminiscencia de las costumbres de los
galos o de los kímerii ó kímbris. Hay que considerar que desde mediados del siglo pasado megalito era
sinónimo de monumento céltico. La investigación sobre el megalitismo comenzará, sobre todo, a partir de una
motivación de corte romántico y con un punto de partida que iba a suponer un lastre durante décadas: el que
las similitudes formales entre los monumentos, incluso entre aquellos muy distantes en el espacio, denotaban
una unidad genética y un parentesco entre ellos . Así se manifestaba J. Fergusson en su obra " Rude Stone
Monuments in all Countries. De ahí que la aparición de megalitos en regiones diferentes fuera explicada, en
un principio, como debido a un proceso de difusión desde las regiones meridionales de Europa hacia el Norte,
ya fuera resultado de la invasión de una raza o de una serie de emigraciones sucesivas.
Todavía dentro de la tradición romántica M. Murguía escribió en su "Historia de Galicia" en 1889 sobre la
importancia del núcleo gallego y de la amplia distribución del fenómeno por esta región. También se da
cuenta del deber de conservar este patrimonio aunque parece que nadie se ha echo eco de sus palabras hasta la
actualidad
A fines del siglo XIX y principios del XX destaca la figura de F. Maciñeira, que estudiará concienzudamente
el megalitismo en la comarca de Portugal. Durante cerca de treinta años exploró la regiones del Ortegal, Serra
Faladoira y Cuenca Alta del Eume, dejó tras él una obra capital para el megalitismo gallego: "Bares"
En 1923 se crea el Seminario de Estudios Gallegos que aglutina a una serie de investigadores y e impulsará a
la aparición de importantes trabajos a cargo de autores como Perez Bustamante, Parga Pondal, A. del Castillo,
Boua Brey y sobre todo Lopez Cuevillas. En este mismo año H. Obermaier publica "Impresiones de un Viaje
Prehistorico por Galicia" donde sintetiza los conocimientos existentes hasta el momento. Esta obra
galvanizará los trabajos posteriores de autores como Perez Bustamante, Parga Pondal, Fermín Bouza Brey y
3
sobre todo , Florentino Lopez Cuevillas, cuya aportación al estudio de la prehistoria gallega en general , pero
más concretamente al megalitismo ha sido espectacular.
Desde 1931, en que Bouza Brey publica "La Civilización Neo−eneolítica Gallega", Lopez Cuevillas será el
mayor impulsor de las investigaciones sobre el megalitismo y la prehistoria gallega en general. Su aportación
más importante queda reflejada en la "Historia de Galicia" publicada en 1973 bajo la dirección de Otero
Pedrayo, aunque el original de Cuevillas data de 1952, poco antes e su muerte. Quizá lo mejor de su
aportación sea el intento de explicar el megalitismo desde un punto de vista paleodemográfico, a partir de un
modelo económico y social, para él el número realmente extraordinario de mámoas y su específica
distribución era consecuencia de "...una población densa que vivía sobre un territorio disperso, acusando un
sentido cultural de tipo arcaizante organizada en un régimen de familias o de pequeños clanes, que no
permitía, por falta de una estructura política y social más complicada el ejercicio de una fuerte autoridad
unificadora y regidora de esfuerzos para la construcción de grandes sepulturas colectivas" Aunque ahora no
parezca muy impresionante para la época en que fue escrito es muy importante y se encuentra ya a través de
ella el germen de los actuales planteamientos metodológicos sobre el modelo económico y social del
megalitismo Hispano.
En los años treinta habían viajado por Galicia Georg y Vera Leisner , autores del más importante trabajo sobre
el fenómeno megalítico peninsular hasta la fecha, plasmado en la monumental obra "Die Megalithgräber der
Iberischen Halbinsel" trabajos publicados entre 1943 y 1965. Para el caso gallego nos dejaran una obra básica
que lleva por título "Verbreitung und Typologie der Galizisch−Nordportugiesischen Megalihgräber" obra
publicada en 1938. El interés de esta obra radica tanto en su valor teórico y explicativo del fenómeno, como,
sobre todo, por la parte gráfica y, en particular, la aportación a la planimetría de los monumentos más
importantes. La originalidad de este trabajo reside en su método de trabajo, basado en una muy seria labor de
prospección, catalogación y excavación. Su teoría: original para el momento, hablan sobre una posible
coexistencia de corrientes culturales diversas y la posibilidad de un desarrollo independiente par los sepulcros
de construcción ortostática, frente a los tholoi o sepulcros de falsa cúpula. Rechazan, por otra parte, la antigua
teoría basada en la evolución de lo simple a lo complejo o de la degeneración de las formas desde los
sepulcros más elaborados a los más simples y rudos que había formulado D. Forde en 1929.
Las teorías de los Leisner recibirían una cálida acogida a partir de los años 40; y en Galicia, tras la creación
del Instituto Padre Sarmiento de Estudios Gallegos en 1944 se realizarán importantes estudios de la mano de
importantes autores como Bouza Brey (hasta su muerte en 1973) o Ramón Sobrino.
A partir de los años setenta se va a producir un cambio radical en la investigación, con un nuevo enfoque
metodológico y una acción coordinada de todos los museos gallegos, la universidad de Santiago y la Sección
de Prehistoria dl Instituto Padre Sarmiento. Se intensificaron los trabajos de prospección y, sobre todo , de
excavación. En los últimos tiempos los trabajos más importantes se deben a autores que basan sus trabajos en
gran cantidad de datos sobre el medio físico, la industria y la tecnología lítica, la cerámica, el arte, así como la
realización de análisis petrográficos, radiográficos, palinológicos y edafológicos o las dataciones del C14.
Entre estos es destacable el trabajo del profesor Vazquez Varela, Criado Boado
MARCO NATURAL. PALEOAMBIENTE
Para un correcto entendimiento del especial emplazamiento de las necrópolis y las implicaciones de todo tipo
existentes entre el medio físico y la distribución megalítica se debe comprender el ¡medio ambiente dominante
en la época. Como ya indicamos antes, en los últimos 20 años se han llevado a cabo estudios cuyo objetivo
fundamental era descubrir las relaciones entre las culturas megalíticas del NW peninsular y su marco
4
ecológico, intentando, además definir la significación y sentido de esas relaciones, en lo que se conoce como
la corriente Nueva Arqueología. En esta línea se enmarcan los estudios de Vazquez Varela que vamos a seguir
en este apartado. En este sentido emprenden un estudio del habitat concebido en el seno de un doble sistema
de relaciones, que , por un lado, comprende el entorno ecológico, el ecosistema, es decir, los intercambios de
aquel con el ambiente natural (y no solo en lo que a energía se refiere)y, por otro, la totalidad del sistema
social, es decir las correspondencias entre aquél y los subsistemas económico, demográfico, de organización
social, u otros que configuran el entramado socio cultural. Para la nueva arqueología esto es solo posible
cuando se hace de forma exhaustiva en una zona muy limitada, pero nosotros intentaremos extenderlo a toda
la zona de estudio por las limitaciones lógicas.
Para los objetivos propuestos los más importante es el intento de reconstrucción de las condiciones
paleoambientales de Galicia durante la etapa estudiada. Para ello partimos de la base de que los estudios
últimamente realizados parecen confirmar que el medio natural gallego ha permanecido constante en líneas
generales durante los últimos 5000 años. Sobre todo en la actualidad parece confirmado que en Galicia y en lo
que a edafología se refiere, no hayan existido cambios apreciables desde los períodos Atlántico y Suboreal
hasta nuestros días lo que significa que los suelos actuales presentan esencialmente las mismas condiciones
que los de época megalítica, estas observaciones han sido confirmadas por los análisis edafológicos de los
paleosuelos enterrados bajo algunos túmulos megalíticos. Estas conclusiones confirmarían en principio la
validez de estudiar la distribución de los monumentos megalíticos de, por lo menos algunas comarcas del NE,
en relación con los mapas edafológicos o de clases agrológicas actuales .Esto es muy importante pero no
absolutamente decisivo coma se verá mas adelante, los megalitos no se situaban en un lugar atendiendo
únicamente a las características ecológicas de la Zona.
El territorio gallego puede dividirse desde el punto de vista morfológico en tres grandes unidades: sierras,"
penichairas" y costa. Las primeras constituyen un cinturón montañoso, dispuesto de forma prácticamente
continua a lo largo del límite oriental del país, aislándolo de la Meseta; más hacia el Oeste, otras cadenas
montañosas de menor altura se disponen de forma discontinua en dirección Norte−Sur. Entre éstas y las
serranías orientales se encuentran unas áreas (Penichairas) relativamente allanadas y de una altura media (500
metros) surcadas por el Miño y su afluentes. La zona costera se presenta de una forma más variada, debido a
la acción erosiva de los numerosos reos sobre las prolongaciones de las serranías más Óccidentales y la
existencia de profundos brazos de mar (rias) formados a partir de la inmersión de antiguos cauces fluviales o
fenómenos de orden tectónico.
El contrate entre una zona litoral y otra interior aparece más claramente documentado más al sur en Portugal.
En el norte de este país se distingue una llanura litoral que asciende progresivamente hacia el este, hasta
alcanzar una serie de cadenas montañosas situadas en sentido Norte−Sur, las cuales separan esa zona, bajo
influencias oceánicos, de la región transmontana, con un clima más continental e integrada por superficies
aplanadas (planatos) divididas por valles profundos excavados por afluentes del Duero
EL fenómeno megalítico gallego se engloba en el Periodo Atlántico, entre el 6000 y el 2800 a. C. a grosso
modo si bien llega hasta a los indicios del Suboreal. Sabemos que el clima era más cálido que el actual, al
tiempo que con un índice relativamente alto de lluvias de ahí que fuera un paisaje típicamente de pradera con
extensas áreas de bosque caducifolio y dominando especies de los géneros Quercus, Corylus, Betula y Almus.
Los análisis polinilicos realizados indican una reducción del polen arbóreo en relación con los momentos
anteriores y un consiguiente aumento e especies herbáceas y brezales. Las transformaciones más notables se
refieren a la paulatina degradación de las zonas boscosas en particular las de robles. En éstas zonas
degradadas, asimismo aparecen cereales y especies sinantrópicas que prueban la acción de labores de
deforestación y otras actividades antrópicas .En concreto los análisis de cuatro paleosuelos de mámoas de la
zona de Barbanza han indicado la escasez de polen arbóreo e inexistencia de Cerealia, pudiéndose deducir un
tipo de vegetación abierta, probablemente muy similar a la actual de ka misma sierra, con abundantes
5
gramineas y pequeñas masas arbórea. Los diagramas arrojan estos datos
Mamoa I de Sabuceda: Muestra un buen número de Betula y en menor proporción de Corylus, Alnus y
Quecusm, mientras que en polen no arbóreo, hay predominio de las gramineas
Casota do Paramo: Presencia de Quercus y algunos granos de Corylus y Betula. En cuanto al polen no arbóreo
predominan las gramineas sobre las Ericáceas, al tiempo que existen también especies de compuestas.
Pedra da Xesta: Aparte de la presencia de pino en los niveles superiores vuelve a encontrarse polen de
Quercus, Betula y Alnus, y como en los anteriores diagramas presencia de gramineas.
Fusiño−Curota. Evidencias de polen de las especies Corylus, Alnus y Quercus, presencia de gramineas y
aumento de compuestas.
En resumen los análisis nos indican un paleo paisaje de vegetación abierta con escaso arbolado, que parece
señalar el momento de transición del Atlántico al subboreal.
Lo que se observa en un periodo tan amplio es una clara evolución, que a pesar de las tendencias se ha
mantenido constante desde la época de los megalitos hasta el presente.
Desde la época en que se tienen bases sólidas para la extrapolación, es decir, desde el periodo Atlántico
(5000−3000 a.c.) la evolución sería a de esta forma
1ª)Etapa climax de las zonas mas amplias de la región que se caracterizaría por una mayor extensión del
manto arbóreo , en el que predominaría el roble. Una mayor extensión de la pradera de gramineas y suelos
quizá más profundos que los actuales (probablemente gracias a la presencia de los robles). A partir de este
momento se inicia un constante proceso de deforestación−erosión en el que habría dos pulsaciones.
2ª) La primera de estas pulsaciones se sitúa hacia finales del periodo Atlántico y primera parte del Subboreal,
(3000−2000 a.c.). El nuevo periodo climático que sucede al Atlántico viene definido por una degradación
climática, lo que dio lugar a un clima más frío y seco. Los cambios más importantes en este periodo serían los
siguientes.
−Disminución del polen arbóreo, fundamentalmente del Quercus, esto se percibe tanto en los perfiles de
suelos naturales, como en los de paleosuelos, en los cuales la deracción de polen arbóreo es inmediatamente
anterios a la construcción del monumento
−Aumento de la circulación de aguas superficiales. Este fenómeno constatado en el aumento de las especies
indicadoras de esta circunstancia: Cyperaceae, Sphagna, Ranunculaceae. Este fenómeno pudo ser causado
tanto por la degradación climática anteriormente citada, como por la disminución del manto arbóreo, que
siempre lleva aparejada un incremento del agua superficial
−Como consecuencia de los fenómenos anteriores, se produjo un episodio erosivo. En este se asiste a una
etapa de erosión en las zonas altas y de colmatación de las zonas con relieve deprimido, que se corresponde
con el avance de la deforestación y la disminución del manto arbóreo.
3ª) La segunda pulsación deforestadora−erosiva se corresponde con la transición del Subboreal al
Subatlántico, pero este periodo está fuera de nuestra e´poca de estudio
6
Hay datos que parecen indicar la presencia de agricultura en toda la zona megalítica, desde el periodo
Atlántico tardío en el IV milenio (revisable al V para otros autores), con una intensificación a lo largo del
tiempo. De esto parece deducirse un predominio de herbáceas, Siendo de destacar la inexistencia de granos de
cereal. Además el alto porcentaje de Ericáceas y Gramíneas parece atestiguar la presencia de acciones de
deforestación, mientras que las labores de quema de vegetación estarían indicadas por la presencia de
Tubulifloras y Ramunculáceas, que son especies que crecen en terrenos roturados o insebdiados. Datos no
muy claros como la presencia de Crucíferas (Muy escasa, tan solo el 2,8 %) y Escrofulariáceas (4%)
apoyarían la tesis de algún tipo de agricultura. También se han encontrado en los paleosuelos de algunos
megalitos rastros de quema de vegetación (As Rozas).
Los datos paleoclimáticos parecen apuntar hacia una clara, tal vez decisiva influencia del hombre sobre el
paisaje desde finales del periodo Atlántico. Muchos autores siguiendo la evolución de la investigación en las
islas británicas consideran consecuencia de la actuación humana más que cambios climáticos naturales. En
favor de este punta de vista está el hecho comprobado de que en el pasado los lugares susceptibles de ser
utilizados por los grupos humanos eran más extensos, aunque no mucho. No haría por tanto una oscilación
climática importante entre el Atlántico y el Subboreal que tendría repercusiones notables en el medio natural,
sino que ese cambio que refleja la paleoclimatología sería únicamente el reflejo de la actividad humana sobre
un ambiente hasta entonces no afectado por el hombre. Esta circunstancia permitiría explicar de forma distinta
al determinismo ecológico el porque de que las dataciones de los más primitivos yacimientos coinciden con el
límite cronológico entre Atlántico y Suboreal. Otros autores creen que la transición habría sido un episodio
más de una degradación paulatina y lenta del clima que culminaría en el Subatlántico, y que esta habría sido
más notable por haberse entrecruzado la influencia del hombre. Hay que notar las investigaciones que en las
islas británicas asocian la formación de mantos de turba a la actividad de grupos neolíticos y aplicando una
línea de investigación similar en el caso del Noroeste peninsular en la sierra de Barbanza habría datos que
indican que la formación de brañas ha estado condicionada por la influencia del hombre. Esta línea de
argumentación no olvida el efecto del clima, sino que tiene el mérito de señalar cómo dentro de un contexto
climático general que conduciría las condiciones ecológicas en una línea determinada, la actividad de las
poblaciones humanas precipitó y acentuó la dinámica natural.
EMPLAZAMIENTO DE LOS MEGALITOS
En este apartado vamos a seguir los trabajos de Vazquez Varela y Criado Boado para la zona de Barbanza.
Ellos distinguen entre Patrón de Emplazamiento de los monumentos megalíticos y lo que llaman Patrón de
asentamiento de las comunidades que los construyeron.
Durante mucho tiempo se creyó, y así han planteado la cuestión diferentes autores que han estudiado el
fenómeno megalítico, que la distribución de monumentos de esta cultura debía estar condicionada por la
geología de las zonas en que aquellos se localizan. Las posiciones más extremadas dentro de este enfoque
incluso proponían que aquella iba en último término ligada a la distribución de los tipos de rocas y materiales
geológicos mas aptos para la construcción de aquellos, Leisner, pensaba que en Galicia los megalitos se
localizaban en terrenos graníticos, mas tarde Criado Boado y Grajal mantuvieron una hipótesis similar. Estos
mismos autores observaron después que esto solo era cierto a pequeña escala, es decir solo el punto concreto
cuando la población ya estaba asentada en una zona e introducían algunas referencias a ciertos aspectos o
motivaciones culturales que también influirían de algún modo en esta elección. Mas tarde introdujeron la
relación que en muchas zonas existe entre la distribución de monumentos megalíticos y antiguas vias de
comunicación, pero siguieron sin conseguir un patrón claro de asentamiento, se puede decir que el mapa de
distribución considerado a escala de detalle, es decir, a nivel de emplazamiento puntual de los megalitos,
responde a la actuación de dos tipos de condicionantes:
−geológicos
7
−culturales
En cuanto a los geológicos, decía Jean L´Helgouac para el caso concreto del megalitismo armoricano, que
ninguna civilización debió depender tanto de la naturaleza del subsuelo como la de los constructores de
megalitos, debiendo ser entendida dicha influencia de la geología tanto desde el punto de vista de las materias
primas empleadas en la construcción como de la relación existente las manchas geológicas y la distribución de
los monumentos. Se han localizado monumentos megalíticos realizados con el material geológico inmediato a
los mismos pero de condiciones constructivas muy malas, y que, en cambio, prescindían de un material de
mejores características pero situado a cierta distancia del punto de emplazamiento del monumento: casos de
este tipo pueden traducir que la comunidad que construyó áquel poseía un escaso potencial de fuerza de
trabajo, lo que significa comprobar la actuación de limitantes económico sociales importantes.
Un dato importante a tener en cuenta es las distancias a las que se encuentran los puntos de extracción de los
ortostatos de las cámaras. Para la sierra de Barbanza se han sacado estos datos:
NÚMERO
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
MATERIAL UTILIZADO
GRANITO DE BARBANZA
GRANITO DE BARBANZA
GRANITO DE BARBANZA
GRANITO DE BARBANZA
GRANITO DE BARBANZA
GRANITO DE BARBANZA
GRANITO DE BARBANZA
GRANITO DE BARBANZA
GRANITO DE BARBANZA
GRANITO DE BARBANZA
GRANITO E BARBANZA
GRANITO DE BARBANZA
GRANITO DE BARBANZA
GRANITO DE BARBANZA
DISTANCIA A LA CANTERA
50 M
AL LADO
200 METROS
200 METROS
AL LADO
AL LADO
AL LADO
AL LADO
#
#
#
#
150 METROS
150 METROS
250 METROS
#
#
300 METROS
200−300 METROS
300 METROS
50 METROS
50 METROS
50 METROS
#
100−150 METROS
100−150 METROS
250 METROS
#
8
29
#
El signo # representa que el punto de obtención de la materia prima se encuentra en las inmediaciones del
monumento, es decir, a menos de 50 metros del mismo
A la vista de este cuadro se comprueba que las distancias de acarreo de las losas son de unos pocos metros y
que las máximas nunca superan los 250−300 metros, por lo tanto el factor distancia no aparece como un factor
limitador de excesiva importancia. Tampoco parece que las labores de cantera, extracción y labrado de losas,
supusieran un esfuerzo demasiado importante.
En conclusión podemos decir que la geología no ejerció en ningún momento una limitación importante sobre
el emplazamiento de los monumentos. Se puede decir que la influencia que ejercía era de tipo negativa, es
decir, los factores geológicos determinan que las mámoas no se pueden asentar en un lugar excesivamente
lejos del punto de obtención de materia prima.
En cuanto a los factores de tipo cultural, las observaciones que se han realizado sobre la interactuación de este
tipo de factores y los condicionantes geológicos sobre el patrón de emplazamiento de los monumentos
megalíticos, concluyen que los primeros son más importantes que los segundos. De no ser así estarían siempre
situados en una posición en la que mantuvieran una vinculación estrecha y directa con los puntos de obtención
de materia prima; pero, antes al contrario, se prefiere desvincular los monumentos de una relación tan estrecha
con la materia prima, en aras de respetar un punto de emplazamiento que sin duda es seleccionado
atendiéndose a la determinación impuesta por la actuación de los elementos de tipo cultural.
Se ha constatado desde hace mucho que las mámoas están situadas en puntos prominentes del relieve, desde
los cuales dominan una vasta panorámica; tal circunstancia se ha interpretado siempre alegando que el túmulo
no sería solo la tumba de los muertos, sino también una especie de santuario: in mojón, un hito, un punto de
referencia que podía funcionar como centro agrupador de la comunidad que lo construyó, así cree por ejemplo
Renfrew, por esto estarían en puntos elevados del terreno, para realzar su monumentalidad. Vazquez Varela
apunta que a la hora de seleccionar un punto determinado para emplazar el monumento influiría el que
hubiese afloraciones de roquedo en las cercanías de las cuales se pudiesen desprender las losa. Por este motivo
veremos que se emplazan en puntos altos y elevados en los cuales, y debido a la erosión es más fácil que el
material del substrato aflorase (lo cual no anula otros factores). La excepcionalidad de la presencia de túmulos
en tierras bajas se debería a que el substrato rocoso suele estar cubierto por suelos muy potentes
Un estudio sobre la distribución de los túmulos sobre un mapa de pendientes refleja que la mayor parte de
ellos se localizan en las clases de menor pendiente lo que apoya las tesis anteriores. Las mámoas tienen una
clara preferencia por terrenos llanos, de relieve plano y escasamente accidentado. Sin embargo un estudio más
detallado, como el llevado a cabo por −−−−−−−− en la sierra de Barbanza, que se dedicaron a realizar una
tipología de los emplazamientos topográficos de las mámoas les arrojaron unas conclusiones algo más
complejas , pero desde luego más ilustrativas:
Ellos concluyeron que los túmulos de Sierra de Barbanza muestran cuatro tipos distintos de asentamiento.
1/Mámoas situadas en el punto culminante de pequeños cerros del relieve y pendientes más o menos
accidentadas, como O Outeriño do Pan
2/ Mámoas situadas en zonas de relieve llano, pequeñas penillanuras, este es el caso de Armadoiro, Pozas da
Lagoa, Sabuceda 1−6 y Outeriño Redondo
9
3/ Mámoas situadas en depresiones, ya sean éstas completas, fondo de un valle, como en el caso de Arca da
Barbanza y Porto Traveso 1, o simplemente zonas de relieve más deprimido que algunas de las de sus
alrededores pero al mismo tiempo superiores a las restantes aquí estarían Cavada, Casota do Páramo y
Outeriño do Pan
4/ Mámoas situadas en zonas cuyo micromodelado impide que sean divisadas desde lejos y desde las cuales,
además tampoco se domina un amplio paisaje. Este último es el caso de todo el grupo de mámoas, y
únicamente de ellas que presentan túmulos tipo Pedra da Xesta
Los tipos de emplazamiento topográfico que se han señalado determinan a su vez dos tipos de condiciones de
visibilidad completamente distintos:
−Por un lado los tipos 1,2 y 3 constituyen un grupo en que los túmulos se diferencian con claridad y nitidez
desde considerable distancia. a ello también ayuda el gran tamaño y monumentalidad de las masas tumulares
de las mámoas de este grupo.
−En el otro se encuentran las del tipo 4, que manifiestan condiciones y características totalmente contrarias,
ya que en algunos casos apenas se distinguen a 50 metros tanto por su emplazamiento como por su pequeño
tamaño. Nos encontramos entonces no solo con u tipo arquitectónico distinto, sino con dos concepciones
espaciales diferentes que corresponden también a dos conceptos opuestos de conjugación del espacio
monumental con el paisaje natural.
En el primer caso es fácil entender como conseguían una gran visibilidad en las situadas en crestas pero no lo
es tanto en las situadas o bien en terrenos llanos, o bien en depresiones. Para entender esto hay que tener en
cuenta que las mámoas no fueron emplazadas en lugares en que pudieran ser divisadas desde cualquier parte
con nitidez, antes bien parece que la mámoa esta situada para que sea perfectamente divisada desde zonas
concretas. Así, por ejemplo, las mámoas del grupo de Sabuceda se distinguen bien si el observador está
situado al Norte de ellas, pero son apenas diferenciables si el observador se encuentra al sur de las mismas. De
la misma forma desde la posición que ocupan las mámoas se domina una considerable extensión hacia el
Norte, que en cambio es muy restringida y limitada hacia el Sur. En este sentido parece que los monumentos
fueron emplazados en un lugar en que debían ser divisados sobre un paisaje, y que a su vez, aquel debe abrir
su panorámica sobre éste paisaje.
En el caso de mámoas que no fueron situadas en crestas los constructores se basaron en el micromodelado del
terreno en que se sitúan para que fuesen bien visibles. Lo importante no es que los emplazamientos se situaran
en crestas o en pequeñas depresiones, sino que estuviesen donde estuviesen son siempre hitos y ejes del
paisaje que los rodea.
DISTRIBUCIÓN
En este apartado estudiaremos la distribución general de los túmulos a fin de concretar las áreas que fueron
ocupadas preferentemente por las comunidades megalíticas. normalmente se supone que el emplazamiento de
los monumentos funerarios no debía estar excesivamente alejado del espacio habitado por los grupos que los
construyeron. Dado el escaso número de restos de lugares de habitación, lo cierto es que el estudio de los
asentamientos se lleva a cabo a través de los túmulos.
Lo primero que se constata es el íntimo lazo que une la disposición de los megalitos y las tierras de labor
actuales o que lo han sido en época histórica. Sin embargo se comprueba que los suelos en que se asienta el
10
monumento son los peores suelos de los alrededores. Esto se explica por la primacía que en su localización
recibe el principio de visibilidad, los suelos de esos puntos elevados que comentábamos en el capítulo anterior
suelen ser, de forma necesaria de escaso desarrollo. Las tierras que rodean a los monumentos son las de mejor
aprovechamiento agrícola y ganadero. De hecho en el caso de la sierra de Barbanza se afirma que "...Los
túmulos están estrechamente vinculados con los campos de cultivo actuales, y no solo con estos, sino que
sobre todo se localizan en los únicos puntos de la sierra desde los cuales pueden estar vinculados con terrenos
aptos para su aprovechamiento agrícola. Cualquier otro sector de la sierra diferente de aquellos en los que se
encuentran las mámoas, estará totalmente al margen y aislados de suelos no ya en condiciones óptimas, sino
en condiciones mínimas para posibilitar su explotación". También en este estudio los autores llegaron a unas
conclusiones que pueden ser extrapolables a todas las comarcas montañosas de la región, que son casi todas.
Dividieron el área de estudio en cuatro zonas por su distinto grado de aprovechamiento posible:
A/. Cimas montañosas de considerable altitud y de relieve accidentado con cuestas de pronunciada pendiente
B/. Cuencas de ríos ( en su caso el Barbanza )
C/. Superficies de considerable extensión de relieve predominantemente plano. Su altitud varía entre los 500 y
550 metros
D/. En las bases de las laderas, a una altitud de 520−500 metros y en una posición que les permite estar
resguardados de los vientos fuertes del norte y recibir en cambio una mayor cantidad de radiación solar, se
encuentran las mejores y en algunos casos las únicas tierras cultivables.
La mayor parte de las mámoas de la sierras localizan en la zona C, salvo algunas que se sitúan en la B. Esto
quiere decir que se encuentran en una posición intermedia entre la zona D, por un lado que es el sector de
tierras cultivables y apto para la ocupación humana, y la zona A, que es el sector de mayor amplitud, inculto,
despoblado y de potencialidad agrícola nula. La zona en la que se emplazan localizada en la periferia de la
zona D a servido, y en buena manera sigue sirviendo, de pasto natural para el ganado, lo que la convierte en
un sector de aprovechamiento complementario de la zona de campos trabajados. Mas adelante constatan que
las mámoas se encuentran firmemente vinculadas a los robledales, que es el árbol más exigente en cuanto a
suelos, de amplia distribución. Esto mismo o parecido ocurre en las comarcas de Xallas de Sobrado y Curtis,
así en esta última comarca las mámoas no se asientan sobre rocas básicas, que aunque proporcionan suelos
fértiles, no son muy compactas, por cuanto para un rendimiento de este tipo de tierra se precisaría una
tecnología agrícola sofisticada. Las tumbas se emplazan allí en terrenos aptos para la agricultura, apropiados
para el cultivo de cereales en rotación con pradera. Lo mismo se puede constatar en la Sierra A Capelada.
También encontramos necropolis asociadas a terrenos de clara vocación ganadera o que han sido
desforestados probablemente para este uso. Oímos hablar de estudios que relaccionan ciertos emplazamientos
con las rutas migratorias de los caballos antiguos, pero no hemos obtenido este articulo.
Al igual que en la actualidad la condición natural fundamental que determinaba los sectores aptos para el
asentamiento de las poblaciones era la interacción de la topografía, edafología y climatología, y decimos
interacción porque ninguno de estos factores actúa o ejerce su influencia individualmente, sino que cada uno
está en función de los demás. La antiguas comunidades huyeron de aquellas tierras que no reunían las
adecuadas condiciones de explotación y por tanto el mapa de distribución de los megalitos es función de las
características ecológicas de las zonas, relacionadas con el aprovechamiento y potencialidad económica de
éstas.
Pero los condicionantes ecológicos no son los únicos. Federico Maciñeira catalogó más de trescientos túmulos
entre el valle superior del Eume y Estaca de Bares, es el primero que hace notar la vinculación entre las
mámoas y caminos antiguos, tal como había comprobado en la Sierra Faladoira. En otros lugares se observa
11
que la ubicación de los megalitos en lugares elevados recortándose la masa tumular sobre el paisaje, pueden
ser indicativo de su territorialidad, con la arquitectura exterior como identificadora de las diferentes
poblaciones megalíticas. Así en la comarca de Xallas se prefirió levantar los túmulos en lugares lejos de las
canteras de extracción de losas, con el problema de transporte consiguiente, a construirlos sobre un substrato
con materia prima apta y adecuada para la construcción. Ello podría indicar la existencia de alguna causa que
puede ir más allá de la mera influencia el medio físico
Resumiendo los dos apartados sobre emplazamiento y distribución se puede decir que las mámoas se
emplazaban en función de constreñimientos geológicos y de condicionantes ritualísticos−culturales y
territoriales, en la periferia de las zonas sobre las que se asentaban los grupos humanos en función de los
determinantes impuestos por el medio físico. Pero en este apartado como en otros se tiene el problema de el
desconocimiento sobre lo hábitats de los constructores de los túmulos
ECONOMÍA
No hay datos fiables y claros sobre la economía de la época, pese a lo cual se han elaborado diferentes
hipótesis, muchas veces contradictorias, que resumimos aquí:
−Leisner en su tesis doctoral en 1938, señala que la distribución de las mámoas está relacionada con la
geografía del granito, que esta es una materia idónea para la construcción de estos monumentos y que los
suelos desarrollados sobre esta roca son los más aptos para el cultivo de cereales
F Lopez Cuevillas afirma que la base económica del megalitismo era la ganadería, la recolección de bellotas y
en menor grado el cultivo de cereales.
En trabajos posteriores, con una visión más global sobre el megalitismo , se considera que la base era la
ganadería , como puede deducirse del emplazamiento de algunas necrópolis en espacios geográficos aptos
para pasto abundantes, con una componente más o menos importante de la actividad cinegética y recolectora y
con una agricultura incipiente que juega un papel escaso o casi nulo.
Más recientemente se ha propuesto una hipótesis de trabajo sobre la economía en la que combinando los datos
disponibles, se propone una agricultura de roza, complementada con la recolección y la explotación de
animales domésticos.
En 1987 se dio a conocer una propuesta interpretativa a partir de nuevas datos arqueológicos y ecológicos que
afirma la existencia del sistema de tala y quema de bosque para el cultivo de cereales, sin que esta sea
incompatible con la práctica de otras actividades como ganadería , caza o recolección.
La escasez de datos ha ocasionado que las explicaciones sean tan diversas. En unos caso los autores hacen
más hincapié en la agricultura y en otros en la ganadería, aunque los últimos trabajos tienden a olvidar esta
antigua dualidad
La información usada para la reconstrucción de la paleoeconomía se disponen de datos de cuatro tipos:
1º) Tumbas
2º)Poblados
3º)Artefactos
12
4º)registro paleoecológico
Vamos a desglosar los datos de distinta procedencia de manera detenida:
1º) Tumbas
La información económica obtenible a partir del estudio de las tumbas de ser tratada cuidadosamente porque
éstas representan n segmento muy peculiar de la cultura, que no tiene porqué reflejar linealmente el mundo de
los vivos. Dadas las características de las tumbas, y por comparaciones arqueológicas , no cabe duda de que
fueron construidas por productores de alimentos. De su emplazamiento se puede deducir que en unos casos
han sido construidas en lugares aptos para el pastoreo y /o la agricultura, y en otros casos , en zonas donde
parece haber ciertas limitaciones a la práctica de la agricultura. Hay que decir que estas observaciones son
bastante imprecisas, pues la situación de las tumbas no tiene porque coincidir con la situación de los hábitats y
las reconstrucciones de los paleoambientes no son lo suficientemente precisas. Además la presencia de suelos
ricos para la agricultura no implica la necesidad de que fueran utilizados para el cultivo, pues puede serlo para
la ganadería o para una combinación de agricultura, ganadería, caza y recolección donde las tres formas de
explotación se complementan de un modo equilibrado. Por tanto las características de los lugares de
emplazamiento de las tumbas solo ofrecen una posibilidad de explotación pero no la determinan.
2º)Hábitats
Los hábitats datados para esta época son muy escasos, por lo que no es muy conveniente generalizar lo que de
ellos se pueda extraer. Sin embargo los hábitats están necesariamente más relacionados con el entorno que las
tumbas, por lo que la información es más efectiva. Los poblados se encuentran en zonas cuyas proximidades
hay, en la actualidad, terrenos aptos para la agricultura, ganadería y recolección de frutos silvestres. Los daros
como ya hemos dicho no son extrapolables al pasado sin mas pero el tipo de suelos, la orografía del terreno y
los datos paleoambientales sugieren que los hábitats estaban situados en un territorio aprovechable con
diferentes técnicas de producción y predación de alimentos. Un asentamiento en la orilla del mar en la ría de
Arousa y otro en una isla de la misma, atribuibles ambos al periodo megalítico, indican la posibilidad de la
explotación de los recursos marinos que van a jugar un papel muy importante en momentos más avanzados de
la prehistoria. En la península de O Morrazo los hábitats también se encuentran en una posición cercana al
mar lo que parece apoyar esta suposición.
Las características de los poblados ( dimensiones, restos, morfología, estructuras, etc...) no permiten
atribuirles, en el estado actual de la investigación un elevado grado de sedentariedad. La ausencia de
estructuras que hayan necesitado una elevada inversión de tiempo y esfuerzo, así como la potencia de los
sedimentos, apuntan en esta dirección.
3º) Artefactos
La inmensa mayoría de los artefactos de los que se dispone proceden de tumbas lo que como en los casos
anteriores puede distorsionar la imagen de sus beneficiarios sino se trata con mucho cuidado pues los
artefactos con los que se entierra a alguien no tienen porqué ser reflejo de las actividades de ese alguien en
vida y menos de la comunidad que lo enterró. Por otra parte la falta de estudios de huellas de uso, en el caso
de que no sean meramente votivos o reales sin usar, impide saber la verdadera relación de las piezas con el
proceso económico. De todos modos se puede aventurar que algunos tipos han tenido que intervenir en el
trabajo de la madera y de los productos animales. Es mucho más difícil decidir si alguno de los artefactos se
empleó directamente en el trabajo de la tierra
13
4º) Registro paleoecológico
Como indicamos antes en el apartado de medio ambiente los datos paleoecológicos pueden mostrar una
actuación del hombre sobre el medio. Parece que se utilizaron bellotas del género Quercus y que frutos
silvestres han sido utilizados como cuentas perforadas en colgantes y collares.
La presencia de bellotas de roble de encina o de cualquier otro árbol del género Quercus, se presta a la
interpretación d la existencia, en este momento, de una actividad recolectora que alcanzó gran éxito durante la
protohistoria mas avanzada, cuando ya existía una agricultura avanzada de cereales y leguminosas.
La presencia de plantas asociadas a la fases de regeneración de la cubierta vegetal, después de un incendio, se
ha interpretado como prueba inequívoca del empleo del fuego en tareas agrícolas, el tradicional sistema de
roza que aun perdura en nuestros días. En los paleosuelos de los túmulos investigados se registran una
deforestación antropógena y la presencia de ruderales indicadores de la practica de pastoreo y/o agricultura,
pero no se conoce todavía la presencia inequívoca de evidencias firmes de la práctica de la agricultura como
es la presencia de polen de cereal. Aunque esto podría ser debido a la situación puntual de los túmulos en
suelos no aptos para el cultivo y que el polen de cerelia no se expande mucho desde el campo en que se
encuentra, si las necrópolis estaban a unos dos km del campo es probable que no se conservase nada. Además
para toda la Europa atlántica se documenta una formula mixta agricultura−ganadería para esta época y la zona
noroeste de la península se mantendría en contacto como muestra la mera presencia de megalitos, pero hay
otros datos más concluyentes. Entre estos esta el análisis de los objetos hallados en los yacimientos.
Por otra parte hay que constatar que no tenemos ningún testimonio totalmente firme de la existencia de
pastoreo. Esto solo puede apoyarse con las debidas reservas en la presencia de huellas de deforestación y
ruderales que no estás acompañados de cereales en el registro arqueológico. La existencia de cereales es
prueba incontestable de la presencia de agricultura, por el contrario los ruderales solo tienen un valor
indicativo y menos fiable. El fuego se emplea también por parte de los cazadores y pastores como medio de
crear nuevos pastos. También es posible que el fuego se origine por causas naturales.
Generalizando, en la etapa que nos ocupase generaliza en el Noroeste de la península la producción de
alimentos, acreditada por la agricultura de cereales, probablemente asociada a la ganadería, junto con la
recolección de frutos. Los posibles usos de los artefactos líticos hallados en las tumbas son perfectamente con
una economía del tipo indicado, asimismo el número de asentamientos y tumbas, sus características y su
tamaño, también son compatibles con el enunciado y con conjuntos similares de Europa. Se extrapolan a
Galicia modelos interpretativos que se basan en estudios realizados en otros contextos pero las
reconstrucciones en el país son todavía limitadas.
En el apartado de deforestación no solo hay que tener en cuenta las prácticas de agricultura y ganadería. Al
lado de estas importantes causas, también se encuentran otras como el aprovechamiento de los árboles como
materia prima de construcción y fabricación de utensilios. La madera tenía enorme importancia en la
construcción de estructuras de habitat y utensilios de la vida cotidiana, como se demuestra en los casos en que
se han dado condiciones excepcionales de conservación (Lagos, turberas, fondos marinos o medios muy
áridos). O también hay que tener en cuenta la utilización de leña como combustible.
Todas estas utilidades combinadas son la causa más probable de la deforestación que sufrió la zona desde el
5000 a.c.
La explotación de recursos geológicos
14
La explotación de recursos biológicos es más compleja cuantitativa y cualitativamente que en el mundo
anterior. Numerosos tipos de rocas y minerales son utilizados para fines muy específicos de acuerdo con sus
propiedades. Para los útiles de piedra tallada se recurre a tipos muy concretos mientras que para fabricar
objetos de carácter santuario se emplean materias primas muy especiales, a veces traídas desde lejanas
regiones a través de intercambios comerciales.
Para la construcción de las mámoas se utiliza el material más a mano (Pan 182). Tan solo en caso
excepcionales se ha despreciado el material más cercano para utilizar un material de mayor calidad, Así en
Melide la losas de ortogneis de un megalito fueron traídas desde una distancia de 700 metros. En el resto d
megalitos estudiados por Vazquez Varela, 80 de un total de 85 utilizaron prefirió un material malo pero
próximo a uno bueno lejano Sin embargo la presencia de materiales adecuados no es determinante para la
presencia de monumentos, existen zonas con materiales idóneos para la construcción en las que no hay
megalitos.. En este punto puede haber tenido una especial significación la demografía de la región. La alta
capacidad de adaptación de las sociedades al marco geológico se podría interpretar como escasa capacidad
económica y/o demográfica para afrontar el traslado de los ortostatos a lo largo de distancias considerables.
INTERCAMBIOS
En los materiales encontrados en las tumbas, que son los más numerosos por avatares de la investigación se
aprecia la presencia de piezas elaboradas con materiales que no están representados en la geología del lugar
incluso de toda la región o que cuando abundan solo se encuentran en zonas muy puntuales. En algún caso el
carácter exótico de la materia prima coinciden con rasgos tipológicos de éste que apuntan hacia un origen
foráneo. Tal es el caso de una alabarda de silex hallada en Hombriro, en las proximidades de Lugo, cuya
tipología es única en Galicia y se asemeja a las del área central de Portugal, donde el material utilizado (silex
tabular) también es abundante. Un solo objeto no permite mantenerla existencia de contactos periódicos y de
un comercio de objetos de especial calidad técnica lo que conllevaría la existencia de grupos privilegiados de
población, pero hay más coincidencias en los tipos cerámicos por ejemplo.
En cuanto a la cerámica el vaso cuadralobulado de O Buriz procedente de un monumento megalítico de la
zona occidental de la provincia de Lugo tiene un aire más millarense que los prototipos de la propia de los
Millares.
Por otra parte es normal que se emplee algún tipo de roca que no se encuentra en las proximidades del
monumento para la elaboración d Hachas, gubias etc. Esto hace suponer la existencia de redes de intercambio
entre las comunidades cercanas.
Es en los objetos que podemos considerar suntuarios e indicativos del status o con un valor simbólico donde
mejor podemos apreciar la existencia de intercambios. Tal es el caso de las cuentas perforadas empleadas
como colgantes o en collares, pulseras, tobilleras, etc. en la que se ha empleado mica, azabache, varixcita y
blenda entre otras materias escasas. La variscita se encuentra en proporciones aptas para el trabajo de elaborar
cuentas, en la zona norte de Portugal y en el Noroeste de la meseta. En el caso de la blenda ocurre lo mismo
aunque se puede encontrar en pequeñas cantidades los yacimientos susceptibles de ser utilizados para la
manufactura de cuentas están muy lejos de el lugar donde se encontraron.
Parece que los datos apuntan hacia dos tipos de intercambio:
−uno de corto alcance donde el trueque se realiza entre comunidades próximas, en todo caso de carácter
intrarregional. Este seria el caso de la mayor parte de los útiles, hachas, gubias, etc hechos con materiales
alóctonos
15
−Un intercambio a larga distancia se podría evidenciar en la circulación de tipo suntuario y/o simbólico, tal
como las cuentas perforadas. En este caso la red de intercambio podría tener una dimensión suprarregional
llegando a alcanzar distancias de 200 km en línea recta. Algunos autores han visto en este intercambio un
comercio interregional del tipo observado a principios de siglo en las Tröbiand.
La existencia de estos dos circuitos se ve confirmada por las características de los restos arqueológicos del
megalitismo noroccidental, donde se aprecia una notable semejanza en todas sus manifestaciones a través del
territorio por lo cual hay que suponer un flujo de bienes, mensajes.
Tampoco se pueden descartar contactos con el occidente asturiano y con el noroeste de la meseta norte.
En los últimos años han aparecido autores y estudios que parecen señalar la presencia de una red de
intercambios a más larga distancia, que pondría en relación el megalitismo del Noroeste con otros focos de la
fachada Atlántica europea, especialmente con la Bretaña francesa, las islas británicas e Irlanda, como un
primer momento de inicio de las famosas relaciones Atlánticas.... (Pan 188) En este mundo la zona Noroeste
juega un papel fundamental. Al tratar el campaniforme Harrison explicaba éste a través de Galicia pasaba a las
islas británicas continuando con una ruta de comercio preexistente durante el megalitismo, en que la calaita,
un mineral de color verde empleado para elaborar adornos, iría de Península ibérica a Bretaña(análisis
químicos de este mineral han rebatido esta hipótesis (pag188).Trabajos de Elizabeth Shee y M.J. O´kelly han
puesto de manifiesto las semejanzas estilísticas entre los motivos de los ortostato de la zona noroeste con
Irlanda y el oeste de Escocia. Lo que daría nuevas fuerzas a las tesis del intercambio a muy larga distancia.
La construcción de un monumento megalítico supone la movilización de una amplia fuerza de trabajo, en una
sociedad premaquinista. Todo los trabajos necesarios para la construcción suponen un gran esfuerzo de una
comunidad con técnicas muy sencillas en las que no se pueden documentar animales como fuerza de tracción
Puede que dispusieran de máquinas sencillas pero aun así el esfuerzo necesario es muy grande como
consecuencia se necesitaría desviar un importante parte de excedente para alimentar al colectivo de persona
implicadas en la construcción. En algunos trabajos no se necesita mucha gente pero en otros como los de
extracción, desplazamiento y colocación de las grandes piedras exigen la presencia de un grupo humano
numeroso que trabaje al unísono, bajo la dirección de expertos, a veces muy buenos y en algunos casos
durante un tiempo. Es probable que en el manejo de las grandes piedras no fuese suficiente la fuerza de
trabajo de un solo grupo. Si el grupo que recibía la ayuda deba alimentar a los que le ayudaban debería
producir un excedente para ello, cosa que no sería necesario si lo construían ellos solos o si se realizaron en
momentos en que las labores del campo son escasas para lo cual solo necesitaban fuerza y tiempo. Si se ha de
pedir ayuda estaríamos ante un importante estímulo al producción pues es un esfuerzo dedicado al mundo de
los muertos
Otra consecuencia de los enterramiento es que la presencia de ajuares con elementos escasos supone la
necesidad de amortización económica aparte de la ritual. Pues estos objetos son detraídos de los circuitos de
uso e intercambio y en algunos casos son necesarios. Por éste motivo se ha de intensificar la producción de
ellos si se dispone de la materia prima, bien produciendo más excedentes de otra cosa para poder
intercambiarlos lo cual es un es un estímulo a la producción y supone una revitalización de las relaciones
sociales .
Los problemas que presenta la arqueología de los megalitos no permite hacer una reconstrucción muy fiable
de la evolución pero se podría resumir:
16
−Las tumbas de corredor presentan unos ajuares cuantitativa y cualiltativamente más ricos que las pequeñas
tumbas de cámara poligonal sencilla. Si los dos tipos fuesen sincrónicos habría diferencias grandes pero se
demuestra que los de corredor se usaron después que los sencillos. Si se admite el distinto momento
cronológico entre unos y otros las causas de estas diferencias podrían explicarse así:
El mayor desarrollo de la fuerzas productivas al que induce la construcción megalítica llevaría con el tiempo a
que se incrementara la población, la producción y el intercambio. Esto traería la posibilidad de realizar
monumentos más costosos y complejos y rituales funerarios más elaborados. La mayor amplitud d la
producción permitiría en mayor desarrollo de las redes de intercambio y amplia disponibilidad de recursos
para ser amortizados bajo el estímulo de ideas religiosas. Esto parece tener reflejo en los yacimientos en que
los más avanzados disponen de una mayor presencia de bienes exóticos.
La falta de esqueletos impide hacer consideraciones sobre una sociedad que se considera igualitaria a falta de
otros datos.
Por lo general los ajuares de esta zona son mucho más pobres que los de las otras zonas de la península.
Aunque esto se puede deber a causas rituales o de número de enterramientos, aparte de la importancia de la
expoliación y de las malas condiciones de conservación en la zona para el hueso y la madera.
SOCIEDAD
El elevado número de mámoas, su reducido tamaño y su extraordinaria dispersión geográfica en comparación
con los diferentes grupos megalíticos peninsulares y europeos, han sido los datos que han permitido
reconstruir la sociedad como de densa población y estaba formada por múltiples pequeñas unidades sociales
de tipo de familia extensa integrados verosimilmente en un nivel de organización social superior. Serían
comunidades relativamente igualitarias, sin jerarquías demasiado rigurosas, sin especialistas de dedicación
completa a alguna actividad que no estuviera encaminada a la obtención de alimentos. Últimamente eso del
igualitarismo está siendo puesto en duda.
En cuanto a las estimaciones sobre la sociedad se basan en el número de monumentos, según esto sería alta en
comparación con otras zonas peninsulares. Recientemente se han hecho estudios para calcular algunos
aspectos de la demografía teniendo en cuenta la fuerza de trabajo necesaria para transportar las piedras más
pesadas. Partiendo de fuentes históricas, etnográficas y de trabajos de arqueología experimental se ha
calculado el número de personas necesarias para transportar piedras de peso conocido según los distintos
medios empleados , transporte por elevación, arrastre directo, sobre el suelo o ayuda de rodillos.
Aunque existen ciertas diferencias en el empleo de la fuerza de trabajo, según las diversas fuentes y los
diversos sistemas empleados, se puede establecer con cierto grado de aproximación el número mínimo de
personas necesarias para la construcción.. En la siguiente tabla no están incluidos los hombres necesarios para
los trabajos auxiliares. Además hay que tener en cuenta que si trabajaban solo los hombres adultos habría que
multiplicar estas cifras por un factor de 4.5 . Sin embargo son cálculos basados en extrapolaciones de datos
etnográficos y de arqueología experimental, por lo que tienen un valor relativo, de tipo indicativo. TABLA 2
Una de las cuestiones más importantes ante una gran obra de carácter social que se plantean los historiadores
es el modelo de sociedad, y sobre todo, de autoridad, que creó las condiciones necesarias para su edificación.
En el caso gallego , ante ésta cuestión se han planteado dos posibilidades:
−Una consiste en la existencia de una sociedad jerarquizada, donde la autoridad civil y/o religiosa, mediante
estímulos y/o sanciones naturales y/o sobrenaturales, moviliza la fuerza de trabajo en una gigantesca tarea
para construir el monumento.
17
−La otra se establece en términos de colaboración en el marco de intercambios recíprocos entre comunidades
relativamente igualitarias.
No es posible con la información disponible una respuesta categórica en uno u otro sentido, pero teniendo en
cuenta el tamaño de los monumentos, la relativa fuerza de trabajo necesaria para su construcción y la
aparición bastante tardía de ajuares con símbolos de distinción parecen hacer que la segunda posibilidad tenga
más visos de certeza.
El hecho de que el levantamiento de un túmulo parece exigir la presencia de una dirección y por tanto de una
jerarquía que lo asumiese de forma permanente y la existencia de especialistas a tiempo total en arquitectura.
Esto no es tan evidente, (Sobre todo para Vazquez Varela y Garcia Martinez) es posible la construcción del
monumento sin el concurso de personas dedicadas exclusivamente a la tarea arquitectónica, al igual que la
elaboración de sofisticados productos líticos o cerámicos, sin que se presenten rasgos de jerarquización
rigurosa más allá de lo habitual en las sociedades tribales. No se aprecian por el momento en el escaso y
difícilmente interpretable registro arqueológico, datos que permitan considerar que los constructores de
megalitos del Noroeste de la Península Ibérica pertenecían a un tipo de sociedad más complejo que el tribal.
Naturalmente la falta de datos no concluye que no pudiera existir un sociedad rigidamente jerarquizada, sobre
todo en los momentos finales del fenómeno megalítico. El aumento demográfico, la evolución de la técnica,
el desarrollo de las bases económicas y en consecuencia de las fuerzas productivas, junto con la interacción
con un medio que sufre el deterioro por la actividad antropógena y quizás por las modificaciones climáticas,
así como la difusión de nuevas ideas darían lugar a una progresiva jerarquización de la organización social.
Ello favorecería las tensiones intra y extra comunitarias, que generarían fenómenos de afirmación social,
tales como el levantamiento de monumentos en puntos del paisaje especialmente elegidos, mediante los que
cada comunidad se ve cohexionada por este símbolo y proclama su identidad y limites ante otras. Ésta
territorialidad puede desembocar en tensiones bélicas y en la aparición de jefaturas que concentran el poder
de la comunidad. (Vazquez Varela y García Martinez).
El pequeño tamaño de las tumbas se puede interpretar como indicativo de pequeñas comunidades
autosuficientes que podrían estar integrada en estructuras tribales más complicadas. Lo que parece seguro por
su prácticamente total dispersión por todo tipos de ecosistema de Galicia es su alto grado de adaptabilidad al
entorno, probablemente fruto de un desarrollo técnico muy importante.
Uno de los aspectos que consideramos más importantes en cuanto a la función social de los megalitos es que
las comunidades de muertos, cuya representación en el paisaje, y su forma de hacerse presentes, son las
tumbas, son un reflejo de las comunidades de vivos que en ellas muestran su cohesión, se autoafirman como
un solo grupo social a través de los muertos, frente a otros grupos sociales. Esta importancia de los muertos
como símbolo de los vivos, se pone de manifiesto en el esfuerzo que conlleva la construcción de las tumbas
para cada comunidad, que si bien es menos excesivo y tiene menor importancia de la que a veces se le a
atribuido, supone un esfuerzo que ha de integrar, al menos en alguna fase de la construcción, a una parte
considerable de la comunidad. Este sentimiento pudo ser de gran importancia en sociedades que por su
actividad tienen un habitat disperso( recordemos los actos comunitarios que dedican a los muertos algunas
sociedades tradicionalmente dispersas como los judíos, la importancia que se le conceden y los grandes
beneficios, que el caso ejemplifica perfectamente, que se pueden obtener de pertenecer a un grupo
cohexionado y coopèrante).
La sociedad megalítica ocupa un lapso de tiempo muy grande y se puede percibir una tendencia a lo largo de
su historia hacia formas sociales más estructuradas, donde el poder se concentra y la tensión intracomunitaria
aumenta. Naturalmente estas consideraciones están sujetas a el estudio de los hábitats, hoy por hoy demasiado
escasos, para hacer deducciones sobre la sociedad demasiado aproximadas, pues los restos que se estudian
como pertenecientes a una sociedad pasadas por el tamiz de una religión que nos es desconocida
18
ALGUNAS PREGUNTAS SOBRE EL SIGNIFICADO DE LOS MEGALITOS
A lo largo de muchos estudios se han dado respuestas a esta cuestión, principalmente las respuestas van en
dos direcciones :
son enterramientos
son marcadores del espacio económico utilizado por el grupo humano que vivió en el entorno.
Sin duda estos monumentos marcaron el entorno y señalaron a los extraños que estaban pisando terreno ajeno,
por lo tanto, tenían que buscarse otro lugar pues ese terreno no solo tenía dueño, sino que lo había tenido
desde hace tiempo, a juzgar por los antepasados allí enterrados.
No obstante, y sin negar que esto fuera así, sigue habiendo cuestiones poco claras. Las respuestas no
satisfacen del todo.
Al estudiar la Prehistoria es normal que nos ocurra esto, primero debido a que de muchas cosas no quedan
fósiles, y segundo por la escasez y dificultad de estudio de los restos arqueológicos.
Además la prehistoria no es solo catalogar "cacharros" sino que hay que buscar una explicación que nos
permita conocer como vivían esas gentes, esto complica aún mas el estudio pero lo hace mucho más
interesante.
¿Que papel tiene el pensamiento en la construcción de Megalitos?. ¿Es, tal vez, una mezcla de economía y
pensamiento lo que lleva los antiguos pobladores neolíticos a la construcción de esos monumentos?.
Hubo una época de economía neolítica sin megalitos. ¿Que o quien fue la causa de que se construyesen
después?.
Afortunadamente estas y otras preguntas no tienen respuesta segura: Ni visualizando imágenes de la época, si
ello fuese posible, ni trayendo hasta nosotros a un hombre neolítico tendríamos una respuesta sólida, y ello es
así porque en este caso podríamos hacernos , al menos tres preguntas más:
¿Significó siempre lo mismo el fenómeno megalítico?
¿Significó lo mismo en todos los sitios?
¿Significó lo mismo para todos los que los vieron construir?
Tampoco para estas cuestiones tenemos respuestas absolutamente convincentes, lo único que podemos hacer
es seguir estudiando y ello sin tener la seguridad de dar con respuestas seguras.
Este aparentemente, desolador paisaje no debe desanimarnos, antes al contrario , debe estimularnos a seguir
adelante y no sólo en el tema megalítico, sino en cualquier otra cuestión científica o de conocimiento que
nuestra inteligencia nos plantee.
Puestos a preguntar yo quisiera articular este trabajo en torno a seis preguntas, y ello sin pretender que sean
todas ni que agoten el tema, muy al contrario lo que quiero es que generen mas preguntas . Los seis ejes son
19
los siguientes:
1º/ ¿ Son debidos los megalitos a la expansión demográfica?
2º/ ¿Cumplen una función integradora?. ¿Como?
3º/ ¿Son consecuencia de la existencia de una sociedad con un cierto grado de jerarquización, que ya puede
explotar el trabajo social ¿
4º/ ¿Tienen que ver con la existencia de vias de comunicación?
5º/ ¿Son un cambio en la concepción espacio−tiempo?
6º/ ¿Sirvieron para guardar lo secreto, lo arcano. Fueron por lo tanto manifestación de poder de quienes
conocían y manipulaban lo oculto, tal vez en su beneficio como hoy?
Tal vez tratando de responder a estas preguntas encontremos algo de luz , así lo espero.
En cualquier caso , miles de Megalitos se asientan n estas tierras del noroeste peninsular y en toda la fachada
Atlántica. Solo en Galicia hay varios miles de ellos: A Capelada, Melida, Sierra Faladoira, Barbanza, etc.
Se asientan sobre todo tipo de suelos, pues aprovechan la materia prima local para levantarlos: Gneis,
Esquistos, Cuarcitas, Granito...
En el ajuar funerario se encuentran : Microlitos, conchas , huesos e incluso cuentas de collares provenientes
de lugares alejados.
Influyó la proximidad a la cantera para su construcción, pero sin duda dominan las mejores tierras de pastos y
cultivos.
MEGALITOS, EXPRESIÓN DE DEMOGRAFIA O VICEVERSA
Mechas veces no encontramos evidencia de poblados cerca de los monumentos megalíticos, pero ¿Cuanta
gente hacía falta para construir uno de estos monumentos? ¿Podemos sacar alguna conclusión, aunque sea
parcial acerca del número de personas , aunque sea parcial, acerca de del número de personas que vivían en
uno de esos poblados megalíticos?.
La extracción, el traslado de ortostatos y el amontonamiento de tierras puede ser hecho por un número
variable de personas según sea la forma de trabajar del grupo.
Tras muchos estudios realizados tanto para el traslado de piedras en Stonehenge, en pueblos arcaicos, etc. Se
ha estimado que para bloques de mas de seis toneladas y ayudados por trineos se necesitan 16 personas por
Tm. Si se usan , además del trineo rodillos, la cifra baja a seis personas por Tm de peso a arrastrar.
Manejando estos datos se podría estimas la población necesaria par levantar un Megalito y de paso saber algo
sobre la población total de un poblado en época megalítica.
Problemas
1º/ No sabemos cual era la forma de transporte exactamente.
20
2º/ Tampoco sabemos cómo se construía, es decir, que aunque sepamos que se necesitaban 100 personas para
mover un losa, no sabemos si además eran necesarias otras 100 personas en otra actividad paralela ritual, por
ejemplo.
3º/ Tampoco sabemos si había individuos de uno o de varios grupos
4º/ Tampoco sabemos, una vez hallado el número de personas necesario para construir el megalito, cual era el
factor multiplicador a aplicar. Por esta razón hemos estimado la siguiente tabla:
SI TRABAJABAN SÓLO " PATER FAMILIAS"
SI TRABAJABAN SOLO ADULTOS
SI TRABAJABAN ADOLESCENTES Y ANCIANOS
FACTOR 5
"4
"3
Con éstos datos Criado , Aira y Diaz−Fierros llegaron a las siguientes aproximaciones en tres monumentos
megalíticos de Sierra de Barbanza, en La Coruña:
Desestimando los factores más altos y las técnicas más atrasadas les permitió estimas la población de la Sierra
de Barbanza en una 150−200 personas, con picos máximos de 250 y mínimos de 100. Ésta población es
semejante a la actual y sabemos que con ella fue posible construir todos los monumentos megalíticos de la
sierra.
Distribución del territorio. Asentamientos
Para sostener una población así en un habitat como el de la Sierra de Barbanza no basta solo con la ganadería.
Esto generaría una gran dispersan de la población y sería un obstáculo grande el reunir la gente necesaria para
la construcción del megalito. Por esto la economía debió ser mixta y diversificada.
El dato más concluyente que extraen los autores en esta zona es que las mámoas ciñen las mejores tierras y si
no se sitúan exactamente encima es por que los constructores tenían que ajustarse a los puntos de extracción.
Las canteras nunca estaban lejos si ello era posible, 50−200 metros, aunque se conocen algunos
desplazamientos de hasta 1500 metros.
Según estudios paleoambientales en época megalítica el clima era mejor que el actual y posibilitó un mayor
aprovechamiento de las tierras de aquellos pobladores. Ello permite admitir la existencia de un grupo tan
numeroso en la sierra de Barbanza
Los cereales se obtendrían de la tala y roza según extrapolaciones de otros puntos de Galicia.
Probables formas de Asentamiento
Solo en el bajo Alentejo, en Portugal, se ha encontrado correlato entre mámoas y asentamientos ( Oliveira
1984) en Galicia no se he encontrado hasta el momento de una forma segura, pero podemos suponer tres
modelos posibles:
Modelo 1º/ Un único segmento de población o unidad social de 100−200 individuos con un solo megalito. En
este caso la población puede vivir dispersa o concentrada indistintamente.
Modelo 2º/ Varios segmentos, cada uno con su megalito, la población sigue siendo de 10−200 personas. Aquí
se podría hablar de dispersan, cada grupo, aún perteneciendo a la misma tribu podría vivir aislado
21
Modelo 3º/ Varios grupos cada a uno con su megalito y 100−200 personas por grupo, con lo cual la sierra
tuvo una enorme población.
Crítica a estos modelos
La tercera hipótesis es descartable pues supera la capacidad de subsistencia de la sierra.
La primera alternativa hubiera permitido a sus pobladores hacer un megalito más grande.
Parece que la segunda hipótesis es la más plausible, es decir, varios grupos cada una con su monumento y
viviendo de forma dispersa aún perteneciendo a la misma tribu. Nos parece la mejor por las siguientes
razones:
1ª Mantiene el número de habitantes total en 100−200 personas.
2º Al dividirse en grupos menores no necesitaban megalitos mayores. Admitiendo esta alternativa debemos
admitir que : Tuvo que haber colaboración entre distintos segmentos para realizar las construcciones
megalíticas. También que los grupos megalíticos eran de poca población. Por último que los megalitos fueron
utilizados por 7 u 8 generaciones, aproximadamente 200 años, cálculo que se sigue de dividir los 22 megalitos
existentes en la región de Barbanza por los 2000 años de duración del periodo megalítico, teniendo en cuenta
que hubo varios al mismo tiempo. Como vemos , todo de forma aproximada.
Resumiendo: Hubo dispersan, grupos pequeños y actividad mixta agrícola−ganadera, siendo aquella de tala y
roza.
Había por tanto, constante peligro de disgregación debido a la dispersión del poblamiento, esto enlaza con el
próximo punto a tratar que no es otro que la posible función integradora del megalito. Antes de pasar a él
quisiera precisar que la primera alternativa, un único grupo de 100−200 habitantes, no está del todo
descartada, para ello aportaré varias razones.
1ª/ No se hizo el megalito mayor porque no se podía distraer a toda la población en su construcción, pues se
necesitaba para otras labores.
2º/ Poder hacer no significa tener que hacer un megalito mayor
3º/ Si el megalito se destinaba a un pequeño sector no se necesitaba hacerlo mayor
Por todo ello la alternativa también queda abierta.
2º FUNCIÓN INTEGRADORA DEL MEGALITO
Consideraciones previas
Las técnicas de tala y roza permiten, en Galicia, explotar un territorio durante dos años antes de tener que
dejarlo en barbecho por un periodo largo, a veces de 10 e incluso 15 años hasta que se recupera de nuevo, por
lo tanto un grupo necesita de un amplio territorio para su subsistencia.
Otra consideración a tener en cuenta es que el territorio de Galicia es muy discontinuo en cuanto su aptitud
para ser cultivado, por lo que se favorece la dispersan de la población.
22
Todo ello lleva a la atomización para mejor adaptarse y sobrevivir, si esto se acentúa por el propio paso del
tiempo, podemos encontrarnos con un problema de desintegración social que puede llevar a la desaparición
cultural y como grupo.
Además, la alta densidad de población que se baraja, 100−200 personas, para la Sierra de Barbanza, llevarían
a choques entre grupos móviles por el control de las tierras, lo que ocasionaría nuevas fisuras y conflictos,
agravando aún más la tendencia a la desintegración.
Ante esta situación los poderes de la sociedad generarían la respuesta adecuada, que sería la aglutinación que
provocaría la construcción y desarrollo del megalito.
La construcción del megalito y su función integradora
No creemos que la construcción de un megalito sea cuestión de moda, por contra, pensamos que éste ayudó a
vincular y agregar al grupo social, dándole un marco de referencia respecto al territorio, zona de cultivo
propia, lugar de culto a sus antepasados y trabajo realizado en común, que permitió superar las tendencias
desintegradoras.
De hecho la construcción de grandes obras siempre ha tenido un efecto sobre la unidad política, y la ausencia
de proyectos comunes lleva, inexorablemente, a la separación y por lo tanto a la pérdida de vigor de la
comunidad que se trate, ejemplo: España hoy.
Parece , pues , el megalitismo un fenómeno arquitectónico−cultural que surgió entre otras cosas para dar
cohesión social.
Como se realiza esta función integradora
!º/ Por la aglutinación que supone la propia construcción en común
2º/ Por el esfuerzo de coordinación que supone, hay que dirigir diferentes esfuerzos hacia un mismo fin.−
3º/ Por su significación religioso−simbólico−territorial, pues señalaba territorio de vivos y por tanto de
muertos, sus muertos. Es visible y permite ser visto desde todo el territorio de explotación grupal.
4º/ Para decidir su emplazamiento exacto podemos suponer que tuvieron que tener en cuenta todos los
condicionantes sociales, obligando a una negociación para tener en cuenta clima, suelo, biología, economía,
interés social, etc.
Todo ello produjo el marcado sentido territorial que, sin duda, el monumento megalítico tiene.
3º ) MEGALITISMO, EXPROPIACIÓN DEL TRABAJO SOCIAL
Introducción
La construcción de una Mámoa lleva miles de horas de trabajo, implica una coordinación y un dirección de la
obra y por último una planificación para unificar : extracción, labrado, diseño y construcción en sí de la obra.
Todo ello para realizar una edificación que no es necesaria, en principio, para comer.
23
Según Clastred, 1.979, esto se logró por la fuerza como en toda sociedad primitiva, esto implicaría la
existencia de una élite dirigente, y por lo tanto estaríamos ante sociedades no igualitarias. Por lo menos
debemos ser cautelosos en este sentido.
No crecen los autores que estuviéramos ante rígidas clases sociales, pero si ante jerarquías sociales bien
establecidas con un inicio de poder económico regido por lo político, pues una de las más importantes
misiones de ese poder político sería demostrar al conjunto de la sociedad el hecho ventajoso que supone para
ella el tener ese poder político controlando la situación. En cualquier caso no tenemos absoluta certeza de ello
4º) MEGALITISMO, CONSTRUCCIÓN HUMANA DEL PAISAJE
El megalito está hecho para desafiar al tiempo y al espacio, nunca antes había sido así en el NW peninsular. El
monumento domina el entorno y dialoga con él.
El uso de materiales no perecederos así parece indicarlo. Anteriormente sólo había chozas perecederas , por lo
que podemos apreciar la dualidad Choza−Megalito como provisionalidad−eternidad. Como vemos aquí está
implicado otro concepto de tiempo.
Pero también el espacio cambia, hasta entonces era natural, a partir de ahora será modificado por el hombre
megalítico, será un paisaje humanizado . La piedra es tan eterna como el resto del paisaje, las cosas van a
permanecer en el espacio y en el tiempo desde ese momento , es una época de ruptura; durante el Paleolítico y
el Mesolítico la actividad del hombre apenas dejaba huella en el medio, del Neolítico, si . Desde ahora y para
siempre el paisaje hablará siempre del hombre incorporado y transformando el entorno, incluso depredando
sin piedad como en el momento presente.
El cazador−recolector sabía que su supervivencia dependía del cuidado que tuviera con la naturaleza. Las
sociedades campesinas, en cambio, viven de la transformación de la Naturaleza, no interese la conservación,
sino la producción. El hombre a partir del neolítico se ve a si mismo , más como dueño que como parte del
ecosistema.
Esta última idea nos permite realizar una relacción: Distorsión del Espacio−Tiempo como nuevo sistema
productivo más agresivo con el entorno, ello no es óbice para que reconozcamos que antes que megalitos ya
hubo agricultura y ganadería, simplemente creemos que se intensificó el uso del suelo más o menos en la
época en que empiezan a construirse megalitos, por eso su importancia como marcadores territoriales. En
Galicia no está documentada agricultura premegalítica. El hombre plasma toda su actividad sobre la
naturaleza, tanto para imponer un nuevo sistema como para expresar un cambio conceptua. ¿Fue uno causante
del otro¿, ¿Cual fue el primero?, ¿Hubo otros condicionantes?. No lo sabemos con certeza, a lo mejor todo es
el resultado de la inspiración que nos produce el contemplarlo.
Otros pueblos cambiaron el paisaje y el concepto de tiempo construyendo grandes obras, entre ellos los
egipcios, mesopotámicos, incaicos, etc. Por lo tanto si que vemos una evolución, no sé si es positiva, pero al
menos conxtatable.
5º) MEGALITISMO Y VIAS DE COMUNICACIÓN
Es cierto que muchos monumentos se han destruido haciendo difícil evaluar su influencia sobre la siguiente
cuestión que nos preguntamos, que no otra que verificar una serie de relaciones que parecen existir entre
antiguos caminos y la ubicación de Mámoas.
En Galicia el trazado de los nuevos caminos no difiere mucho del que tenían en época medieval, caminos
24
reales, e incluso de época romana.
Como decía Leroi−Gourhan " Los itinerarios son uno de los temas más atractivos de la Historia, su
permanencia traspasa las supervivencias de técnicas o tradiciones". Por un mismo camino circulaban
diferentes técnicas, ideas y gentes, dándole un no se que mágico.
Las ciudades desaparecen, los pueblos se dispersan pero las rutas permanecen. Algunas de nuestras carreteras
nacionales tienen origen prehistórico. Lo dicho vale para tundra o estepa, desierto o altiplano, y los puntos
más sensibles de éstos caminos se marcan con monumentos religiosos, estelas o mojones. Tal es el caso de
Cruceros medievales, estatuas a los dioses lares y viales romanos, etc.
Ya Maciñeira, en los años cuarenta, estudió el fenómeno de la unión entre mámoas y caminos. Parece como si
los megalitos señalaran el camino correcto a seguir, lo que sí está claro es que rara vez hay Mámoas a más de
50 metros de un camino.
No queremos decir con esto que existiera entonces una red organizada de caminos , pero la asociación queda
expuesta.
De la antigüedad de muchos caminos habla , primero, el hecho de que las fincas y chousas se adaptan al
camino y no éste a aquellas, y segundo los testimonios de los lugareños que refirieron comentarios
transmitidos por sus abuelos, en el sentido de una gran antigüedad. Por otra parte la toponimia no deja lugar a
dudas sobre el hecho de que esos caminos eran, en tiempos , vias de paso para la pequeña trashumancia de
invierno y verano en busca de pastos
La vinculación Mámoas−Caminos es clara por una serie de razones:
1ª Todo grupo humano tiene siempre relacción con sus vecinos, al menos con los más próximos.
2ª En los ajuares funerarios encontramos puntas, microlitos, ocre, silex, frutos, cuentas de collar y piedras
semipreciosas que tienen un origen bastante distante por lo que se aprecia un incipente comercio, realizado a
través de caminos.
3ª La relacción entre los caminos y la religión−costumbre−romerias−folklore está firmemente asentada desde
época romana con sus dioses lares y viales, tradición que los romanos, con su pragmatismo, aprovechan de
época anterior.
Por estos caminos se desplazarían agricultores a su tierra de labor, se realizaría el pequeño comercio o
intercambio, y sobre todo, se desplazarían los ganaderos.
Por último no olvidemos que estos hombres megalíticos, además de la agricultura y la ganadería también
practicaban la caza, pesca y recolección, actividades éstas que requieren de caminos
CONOCER LA SECRETO COMO FORMA DE PODER. EL COFRE−MEGALITO
Para Vitor Oliveira el megalitismo de la fachada atlántica presenta una serie de problemas que pueden afectar
a la idea que sobre los megalitos teníamos
a) ¿ Es suficiente una sola palabra para designar el fenómeno megalítico?
El cree que no pues no es lo mismo, para él , un dolmen con atrio y corredor que uno sin corredor. La
25
explicación que da Oliveira es que del atrio no pasaba la mayoría de la gente, sólo los iniciados accedían al
interior, solo algunos privilegiados conocían los secretos que se guardaban en su interior.
No todas las personas se enterraban, por lo que solo algunos alcanzaban el interior. Había, pues, dos clases:
los iniciados , chamanes, o sacerdotes y los demás.
En un dolmen sin corredor hay una mayor igualdad ante la muerte y ante el muerto.
Aprovecho la situación para hacer un poco de cronología megalítica. Los primeros constructores de megalitos
llegan procedentes Portugal (al menos es lo que piensan Bello y Criado) hacia el principio del 5º milenio
A.C., las primeras construcciones serían sin corredor, solo con una cámara poligonal sencilla y un ajuar
sencillo compuesto de microlitos.
En una segunda fase aparecerían los monumentos de cámara con corredor y ajuares con puntas de flecha
romboidales, esto ya en el 4º milenio y principios del 3º.
Finalmente encontramos un tercer periodo, a últimos del tercer milenio, ya cerca del 2.000 A.C. que se
correspondería con las cistas megalíticas y los túmulos de tierra lisa, es estos momentos aparece: Cerámica
Campaniforme y elementos de cobre y oro. Este último periodo se prolonga a veces hasta el último tercio del
2º milenio, en una demostración notable de pervivencia.
b) ¿Que sentido tenían los megalítos?
Tal vez el sentido de lo secreto, de lo accesible solo a unos pocos, por lo tanto este sentido pudo ser variable
en función se los intereses dominantes en el momento concreto de que se trate. El sentido de lo sagrado o
misterioso pudo ser gestionado por una élite de poder que conseguía con ello unos privilegios, los privilegio
que da el hecho de tener la información y poder manipularla en el sentido conveniente.
La información siempre ha sido sinónimo de poder, y es este sentido los megalitos fueron como archivos de
esa información secreta y muy cualificada pues solo unos pocos tenían acceso a ella.
La audiencia asistía a los ritos y aceptaba lo visible en el exterior y la explicación que le daban sobre lo que
ocurría en lo profundo del monumento. En este sentido son importantes los grabados y dibujos que se han
encontrado en algunos interiores, y cuya explicación sólo es posible acudiendo a complejas teorías.
Por lo tanto la misma cosa pudo tener diferentes significados en función del momento, esto oscurece aún más
nuestra capacidad de búsqueda de una única respuesta.
Para Oliveira solo son megalitos propiamente dichos aquellos que permiten guardar algún secreto, para él se
dan dentro de una cronología de 3.200 − 2.200 A.C. calibrado, en el norte de Portugal.
El megalito señalaba el territorio no en plan de guerra, sino en el sentido Nosotros−Ellos, Nuestro−Vuestro.
Una vez utilizado el megalito se condenaba, por lo tanto no sólo gastaban esfuerzo en construirlo, sino que al
final lo sellaban, guardando el secreto para siempre (según Oliveira).
El arte que rodea a estos monumentos es muy esquemático y simbólico lo que obliga a elaboraciones muy
complejas para entenderlo, es un arte abstracto sólo comprensible dentro de una cosmos que le de sentido,
incluso mediante la ingesta de drogas. El chamán, alucinando, sería el medio para transmitir lo oculto a los
fieles, manteniéndose así el dominio de unos sobre otros, cconservándoseasí el orden y la cohesión social.
26
El exterior era visto por todo el mundo, pero el interior con sus grabados y oscuridad permanecían secretos
para la mayoría que debía contentarse con la explicación que de ello quisieran darle los poseedores del
secreto, es decir, el poder.
CONCLUSIÓN
Como ya dijimos al principio no hemos hallado ninguna respuesta única y precisa, solo mas preguntas.
El fenómeno megalítico tiene que ver con todo lo dicho y también con otras palabras no utilizadas aquí.
Demografía, economía, pensamiento, vias de comunicación, poder, señalamiento de tierras, conceptos
espacio−temporales, son términos que se asocian al megalitismo pero que no agotan el tema.
Está claro que tenemos que seguir estudiándolo
BIBLIOGRAFÍA
Bernabeu y otros. "Al Oeste del Edén". Síntesis, 1.993
Bello, Criado y Vazquez Varela. "Cultura Megalítica de La Coruña y sus Relaciones con el Marco Natural:
Implicaciones Socio−económicas". Diputación Provinciañl de La Coruña, 1.987
Bueno Ramirez. "Statues−Menhirs et etelles anthropomorfes dee la Peninsule Iberique" L`Anthropologie,
tomo 94, Nº1, pág 85−110
Champion y otros− "Prehistoria de Europa" Critica 1.988
Conferencia de Victor Oliveira "Megalitismo en el N de Portugal" Universidad Complutense, Facultad de
Geografía e Historia, Dic 1.994
Oliveira. Jorge. "Reutilizaçoes e Reaporveitamientos de Materias en Sepulturas Megalíticas do Noroeste
Alentejano." Siciedad Portuguesa de Antropología y Etnología. Porto. Portugal . 1.992
Criado, Aira y Diaz− Fierros. "La Construcción del Paisaje, Megalitismo y Ecología de la Sierra de
Barbanza. Xunta de Galicia, 1.986
Criado Boado F. "Megalitos, Espacio y Pensamiento". Trabajos de Prehistoria, Nº 46, Pág 75−98, 1.989
Dennell. Robin. "Prehistoria Económica de Europa". Crítica, 1.987
Elizabeth Shee and M. J. O´Kelly. " A Gallego−Atlantic Rock−Art Motif". Ref Desconocida
Fabregas Valcarce. "Megalitismo del Noroeste de la Península Ibérica. Tipología y Secuencia de los
Materiales Líticos." U.N.E.D. Madrid, 1.991
Fábregas y Criado. " El Fenómeno Megalítico en el NW Español" Antiquity, tomo 63, Nº 241, 1.989
Ramirez y Balbín. "L`art meghalithique dans la Peninsule Iberique " L´Anthropologie, tomo 96, Nº 2−3 pág.
27
499−571
Renfrew. Colin "El Alba de la Civilización". Istmo. 1.986
Valcarcel "El fenómeno del Megalitismo en el NW de España" L`Anthropologie, tomo 93, Nº 1, pág. 219−230
Vazquez Varela y García Martinez. "El Megalitismo: Economía, Sociedad y Religión. " Cap VII. 1.989
Varios Autores. "Galicia Historia" Tomo 1º, pág 122−215.
Vaquero "Del Análisis del Emplazamiento al Estudio de la Distribuciónde Túmulos en el Nw". Brigantium.
Vol 7, pág 151−176, 1.992
28
Descargar