El malestar docente; José M. Esteve

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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
DEPARTAMENTO DE TEORIA E HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
Asignatura: Teoría e Instituciones Contemporáneas de la Educación.
Recensión de: El Malestar Docente
MÁLAGA. CURSO 2003−4
A modo de Introducción...
Es evidente afirmar, que El Malestar Docente, escrito por el profesor José Manuel Esteve Zarazaga, es todo
un éxito, pues la realización de esta tercera edición indica el acogimiento que tiene este libro entre el
profesorado. Este libro, editado por primera vez en 1987, muestra a la sociedad el problema de educar hoy día
en la Escuela, un lugar que ha cambiado mucho últimamente.
Aunque los esfuerzos del Sr. Esteve por anunciar y denunciar el problema del malestar que sufren los
profesores, publicando en 1984 el libro Profesores en conflicto, no tuvo un gran efecto; la labor de recopilar
información y trabajos de los mejores especialistas de Europa le sirvió para escribir este libro, el cuál nada
tuvo que ver su acogida con el anterior trabajo. Su aceptación fue tal, que los profesores hicieron propaganda
de él y fue (y es) empleado en numerosos centros académicos. Con él muchos profesores se sienten
identificados con la descripción de esta crisis, y, gracias al análisis y soluciones propuestas por el Sr. Esteve,
los profesores pueden detectar y acabar con el malestar que conlleva esta profesión tratada bajo este tipo de
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enseñanza.
El Profesor Esteve también hace hincapié en el cambio que se ha producido en la enseñanza, pues el cambio
tan rápido y el sistema tan masificado, hace imposible atender con calidad y eficacia a las demandas
educativas, siendo este inconveniente uno de los factores que producen el malestar docente.
Con este libro intenta ayudar al docente a acabar con este malestar, comenzando por su definición y
conocimiento, y reducir sus efectos negativos tomando medidas apropiadas. Además de concienciar a los
futuros educadores, durante su periodo de formación, de este problema. Y así poder revalorizar la imagen de
esta profesión en la sociedad y que los profesores recuperen el orgullo de serlo, siendo reconocidos por su
trabajo en la sociedad, que es mucho.
PROFESOR D. JOSÉ MANUEL ESTEVE ZARAZAGA
CURRICULUM VITAE
Catedrático de Teoría de la Educación en la Universidad de Málaga, ha desempeñado los cargos de
Vicedecano de la Facultad de Filosofía y Letras en dicha Universidad, Director del ICE, Decano de la
Facultad de Ciencias de la Educación y Secretario General de la Universidad Malagueña.
Es autor de los libros: Autoridad, obediencia y educación (1977); Lenguaje educativo y teorías pedagógicas
(1979); Influencia de la publicidad en TV sobre los niños (1983); Profesores en conflicto (1984); La
formación del sentido crítico (1986); El malestar docente (1987, 1989, 1994, 1997); Los profesores ante el
cambio social (1995) − por el que obtuvo el Premio Nacional de Investigación Educativa de la Fundación
Paideia − La formación inicial de los profesores de secundaria (1997); El árbol del bien y del mal (1998).
Profesor visitante en las universidades de Lisboa, Coimbra, Algarbe y Oporto − en Portugal − y en
Universidades como la universidad Hebrea de Jerusalem (Israel); Universidades de Birmingham, York y
Cambridge (Gran Bretaña); la Universidad de Mons (Bélgica); la Universidad Católica de Chile; el Centro
Internacional de Estudios Pedagógicos de Paris (Francia); la Universidad de Friburgo (Alemania); las
Universidades de Buenos Aires, Rosario y Jujuy (Argentina).
D. J.M. Esteve es miembro del Consejo Asesor Internacional de la revista Educational Review (Gran Bretaña)
y del Consejo de Redacción de la Revista Española de Pedagogía. Sus trabajos han sido traducidos al francés,
inglés, italiano y portugués, debido al éxito de sus obras.
El Malestar Docente
Para redactar de forma concisa y clara esta recensión, utilizaré los capítulos del libro como apartados que me
servirán de guía para realizar una presentación cuidada.
CAPÍTULO 1:
La Función de un Enfoque Teórico
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El estudio del estrés que poseen los profesores se puede investigar desde dos enfoques o puntos de vista: el
psicológico y el sociológico. Pero estudiándolos de una manera u otra estos trabajos acaban relacionándose
con las condiciones sociolaborales en las que trabajan los docentes. Profesores afectados por la violencia en
las aulas, agotamiento físico o efectos psicológicos son algunos de los problemas sociológicos que se dan en
esta profesión.
El estudio del tema exige una teoría para que con ésta pueda interpretarse y trabajar la realidad educativa en
las investigaciones, con el fin de llegar a la construcción de pautas que sirvan a posteriores labores de
investigación.
Antes de comenzar, definir qué es el Malestar Docente. Éste término se refiere a las molestias, al dolor que
sufren estas personas debido a las tensiones que soportan en su profesión.
CAPÍTULO 2:
Indicadores del Malestar Docente
El Profesor Esteve Zarazaga elabora este capítulo basándose en la clasificación de Blase de los factores que
influyen en el educador, produciéndole el malestar del que hablamos.
Los factores que comentaré posteriormente no son las causas explícitas que provocan el malestar docente,
pero gota a gota el vaso se colma y es que un solo factor no es el causante de la crisis, sino una acumulación
de ellos; y es tan peligroso que incluso puede desbocar en una depresión.
Entre los factores contextuales se encuentra la modificación del rol de profesor, es decir, antiguamente el
profesor comprendía respeto y se le atribuía la característica de saberlo todo. Tenía sumo poder sobre la
educación de los alumnos y, en ocasiones, hasta los propios padres le daban potestad para pegar a los niños o
sancionarles de forma muy dura. Junto con la familia era el socializador del niño, ya que los valores eran
compartidos por la Sociedad, la familia y el educador. Ésta era una forma muy fuerte de socialización ya que
la coincidencia de valores era asumida por el niño sin más dilación, al contrario que en la sociedad actual, en
la que pocas veces coincide los valores que el profesor quiere trasmitir con los de la familia, cosa que es
perjudicial para el niño, que tendrá serios problemas para establecer su autonomía, sus valores.
Esto ha cambiado en la sociedad actual, ahora los profesores tienen dificultades para transmitir valores a sus
alumnos, pues no coinciden con los que le aporta la familia. Esta dificultad provoca en el docente una
frustración en su trabajo, ya que puede ser rebatido constantemente por sus alumnos, sobretodo tras la
aparición de los medios comunicativos. Antes el educador era la única fuente de conocimientos, ahora con la
televisión, radio y demás ha dejado de serlo. Entonces los profesores se encuentran desconcertados al intentar
definir qué deben hacer y qué valores deben defender. Esta pérdida de importancia es una gota más de las que
originan el malestar docente.
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Con respecto a la actitud que los profesores deben tener la sociedad no se pone de acuerdo, quieren que el
educador tome una conducta, que yo califico como hipócrita, ya que no se puede ser amigo de los alumnos y
luego evaluarles como un juez, es un papel contradictorio. Aunque ésta no es la única contradicción que se
plantea en el sistema de enseñanza, ya que también se le exige al profesor que atienda a los alumnos de forma
individual, personal y que, a la vez, debe educarles en grupo. Estas políticas educativas provocan un
desconcierto tanto en el profesor como en el alumno. El problema de la Enseñanza también radica en las
reformas que hace en la educación debido a los cambios acelerados de la sociedad, pero estos cambios son tan
rápidos que los planes de enseñanza vuelven a quedar obsoletos. Por tanto, el fracaso de los planes de
enseñanza promueve una desvalorización de esta profesión por parte de la sociedad, que sigue presionando a
los enseñantes.
Otro factor por el que los profesores se sienten afligidos es la falta de apoyo que reciben por parte de la
sociedad, un ejemplo que se incluye en el libro, que me parece tan cierto, es el concepto que tienen los padres
sobre sus hijos si el hijo va bien en los estudios, es buen estudiante, y si va mal, los profesores tienen la culpa,
son malos educadores Otra manera que constituye la falta de apoyo es el bajo salario que tienen los
profesores, ya que en la sociedad actual el estatus se basa en el nivel de ingresos, por tanto al tener un bajo
estatus, los profesores se sienten desvalorizados. Esto le plantea una crisis de identidad al profesor, que
cuestiona su trabajo y a sí mismo.
Además de la remuneración la sociedad asocia este oficio, no a los que trabajan por vocación, sino a los que
no tienen nada mejor que hacer, ya que no son ni licenciados en medicina o derecho.
La poca fe que demuestran los padres sobre la escuela (en algunos casos) se debe a que antes, cuando la
familia mandaba a su hijo al colegio le estaban asegurando un éxito futuro. En la escuela de entonces se
transmitía un sistema de enseñanza de élite, ahora, con la masificación de esta, es imposible asegurar un
puesto fijo de trabajo para los alumnos el día de mañana.
El avance de los descubrimientos, y, por consiguiente, de los conocimientos, supone otro problema para el
profesor, que después de haber realizado su carrera con éxito y de haber aprobado unas oposiciones tiene que
volver a estudiar y poner sus conocimientos al día. Si no es así el profesor teme meter la pata durante sus
explicaciones. Este temor a ser rebatido por sus alumnos afecta a la seguridad en sí mismo.
Para afrontar la relación pedagógica, el saber debe entenderse como un objeto exterior al enseñante y
enseñado manipulable para ser utilizado en beneficio de ambos.
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El último factor contextual de esta clasificación de Blase, que recoge el Sr. Esteve Zarazaga es la imagen que
siempre ha tenido el profesor, y lo dedica especialmente a los profesores debutantes y en proceso de
formación, ya que una idealización del oficio es un gran golpe cuando es contrastado con la realidad. Esta
idealización se ha visto favorecida por los seriales de televisión y películas en las que la relación
profesor−alumno se muestra individual, una relación estrecha como la que existe entre colegas; pero todos
sabemos que esto no es realmente así...
Muchos de los esquemas ideales que el profesor debutante adquiere de la televisión y demás fuentes
desconciertan al profesor cuando contacta con la práctica educativa. Pero no sólo se obtienen estos ideales por
la televisión, el mismo sistema de formación del profesorado crea una imagen del profesor idealizada, por eso
el Sr. Esteve propone que durante el periodo de formación exista un contacto con la realidad educativa. La
Universidad, por su parte, ha introducido asignaturas en las que el futuro educador conozca el estar en una
clase y participar en armonía con ella, éstas son los Practicum, asignatura que se realizan en todas las ramas
de la profesión y que deberían darse en otras carreras como medicina, filosofía y letras a partir de las cuales se
forma el profesorado de secundaria; pero de esto ya hablaré más adelante.
Resumiendo, la idealización de la profesión, por parte de los profesores debutantes y futuros educadores,
puede generar una crisis de identidad e ideales cuando éste intenta aplicarlos al aula, cosa que es imposible.
Durante los primeros años los enseñantes intentarán por todos los medios adaptar sus ideales a la cruda y
evidente realidad y será entonces cuando se dé cuenta de su imposibilidad cuando comience esta crisis.
En la clasificación de Blase, los llamados Factores de Primer Orden hacen referencia a aquellos que inciden
directamente sobre la acción docente durante la práctica cotidiana.
Los materiales de que disponen los educadores son obsoletos, ya que en muy pocas ocasiones pueden hacer
uso de un ordenador o un proyector o un vídeo para hacer una clase más amena. Al ser antigua la edición del
libro el profesor Esteve no habla de las mejoras que ha habido hasta entonces, ya que en muchos institutos hay
salas de informática, incluso se imparte clases de ésta; aunque sí es verdad que como estas tecnologías son
costosas, siempre se hará difícil disponer de un equipo avanzado.
En lo referente a las condiciones de trabajo, muestra un especial hincapié en las malas condiciones en las que
trabajan los profesores debutantes, ya que los maestros veteranos eligen las clases mejores y menos
problemáticas, dejando a los principiantes un aula conflictiva, que seguramente consiga que se desesperen y
detesten la profesión. El problema de los horarios del profesorado también provoca tensiones, pues no sólo
trabajan durante la larga jornada escolar, sino que tienen que hacer horas extras, ya sean para atender a los
padres, como para corregir exámenes o preparar el temario del día siguiente.
La autoridad del maestro es cuestionada y esto, junto con actos violento verbales y físicos, hace que el docente
tema verdaderamente por su vida, esta tensión es muy fuerte y es uno de los grande provocadores del malestar
docente. La violencia en la escuela, física, verbal, acciones vandálicas crean un clima hostil en la escuela.
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El Sr. Esteve, también discute sobre el agotamiento físico y psíquico del educador, esto lo recoge con el
término burnout, que significa salir quemado. Muchos autores coinciden en que el profesor está sobrecargado
de trabajo y contradicciones, por ejemplo, el profesor debe mantener la disciplina en clase, pero al mismo
tiempo tiene que ser agradable y simpático con los alumnos, o debe atender a los alumnos individualmente, ya
que los niños de sobresaliente necesitan ir más rápido, pero los más torpes necesitan ir más despacio. Además
de todos estos inconvenientes ha de cuidar el ambiente de la clases, evaluar y atender a los padres y
actividades del centro, en definitiva, un trabajo agotador, que genera mucha ansiedad entre los enseñantes.
CAPÍTULO 3:
Consecuencias del Malestar Docente
Unas de la principales consecuencias son el Absentismo laboral y la Inhibición.
Según el Diccionario de la Real Academia Española, absentismo es una costumbre de abandonar el
desempeño de funciones y deberes anejos a un cargo; e inhibición es suspender transitoriamente una función o
actividad.
En definitiva, los profesores, para escapar de las tensiones que les supone el ejercicio de su oficio, o bien
cambian de profesión o la siguen realizando sin cumplir específicamente su labor, ya que tan sólo se limitan a
la exposición de los contenidos, de la materia, provocando una enseñanza de baja calidad. Con esta reacción
se cortan las tensiones que genera la profesión, a costa de despersonalizar la enseñanza (porque los profesores
no establecen relación alguna con sus alumnos) y reducir la explicación a los contenidos (ya que no relaciona
la materia con lo que los alumnos viven, con las experiencias del profesor, etc.)
En una cita de Polaino nos advierte que la adopción de actitudes dogmáticas, por parte del profesor, puede
serle de utilidad para compensar, neutralizar o enmascarar su ansiedad. Esta postura la llevan a la práctica
numerosos docentes para reducir la ansiedad, pero ya sabemos el oste educativo de esta posición...
En los estudios del Sr. Esteve se pueden observar actitudes como la inhibición que afectarían al 22% de los
maestros de EGB. En estos complicadísimos y laboriosos estudios y encuestas, se pueden sacar conclusiones
como que la intención de cambiar de empleo es más habitual entre las mujeres y los profesores más jóvenes y
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menos experimentados. También se relacionan el aumento del absentismo con la baja motivación por el
trabajo y las malas relaciones entre compañeros de profesión y la carencia de equipos y materiales educativos.
El absentismo se deduce como una forma de respiro para escapar de la tensión que genera el oficio. Por ello,
las peticiones de bajas laborales o ausencias en periodos cortos son tan reclamados en los centros escolares
como excusa.
Algunos profesores juegan con este recurso. Para no ser sustituidos, faltan a la escuela durante periodos
cortos, por ejemplo dos días, con dos días no es necesario acudir al médico para certificar la baja, y tampoco
para que otro ocupe su lugar durante el resto del curso. Así que optan por tomarse unos días que le aliviarán
de su estrés.
En uno de los estudios del Sr. Esteve se puede observar como el número de bajas se reducía, cuando se
avecinaban unas vacaciones o el final de curso. Una cifra que me llamó la atención fue que, de los 95
profesores que estaban de baja dos meses antes de acabar el curso, sólo 2 permanecían de baja al llegar las
últimas semanas escolares.
Una de las cuestiones (y posible futuro objeto de estudio) planteada por el Profesor Esteve es la posibilidad de
que las bajas y enfermedades de los profesores fueran inventadas. Pero, para realizar este estudio, harían falta
datos más precisos en los que se vean analizados esos 2 días de bajas, tan difíciles de estudiar.
Otra forma de huída es la petición de traslado, normalmente para escapar de los centros conflictivos o de las
malas relaciones con los compañeros de profesión. Los profesores veteranos, con más experiencia y
conocimientos de la situación huyen a centros mejores, quedando como destino de los profesores debutantes
esos centros conflictivos y problemáticos, donde tienen menos oportunidad de éxito y pésimas condiciones de
trabajo.
Otro absentismo es el abandono definitivo de la profesión docente, por el fracaso obtenido en la enseñanza. El
libro recoge del estudio de Barbo (1979) un comentario de una profesora que explica el por qué de su
abandono <<por respeto a sí misma y en beneficio de sus alumnos>>
Las consecuencias negativas que se presentan en el ejercicio y práctica docente y que afectan sobre la salud de
los profesores, ya sean físicas o psíquicas, también provienen de las tensiones que produce la profesión.
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Hay algunas que no se pueden detectar bien, como el estrés o ansiedad, además de su difícil tratamiento. Pero,
las más graves o/y que requieren la atención de un especialista médico son, habitualmente, las neurosis
reactivas y depresiones (en lo referente a la mente), y la faringitis y laringitis en el físico. Los problemas
mentales varían mucho según el sexo, la edad, su estatus socioeconómico, experiencia, la institución en la que
trabaja, la propia personalidad, etc. Normalmente, estos casos de neurosis aparecen con más frecuencia en
profesores con más de 6 años de experiencia.
Todas estas enfermedades y variables son estudiadas por numerosos investigadores, pero, según el Sr. Esteve
los más fiables son los datos proporcionados por Mandra, ya que, al disfrutar un puesto en el Ministerio de
Educación Francés, puede acceder a registros y datos de primera mano.
El Profesor Esteve elabora una clasificación sobre las repercusiones psicológicas del malestar docente, en los
que sólo los tres últimos se refieren a la salud mental:
• Sentimientos de desconcierto e insatisfacción ante los problemas reales de la práctica de la enseñanza, en
abierta contradicción con la imagen ideal de ésta que los profesores querrían realizar.
• Desarrollo de esquemas de inhibición, como forma de cortar la implicación personal con el trabajo que se
realiza.
• Peticiones de traslado como forma de huir de situaciones conflictivas.
• Deseo manifiesto de abandonar la docencia (realizado o no )
• Absentismo laboral como mecanismo para cortar la tensión acumulada.
• Agotamiento. Cansancio físico permanente.
• ansiedad como rasgo o ansiedad de expectación.
• Estrés
• Depreciación de yo. Autoculpabilización ante la incapacidad para mejorar la enseñanza.
10. Ansiedad como estado permanente, asociada como causa−efecto
a diversos diagnósticos de enfermedad mental.
11. Neurosis reactivas.
12. Depresiones.
A la hora de contabilizar los profesores que se incluyen en cada caso hay que tener en cuenta todos los
factores y variables, señaladas anteriormente.
CAPÍTULO 4:
Evolución de la Salud de los Profesores de 1982 a 1989
Éste es un capítulo añadido en la tercera edición española de El Malestar Docente aportando nuevos datos
sobre las enfermedades de los profesores.
Consta de una aportación de datos estadísticos en la que podemos concluir que los profesores de EGB se ven
más afectados en las bajas por enfermedad que los de Enseñanzas Medias, aunque es posible que las ausencias
de los profesores de éstas no sean registradas o sean cubiertas por sus compañeros sin que consten en los
registros. Otro dato es la alta presencia de mujeres en la EGB que en las EE.MM., influyendo en las
estadísticas.
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Este predominio influye porque, exceptuando las enfermedades digestivas y cardiovasculares, las mujeres son
las que más contraen enfermedades.
Una observación por mi parte es que gran parte de las bajas de mujeres, en periodos largos, se debe a las bajas
por maternidad; los hombres entonces no tienen días de permiso para ello, ni tienen que permanecer en casa
embarazados. Ahora existen uno o dos meses de permiso para los hombres, así también pueden disfrutar de su
bebé y cuidarlo y la mujer puede acudir al trabajo y el cuidarlo.
Otro dato que se aporta en esta nueva edición es la edad media de los profesores en baja, ésta es de 40 años.
Referente a la duración media de las bajas, se redujeron a un 26'45 días de media en el curso 1988−89. Al
parecer el aumento del control de las bajas intervino bajando de 44 a 27 días de media radicalmente.
Los diagnósticos más frecuentes en los docentes son los esguinces de tobillo, las laringitis y las depresiones.
Y se vuelve a comentar la relación entre las bajas y los ciclos escolares.
CAPÍTULO 5:
Hacia un Modelo Teórico Comprensivo del Malestar Docente
El modelo que el Profesor Esteve Zarazaga propone son los propuestos por Blase (1982) y Polaino (1982), ya
que explican perfectamente el ciclo degenerativo de la eficacia docente y la génesis de la conducta ansiosa de
los profesores, respectivamente. Éstos intentan relacionar las condiciones psicológicas y sociales en que se
ejerce la docencia para responder a la ansiedad como estado de los profesores − en el estudio de Polaino− y a
la degeneración de la eficacia docente − en el de Blase.
El resultado es una combinación de factores que inciden sobre el agotamiento docente (burnout). Pero el
estudio de Blase debería producirse por estas tres vías:
La de los profesores que dejan de actuar con calidad porque su personalidad resulta afectada.
La de los profesores que se inhiben y rutinizan su trabajo profesional como un mecanismo de defensa ante las
condiciones en que ejercen la docencia.
La de los profesores que no acaban de perfilar una línea clara de actuación, operando con una conducta
fluctuante, plagada de contradicciones, que no acaba de responder a los cambios que exige la modificación del
contexto social de la enseñanza.
Aunque también existen profesores que están felices y su profesión les realiza, además de ser eficaces
enseñantes.
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En el ciclo degenerativo de la eficacia docente, Blase plantea la idea de que el proceso por el que los
profesores se queman surge de una actuación poco eficaz con los alumnos, que satisface menos al profesor,
reduciendo entonces su implicación en el trabajo, su motivación y esfuerzo, todo esto haría menos eficaz la
interacción con sus alumnos y se produciría de nuevo el ciclo, cada vez más negativo.
En el estudio de Polaino, la génesis de la conducta ansiosa de los profesores, se define como un conjunto de
factores diversos y distantes de la escuela que pueden condicionar con una mayor o menor intensidad la
ansiedad de los profesores; por ejemplo, la errónea opinión pública sobre los profesores, los planes
educativos, que son redactados al margen del profesorado, introducción de nuevos cambios, ideologías que
desprecian la educación, etc. A esto, Polaino lo llámale pretexto (que coincide con los factores de estrés de
segundo orden de Blase) y les atribuye una influencia indirecta sobre la eficacia mediante la presión del
contexto, y que conlleva una disminución de la motivación en su trabajo. En el centro del modelo de Polaino
residen las reacciones de ansiedad (manifestaciones fisiológicas de ansiedad), que pueden optimizar el
funcionamiento adaptativo del organismo ante una situación desagradable (euestrés) y que las respuestas
fisiológicas de ansiedad desarrollen modelos de asociación de las situaciones problemáticas y un significado
amenazante (distrés)
Encontramos, pues, tres tipos de ansiedad: respuestas fisiológicas de ansiedad, ansiedad de expectación y
ansiedad como estado. De ahí la investigación de la ansiedad desde el estudio del profesor en su trabajo. Se
habla, en tal caso, del rol del profesor y la interacción con el alumno, la dificultad educativa por la antonimia
de la personalidad del profesor y los objetivos de la enseñanza y el contexto del aula.
Las vías alternativas para no optar por actitudes como la inhibición, rutina o absentismo (según Polaino) son:
• Que el profesor posea unos recursos adecuados para dominar las situaciones de enseñanza a las que se
enfrenta y, en consecuencia, que su implicación personal derive de su seguridad en sí mismo y de su
identificación con el trabajo que realiza.
• Que el profesor carezca de la formación inicial necesaria para ser eficaz en el entorno concreto en el que
ejerce la enseñanza, pero que decida implicarse en ella al máximo, manteniendo altos niveles de motivación
y de esfuerzo, derivados de una actitud altamente positiva hacia la profesión docente, en algunos casos
enfocada desde una perspectiva vocacional.
El problema de aplicar los modelos de Blase y Polaino, es el mismo para cualquier modelo: la coimplicación
de todos los factores que influyen sobre el profesor, ya que es muy difícil, por no decir imposible, el control
de los contextos y pretextos. Por tanto sólo sirven para comprender el problema de estudio, aunque se debe de
continuar investigando otros modelos que consigan solucionar el malestar docente radicalmente.
CAPÍTULO 6:
Estrategias para Evitar el Malestar Docente
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El Profesor Esteve realiza una presentación de las estrategias para evitar el malestar en dos planteamientos: a
modo de prevención durante la formación del profesor y durante la ejecución de la propia tarea.
En la prevención durante la formación inicial diseña tres líneas de actuación: el establecimiento de
mecanismos selectivos para el acceso a la profesión, la sustitución de los enfoques normativo−idílicos y la
adecuación de los contenidos a la realidad.
El Sr. Esteve recoge de un informe de la UNESCO donde se indica la importancia de unas pruebas de
enseñanza con el fin de comprobar que los aspirantes a maestros no tengan problemas psicológicos que
puedan influir sobre los alumnos y ellos mismo durante la práctica educativa. Pero la elaboración de esta
prueba puede parecer absurda si se realiza cuando el docente ya ha superado los ciclos formativos con éxito.
Por esto se intenta descubrir antes.
También se ha descubierto que algunas de las personas con problemas de este tipo eligen la enseñanza como
profesión porque creen que no tendrán problemas para desempeñarla al contrario que en otros oficios, pero
efectivamente, se equivocan.
Varela y Ortega realizan en 1984 un estudio que recoge las motivaciones que mueven a elegir esta carrera y
no otra. Éstas son: el gusto por tratar con niños, por vocación y por la creencia de cambiar la sociedad
empezando por la educación. Éstos últimos motivos son resultado de la idealización y moral que esperan de la
función de un maestro. Además también es frecuente la elección de esta profesión por la
seguridad que aporta el ser funcionario. Otros autores como Ranjard afirman que en algunos casos la elección
de la misma se debe a un fenómeno denominado infantilismo, es decir, buscar el refugio del mundo infantil.
Todas estas atribuciones a la enseñanza atraen a un tipo de gente frágil que perjudica a los alumnos y tienden
a sufrir descompensaciones psíquicas. Por ello, es necesario establecer unas características, a partir de la
cuales hagamos un proceso de selección, para que las personas que puedan perjudicar la práctica educativa no
puedan ejercer esta profesión.
Otra estrategia para evitar el malestar es sustituir los enfoques normativos − programas de formación
orientados por un modelo de profesor eficaz o bueno que debe pensar una cosa y no otra y debe adecuar su
actuación educativa el modelo propuesto − por los enfoques descriptivos. Ya que si se han formado creándose
una imagen del profesor idealizada, cuando ejerzan la profesión y sus idealismos se rompan el profesor caerá
en una depresión y frustración, tal y como hemos analizado anteriormente.
La adecuación de los contenidos que se mantienen durante la formación inicial a la realidad práctica de la
enseñanza es carente en la organización y las relaciones, limitándose a la exposición de los contenidos. Los
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profesores deben ser capaces de relacionarse con los alumnos positiva e interpersonalmente y elaborar un
clima adecuado en la clase, además de organizar su trabajo para facilitar el aprendizaje de sus alumnos.
Posteriores investigaciones elaboran nuevas técnicas de formación del profesorado, desde enfoques
descriptivos, tales como:
La identificación de sí mismo por parte del profesor: porque el desarrollo de la propia identidad profesional
mejora el dominio de la clase, aunque algunos autores lo pongan en duda. La microenseñanza es una de las
técnicas de identificación, pero puede causar ansiedad y otros problemas. La única técnica de identificación
que ha demostrado que funciona es la observación naturalista del medio e identificación, con el análisis se
pueden detectar las fuentes de distorsiones para que sean eliminadas.
Los problemas derivados de la organización del trabajo en clase: problemas de disciplina: el desconcierto de
los profesores por los objetivos que deben adoptar en la enseñanza e imponer el control en una clase provocan
tensiones en los profesores debutantes, y todo esto unido a la asignación de clases problemáticas deben
evitarse para que no aparezca el malestar docente. Para evitar esto se debe preparar a los profesores durante su
formación mediante asignaturas en las que aprendan a organizar el trabajo y conocer la realidad educativa.
Los problemas derivados de las actividades de enseñanza y aprendizaje: éstos provienen de la falta de
profundización en la psicología del aprendizaje y su didáctica. Las dificultades suelen ser la de adaptar los
contenidos a niños de diferentes niveles y motivación; el empleo de métodos y recursos complementarios;
identificar los objetivos según las edades y nivel escolar; motivar a los alumnos; atender a niños
problemáticos sin desatender al grupo; organizar el trabajo; contactar con los padres y colegas, etc.
El Sr. Esteve también advierte de la falta de preparación de los profesores de EE.MM., ya que la universidad
forma, químicos e historiadores y no profesores de dichas materias; estos profesores aprenden a base ensayo y
error.
En lo referente a las estrategias para evitar el malestar docente durante el ejercicio docente, se recoge un
estudio de Vonk, en el que se muestran las actuaciones en clases por parte del docente:
• Confianza en que se ha elegido un trabajo adecuado.
• Familiaridad con el contenido de las materias.
• Captación de la estructura de la mayor parte de los grupos.
• Comprensión de que diferentes grupos deben ser tratados de forma diferente.
• Capacidad de apreciar las reacciones de los alumnos.
Y en el contexto social de la enseñanza:
• El sentimiento de ser aceptado por los colegas.
• El sentimiento de ser aceptado por los alumnos en su rol de profesor.
• Su incardinación en la escuela como estructura social.
Entonces la comunicación es camino y obstáculo al mismo tiempo. Pero si se corta la comunicación se cae en
el aislamiento, que conlleva a la acumulación de problemas sin resolver y la aparición de otros obstáculos para
la autorrealización como la rutina o inhibición.
También hay que revisar continuamente los contenidos y métodos de enseñanza ya que se quedan obsoletos.
De no ser así, la enseñanza se convertiría en una mera repetición.
La autorrealización del profesor supone una innovación educativa, que es imposible sin la comunicación con
los colegas.
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En definitiva, para hacer frente eficazmente al malestar docente hay que actuar sobre las condiciones de
trabajo y sobre el apoyo que el profesor recibe para realizarlo.
El malestar docente es una enfermedad social producida por la falta de apoyo de la sociedad a los profesores
en los objetivos de la enseñanza y en las retribuciones materiales y reconocimiento del estatus. Por tanto, hay
que mejorar la enseñanza como puesto de trabaja y como profesión − tal y como cita el Profesor Esteve
Zarazaga − .
Comentario Critico Personal
Ante todo debo incidir en que es buena la advertencia del que realiza el Profesor J.M. Esteve Zarazaga en esta
obra, porque los futuro profesores debemos de ser conscientes de esta realidad educativa.
Personalmente sabía gran parte de los factores que influían negativamente en esta profesión, pero he de
admitir que al elegir esta carrera y permanecer en ella olvido todas esta consecuencias negativas con
frecuencia. Antes pensaba que no podía estar siempre pensando en que me ocurrirá todo esto, porque no
puedo dirigir el futuro. Ahora pienso que no puedo dirigirlo, pero sí evitarlo. Aunque siga pensando en
positivo, ahora tengo en cuenta todos esto factores. Soy consciente que al ser debutante me encontraré con una
clase que los veteranos habrán rechazado, pero también sé que no puedo prejuzgar, simplemente
concienciarme.
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Referentemente al propio trabajo del Sr. Esteve debo comunicar mi opinión de renovar el libro, editarlo de
nuevo; porque pienso que sería interesante analizar el malestar docente en la actualidad. Una actualidad en la
que abunda la violencia, y los fracasos escolares − además de los fracasos de los planes educativos de los que
he sido víctima − .
Por eso animo y ruego una nueva edición de este libro, que me ha ayudado a comprender mi realidad.
Esta renovación no sólo es por los datos estadísticos, sino, por ejemplo, porque he observado conclusiones
obsoletas. Un ejemplo es que el Profesor Esteve exige una mejor preparación en la formación inicial, que ya
existe, por ejemplo los llamados practicums y asignaturas como didáctica y organización y evaluación de
centros educativos.
Bibliografia...
Bases de datos REDINET
p. 117−124 de la Revista Gallega de Enseñanza
http://www.xunta.es/conselle/ceoug/dxpl/rge/rge31.pdf
REVISTA ESPAÑOLA DE PEDAGOGIA (1996): En el año europeo de la educación y la formación
permanentes. Año LIV. Madrid.
Apuntes de la asignatura Teorías e Instituciones Contemporáneas de la Educación impartida por el profesor D.
Rafael Guerrero Melgar.
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Índice
A modo de introducción ................................pg.1
Curriculum Vitae ................................................pg.2
El Malestar Docente:
Capítulo 1: La función de un enfoque teórico .........................pg.3
Capítulo 2: Indicadores del malestar docente .........................pg.3
Capítulo 3: Consecuencias del malestar docente ......................pg.8
Capítulo 4: Evolución de la salud de los profesores .................pg.11
Capítulo 5: Hacia un modelo teórico comprensivo
del malestar docente .............................................pg.12
Capítulo 6: Estrategias para evitar el malestar docente ...........pg.14
Bibliografía ............................................................pg.19
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