BIEN GANANCIAL – DISOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD CONYUGAL

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BIEN GANANCIAL – DISOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD CONYUGAL - INMUEBLE INTERESES – PAGO.
“L., A. M. C/ C. M., A. O. S/ DIVORCIO S/ INCIDENTE DE LIQUIDACION DE
SOCIEDAD CONYUGAL”.- CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES EN LO
CIVIL, SALA K.- 23/06/2005 (PUBLICADO EN LA LEY DIARIO DEL 06/07/2005)
HECHOS
Ambas partes apelaron la sentencia del juez de primera instancia que hizo lugar a la
demanda por disolución de la sociedad conyugal y a la reconvención planteada por el
demandado por cobro de sumas de dinero. La Cámara confirmó la sentencia apelada.
SUMARIOS
“Corresponde confirmar la sentencia que hizo lugar a la reconvención por cobro de sumas
de dinero planteada por el demandado por disolución de la sociedad conyugal pues resulta
contradictoria la postura de la accionante de afirmar por un lado la gananciabilidad total
de los bienes -en el caso, dos inmuebles- y por otro no admitir los pagos hechos en
beneficio de la comunidad para cancelar su precio sabiendo que se devengaron luego de la
disolución de la sociedad conyugal y que no fue ella quien los sufragó”.
“De acuerdo a lo establecido por el art. 1316 bis del Cód. Civil resulta procedente el
devengamiento de accesorios moratorios dispuesto a favor del demandado por disolución
de la sociedad conyugal, desde la fecha de cada uno de los pagos hechos en beneficio de la
comunidad para cancelar el precio de dos inmuebles, pues por aplicación del art. 727 del
citado código y al no poder entenderse que mediara su desconocimiento nació para quien
los hubiera hecho la “acción del mandato”.
Texto completo:
2ª Instancia. - Buenos Aires, junio 23 de 2005.
El doctor Molina Portela dijo:
1.- Contra la sentencia de f. 669/75 que hiciera lugar a la demanda entablada por ...
contra ... por disolución de sociedad conyugal y a la reconvención que promoviera este
último contra la nombrada por cobro de sumas de dinero, todo con costas por su orden,
interponen recursos ambas partes.
2.- Agravios de la parte actora (f. 685/87, respondidos a f. 690/92):
Cabe liminarmente destacar que la expresión de agravios, a fin de poder cumplir con
su finalidad específica, debe constituir una exposición que contenga un análisis serio,
concreto y pormenorizado de la sentencia apelada y la demostración de que la decisión del
primer Juzgador o las argumentaciones que llevaron a tal conclusión fueron erróneas o
contrarias a derecho (esta Sala exps. 72.470 y 72.754).
Las quejas deben, así, alcanzar un mínimo de suficiencia técnica, íntimamente
ligada con la necesidad de articulaciones razonadas, fundadas y objetivas respecto de los
errores del fallo; no pudiendo considerarse como tal, en los términos del art. 265 del
Código Procesal, al mero desacuerdo con lo resuelto, a las simples consideraciones
subjetivas, ni a las digresiones inconducentes o carentes del debido sustento jurídico.
Y en este sentido, las contenidas en el escrito de f. 685/85, respecto de los tres ítems
que se dice son motivo de agravios, no son acompañados de esos requisitos mínimos
indispensables a que se hiciera referencia para mantener el recurso deducido, lo que
llevaría, en su consecuencia, a declarar la deserción del mismo.
A mayor abundamiento se impone señalarle a esta recurrente, en orden a la calidad
de ajeno a la sociedad conyugal que oportunamente conformaran las partes del presente que
se declara en relación al depósito a plazo fijo abierto durante marzo de 1991 en el “Banco
Sudameris” del Principado de Mónaco (primer agravio), que no existe la contradicción que
se esgrime dado que la Sra. Juez, para concluir en el carácter ganancial de los inmuebles
sitos en esta ciudad, referenciados en la sentencia, tuvo en cuenta, más allá de la fecha de su
escrituración y de aquella en que debería tenerse por disuelta la sociedad conyugal
oportunamente conformada por ... y ... (el 17 de febrero de 1989), la admisión por parte del
accionado en relación a que la causa de su adquisición fue anterior a la fecha de disolución
aludida y que mediaba un pronunciamiento judicial que en relación al ubicado en la calle P.
que así lo declaraba, conforme copias anexadas a f. 607/10.
Extremos todos sobre los que no medió crítica alguna.
Debiendo ponerse de resalto, sólo para su satisfacción, que las demás circunstancias
reseñadas como supuesto aval de la pretensión accionada en el tercer párrafo de f. 686, en
el mejor de los casos para la recurrente, sólo darían lugar a presunciones no unívocas e
insuficientes para dar por sentado que los fondos con los que se procedió a esa apertura
hubieran sido de origen ganancial.
También que, como bien le señala la Sra. Juez, sin cuestionamiento tampoco de su
parte, frente a los hechos conducentes controvertidos, aparece de toda relevancia el que el
mérito de la causa y su injustificada inasistencia a la audiencia señalada a f. 492, de la que
quedara debidamente notificada, permitan tenerla por confesa en rebeldía a tenor del pliego
obrante a f. 556 (art. 417 del C. Procesal); confesión adquiere valor probatorio pleno, aún
refiriéndose a hechos negados al integrarse la relación jurídico procesal pues las
conclusiones que de ella emergen no resultan desvirtuadas por otros elementos de juicio
obrantes en la causa (ver Alsina en “Derecho Procesal”, t° III., p. 377; ídem doctrina
plenaria obligatoria de la Cámara de Paz Letrada, en pleno, emergente de autos: “Enriquez,
J. c. Verdaguer, V.”, 24/9/37, JA 59-1020).
A partir de ello, correctamente declara la Sra. Juez que escapa del ámbito de la
presente, por resultar de algún otro tipo de relación jurídica, lo vinculado a la disponibilidad
por alguno de sus cotitulares del 100% de la existencia de dinero oportunamente habida en
la misma (la cuenta estaba abierta a la orden conjunta e indistinta de ... y ...), remitiendo a
las partes por la vía que corresponda a los fines de zanjar sus diferencias.
Respecto del “segundo agravio” además de lo primeramente expuesto vale apuntar
que lo que sí resulta contradictorio es la postura de la accionante de afirmar por un lado la
gananciabilidad total de ese bien y por otro no admitir los pagos hechos en beneficios de la
comunidad para cancelar su precio sabiendo que se devengaron luego de la disolución de la
sociedad conyugal y que no fue ella quien los sufragó; todo sin prueba corroborante del
origen de ese dinero, que a ella incumbía (art. 377 CPCCV).
Y en orden al “tercer agravio” ponerle de resalto que el pago de accesorios
moratorios dispuesto se corresponde con lo establecido por el art. 1316 bis del C. Civil a
partir de la utilidad de los gastos; por lo que por aplicación del art. 727 del C. Civil, al no
poder entenderse mediara su desconocimiento, nació para quien los hubiera hecho, contra el
beneficiado, la “acción del mandato” (ver nota al último artículo citado) con el consiguiente
devengamiento de accesorios moratorios en su beneficio desde la fecha de cada uno de esos
pagos (arts. 1949 y 1950 de ese ordenamiento). Debiendo también ponerse de resalto lo
dispuesto en los autos que por fijación de valor locativo tramitaran entre las mismas partes
respecto a los gastos del inmueble de la calle Peña y que, en orden a la procedencia de
compensaciones por otros gastos realizados en beneficio de la comunidad con valores
propios de alguno de los esposos, que la determinación de su procedencia se decidirá sólo
“en la etapa de ejecución de sentencia” de los presentes, lo que torna en parte ya resulta la
cuestión y, en el resto, inexistente agravio concreto alguno.
3.- Agravios de la parte demandada (f. 684, respondidos a f. 689):
Cuestiona que las costas del proceso hubieran sido impuestas por su orden.
Pero en este caso también cabe coincidir con lo concluido en el fallo de marras.
Y ello así en tanto si bien resulta totalmente cierto lo expuesto por el recurrente
también lo es que seguramente se impuso acudir a la vía judicial para la declaración de
gananciales en relación a los bienes inmuebles de la calle P. C. y R.; lo mismo respecto del
sito en el paraje “A.” de P.; y todo ello por lo señalado en el segundo párrafo de f. 671v.,
dada su fecha de adquisición posterior a la fecha de divorcio y por ende de disolución de la
sociedad conyugal, constando en alguna escritura el estado civil de las partes como
“casados”.
Y en ese aspecto la actora resulta gananciosa, compensando su éxito en muy buena
proporción a su fracaso (básicamente, el relativo a la declaración de gananciabilidad del
depósito realizado en el extranjero y del rodado dominio ... y a la recompensa por el pago
del saldo de precio del lote sito en la localidad de Pilar); debiendo señalarse en relación a
otras compensaciones reclamadas que se difirió lo relativo a su procedencia para la etapa de
la liquidación en todo aquello que no hubiera sido motivo de decisión judicial anterior
(como ya se dijera en el apartado precedente).
4.- Por todo ello se propone al Acuerdo la confirmatoria de la sentencia apelada en
todo aquello que fuera motivo de agravios, con costas en la Alzada en el orden causado
ante la falta de éxito de los recursos interpuestos por ambas partes intervinientes.
El doctor Degiorgis se adhiere al voto que antecede por razones análogas.
Por lo deliberado y conclusiones establecidas en el Acuerdo transcripto
precedentemente por mayoría de votos, el Tribunal decide: confirmar la sentencia apelada
en todo aquello que fuera motivo de agravios, con costas en la Alzada en el orden causado
ante la falta de éxito de los recursos interpuestos por ambas partes intervinientes.
Se deja constancia que no firma la presente el doctor Moreno Hueyo por hallarse en
uso de licencia (art. 109 del R.J.N). - Carlos J. Molina Portela. - Carlos R. Degiorgis.
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