El jamón de Sanguché, Graciela Bialet

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 Título: El jamón del Sánguche
Autora: Graciela Bialet
Biografía: Nació en Córdoba en 1955. Estudió Comunicación Social y Educación, y es especialista en Lectura y Literatura infantil y Juvenil. Publicó varios libros para niños y jóvenes, entre los cuales se encuentran: “Nunca es tarde”, “San Farrancho” y otros cuentos: las novelas “Los sapos de la memoria” y, en esta colección, “Si tu signo no es cáncer”
Editorial: Grupo Editorial Norma
Es un diario íntimo, llamado "Anyelo" ,por una adolescente, Ceci, que cumplió 15 años. Ella, una
joven adopatada, cuenta en sus escritos como sucesos en su vida pasan despúes de cumplir 15
años.
Una vida de una adolescente, quien despues de ver una foto de sus quince ,nota un personaje
ajeno a sus parientes. Esa le causa mucha curiosidad ya que había recibido en unos de sus
regalos,un mensaje anónimo que tenia calcada una medallita que la joven tenia de su infancia.
Esta carta ella la relaciono con el extraño que se colo en la fiesta.
Hubo tantos planteos, tanto que ella tuvo que preguntar a sus padres sobre su pasado.
Removiendo el pasado, descubrio hermanos, muchos hermanos...
Su vida actual, estaba conformada por sus padres separados, su padre casado con otra joven y
su madre casada con Ruben, con quien tenian dos hijos y una hija. Ella tenía una amiga,
Marianella, quien terminó siendo odiada por Ceci por meterse con el chico a quien la gustaba,
Sebas. Esta amiga sufría muchos maltratos del padre, tanto asi que un dia terminó internada con
huesos rotos. La vida de la mejor amiga se termina complicando más cuando esta termina
embarazada de Sebas. Ella y este joven escapan.
Al pasar el tiempo, Ceci conoce un joven , Pablo, mayor con ella por dos años. Ellos se enamoran
y este le acompaña en los difíciles momentos.
Descubren que Ceci tenia 7 hermanos biologicos. Uno quien era el mayor murio en la carcél y los
otros habían terminado siendo adoptados por familias. Desparcidos por todo lados, una hermana
en Italia, uno en Brasil, otra en buenos aires, otra cerca de la casa de su abuela y otro que vivía
en un barrio privado y era muy rico.
Tubo algunos encuentros con sus hermanos, pero con otros no.
Al final ella termina teniendo un hermanito por parte de su padre. Se entera que su hermano
mayor le salvo la vida cuando era bebe, ella agredecida le dedica un poema...
Tubo muchas emociones que le dieron muchas lecciones en ese año.
Página 7 a 10: Comienza contando su historia. Es adoptada y antes era hija única. Hasta que sus padres (adoptivos) rehicieron sus vidas con otra pareja y así tuvieron hijos. Es ahí donde menciona sentirse como “el jamón del sánguche” por estar siempre en el medio entre sus hermanos. Hace voleibol.
La pareja de su mamá se llama Rubén y acompañado de sus 3 hijos (Jimena de dieciséis años, Javier y Salvador de siete años). Por culpa de estos hermanos, se siente invadida ciertos días de la semana (ya que solo puede descansar tres días sin ellos, porque se van a visitarle a la madre).
Y la pareja de su papá paso a ser una tortura porque está buscando la oportunidad para que ella cometa un error (su lema es la vida sana y se llama Adela).
Página 11 a 13: Ceci busca un modelo de diario, y en eso, se acuerda de haber leído “el diario de Ana Frank”. Aunque ella mucha importancia no le dio a ese modelo, pensó en escribir el suyo cómo le salga y cuando se le dé la gana.
Página 15 a 16: Los preparativos de la fiesta la ponen cada vez más nerviosa (porque no la dejan participar, por ser una sorpresa). El teléfono no para de sonar por los familiares que llaman para saludar y los invitados que confirman su presencia. Su mamá grita más de lo acostumbrado por los organizadores de la fiesta que la vuelven aún más loca (ya que quiere hacerlo todo ella sola). Para colmo, el hermano menor (Salvador) insiste con abrir los regalos que llegan a la casa. Que en lo posible Ceci trata de impedir que lo haga.
Página 17 a 23: Después de todo, el festejo estuvo bueno. La mujer de su papá pretendía que usara un vestido lleno de piedras que no lo usó. Su mamá le regaló una pulsera y su papá una cadenita de oro blanco. La ubicación de las mesas eran: en el frente, estaban la familia de su mamá, la familia de su esposo y acompañado con el padre (de Ceci) y su esposa. En el medio estaban sus amigos entre otros. Se hizo en la antigua casa de su abuela Yamile. Le gustó la idea de hacerla ahí, porque le traía recuerdos de cuando era chica, ya que prácticamente nació en ella junto con su familia. En el zaguán están las fotos, hasta 4 de sus generaciones (hasta ella). El altillo era el refugio del padre de cuando era niño. En ese lugar, también, guardó una cadenita con una medalla de una virgen. Que era la que traía justo cuando la llevaron al Juzgado de Menores.
Página 25 a 26: Después de describir su fiesta, se da cuenta de que no fue del todo ‘‘perfecta’’. Su hermanastro Rubén, como se había tomado de todo, entremezcló los regalos con las bolsas de basura. Parte de los regalos también fueron a parar en lo de la abuela.
Página 27 a 30: Fue a buscar los regalos en la casa de su abuela y a quedarse unos días. Después de esa confusión (por el tema de los regalos) se enojó mucho por ello. Quedó sorprendida por los regalos.
Página 31 a 35: Siguió abriendo regalos. Y el más extraño que recibió, fue una tarjeta en la que estaba calcada la medallita de la virgen que escondió en la escalera del altillo en la casa de su abuela. Eso la llenó de curiosidad, ya que esa tarjeta era anónima.
Página 37 a 41: Sigue buscando pistas para saber quién pudo mandar una tarjeta de mal gusto en el día de su cumpleaños. Viendo fotos de la fiesta, se dan cuenta que había un hombre al que no reconocían.
Página 43 a 46: Llama a su padre para que vaya a comer a la casa de su abuela para preguntarle por la medalla. En ese momento de su vida se despierta la necesidad de saber en qué hospital había estado al momento de su nacimiento. También recuerda los comentarios de la tía Celina, que decía que a ella la habían adoptado para evitar la separación de la pareja de sus padres adoptivos.
Página 47 a 51: Revisando cosas en la casa, encontró un misario de tía Helen. La abuela le contó un poco de historia de la familia. Y le recuerda que lo que lo cautivó al verla cuando era bebé era su piel castaña (y de allí se enamoraron mutuamente). Pero destacó algo importante, ‘‘que el cariño no se fabrica ni se compra. El amor se siente o no se siente’’.
Página 53 a 58: Cuando se dispuso a regresar a su casa tomó un taxi y se le descompuso en el camino. Quedó varada en el camino con su equipaje. Hasta que fue auxiliada por dos hombres grandes al que le tenía miedo por su aspecto. La acercaron hasta un lugar para que pueda tomar otro taxi. Se comunicó con su padre, y éste le pasó a buscar. Luego fue hasta la casa de Sebas (su novio) y lo encontró con Marianela (su amiga) besándose. Decidió no armar escándalo y sin hacer ruido, se marchó.
Página 59 a 61: Seguía enojada por lo que había visto. Él no la llamó, pero sí lo hizo su supuesta “amiga” Marianela (le mandó como diez mensajes que no contestó). Su madre fue a visitarla y ella aprovecharía el momento de enojo que tenía con Sebas para que piense que era por el tema de la adopción. Que en realidad quedaron en almorzar los tres (sus padres y ella, el viernes en el centro).
Página 63 a 67: El viernes se reunieron. Su madre había llevado un álbum de fotos de los quince. Entre bromas y bromas, observaron otra vez que aparecía un hombre desconocido mirando los bailarines (no sabían quién era). Entre duda y otras, aprovechó para preguntarle en dónde había nacido. Su mamá recordó que ellos habían andado en varias listas de juzgados para adoptar a un niño/a. Pero un amigo de ellos, el Director del Hospital Regional de los Pozos, los llamó para comunicarles acerca de una niña internada bajo custodia del juzgado (cuando tenía cinco meses de vida). Y de ahí ellos supieron que iba a ser su hija. Su mamá le entregó la fotocopia del expediente de adopción que fue guardado por ella.
Página 69 a 73: Toda la noche durmió sobresaltada. A la madrugada se despertó y se puso a leer el expediente hija de Teresa Poveda – Padre desconocido (abandonada en la vía pública). La mujer tenía otros tres hijos dados en adopción (o sea, sus hermanos). También se acordó de su amiga con su novio y siente bronca que no se la hayan dicho. A partir de ese momento bautizó a su diario con el nombre de “Ángelo”.
Página 75 a 77: Fue a la clase de voleibol y encontró a su amiga. No le dijo nada y ella tampoco le saludó. Terminado el partido, a la salida lo encontró a Sebas que intentaba darle una explicación al que se sumó su amiga. Discutieron, y se fue. Le contó todo a su tía Beba.
Página 79 a 83: Seguía decepcionada por lo que pasó con Marianela, su padre, sin saber muchos detalles del asunto, le enseño una cajita con ropa de bebé con un nombre bordado que decía Ángeles (esa ropa era la que tenía puesta en el Hospital de bebé). Mandó un mail al juzgado de los Pozos para buscar sus antecedentes de adopción.
Página 85 a 88: Comenzaron las clases. Aprobó Biología. Sentía indignación porque Sebas, fue a buscarla a su casa, y no lo recibió. Fue al cine con su tía Beba (un premio por aprobar Biología).
Página 89 a 90: Leyó un poco de poesía de un libro que le regalaron para su cumpleaños. Hizo una comparación con la tele que solo muestra lo que quiere. Sin embargo, los cuentos para los chicos, son muy buenos. En cambio la tele muestra sangre y erotismo.
Página 91 a 94: Marianela, estaba internada con tres costillas rotas, inconsciente y en terapia intensiva (se enteró por el noticiero). Fueron al hospital, la madre de la chica, no paraba de llorar y el marido estaba preso (siempre la golpeaba). Este le golpeó fuertemente porque se enteró que se llevó a rendir matemáticas. Hablando con una amiga se enteró que la madre también le golpeaba. Lo malo de esto, es que todos murmuraban que Ceci era muy buena al venir a visitarla, ya que le “quitó” el novio. A pesar de todo, le dolió que ella quede internada, ya que eran íntimas amigas.
Página 95 a 98: Después de varios días inconsciente, Marianela reaccionó. Su padre había quedado en libre (la madre retiró la denuncia).
La tía Beba imprimió la foto del desconocido del cumpleaños. Estaba bastante confundida por los sucesos de su vida. Su tía, averiguó la dirección de la empresa que prestó el servicio de la fiesta, la organizadora, negó conocer a ese hombre (no era ningún empleado de ellos).
Página 99 a 103: Estuvo hablando con su abuelo y recordó que la foto del extraño no estaba, sin embargo le preguntó sobre ello, y él dijo conocerlo. Habló con él en la fiesta, justamente porque era un desconocido en esa fiesta. Decía llamarse Gabriel y dijo ser un pariente lejano por parte de Adela, pero después desapareció.
Para tranquilizar a Ceci, el abuelo comentó que él cuando era joven se infiltraba en cualquier fiesta que había.
Página 105 a 107: A la salida del colegio la esperaba la mamá de Marianela, llevando consigo una carta (donde pedía que vaya a visitarle). Todo lo que le estaba pasando, la hacía confundir más. No sabía si sentir odio, si estar furiosa, o sentirse apenada. Lo habló con su tía Beba, y esta, señaló que ‘‘el perdón repara más a quien perdona que a quien provoca el sufrimiento, por eso es necesario dejar ir el dolor con el otro’’
Página 108 a 112: Recibió una respuesta del juzgado de los Pozos. Iba a ir con su madre y Rubén. Ella llevaba su medallita como amuleto de la suerte. Después hubo una fiesta de torneo interregionales en el club y lo conoció a Pablo. Este le pidió el número de teléfono (él de todos modos, le dio el suyo). Parecía que se estaba enamorando.
Marianela se fue hasta su casa, quiso hablar del tema de su novio. La perdonó, le dio un abrazo que sonaba más a una despedida que a un reencuentro. Solo comentó que su padre con Adela iban a ser padres.
Página 113 a 166: Lo buscaron al hermano número cuatro “Ramiro Beltrán Almeida”. Se escapó con Pablo, hasta Villa Parque. Preguntaron por todos lados en donde estaba este y nadie le dio una respuesta. Descansando en un bar para pensar en nuevas estrategias. Hasta que paró un patrullero y los llevó a la comisaría. El teniente Fiscal preguntó porque lo buscaban a este, y tuvo que confesar que era su hermana biológica y que fueron adoptados por diferentes familias. Su padre llegó hasta la comisaria con los papeles de adopción imaginando el por qué ella estaría en ese lugar.
Página 167 a 168: Por una semana entera se sentía presa, ya que la llevan y la traían del colegio por haber ido a investigar acerca de sus hermanos biológicos. Se dio cuenta también de lo importante que pasó a ser Pablo en su vida a través de los mensajes y correos amorosos.
Página 169 a 170: Un día en la computadora, chateando, apareció Ramiro Beltrán Almeida, diciéndole que también la buscaba. Él la invitó a una sesión en la cámara web, luego aceptó. Se miraron muy asustados. Luego cerraron la ventana (él se desconectó). Después le quedó la duda si se habría asustado o qué, como para que se desconectara sin motivos aparentes.
Página 171 a 174: Su amiga, se había mudado con unos tíos del campo (ya que esta decisión fue tomada por su madre que preferiría que crezca lejos del loco de su padre). Lo que no supieron, es cómo terminó su relación con Sebas. Hablando con Pablo, mencionó que ‘‘un hijo no es un trofeo, ni un cheque a cambio de nada’’ (en resumen, lo que le quiso decir, es que tienen una vida por delante, para crecer, disfrutar, y vivir cada etapa de sus vidas). Para salir del tema, intentaron armar el árbol genealógico de Ceci.
Página 175 a 176: La llamó su abuela por teléfono para contarle que los Giacanti se mudaban. Pero Ceci no fue, porque no le gustan las despedidas.
Página 177 a 180: Llegó el día de conversación con su madre. Pensó que era un sermón, pero no. Ceci, siempre la veía fuerte, pero en la charla, podía ver como se desmoronaba hablando de su infancia y del amor que le tenía a su hija adoptiva. También pudieron aclarar algunos puntos de convivencia y por el momento, iba a dejar de buscar a sus hermanos biológicos; ya que no era tan sencillo. Por lo pronto, iba a pedir ayuda a un psicólogo para no amargarse tanto.
Página 181 a 185: Realizó un viaje con el equipo de vóley a Pampa Gringa. Salieron segundas, eran las eliminatorias provinciales. Ceci era la capitana del equipo. Pablo, la acompaño con sus amigos de básquet haciendo de hinchada en la final. Hubo muchos festejos, por parte del equipo. Entre festejos y de más, llega a la conclusión que Pablo era el hombre de su vida y se tendría que casar con él. Página 187 a 192: Un día apareció buscándola Natalia Inés Martinez (la hermana biológica que no pensaba encontrar en Buenos Aires). Empezó de la misma manera que ella, buscando su familia por el juzgado y siguiendo pistas. Su padre preguntó si quería conocerla. Ella aceptó y la conoció en una confitería (no se parecían en nada). Esta, fue criada por unos ancianos que fallecieron, luego lo hicieron vecinos y amigos. Sacó del bolsillo una medallita de níquel, muy parecida a la que tenía desde el momento que la adoptaron. A diferencia de Ceci, ella conoció a su madre biológica, que no la había reconocido y mucho menos la recordaba. Le confesó que entregó varios hijos a la custodia de la virgen, ya no recordaba cuantos.
El padre adoptivo de Ceci, trataba de explicar que la falta de oportunidades o ignorancias lleva a las personas a razonar así.
Página 193 a 195: Su mamá estaba ansiosa por conocer a la ‘‘supuesta’’ hermana. Natalia le había dejado en una servilleta sus datos para que la buscara cuando quisiera. Esta vive con 3 amigos. La pregunta que la atormentaba era: ¿qué hubiera de sido de ella si esa mujer no la hubiera abandonado? La respuesta la angustiaba muchísimo, por eso no quería conocer a Teresa Poveda (su mamá biológica).
Página 197 a 198: Nació un nuevo hermano (Mateo). Estaba muy emocionada mientras lo miraba detrás del cristal; su padre recordaba cuando la vio por primera vez. No ven la hora de tenerlo cerca.
Página 199 a 192: Tuvieron clase de educación sexual, y salió el tema de adopción. Mariano Rivero se presentó como hijo adoptivo, comentó su historia. Ceci también lo hizo; el diálogo los integro como si fueran amigos. Al finalizar la clase, se despidió de su nuevo amigo con un beso y una historia en común. A Pablo no le gustó esto (estaba celoso).
Página 203 a 205: Con la llegada del nuevo bebé, recordó que debería hacer una denuncia a la policía, para que esa persona que extorsionó a su hermana y que estuvo en su cumpleaños, lo los volviese a molestar. No entiende porque Ignacio Carrera fue a su fiesta. Cuando vuelve a su casa vuelve a releer el expediente.
Página 206 a 208: Tanto le gustaba el bebé que propuso ceder su habitación para Mateo (hizo una obra de bien).
Página 209 a 211: Con Pablo se pusieron a revisar los expedientes. Descubrieron que todos sus hermanos ingresaron recién nacidos al juzgado y fueron adoptados no más de dos meses. La única que estuvo cinco meses fue Ceci.
Página 213 a 217: Finalmente, descubrió porqué estuvo hasta los cinco meses. Su hermano Juan Carlos Poveda, con solo diez años era quien la cuidaba, dormía en sus brazos cuando un patrullero los recogió en la calle en estado de abandono. Fueron internados y derivados al juez de menores. Este, al poco tiempo, pudo burlar la custodia policial y se escapó.
La enfermera del lugar recordó muchas anécdotas, por eso duró cinco largos meses en el hospital (porque se encariñaron con ella).
Página 219 a 222: Su madre organizó una fiesta con amigos de Ceci, a su vez, terminaron de tramitar el traspaso de los restos de Juan Carlos Poveda a un cementerio parque, el más cercano (ese hermano que le salvó la vida). Su mamá contactó a Natalia, para que compartiera ese momento. Ceci escribió un poema dedicado a su hermano. Luego de todo eso, y en el brindis de los dieciséis, Pablo le regaló un anillo. Se dio cuenta de que estaba naciendo una mujer, Cecilia Ángeles Zucarias Ciatto, con todos sus colores, aromas y palabras...
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