Vitamina C La vitamina C es una vitamina hidrosoluble sensible al

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Vitamina C
La vitamina C es una vitamina hidrosoluble sensible al
calor. Químicamente hablando, se trata de ácido Lascorbico y sus sales, los ascorbatos (los más comunes,
que son ascorbatos de sodio y de calcio).
Acción
La vitamina C es un cofactor enzimático implicado en diversas reacciones fisiológicas
(hidroxilación). Es necesaria para la síntesis del colágeno y de los glóbulos rojos, y
contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario. También juega un papel en
el metabolismo del hierro, en la transformación de dopamina en noradrenalina y en la
biosíntesis de carnitina. Bajo su forma oxidada, atraviesa la barrera hemato-encefálica
para acceder al cerebro y a varios órganos. Muy frágil en solución, se destruye al
contacto con el aire, por la luz o el calor. Se trata de un antioxidante, molécula capaz de
contrarrestar la acción nociva de oxidantes como los radicales libres. Con este fin,
también se emplea la forma R- del ácido ascórbico, la cual, al contrario que la forma L-,
no presenta actividad vitamínica.
Ingesta recomendada
La ingesta diaria recomendada de vitamina C es de 75 mg para la mujer y 90 mg para el
hombre. Otros primates que, como los humanos, no producen vitamina C, consumen
entre 2000 y 8000 mg al día. Este hecho constituye la base para diversos
replanteamientos sobre las cantidades recomendadas actuales, que algunos autores
aumentan hasta los 110 mg diarios. Los fumadores necesitan mayor cantidad de
vitamina C, porque la nicotina reduce la tasa de esta vitamina en el organismo. Una
naranja aporta por término medio 53 mg de vitamina C (40 - 80 mg por 100 g).
Una aportación de menos de 10 mg al día puede provocar escorbuto.
Con dosis superiores a 500 mg al día se produce ácido oxálico, que puede provocar
mayor riesgo de padecer cálculos renales de oxalato.
Ciertos autores consideran que las aportaciones nutritivas recomendadas deberían ser de
por lo menos 200 mg, lo que corresponde a cerca de cinco frutas frescas al día. Los
seguidores de la medicina ortomolecular, liderados por el premio Nobel Linus Pauling,
recomiendan un consumo de entre 3000 mg y 18000 mg al día, y más en caso de
enfermedad, basándose, por una parte, en lo que otros primates consumen y, por otra
parte, en la cantidad que sintetizan los animales capaces de ello cuando sufren estrés.
Tales dosis deben ser tomadas repartidas en muchas veces, debido a la capacidad
limitada del organismo para absorberla. Un consumo demasiado rápido de vitamina C
en forma de ácido da lugar a una diarrea ligera y benigna. Las dosis muy elevadas (más
de 3 gramos por día) pueden ser administradas en forma de perfusión de ascorbato de
sodio, pero podrían generar ciertos problemas carenciales anexos.
Hay medicamentos que pueden disminuir la vitamina C en el organismo, como por
ejemplo la píldora anticonceptiva, ciertos antibióticos y el acido acetilsalicílico
(Aspirina). También las operaciones, infecciones, cáncer, heridas graves, diabetes
mellitus, enfermedades intestinales o estomacales, estrés permanente y consumo
excesivo de alcohol.
Usos terapéuticos
Según varios terapeutas e investigadores que hacen uso de dosis farmacológicas de
ascorbato, si esta molécula es administrada bajo una forma adecuada, por medio de
técnicas apropiadas, en dosis suficientemente frecuentes, en conjunción con ciertos
agentes y durante un período suficiente, puede prevenir y, a menudo, curar, un gran
número de enfermedades, corrientes o raras, mortales o no, particularmente la gripe y
las enfermedades coronarias. Sin embargo, se ha demostrado que es errónea la creencia
popular de que la vitamina C evita el resfriado, aunque sí puede acortar ligeramente su
duración.
Se utiliza también como desintoxicante de algunos medicamentos y drogas, y tiene la
capacidad de evitar la formación de nitritos y aminas cancerosos por su poder
antioxidante. Recientemente se emplea en la prevención y tratamiento de la enfermedad
del viajero (cinetosis).
Apoyo al sistema inmunitario
El ácido ascórbico apoya el sistema inmune (los glóbulos sanguíneos blancos). La
vitamina C fortalece no sólo las células inmunes (linfocitos y macrófagos) sino también
la concentración de inmunoglobulinas en el suero sanguíneo.
Regulación del colesterol
Un estudio que data de 1986 indica que la vitamina C podría tener un papel importante
en la regulación de la síntesis del colesterol.
Vitamina C y plomo
En 1939, 34 trabajadores que habían absorbido plomo fueron tratados con vitamina C.
Recientemente, un estudio sobre animales mostró que la vitamina C tenía un efecto
protector contra la intoxicación por plomo sobre la función nerviosa y muscular. Entre
fumadores, la administración de 1000 mg de vitamina C permitió una reducción media
del 81% de las concentraciones sanguíneas de plomo, mientras que 200 mg quedaron
sin efecto. Los autores concluyeron que un suplemento de vitamina C podría representar
un modo económico y práctico de hacer bajar las concentraciones de plomo en la
sangre.
Autismo
Un suplemento de vitamina C reduce la gravedad de los síntomas en niños que sufren
autismo.
Traumatología
La aparición del síndrome de desfallecimiento multivisceral, que para los traumatólogos
es uno de los principales signos anunciantes de defunción, aparece menos a menudo
entre los pacientes que reciben vitamina C. Esta vitamina reduce también la duración de
la estancia en cuidados intensivos.
Fertilidad
Entre hombres infecundos, se demostró que un suplemento de vitamina C mejoraba la
cualidad del esperma (morfología y movilidad de los espermatozoides) y aumentaba el
número de espermatozoides.
Enfermedades y disfunciones inmunitarias relacionadas con la edad
Las enfermedades relacionadas con la edad y las disfunciones inmunitarias asociadas
podrían ser menores con la ingesta de suplementos de vitamina C.
Síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA): estudios preliminares
Una de las enfermedades cuyo tratamiento eventual con dosis farmacológicas de
ascorbato es más controvertido es el SIDA. La controversia dura desde hace más de 16
años, desde la publicación de un estudio que mostraba que el ascorbato, en dosis no
tóxicas para el hombre, frenaba la replicación del VIH. Otros estudios apuntalaron estos
resultados, pero no se ha realizado ningún estudio clínico de envergadura.
Intoxicación por amanitas
La vitamina C, inyectada precozmente por vía intravenosa, forma parte del tratamiento
de la intoxicación por ingesta de amanitas (setas venenosas).
Vitamina C y cáncer
Algunos estudios muestran una relación entre los niveles bajos de vitamina C en el
plasma y un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Tolerancia intestinal
La tolerancia intestinal designa la cantidad de vitamina C que puede ser absorbida por el
intestino en un tiempo dado. Cuando esta cantidad es excesiva, la vitamina C no
absorbida se elimina. Durante su trayecto, atrae agua en el intestino, lo que produce una
diarrea pasajera. Esta es una de las razones por las cuales no podemos intoxicarnos con
vitamina C.
Es importante señalar que las cantidades producidas por los animales varían en función
de su estado de estrés y salud. Un animal estresado o enfermo puede producir varias
decenas de gramos de vitamina C al día. Puede hacerse un paralelismo entre esta
producción variable de ascorbato entre los animales y la variabilidad de la tolerancia
intestinal en el ser humano. Cuando un humano está enfermo o estresado, su tolerancia
intestinal a la vitamina C aumenta, lo que le permite absorber más vitamina C que en su
estado normal. La variabilidad de la tolerancia intestinal sugiere una mayor necesidad
de vitamina C en el organismo en períodos de estrés o enfermedades.
Historia
* En el siglo V a. C., Aristóteles ya conocía los síntomas del escorbuto.
* En 1227, Gilbertus de Aguila recomienda a los marineros embarcar depósitos de
frutas y verduras frescas para prevenir el escorbuto.
* En el siglo XVIII se descubre que el consumo de limones previene el escorbuto.
James Lind, un médico escocés, llevó a cabo el que se considera como primer ensayo
clínico. Dividió a 12 marineros con escorbuto en seis grupos de dos, y administró a cada
grupo una sustancia diferente, proporcionando el resto de la alimentación idéntica a
ambos de grupos. Estas sustancias diferentes eran: sidra, ácido sulfúrico, vinagre, una
cocción de hierbas y especias, agua de mar, y naranjas y limones. Sólo el último grupo
curó rápidamente del escorbuto.
* En 1928, Albert Szent-Gyorgyi aisló la vitamina C.
* En 1934, fue sintetizada por Walter Norman Haworth.
Producción
La producción mundial anual de ácido L-ascórbico es de 80000 toneladas, de las que un
50% se utilizan en las industrias farmacéuticas y parafarmaceúticas, un 25% en la
industria agroalimentaria como conservante (E300, E301, E302), un 15% en la
fabricación de bebidas, y el resto para nutrición de animales.
En los vegetales, la síntesis de vitamina C se efectúa en todas las células de la planta.
Los cítricos son excepcionalmente ricos en vitamina C.
Entre los animales que son capaces de sintetizarla, la síntesis se efectúa
mayoritariamente en el hígado, y aunque las demás células también tienen la capacidad
de hacerlo, es sin embargo muy limitada.
Alimentos ricos en vitamina C
En los alimentos, la vitamina C está presente sobre todo en la fruta, la verdura y el té
verde. Sin embargo, su contenido disminuye al hervir, secar o remojar los alimentos.
Cítricos como las naranjas, limones y uvas contienen mucha vitamina C en su estado
maduro directamente después de la cosecha. La col verde tiene el mayor contenido de
vitamina C de todos los tipos de col (105-120 mg por cada 100 g de sustancia
consumible). Cuando se cocina la col, las moléculas se descomponen en L-ascórbico e
indol, de manera que contiene más vitamina C que en su estado crudo. Sin embargo, la
vitamina se destruye en parte si se hierve el alimento demasiado tiempo. Las mayores
concentraciones de vitamina C naturales se han encontrado en el Camu-Camu y en la
acerola.
Muchos tipos de verdura contienen ascorbato-oxidasa, una enzima que rompe la
vitamina. Esto puede conducir a pérdidas de vitamina C considerables.
Los contenidos indicados a continuación son valores medios que pueden variar
notablemente según las variedades de las frutas y verduras.
Alimento y contenido de vitamina C en miligramos por cada 100 gramos
* Camu-Camu: 2000 mg
* Acerola (una pequeña cereza de México): 1000-2000 mg
* Escaramujo: 1250 mg
* Rosa canina o cinorrodon 750-1600 mg
* Espino cerval de mar (bayas marítimas): 750 mg
* Amla o "grosella india": 720 mg
* Guayaba: 243 mg
* Grosella negra: 200 mg
* Perejil: 170 mg
* Col verde: 105-150 mg
* Nabo: 139 mg
* Rumex: 124 mg
* Pimiento rojo, estragón, col verde: 120 mg
* Brécol: 90-115 mg
* Hinojo, guindilla: 100 mg
* Capudre (serbal de cazadores): 98 mg
* Kiwi: 80 mg
* Col de Bruselas o lombarda: 90-150 mg
* Limón: 65 mg
* Fresa, naranja, coliflor, berro, perifollo: 60 mg
* Espinaca, canónigo: 50 mg
* Col roja: 50 mg
* Repollo: 45 mg
* Cereza: 10 mg
* Patata: 15 mg
* Arándano: 22 mg
* Ananas: 20 mg
* Chucrut: 20 mg
* Aguacate: 13 mg
* Manzana: 12 mg
* Plátano: 10-12 mg
* Melocotón: 10 mg
* Pera: 5 mg
Las indicaciones sirven sólo como orientación. Los valores reales dependen mucho de
los variables siguientes: tipo de planta, estado de tierra, clima, permanencia en el campo
desde la cosecha, condiciones del campo y preparación.
Por eso, la fruta y la verdura deben ser recientes (o después de una congelación
adecuada) y con piel, dado que una gran parte de la vitamina C se encuentra en la piel o
directamente debajo.
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